Capítulo 5
Él siempre tenía el mismo sueño cuando estaba
ansioso o con miedo. Y ese sueño vino a atormentarlo esa noche.
Él era un niño de siete
años, parado en las escaleras de la fortaleza,
pestañeando por la brillante luz del sol matutina. Podía oír los
sonidos de las risas infantiles, los chillidos y los gritos, y Jaejoong sonrió ante esos sonidos
alegres, se daba vuelta para localizar
su fuente. Veía un grupo de niños y
niñas, de su propia edad y hasta doce años, todos niños conocidos de la aldea
con quienes él había crecido. Su medio hermano, Karam, dos años mayor que él, jugaba con ellos.
Jaejoong levantó sus
faldas y corría hacia ellos. Rápidamente se metió en el juego. Un niño llamado
Redric era el gallito ciego, y Jaejoong quería evitar tocar sus manos extendidas,
en medio de los gritos y las risas.
En medio de la confusión, él chocó con Karam y lo hizo caer al pasto.
Karam gritaba, y todos se detenían para reunirse alrededor de él y ver la
herida en su rodilla.
Jaejoong inmediatamente
se sentía arrepentido.
—Lo siento, Karam, yo
no...
— ¡Tú me empujaste!
—Yo no quise...
— ¡Él me empujó!
—Karam— Redric dijo,
siendo el más grande, de casi trece años, fue un accidente. — Déjame ayudarte.
Los ojos de Karam se llenaban de lágrimas.
— ¿Quién te pidió que
jugaras?
Jaejoong sintió una
puñalada familiar y retrocedió un paso.
— Iré a buscar a la abuela —
él se ofreció, queriendo ayudar a Karam, deseando con todo su corazón no
haber lastimado a su hermano, desesperadamente queriendo hacer lo correcto. El único
problema era que nunca sería lo correcto, porque Karam parecía odiarlo.
— ¡No!—Karam gritó. —
¡Mi mamá dice que ella es una bruja, y no aceptaré que esa bruja me toque!
Ahí estaba la palabra
odiada, y Jaejoong se sentía tensarse interiormente. Era una palabra que él
había oído susurrar alrededor de él para toda su vida. Por confusión y por
miedo, él siempre había cerrado sus oídos
a ese insulto.
—Ella no es una bruja— Jaejoong
logró decir.
— Mi mamá dice eso,
todos dicen eso — Karam gritó. Los niños que habían jugado con ellos comenzaron a moverse incómodamente, y
había un murmullo de acuerdo.
—Mi mamá dice lo mismo —
dijo una niña dijo rápidamente.
Karam se puso de pie.
—Vete, Jaejoong. Tú no puedes
jugar con nosotros.
Jaejoong no se movía,
pero sentía que un rubor lento subía a su rostro. Él le lanzaba una mirada a los otros.
—Él puede jugar — Redric
dijo. —Vamos comenzar nuevamente.
Los niños se
dispersaban.
— ¡Yo no jugaré con un
brujo!— Karam gritó.
Jaejoong se congeló. Él parpadeó
azorado mirando a su hermano, no entendiendo, seguro de que había oído mal.
Karam lo burlaba.
— ¡Brujo!
Jaejoong dobló sus brazos
sobre su pecho.
—No lo soy.
— ¡Brujo! ¡Todos dicen
eso! ¡Brujo!
Jaejoong estaba por
llorar. Karam no quería decir eso. No era verdad. Él luchó por retener
las lágrimas. Los niños estaban mirándolo fijamente, algunos con curiosidad,
pero Redric y una niña con incomodidad. Un silencio largo descendió en el lugar,
luego Redric lo rompió.
—No es verdad, — él decidió.
Una niña, también de
doce años, lo miró.
—Oí eso también. Tal vez no deberíamos dejarlo
jugar con nosotros.
Jaejoong miró al suelo.
