When You Were Mine: Capítulo 3

Capítulo 3

Todos nos encontramos en el patio para el almuerzo. Heechul y yo estamos llegando de cálculo, donde estoy muy seguro que estaba flirteando con Mr. Stetzler. Quiero decir que está flirteando, definitivamente, pero por una parte no estoy seguro de porqué. Mr. Stetzler es viejo.

—Eres super —le dice antes de que dejemos la clase. Ni siquiera sé lo que se supone que significa, y aparentemente tampoco Mr. Stetzler porque sólo se quita las gafas y el tipo parpadea unas pocas veces en rápida sucesión. Cojo el brazo de Heechul y lo arrastro hacia fuera, y se agita y menea los hombros de la manera en que lo hace con Junho. De la manera que solía hacer con el Belga.

El Belga es ese chico de nuestra clase que se mudo aquí desde Bruselas.

—Estas gravemente trastornado —digo a Heechul.

—Dios, estoy como que suspendiendo —dice—. Dame un respiro.

—Es el primer día de colegio —señalo—. Todavía no estás suspendiendo. Somos buenos estudiantes. —Lo somos, es verdad. Realmente no tengo una asignatura, estoy bien al igual que Yunho y Luhan, quienes son increíbles con la ciencia, o Junsu, quien es un estudiante estrella de historia. Parecer venir y hacer preguntas a mi padre sobre las guerras que nunca he escuchado. Así que él es como es.

—Lo eres —dice Heechul —. Ni siquiera sé porque estoy en cálculo. Debería tener tomado estadísticas como hace un humano cuerdo.

Subimos a la mesa donde Changmin y Junho estaban sentados con Yoochun. Sospechaba que algo ocurriría en este verano, y no sospechaba que Heechul y Junho estuvieran juntos, pero el juego todavía es divertido. Siempre vi a Junho como uno de esos chicos que terminaría como un escritor, sentado en los cafés bebiendo café negro y siendo dueño de viejos ordenadores portátiles. Heechul bebe té Chai helado con leche y es dueño de un portafolio de Louis Vuitton. Así que puedo ver la desconexión ahí.

Tiramos las mochilas cerca de ellos, y veo a Junsu.

— ¿Él está dentro? —Asiento hacia Changmin. Casual, cool. Mi corazón no está latiendo a tres millones de millas por minuto porque vamos a ir a una cita esta noche.

—Si. —Inclina la cabeza a un lado y entrecierra los ojos hacia mí. Desde esta mañana todo lo que hace parece hacer es coquetear—. ¿Cómo estás? —pregunta, como si fuera la pregunta más importante en el mundo, como si estuviera preguntándome cómo desactivar una bomba nuclear. Me encojo de hombros, y él coge su sándwich, ofreciéndolo—. ¿Quieres un bocado? —Pavo y mayonesa. Sin tomate. Esta comiendo la misma cosa de la cafetería de la escuela desde que estábamos en primer año.

—Claro. —Lo tomo y miro los alrededores del patio. Luhan esta sentado con Seo In Young. Hak Jin y Gyun están en una esquina, jugando. Junsu está bien. Todo esta, imagino, en orden.

—Otro año —dice Junsu, bailando detras de mí—, y aún no tienen bien la mantequilla de cacahuete. —Él sonríe a Yoochun y se sienta a su lado.

Heechul ha colapsado próximo a Junho y está quejándose sobre el hecho de que nadie se preocupa por la antigüedad en este colegio, lo cual básicamente termina siendo un argumento para el porqué se debería permitir cortar la linea en la cafetería. Junho pone un brazo entorno a sus hombros y le da un apretón cariñoso.

—Estoy de acuerdo —dice Junsu, agitando una manzana por los alrededores—. Es totalmente absurdo que tengamos que esperar

— ¿Deberíamos siquiera molestarnos en conseguir comida? —pregunta Heechul. Está estirando la cabeza sobre mí para mirar hacia la cafetería.

