miércoles, 15 de octubre de 2014

Persuit: Capítulo 1

Capítulo 1

Jung Yunho terminó de pagar por el café y se alejó del mostrador, sosteniendo la taza con una mano y cerrando la billetera con la otra. Había por lo menos cuatro personas detrás de él en la fila, por lo que salió de ella, levantó la vista y su mirada fue capturada de inmediato por un par de increíbles ojos oscuros que jamás vio.
Se detuvo instantáneamente, inmovilizado por el calor que lo invadía. Un delicado rostro se volvió para mirarlo, y un color rosa suave tiñó sus contorneadas mejillas, antes de que desviara la mirada al frente. Sin lugar a dudas la atrapó observándolo. El perfil que se volvió hacia él era eminentemente, y mientras lo miraba, él dirigió su atención a una carpeta que tenía en la mano.
Permanecía sentado en una mesa, solo. Empujó su billetera en el bolsillo trasero, y continuó mirándolo. Sin duda era hermoso, suave y rasgos gráciles. Se quedó quieto y la tranquilo y sutil tensión parecía endurecer sus hombros. Se negó a mirarlo de nuevo y él miró rápidamente alrededor de la tienda casi llena antes de volver sus ojos a él.

Sabía que probablemente debería apartar la mirada, pero demonios, era hermoso, de una manera sensual y exótica, en una forma que lo atrajo instantáneamente, y de todos modos, él empezó a mirarlo primero. Un hambre primitiva rasgó en sus entrañas, endureciéndolo más allá del confort, y una repentina necesidad de tocarla lo dominó.
Mierda. Esto era su maldita culpa, sabía que debería haberse masturbado esta mañana. Al conseguir su objetivo, el café, estuvo a punto de darse la vuelta y marcharse. Mientras que era, sin duda, lo suficientemente valiente para acercarse a él, algo le decía que en este momento su movida no sería bien recibida.
Las líneas suaves de su perfil mostraban malestar, algo le indicaba que él seguía estando consciente de él, Yunho sabía que no existía una maldita manera de que se fuera de allí, y tomó la rápida decisión de sentarse por un rato.
Dio media vuelta y se sentó en una de las pocas mesas vacías, donde podía verlo de espaldas, pero no podía observarlo a menos que él se diera vuelta completamente. Quería asegurarse de que no estaba con nadie, o posiblemente encontrándose con alguien, antes de acercarse. Y sabía que tenía que acercarse a él.
Sacó el celular de su bolsillo, se sentó en la mesa y tomó el café. Se debatió sobre qué demonios hacer, pero cuando lo miró, su mano se extendió y garabateó algo en el documento que leía. ¿Imaginaba cosas o vio leve temblor en sus delgados dedos? ¿Supo que se sentó detrás de él?
Mientras la mirada de él perforaba sus estrechos hombros y la delicada línea de su espalda, pensamientos libidinosos llenaron su cabeza. Pensamientos acerca de rasgar su camisa y lamerle los pezones con la lengua. Su cabello parecía suficiente para envolverlo mientras se empujaba en su interior. Las uñas de sus delgados dedos, imaginándolos envueltos alrededor de su pene, aliviando la erección que tenía por él.
Así que la pregunta era: ¿tendría una oportunidad con él? Por la forma en que lo observaba podría decirse que sí, y por la forma en que lo deseaba sabía que iba a averiguarlo antes de abandonar el lugar.
Se dio cuenta de que su taza de café se hallaba vacía y permaneció sentado allí durante diez minutos luchando con una erección que se negaba a ceder, cuando él empezó a recoger las cosas y metió la carpeta en un bolso grande.
Ahora que se encontraba de pie, vio que era alto pero no más que él, y llevaba un apretado, aunque, conservador pantalón, una camisa de color púrpura. Toda la combinación, inflamó sus sentidos. Pasó la correa por encima de su hombro y se preparó para irse.
Con gracia inconsciente, no miró ni a la derecha ni a la izquierda, mientras se dirigió hacia donde se encontraban los baños.
Yunho no perdió un segundo. Deslizó su celular en el bolsillo y dejó la taza de café en el mismo lugar que él se sentó.
Mientras desaparecía en el interior del baño, se acercó al chico que lo atendió antes. La fila había desaparecido ahora, y el mozo, que no parecía mucho mayor que un adolescente, se volvió hacia él cuando Yunho se inclinó sobre el mostrador.
—El hombre que se encontraba sentado ahí —comenzó, indicando la silla que dejó vacante.
Los ojos del muchacho se abrieron y se puso firme.
— ¿Si?
— ¿Sabes de quién estoy hablando?
El chico levantó la barbilla en una afirmación rápida y enarcó las cejas.
—Sería difícil no verlo, amigo.
Yunho asintió. Era la maldita verdad. Era más caliente que el infierno.
— ¿Alguna vez lo has visto antes?
—Sí.
— ¿Viene a menudo entonces?
El chico se acercó y cruzó los brazos sobre el mostrador a un pie de distancia de Yunho.
—Los martes y jueves, generalmente.
—Gracias. Te lo debo.
—Nah. No es nada, hermano. Buena suerte.
—Sí, gracias. —Yunho se dio la vuelta y se dirigió al pequeño vestíbulo exterior al baño. Tal vez sería acusado de acoso, pero... tal vez no.

