Capítulo Seis
El hombre que entró en la habitación con
cuatro grandes guardias de seguridad uniformados de negro, se parecía mucho a Yunho,
enojado observó en silencio la sala. Jaejoong miró a sus ojos durante largos
segundos, olfateó el aire, estrechando los ojos hacia él, notó que Ali estaba
en cuclillas junto a él, y finalmente centró su atención en Yunho.
―Argis Yunho se niega a permitir que me lleve a
mi humano vinculado, Argis Ral. ― Changmin se había calmado lo suficiente como para no
gruñir.
―Él lo ha acusado de avergonzarlo―gruñó Yunho, evidentemente, todavía enojado. ― Entré en mi casa, y vi que él y dos de sus hombres lo
mantenían sujeta, Ral. Lo habían desnudado de cintura para abajo, exponiendo su
cuerpo a la vista. Él me contó que lo iba a compartir con sus hombres cuando se
lo llevara a su nave.
El gran Zorn llamado Ral palideció
visiblemente en estado de shock, sus brillantes ojos se fijaron en Changmin.
― ¿Esto es cierto? Él es humano. Soy consciente
de que Hyun Joong estaba vinculado a él, y que él murió. Lamentamos su pérdida.
Hyun Joong era un amigo al que respetaba mucho. Me dijeron que había aceptado
un acuerdo de vinculación con este hombre, y sé que él no es un criad. No
puedes compartirlo con otros hombres.
―Él me ha avergonzado
― ¿Cómo? ― Yunho dio un paso amenazador hacia adelante. ― Él sigue diciendo eso, pero se negó a declarar el por qué.
Enderezando los hombros, Changmin miró a Yunho.
― Tengo informes de su comportamiento,
exponiendo su cuerpo a los hombres, y permitiendo que muchos de ellos lo
monten.
―Eso no es verdad―, gruñó Yunho. ― ¿Qué informes? ¿Ali? levántate. Has pasado
todo el tiempo con Jaejoong. Dile la verdad.
Ali asustada se levantó lentamente.
― Eso no es cierto Changmin. Jaejoong sólo salió
de la casa una vez, cuando Argis Yunho lo llevó a hacer sus compras. Él no ha
tenido ningún otro contacto con varones a excepción de Argis Yunho. Ni siquiera
ha hablado con los guardias.
Con un gesto desfigurando sus rasgos Changmin.
― Tengo mis informes.
― ¿Quién te dijo eso? ― Yunho avanzó más, mirando furioso.
Changmin se indigestó.
― Fue el vinculado de Argis Yunho. Su humano
contactó conmigo en mi nave diciéndome que mi humano se estaba comportando de
esta manera, y que él fue testigo de cómo lo montaban los hombres en el patio
trasero, mientras su vinculado, Argis Yunho no estaba presente para evitarlo.
Su prometido no quería avergonzarlo contándoselo, por lo que se puso en contacto
conmigo para que viniera a buscar a mi humano antes de que se supiera la
vergüenza que nos causaba a ambos.
Shock atravesó la habitación. Jaejoong tenía
ganas de matar al puto alto, delgado, con pelo de color rojo que le había dicho
a Changmin un montón de falsas mentiras.
― ¡So Joon! ― Yunho rugió su nombre.
En cuestión de minutos, un pálido So Joon salió
del pasillo con los brazos cruzados sobre el pecho, mirando nervioso.
― ¿Sí? ¿Me llamabas?
Yunho dudó antes de acecharlo poco a poco.
― ¿Contactaste a Changmin en su nave? ¿Le
mentiste?
Él sacudió la cabeza.
― No tengo idea de lo qué estás hablando.
Changmin quedó sin aliento.
― Fue él el mentiroso. Él es el que habló.
Todo el cuerpo de Yunho se estremeció al
tiempo que miraba a So Joon.
― Dime la verdad.
―No tengo ni idea de lo que está diciendo. ― So Joon mantuvo la cabeza alta, mirando a Yunho.