A veces pasamos el tiempo del almuerzo fuera del campus, lo cual es ilegal si eres un senior. Solíamos hacerlo también el último año Creo que los profesores lo sabían, pero no pueden estar seguros porque nunca fuimos capturados.

El sándwich de Changmin esta algo empapado, y cuando se lo tiendo de vuelta, un trozo de pavo cae sobre la mesa.

Yoochun tiene a Junsu en un bloqueo de cabeza, y él está gritando en voz alta, y Junho y Heechul parecen estar inmersos en una conversación, a pesar de que realmente no lo podría decir.

Miro a Changmin. Su engreñado pelo está cayendo en frente de su cara, y se ve tan terriblemente mono que sólo quiero poner los brazos a su alrededor justo aquí en el patio.

—Me tengo que ir —dice—, pero ¿te veré esta noche?

Asiento, y él sonríe. Se inclina, pero entonces Junsu y Yoochun se separan y nosotros también. ¿Iba a besarme? No es posible. De ninguna manera. No aquí. ¿Esta noche?

—Después —dice Changmin, y luego se despega.

—Tío, la cala, después del colegio —chilla Yoochun detrás de él, y Changmin se gira da un pequeño saludo. No está dirigido a Yoochun, pienso. Esta dirigido a mí.

—En todo lo que los chicos piensan es surfear. — Junsu apoya su cabeza en el hombro de Yoochun y exagera un suspiro.

—Hey, eso no es en todo lo que pensamos —dice Yoochun, haciéndole cosquillas.

Todavía estoy zumbando porque Changmin esté tan cerca y de la promesa de esta noche que me toma otro minuto darme cuenta de que realmente estoy hambriento.

—Vamos —digo a Heechul, y ambos nos ponemos de pie y comenzamos a caminar hacia la cafetería.

— ¿Pueden traernos agua mineral con gas? —dice Junsu, y le doy el pulgar hacia arriba sobre mi hombro.

La cafetería es muy pequeña para un instituto del de nuestro tamaño. Hay alrededor de quince mesas, dando por hecho que todos, o al menos los de último curso, comen fuera. El interior de la cafetería es deprimente, y están básicamente todos los novatos.

Seun Hoon está en la fila, y Heechul se escabulle hacia él, contoneando las caderas entre él y Kwak Suk por lo que él está golpeando contra él. Seun Hoon, quiero decir. Sin embargo, Suk lo nota y comienza a golpear suavemente a Bong Woo en el hombro para conseguir que vea que las caderas de Heechul están tocando las caderas de Seun Hoon.

No es que realmente todo eso sorprenda. Aún flirtea mucho con Seung Hoon.

—Cógeme un vegetal —digo a Heechul—. Voy a conseguir el agua.

Heechul está ignorándome, y Seung Hoon, casualmente esta haciendo la ensalada, aparentemente inmune a la histeria que está causando a su alrededor. Al menos salvó el problema esperando en la fila.

Me giro y me dirijo hacia la maquina expendedora, donde paso a Lee Bang Ja, a quien todos llaman Bang Ja Pudrida porque siempre ha tenido la piel más horrible. Creo que Junsu inició eso. Realmente espero que Bang Ja no lo sepa.

Bang Ja medio me saluda, y medio me da la espalda, y después meto algunos dolares en la máquina y permanezco alrededor de las botellas, que se desprenden y aterrizan con un ruido sordo.

Las saco e intento balancearlas en mis brazos, pero hay seis de ellas y se mantienen deslizándose.

— ¿Necesitas algo de ayuda, Jaejoong? —Me vuelvo, y las botellas se dispersan por el suelo. Son de plástico, así que no se rompen, pero todavía estoy molesto. Me agacho para recogerlas y entrecierro los ojos hacia arriba para ver quien esta hablándome. Es Yunho, por supuesto, y tiene esa estúpida sonrisa puesta.

