Capítulo 2
Jaejoong podía
sentir el magnetismo sexual, incluso con el espacio que los separaba. Era tan
increíblemente fuerte, y sin duda una de las razones de porque era tan seguro
de sí mismo.
Un pensamiento
lo golpeó: Un Alfa. Su estómago hizo un extraño revoloteo y se horrorizó al
sentir un calor líquido caliente en su abdomen, así como una alarma silenciosa.
Su boca se abrió por voluntad propia.
—No voy a
dormir contigo. —Sus ojos se abrieron y sus dedos agarraron la mesa.
Oh, Dios mío. ¿Acababa
de decir eso? Un atisbo de risa salió de la garganta de él y levantó las
cejas, sus ojos observándolo como si fuera el tipo de postre que había estado
esperando toda su vida.
—Está bien.
Aún consternado
por que expresó su pensamiento en voz alta, su acuerdo casual combinado con el
brillo de sus ojos lo hizo sospechar inmediatamente.
— ¿Estás de
acuerdo con eso?
Su mirada
mostro un brillo de propósito, sus ojos reflejaban una promesa seductora
mientras se tomaba el tiempo antes de contestar.
—Por supuesto.
Mentiroso. Mentía. Lo sabía. Pero había puesto las
cartas sobre la mesa por lo que ahora podría jugar un poco.
—Está bien.
—suspiró. Se humedeció los labios y trató de pensar en algo que decir para
romper, el silencio palpitante que había entre ellos.
—Así que, ya
sabes mi nombre. —Arqueó una ceja mientras pensaba mejor lo que acababa de
decir. Probablemente le estaba dando demasiado crédito—. ¿Recuerdas mi nombre?
—Sus facciones se volvieron afiladas y lo evaluaron, pero algo en ellas era
insondable.
—Claro que sí
—le respondió con un aire de plácida tranquilidad que Jaejoong no compró.
Jaejoong entrecerró
los ojos con un dejo de incredulidad.
— ¿Cuál es?
Yunho entrecerró
los ojos mientras apartaba la vista, como si estuviera tratando de descubrir
algo, sus dedos dieron un golpecito en la mesa. Los nervios de Jaejoong no
podían calmarse mientras miraba sus dedos largos y bronceados. Tenía uñas romas
masculinas y parecían duras y callosas, como si trabajara en el exterior.
Se volvió hacia
Jaejoong con una mirada burlona.
—Vamos a ver.
Algo con una “J”.
Jaejoong le dio
una mirada que pretendía disparar dagas, pero tenía miedo de haber fallado
miserablemente. Él sonrió y rápidamente como una sorprendente serpiente, se
inclinó sobre la mesa y tomó su mano, como si fuera algo suyo por tomar.
Entrelazó sus
dedos con los de Jaejoong hasta que el calor de su palma fue abrasador y con
voz áspera en tono cálido dijo:
— Jaejoong.
Desde el toque
de su mano, sintió electricidad recorriendo todo su cuerpo y se formó una
piscina entre sus piernas. Su interior se sentía como malvavisco líquido, y la
debilidad que superó su cuerpo lo dejó sin palabras y sin oxígeno.
— ¿Quieres
saber mi nombre?—preguntó mientras lo miraba, con la mano sosteniendo la suya.
Exhaló un suspiro tembloroso cuando su voz profunda y oscura se deslizó por su
espalda y su mano callosa contra la de él hizo el pensar casi imposible.
—Supongo que...
no hay manera de salir de esto.
Le dio una
mirada inquisitiva, como si fuera momento de tomar una decisión.
—Sí, la hay. Tú
puedes gritar con toda tus fuerzas y te garantizo que los dos policías sentados
detrás de ti vendrán corriendo.
Con toda la fuerza
de su atención puesta en él, le tomó un momento a Jaejoong, para que las
palabras se hundieran en él. Y cuando lo hicieron, se sentía desconcertado,
sorprendido y aturdido.
— ¿Hablas
enserio? ¿Hay dos policías detrás de mí?
—Tal vez. —Se
encogió de hombros—.Tal vez no. —Sus dedos se apretaron alrededor de los de él—.
Pero acabas de perder tu posibilidad de gritar. —Su pulgar acariciaba
suavemente la parte posterior de su mano mientras sus ojos la devoraban—. Mi
nombre es Jung Yunho.
