sábado, 1 de noviembre de 2014

Persuit: Capítulo 2

Capítulo 2


Jaejoong podía sentir el magnetismo sexual, incluso con el espacio que los separaba. Era tan increíblemente fuerte, y sin duda una de las razones de porque era tan seguro de sí mismo.
Un pensamiento lo golpeó: Un Alfa. Su estómago hizo un extraño revoloteo y se horrorizó al sentir un calor líquido caliente en su abdomen, así como una alarma silenciosa. Su boca se abrió por voluntad propia.
—No voy a dormir contigo. —Sus ojos se abrieron y sus dedos agarraron la mesa.
Oh, Dios mío. ¿Acababa de decir eso? Un atisbo de risa salió de la garganta de él y levantó las cejas, sus ojos observándolo como si fuera el tipo de postre que había estado esperando toda su vida.
—Está bien.
Aún consternado por que expresó su pensamiento en voz alta, su acuerdo casual combinado con el brillo de sus ojos lo hizo sospechar inmediatamente.
— ¿Estás de acuerdo con eso?
Su mirada mostro un brillo de propósito, sus ojos reflejaban una promesa seductora mientras se tomaba el tiempo antes de contestar.
—Por supuesto.
Mentiroso. Mentía. Lo sabía. Pero había puesto las cartas sobre la mesa por lo que ahora podría jugar un poco.
—Está bien. —suspiró. Se humedeció los labios y trató de pensar en algo que decir para romper, el silencio palpitante que había entre ellos.
—Así que, ya sabes mi nombre. —Arqueó una ceja mientras pensaba mejor lo que acababa de decir. Probablemente le estaba dando demasiado crédito—. ¿Recuerdas mi nombre? —Sus facciones se volvieron afiladas y lo evaluaron, pero algo en ellas era insondable.
—Claro que sí —le respondió con un aire de plácida tranquilidad que Jaejoong no compró.
Jaejoong entrecerró los ojos con un dejo de incredulidad.
— ¿Cuál es?
Yunho entrecerró los ojos mientras apartaba la vista, como si estuviera tratando de descubrir algo, sus dedos dieron un golpecito en la mesa. Los nervios de Jaejoong no podían calmarse mientras miraba sus dedos largos y bronceados. Tenía uñas romas masculinas y parecían duras y callosas, como si trabajara en el exterior.
Se volvió hacia Jaejoong con una mirada burlona.
—Vamos a ver. Algo con una “J”.
Jaejoong le dio una mirada que pretendía disparar dagas, pero tenía miedo de haber fallado miserablemente. Él sonrió y rápidamente como una sorprendente serpiente, se inclinó sobre la mesa y tomó su mano, como si fuera algo suyo por tomar.
Entrelazó sus dedos con los de Jaejoong hasta que el calor de su palma fue abrasador y con voz áspera en tono cálido dijo:
— Jaejoong.
Desde el toque de su mano, sintió electricidad recorriendo todo su cuerpo y se formó una piscina entre sus piernas. Su interior se sentía como malvavisco líquido, y la debilidad que superó su cuerpo lo dejó sin palabras y sin oxígeno.
— ¿Quieres saber mi nombre?—preguntó mientras lo miraba, con la mano sosteniendo la suya. Exhaló un suspiro tembloroso cuando su voz profunda y oscura se deslizó por su espalda y su mano callosa contra la de él hizo el pensar casi imposible.
—Supongo que... no hay manera de salir de esto.
Le dio una mirada inquisitiva, como si fuera momento de tomar una decisión.
—Sí, la hay. Tú puedes gritar con toda tus fuerzas y te garantizo que los dos policías sentados detrás de ti vendrán corriendo.
Con toda la fuerza de su atención puesta en él, le tomó un momento a Jaejoong, para que las palabras se hundieran en él. Y cuando lo hicieron, se sentía desconcertado, sorprendido y aturdido.
— ¿Hablas enserio? ¿Hay dos policías detrás de mí?
—Tal vez. —Se encogió de hombros—.Tal vez no. —Sus dedos se apretaron alrededor de los de él—. Pero acabas de perder tu posibilidad de gritar. —Su pulgar acariciaba suavemente la parte posterior de su mano mientras sus ojos la devoraban—. Mi nombre es Jung Yunho.
Jung Yunho. Un nombre masculino y fuerte. Le quedaba.
Jaejoong dejo que su nombre quedara en el aire y lo memorizo rápidamente como si fuera a tener gran importancia en su vida.
—Hola.
Un mareo vertiginoso se precipitó a través de Jaejoong, mientras lo escrutaba como una llama ardiente.
—Jaejoong…—La voz con un dejo de interrogación, como si esperara que le dijera rápidamente su apellido. — Kim Jaejoong. — ¿Se encontraba certificable loco? Y luego se obligó a hacer la pregunta que había estado carcomiéndolo, desde que lo vio hace unos minutos atrás— ¿Sabías que estaría aquí hoy?
Tenía una mirada impasible, en blanco.
—Tuve una corazonada.
Ante su respuesta, Jaejoong comenzó rápidamente a pensar de donde podría haber recibido su “corazonada” y echó un vistazo al adolescente detrás del mostrador con una mirada penetrante.