— ¿Es tu objetivo hacer mi vida miserable?

— ¿Hago tu vida miserable? —Pone la mano sobre su corazón—. Estoy halagado.

—No lo estás.

—Es el primer día de colegio, Jaejoong. ¿Cualquier cosa sucedió para un nuevo comienzo?

—No estoy intentando comenzar contigo, Yunho.

Se agacha y coge un agua mineral con gas, alineandolas junto con las otras dos como pequeños soldados de juguetes.

— ¿Porqué eres tan hostil? ¿Es por qué no estas obteniendo nada de ese novio tuyo?

En una ráfaga de sublevación mi rostro destella rojo.

— ¿Novio?

—Los dos se ven totalmente frustrados sexualmente.

—Changmin no es mi novio.

— ¿Así que hay de las miradas de cachorrito de perro que constantemente están intercambiando?

Coge otra botella y la lanza al aire, después la coge y me la tiende. Su pulgar esta cubriendo la etiqueta, y noto que su piel es roja. En realidad, carmesí. Una marca como de pintura derramada se desliza de su pulgar levantado hacia su muñeca y entonces desparece debajo la manga de su camisa. Ni siquiera recuerdo verlo antes. Tiene una carpeta escondida bajo el brazo.

— ¿Qué es eso? —pregunto. Menos porque me importa y más porque creo que sólo me pillo mirándole fijamente el pulgar.

Parece divertido.

— ¿Qué?

— ¿La carpeta?

—Hierba —dice, encogiéndose de hombros.

— ¿Hierba?

—Un proyecto para la biología en los acantilados —dice—. Es por el primero del año, así que exactamente no es una prioridad.

— ¿Los acantilados? —Inmediatamente mi mente vuelve a Changmin. Los acantilados siempre han sido un lugar al que no ir.

Yunho me mira.

— ¿Corres ahí o algo?

Muevo la cabeza, expulsando a Changmin.

— ¿Qué? No. sólo estoy sorprendido de que tuvieses que hacer cualquier trabajo por tu propia voluntad.

—Bravo. —Es inexpresivo—. Jaejoong del año senior tiene algo de agallas.

Tomo tres de las botellas por las tapas y pongo las otras contra mi pecho. Heechul está saludándome desde la puerta principal, informándome de que va a salir fuera.

—Disculpame —digo.

Se mueve a un lado, dejándome pasar.

—Qué bien hacer negocios contigo, Jaejoong.

Me balanceo hacia fuera y sigo a Heechul de regreso al patio, donde vuelco las botellas en la mesa.

—Chicos lo que me deben —digo—. Voy a necesitar terapia física de esa. Terapia regular también.

—Pobre bebé —dice Junsu, aguantando su labio inferior.

— ¿Por qué se siente como que Yunho tiene algo que tratar conmigo este año?

—Siempre esta tratando algo con nosotros —dice Junsu—. Él no es nadie. Nosotros somos populares. —Realmente Junsu tomará cualquier excusa para usar esa palabra.

Heechul comienza masticando su ensalada, tendiéndome un sándwich. Abre una botella de agua mineral con gas, y toda la cosa explota sobre la mesa y por completo a Junsu.

— ¡Por el amor de Dios! —Grita Junsu—. Esto es, como, la decimocuarta vez hoy.

—Segunda —corrige Heechul, agarrando las servilletas del plato de Junho. Comienza limpiando la camiseta de Junsu, y Junsu la aplasta, y después está lanzando servilletas atrás y adelante, con el agua volando por todos lados.

Jean se reclina de camino en su silla y estudia la escena.

—Maldición, amo el instituto, —anuncia.

Junsu le da una mirada marchita y deja caer las servilletas en la mesa.

— ¿Qué tienes después del almuerzo? —me pregunta.

—Bio —digo—. No tengo idea de porqué siquiera estoy en esa clase. Debería estar tomando física.  

—Sí —dice Junsu —. Extraño movimiento.