Jung Yunho. Un nombre masculino y fuerte. Le quedaba.
Jaejoong dejo
que su nombre quedara en el aire y lo memorizo rápidamente como si fuera a
tener gran importancia en su vida.
—Hola.
Un mareo
vertiginoso se precipitó a través de Jaejoong, mientras lo escrutaba como una
llama ardiente.
—Jaejoong…—La
voz con un dejo de interrogación, como si esperara que le dijera rápidamente su
apellido. — Kim Jaejoong. — ¿Se encontraba certificable loco? Y luego se obligó
a hacer la pregunta que había estado carcomiéndolo, desde que lo vio hace unos
minutos atrás— ¿Sabías que estaría aquí hoy?
Tenía una
mirada impasible, en blanco.
—Tuve una
corazonada.
Ante su
respuesta, Jaejoong comenzó rápidamente a pensar de donde podría haber recibido
su “corazonada” y echó un vistazo al adolescente detrás del mostrador con una
mirada penetrante.
—Debería dirigirme
a él.
—No. Él sabe
que soy inofensivo.
Jaejoong se
volvió y miró fijamente la mano de Yunho que todavía sostenía la suya, y luego
a los ojos.
— ¿Lo eres?
No fingió no
entender lo que Jaejoong decía.
— ¿Inofensivo?
—Sí.
—Claro
—respondió de manera sucinta.
Un escalofrío
le recorrió el cuerpo.
— ¿Puedo tener
mi mano de nuevo?
—Por supuesto.
—Su agarre se tensó en él, contradiciendo su respuesta, mientras que sacó el
celular del bolsillo y lo arrojó entre ellos—. Tan pronto como teclees tú
numero en mi celular.
Una sensual
curiosidad cayó como hechizo sobre Jaejoong.
—Estas tomando
mi mano derecha. —Bajo la mirada al teléfono inteligente que no era el mismo
que el suyo. En un día normal, tendría suficiente capacidad intelectual para
averiguarlo ¿Con él, sosteniendo su mano? De ninguna manera—. No sé cómo usar
tu teléfono.
—Está bien
sacúdelo —ofreció, cogiendo el teléfono, pero sin soltar su mano.
Los nervios de Jaejoong
lo hicieron temblar interiormente. Todavía no estaba seguro de cómo quería
manejar esto, y trató de retrasarlo con humor.
—Siete, uno,
tres —comenzó, recitando uno de los códigos de área más prominentes—. Ocho,
seis, siete, cinco, tres, cero, nueve —dijo en un tono perfectamente neutral.
Inmediatamente
comenzó a teclear los números en su teléfono, pero luego se detuvo abruptamente
y sus ojos se centraron en él. Vio un toque de diversión y un rayo de... algo
más.
—Ah, dulce Jaejoong
—entonó en voz baja, casi desafiante—. Vas a pagar por eso, cariño.
— ¿Sabes bailar
música de los ochenta? —preguntó Jaejoong, un tanto sorprendido.
— ¿Te gusta
bailar? —respondió con rapidez.
—Sí, me gusta
—respondió con honestidad.
— ¿Cuándo
quieres ir?
Podrían estar
bromeando, pero según la experiencia de Jaejoong sólo alrededor de una cuarta
parte de los hombres no les gustaba bailar, y encontrarlo, era la cosa más
difícil del mundo.
— ¿Te estás
ofreciendo a llevarme a bailar?
Lo miró a los
ojos durante unos segundos.
—Todo lo que
necesito es tu número de teléfono.
Probablemente,
solo lo hacía para conseguir su número, pero la idea de canciones rápidas
conduciendo a canciones lentas y él sosteniéndolo, hizo que sus piernas
temblaran.
—No estoy tan
seguro de que esté listo para ir a bailar contigo.
— ¿Qué hay de
ir cenar? —ofreció tan suavemente y con cuidado, que Jaejoong sabía más allá de
toda sombra de duda cuál quería él que sea su respuesta.
La mirada que
le dio atravesaba su alma. Jaejoong realmente quería ir. Pero no creyó ni por
un minuto que no dormir con él estaría bien. Iría tras él, sabía que lo haría.
Y el conocimiento estaba induciendo no solo calor sexual, sino también una leve
sensación de pánico. Y entonces recordó lo que Heechul dijo que le pasaría si
no empezara a salir de nuevo.