—Debería dirigirme a él.
—No. Él sabe que soy inofensivo.
Jaejoong se volvió y miró fijamente la mano de Yunho que todavía sostenía la suya, y luego a los ojos.
— ¿Lo eres?
No fingió no entender lo que Jaejoong decía.
— ¿Inofensivo?
—Sí.
—Claro —respondió de manera sucinta.
Un escalofrío le recorrió el cuerpo.
— ¿Puedo tener mi mano de nuevo?
—Por supuesto. —Su agarre se tensó en él, contradiciendo su respuesta, mientras que sacó el celular del bolsillo y lo arrojó entre ellos—. Tan pronto como teclees tú numero en mi celular.
Una sensual curiosidad cayó como hechizo sobre Jaejoong.
—Estas tomando mi mano derecha. —Bajo la mirada al teléfono inteligente que no era el mismo que el suyo. En un día normal, tendría suficiente capacidad intelectual para averiguarlo ¿Con él, sosteniendo su mano? De ninguna manera—. No sé cómo usar tu teléfono.
—Está bien sacúdelo —ofreció, cogiendo el teléfono, pero sin soltar su mano.
Los nervios de Jaejoong lo hicieron temblar interiormente. Todavía no estaba seguro de cómo quería manejar esto, y trató de retrasarlo con humor.
—Siete, uno, tres —comenzó, recitando uno de los códigos de área más prominentes—. Ocho, seis, siete, cinco, tres, cero, nueve —dijo en un tono perfectamente neutral.
Inmediatamente comenzó a teclear los números en su teléfono, pero luego se detuvo abruptamente y sus ojos se centraron en él. Vio un toque de diversión y un rayo de... algo más.
—Ah, dulce Jaejoong —entonó en voz baja, casi desafiante—. Vas a pagar por eso, cariño.
— ¿Sabes bailar música de los ochenta? —preguntó Jaejoong, un tanto sorprendido.
— ¿Te gusta bailar? —respondió con rapidez.
—Sí, me gusta —respondió con honestidad.
— ¿Cuándo quieres ir?
Podrían estar bromeando, pero según la experiencia de Jaejoong sólo alrededor de una cuarta parte de los hombres no les gustaba bailar, y encontrarlo, era la cosa más difícil del mundo.
— ¿Te estás ofreciendo a llevarme a bailar?
Lo miró a los ojos durante unos segundos.
—Todo lo que necesito es tu número de teléfono.
Probablemente, solo lo hacía para conseguir su número, pero la idea de canciones rápidas conduciendo a canciones lentas y él sosteniéndolo, hizo que sus piernas temblaran.
—No estoy tan seguro de que esté listo para ir a bailar contigo.
— ¿Qué hay de ir cenar? —ofreció tan suavemente y con cuidado, que Jaejoong sabía más allá de toda sombra de duda cuál quería él que sea su respuesta.
La mirada que le dio atravesaba su alma. Jaejoong realmente quería ir. Pero no creyó ni por un minuto que no dormir con él estaría bien. Iría tras él, sabía que lo haría. Y el conocimiento estaba induciendo no solo calor sexual, sino también una leve sensación de pánico. Y entonces recordó lo que Heechul dijo que le pasaría si no empezara a salir de nuevo.
No le creyó, pero tampoco quería convertirse en un anciano triste, con sólo un puñado de gatos. Y él era increíblemente, terriblemente caliente. Tomando la oportunidad, respiró hondo y recitó su número de teléfono.
Yunho se echó hacia atrás en su asiento.
— ¿Hablas en serio esta vez?
—Sí.
Le soltó la mano, puso ambas manos alrededor de su teléfono, y tecleó el número.
— ¿Cena esta noche?—Rápidamente trató de comprometerlo.
—Esta noche no puedo. — Jaejoong pensó en todas las horas de trabajo delante de él—. ¿Estás ocupado mañana por la noche? —preguntó él, más bien con osadía, sorprendiéndose a sí mismo un poco.
Su mirada lo recorrió, valorándolo con vehemencia.
— ¿Quieres darme un viernes por la noche?— ¿Qué demonios quería decir con eso?
—Sólo una cena, ¿No? —aclaró con firmeza.
—Sí, yo te recogeré.
Ahora que tenía su número de teléfono, las respuestas venían con tanta rapidez que Jaejoong tenía la impresión de que trataba de atarlo con una cuerda.
—No, te veré en alguna parte. —Levantó una ceja y su expresión era imposible de leer.
— ¿No confías en mí? — Jaejoong levantó la barbilla haciendo una mueca y cruzó los brazos sobre el pecho.
—Por supuesto que no.
Cualquier risa que podría haber estado en sus ojos murió, y él le dio una mirada totalmente aprobatoria.
—Buen chico. —Lo mantuvo cautivo de su mirada durante unos instantes prolongados con una cálida y difusa sensación de éxito en el estómago de Jaejoong por su aprobación flagrante.
Bajo la vista y tecleó algo en su teléfono. Su celular vibró. Lo tomó y leyó el texto allí.
Jung Yunho. Sólo su nombre. Simple y poderoso. Bueno, no había manera de que pudiera confundir su texto con otra persona, ahora ¿Podría?

