jueves, 16 de octubre de 2014

Un extraño en mi ventana: Capítulo 1

Capítulo 1


Jung Yunho era alto, de cuerpo atlético, pelo castaño y unos brillantes ojos cafés. Con las mujeres y hombres era un auténtico imán, fijaba el blanco y ninguno se resistía. "Cada noche una mujer u hombre diferente", era su lema.
Millonario de nacimiento, nunca supo lo que era la pobreza o la adversidad. Por pura afición se dedicó a escribir libros de espionaje, llevándose la inesperada sorpresa, de convertirse en poco tiempo en un escritor famoso de bestsellers. Todo en su vida parecía perfecto a sus veinte y ocho años. Pero en su interior nada de eso le importaba. Usaba a las mujeres y hombres para calmar sus deseos sexuales, pero era incapaz de enamorarse o comprometerse, nadie le atraía lo suficiente como para iniciar una relación seria.
Gastaba el dinero sin control, pues su fortuna se veía incrementada constantemente por los beneficios de sus empresas y novelas.
Pero a cada día que pasaba, se sentía más vacío. Era como tener la muerte grabada en la sangre. Nada le ilusionaba, nada le interesaba. Cada día le costaba más levantarse de la cama, no encontraba razón alguna para seguir viviendo una vida totalmente artificial.
Aquella mañana en el aeródromo privado, iba a practicar su deporte favorito, el paracaidismo.
Siempre sintió una fuerte atracción por los deportes de riesgo.
La avioneta tenía el motor en marcha. Sólo saltarían su instructor Lee Duk Hwa y él.
Duk Hwa se le acercó y empezó a revisarle los arneses. Yunho levantó las manos para dejarle campo libre.
— ¡Joder Yunho! Otra vez tienes los arneses flojos, deberías revisarlos.
—Para eso te pago. — Respondió cortante Yunho.
Duk Hwa lo ignoró, estaba acostumbrado a los desplantes de aquel millonario excéntrico. Lo aguantaba porque daba buenas gratificaciones.
Subieron a la avioneta, que rezumaba un nauseabundo olor a plástico caliente y habitáculo poco aireado. Terminaron de comprobar el altímetro y el intercomunicador del casco. Yunho se colocó las gafas de sol y los guantes. Lentamente la avioneta se encaminó hacia la pista de despegue.
No serían más de las doce de la mañana, el sol brillaba y apenas si había nubosidad.
— ¡Un día excelente para saltar! — Gritó Duk Hwa.
Yunho lo ignoró una vez más.
El piloto habló con la torre de control que le asignó pista y concedió permiso para despegar. Una vez en la pista, poco a poco fue ganando velocidad hasta elevarse, esa era la parte favorita de Yunho. Miró por la ventanilla, todo parecía tan insignificante desde aquella altura, hasta su vacío interior.
Pasados unos minutos el piloto les avisó que ya estaban en la zona de salto.
Duk Hwa hizo una señal a Yunho para que se preparara, mientras él abría la puerta de la avioneta. El ruido del motor y el aire, era ensordecedor, pero a Yunho no parecía molestarle.
Duk Hwa levantó el dedo pulgar hacia arriba para indicarle que saltara cuando estuviera preparado. Yunho asintió con la cabeza y se colocó justo en el filo de la puerta. Se encorvó y se dejó caer.
Era fantástica la sensación de caer, parecía como volar, con la única diferencia de que si no abrías el paracaídas te matabas. Yunho cerró los ojos, se sentía en paz, el viento lo mecía y acariciaba su cara.
La alarma del altímetro saltó ruidosa, Yunho abrió los ojos, miró hacia abajo y se limitó a dejarse caer.
Por el auricular Duk Hwa empezó a gritarle.
— ¡Yunho abre el paracaídas! ¡Maldito loco abre el paracaídas!
Desde la avioneta Duk Hwa presintió que algo iba mal y saltó. Se inclinó, pegó los brazos al cuerpo y cayó en picado hacia donde se encontraba Yunho con la velocidad de un proyectil. Seguía gritándole por el intercomunicador, pero Yunho no respondía. Cuando llegó a su altura, se acercó con cuidado, hasta que pudo agarrarlo del hombro. Yunho no lo miraba parecía ausente.
Duk Hwa tiró de la anilla del paracaídas de Yunho, consiguiendo que este se elevara inmediatamente. Duk Hwa abrió su paracaídas y se mantuvo a una distancia prudencial, observándole.
Una vez en tierra, Duk Hwa corrió hacia él y tuvo que contenerse para no golpearle.
— ¡Hijo de puta! Si quieres suicidarte, tírate de una azotea, pero no vengas aquí a joder.
Yunho se deshizo de los arneses que lo mantenían sujeto al paracaídas y se alejó de allí, como era su costumbre, sin dar explicaciones.
Junto al hangar le esperaba su limusina. Abrió la puerta y se dejó caer pesadamente en el asiento trasero. Cogió una cerveza del minibar, tiró de la anilla y le dio un buen trago hasta casi agotar su contenido. No sabía que  le había pasado, pero no pudo abrir el paracaídas Su instinto de conservación, simplemente se había desactivado. De no ser por Duk Hwa ahora estaría muerto.
A veces pensaba que era uno de esos millonarios que una vez lo tenían todo, entraban en depresión porque ya no tenían ninguna meta por la que luchar. Pero él no era así, en su interior algo fallaba o algo faltaba, no sabía cómo explicarlo.
Se quitó las gafas y las tiró al sillón de enfrente. ¿Por qué no podía ser feliz si lo tenía todo? ¿Por qué no conocía a alguien con quien formar una familia? La respuesta siempre parecía esquivarle.
Yunho compró un apartamento en la última planta del edificio. La construcción más moderna, más alta y cara. Desde allí dominaba la ciudad, aparte de que era el picadero perfecto. Aunque ser guapo y millonario también influía.
Encargó comida y se tumbó en el sofá dispuesto a disfrutar de un partido, otro de sus deportes favoritos. A veces pagaba a algún equipo local, para que le dejaran entrenar con ellos.
Encendió la televisión de cincuenta y cuatro pulgadas, cambió al canal treinta y subió el volumen. El griterío era enorme, las gradas estaban entusiasmadas con el equipo. Se quitó la camiseta y las zapatillas.
— ¡Ah! Ahora a relajarme.
Sonó el timbre del apartamento. Aunque siempre le aconsejaban que contratara un mayordomo, Yunho se negaba a semejante invasión de su intimidad. Se levantó de un salto, corrió hasta la puerta y miró por la mirilla.
— ¡Llegó la comida!
Abrió la puerta y antes de que el chico dijera nada, le pagó generosamente, agarró la comida y cerró la puerta.
Soltó la caja con el arroz y la bebida encima de la mesa. Y saltó de alegría.
Unas horas más tarde, estaba dormido en el sofá, las cervezas habían cumplido su cometido. La fría brisa de la noche entraba por las ventanas del apartamento, Yunho se rascó la cabeza. El frío lo había despertado.
De mala gana, con los ojos medio cerrados y una fuerte jaqueca, apagó la televisión y caminó hasta la ducha. Seleccionó la temperatura y abrió el grifo. Nunca entendió como la gente se podía apañar regulando el agua fría y caliente con dos grifos.
Se desnudó por completo y entró en la ducha. Que sensación tan espectacular, el agua cayendo por tu cuerpo, relajándolo y mimándolo.
Encendió el mp3 de la ducha. Con música todo era mejor.
Una hora después cerró el grifo y salió de la ducha. Se secó el pelo y el cuerpo. Escuchó un golpe, como si alguien hubiera arrojado una piedra contra una de las ventanas.
—Eso es imposible. Pensó, el apartamento estaba en la planta ciento diez.
Se anudó como pudo la toalla y fue hasta la ventana del dormitorio, que era donde creyó escuchar el ruido. Cuando abrió la puerta, quedó asombrado con lo que vio.