No le creyó,
pero tampoco quería convertirse en un anciano triste, con sólo un puñado de
gatos. Y él era increíblemente, terriblemente caliente. Tomando la oportunidad,
respiró hondo y recitó su número de teléfono.
Yunho se echó
hacia atrás en su asiento.
— ¿Hablas en
serio esta vez?
—Sí.
Le soltó la
mano, puso ambas manos alrededor de su teléfono, y tecleó el número.
— ¿Cena esta
noche?—Rápidamente trató de comprometerlo.
—Esta noche no
puedo. — Jaejoong pensó en todas las horas de trabajo delante de él—. ¿Estás
ocupado mañana por la noche? —preguntó él, más bien con osadía, sorprendiéndose
a sí mismo un poco.
Su mirada lo
recorrió, valorándolo con vehemencia.
— ¿Quieres
darme un viernes por la noche?— ¿Qué demonios quería decir con eso?
—Sólo una cena,
¿No? —aclaró con firmeza.
—Sí, yo te
recogeré.
Ahora que tenía
su número de teléfono, las respuestas venían con tanta rapidez que Jaejoong tenía
la impresión de que trataba de atarlo con una cuerda.
—No, te veré en
alguna parte. —Levantó una ceja y su expresión era imposible de leer.
— ¿No confías
en mí? — Jaejoong levantó la barbilla haciendo una mueca y cruzó los brazos
sobre el pecho.
—Por supuesto
que no.
Cualquier risa
que podría haber estado en sus ojos murió, y él le dio una mirada totalmente
aprobatoria.
—Buen chico.
—Lo mantuvo cautivo de su mirada durante unos instantes prolongados con una
cálida y difusa sensación de éxito en el estómago de Jaejoong por su aprobación
flagrante.
Bajo la vista y
tecleó algo en su teléfono. Su celular vibró. Lo tomó y leyó el texto allí.
Jung Yunho. Sólo su nombre. Simple y poderoso. Bueno,
no había manera de que pudiera confundir su texto con otra persona, ahora
¿Podría?
* * *
Jaejoong no le
había dicho a Heechul sobre su próxima cita porque no quería oír el tipo de
conferencia a la que sería sometido si se enteraba. Así que los nervios de Jaejoong
no tuvieron escape y cuando entró en el restaurante en el lado sur de la ciudad
donde acordó reunirse con Yunho, su estómago se hallaba atado en nudos de
estrés.
Se puso de pie
en la fila de la anfitriona y miró a su alrededor con cautela. Su teléfono
vibró casi de inmediato, lo levantó y leyó el texto: En el bar. Sus nervios se intensificaron mientras se dio cuenta de
que incluso ahora, estaba siendo vigilado.
Se negó a
perder el tiempo enviando una respuesta y caminó alrededor de la línea de la
gente hasta encontrarlo en la zona del bar. Casi inmediatamente, vio su alta
figura permanecer de pie en el otro extremo del bar, y sintió las mariposas
bailando alrededor de su estómago y tratar de abrirse paso hasta la garganta.
Jesús, era bien parecido.
Las luces se encontraban más bajas por la noche, y cuando se acercó lo
suficiente, Yunho extendió la mano y enganchó la suya y tiró de Jaejoong hacia
él, hasta que su torso se estrelló contra el suyo.
El aliento se
le escapó como “zumbido” silencioso y sin esperar su consentimiento, bajó la
cabeza y su boca cubrió la suya en un beso tan inesperado que la sorpresa lo
golpeó con fuerza. Su mano liberó la suya y sus brazos se envolvieron alrededor
de él, agarrándolo fuertemente contra todo su cuerpo. Sus labios se separaron
ligeramente de la sorpresa y Yunho tomó ventaja inmediata y empujó su lengua al
interior. Jaejoong cerró los ojos y se vio inundado con la ola del deseo más
caliente que pudo alguna vez recordar haber sentido.
Cada
pensamiento en su cerebro escapó de su cabeza y lo único que podía hacer era colgar
en sus brazos mientras lo besaba como si ya le pertenecía. Jaejoong tenía un
solo pensamiento loco, era como si hubieran estado juntos por siempre y se
reunían después del trabajo por milésima vez. Pero eso fue sólo una extraña
sensación de dejavu, y el tintineo caliente de los nervios excitados que sentía
le dijeron que era sin duda la primera vez.
