martes, 11 de noviembre de 2014

Confiar en un lobo: Capítulo 3

Capítulo Tres

Jaejoong condujo a casa en medio del aturdimiento. Por suerte, había muy poco tráfico en la pequeña ciudad  a esa hora del día. Alcanzó su destino y se detuvo en una entrada sombreada por un enorme roble. Tras dejar aparcado el coche delante del garaje, subió los escalones de la casita que había comprado al principio de llegar a la ciudad.

Tras abrir la puerta principal, entró en el refugio acogedor de su casa y dio un enorme suspiro de alivio. Automáticamente se quitó los zapatos de una patada y dejó caer el bolso y las llaves en la mesita de la entrada, parándose para mirar su reflejo en el espejo que colgaba sobre ella.

«Parezco atontado», pensó. Notó sus labios ligeramente hinchados e inflamados por los besos y los recorrió lentamente con la lengua, mientras rememoraba la sensación de los labios de Yunho sobre los suyos. Su sabor se había aferrado a su boca y él saboreó el oscuro e inolvidable gusto de Yunho. Nunca se había excitado tan rápida y fácilmente en los brazos de un hombre. Una traviesa sonrisilla curvó sus labios mientras sentía el calor pegajoso de sus jugos corporales, como si se hubiera preparado para recibir a Yunho. Sintió que el lento hormigueo del deseo comenzaba a arder más fuerte. Podía asegurar que Yunho sabía cómo besar. Estaba seguro de que Yunho sabía cómo hacer también muchas otras cosas interesantes.

Vagó por el cuarto de estar. Su mobiliario era una mezcla ecléctica de estilos, elegidos por la comodidad y la forma sutil en la que se complementaban los unos a los otros. Los colores eran cálidos y naturales, beige, marrón y dorado con unos vibrantes toques de naranja en la forma de varias alfombras pequeñas. La decoración alentaba la tranquilidad y la comodidad. Agarró rápidamente el teléfono antes de estirarse en el sofá. Cerró los ojos y rememoró la sensación de estar en los brazos de Yunho. Su cuerpo era tan cálido y duro, ¿y la forma en que lo sostenía? Estimulante parecía una palabra demasiado insulsa para describirlo. Lo había rodeado, controlado, todo mientras se aseguraba de su placer. Jaejoong sintió que su cuerpo empezaba a palpitar al pensar en su erección, tan vigorosamente apretada contra su vientre. Su dura longitud había sido completamente impresionante. El vibrador que esperaba escaleras arriba solo alcanzaba, en comparación, un triste segundo puesto, y pensar en utilizarlo le resultó poco atractivo. Con una mueca insatisfecha tomó el teléfono y marcó el número que Yunho le había dado.

Mientras el teléfono sonaba, Jaejoong sintió un temblor de anticipación. Su mano subió por su muslo metiendo la mano entre su ropa. Yunho descolgó al segundo timbrazo. Con solo un hola, el timbre rico y profundo de su voz envió un rayo de necesidad directo a su núcleo ya mojado. Jaejoong cerró los ojos y sofocó un gemido cuando su sexo hinchado floreció como una flor bajo los rayos persuasivos del sol.

—Soy Jaejoong, Yunho —logró decir, esperando que su voz no sonara tan sin aliento como se sentía.

—Hola nene, supongo que llegaste bien a casa. —La voz de Yunho fluyó sobre los sentidos de Jaejoong, inundándolo con deseo.

Aparentemente por propia voluntad, su mano errante se deslizó entre sus piernas y su mano se introdujo bajo la entrepierna húmeda de sus boxers tocando su miembro totalmente excitado.

—Oh, sí, sin problemas. — Jaejoong se mordió el labio mientras su mano se movía, extendiéndola alrededor y sobre su pene tenso. Un estremecimiento travieso sacudió su espina dorsal mientras se arqueaba como reacción.

—Si te parece bien pienso que podríamos ir al restaurante —declaró Yunho —. Me apetece uno de sus filetes.

—Suena bien —logró decir él. El incremento acelerado de su necesidad apretó su garganta, haciéndole casi imposible hablar. Tenía una voz ronca de dormitorio.

Hubo una pausa al otro lado de la línea telefónica.

—Jaejoong, nene, ¿qué estás haciendo? —La voz de Yunho se había profundizado, resbalando sedosamente por su cuerpo.

Jaejoong se quedó helado.

—Nada.

Yunho lo sabía. De alguna forma lo sabía. No estaba seguro de si derretirse por la humillación o por la estimulación.

—Sé que te excité en el aparcamiento. ¿No estarás tocándote, verdad? ¿Estás húmedo, corazón? —Su voz era perezosa y caliente.