* * *

Jaejoong salió del baño y vio al hombre apoyado en la pared, casualmente, en una postura relajada, con sus botas cruzadas delante de él y los dedos enganchados en los bolsillos de sus pantalones vaqueros.
Mierda. Pensaba que se había ido. Mentiroso, se admitió a sí mismo. Sabía que se había sentado detrás de él. Era su culpa. Él captó su mirada fija, pero maldita sea, ¡solamente era un ser humano!
Lo miró a la cara, y contuvo la respiración, pero eso no lo ayudaba a controlarlos nervios. Jesús, los hacían altos aquí. Altos y malditamente hermosos. Fue la razón exacta por la que captó su mirada fija en primer lugar.
Sintió sus mejillas llenarse de calor.
Asintió rápidamente e intento pasarlo, tratando de ignorar que permanecía apoyado contra la pared, probablemente esperándolo.
Mientras lo pasaba, él se apartó de la pared, se levantó y su mano salió disparada para envolverse alrededor de la parte superior de su brazo. Su estómago se volcó y casi se derritió a sus pies cuando, arrastrando las palabras, dijo:
— No tan rápido. — Jaejoong parpadeó hacia él, y el fuego que vio en las oscuras estrías amarronadas de sus ojos casi fue su perdición.
El tipo era increíblemente bien parecido, y se avergonzaba por reconocer que su puño envuelto alrededor de su brazo lo excitaba.
El área principal de la cafetería se encontraba llena de gente, lo que no quedaba a más de tres metros de distancia. Lo que sentía ciertamente no era miedo, ni siquiera podía fingir que era así.
El corazón se le paró y comenzó a golpear con fuerza en sus oídos mientras trataba de mirarlo con serenidad, con una única pregunta en sus ojos. Su mirada se posó audazmente sobre él.
—Ahora cariño no me mires de esa manera. Tú comenzaste esto y ambos lo sabemos.
Su voz era profunda y baja, y su efecto era como un líquido caliente que corría por sus venas de forma abrazadora. Sabía que debería alejarse de él, pero ¿cómo se suponía que iba a hacer eso cuando era, por mucho, el hombre más sexy que vio en su vida?
Valientemente trató de enfocar sus pensamientos ¿lo acusó de algo? Tenía que prestar atención a la conversación y no a los tonos profundos de su voz bien modulada.
—Lo siento, ¿qué?
Mientras pronunciaba la pregunta que indudablemente dejaba expuesta su confusión, Jaejoong era consciente de que el agarre de él se convirtió en una caricia, y su rostro se iluminó, con una sonrisa tan impresionante que casi lo sacó fuera de su eje. Sus ojos se arrugaron con diversión, como si lo hubiera complacido de alguna manera, y brevemente miró sus labios antes de levantar la mirada.
— ¿Cómo te llamas? —dijo arrastrando las palabras. Esa voz indecentemente profunda golpeó sus sentidos, y Jaejoong se preguntó por una fracción de segundo si sería aconsejable darle la respuesta que pedía. Por un lado, era el epítome del macho más caliente. Pero, por otro, parecía tener tanta confianza en sí mismo, que lo hacía pensar que era consciente de ello.
Su silencio hizo aumentar la diversión de él, y su atractivo viril le hizo difícil pensar.
—Vamos, cariño. Tienes un nombre, ¿no?
Jaejoong se mordió el interior del labio para controlar el temblor.