A medida que su
lengua se arremolinó lenta y firmemente en su boca, volvió la cabeza y se
ajustó para que sus bocas encajaran entre sí. Yunho tomó el control total del
beso, sus brazos reclamándolo, bandas de acero sosteniéndolo en su lugar. Su
dominio era absoluto, y sin embargo no se sentía amenazado por él, sólo un
extraño sentido de santuario que se mezclaba con un deseo que todo lo consumía
con solo un toque. Sus manos se posaron en sus bíceps, para explorarlos, y los
dedos de él se deslizaron hasta su culo y apretaron su carne. Era como si un
cable eléctrico los conectara; haciendo contacto en espiral a través de él
hasta llegar a sus muslos. Sus piernas empezaron a temblar y justo cuando
empezó a olvidar que se encontraban en un salón lleno de gente, Yunho levantó
la cabeza.
Finalmente se
acordó de abrir los ojos, y cuando lo hizo, se encontró con su mirada centrada
por completo en él. Cualquier sonrisa persistente que podría haber tenido se
disolvió completamente. De hecho, con los ojos entrecerrados, su expresión era
algo que Jaejoong no pudo interpretar, pero por alguna razón, parecía no muy
feliz, pero tal vez leía demasiado en él.
Continuó
sujetándolo firmemente en el círculo de su abrazo, y se aclaró la garganta en
la agitación.
—Hola —Fue todo
lo que pudo decir. Sus ojos se posaron en los labios de Yunho antes de levantar
lentamente la mirada.
—Hola.
Respiró
entrecortadamente mientras su corazón latía salvajemente en su pecho.
—No me esperaba
eso.
Sus ojos se
ensombrecieron.
—No lo planeé.
Jaejoong vio la
verdad de esa afirmación en sus ojos, y mientras seguían mirándose el uno al
otro, y la multitud los empujaba, Jaejoong sintió un empujón por la espalda, y
el momento se rompió. Yunho lo sujeto entre sus brazos de manera protectora
mientras miraba por encima de su cabeza. Sus cejas se juntaron y lo giraron
hasta que estuvo lejos de la multitud y lo bloqueó con su cuerpo.
Jaejoong estaba
a punto de sentarse en un taburete cuando la anfitriona llegó y los llevó a la
mesa. Fueron conducidos hasta el final a la parte trasera del restaurante, Yunho
se encontraba a su lado, mientras que Jaejoong se deslizó en la cabina.
Se mantuvo
totalmente fuera de balance cuando se deslizó junto a Jaejoong en lugar de
tomar el asiento al otro lado. La anfitriona les dio dos menús y les dijo que
su mesera no tardaría en tomar su orden.
Yunho abrió su
menú y comenzó a escanear.
— ¿Qué quieres
tomar?
Jaejoong miró
la botella de cerveza que llevaba él en el bar.
—Corona light.
Lo miró por el
rabillo del ojo.
— ¿Sal?
—Oh, sí,
definitivamente. Limón y sal extra.
Su mesera llegó
y Jaejoong no pudo evitar darse cuenta que la chica no podía apartar la vista
de Yunho. ¿Y quién podría culparla?
Tomaron la
orden de su comida y bebida y se sentaron de nuevo. Yunho no comenzó a hablar
de inmediato. Apartó la vista de él, en la dirección opuesta, como estudiando
el restaurante, pero su mano se deslizó bajo la mesa y Jaejoong casi saltó
fuera de su piel al sentir la mano carnosa en su muslo.
Yunho debe haber
sentido su sobresaltó porque se volvió y lo miró.
— ¿Estás bien?
Jaejoong desenvolvió
sus utensilios de la servilleta para ocupar las manos.
—Sí.
Su expresión
fue sospechosa mientras lo miraba.
— ¿Estás de
acuerdo con mi mano ahí?
Jaejoong exhaló
un suspiro tembloroso.
— ¿Tengo alguna
opción? —No quería una elección, amaba que su mano estuviera allí. Su mirada se
volvió pensativa.
—Tienes que
aprender algo sobre mí, rápidamente. Siempre tienes una opción. —Sus ojos lo
recorrieron—. Hay algo en ti —dijo, como para sí mismo. Lo estudió atentamente
con una mirada enmascarada—. Si te presiono demasiado, quiero que me prometas
ahora mismo que me lo harás saber ¿De acuerdo?