* * *

Jaejoong no le había dicho a Heechul sobre su próxima cita porque no quería oír el tipo de conferencia a la que sería sometido si se enteraba. Así que los nervios de Jaejoong no tuvieron escape y cuando entró en el restaurante en el lado sur de la ciudad donde acordó reunirse con Yunho, su estómago se hallaba atado en nudos de estrés.
Se puso de pie en la fila de la anfitriona y miró a su alrededor con cautela. Su teléfono vibró casi de inmediato, lo levantó y leyó el texto: En el bar. Sus nervios se intensificaron mientras se dio cuenta de que incluso ahora, estaba siendo vigilado.
Se negó a perder el tiempo enviando una respuesta y caminó alrededor de la línea de la gente hasta encontrarlo en la zona del bar. Casi inmediatamente, vio su alta figura permanecer de pie en el otro extremo del bar, y sintió las mariposas bailando alrededor de su estómago y tratar de abrirse paso hasta la garganta.
 Jesús, era bien parecido. Las luces se encontraban más bajas por la noche, y cuando se acercó lo suficiente, Yunho extendió la mano y enganchó la suya y tiró de Jaejoong hacia él, hasta que su torso se estrelló contra el suyo.
El aliento se le escapó como “zumbido” silencioso y sin esperar su consentimiento, bajó la cabeza y su boca cubrió la suya en un beso tan inesperado que la sorpresa lo golpeó con fuerza. Su mano liberó la suya y sus brazos se envolvieron alrededor de él, agarrándolo fuertemente contra todo su cuerpo. Sus labios se separaron ligeramente de la sorpresa y Yunho tomó ventaja inmediata y empujó su lengua al interior. Jaejoong cerró los ojos y se vio inundado con la ola del deseo más caliente que pudo alguna vez recordar haber sentido.
Cada pensamiento en su cerebro escapó de su cabeza y lo único que podía hacer era colgar en sus brazos mientras lo besaba como si ya le pertenecía. Jaejoong tenía un solo pensamiento loco, era como si hubieran estado juntos por siempre y se reunían después del trabajo por milésima vez. Pero eso fue sólo una extraña sensación de dejavu, y el tintineo caliente de los nervios excitados que sentía le dijeron que era sin duda la primera vez.
A medida que su lengua se arremolinó lenta y firmemente en su boca, volvió la cabeza y se ajustó para que sus bocas encajaran entre sí. Yunho tomó el control total del beso, sus brazos reclamándolo, bandas de acero sosteniéndolo en su lugar. Su dominio era absoluto, y sin embargo no se sentía amenazado por él, sólo un extraño sentido de santuario que se mezclaba con un deseo que todo lo consumía con solo un toque. Sus manos se posaron en sus bíceps, para explorarlos, y los dedos de él se deslizaron hasta su culo y apretaron su carne. Era como si un cable eléctrico los conectara; haciendo contacto en espiral a través de él hasta llegar a sus muslos. Sus piernas empezaron a temblar y justo cuando empezó a olvidar que se encontraban en un salón lleno de gente, Yunho levantó la cabeza.
Finalmente se acordó de abrir los ojos, y cuando lo hizo, se encontró con su mirada centrada por completo en él. Cualquier sonrisa persistente que podría haber tenido se disolvió completamente. De hecho, con los ojos entrecerrados, su expresión era algo que Jaejoong no pudo interpretar, pero por alguna razón, parecía no muy feliz, pero tal vez leía demasiado en él.
Continuó sujetándolo firmemente en el círculo de su abrazo, y se aclaró la garganta en la agitación.
—Hola —Fue todo lo que pudo decir. Sus ojos se posaron en los labios de Yunho antes de levantar lentamente la mirada.
—Hola.
Respiró entrecortadamente mientras su corazón latía salvajemente en su pecho.