— ¡Yunho, eso es obsceno! —Viéndose atrapado, Jaejoong no estaba todavía listo para confesárselo. Quería desesperadamente negar la necesidad que recorría su cuerpo. No podía. La suave mano estaba colocada sobre su miembro, manipulando suavemente el nudo sensibilizado.

—No hay nada obsceno en ello, Jaejoong. Lo verdaderamente obsceno sería que negaras tus necesidades, que te negaras el placer. Puedo estar ahí en quince minutos, nene —engatusó él—. No hay nada que quiera más que ver tu placer.

La indecisión se amotinó junto con una fusión hormonal pendiente.

—Yunho, yo… yo no estoy preparado para eso —jadeó Jaejoong.

—Entonces déjame ayudarte en esto, cariño, ahora mismo. —Un hilo acalorado de excitación serpenteaba por la profunda calma de su voz—. ¿Están fuera tus boxers?

Jaejoong sintió que su pene se apretaba ante su descaro.

— ¡Oh, Dios… no! —admitió él. Su respiración y el latido de su corazón comenzaron a acelerarse.

—Quítatelos para mí, nene —lo engatusó Yunho—. En mi mente te estoy viendo tumbado ahí, con tus muslos bien abiertos y tu dulce y húmeda entrada expuesta a mí. Tienes unos dedos bellos, Jaejoong. Puedo verlos hundiéndose en tu apretada entrada mientras te follas a ti mismo.

—No creo que pueda hacer esto. — Jaejoong estaba anonadado por cuán rápidamente había crecido su necesidad. Su sexo se sentía abierto, ansioso por ser llenado. Compartir esto con Yunho le hacía sentirse salvaje, y aun así tenía miedo de exponer tanto de sí mismo. Miedo de lo que pensaría Yunho de él.

—Sí puedes, corazón. Nos daremos placer el uno al otro. Solo cierra los ojos y escucha el sonido de mi voz. Ahora quítate esos boxers, nene.

El ardiente gruñido sexual de su voz lo puso en acción. Alzando las caderas Jaejoong deslizó sus pantalones y sus boxers por las piernas y se los sacó por los pies, arrojándolos al suelo. Separó bien los muslos y hundió los dedos en su preparado canal. Un gemido entrecortado abandonó sus labios separados y voló su camino por la línea telefónica hasta Yunho. A él volvió su respuesta en forma de gruñido de satisfacción.

—Así es, corazón. Se siente uno tan bien, ¿verdad nene? Estoy ahí mismo contigo. —El ardiente susurro sensual de la voz de Yunho fluyó sobre Jaejoong —. Nuestros dedos están profundamente sepultados en tu entrada. Saca nuestros dedos y deslízalos, Jaejoong.

Jaejoong estaba indefenso contra su necesidad furiosa y los dictados acalorados de Yunho. Obedeció y gritó ante el aturdidor pulso de placer que contraía su canal cremoso.

— ¡Yunho, oh Dios, Yunho! —gritó él locamente.

— ¿Estás tan cerca, Jaejoong? Maldición, nene, estás matándome. Escúchame, Jaejoong. Estoy frotando mi polla. Es grande, gruesa y larga, y está lista para explotar solo para ti. Yo te estoy tocando y tú me estás tocando. Nuestros dedos envuelven fuertemente mi pene y estamos apretando y bombeando. Voy a correrme en tus manos.

La imagen repentina de Yunho en cueros y con una enorme erección causó que otro chorro de espeso líquido empalagoso cubriera los dedos investigadores de Jaejoong mientras hundía sus dedos en su entrada y masajeaba su propio miembro.

— ¿Yunho, realmente estás acariciando tu pene? —Su voz era tensa y temblaba de excitación.

— ¡Oh, sí, nene! ¿Te gusta eso, Jaejoong? ¿Te gustaría mirarme alguna vez, corazón?

Jaejoong gimió, su sexo se contrajo y derramó más crema ante el pensamiento de mirar a Yunho mientras se masturbaba.

—Síiii —silbó él —. ¿Harías eso por mí? ¿Dejarme mirarte?

—Sabes que lo haría, Jaejoong. Lo que necesites, nene, lo que quieras. Desliza tus dedos de vuelta al interior de esa apretada entrada. Esos son mis dedos, Jaejoong. Pronto mi polla estará dentro de ti. Estoy entre tus muslos, Jaejoong. Ahora vamos a follar, nene. Ahora.

Jaejoong continuó con sus dedos entrando y saliendo del pasaje, luego los deslizaba sobre el duro miembro una y otra vez. Sus caderas se ondulaban mecánicamente mientras unos quejidos y gemidos sin aliento quemaban la línea telefónica.

— ¿Estás listo para correrte, Jaejoong? Déjame oírte, nene. Córrete para mí.