En la cornisa un hombre de pelo negro, ojos oscuros y tez extremadamente blanca, le miraba con tristeza. Su pelo negro ondeaba al viento, debía medir por lo menos un metro ochenta. Yunho no entendía que hacía allí afuera un hombre tan bello.

13 comentarios:

  1. Oh su primer encuentro!!! pobre Yunho vive su vida de forma miserable, nada le gusta, nada le complace. De seguro la presencia de Jae le devolverá la alegría que necesita. :)

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  2. omg yunho puto demente Y.Y pero ahora su vida sera diferente o eso espero
    no quiero q termine muerto S: esta muy interesante gracias x compartir ^^

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  3. yunho se siente incompleto por que le falta su jae a su lado para que sea dichoso y completa mente feliz
    ya lo a visto falta que se empiecen a relacionar para que terminen muy enamorados
    GRACIAS por compartir esperare el siguiente no demores bye

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  4. Wow que encuentro pero porque jae esta triste que paso para que se encuentre asi
    Quiero saber jijijijij
    Gracias por el capi

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  5. Espero que JJ cambie la manera de ver la vida de YH :3333
    Espero y puedan estar juntitos <3333

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  6. Yunho es millonario y exitoso pero vive su vida sin importarle nada,no le gusta nada ni nadie,no tiene esa chispa que le hace querer vivir pero ahora se ha encontrado con Jae,espero que el le devuelva ese animo que le falta

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  7. Pobre yunho nada peor que tener un gran vacío parece que Jae se va a encargar de darle u poquito de sentido a su vida

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  8. Yunho lo tiene todo y a la vez no tiene nada, solo un cascarón de oro vacío. Estoy curiosa por el extraño en la cornisa, no porque esté ahí, sino por la tristeza en su mirada.

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  9. Aaaw... Se encontraron ya :3 Al parecer, en él va a encontrar lo que le hace falta a Yunho ^^

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  10. oh mi Dios, me encantan este tipo de historias. qué bien se lee.
    gracias

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  11. Oh esto es raro..Yunho no puede ser feliz y aparece un extraño en sj ventana (sabemos q es JJ pero xq aparecio de la nada???)

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  12. Es depresión, aunque tiene, a la vez no tiene nada, ni ilusión ni sueños, nada, le falta el amor, pero ahora que llegó Jae espero este mejor.

    Gracias!!! 💗💕💞

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  13. Estoy capturada… tengo que continuar, la trama esta extremadamente interesante.

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