—No me esperaba eso.
Sus ojos se ensombrecieron.
—No lo planeé.
Jaejoong vio la verdad de esa afirmación en sus ojos, y mientras seguían mirándose el uno al otro, y la multitud los empujaba, Jaejoong sintió un empujón por la espalda, y el momento se rompió. Yunho lo sujeto entre sus brazos de manera protectora mientras miraba por encima de su cabeza. Sus cejas se juntaron y lo giraron hasta que estuvo lejos de la multitud y lo bloqueó con su cuerpo.
Jaejoong estaba a punto de sentarse en un taburete cuando la anfitriona llegó y los llevó a la mesa. Fueron conducidos hasta el final a la parte trasera del restaurante, Yunho se encontraba a su lado, mientras que Jaejoong se deslizó en la cabina.
Se mantuvo totalmente fuera de balance cuando se deslizó junto a Jaejoong en lugar de tomar el asiento al otro lado. La anfitriona les dio dos menús y les dijo que su mesera no tardaría en tomar su orden.
Yunho abrió su menú y comenzó a escanear.
— ¿Qué quieres tomar?
Jaejoong miró la botella de cerveza que llevaba él en el bar.
—Corona light.
Lo miró por el rabillo del ojo.
— ¿Sal?
—Oh, sí, definitivamente. Limón y sal extra.
Su mesera llegó y Jaejoong no pudo evitar darse cuenta que la chica no podía apartar la vista de Yunho. ¿Y quién podría culparla?
Tomaron la orden de su comida y bebida y se sentaron de nuevo. Yunho no comenzó a hablar de inmediato. Apartó la vista de él, en la dirección opuesta, como estudiando el restaurante, pero su mano se deslizó bajo la mesa y Jaejoong casi saltó fuera de su piel al sentir la mano carnosa en su muslo.
Yunho debe haber sentido su sobresaltó porque se volvió y lo miró.
— ¿Estás bien?
Jaejoong desenvolvió sus utensilios de la servilleta para ocupar las manos.
—Sí.
Su expresión fue sospechosa mientras lo miraba.
— ¿Estás de acuerdo con mi mano ahí?
Jaejoong exhaló un suspiro tembloroso.
— ¿Tengo alguna opción? —No quería una elección, amaba que su mano estuviera allí. Su mirada se volvió pensativa.
—Tienes que aprender algo sobre mí, rápidamente. Siempre tienes una opción. —Sus ojos lo recorrieron—. Hay algo en ti —dijo, como para sí mismo. Lo estudió atentamente con una mirada enmascarada—. Si te presiono demasiado, quiero que me prometas ahora mismo que me lo harás saber ¿De acuerdo?
Jaejoong se quedó sin aliento. Eso sonaba serio. Nada como lo que ocurriría en una primera cita, obtener conocimiento de este tipo de cosas.
—Está bien.
— ¿Entonces, estás de acuerdo con mi mano ahí? —preguntó de nuevo mientras sus dedos se extendieron sobre su muslo y se apoderó de él en una caricia sutil.
Jaejoong asintió.
—Mm-hmm. —Apartó la vista de nuevo, pero su mano se quedó pegada a su muslo.
Jaejoong no estaba seguro de por qué seguía apartando la mirada de él, pero sabía instintivamente que todavía conservaba el cien por ciento de su atención. La mano se deslizaba arriba y abajo de su muslo y su voz era cualquier cosa menos casual cuando le preguntó:
— Si te digo algo ¿Prometes que no creerás que te estoy tomando el pelo en un pobre intento de conseguir llevarte a la cama?
— Sí, claro —dijo Jaejoong, preparándose para lo que podría decir. Se volvió hacia él y sus ojos lo tragaron completo. Pasaron unos segundos y la prolongada anticipación comenzó a calentar su sangre. Por un momento, pensó que había cambiado de opinión y no iba a decir nada, pero luego inhalo y con voz áspera dijo—: Tienes que ser el hombre más sexy con el que me he encontrado en toda mi maldita vida.