Jaejoong se
quedó sin aliento. Eso sonaba serio. Nada como lo que ocurriría en una primera
cita, obtener conocimiento de este tipo de cosas.
—Está bien.
— ¿Entonces,
estás de acuerdo con mi mano ahí? —preguntó de nuevo mientras sus dedos se
extendieron sobre su muslo y se apoderó de él en una caricia sutil.
Jaejoong asintió.
—Mm-hmm.
—Apartó la vista de nuevo, pero su mano se quedó pegada a su muslo.
Jaejoong no
estaba seguro de por qué seguía apartando la mirada de él, pero sabía
instintivamente que todavía conservaba el cien por ciento de su atención. La
mano se deslizaba arriba y abajo de su muslo y su voz era cualquier cosa menos
casual cuando le preguntó:
— Si te digo
algo ¿Prometes que no creerás que te estoy tomando el pelo en un pobre intento
de conseguir llevarte a la cama?
— Sí, claro
—dijo Jaejoong, preparándose para lo que podría decir. Se volvió hacia él y sus
ojos lo tragaron completo. Pasaron unos segundos y la prolongada anticipación
comenzó a calentar su sangre. Por un momento, pensó que había cambiado de
opinión y no iba a decir nada, pero luego inhalo y con voz áspera dijo—: Tienes
que ser el hombre más sexy con el que me he encontrado en toda mi maldita vida.
Sus palabras
calaron y mil puntos de luz se apresuraron a través de su sistema y lo atacaron
con una necesidad tan fuerte que se sintió mareado.
A pesar de que
no lo conocía, en realidad no, de alguna manera creía que le decía la verdad.
Sus ojos nunca
dejaron los suyos y sólo podía responder con la verdad, a pesar de que fue un
poco más que un susurro.
—Tú también
eres muy sexy.
Sus ojos
brillaron y sus labios se apretaron mientras su mano se deslizó un centímetro
en su muslo.
— ¿Cuánto
tiempo crees que seremos capaces de mantenernos fuera de la cama?—preguntó en
un tono áspero, casi como si estuviera tan sorprendido por la profundidad de la
química entre ellos como él.
Jaejoong se
salvó de tener que responder porque llegaron las bebidas. Pero todo en lo que
podía pensar era la pregunta que acababa de hacerle y cómo él podría
distraerlos a ambos de la misma.
Movió la
botella de la cerveza hacia adelante, tomó un limón y cuidadosamente lo
exprimió en la botella antes de dejar caer todo en el interior. Yunho observaba
con atención el procedimiento.
—Eres muy bueno
en eso.
Jaejoong dirigió
sus ojos a él y trató de recuperar un poco de control sobre la situación.
—Es un arte
fino, ¿Sabes?
—Mm- hmm. —Tomó
un trago de su propia cerveza y parecía tener su atención de nuevo, pero Jaejoong
sintió que su concentración nunca flaqueó.
Mientras Yunho
lo miraba por el rabillo del ojo, Jaejoong levantó la botella y chupó un
poquito de sal con la lengua antes de levantar la cerveza y tomar un sorbo. Yunho
farfulló, puso la botella en la mesa de un golpe y se giró hacia él
completamente.
—Lo hiciste a
propósito —acusó.
Jaejoong se rio
y lo hizo de nuevo, esta vez con un poco más de sal en la lengua.
—No, no lo
hice.
—Sí, lo
hiciste. — Yunho extendió la mano y tocó un grano de sal de su labio. Era completamente
caliente, verlo mirarlo de esa manera.
—Es la única
manera en que puedo beber cerveza. Tengo que ponerle mucha sal.
Yunho lo miró
estupefacto.
— ¿No te gusta
la cerveza?
Se volvió hacia
Yunho con la botella en la mano y tomó otro sorbo.
—La odio.
Su rostro se
llenó de arrugas divertidas mientras la estudiaba.
— ¿Por qué la
pediste?
Jaejoong sonrió
e inclinó la cabeza hacia un lado.
—Porque tú la
bebías y quiero beber contigo, pero no puedo.
— ¿No puedes?
—Sus ojos se estrecharon—. ¿Qué se supone que significa eso?
Jaejoong encogió
un solo hombro.
—Quiere decir
que quiero una margarita, pero voy a conformarme con una cerveza.
— ¿Por qué no
puedes tomar una margarita?
