Capítulo 2
El
lunes, tan pronto como sonó la campana para el almuerzo, me detuve a visitar a
uno de mis mejores amigos: el bibliotecario escolar.
El
Sr. Hong Suk Chun era un hombre de mediana
edad. Al igual que mis amigos y yo, era un adicto a la lectura, y siempre
parecía tener un libro unido a su mano izquierda.
—Ya
lo terminaste, ¿verdad? —preguntó el Sr. Hong, también era un fan de la serie Otherworld,
lo que lo convertía en el más cool bibliotecario de la vida.
Ya
había discutido el final con Junsu y Tae Gun en el autobús a la escuela por la
mañana. Mis dos amigos estaban indignados por el suspenso en la historia, pero
no estaban tan preocupados como yo sobre lo que iba a pasar con Yunho. Tae Gun
especuló que Shi Il no mataría a Yunho, sino lo convertiría en un vampiro. La
idea me hizo estremecer, Yunho odiaba tanto a los vampiros que si se convertía
en uno, podría estacarse a sí mismo.
—Lo
sé —dijo el Sr. Hong, envió un correo y se volteó a verme—. Sin embargo te puso
más ansioso en la espera del último libro, ¿no? Creo que Jo Dal Hwan hizo un
trabajo excelente en mantener a su público comiéndose las uñas.
—Tienes
razón —admití—. Simplemente no me gusta la idea de comerme las uñas todo un
año.
En
ese momento, él se echó a reír.
El
Sr. Hong había comenzado a trabajar en mi escuela un año antes de que yo
llegara en noveno grado, y había trabajado duro en mantenerlo. La mayor parte
de la colección de la biblioteca tenía más de cuarenta años de antigüedad. El
Sr. Hong utilizaba todo el dinero que tenía en sus manos para comprar más
libros y traer los más recientes. Ponía los más brillantes en la parte
delantera de la biblioteca para atraer a los estudiantes. Iba a todas las
ferias de libros posibles para
conseguir libros gratis, e incluso escribía a los editores pidiendo copias de
muestra.
Si alguien
era un bibliotecario nato, era el Sr. Hong, que es el por qué había estado tan
sorprendido al saber que no había sido su meta originalmente. Él en realidad
tenía una maestría en física, de todas las cosas, y había estado a punto de
comenzar su doctorado cuando el destino —o más bien su amor por los libros—, lo
llevó en una dirección diferente.
—Tengo miedo
de que Jo Dal Hwan mate a Yunho —dije—. Algunas personas en línea están
diciéndolo. No crees que lo vaya a hacer, ¿verdad?
— ¿Quién
sabe lo que está pasando por su cabeza? Mi conjetura es que él ama a Yunho
tanto como nosotros. Y él añade mucha emoción a la historia, mientras que Yoochun
puede ser un poco empalagoso, aunque no me atrevería a decir eso delante de Junsu
o Tae Gun —añadió el Sr. Hong con los ojos brillantes—. La cosa es que Yunho es
un personaje muy oscuro. Él puede que lo vea como una figura trágica... El
tiempo nos lo dirá.
—Vamos,
tienes algunas conexiones con las personas que publican, ¿no? ¿No puedes
redactar una petición con tus amigos bibliotecarios solicitándole a Jo Dal Hwan
darse prisa con el tercer libro y mantener a Yunho con vida?
Él sonrió.
—Sólo es una
posibilidad. Mientras tanto, tengo otro libro para ti, recién salido de la
imprenta.
No había
nada como ser el primero en leer un libro nuevo sin tener que pagar. Si me
gustaba lo suficiente, lo compraba. Pero últimamente me había abstenido de
gastar en libros —a excepción de The
Mists, por supuesto—,
ya que la cafetería donde trabajaba desde hace un año se había ido a la quiebra
en agosto. Había hecho varias solicitudes con mi buen currículum desde
entonces, pero nadie me había contratado.