—No lo soy — él logró
decir. Lágrimas calientes ardían en sus ojos. Pero podía oír la palabra
repetida por Karam, un eco familiar, tan familiar como atemorizante. Estaba
asustado. Él miró hacia arriba, secando sus ojos.
Jaejoong despertó.
Su corazón estaba latiendo violentamente, y
sintió el calor de un rubor intenso. Como siempre, había lágrimas en sus ojos,
lágrimas, él supuso, por el primer contacto de un niño con una cruda y dolorosa realidad. Pues
el sueño no sólo era una pesadilla, había sucedido, exactamente como él lo
soñaba.
Y después de eso, los niños se habían alejado
de él. Ellos no dejaban que él se uniese a sus juegos, y si él lo intentaba,
ellos dejaban de jugar y se dispersaban. Y entonces allí estaba Karam, siempre
lanzando ese insulto vil, lanzándoselo a la cara.
— ¡Brujo!
Jaejoong se sentó. Él deseó que su padre
todavía estuviese vivo. Podía recordarse
corriendo hacia él llorando, y cuando él lo había alzado acunándolo en
sus brazos, él le había implorado saber la verdad.
— ¿soy un brujo, Papá? ¿Verdad que no?
Él había vacilado. Jaejoong se había aferrado
a él, esperando lo peor, de repente sabiendo que eso era verdad.
—No,
mi dulce — él había dicho, levantando
su mentón. —No eres un brujo, y no dejaré
que nadie te haga pensar lo contrario.
Los instintos de un niño son tal vez más
precisos que los de un adulto, sin estar afectados por ideas preconcebidas, y Jaejoong
había presentido el tumulto emocional de su padre, su falta de seguridad. No
había sido calmado. No había sido tranquilizado. Había quedado más confundido que nunca. Era
una dura realidad para que un niño enfrentase, pero todos lo consideraban un
brujo.
Jaejoong no sabía si era verdad o no. Se
había aferrado obstinadamente a la negación de
su padre, y había comenzado a evitar a los otros niños, quienes, rápidamente
se habían sometido al liderazgo de Karam, pues ellos también temían ser rotulados cruelmente por él. Jaejoong
había pasado más tiempo con su abuela, ayudándola a preparar sus mezclas curativas, y había pasado mucho tiempo solo, en el bosque o en los
establos, siempre con el nuevo perro de caza favorito de Yoochun, quien se
había convertido su compañero fiel y constante.
El tiempo cura todas las heridas, y Jaejoong adaptó
a su nueva condición. La persecución de
sus pares había cesado cuando ellos se habían convertido en adultos jóvenes,
cuando se fueron casando, formando sus familias, y asumiendo las
responsabilidades como siervos del lord. Jaejoong se había convertido tan
experto como su abuela en el arte de curar, y era muy requerido. Era tratado
con una mezcla de temor, nerviosismo, y familiaridad que era también amigable.
Y entonces su padre había decidido que era el momento que él se casase, y había
comenzado a buscar un marido para él.
Entonces la vida le había dado otro golpe,
otra fea realidad para enfrentar. Jaejoong había sobrevivido a eso también, de la misma manera
que ahora sobreviviría a esto. Él levantó y giró hacia la puerta de la tienda, que
admitía los primeros rayos de sol del amanecer.
Realizó sus abluciones matutinas usando una fuente con agua que le habían dejado,
luego salió.
El hombre de guardia inmediatamente dio un
paso al costado, dando una mirada apurada en su dirección. Jaejoong lo ignoró,
habiendo aguantado ese tipo de
comportamiento toda su vida y por los
recuerdos frescos de su sueño. Él miró a los normandos levantar el campamento. Y, como un metal atraído por un imán, él se encontró
mirándolo.
Yunho estaba en una profunda discusión con Changmin,
el caballero al que Jaejoong le había dado poción la noche anterior. Pero su
mirada estaba focalizada en él.