—Porque debo
conducir y soy malo para tomar. Sólo tomaré la mitad de esta cerveza, unos
pocos sorbos antes de llegar al límite, porque de lo contrario no voy a ser
capaz de conducir.
Lo observó por
tres segundos antes de responder:
— Esa es la
mierda más loca que he oído.
—Pero no dudas
que esté diciendo la verdad, ¿No?
—Oh, creo que
estás diciendo la verdad. —Tomó otro sorbo de su cerveza antes de continuar—.
Es demasiado loco para que no sea verdad.
Sonrió, pero
permaneció en silencio y en voz más baja continuó:
— Así que ¿Solo
vas a tomar hasta llegar al límite? —Lo observaba con atención y una ligera
sensualidad pasó entre ellos.
—Sí —admitió.
Su mirada se
agudizó en él.
— ¿Por qué?
Cuando sus ojos
se cayeron a su cuerpo, la verdad salió de sus labios.
— ¿Por qué me
pones nervioso?
Alzó los ojos
hacia su cara.
— ¿Eso fue una
declaración o una pregunta? —preguntó.
Respiro hondo.
—Fue una
declaración, me pones nervioso.
La expresión de
Yunho se volvió seria, con los ojos clavados sobre los suyos, con una mirada
que no podía identificar.
—Cariño, si te
hace sentir mejor, tú me asustas demasiado.
El corazón de Jaejoong
se sacudió y sintió un cosquilleo en la boca del estómago. Trató de formar
palabras, pero no pudo y justo en ese momento, los ojos de Yunho se vieron
forzados a dejar los suyos cuando la comida llegó.
Comieron en un
silencio, casi afable, pero no del todo, como una corriente de electricidad
circulando sobre ellos que lo mantuvo al borde. Yunho le hizo preguntas entre
bocado y bocado.
— ¿Cuántos años
tienes?
—Veinticuatro.
Estudió las
arrugas alrededor de su boca.
— ¿Cuántos años
tienes?
Yunho le lanzó
una mirada y Jaejoong preguntó.
— ¿Qué? tú me
preguntaste primero.
—Tengo
veintiocho.
— ¿Qué haces
para ganarte la vida?
—Soy
arquitecto.
— ¿En serio?
Eso suena interesante. Increíblemente difícil, pero interesante.
—Me gusta
—respondió—. Estoy en el proceso de abrir mi propia empresa. ¿Qué haces tú?
Su boca se
torció.
—Me siento en
un cubículo todo el día y miro números.
— ¿Eres algo
así como un contador?
—Sí, algo así.
Hago un poco de contabilidad, pero mi profesión es analista financiero. Y no es
interesante. Es muy tedioso y aburrido.
— ¿Por qué lo
haces? —cuestionó.
—Obtuve mi
licenciatura en finanzas. No me preguntes por qué. Era bueno en matemáticas y
no sabía lo que quería hacer. Pero es un buen trabajo y paga las facturas.
Sus ojos
viajaron sobre su cara y buscaron su expresión.
—Supongo, que
no puedes pedir más que eso.
Jaejoong tomó
el último bocado y coloco en la mesa su tenedor. Reconoció un enloquecedor
toque de arrogancia en sus preguntas, y sin embargo, no lo molestaba. Pero sin
duda lo mantuvo sobre sus pies. Yunho era extremadamente atractivo, y él no era
ciego a esa atracción.
Después de unos
momentos Yunho terminó su comida también, y la bajó con la mitad del agua
helada que se encontraba frente a él. La camarera vino y con movimientos
rápidos y precisos, limpió la mesa, y dejo la factura, luego dio media vuelta y
se alejó.
Mientras Yunho recogió
la factura, Jaejoong hizo un movimiento a su bolso. Yunho levantó una ceja y
fastidio cruzó sus rasgos.
—No hagas eso.
—No ¿Por qué?
—preguntó tan casualmente como pudo.
—Yo te invité a
salir —respondió.
— ¿Significa
eso que si te invito a salir, me dejarás pagar?—preguntó inocentemente.
—No —le espetó.
Jaejoong no
trataba de discutir, solo sintió curiosidad.
— ¿No? ¿Por
qué?
— ¿Qué esperas
que diga aquí, Jaejoong? Yo, Tarzán... Tú Jane.
Su corazón
comenzó a un ritmo pesado. ¿Fue de la aprehensión o la emoción? Oh, emoción,
definitivamente.