―Él se puso en contacto conmigo en la vid ― gruñó Changmin. ―Revisa sus registros. Los vids venían de su
casa y él contactó conmigo dos veces para decirme que mi humano estaba siendo
follado por muchos hombres, y que me estaba avergonzando comportándose así en
la casa de un Argis.
Ral se aclaró la garganta.
― Parece que alguien está mintiendo.
Yunho gruñó, mirando a So Joon.
― No es alguien. Explícate ahora, So Joon. Esto
no es un juego. Esto es serio.
―Bueno, como tú no conseguías que se fuera de
aquí, me puse en contacto con este tipo. ― Él señaló a Changmin. ― Él no tenía ninguna maldita prisa en venir, así que pensé que
si le decía que él estaba follando todo lo que se movía, vendría. Ese perro es
grosero conmigo, Yunho. Esta es mi maldita casa y no me voy a largar, esto es
realmente culpa tuya por hacerme hacer algo tan drástico.
Yunho se apartó. Respiraba con dificultad mientras
se dirigía a la pared de enfrente, y respiraba profundamente. Podía sentirse la
ira derramarse de su cuerpo.
― ¿Entonces, el humano me mintió? ― Changmin gruñó. ― ¿Mi futuro vinculado no me ha avergonzado?
Ral parecía enojado.
― Parece que no lo hizo. Parece que mi hermano
se ha prometido con un ovolion
― ¿Qué demonios acabas de llamarme? ― So Joon miró a Ral. ― ¿Y quién coño te crees que eres para mirarme
así?
―Un ovolion, ― Yunho gruñó girándose, ― es una persona sin honor que dice mentiras para crear
problemas a todos los que están a su alrededor. Ellos son lo peor de la
sociedad. ― Gruñó. ―Vete a la habitación ahora mismo.
―A la mierda. ― So Joo lo miró. ― No me digas qué hacer, y no me hables en ese tono nunca más.
Yunho gritó, dando dos pasos hacia So Joon,
mirándolo enfurecido. Él gritó, giro alrededor, y corrió por el pasillo hacia
el dormitorio. Estaba temblando, y su respiración era pesada cuando se detuvo.
Ral vaciló un segundo antes de caminar hasta el lado de Yunho, para colocar una
gran mano en el hombro de su hermano.
―Calma.
―Él mintió.
―Lo sé. ― Suspiró Ral. ―No puedo imaginarme lo que estás pasando ahora
mismo, pero necesitas calmarte. Él es un hombre, y es tu vinculado.
La cabeza de Yunho cayó hacia adelante y sus
hombros se hundieron, no podía moverse, o hablar. Parecía roto, y a Jaejoong se
le desgarraba el corazón. Él era un hombre tan bueno, y So Joon lo había
traicionado una vez más. Los hombres Zorn eran orgullosos y honrados, y Yunho se
sentía avergonzado de So Joon y sus acciones. Que lo hiciera delante de otros
hombres tenía que ser muy humillante.
―Voy a llevarme al humano ―, dijo en voz baja Changmin. ― Obviamente, yo estaba mal informado.
La cabeza de Yunho se quebró hasta que el
terror golpeó a Jaejoong. Él no quería ir con Changmin. El tipo era un idiota
que ni siquiera le había dado la oportunidad de defenderse de las acusaciones
en su contra, acababa de asumir la culpa por su parte, al instante. Él lo había
atacado, hizo que sus hombres le hicieran hematomas en sus brazos, y había
arrancado sus pantalones. Lo había amenazado con castigarla compartiéndolo con
sus hombres, y para colmo, lo había llamado "eso". Él no quería ir a
ninguna parte con él. Con la ira quemando en sus brillantes ojos, Yunho se giró
lentamente.
― Tú no vas a llevártelo de mi casa.
Jaejoong sentía que lo inundaba la gratitud.
― Gracias a Dios.
Changmin frunció el ceño.
―No puedes impedirme tener lo que es mío. Ha
sido absuelto de los delitos, y no tiene ninguna necesidad de tu protección por
más tiempo ahora que no será castigado.
