Capítulo Dos
Jaejoong aparto las mantas de su cuerpo, sentándose, y pensando que nadie podría dormir plenamente debido a los fuertes gritos provenientes del otro lado de la casa. Sintió el suelo frío en sus pies cuando se levantó de la cama para ir al baño, el único ruido se intensificaba mientras él aflojaba la puerta del dormitorio abriéndola
―No me importa― gritaba Ho Joon. ― ¿Por qué no traes a tus sirvientes de regreso? Ya veo porque
eres tan idiota en mantener alguno de ellos. ¿Qué eres? ¿Una maldita erección
andante? Ve con Ali.