— ¿Es así como
te sientes? —cuestionó.
—No quieres
saber en realidad lo que siento—dijo sin darle importancia, mientras colocaba
una gran cuenta en la carpeta y se ponía de pie. Un estremecimiento de calor
peligroso golpeó su vientre ante su afirmación ominosa.
— ¿No quiero saber?
—Extendió la mano hacia él y Jaejoong la tomó, poniéndose de pie temblorosa.
Ignorando su pregunta como si el tema estuviera cerrado, puso un brazo
alrededor de él y le alzó la barbilla con la otra.
— ¿Vas a salir
conmigo mañana por la noche?
Un calor
apresurado de delirio mezclado con un poco de alivio se infiltró en su sistema.
—Está bien.
—acordó.
Trató de no
sonreír, pero no podía controlar la ligera elevación de sus labios. Sus ojos
vagaron sobre él y perezosamente lo apreciaba, mientras su brazo se apretaba
alrededor de su cintura.
—Te recogeré
para que puedas tomar una margarita.
—Muy bien.
—Estuvo de acuerdo de nuevo.
Con el brazo
como una banda de acero alrededor de su cintura y su embriagador y masculino
aroma, alrededor de sus sentidos, Jaejoong tuvo la idea loca de que podría
estar de acuerdo con todo. Gracias a Dios que no era un científico o un
astronauta o algo así de loco; podía verse alegremente aceptando una misión de
ida para colonizar Marte con la intención de propagar la especie como su
compañero.
Afortunadamente,
no podía leer sus pensamientos o decir qué tan rápido corría su pulso. Dejó
caer un abreviado beso en sus labios y salió del restaurante. Caminaron de la
mano hacia su coche y cuando Jaejoong se detuvo, Yunho preguntó:
— ¿Es este?
—Sí.
Él miró su
sedán de cuatro puertas y luego el estacionamiento a oscuras con el ceño
fruncido.
— ¿Por qué
aparcaste a esta hora aquí?
—No tenía otra
opción. Tuve la suerte de conseguir este lugar.
Yunho hizo una
mueca.
—Es mi culpa.
Debimos encontrarnos más temprano.
—No te
preocupes por eso. —A pesar de que no pensaba que era la oscuridad lo que lo
enojaba, Jaejoong podía leer entre líneas—. Era de día cuando llegué aquí... y
ahora estás aquí. Así que, estoy bien.
Sin perder el
ritmo, lo giró hasta que su espalda golpeó la puerta del lado del conductor,
enjaulándolo con sus brazos.
—Sí, ahora estoy
aquí. —Su cabeza bajó rápidamente, y antes de que Jaejoong pudiera tomar un
respiro, lo besó de nuevo.
Fue
absolutamente imposible de resistir mientras hundía la lengua en su boca y
comenzaba a acariciarla con ella. Si había pensado que el beso en el restaurante
fue increíble, tenía mucho que aprender.
Con la noche
oscura y sin gente alrededor de ellos, lo besó intensamente. Una necesidad más
profunda lo inundó, levantó los brazos y deslizó sus dedos por su cabello,
sosteniéndolo mientras él buscaba su boca. Movió su cuerpo contra el de Jaejoong, y una
urgencia sexual lo golpeó, gritó a través de su torrente sanguíneo y un
torbellino comenzó en su cabeza. El beso contenía un hambre persuasiva,
haciendo a su pulso acelerarse por la necesidad de darle todo lo que quería.
Con su cuerpo
presionado contra el de él, Jaejoong fue consciente cuando Yunho se endureció
por la excitación y en ese momento, la química entre ellos explotó y el abrazo
fue a toda marcha. Su beso fue más intenso; Yunho le mordisqueó la lengua y los
labios con los dientes, antes de profundizar más.
Gruñó bajo en
su garganta, y si no lo hubiera sostenido, Jaejoong sabía que sus piernas
estaban tan inestables que se habría caído al suelo. Sintió una sensación
embriagadora de choque, éxtasis, por la dominación y notó que la fuerza de su
beso era diferente a cualquier cosa que jamás hubiera experimentado en su vida.
De repente, Yunho
levantó su boca de la de él y cuando Jaejoong abrió los ojos, estaba mirándolo
con una mirada oscura que era impenetrable. Se quedó en silencio, y la
necesidad de aligerar la atmósfera de tensión sexual se apoderó de Jaejoong.
