lunes, 27 de enero de 2014

El diablo tiene ojos cafes: Capitulo 5

CAPÍTULO 5

Cuando un apartamento quedaba disponible, nunca permanecía vacío mucho tiempo aunque su precio fuese de millones. Daba igual que sólo tuviera setenta metros cuadrados —las dimensiones del apartamento que le habían adjudicado a mi jefe, que me encantaba porque me parecía de lo más acogedor— o ciento cincuenta, porque siempre disponías de las mejores vistas. También contabas con los beneficios adicionales de tener un conserje y un servicio de tintorería disponible las veinticuatro horas del día, cocinas de diseño abarrotadas de cuarzo y granito, apliques en cristal de Murano, cuartos de baño con suelos de mármol travertino y bañeras dignas de un patricio romano, armarios tan grandes que habrías podido aparcar un coche dentro de ellos, y la tarjeta de miembro del club para residentes ubicado en el sexto piso, que ofrecía una piscina de dimensiones olímpicas, un gimnasio y tu propio preparador personal.
Pese a todos aquellos servicios, Yoochun y Junsu se habían mudado. Junsu les tenía un poco de manía a los rascacielos, y ambos pensaban que Chul y Junho necesitaban vivir en una casa con jardín. Ya eran propietarios de un rancho, pero quedaba demasiado lejos de la ciudad y de las oficinas de Yoochun para que pudieran utilizarlo como residencia principal. Así que se buscaron un terreno en la urbanización y se hicieron construir una casita familiar al estilo europeo.

Corazon Salvaje: Capitulo 3

Capítulo 3


— ¿QUE SUCEDE? — SE alarma Soo Hyang.
—Aun vive, señora —responde Yong Hyun, triste pero se­reno a la vez—. Y mientras hay vida, hay esperanza.
Anonada, derrumbada por la brutal impresión de la noti­cia, Soo Hyang se ha desplomado sobre los almohadones de un sofá, cubriéndose el rostro con las manos, mientras musita:
— ¡In Bum...! ¡In Bum...!
—Desde que le vi salir de esa manera, temí un accidente. Por eso hice que le buscaran por todas partes.
—Pero, ¿qué ocurrió? ¿Cómo fue? —quiere saber, en su an­gustia, la señora Jung.
—Supongo que, en su cólera, hizo galopar al caballo hasta desbocarse por senderos muy escarpados. Naturalmente, fueron a dar al fondo de un barranco. Salió loco, ciego de ira... ¡Ni siquiera permitió que le ensillaran el caballo!

martes, 7 de enero de 2014

Promesa Audaz: Capitulo 2

Capítulo 2


Era ya muy tarde cuando Yunho se acercó al castillo de Jung. Aunque todas sus propiedades les habían sido robadas por un rey codicioso, aquellas murallas seguían siendo de la familia. Desde hacía más de cuatrocientos años habitaba allí un Jung.
Con el paso de los siglos el castillo había sufrido ampliaciones, refuerzos y remodelaciones, hasta que sus murallas, de cuatro metros de anchura, llegaron a encerrar más de una hectárea. Dentro, la tierra se dividía en dos partes: el baluarte exterior y el interior. El baluarte exterior albergaba a los Sirvientes, a los caballeros de la guarnición y a los cientos de personas y animales necesarios para mantener el castillo; además, protegía el recinto interior, donde estaban las casas de los cuatro hermanos Jung y sus servidores privados. Todo el conjunto ocupaba la cumbre de una colina y se recostaba contra un río. En ochocientos metros a la redonda no se permitía el crecimiento de ningún árbol; cualquier enemigo tenía que acercarse a campo abierto.

El Conquistador: Capitulo 3

Capítulo 3


Karam y el castillo eran la concreción de todas sus ambiciones después de doce años de servir al rey, y de haberlo servido bien.
Menos de dos semanas atrás, el rey había estado caminando furiosamente en su tienda cuando Yunho había llegado. Como Yunho, él todavía estaba sudado por la batalla reciente que había librado y había enviado hombres de vuelta a la costa y a sus barcos. Su rostro barbudo tenía una  feroz mascara de frustración, y Yunho sabía exactamente por qué.
Yoochun y Hyun Joong habían jurado lealtad al rey en su coronación, y habían seguido al rey y a su corte de vuelta cuando el sur del país era una zona segura. Yoochun había recibido lo que totalizaba un tercio de las tierras del país, inclusive la mayor parte de sus tierras, y Hyun Joong  había recibido también su parte.

Corazón Salvaje: Capitulo 2

Capítulo 2


— ¡MAMÁ, MAMACITA!... POR ahí viene ya papá. ¡Por ahí viene...!
Brillantes los ojos de alegría, un momento encendidas por la emoción las mejillas, un muchacho como de doce años ha entrado en la alcoba de la señora Jung, que abre los ojos, incorporándose lentamente en la amplia hamaca en que descansa.
— ¿Ya? ¿Es posible? ¡Pero si no lo esperaba yo hasta el sábado!
Jung Soo Hyang tiene una belleza delicada y frágil... grandes ojos, cabellos suaves y lacios como los del muchacho.
Un momento ha desaparecido su gesto doliente ante la noticia que acaba de traerle su hijo. Y ya de pie, da unos pasos apoyándose en los delgados hombros de éste.
— ¿Estás seguro que es tu papá quien llega?

El diablo tiene ojos cafes: Capitulo 4

CAPÍTULO 4


Saqué bastante provecho de aquellos dos meses. Me curé en apariencia, los moretones desaparecieron, y empecé a visitar a una terapeuta dos veces a la semana.
Yoo He Yi, que así se llamaba era de lo más sociable. Poder desahogarme ante ella supuso un alivio indescriptible para mí. He Yi era inteligente y comprensiva, y mientras yo le describía lo que había sentido y las experiencias por las que había pasado, parecía como si tuviese el poder de desentrañar todos los misterios del universo.
Descubrí que yo era una persona que tenía los límites demasiado débiles. Mis padres, particularmente mi madre, me habían enseñado que ser un buen hijo significaba que no podías marcar ninguna clase de límites. Aprendí a dejar que mamá me criticara, se saliera siempre con la suya y tomara decisiones que no tenía ningún derecho a tomar.

Besar un angel: Capitulo 2

CAPÍTULO 02


Jae se paseaba por el rincón más apañado de la sección de fumadores de la puerta de embarque, dando unas caladas profundas y rápidas al cigarrillo, que empezó a marearse. El avión, se dirigía a una de sus ciudades favoritas, algo que tomó como una buena señal en una larga cadena de acontecimientos que se iban volviendo cada vez más desastrosos.
Primero, el estirado y poderoso señor Jung se negó a aceptar el plan. Luego le había saboteado el equipaje. Cuando el chófer descargó una sola maleta del maletero en lugar del juego completo que él había preparado, Jae pensó que era una equivocación, pero Yunho lo sacó rápidamente de su error.