—Jaejoong —respondió finalmente.
Lo apreció perezosamente y en ese momento, su magnetismo sexual se exhibió abiertamente.
—Eres muy bonito —dijo, con una voz llena una confianza en sí mismo que parecía crecer por segundo. Eso no lo hacía menos atractivo.
Jaejoong respiró entrecortadamente.
—Entonces... tú…
Su sonrisa se ensanchó y pudo ver sus dientes blancos y perfectos. Un río caliente corría por su columna vertebral. ¡Dios, quería besarlo!
— ¿Crees que soy bonito? —-preguntó con una voz perfectamente controlada.
Jaejoong notó que expresó en voz alta el pensamiento y sintió como el rubor se apoderaba de él.
—No... No eres bonito, exactamente. —Desde que se graduó de la universidad, soñaba con conocer a un hombre, pero nunca uno como éste. Y tal vez él no era. —Está bien cariño, eres lo suficientemente hermoso por ambos. —Pensó que trataba de calmarlo, pero con su pulgar deslizándose hacia adelante y atrás, a través de la piel de sus bíceps, esto no ocurriría.
Trato de mantenerse controlado, y cuando se hallaba a punto alejar el brazo de su agarre, dado que no era decente vagar en el vestíbulo del baño con un desconocido, sus dedos se apretaron, anticipando su próximo movimiento.
Miro a la mano que se cerraba alrededor de su brazo, antes de levantar los ojos hacia él.
—Me tengo que ir... Siento que me encontraras mirándote.... Quiero decir siento haberte mirado fijamente. —Lo miraba tan fijamente que pensó que podría ahogarse en sus ojos.
—No me importa que me mires fijamente —respondió, como si eso hubiera mejorado su día y tal vez más. Hizo un movimiento para liberarlo de su agarre.
Tomó un suspiro tembloroso y se lamió los labios.
— ¿No?
Sus ojos se deslizaron por su cuerpo, como en una larga y caliente caricia, antes de que levantara la cara una vez más. Mirándolo atentamente, comenzó a sacudir la cabeza hacia adelante y atrás. Mientras con una mano aún sostenía su brazo, con la otra lentamente agarró y levantó su barbilla y comenzó a caminar hasta que la espalda de él chocó contra la pared.
—Sí, me gustó que me miraras fijamente. Puedes mirarme mientras te beso, si quieres.
Jaejoong se apartó de él, la parte posterior de su cabeza golpeando la pared.
— ¡No puedes besarme!
— ¿No puedo? —-preguntó, dramáticamente.
— ¡No!
Sus cejas se juntaron e inclinó la cabeza un poco hacia un lado, como si estuvieran compartiendo una broma.
— ¿Es demasiado pronto?
Su corazón seguía golpeando contra su esternón.
— ¡Sí!
Su pulgar se arremolinó sobre su barbilla acariciándola, mientras lo miraba con atención.
—Entonces, ¿Cuándo? ¿Quieres venir a mi casa esta noche?
¡Santa Mierda! no podía creer que acababa de preguntarle eso. Sabía lo que quería, por supuesto, y sintió una gran ráfaga de decepción. Pero sólo para asegurarse de que no se encontraba a punto de juzgarlo injustamente, porque era malditamente caliente y quería asegurarse de no echarlo injustamente, preguntó:
— ¿Para qué?
Los ojos de él se estrecharon y frunció el ceño como si tratara de encontrar una respuesta adecuada.
— ¿Qué me dices de un café? Sé que te gusta el café. —Sonrió como si acabara de realizar la declaración más brillante.