Jaejoong visualizó a Yunho acariciando enérgicamente la longitud gruesa y dura de su pene. Podía oír el jadeo de su respiración. Su ascenso desesperado al clímax se convirtió en el de él cuando ambos trabajaron juntos. La inundación física y mental, combinada con el gráfico tono sensual de su voz mientras lo lisonjeaba, enviaron a Jaejoong en una zambullida sobre el borde.


* * * * *

Yunho no había anticipado el estado físico de Jaejoong cuando él llamó. Saber que lo había excitado hasta el punto de que estaba deseoso de auto complacerse al teléfono con su estímulo, era bastante para hacerle aullar. Sus jadeos roncos y jadeantes estaban enviando estremecimientos de pura lujuria directos a su tenso pene.

Con una mano sostuvo el teléfono, desabotonando con habilidad la camisa. Liberó el botón de la parte superior de sus vaqueros y deslizó con cuidado la cremallera sobre un pene que temblaba por liberarse. Sacó el faldón de la camisa y liberó su total y dolorosa erección. Con un suspiro se colocó en el sofá. Su ingle se tensó con anticipación cuando sus suaves gemidos volaron cual fantasmas sobre la línea telefónica.

Estaba encantado, instruyéndolo y lisonjeándolo, escuchando sus reacciones sin aliento mientras Jaejoong  se tocaba el cuerpo que, sabía, pronto sería de él. Al mismo tiempo frotaba su hinchado pene, imaginando las manos y la boca de Jaejoong trabajando sobre él, complaciéndole. La presión creció, ansiaba correrse, pero esperó, esperó por Jaejoong. Finalmente, a un pelo de la liberación, el aullido de Jaejoong rompió el control de Yunho y su propio grito estrangulado de placer se unió al de él

Disparó chorro tras chorro de espeso semen cremoso sobre su mano y el estómago duro como una roca que quedaba expuesto por su camisa abierta y sus vaqueros. Al oír un largo «Mmmm» de placer, sonrió perezosamente. Los suspiros de satisfacción de Jaejoong  acentuaban su propio placer. Una alegría pura llenó su ser. Su compañero no solo era bello, sino que estaba lleno de un fuego que podría hacer arder a un hombre hasta convertirlo en cenizas. La vida nunca había sido tan dulce.

Reinó el silencio salvo por el jadeo de dos personas que se recobraban del nirvana.

Jaejoong gruñó suavemente cuando lo recorrieron múltiples réplicas. Montó las ondulaciones decrecientes mientras lo bajaban gentilmente a la realidad. Cuando su cabeza se aclaró, comenzó a sentirse conmocionado ante lo que acababa de hacer. ¿Cómo podía haber sido tan descarado? Acabada de enzarzarse en un combate ardiente de sexo con un hombre con el que ni siquiera había tenido una cita. ¿Qué debía de estar pensando él? ¿Qué hacía esto con cualquiera? Lo había perdido antes de que tuvieran siquiera una oportunidad. Se giró para tumbarse de costado y habló suavemente al receptor.

—Debes de pensar que soy un guarro.

Un silencio momentáneo siguió a su declaración, mientras esperaba la condenación de él. Las lágrimas llenaron sus ojos.

—Si alguna vez dices eso de nuevo, azotaré tu dulce trasero tan fuerte que no serás capaz de sentarte en una semana. —La voz de Yunho era severa mientras pronunciaba la reprimenda—. ¿Está eso claro?

Jaejoong sintió que la garganta se le cerraba mientras las lágrimas nublaban sus grandes ojos rasgados.

—Respóndeme, Jaejoong —ordenó él.

—Sí, está claro.

Hubo una pausa momentánea antes de que hablara Yunho.

—Lo que yo pienso, corazón, es que eres un hombre cálido y sensual que acaba de compartir una experiencia bella, excitante y manifiestamente increíble conmigo. Me siento humilde ante tu regalo, Jaejoong.

—Yunho —susurró él, luchando por mantener la compostura y no volverse un charco lloroso de baba sentimental—. Eso es lo más dulce que me ha dicho nunca nadie.

— ¿No vas a llorar, verdad nene? —Su tono calmante lo acunó— Dime que estás bien o voy para allá ahora mismo. No quiero que estés trastornado.

Jaejoong pudo oír el cariño y la preocupación en la voz de Yunho y lo hizo sonreír.

—Estoy bien. No necesitas lanzarte a la carga hacia aquí.

— ¿Estás seguro?

—Sí.

— ¿Realmente seguro?
Jaejoong se rió brevemente. La preocupación de Yunho lo llenó con una calidez diferente de la que acababan de compartir.
—Sí, estoy realmente seguro.
—Entonces te recogeré mañana a las siete, Jaejoong. Duerme bien esta noche, nene. Sueña conmigo.

— ¿Es eso una orden? —bromeó él.

—Una firme sugerencia —replicó Yunho.

—En tal caso pensaré en ello —concedió él —. Buenas noches, Yunho.