El
Sr. Hong sacó un libro que estaba debajo del mostrador con la cubierta de una
florería. Era el nuevo libro de Sheila Katz. Sus luminosas y divertidas novelas
chic apelaban mi lado caprichoso.
—Pensé
que sería un buen cambio de ritmo después de Otherworld —explicó.
—Gracias,
Sr. Hong. Voy a cuidarlo bien. —Después de escanear el código de barras y mi
tarjeta de la biblioteca, puse el libro en mi bolso.
—Entonces, Jae.
Aparte de tus preocupaciones por Jung Yunho, ¿va todo bien? — el Sr. Hong tenía
una manera maternal de decir las preguntas, otra cosa que me encantaba de él.
Si querías hablar, adelante. Y si no, no te presionaba. Siempre estaba abierta
la puerta de sus oídos.
Había un
montón de cosas que podía contarle. Por ejemplo, Si Wan volviéndome loco estos
días. O mi papá casi nunca comunicándose, y cómo me dejó de importar si lo
hacía. Pero decirlo no iba a cambiar nada.
—Sí, las
cosas están bien.
El Sr. Hong
me dio una mirada conocedora, pero no insistió.
— ¿Estás
deseando que llegue el baile este viernes?
—Un poco —le
dije con un encogimiento de hombros. Sabía que Junsu y Tae Gun estaban
probablemente discutiendo sobre el baile ahora mismo en nuestra mesa en la
cafetería. Tae Gun queriendo que eligiéramos nuestros trajes, y Junsu adivinando quién
iba con quién. Ninguno de nosotros tenía citas.
A
diferencia de mis amigos, yo nunca había tenido un novio. Sí, un flechazo por
aquí y allá, pero nunca algo serio. Tae Gun había tenido varios novios, y Junsu,
que era súper tímido con los chicos, había salido con un chico del campamento hace
dos veranos. Toda mi experiencia constituía en una especie de beso baboso con
uno de los muchos primos de Tae Gun en su fiesta de cumpleaños el año pasado.
Nunca me llamó, y no le di importancia.
Aunque
nunca se lo admitiría a alguien, leyendo The Mists of Otherworld me
había quedado con un intenso anhelo. ¿Cómo sería tener, me preguntaba, una
cita con alguien como Jung Yunho?
A
medida que pasaba la semana, el entusiasmo de Junsu y Tae Gun por el baile
escolar se comenzó a sentir contagioso. El tiempo era frío y gris todos los
días, así que volvía a casa directamente de la escuela, hacía la tarea, y
escribía mi fan-fic. Para la noche del viernes, estaba más que listo para
salir. Mi yo secreto y romántico esperaba que algún chico lindo de otra escuela
se presentara en el baile y se fijara en mí. Nunca sucedía, por supuesto, pero
me aseguré de verme bien por si acaso. Eso significaba poner alguna clase de
producto en mi cabello húmedo — Si Wan entraría en shock—, y llevar una sutil
camisa que Tae Gun me había regalado por mi cumpleaños.
Junsu,
Tae Gun y yo nos arreglamos en la casa de Junsu, y fuimos en autobús a la
escuela.
El
gimnasio ya estaba lleno cuando llegamos. Una nueva canción de Beyoncé estaba
reproduciéndose, nos dirigimos directamente hacia la pista de baile. Cuando
terminó, otra canción igual de impresionante le siguió. Se sentía bien perderse
en la música y me di una vuelta.
—
¡Hola, chicos! — El Sr. Hong se unió a nuestro triángulo, agitando sus brazos
sobre su cabeza al ritmo de la música.
Unas
pocas personas se rieron y nos señalaron. Está bien, quizás no era muy bien
visto estar bailando con el bibliotecario de la escuela. Pero no me importaba.
Algunas personas eran geniales sin importar la edad que tuvieran. El Sr. Hong
era una.