Sus palabras calaron y mil puntos de luz se apresuraron a través de su sistema y lo atacaron con una necesidad tan fuerte que se sintió mareado.
A pesar de que no lo conocía, en realidad no, de alguna manera creía que le decía la verdad.
Sus ojos nunca dejaron los suyos y sólo podía responder con la verdad, a pesar de que fue un poco más que un susurro.
—Tú también eres muy sexy.
Sus ojos brillaron y sus labios se apretaron mientras su mano se deslizó un centímetro en su muslo.
— ¿Cuánto tiempo crees que seremos capaces de mantenernos fuera de la cama?—preguntó en un tono áspero, casi como si estuviera tan sorprendido por la profundidad de la química entre ellos como él.
Jaejoong se salvó de tener que responder porque llegaron las bebidas. Pero todo en lo que podía pensar era la pregunta que acababa de hacerle y cómo él podría distraerlos a ambos de la misma.
Movió la botella de la cerveza hacia adelante, tomó un limón y cuidadosamente lo exprimió en la botella antes de dejar caer todo en el interior. Yunho observaba con atención el procedimiento.
—Eres muy bueno en eso.
Jaejoong dirigió sus ojos a él y trató de recuperar un poco de control sobre la situación.
—Es un arte fino, ¿Sabes?
—Mm- hmm. —Tomó un trago de su propia cerveza y parecía tener su atención de nuevo, pero Jaejoong sintió que su concentración nunca flaqueó.
Mientras Yunho lo miraba por el rabillo del ojo, Jaejoong levantó la botella y chupó un poquito de sal con la lengua antes de levantar la cerveza y tomar un sorbo. Yunho farfulló, puso la botella en la mesa de un golpe y se giró hacia él completamente.
—Lo hiciste a propósito —acusó.
Jaejoong se rio y lo hizo de nuevo, esta vez con un poco más de sal en la lengua.
—No, no lo hice.
—Sí, lo hiciste. — Yunho extendió la mano y tocó un grano de sal de su labio. Era completamente caliente, verlo mirarlo de esa manera.
—Es la única manera en que puedo beber cerveza. Tengo que ponerle mucha sal.
Yunho lo miró estupefacto.
— ¿No te gusta la cerveza?
Se volvió hacia Yunho con la botella en la mano y tomó otro sorbo.
—La odio.
Su rostro se llenó de arrugas divertidas mientras la estudiaba.
— ¿Por qué la pediste?
Jaejoong sonrió e inclinó la cabeza hacia un lado.
—Porque tú la bebías y quiero beber contigo, pero no puedo.
— ¿No puedes? —Sus ojos se estrecharon—. ¿Qué se supone que significa eso?
Jaejoong encogió un solo hombro.
—Quiere decir que quiero una margarita, pero voy a conformarme con una cerveza.
— ¿Por qué no puedes tomar una margarita?
—Porque debo conducir y soy malo para tomar. Sólo tomaré la mitad de esta cerveza, unos pocos sorbos antes de llegar al límite, porque de lo contrario no voy a ser capaz de conducir.
Lo observó por tres segundos antes de responder:
— Esa es la mierda más loca que he oído.
—Pero no dudas que esté diciendo la verdad, ¿No?
—Oh, creo que estás diciendo la verdad. —Tomó otro sorbo de su cerveza antes de continuar—. Es demasiado loco para que no sea verdad.
Sonrió, pero permaneció en silencio y en voz más baja continuó:
— Así que ¿Solo vas a tomar hasta llegar al límite? —Lo observaba con atención y una ligera sensualidad pasó entre ellos.
—Sí —admitió.
Su mirada se agudizó en él.
— ¿Por qué?
Cuando sus ojos se cayeron a su cuerpo, la verdad salió de sus labios.
— ¿Por qué me pones nervioso?
Alzó los ojos hacia su cara.
— ¿Eso fue una declaración o una pregunta? —preguntó.
Respiro hondo.
—Fue una declaración, me pones nervioso.
La expresión de Yunho se volvió seria, con los ojos clavados sobre los suyos, con una mirada que no podía identificar.
—Cariño, si te hace sentir mejor, tú me asustas demasiado.