— ¿Café? —preguntó sarcásticamente.
— ¿No? ¿Café no? ¿No vas a comprar eso? ¿Qué tal la comida? Podría alimentarte. — ¿Quieres que vaya a tu casa por café y comida? — Jaejoong sabía que tenía que salir ahora—. Estás bromeando, ¿no?
— ¿Qué quieres que te diga, cariño? —Lo miró seductoramente, con su atención completamente centrada en él.
—Crees que realmente eres encantador, ¿no es así? —preguntó con dureza.
Se encogió de hombros.
—Tú lo empezaste, cariño. Tú eras el que me miraba.
—Entonces, ¿este tipo de acercamiento, te funciona generalmente? —No pudo evitar preguntar.
Se encogió de hombros.
—No puedo decir que he acorralado a un hombre en la cafetería antes.
— ¿Así que soy el primero? Me siento halagado.
—No tienes que sentirte halagado. Cada hombre por ahí está pensando lo mismo—Señaló arrogantemente con la cabeza hacia la sala detrás de ellos.
Rodando los ojos, dijo:
— Genial. Gracias. Tengo que volver al trabajo.
Lo ignoró y preguntó:
— ¿Estás casado?
Sus ojos se estrecharon y su boca se tensó.
—No estarías tocándome si lo estuviera.
—Ahh. Un hombre con escrúpulos. Eso me gusta.
—Sí, bueno, estoy feliz de que estés contento. —Con un nudo de decepción en el estómago, trató de ignorarlo, pero no lo permitió—. Me tengo que ir.
—Y te dejaré ir. En unos diez segundos. ¿Así que, marido, novio?
Jaejoong comenzó a sentirse mareado por su cuestionamiento implacable. Él sacudió la cabeza, preparado para darle una oportunidad más.
—No tengo novio.
— ¿Un amante?  
Jaejoong abrió la boca y puso los ojos en blanco ante su insistencia sobre el tema.
—No.
— ¿Buscando uno?
Maldita sea. Lo sabía. No se encontraba interesado en él, sólo quería hacerlo con él.
Le dio el beneficio de la duda, pero lo echó a perder. Es una pena. Levantó una ceja y se preparó para disparar y derribarlo.
— ¿Té estás ofreciendo?
—Mm… hmm…
Negó con la cabeza y elevó los ojos al cielo antes de centrarse de nuevo en él.
—No lo creo.
Sonreía de nuevo, el hijo de puta.
En lugar de notar que intentaba escapar, sonreía como si fueran a tener hijos juntos. Abrió esos labios hermosos y preguntó:
— ¿No crees que eso sería bueno?
Jesús, este hombre pensaba que era un regalo de Dios. Lo miró de arriba a abajo y luego negó con la cabeza. Repentinamente sintió algo de remordimiento, pero nada bueno podía venir de un encuentro como éste. Enderezó la espalda y se preparó para sonar firme y confiado, como si tuviera mucha experiencia y no le gustara. Abrió la boca para hablar, orgulloso de sí mismo cuando sus palabras fueron suaves y frescas.
—Nah. Eres demasiado guapo. En mi experiencia, los hombres guapos no tienen idea de qué hacer en la cama. Y lo siento cariño, no tengo interés de enseñarte. —Sacó el brazo de entre sus dedos y se alejó.
Yunho miró su pequeña espalda rígida y el suave balanceo de su trasero mientras salía del edificio y una bola caliente de necesidad lo llenó. Sabía que lo que sentía no podía ser apaciguado por cualquier otra persona en un momento cercano.
Levantó las manos e hizo crujir los nudillos, como si se preparara para una pelea.
Oh, mierda. Que empiece el juego.