Yunho volvió la atención a Jaejoong, la rabia
seguía mostrándose en sus ojos mientras sus miradas se entrelazaban.
― ¿Quieres estar vinculado a él?
―No, ― él sacudió la cabeza. ― Por favor, no dejes que me lleve .Yo no quiero tener nada que
ver con él.
Él le hizo un gesto, cambiando su atención y
con la expresión endurecida miró a Changmin.
―Él se queda conmigo.
―Rever― dijo en voz baja Ral. ―Él es su vinculado.
―Huele su miedo, ― gruñó Yunho. ―Él iba a compartirlo con sus hombres, lo atacó
sin darle oportunidad de defenderse de los cargos. Él entró aquí asumiendo que
él era culpable, dejó que sus hombres lo tocaran, obligándolo a desnudarse
frente a otros hombres. Él no va a salir de mi casa. Extiendo mi protección
hacia él. ― Yunho miró a su hermano.
Ral respiró hondo, mirando a su hermano, y
entonces prestó toda su atención a Changmin.
― Tal vez deberías dejar que las cosas se
calmen. El humano huele a miedo, y Yunho lo protege desde que ha estado bajo su
techo. Irnos durante un par de horas disminuirá la tensión, y entonces podrás
recogerlo.
―Mi nave está a la espera, y lo quiero ahora. ― Respondió Changmin enojado.
Ral se dirigió hacia el hombre.
― Vamos a tomar una copa y comer juntos. Yunho está
nervioso y es necesario que las cosas se tranquilicen antes de recogerlo. Como
Argis, insisto.
Changmin, asintió con la cabeza y dirigiéndose
a Jaejoong, le dijo:
― Prepárate para salir de esta casa en pocas
horas. Tú eres mío y te llevaré de vuelta a mi nave, conmigo.
Jaejoong miró con horror a Changmin, congelado.
Ral se llevó a todos los guardias de Changmin con él cuando salió de la
habitación. Cuando la puerta de entrada se cerró con fuerza Ali se movió
primero, acortando la distancia entre ella y Jaejoong lo frotó con un gesto de
consuelo al caer de rodillas otra vez.
― ¿Estás bien? ¿Te hicieron daño? Huelo tu
sangre.
― ¿Sangre? ― Jaejoong estaba sorprendido. Le dolía la espalda y un poco
el codo y sabía que estaba en shock, pero no sabía que estaba sangrando. ― Estás seguro?
Sonó un suave gruñido.
― Muévete, Ali. Llévate a So Joon a mi
habitación y mantenlo ahí, aunque tengas que usar la fuerza. No lo dejes,
¿entendido? Yo atiendo a Jaejoong. Vigila a ese ovolion.
Jaejoong miró a Yunho, cuando Ali se puso de
pie para salir corriendo de la habitación hacia la parte trasera de la casa. Yunho
estaba pálido cuando se arrodilló. Sus fosas nasales lo olían, sus miradas de
entrelazaron, y Jaejoong no podía ocultar la ira que había visto en sus
hermosos ojos. Extendió sus brazos hacia él.
―Ven conmigo.
No tuvo que decirlo dos veces. Lágrimas
ardientes llenaron los ojos de Jaejoong que casi se le tiró encima. Dos fuertes
brazos envolvieron su cuerpo, con manta y todo, y luego Yunho lo levantó,
acunándolo con cuidado mientras caminaba de un lado a otro de la casa. Él se
volvió, enterrando la cabeza en la camisa y rompió a llorar, sabiendo que nunca
había vivido nada tan aterrador, y que Changmin iba a volver por él.
―Te tengo, Jaejoong. ― Dijo la voz ronca de Yunho.
―Por favor no me obligues a irme con él.
Sus brazos se apretaron.
― Huelo tu sangre ¿Dónde te duele?