El corazón de Jaejoong se sacudió y sintió un cosquilleo en la boca del estómago. Trató de formar palabras, pero no pudo y justo en ese momento, los ojos de Yunho se vieron forzados a dejar los suyos cuando la comida llegó.
Comieron en un silencio, casi afable, pero no del todo, como una corriente de electricidad circulando sobre ellos que lo mantuvo al borde. Yunho le hizo preguntas entre bocado y bocado.
— ¿Cuántos años tienes?
—Veinticuatro.
Estudió las arrugas alrededor de su boca.
— ¿Cuántos años tienes?
Yunho le lanzó una mirada y Jaejoong preguntó.
— ¿Qué? tú me preguntaste primero.
—Tengo veintiocho.
— ¿Qué haces para ganarte la vida?
—Soy arquitecto.
— ¿En serio? Eso suena interesante. Increíblemente difícil, pero interesante.
—Me gusta —respondió—. Estoy en el proceso de abrir mi propia empresa. ¿Qué haces tú?
Su boca se torció.
—Me siento en un cubículo todo el día y miro números.
— ¿Eres algo así como un contador?
—Sí, algo así. Hago un poco de contabilidad, pero mi profesión es analista financiero. Y no es interesante. Es muy tedioso y aburrido.
— ¿Por qué lo haces? —cuestionó.
—Obtuve mi licenciatura en finanzas. No me preguntes por qué. Era bueno en matemáticas y no sabía lo que quería hacer. Pero es un buen trabajo y paga las facturas.
Sus ojos viajaron sobre su cara y buscaron su expresión.
—Supongo, que no puedes pedir más que eso.
Jaejoong tomó el último bocado y coloco en la mesa su tenedor. Reconoció un enloquecedor toque de arrogancia en sus preguntas, y sin embargo, no lo molestaba. Pero sin duda lo mantuvo sobre sus pies. Yunho era extremadamente atractivo, y él no era ciego a esa atracción.
Después de unos momentos Yunho terminó su comida también, y la bajó con la mitad del agua helada que se encontraba frente a él. La camarera vino y con movimientos rápidos y precisos, limpió la mesa, y dejo la factura, luego dio media vuelta y se alejó.
Mientras Yunho recogió la factura, Jaejoong hizo un movimiento a su bolso. Yunho levantó una ceja y fastidio cruzó sus rasgos.
—No hagas eso.
—No ¿Por qué? —preguntó tan casualmente como pudo.
—Yo te invité a salir —respondió.
— ¿Significa eso que si te invito a salir, me dejarás pagar?—preguntó inocentemente.
—No —le espetó.
Jaejoong no trataba de discutir, solo sintió curiosidad.
— ¿No? ¿Por qué?
— ¿Qué esperas que diga aquí, Jaejoong? Yo, Tarzán... Tú Jane.
Su corazón comenzó a un ritmo pesado. ¿Fue de la aprehensión o la emoción? Oh, emoción, definitivamente.
— ¿Es así como te sientes? —cuestionó.
—No quieres saber en realidad lo que siento—dijo sin darle importancia, mientras colocaba una gran cuenta en la carpeta y se ponía de pie. Un estremecimiento de calor peligroso golpeó su vientre ante su afirmación ominosa.
— ¿No quiero saber? —Extendió la mano hacia él y Jaejoong la tomó, poniéndose de pie temblorosa. Ignorando su pregunta como si el tema estuviera cerrado, puso un brazo alrededor de él y le alzó la barbilla con la otra.
— ¿Vas a salir conmigo mañana por la noche?
Un calor apresurado de delirio mezclado con un poco de alivio se infiltró en su sistema.
—Está bien. —acordó.
Trató de no sonreír, pero no podía controlar la ligera elevación de sus labios. Sus ojos vagaron sobre él y perezosamente lo apreciaba, mientras su brazo se apretaba alrededor de su cintura.
—Te recogeré para que puedas tomar una margarita.
—Muy bien. —Estuvo de acuerdo de nuevo.