* * *

La siguiente tarde en el trabajo, el amigo y compañero de trabajo de Jaejoong, Heechul, lo invitó a tomar unas copas con el grupo habitual de amigos. Iban a un bar a la vuelta de la esquina, donde solían ir para la hora feliz.
—Te ves genial, hoy. Cómo haces para tener un estilo casual y verte a la vez profesional, está más allá de mí. — Jaejoong no podía decir si Heechul se quejaba o le hacía un cumplido. Siguió mirando los números frente a él.
—Gracias, me alegro de que nos dejaran vestir vaqueros. Pero no puedo ir. No esta noche. Tengo que trabajar un par de horas con el Proyecto. Las cifras acaban de llegar y no quiero estar aquí todo el fin de semana, así que voy a empezar cuanto antes.
Heechul parecía molesto.
—Sabes, te vas a arrugar y tu trasero se atrofiará si nunca lo utilizas.
Jaejoong levantó la vista del documento en la pantalla, sin poder creer que oía a su amigo correctamente. Al ver la mirada fría y desaprobadora en la cara de Heechul, Jaejoong se echó a reír.
—Eso es ridículo. Sueles venir con un montón de basura, pero creo que esto está en la parte superior de la lista. — Jaejoong volvió de nuevo a los documentos que tenía que terminar, pero siguió hablando con un tono distraído—. ¿Crees qué estoy envejeciendo o algo así?
—Hay otras causas de atrofia además de la vejez, ya sabes. La falta de testosterona es una. ¿Alguna vez has oído hablar de la expresión úsalo o piérdelo? —Heechul intentaba incitarlo, pero Jaejoong seguía estudiando el gráfico de su pantalla—. Hablo en serio, si no lo haces, tus niveles de testosterona caerán.
—Eso es pura mierda. — Jaejoong se rió, sabiendo que no sería capaz de volver a trabajar si antes no cambiaba el humor de Heechul.
Heechul golpeó la parte trasera de la silla de Jaejoong y luego cruzó los brazos sobre su pecho.
—En serio, tienes que hacer algo. Casi nunca sales con nosotros, y sé que no has salido con nadie desde el surfista.
La risa murió en los labios de Jaejoong.
—Sí, eso fue un error.
—Siempre es un error salir con un surfista. Nada bueno puede salir de ello. Pero no podrías haberlo sabido. Pero ahora has aprendido la lección. Siempre serás la segunda cosa más importante de su vida, después de las olas.
Jaejoong asintió, estando de acuerdo y Heechul continuó.
— Ellos no pueden mantener un trabajo, porque renunciarían en un abrir y cerrar de ojos antes de perderse un fuerte viento.
Jaejoong que no juzgaba tan rápidamente a todos y manteniendo la mitad de la concentración en su trabajo y la otra mitad en la conversación, dijo:
— Estoy seguro de que hay hombres que surfean y logran mantener un trabajo. El hecho de que tú y yo nos quemáramos por un par de vagos, no quiere decir que todos sean malos.
—Oh, confía en mí Todos son malos. Acabas de hacer hincapié en la clave, la diferencia está entre los surfistas y los que surfean de vez en cuando. Los surfistas son los que persiguen las olas y no dan una mierda por nada más. ¿Entiendes?
—Sip. Veo la diferencia.
Heechul lo estudió con atención y volvió al tema del que hablaban antes de desviarse.
—Entonces, ¿hace cuánto tiempo no te toca un hombre?
Aunque Jaejoong sabía que su amigo le preguntaba cuánto tiempo pasó desde que tuvo sexo, tomó la pregunta literalmente y pensó inmediatamente en el hombre en la cafetería ayer. Él lo tocó. Lo sabía porque lo sintió por todo el cuerpo. Su piel todavía hormigueaba donde sus dedos se cerraron alrededor de su brazo.
Era una pena que fuera un idiota y que solo se interesara en una cosa, aunque no podía negar que sus pensamientos fueron por el mismo lado. Pero, por desgracia, no era una puta.
Maldita sea. ¿Por qué no era una puta? Seguramente podría haber aprendido a serlo para él. Ese toque. Esa voz. Ese cuerpo duro, alto, usando vaqueros azules. Santo infierno, si existía algún tipo de justificación para convertirse en una puta, era él. Pero lo dejó ir, y ahora no tenía forma de ponerse en contacto con él de nuevo, aunque quisiera.
Heechul agitó la mano delante de la cara de Jaejoong y chasqueó los dedos.
—Oye, ¿Estás ocultándome algo? ¿Hay algo que no me has dicho? ¿Has estado durmiendo con alguien?
—No. — Jaejoong hizo una mueca y sacudió la cabeza.