Jaejoong sintió la inundación inmediata de
recuerdos. Como Yunho lo había aprisionado en su abrazo, con su fuerza superior probando su dominio sobre él, su
castigo, un beso feroz y caliente. Dios
Santo, Jaejoong había reaccionado tan lamentablemente como una liebre acorralada y atemorizada. Jaejoong se endureció con el recuerdo, rabia y agitación
hicieron hervir su sangre. Si él se
atreviese a tocarlo nuevamente, le arrancaría los ojos. Y esa vez él no erraría
su objetivo Jaejoong se estremeció, mirándolo nuevamente.
Yunho no sonrió, pero abruptamente, comenzó a
caminar con pasos largos hacia él. Jaejoong sintió que se paralizaba.
No quería que Yunho lo abordase. No quería
conversar con él, ni siquiera verlo. Pero no podía moverse. Y ahora estaba
siendo asaltado con preocupaciones.
Ellos estaban cerca de su destino, que
normalmente era su santuario. Karam vendría a saludarlos, y Yunho descubriría
su engaño. Jaejoong sabía que él era, como cualquier hombre, orgulloso, y no
tomaría de un modo leve el haber sido engañado. Se sentiría humillado y enojado
por haber hecho el papel de idiota. Claro que sabía que su rabia disminuiría,
pues se sentiría aliviado de tener que casarse con Karam, y no con él. Pero hasta que Yunho se calmase, ¿él estaría en
peligro?
¿Y cómo él podría ayudar a su hermano a
evitar el casamiento con ese hombre?
¿Y qué sucedería con sus hermanos? ¿Yunho sabía
algo? Jaejoong se dio cuenta que él conocería a sus hermanos más que cualquier
otro, pues estaba muy cerca de Siwon el Conquistador, pero ¿cómo podría él
ganarse su benevolencia para atreverse a preguntarle y estar seguro de recibir la verdad como
respuesta? Él era tan astuto,
seguramente cuando notase que él estaba desesperado por noticias de sus
hermanos, Yunho usaría su posición como un factor de poder sobre él. Y sin
embargo tenía que preguntarle porque se estaba
muriendo por saber algo cualquier
cosa de sus hermanos.
Yunho hizo una pausa delante de él, sus
ojos cafés estudiaron su rostro.
— ¿Pasaste por una buena noche?
Y Jaejoong podía sentir sus mejillas
ruborizándose.
—Si…
—Vacilas. Tal vez... — él sonrió — no
dormiste bien. ¿Tal vez tus sueños estuvieron
poblados conmigo?— ¡Nunca le preguntaría nada a ese hombre arrogante!
—Dormí muy bien.
Yunho lo estudió. Su mirada se movió hacia su
boca.
—Entonces te envidio.
Su intención era clara. Jaejoong se ruborizó
profundamente.
Yunho abruptamente giró.
—Partiremos en media hora.
Jaejoong observó
su espalda, sus hombros anchos, sus estrechas caderas. No era lo
que él había pensado, Yunho no había querido
decir lo que Jaejoong había interpretado. ¿O sí?
pobre sito Jae desde chiquito siempre lo han rechazado espero que ese Karam se quede sin Yunho
ResponderEliminarahora que Yunho a probado a Jae se case con el por que después de conocer a Jae dudo que se quiera casar con otro que no sea Jae
espero que Yunho no este muy molesto con Jae por lo que le hizo a Min al fin que eso dio motivo a que se acerque mas a Jae y de paso probar sus labios y eso a de tener a Yunho en vela por recordar el sabor de Jae y supongo que lo a de desear mas que antes
estoy segura que después de ese beso Yunho estará mas sobre Jae y espero que eso sirva para que Jae sepa algo de sus hermanos si no por Yunho por Min
Gracias
Muchas gracias por actualizar ❤
ResponderEliminarEstaba esperando 😁
Pobre jae que feo crecer rechazado por sus hermanos : (
Gracias por el capi 😍
Pues ojala que si, que Jae le haya robado el sueño😁😁😁
ResponderEliminarQue malo y cruel es Karam con Jae, se ve que desde niños le tiene celos y envidia.
Gracias!!! 💗💕💞