—Sin embargo, ¿chicos los veré en SAC?

— ¿Tenemos nuestro primer encuentro hoy? —Lamenta Heechul—. Quería ver a Junho.

Junho levanta la mirada de su bocadillo y sonríe.

—Totalmente no puede vivir sin mí —se escapa antes de que Junsu le tire una servilleta empapada.

* * *

Cuando llego a bio, la mayoría de las personas ya están en sus asientos. Luhan ya está ahí, y Jon y Stacy. Jon es, como, un músico prodigo y dirigido lo más seguro hacia Julliard el año que viene. Stacy ganó un concurso nacional de ensayos el año pasado y llego a pasar una semana en las Naciones Unidas de Suiza. Esos son los tipos con los que tratare aquí.

La Señora Barch, nuestra maestra, es el tipo de mujer con el que no te gustaría meterte. Creo que en realidad era un médico de investigación. Es probable que en sus cuarenta y tantos años, por lo que alguien en la escuela haya descubierto, no tiene marido ni hijos ni nada. Así que se puede ver pro que la Biología es importante para ella. Si le gustas, estas dentro, no hay problema, pero si no lo haces, te hará la vida imposible. Y no creo que yo este exactamente en la parte superior de su lista. La he tenido antes, y no ha ido exactamente bien.

Me siento junto a Luhan, que ya tiene su cuaderno abierto. Está lleno de cuadros y gráficos y cosas escritas en los bordes con bolígrafos de colores.

— ¿Eso son deberes? —le pregunto.

Él entrecierra los ojos hacia mí.

— ¿Deberes?

Señalo su libreta.

—Oh —murmura Luhan —. No, solo trato de comenzar bien. —él saca un bolígrafo y empieza a copiar el programa de la Sra. Barch colocado en la pizarra.

—Hola, cariño. ¿Me has echado de menos? —levanto la mirada para ver a Yunho cayendo en el asiento junto al mío.

— ¿Qué haces, me acechas?

—No te hagas ilusiones. —él coge su programa de estudio y apunta bio. — Ves, soy legal.

—He oído que los has falsificado.

— ¿Falsificado?

—O cambiado, lo que sea.

Yunho levanta las cejas.

— ¿Has estado preguntando por mí, eh?

—Eres perverso.

Suspira y saca un cuaderno en espiral.

— ¿Tenemos que estar siempre peleando?

— ¿Siempre tienes que ser tan insoportable?

Él parece hacerse más toxico con el paso de los años. No es que Yunho y yo hayamos sido amigos, pero por lo general no me elegiría para descargar en mi mucha tortura. Me preocupa que se esté obsesionando conmigo, pero no puedo imaginármelo preocupándose demasiado por algo.

A la Sra. Barch le gusta empezar la clase con un aplauso. Lo recuerdo porque tuve química con ella en décimo grado.

—Estas clases no son para el examen –comienza la Sra. Barch.

—Sí, claro –murmuro.

—Estamos aquí para aprender los conceptos avanzados de la biología, no para dominar una prueba de tres horas. Va a ser difícil, pero es algo que vale la pena. Espero que esten aquí a tiempo y listos para trabajar.

Jon y Stacy ya están garabateando furiosamente en sus cuadernos. Recojo mi bolígrafo, pero no tengo ni idea de que podría escribir. “¿No llegues tarde a clase?” ¿No es eso algo obvio?

La Sra. Barch aplaude de nuevo y nos dice que quien quiera que esté sentado junto a nosotros será nuestro socio biológico durante el resto del año. Ella nos va agrupando, y yo termino con Yunho.

Tiene que estar bromeando, pero creo que la Sra. Barch me envía una mirada de disculpa. Punto divertido: Incluso los profesores creen que Yunho es una sanguijuela.

—Esto es una pesadilla —susurro.

Yunho  me sonríe y pone sus manos tras su cabeza.

— ¿El qué? —Dice él—. Tendrás que hablar, Jaejoong.