—Entonces, por qué tenías esa mirada de...
—Nada. — Jaejoong finalmente se rindió, pulsó el botón para guardar su trabajo y luego se giró en su silla para centrarse plenamente en su amigo—. Conocí a un chico seriamente caliente ayer.
Heechul se llevó la mano al pecho y dramáticamente se comportó como si estuviera a punto de caer al suelo. Luego se sentó en el escritorio de Jaejoong y cruzó las piernas.
—Dilo de una vez.
—No hay nada que contar. Era caliente. Nos encontrábamos en la cafetería, nos comprobamos el uno al otro, me siguió hasta el fondo de la tienda y trato de conseguir que me encontrara con él más tarde para tener sexo.
—De ninguna jodida manera.
—Oh, sí, lo hizo —dijo Jaejoong.
— ¡Tienes toda la maldita suerte! Así que ¿Qué hay de malo con él? —preguntó Heechul.
La boca de Jaejoong se aplanó en una línea, malhumorado.
— ¿Quieres decir, además de que era un imbécil que sólo quería follarme?
—Bien, si, además de eso. ¿Vas a culparlo por pensar que eres caliente?
—Bueno, no. — Jaejoong se vio obligado a admitir.
—Bueno, ¿entonces qué?
Jaejoong miró a su amigo.
— ¿Alguna vez me has visto dormir con alguien solo para… aliviarme?
—Sí, no te he visto hacerlo. Pero te voy a decir una cosa —Heechul estrechó los ojos—, atrofia en tus cositas.
—Cállate.
—Tú cállate ¡Tienes que echar un polvo, Jaejoong!
—No sé su nombre y no tengo su número o cualquier cosa, incluso si lo tuviera… no soy como tú. —Le dio a su amigo una mirada, sonriendo con aire de suficiencia y Heechul sólo asintió como si estuviera totalmente de acuerdo.
Jaejoong rió.
—Sí, traté de hacerlo bien.
—Bien hecho, pero la próxima vez no te equivoques tanto. Si un chico caliente como él que estás describiendo se acerca, ¡tienes que conseguir su número!
—De acuerdo, te oigo fuerte y claro, puedes comenzar a darme lecciones sobre cómo conseguir un chico para... pasarla bien—bromeó Jaejoong, poniendo la lengua contra su mejilla—. Pero tendrá que esperar un par de semanas, tengo que tener este proyecto terminado o no voy a tener vida y voy a estar estresado por ello —dijo, tratando de volver al trabajo.
— Bla, bla, bla. —Heechul levantó su ceja perfecta —. Sé que no hablas en serio sobre las lecciones, así que no voy a entusiasmarme demasiado. —Heechul pareció olvidarlo y cambió de tema—. Conoces a ese chico que está caliente por tu trasero ¿no?
— ¿Caliente por mi trasero? En serio, nunca te casarás si no te tranquilizas. — Jaejoong estudió a su amigo —. ¿El tipo en ventas? —Hizo una mueca y negó con la cabeza. El tipo era asqueroso—. Ya me pidió salir y le dije que no.
—Lo quiero si tú no —dijo Heechul.
—Todo tuyo.
—Y obviamente me casaré —discutió Heechul —. Solo porque actúo como una puta en frente de mis amigos no quiere decir que soy lo suficientemente estúpido para hacerlo en frente de los potenciales padres de mis futuros hijos.
Sin perder la oportunidad, Jaejoong dijo:
— Eso está bien porque los chicos tienen un radar para zorras o algo así, ¿lo sabes, verdad?
—Sí, lo sé. Pero no todos tienen el radar… —Se detuvo esperando que Jaejoong preguntara.
Jaejoong rodó los ojos.
—Está bien, lo haré. ¿Cuáles tienen un radar y cuáles no lo tienen?
Heechul bajó la vista a sus uñas y meneó su trasero en el escritorio, como si se estuviera acomodando para una larga plática, listo para impartir conocimiento casi de una proporción bíblica.
—Bueno, en mi experiencia, el tipo de hombre promedio no lo tiene. El típico hombre alfa lo tiene, por supuesto.
— ¿Y cómo sabes esto?
—Dios, realmente eres tan dulce e inocente como pretendes, ¿verdad?
—No soy inocente, Heechul. Ese barco zarpó hace mucho tiempo.
Heechul negó con la cabeza, desconfiado.
—Puedes engañarme, pero como sea. ¿Quieres saber o no?
—Seguro. Por curiosidad, supongo. Comparte tu sabiduría, oh, zorrita.
Heechul le dio una mirada a Jaejoong.
—Cuidado.
Jaejoong dejó salir un suspiro y miró al reloj en la pared.
—Lo siento. Comparte tu conocimiento, “Señorito Voz de la Experiencia”.
—Eso está mejor. Está bien. Los machos Beta no tienen ni idea. Si te manejas por la regla de las tres citas, pensaran que eres un chico decente. Los Alfas, por otro lado, saben todo sobre la regla y sospecharán instantáneamente si duermes con ellos en la tercera cita.