― No sé. Me duele la espalda. Me golpeé fuerte
sobre la mesa. ― Yunho entró en el cuarto de baño, donde
deslizándolo suavemente de sus brazos, lo puso en el borde del lavabo. Jaejoong
lo miró. Cogió la manta y la alejó de su cuerpo. Sus muslos fueron expuestos y
la camisa que llevaba apenas cubría sus piernas. Yunho empujó la manta lejos de
él. Volvió la atención a la cara de Jaejoong cuando llegó a su cintura, sus
manos agarraron suavemente sus caderas. ― Yo nunca te haría daño. Hueles a miedo.
― No te tengo miedo. ― Lo decía en serio.
A medida que sus miradas se encontraron abrió
su boca y su lengua se deslizó, pasándola por encima de su labio inferior, y el
impulso de besar a Jaejoong lo golpeó fuertemente. Deseaba desesperadamente
poner sus labios contra los suyos y deseaba saber si tenía la boca tan
atractiva como parecía. Un suave gruñido salió de Yunho.
―No me mires así.
Jaejoong miró a sus hermosos ojos.
― No puedo evitarlo. Cuando te miro, quiero
tocarte y quiero que me toques de nuevo.
Se rompió el contacto visual.
― Estoy vinculado, estoy atrapado, Jaejoong. Me
gustaría que no fuera así, pero no puedo desligarme de mi humano. Es para
vuestra protección, y es parte del acuerdo que hice cuando lo tomé de la
Tierra.
El dolor sacudió a Jaejoong.
― Realmente me importa un comino su protección
después de lo que nos hizo a todos nosotros. Si no hubieras llegado cuando lo
hiciste, Changmin me habría cogido y sacado de aquí; tengo una idea muy clara
de qué tipo de futuro habría tenido si pensaba que todas esas mentiras eran
ciertas. También puso en peligro a Ali, porque ella trató de protegerme y uno
de esos imbéciles la tenía cogida por la garganta. So Joon mintió, y yo sé que
te hizo sentir muy mal comportándose de esa manera delante de los hombres.
―Lo sé. ― Sus dedos agarraron su camisa, frotando las manos por su
cintura a través del fino material. ― Quiero aprovechar para averiguar dónde te has herido.
Jaejoong levantó los brazos cuando Yunho le
sacó la camisa, dejándolo desnudo, sentado en el baño. No podía apartar la
mirada de Yunho, de como el hombre acariciaba lentamente su cuerpo con la
mirada. Vio anhelo en su cara, deseo, y él no tenía ninguna duda de lo que
estaba pensando, porque Jaejoong pensaba lo mismo. Yunho lo quería tanto como él
lo quería a Yunho y no podía ocultarlo. Otro suave rugido retumbó en su
garganta mientras sus ojos se encontraban.
―No quiero dejarte. Por favor, déjame quedar
aquí contigo. No dejes que ese hombre me lleve con él.
Sus ojos se cerraron, su enorme pecho se
expandió al tomar una respiración profunda, pero luego abrió sus hermosos ojos.
― Ojalá fueras mío, Jaejoong, pero no es así. No
tienes idea de lo mucho que me gustaría poder reclamarte. Cuando vi a esos
hombres tocándote y sentí tu miedo, quería matarlos a todos. ― Levantó su grande y cálida mano para ahuecar suavemente su
mejilla. ―Si no estuviera vinculado, desafiaría a muerte
a Changmin por ti.
Consternado.
― ¿A muerte?
―Según las leyes tú le perteneces. Estabas
vinculado a su hermano, por lo que cuando Hyun Joong murió se convirtió en
derecho de Changmin reclamarte, y lo hizo al aceptar venir a buscarte. La única
manera de tener a un hombre que haya sido reclamado por un hombre, es retarlo a
muerte. Al desafiar a un hombre, éste puede conceder la liberación de su reclamación,
o luchar para mantenerlo, pero yo no tengo derecho legal a desafiarlo ya que
estoy vinculado. ― Yunho parecía torturado. ― Debo dejar que él te lleve, pero no quiero hacerlo. La ley
está de su lado en este asunto, y no tengo manera de luchar contra su
reclamación. La única razón por la que todavía estás aquí, es porque sabía que
mi hermano obligaría a Changmin a exponer sus acusaciones, y yo quería que Ral
presenciara el abuso para que hubiera alguna razón para impedir que Changmin te
llevara con él. Sé que Ral está enfadado por cómo te ha tratado, pero Changmin ha
prometido no abusar de ti, por lo que Ral ha de cumplir la ley. Ninguno de
nosotros puede detener a Changmin ahora.