—Nada.

—Por mi parte, estoy entusiasmado con este acuerdo.

—Estoy seguro de eso.

Empiezo a rellenar el folleto que Luhan me pasa. Es algo fácil, el nombre, el curso, etc. y me da la oportunidad para que mi mente divague. Bueno, en realidad no es por error. Es más parecido a un camino de energía. Una energía que camina en línea recta a Changmin. Estoy tratando de elegir lo que debo usar esta noche. Por lo general, no me complico demasiado. Heechul y Junsu son los que tienen todos los productos pero quiero que esta noche sea perfecta.

—Hey, soñando despierto —dice Yunho. Este inclinado sobre mí, con una sonrisa molesta ladeada.

Vuelvo a prestar atención y me doy cuenta de que no me he enterado de la primera mitad de lo que me ha pedido. Maldita sea. Ahora él pensará que soy un idiota, incluso más de lo que ya lo hace. No es que me importe. Simplemente no quiero añadir ningún tipo de combustible a su fuego, como mi padre dice.

— ¿Qué?

—Problemas para adaptarse al primer día, ¿eh? —él inclina la cabeza hacia el lado y me da un guiño simpático.

— ¿Deberíamos solo dividirnos la tarea, o qué?

Me entrega una hoja de papel, su pulgar rosado levantado hacia mí.

—Es una marca de nacimiento –afirma.

—No he preguntado.

—No era necesario.

—Da igual —digo—. ¿Cuál debo coger?

—Por qué no haces tú los cinco primeros –dice Yunho, frunciendo el ceño y asintiendo con la cabeza—. Podemos discutirlos durante la clase de la mañana.

—No sabía que fueras tan organizado.

—Añádelo a la lista. —dice. Después ya ha salido por la puerta antes de que yo pueda pensar una respuesta de regreso.

* * *

— ¿Podemos empezar? —pregunta Junsu. Estamos todos sentados, y son las tres y cuarto, lo que significa que vamos con diez minutos de retraso. Lo que significa que Junsu está irritado.

—Mmmm —murmura Heechul. Él esta con su teléfono, trabajando con el teclado, y no mira hacia arriba.

—He pensado que podríamos hacer un baile de regreso a la escuela este viernes —dice Luhan —. Algo divertido.

Heechul lo mira. Ha perdido su chaqueta, y su ombligo está prácticamente saliendo de su camisa. Luhan se da cuenta y le da una mirada de “Por favor, mira abajo”. Heechul la ignora y saca una piruleta. Regaliz negro. Al igual que Junsu con los Peces Suecos, siempre lleva unas a mano.

—Ya lo he hablado con el Sr. Johnson. Dijo que le parecía bien. —dice Luhan.

—Creo que es una buena idea —dice Junsu—. Llamémoslo Baile de Otoño.

—No lo entiendo –dice Heechul. Él desliza la piruleta entre sus dientes, una cosa que sabe que molesta a Junsu. Aparentemente, Heechul está tratando de conseguir molestarlo, probablemente por el escándalo que ha hecho esta mañana acerca de Junho.

— ¿Cómo el tiempo? — Junsu dice que, a pesar de que “Duh” es lo que quiere decir. Él me envía una mirada de exasperación que Heechul no ve. Lo ignoro. Generalmente lo hago cuando Junsu me pone en medio de sus problemas con Heechul.

Para ser sinceros, no estoy prestando mucha atención tampoco. Estoy pensando en la rodilla de Changmin junto a la mía esta mañana. Cómo estar cerca de él, si incluso solo la idea de estarlo, hace que mis palmas comiencen a sudar y mi corazón parezca estar a punto de salir de mi pecho. ¿Qué hubiera pasado si solo hubiéramos estado nosotros dos en la sala esta mañana? ¿Si él se hubiera inclinado más cerca?

— ¿Hola, Jae? —dice Junsu —. ¿Qué piensas sobre Baile de Otoño?