Con el brazo como una banda de acero alrededor de su cintura y su embriagador y masculino aroma, alrededor de sus sentidos, Jaejoong tuvo la idea loca de que podría estar de acuerdo con todo. Gracias a Dios que no era un científico o un astronauta o algo así de loco; podía verse alegremente aceptando una misión de ida para colonizar Marte con la intención de propagar la especie como su compañero.
Afortunadamente, no podía leer sus pensamientos o decir qué tan rápido corría su pulso. Dejó caer un abreviado beso en sus labios y salió del restaurante. Caminaron de la mano hacia su coche y cuando Jaejoong se detuvo, Yunho preguntó:
— ¿Es este?
—Sí.
Él miró su sedán de cuatro puertas y luego el estacionamiento a oscuras con el ceño fruncido.
— ¿Por qué aparcaste a esta hora aquí?
—No tenía otra opción. Tuve la suerte de conseguir este lugar.
Yunho hizo una mueca.
—Es mi culpa. Debimos encontrarnos más temprano.
—No te preocupes por eso. —A pesar de que no pensaba que era la oscuridad lo que lo enojaba, Jaejoong podía leer entre líneas—. Era de día cuando llegué aquí... y ahora estás aquí. Así que, estoy bien.
Sin perder el ritmo, lo giró hasta que su espalda golpeó la puerta del lado del conductor, enjaulándolo con sus brazos.
—Sí, ahora estoy aquí. —Su cabeza bajó rápidamente, y antes de que Jaejoong pudiera tomar un respiro, lo besó de nuevo.
Fue absolutamente imposible de resistir mientras hundía la lengua en su boca y comenzaba a acariciarla con ella. Si había pensado que el beso en el restaurante fue increíble, tenía mucho que aprender.
Con la noche oscura y sin gente alrededor de ellos, lo besó intensamente. Una necesidad más profunda lo inundó, levantó los brazos y deslizó sus dedos por su cabello, sosteniéndolo mientras él buscaba su boca.  Movió su cuerpo contra el de Jaejoong, y una urgencia sexual lo golpeó, gritó a través de su torrente sanguíneo y un torbellino comenzó en su cabeza. El beso contenía un hambre persuasiva, haciendo a su pulso acelerarse por la necesidad de darle todo lo que quería.
Con su cuerpo presionado contra el de él, Jaejoong fue consciente cuando Yunho se endureció por la excitación y en ese momento, la química entre ellos explotó y el abrazo fue a toda marcha. Su beso fue más intenso; Yunho le mordisqueó la lengua y los labios con los dientes, antes de profundizar más.
Gruñó bajo en su garganta, y si no lo hubiera sostenido, Jaejoong sabía que sus piernas estaban tan inestables que se habría caído al suelo. Sintió una sensación embriagadora de choque, éxtasis, por la dominación y notó que la fuerza de su beso era diferente a cualquier cosa que jamás hubiera experimentado en su vida.
De repente, Yunho levantó su boca de la de él y cuando Jaejoong abrió los ojos, estaba mirándolo con una mirada oscura que era impenetrable. Se quedó en silencio, y la necesidad de aligerar la atmósfera de tensión sexual se apoderó de Jaejoong.
Se humedeció los labios y lo saboreó en sus labios, lo que no ayudó a calmar sus nervios mientras trataba de poner sus sentidos en orden. Quitó las manos de su cabello, pero Yunho se negó a liberarlo. Se aclaró la garganta e intentó cambiar las cosas a la normalidad de nuevo. Si es que había algo normal entre ellos.
—Sé que mentiste ayer —cuestionó en voz baja, inclinándose contra Yunho.
Sus ojos bloquearon los de Jaejoong y sus cejas se estrecharon ante la pregunta.
— ¿Sobre qué?
Trató de sonreír para mostrar que sólo bromeaba, pero tenía mucho miedo de fracasar.
—Sé que no estará bien si no me acuesto contigo.
Yunho nunca sonrió a lo que él quiso decir. Su expresión se volvió más enmascarada y cuando finalmente respondió, su voz era tan profunda y ronca que fue herido por su tono y sus palabras.