Los ojos de Jaejoong se llenaron de ardientes
lágrimas cegándolo. Él apartó la vista para mirar a su ancho pecho que parecía
tentarlo para acurrucarse en el. Sabía cómo se sentía al estar en sus manos, y
quería tener siempre esa sensación.
―Gírate y déjame ver dónde estás herido.
Jaejoong se movió en el baño sentándose a un
lado para darle acceso a su espalda. Parpadeó entre lágrimas antes de mirarlo
de nuevo para ver que miraba su espalda enfurecido. Yunho se giró, rozando con
el pecho su hombro y su brazo cuando abrió el grifo. El agua corría en el baño.
Su mano desnuda uso el agua fría para
limpiarle la cadera. Jaejoong se giró para tratar de ver dónde estaba tocando,
pero no podía así que miró a su rostro. Se concentró en su mano lavándolo.
―Tienes una herida, pero no es profunda. ― Su boca apretada en una fina línea, tragó, ― Changmin te arañó con las uñas cuando te atacó.
―Me sacó los pantalones.
Yunho respiró hondo, mientras su mano se
detenía en su piel antes de reanudar su limpieza a la luz. El agua fría se
sentía bien, llevándose la ligera sensación de ardor donde lo habían herido. La
mano izquierda de Yunho tocó su piel para poder cerrar el agua. Estudió su
espalda durante un largo minuto antes de levantar la cabeza y mirarse el uno al
otro.
Jaejoong podía adivinar, la angustia en los
ojos de Yunho que reflejaban lo que estaba sintiendo. Definitivamente parecía
triste, ambos sabían que Changmin iba a llevárselo, y no había absolutamente
nada que ninguno de ellos pudiera hacer al respecto. Jaejoong sabía que Yunho
lo mantendría con él si pudiera, pero estaba atrapado con el puto de So Joon
siendo su vinculado, y tenía las manos atadas por las leyes de Zorn.
―Ral no será capaz de contener a Changmin mucho
tiempo, y su trabajo le obliga a volver a la nave de inmediato. ― Yunho miraba lejos de él, pero el dolor estaba en sus ojos. Suspiró
entrecortadamente. ―He de dejarte ir.
Sin pensarlo, sin importar si estaba bien o
mal, Jaejoong se volvió hacia él, con sus manos abrió su camisa por el pecho. Yunho
volvió la cabeza para mirarlo. Sólo vaciló un segundo antes de cogerle la cara
con sus manos, volviendo su cuerpo para enfrentarse a él, consciente de que
estaba desnudo, pero a él no le importaba.
Tocarlo era el cielo, y el infierno. Jaejoong nunca
se había sentido más atraído por un hombre en su vida. ¿Por qué no se habían
conocido en otras circunstancias? Si él no hubiera estado vinculado, él le
habría pedido ser suyo.
Yunho era un hombre tan maravilloso. Si su
esposo en la Tierra hubiera sido una centésima del hombre que era Yunho, nunca
lo habría dejado costase lo que costase. No importaba lo que So Joon le hiciera
a Yunho, él nunca perdía los estribos. A Jaejoong se le rompía el corazón,
porque él era demasiado bueno para So Joon.
― ¿Quieres darme un beso de despedida? Quiero recordar
lo que se siente al besarte, al menos una vez, para que me ayude a enfrentarme
el infierno en el que voy a estar. Puedo sobrevivir a cualquier cosa si puedo
tener eso de ti, Yunho. ¿Por favor? Olvidemos por un maldito minuto que no
podemos estar juntos, y mandemos la ley al diablo.