Bailó
con nosotros hasta el final de la canción, y luego regresó a su puesto en las
puertas del gimnasio. Sin embargo, aún siguió tatareando, aplaudiendo y
sacudiendo sus caderas. Me tuve que reír. No parecía importarle que nuestro
estricto director, el Sr. Hwang, estaba de pie a su lado.
Cuando
una canción lenta empezó, ya me moría de sed, y Tae Gun dijo que sus pies lo
estaban matando. Nos dirigimos hacia las máquinas expendedoras en la parte posterior
del gimnasio. Tae Gun se mantuvo trastabillando en sus zapatos, así que tuvimos
que caminar muy despacio.
Compramos
refrescos, y Tae Gun se apoyó contra la pared, quitándole peso a sus pies.
—Espero
que Changmin llegue pronto, sólo hay una hora más para bailar —dijo irritado,
abriendo su lata de Coca-Cola y tomando un sorbo.
—Él
no va a venir —le dijo Junsu—. Hay una carrera de atletismo este fin de semana.
Tae
Gun se había obsesionado con Shim Changmin durante años. Junsu siempre le
insistía que él lo invitara a salir ya, tanto para nuestra salud como para la
de él, pero Tae Gun nunca había
hecho un movimiento. En secreto, pensaba que era lo mejor. Changmin era guapo,
claro, pero no me agradaba él o cualquiera de sus amigos, también conocidos
como los deportistas, que incluía a Lee Dong Wook, Uhm Ki Joon y Choi Eun Suk. Esos tipos se comportaban como si gobernaran
los pasillos —que, supongo, lo hacían—, y como si fueran un regalo de Dios
—que, definitivamente, no lo eran.
—Changmin no
es el único chico lindo en esta escuela —señalé.
—Um, sí, lo
es —respondió Tae Gun, rodando sus ojos—. Está bien, Jae. Si piensas que hay
más chicos lindos, atrévete a bailar con uno.
—No,
gracias. —Mientras mi mirada se deslizó sobre la pista de baile, me di cuenta
que nadie aquí me inspiraba una mínima emoción. ¡Qué triste era sentir una
mejor conexión con un personaje de ficción que con alguien en la vida real!
Después de
charlar durante unos minutos más, nos dirigimos de nuevo a la pista de baile.
Las sodas nos habían llenado de energía. Tae Gun se quitó sus zapatos y bailó
descalzo, balanceándose alrededor, pero chillando cada vez que alguien le
pisaba los pies.
En el
momento que otro conjunto de canciones lentas se reprodujo, decidimos irnos. El
baile terminaría pronto, de todos modos, así que pensamos apurarnos antes de
que toda la gente saliera al mismo tiempo. Por desgracia, muchos tuvieron la
misma idea.
—Nos vemos
el lunes, Sr. Hong —dije, despidiéndome mientras bostezaba y salíamos del
gimnasio.
— ¿Necesitan
que los lleve a casa? —preguntó.
—No, estamos
bien —le dije.
El viaje en
autobús era parte de la diversión; es donde platicaríamos de lo que pasó. No es
que hubiera pasado algo emocionante, sólo nos gustaba encontrar algo de qué
hablar.
Compramos
algunas botanas en la tienda de comestibles al cruzar la calle antes de subir
al autobús con un grupo de personas de nuestra escuela. Los estudiantes de
primer año se reunieron en la parte de atrás, gritando, arrojando envoltorios
de comida, bebidas y salpicando a todos. El conductor del autobús les dijo que
se calmaran. Me di cuenta de que el siguiente año, Si Wan estaría entre ellos.
Fui el
primero de mis amigos en bajarse del autobús. Otros chicos bajaron al mismo
tiempo, lo cual fue bueno, porque la zona no era muy acogedora en la noche.
Sólo tardaba cinco minutos en llegar a mi edificio, pero la neblina ocasionada
por la fuerte lluvia lo hacía parecer eterno. Caminé rápidamente, ansioso por
pasar el parque.