—No, no estará bien. —Sus manos se apretaron alrededor de Jaejoong y sintió el acero en su cuerpo y sus palabras—. Quiero follarte más de lo que quiero respirar y tendré tu pequeño culo desnudo dentro de una semana. 

12 comentarios:

  1. Yo Tarzan ... Tú Jane <3
    Yunho es tan misterioso y extraño no sé, no confió en él >:
    Gracias por el capitulo!!!

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  2. omooo :) que capitulo mas caliente.... Yunho se lo esta tomando muy seriamente eso de llevárselo a la cama y Jae no te hagas que bien que quieres.
    Apenas se ven y el aire se calienta jajajajaj par de calenturientos pero asi me gustan jajajaj
    Que capitulo!!! estaré esperando la actualización, gracias por compartirlo.

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  3. waw ese yunho si que es muy intenso y sobre todo muy directo y ya le a quedado claro a jae que yunho no se esperara a conseguir lo que quiere de el solo espero y yunho pueda soportar una semana por que como están las cosas de calientes no creo que soporte tanto y lo tendrá antes de lo que el cree

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  4. gracias por la actu :3
    tan rapidos como siempre esos dos espero y JJ no sea tan debil y se resista un poquito ......

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  5. Me encato lo de Yo tarzan y tu Jane,Yunho ha sido muy claro con Jae y aunque Jae no lo demuestre tambien quiere acostarse con Yunho los 2 sienten esa quimica

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  6. ah jae no puede negar q quiere montarsela tanto como yunho la atraccion sexual q tienen es demasiado fuerte para q simplemente traten de ignorarla
    me encanta q yunho le hable claro y le diga lo q quiere!
    gracias x compartir esta genial ^^

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  7. tiene filin entre ellos pero cuando se consumira eso hahhah XD espeor que no tarde <3

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  8. Ok .-. Al parecer Yunho está logrando que Jae caiga a sus pies espero no lo arruine >. <

    Por cierto ame lo de (Yo tsrzan y tu jane xD Yunho sabe lo que quiere *0*
    Espero actualices pronto^^/y grau por compartir

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  9. Me dio risa lo de Tarzán y Jane jajajaj xD este Yunho... lo último que dijo fue tan... tan... nosé, arruinó el momento, por lo menos tomando en cuenta que Jaejoong no quiere ceder aún ante él... y él, lo que hace es decirle que en 1 semana lo tendrá... suena como un idiota xDD ay mi Yunnie~ a ver como termina todo... naa te enamorarás de Jaejoong seguro jajajja gracias por el capítulo! hasta el próximo :)

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  10. qué directo el Yunhito... espero que no sea como la tan famosa 50 sombras de Grey. realmente odio ese género, el de el macho dominante y traumado a más no poder y el de la mujer sumisa, dice sí a todo y complaciente. dime que este libro no es así por favor????
    gracias

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  11. Osea....como es un alfa..sabe en q momento podra follarse a Jae??? Vaya una semana y se me hace mucho jajaja con unas margaritas encima y Jae no sabra de él jajaja...estuvo intenso el capítulo

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  12. Cuanta tensión sexual hay entre ellos, a ver si llegan a la semana que dijo Yunho o antes, 😁😁😁

    Gracias!!! ❤️💕💞

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