Con el «buenas noches, corazón» de Yunho haciendo asomar una sonrisa a sus labios, Jaejoong golpeó el botón de conversación en el teléfono, cortando la conexión. Yunho había sido muy dulce y comprensivo. Y tan dominante. Abrazó fuertemente la felicidad que surgía en él. Había ansiado subconsciente un hombre que tuviera la confianza y la fuerza de carácter para dominarlo, no con crueldad, sino con amor y preocupación. Y todas esas palabras de cariño, pensó. Corazón, nene, dulzura.

—Me gusta —murmuró él, y se estiró lujuriosamente en el sofá. Se alzó, recogió sus boxers y sus pantalones desechados y se dirigió al baño para una agradable ducha caliente.

Por el camino le asaltó una revelación.

—Me corrí sin un vibrador. ¡Sí!

14 comentarios:

  1. jajajjaj muy bien hecho Jae, si que fue un gran logro jajajaja se pasan esos dos no pueden estar un momento sin ser tan descarados y calientes.
    Bueno pero ese es nuestro yunjae, siempre incansable jajajjaj esos dos se tienen tantas ganas.

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  2. que hermoso es yunho muy cariñoso y dulce con jae
    yo que jae le hubiera dicho a yunho que viniera hubiera sido mucho mejor que el lo tocara y le hiciera lo que se le ocurriera si me desbarato con tanta ternura que lo trato y magínatelo en persona tratandote con tanta delicadeza y amor aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah yo quiero un novio como yunho
    como envidio a jae por que el si lo puede tener y yo no :) suertudote
    GRACIAS POR COMPARTIR sigo leyendo bye

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  3. jajaja mori con lo ultimo xDD
    yunho es un amorr quien no quisiera un hombre asi ! sabe como tratar a jae con amor se lo esta demostrando cuan cariñoso pero al mismo tiempo dominante puede ser adadasd esta genial gracias x compartir ^^

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  4. hahahahaha Jaejoong nunca mas va necesitar ni utilizar ese bendito vibrador XDD! ~~ que tal sesión de sexo telefónico (*///*) .
    Yunho es lo máximo :3

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  5. Yunho es tan dulce y cariñoso con Jae,y se ve que a Jae le afecto su encuentro con Yunho.
    Vaya sesion de sexo telefonico tuvieron esos 2 hubiera sido mejor si Yunho hubiera ido personalmente a casa de Jae.

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  6. Sexo telefónico!!! Ah ese Yunho todo un domador de hombres. Que bien que JaeJoong se dio cuenta de lo dulce y cariñoso que YunHo es.
    gracias por el capitulo

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  7. xDDDDDDDDDDDD
    ok.......la ultima frase, fue unica.............xD
    ellos van rapido, apenas una cita y ya llegaron a las llamadas de telefono.
    Gracias por el capitulo.....*w*

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  8. Hahahahahah Que abiertos que confianzas que pillan, que rapido que avanzan este par de enamorados <3

    Gracias por la actu

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  9. Las frases de Jae me hacen reir y su loca relacion con el vibrador tambien .... XD ... Yunho es muy cariñoso y protector con Jae ... espero que Jae acepte bien todo lo que YUNHO es ... graciias por el capitulo actualiza pronto!!!

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  10. qué ??""!!!!!! sexo telefónico?????' pero qué bien empieza ésto.
    están tan cachondos ambos que no pueden parar
    Jae no sabes lo que te espera con tu Yunho
    quisiera leer más ymás
    por favor no tardes en actualizar.
    ví que y pasó más de 7 meses que no lo haces y eso me frustra porque quiero saber cómo sigue la historia.
    muchas gracias por tu trabajo, y ojalá sigas haciéndolo pronto.

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  11. Q caliente estuvo este capítulo y eso q solo fue x teléfono....ósea...q mos espera de lemon cuando se encuentren frente a frente?? Ayyy seguiré leyendo...gracias

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  12. Ohhh a jj ya le gusto jejejej que cosas jejeje todo estuvo wow hot... actualiza porfis

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  13. Que ardiente YunJae, "Los suspiros de satisfacción de Jaejoong acentuaban su propio placer. Una alegría pura llenó su ser. Su compañero no solo era bello, sino que estaba lleno de un fuego que podría hacer arder a un hombre hasta convertirlo en cenizas". La pasión pura, y eso que solo fue por teléfono, bueno y después del arrepentimiento y el regaño por ello, parece ser que Jae se ha dado cuenta que no es frigido como creía, y Yunho dulce y eroticamente se lo ha demostrado.

    Gracias por tan candente y dulce capítulo!!!💕💞

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  14. Me encantó la inocencia de Jaejoong... Me. Corrí sin un vibrador!! Jajajajajajaja fue dulce e hilarante... Y un capitulo muy caliente y eso que solo fue sexo telefónico

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