— ¿Regla de la tercera cita?
—Oh, vamos, Jae. ¿En serio?
¿Era esta regla de tres citas algo que Jaejoong se perdió en la universidad? ¿Algo que los chicos de fraternidad transmitían y nunca se enteró sobre eso porque no se afilió a ninguna?
—Estoy hablando en serio. No sé de lo que estás hablando. ¿Me estás diciendo que hay una regla tácita sobre que los chicos pueden tener sexo en la tercera cita y aún mantener su dignidad?
—Sí. Y todo el mundo sabe que es un signo de puta si un chico o chica tiene sexo antes de la tercera cita.
—No sabía eso —dijo Jaejoong.
— ¿Cómo podrías no saberlo? —contestó Heechul.
Jaejoong se encogió de hombros.
—No lo sé. Estuve en una larga relación la mayor parte de mis años en la universidad y nunca tuve un amigo como tú, hasta que vine a trabajar aquí. — Jaejoong sonrió a su amigo para suavizar el golpe.
—Bueno, ¡es algo bueno que me tengas ahora! No dejaré que vayas por mal camino. Así que aquí está la cosa. Como dije, un alfa sabe sobre la regla, así que si estás saliendo con un alfa, tienes que esperar más de tres citas. Probablemente cinco o seis.
Jaejoong se aburría extremadamente con esta conversación y necesitaba volver a trabajar, pero le siguió el juego.
—Es bueno saberlo. ¿Qué más?
—Básicamente, el macho alfa es tan experimentado y ha dormido con tantos que es un animal suspicaz. Tiene que limpiar todos los signos de hombres anteriores en tu vida y ruega que nunca te topes con una de tus “aventuras” mientras estas con él. Porque si lo haces, identificará al tipo rápidamente como alguien con el que has dormido.
— ¿Así que eso es lo que haces?
—No soy tan puta, Jaejoong. No tengo una fila de viejos amantes detrás de mí. Además, mi plan es encontrar un agradable chico beta quién no conocerá la diferencia y adorará el piso por el que camino.
—Pero de verdad, ¿Estás diciendo que los alfas solo sirven para dormir con una tonelada de amantes, mientras que los betas son material para matrimonio? —De hecho, esa era buena información, y Jaejoong iba a archivarla.
—Principalmente. No estoy diciendo que los alfas no quieran casarse. Algún día. Esa es la palabra clave. No quieren nada más que acostarse con una larga lista de amantes, probablemente a mediados de sus treinta, y después en algún punto, cuando su propia muerte los esté mirando en la cara, tratan de encontrar a un buen chico para casarse. Y los bastardos pueden diferenciar entre un chico sin experiencia y un experimentado. Créeme. Esto es por qué deberías divertirte con los alfas, pero solo poner tu corazón en un beta.
—Pero, ¿no se supone que los betas son aburridos?
—Oh, dios, no. No necesariamente. Muchos son guapísimos, pero son tímidos. Encuentra a uno de esos, que te tratará bien, y querrá casarse.
—Así que, ¿cómo te das cuenta de la diferencia de un beta y un alfa?
—El alfa es el que actúa como si fuera un regalo de Dios. —Cuando su amigo dijo eso, Jaejoong sintió un estremecimiento en su estómago, mientras Heechul continuaba—. El beta podría lucir como si lo fuera, pero no actuará así. El alfa es el que busca inmediatamente sexo, porque es a lo que está acostumbrado. Un alfa sabe lo que quiere y va detrás de ello, a toda velocidad.
—Como el tipo de ayer —murmuró Jaejoong en voz baja.
—Sí, probablemente. Si se empeñó en llevarte con él cuando se conocieron, el tipo es un alfa. Mantente alejado. No tengas sexo con él, porque nada bueno saldrá de ello y solo terminarás herido.
—Pero, ¿pensé que me dijiste que debería tener sexo con alguien? Y los alfas son buenos para pasar un buen rato. ¿Por qué no alguien como él? Quiero decir, si todo lo que estoy buscando es sexo. —Lo cual todavía se encontraba a debate, pero Jaejoong quería conocer el razonamiento de Heechul.
Heechul hizo un sonido de desaprobación.
—Porque te conozco, Jaejoong. No tendrías sexo solo por diversión. No puedo aconsejarte hacerlo, y puedes mentirme y decirme que lo vas a hacer, pero créeme, sé que no pasará.
—Sí, probablemente estas en lo correcto.
Heechul le dio una mirada astuta.
—Oh, cariño. Siempre estoy en lo correcto en cosas como éstas.