A Jaejoong le preocupaba que se negara, temía
que lo sacudiera lejos, cuando sus manos acariciaron su línea de la mandíbula y
los pulgares le frotaron las mejillas, sintiendo su piel. Caliente. Era tan
hermoso en su forma salvaje. Su mirada se perdió en las profundidades de sus
impresionantes ojos, viendo las emociones parpadeando en las ventanas de su
alma, hasta que pestañeó, acercándose a él.
Aliviado al ver que no se distanciaba, sino
que se acercaba más, sus caderas anchas rozando sus rodillas, y al instante Jaejoong
se abrió más para permitirle acercarse a él. Dio un paso entre sus muslos, el
material de su pantalón rozó un poco su tierna piel, pero Jaejoong apenas lo
notó. Unió pecho con pecho con sus brazos, y se enlazó alrededor de su cintura,
mientras su rostro se acercaba más al bajar su cabeza. Sus miradas
permanecieron unidas hasta que Jaejoong fijó la atención en sus labios
carnosos, que poco a poco se separaron, dejando al descubierto los dientes
afilados que no lo asustaban. Jaejoong abrió su boca anticipando que iba a
besarlo.
Cerrando los ojos en el último segundo, Jaejoong
lo sintió sostenerlo un poco más fuerte un segundo antes de que sus suaves
labios acariciaran los suyos, su aliento caliente sobre su piel. Lo sorprendió
que alguien tan fuerte pudiera ser tan tierno. Sus labios dejaron los suyos un
segundo y luego volvieron a unirse.
Jaejoong abrió su boca totalmente cuando sus
lenguas se encontraron. Sus manos se deslizaron de sus mejillas a su pelo para
poder acercarse más, y con sus brazos rodeó su cuerpo, haciéndolo entrar en él.
Un beso dulce pero que rápidamente hizo que ardieran, perdiendo el control.
Yunho le supo tan bien, como algo dulce, similar al azúcar, lo maravillaba que
siempre supiera como un caramelo. Su curiosidad se disipó cuando sintió las
puntas afiladas de sus dientes tocando el labio inferior, pero no lo cortó
mientras exploraba su boca. Yunho gemía suavemente a medida que el beso se
intensificaba. Envolviendo sus piernas alrededor de su cintura, Jaejoong se
aferró a él con desesperación, su cuerpo quemaba en su boca. Tomo conciencia de
su sexo cuando notó el bulto de su pantalón apretado contra él, por lo que
sintió la necesidad de más de un beso. Jaejoong gimió en su boca, animándolo
con sus brazos para apretar aún más a su alrededor, hasta que Yunho estuvo tan
cerca que casi no podía respirar, pero no le importaba. Se estaban besando, y Yunho
lo estaba sosteniendo en sus brazos.
Yunho apartó la boca, rompiendo el beso. Un
leve grito escapó de sus labios en señal de protesta. Los ojos de Jaejoong se
abrieron de golpe, simplemente mirándolo a escasos centímetros que los
separaban, viendo el tormento en sus ojos. Ambos respiraban con dificultad.
―Te quiero tanto que me duele―, le dijo en voz baja.
―Tómame.
El dolor brilló en sus ojos.
― No podemos. No me tientes, Jaejoong.
― ¿Amas a So Joon?
El dolor en sus ojos, se convirtió en ira en
un instante.
― No ― gruñó. ― No lo soporto. Es a ti a quien quiero.
El dolor lo atravesó.
― No me gusta esto. Quiero estar contigo y tú
quieres estar conmigo. En este momento, no me gusta el mundo con sus malditas
reglas.
Yunho bajó la cabeza para acariciarle el
cuello, ocultando el rostro en su hombro, mientras sus brazos lo abrazaban con
fuerza, de pie en medio del cuarto de baño con su cuerpo desnudo y
envolviéndolo. Respiró hondo, con el pecho moviéndose contra él. Jaejoong se
aferró a Yunho, sabiendo que probablemente sería la última oportunidad para
memorizar todo sobre él. Yunho se limitó a llevarlo en sus brazos como si no
pesara nada. Sus miradas se encontraron, cuando por fin levantó la cabeza y vio
algo en sus ojos, una emoción que no podía leer, pero la mirada tierna se había
ido. Poco a poco, se movió, los pocos pasos hasta el lavabo.