El parque era
el intento de una zona verde en la ciudad, plantaron algunos árboles y
arbustos. Derribaron un par de edificios en ruinas, y habían sido sustituidos
por una cancha de baloncesto, juegos infantiles y columpios. Estaba desierto a
esa hora de la noche, y la vista de ello envuelto en niebla era espeluznante.
De repente
algo golpeó mi tráquea, quitángdome el aire. Mi cuerpo se tambaleó con la
fuerza del impacto. Alcancé a ver una cabellera blanca y escuché un gruñido
vicioso. Estoy siendo
atacado, pensé y me
congelé por el horror. Un brazo se deslizó alrededor de mí y entonces me movió
tan rápido que sentí como si estuviera volando por el aire.
Una
figura oscura saltó de las sombras y agarró a mi atacante por lo que terminé en
el suelo. Me puse de pie y eché a correr. Podía oír los golpes, maldiciones y
gruñidos casi inhumanos. Un griterío agudo llenó mis oídos, provenía de mí.
—
¿Está bien? —Alguien estaba manteniéndose a mi ritmo justo a mi lado con un
largo abrigo ondeando al viento—. ¿Está herido?
Dejé
de correr. Una cercana farola iluminaba la niebla, y vislumbré la cara del
tipo. Se veía muy familiar, pero no podía reconocer de dónde.
—
¿Adónde se fue él? —Di un grito ahogado, temblando. Recorrí los arbustos,
aterrorizado de que mi atacante saltara en cualquier momento.
—Se
fue corriendo. No pude alcanzarlo.
¿Alcanzarlo?
Este tipo tenía
que estar loco para pensar correr detrás de mí atacante. Me miró, y sentí como
el aire hubiera sido succionado fuera de mí.
Su perfil
era recto y cincelado. Su oscuro cabello castaño y tenía un largo abrigo. Una
línea de Otherworld me vino a la mente:
«El
habría sido clásicamente guapo si no fuera por la expresión pétrea en su
rostro.»
Le
di a mi cabeza una sacudida. Por el amor de Dios. Después de todo lo que había
pasado, todavía estaba pensando en Yunho. Di un respingo, pero su rostro y
figura ahora estaban envueltas en la oscuridad y niebla.
Sólo
fue un espejismo, una forma en que mi mente trató de darme comodidad después
del susto.
Con
las manos temblorosas, me quité de mi cara los mechones salvajes de cabello. No
sabía quién, o qué, me había atacado, y no tenía idea de quién era mi salvador.
Todo lo que sabía era que tenía que llegar a casa.
—Voy
a acompañarlo hasta su puerta —dijo el hombre—. ¿Es éste el camino?
Miré
a mí alrededor, mi mente confundida. Estaba en el otro extremo del parque,
donde estaban las cajas de arena y columpios. ¿Cómo llegué hasta aquí?
¿Corrí tanto? Me tomó un momento orientarme.
—Es
al otro lado, en el edificio de apartamentos.
Casi
tuve que correr para seguirle el paso mientras exploraba la oscuridad en busca
de signos de un nuevo ataque.
—Tuve
suerte de que estuvieras allí —le dije, tratando de recuperar el aliento.
—No
fue suerte —dijo con firmeza—. Lo estaba siguiendo. Lo alcancé justo antes de
que lo agarrara, debo añadir. No me puedo imaginar lo que lo poseyó para romper
el toque de queda y dejarse a usted mismo tan expuesto. No hay excusa para tal
imprudencia.
Estaba
estupefacto. ¿Él me estaba culpando por ser atacado?
—No
estoy rompiendo mi toque de queda. Ni siquiera tengo uno. —Mamá nunca tuvo la
necesidad de imponerme uno. Si Wan, por supuesto, era una historia diferente.
Me lanzó una
mirada furiosa.
— ¿En
verdad? Me pregunto si el consejo de la ciudad lo confirmaría.
