Capítulo 5
Oh Dios mío. Jaejoong
estaba loco. Estaba loco. Debe estar demente. ¿Cómo podía gustarle esto?
¿Gustarle? Demonios, le encantaba. ¿En cuál universo se encontraba correcto
para él encantarle la manera en que Yunho colgaba sobre él, sosteniéndolo
abajo, manteniéndolo a un lado de la cama mientras sus pies aún se situaban en
el piso? ¿Cómo podía gustarle la forma en que tenía sus rodillas empujadas
hasta sus caderas en una posición que lo tenía bajo su irrefutable control?
¿Cómo el hecho
que le quitó su pantalón corto y sus ropa interior mientras dejó el resto de su
ropa intacta lo excitaba? ¿Cómo podía encantarle la sensación peligrosa de sus
palabras hostiles golpeando su cerebro mientras él golpeaba su cuerpo con el
suyo? ¿Cómo podía encantarle la forma en que Yunho estaba fuera de control, casi
fuera de sí mismo mientras lo dominaba en la cama? ¿Cómo podía confiar en Yunho
lo suficiente para incluso ahora, sentir su inminente orgasmo? Oh Dios, sabía
cómo.
Fue por la
mirada salvaje de alivio que cruzó por su rostro mientras se hundió en él en su
primera embestida. Era por el hecho que Yunho no fue capaz de tomarse el tiempo
de quitar el resto de sus ropas antes de unirse a él.
Jaejoong sintió
su necesidad que sólo podía ser apaciguada con aquello, Yunho no hubiese sido
capaz de esperar por otro segundo más. Y era por la profundidad de su
preocupación cuando pensó que podría estar hiriéndolo. Se detendría si le
dijera; no tenía absolutamente ninguna duda de eso.
Era ese nivel
de confianza que ya sentía en sus brazos que estaba jodiéndolo tanto. Así que
sí, sabía por qué le encantaba esto.