A Jaejoong casi se le rompió el corazón cuando
sintió la retirada de Yunho, tanto física como emocionalmente. Él lo ayudó
hasta que su culo tocó el lavabo y luego lo dejó libre. Yunho retrocedió, pero
su mirada permanecía fija en él. Jaejoong nunca lo iba a ver de nuevo, pero al
menos podía tener en la memoria su beso. Ambos estaban atrapados en lo que el
destino les había deparado.
― Sólo hay una cosa que hacer.
― Sé que debo ir con él, has dejado claro que no
tenemos otra opción.
Apretó los labios.
― No quiero que otro hombre te reclame. Ni que Changmin
toque tu cuerpo. Debes ser mío.
Sus palabras lo sorprendieron, pero también lo
hizo la tristeza. Jaejoong estaba totalmente de acuerdo, pero no había manera
de parar que Changmin lo tomara. La mirada de Yunho se endureció aún más, una
escalofriante frialdad introduciéndose en sus ojos.
― Soy un buen guerrero, y un luchador excelente.
― ¿Vas a desafiarlo? ― El miedo lo golpeó. ― No puedes. Has dicho que no tienes derecho a hacer eso, que
va en contra las leyes. ¿No te detendrán o algo así?
Él asintió.
― Sí. Sería castigado severamente y enviado a un
campo de trabajo durante años.
Jaejoong se alejó del baño, golpeando sus pies
en el suelo mientras permanecía de pie.
― Por mucho que quieras estar conmigo no va a
funcionar. Te enviaran lejos, y no podríamos estar juntos, no voy a dejar que
te sacrifiques por mí.
Yunho vaciló.
― Volveré en un minuto después de recogerte
ropa. ― Poco a poco, miró hacia su cuerpo, un gruñido suave retumbó
en su garganta. ― Me gusta mucho verte así, pero vas a hacer que
rompa mi control otra vez, y no puedo hacerlo en este momento.
Jaejoong vio a Yunho salir como una tormenta
del cuarto de baño. Se volvió, agarrándose al lavabo, y bajó la cabeza derrotado.
No tenía más opción que ir con Changmin.
Suspiró.
―Es hora de comportarse como una persona
adulta, ― se ordenó en un susurro.
En menos de un minuto volvió Yunho, dejando
caer su bolsa en el suelo del baño. Jaejoong volvió la cabeza para mirarlo a los
ojos. La mirada fría todavía estaba ahí, para decirle en silencio que había
endurecido su corazón. Jaejoong casi se sentía agradecido de que fuera un
hombre fuerte, le recordaba que tenía que ser fuerte también.
No le iba a hacer ningún bien lamentarse y
arrojarse a sus pies para rogarle, excepto que podrían matarlo o enviarlo a un
campo de trabajo de Zorn, lo que sería probablemente comparable a la cárcel. Jaejoong
se preocupaba demasiado por él para hacer algo tan estúpido, y que además ni
siquiera iba a cambiar el resultado. A Yunho lo encerrarían y él se vería
obligado a estar con otro hombre. Enderezó la espalda, rehuyendo su mirada.
― Vístete y ponte los pantalones. Hará frío allí
donde vas.
Jaejoong asintió con la cabeza, apartando la
mirada de él. Yunho se apartó, saliendo del cuarto de baño. Obligando a su
cuerpo a moverse, se inclinó, sacando la ropa de su bolsa. Su espalda le dolía
un poco, donde lo habían herido, pero era sólo una pequeña molestia mientras se
vestía. Ali le había suministrado calcetines y botas nuevas, por lo que se puso
eso último.
En cuestión de minutos Yunho estaba de vuelta,
deteniéndose en la puerta. Jaejoong frunció el ceño mientras le estudiaba, al
ver que se había cambiado de ropa, y no podía dejar de mirar su uniforme negro.