Parpadeó.

— Me gusta, supongo.

— ¿Alguien sabe cuál es nuestro presupuesto? — Junsu resopla y murmura “Atención” en voz baja.

Luhan saca una carpeta y se la da a Junsu, y empiezan a hablar sobre el dinero.

—Entonces, ¿qué hay con Changmin? —pregunta Heechul, bajando la voz para que Junsu no nos oiga. Él desliza el teléfono dentro de su mochila y me mira de reojo.

—No lo sé. Quiero decir, somos amigos.

—Si –dice Heechul —. Pero parecíais demasiado amistosos esta mañana.

Me encojo de hombros, intentando demostrar indiferencia. Pero puedo decir que mi indiferencia no está engañando a nadie.

—Esto es una pesadilla. —anuncia Junsu, volviéndose hacia nosotros— ¿Y por qué nadie me está ayudando con esto?

Heechul arruga la nariz.

— Tengo hambre. No puedo pensar cuando tengo hambre.

—Apenas son las tres. — Junsu mira el reloj para comprobarlo.

—Lo sé, pero ni siquiera llegue a comerme la ensalada. Junho estuvo…

Junsu ondea la mano en el aire y la corta.

— Escuchen, chicos. Pensé que ser del SAC este año significaba que se tomaran esto en serio. —Él cruza sus brazos—. O le preguntaré a otra gente para que se apunte conmigo.

— ¿Sí? ¿Quién? — Heechul gira su piruleta y le da una sonrisa mordaz.

—A quien sea. — Junsu le da la carpeta a Luhan —. Este viernes. Baile de Otoño. Os enviare un email dividiendo los suministros y le preguntaré al Sr. Johnson si a las ocho está bien. —Luhan le da a Junsu un pequeño saludo y puedo decir que está molesto con él. Hace un gesto con la boca cuando está enfadado. Como saca la barbilla y fija la mandíbula.

—Nos vemos mañana —dice Luhan. Él pone su mochila sobre su hombro y nos da un rápido saludo, metiendo la carpeta de SAC bajo el brazo y desapareciendo por la puerta del PL.

—Estuvo bien — Heechul lanza su piruleta en el bote de basura. Falla, y tiene que ir a recogerla a la alfombra.

— ¿En serio? —dice Junsu, mirándolo —. ¿Podemos salir de aquí?

— ¿Qué he estaba diciendo? – Heechul me mira para confirmarlo.

Los tres empezamos a subir hacia arriba. El estacionamiento está prácticamente vacío. La práctica de fútbol aún no ha empezado. No hasta la semana que viene, así que Changmin y Yoochun se saltaron el último periodo para ir a surfear. Pienso en mencionar la cena con Changmin de esta noche, pero me echo atrás. Por algo más de tiempo, quiero guardármelo para mí.

— ¿Cal Block? —pregunta Junsu cuando llegamos a los coches.

California Blockade es un restaurante cerca de la escuela al que hemos estado yendo des de séptimo grado. Es mejicano, el mejor de la ciudad, y tienen una inmersión de quesos que amamos. Lo llamamos “El especial S” aunque no recuerdo muy bien porque- creo que tenía algo que ver con “La siesta” pero podría estar equivocada. Las tres siempre pedimos lo mismo: Dos especial S y uno de guacamole.

—Siii –dice Heechul.

—Juro que si te casas con mi hermano, y nos convertimos en parientes, me convertiré en tu terapeuta.

— Sigue así y yo llevo a Jae —le dispara de vuelta Heechul.

Junsu se pone las manos en las caderas y me mira. Una de las reglas no escritas en nuestra amistad es que si las tres nos vamos juntas a algún sitio, yo siempre tengo que ir con Junsu.

—Tal vez solo tenga que conducir yo —le digo.

Junsu rueda los ojos.

— Tal vez cuando los cerdos vuelen. —Dice él—. Solo entra.