Se humedeció
los labios y lo saboreó en sus labios, lo que no ayudó a calmar sus nervios
mientras trataba de poner sus sentidos en orden. Quitó las manos de su cabello,
pero Yunho se negó a liberarlo. Se aclaró la garganta e intentó cambiar las
cosas a la normalidad de nuevo. Si es que había algo normal entre ellos.
—Sé que
mentiste ayer —cuestionó en voz baja, inclinándose contra Yunho.
Sus ojos
bloquearon los de Jaejoong y sus cejas se estrecharon ante la pregunta.
— ¿Sobre qué?
Trató de
sonreír para mostrar que sólo bromeaba, pero tenía mucho miedo de fracasar.
—Sé que no
estará bien si no me acuesto contigo.
Yunho nunca
sonrió a lo que él quiso decir. Su expresión se volvió más enmascarada y cuando
finalmente respondió, su voz era tan profunda y ronca que fue herido por su
tono y sus palabras.
—No, no estará
bien. —Sus manos se apretaron alrededor de Jaejoong y sintió el acero en su
cuerpo y sus palabras—. Quiero follarte más de lo que quiero respirar y tendré
tu pequeño culo desnudo dentro de una semana.
Yo Tarzan ... Tú Jane <3
ResponderEliminarYunho es tan misterioso y extraño no sé, no confió en él >:
Gracias por el capitulo!!!
omooo :) que capitulo mas caliente.... Yunho se lo esta tomando muy seriamente eso de llevárselo a la cama y Jae no te hagas que bien que quieres.
ResponderEliminarApenas se ven y el aire se calienta jajajajaj par de calenturientos pero asi me gustan jajajaj
Que capitulo!!! estaré esperando la actualización, gracias por compartirlo.
waw ese yunho si que es muy intenso y sobre todo muy directo y ya le a quedado claro a jae que yunho no se esperara a conseguir lo que quiere de el solo espero y yunho pueda soportar una semana por que como están las cosas de calientes no creo que soporte tanto y lo tendrá antes de lo que el cree
ResponderEliminargracias por la actu :3
ResponderEliminartan rapidos como siempre esos dos espero y JJ no sea tan debil y se resista un poquito ......
Me encato lo de Yo tarzan y tu Jane,Yunho ha sido muy claro con Jae y aunque Jae no lo demuestre tambien quiere acostarse con Yunho los 2 sienten esa quimica
ResponderEliminarah jae no puede negar q quiere montarsela tanto como yunho la atraccion sexual q tienen es demasiado fuerte para q simplemente traten de ignorarla
ResponderEliminarme encanta q yunho le hable claro y le diga lo q quiere!
gracias x compartir esta genial ^^
tiene filin entre ellos pero cuando se consumira eso hahhah XD espeor que no tarde <3
ResponderEliminarOk .-. Al parecer Yunho está logrando que Jae caiga a sus pies espero no lo arruine >. <
ResponderEliminarPor cierto ame lo de (Yo tsrzan y tu jane xD Yunho sabe lo que quiere *0*
Espero actualices pronto^^/y grau por compartir
Me dio risa lo de Tarzán y Jane jajajaj xD este Yunho... lo último que dijo fue tan... tan... nosé, arruinó el momento, por lo menos tomando en cuenta que Jaejoong no quiere ceder aún ante él... y él, lo que hace es decirle que en 1 semana lo tendrá... suena como un idiota xDD ay mi Yunnie~ a ver como termina todo... naa te enamorarás de Jaejoong seguro jajajja gracias por el capítulo! hasta el próximo :)
ResponderEliminarqué directo el Yunhito... espero que no sea como la tan famosa 50 sombras de Grey. realmente odio ese género, el de el macho dominante y traumado a más no poder y el de la mujer sumisa, dice sí a todo y complaciente. dime que este libro no es así por favor????
ResponderEliminargracias
Osea....como es un alfa..sabe en q momento podra follarse a Jae??? Vaya una semana y se me hace mucho jajaja con unas margaritas encima y Jae no sabra de él jajaja...estuvo intenso el capítulo
ResponderEliminarCuanta tensión sexual hay entre ellos, a ver si llegan a la semana que dijo Yunho o antes, 😁😁😁
ResponderEliminarGracias!!! ❤️💕💞