Parecía peligrosamente sexy con ese mono que moldeaba su cuerpo. Tenía armas
atadas a la cintura y en sus muslos, y estudió el enorme cuchillo que se ataban
a su pierna con correas. Levantó la mirada para unirse a la suya.
― Vamos. No tenemos mucho tiempo. ― Extendió la mano hacia él, los ojos marrones brillaban con
intensidad.
― ¿A dónde? ― Su mirada voló a su equipo otra vez, pensando que parecía
estar listo para la batalla. Su corazón casi se detuvo en ese pensamiento y su
mirada voló de regreso a la suya.
Yunho respiró hondo.
― He pasado años patrullando la zona Outlander.
Si alguien puede sobrevivir con un hombre como tú allí, soy yo. Como te he
dicho, soy un luchador muy bueno, Jaejoong. Será peligroso y podríamos llegar a
morir los dos, pero podremos estar juntos. ― Hizo una pausa, sus miradas cruzándose. ―Es tu elección. Vamos a ser perseguidos, pero soy un guerrero
que estará en un campo de batalla conocido. Es nuestra única oportunidad para
encontrar la felicidad juntos.
Todo lo que le había dicho sobre el trabajo en
el área de Outlander le vino a la cabeza, que era un lugar repleto de
delincuentes y hombres salvajes Zorn. El miedo lo golpeó, pero se quedó mirando
a Yunho y descubrió algo más, la constatación de que él preferiría morir con Yunho
que vivir sin él. Tragó saliva mientras daba un paso hacia adelante, le
acercaba su mano y asentía con la cabeza.
―Me gustaría seguirte al infierno y regresar, Yunho.
Yo sólo quiero estar contigo.
Yunho sonrió mientras su mano cálida grande
apretó más la suya.
― Conseguí tu bolsa. Necesitas ropa.
Le caían lágrimas porque Yunho estaba dispuesto
a arriesgarlo todo por él, se inclinó y cogió sus cosas. Lo miró.
― Gracias.
Su sonrisa murió.
― No me des las gracias por la cosa más egoísta
que voy a hacer. Probablemente acabaremos asesinados por mi deseo de seguir
contigo.
No sé cuánto tiempo podrá mantener Ral a
Changmin a distancia, pero cuando se den cuenta de que hemos huido juntos
comenzara la caza, tenemos que ir rápido ahora.
Le dio un escalofrío de terror.
― ¿Realmente nos perseguirá? ¿En serio?
Yunho hizo un gesto sombrío.
― Es la costumbre Zorn.
―Entonces salgamos de aquí
Yunho rápidamente, y doblándose lo suficiente
rozó la frente de Jaejoong con sus labios, asintió con la cabeza y dio un paso
atrás.
― Debemos darnos prisa. Quiero llegar a la zona
Outlander antes de que caiga la noche, y hemos de hacer una parada primero.
Oh Dios..en verdad les dio duro el amor ❤...Yunho es capaz de dejar todo...hasta su honor de hombre y familia x Jae...y Jae lo ama demasiado q prefierr morir con él q morir en vida sin él...ahh (suspiro) fue un capitulo intenso...espero con ansias el siguiente...gracias linda 😘
ResponderEliminarese es amor del bueno Yunho lo dejará todo por estar a el lado de Jae arriesgando todo y estar juntos para realizar su amor que bello me encanto
ResponderEliminarGracias
Santa cachucha xq no simplemente saco de su vida a ese chucho y reclamaba a Jae.. Ahhh ese niño mimando me dan ganas de darle sus nalgadas jejejjje como se atrevió .... Pobre Jae ... Ahh espero q logren escapar ...
ResponderEliminarQue ni se quejen Changmin y So Joon (hasta este capítulo cheque como se escribía), Min por como lo trató y no le dio ninguna oportunidad de saber el porqué de ese trato y So Joon por desgraciado, inventar todo eso porque se lo llevarán, ahora consuelos. Min que se lleve a So Joon y que lo castigue como le quería hacer a Jae 😁😁😁
ResponderEliminarGracias!!! 💗💕💞
Hay el capítulo 7?
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