* * *

El jueves, a media mañana, Jaejoong colocó sus cosas sobre su mesa favorita y se acomodó en una silla, soplando su café. Miró a través de la habitación y sus ojos se estrellaron violentamente en el hombre sentado frente a él.
Era él. Su mirada sostenía la suya, rehusándose a liberarla, y miles de mariposas enloquecieron en su estómago, tratando de liberarse. Su mano comenzó a temblar visiblemente, y bajó la taza antes de derramar su café.
El tipo no desperdició ni un segundo, se levantó y atravesó la habitación. Sacó la silla opuesta a él, se sentó con sus piernas ampliamente abiertas, cruzó los brazos, los puso en la mesa frente a él, y se inclinó hacia él.
Lo miró fijamente sin decir nada, y Jaejoong comenzó a hiperventilar. Cuando siguió callado, sus ojos se ampliaron y finalmente encontró su voz.
— ¿Qué estás haciendo?
Su mirada bajó a sus labios antes de mirarlo otra vez.

—No tomando un “no” por respuesta. —Una sonrisa engreída y sin alegría torció sus labios y la fuerza de su presencia imponente crepitó peligrosamente a través de la mesa. 

12 comentarios:

  1. heechul y sus concejos creo que confunden a jae mas de lo que ya esta y si definitiva mente yunho es un alfa y no se anda por las ramas y ya le a dicho a jae lo que quiere pero no creo que jae pueda resistir mas de 5 o 6 sitas antes de que yunho se lo lleve a la cama pues a la que se ve yunho es muy insistente y creo que jae caerá pronto
    es que ese yunho es tremendo y jae esta un poquito ansioso XD
    GRACIAS por el capitulo espero el siguiente no tardes byr

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  2. Wow lo de alfa y beta me encanto la explicacion de heechul
    Jjejejejeje pero creo que tanto yunho y jae se quedaron impactados y flechados aunque claro yunho actua como todo un macho alfa al que luego creo van a domarlo jejejejeje
    Gracias por el capi
    :-P

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  3. kyaaaaa Yunho es tu macho alfa Jae, solo tienes que aceptarlo jajajjaja...

    Pero la conversación entre Jae y Heechul fue de lo mas interesante.... Jae escuchando los sabios consejos de la diva... como si fuera su maestro :)
    Yunho y Jae casi se comian con los ojos, se consumen en su calentura :) pero es mejor que Jae se haga de rogar, eso se pondrá muy bueno.

    Gracias por compartir el capitulo :)

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  4. es mejor que se conoscan xd
    asi formaran una mejor relacion , JJ no puedes caer tan rapido ok que YH se espere ,,,,,
    Gracias por el capi actualiza pronto ,,,,,

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  5. Yunho y Jae sintieron una atraccion muy fuerte y Yunho ha ido por el y Jae no se deja y sabe que el solo quiere sexo y ya.
    Me encanto la conversacion de Jae y Heechul dandole consejos a Jae sobre los alfaa y betas,definitivamente Yunho es todo un alfa.
    Que pasara ahora que ya se han vuelto a ver????

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  6. Chul tan zorra como siempre(? xD buenos consejos los q le da jajaja
    bue si algo es cierto esq yunho es todo un macho alfa y uno malditamente caliente que jae no puede desaprovechar :3 gracias x compartir ^^

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  7. Jae tiene que pensar sus cosas hahah Xd
    todo a su hora y en su tiempo haha

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  8. Heechul debería dar clases xD de.con quien acostarse y con quien no jajajajaj es una zorra

    Yunho ~~tan persistente espero que no lastime a Jae :/


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  9. Me encantó la clase de Heechul sobre betas y alfas jajajaja debería impartir clases, serían las mejores xDD este Yunho tan directo, un alfa de tomo y lomo *o* Jaejoong caerá~ en el fondo sabe que caerá... pero Yunho tambien lo hará sentimentalmente aunque se resista muajaja será hermoso <3 :3 gracias por el capítulooo :)

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  10. ay por Dios, Yunho va a por todas, quiere con Jae y no parará hasta tenerlo donde él quiere.
    Hechul es tan cómico, dándole consejos a su compañero de trabajo.
    ojalá Yunho no haga sufrir a Jae, me temo que Jae cayó rendido a los pies de este Yunho conquistador.
    gracias

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  11. Jajajaja todo un alfa este Yunho...el problema...también podrá ser un beta?

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  12. Yunho todo un conquistador y va con todo por Jae, pero con el razonamiento que le dijo Heechul, parece que Yunho no le conviene. A ver que pasa.

    Gracias!!! ❤️💕💞

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