No tenía ni
idea de lo que estaba hablando, o por qué hablaba de manera extraña, formal,
pero no me importaba. Tenía problemas más grandes. Habíamos llegado a mi
edificio, y prácticamente corrí a la pesada puerta de vidrio.
—Voy a
llamar a la policía. —Busqué en mi bolsillo la llave—. Espero que les puedas
dar una mejor descripción que yo. —Mis dedos se cerraron alrededor de la llave,
pero mi mano estaba temblando tanto que me llevó varios intentos meterla en la
cerradura.
— ¿Llamar a
la policía? ¿Está loco? Ellos no son nada contra él. Le tienen demasiado miedo.
Me volví a
mirarlo. El área estaba bien iluminada, y por primera vez, pude verlo con
claridad. Y me di cuenta, de nuevo, lo mucho que se parecía a Jung Yunho,
incluso la expresión que llevaba en la portada de The Mists of Otherworld.
—Mira
—le dije—. No sé por qué estabas siguiendo a ese tipo, pero no deberías ponerte
en tal peligro. Podrías terminar herido. —Finalmente había sido capaz de abrir
la puerta, y rápidamente entré en el lobby.
—Tengo
toda la intención de matarlo antes de que él a mí —dijo, después de entrar.
Su
tono serio me inquietó. ¿Estaba bromeando o algo así? Le dejaría a la policía
averiguarlo. Saqué mi celular y lo encendí.
—
¿Qué es eso?
—Un
teléfono celular —dije lentamente, preguntándome qué le pasaba a este tipo. Un
escalofrío subió por mi espalda. Tal vez no debí dejarlo entrar a mi edificio.
—
¿Se refiere a un teléfono? Eso es muy raro... Perdóneme, no sé su nombre.
—Kim
Jaejoong —le contesté automáticamente.
—Yo soy Jung
Yunho. —Él hizo una reverencia—. Para servirle.
kyyaaaaaa!!! por fin se encontraron jajjajaj Jae con su cara de confusión ante la respuesta de Yunho :) definitivamente va a estar tan sorprendido de saber que su personaje favorito a cobrado vida. Me pregunto como fue que esto paso? debe haber un buen motivo para que Yunho cobre vida.
ResponderEliminarGracias por actualizar
Woahhhhh!!! Jaejoong conoció a su amor ficticio!!!! Esta historia está super interesante. Ya me imagino la cara del pobre JaeJoong al saber el nombre de su salvador.
ResponderEliminarMe fascina!! Gracias por adaptarla!!!
ooooooooooooooooooh si su sueño echo realidad y por fin tiene a el mismísimo
ResponderEliminarJung Yunho materializado en vivo y a todo color
creerá jae que es un sueño o que le afecto el ataque y esta viendo visiones
GRACIAS por el capitulo espero el siguiente muy buenos todos no tardes
aun que yo tarde en verlos :) perdón
Al fin ya aparecio Yunho y salvo la vida de Jae
ResponderEliminarwaa ya se encontró con jae xd yo tambn quiero q se me aparezca >y< sggfbjf un sueño hecho realidad ya imagino la carita de jae :3
ResponderEliminargracias x compartir esta genial espero el sig con ansias *0*
¡OmyGosh!!!!!!!!!!!!!!! Es él, es él. ahora mismo creo que a Jae le dará un paro cardiaco, y despues vendrá la negacion total XDDDDDDDDDDDD
ResponderEliminarMuy bueno en definitiva, Gracias
Woooo creo que a Jae se le habria salido los ojos hahah Xd
ResponderEliminarcreo que mas bien se habria quedado en shock hahaha Xd
no se que pensaria solo se que se habria llenado de felicidad hihihih
Gracias por la actu <3
Se conocieron uyyy! No a Jae le va a dar algo.... pero el malo tambien esta en el mundo real eso va a ser problematico ...quiero saber cual sera la reaccion de Jae al saber que esta con Yunho
ResponderEliminarQueeeeeee... Cómo salió Yunho de libro??? Ay esto se está poniendo bueno...
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