Capítulo Cuatro
―
¿Dónde demonios has estado? ― So Joon estaba en la sala de estar y se veía muy cabreado cuando
regresaron. ― Te fuiste durante cinco malditas horas. Cuando
me llevas a comprar no me dedicas tanto tiempo. ¿Qué hiciste? ¿Le compraste
todo en esa maldita calle?
― ¿Qué diablos es eso? ― So Joon frunció el ceño, estudiando a Yunho de pies a cabeza y luego
a Jaejoong. ― ¿Él causó que entraras en una maldita pelea?
¿Agitó su culo también?
Yunho gruñó.
― No. Suficiente. Ha sido un día duro y tengo
hambre. ― Él de dio la mochila a Jaejoong. ―Aquí está tu ropa. ― Yunho se negaba a mirarlo.
Jaejoong cogió la correa de la mochila.
― Gracias.
Yunho asintió, liberando la mochila.
― Fue un honor.
Jaejoong huyó antes de romper a llorar,
sabiendo que Yunho no lo decía por haberlo llevado de compras, Yunho le estaba
diciendo que lo que pasó entre ellos significaba mucho para él. Antes de llegar
al pasillo oyó a So Joon.
―Estaba aburrido. Espero que hayáis tenido un
buen momento por entrar en una maldita pelea. Esa perra de Ali no podía hacer
mi comida hasta que tú regresaras. Ella…
El resto, Jaejoong no lo oyó, entró en su
habitación y dejó caer la mochila, colapsando en su cama. Un titubeo cuando
dejó caer su culo sobre la cama le recordó lo sensible que estaba. Yunho no
había sido amable cuando lo había follado y la inyección que el doctor había
puesto en su culo todavía dolía.
Ali entró en el dormitorio estudiando a Jaejoong
en silencio. Jaejoong vio los curiosos ojos marrones oscuros. Ali olió, la
expresión en su rostro bronceado palideció al instante, y luego alargó la mano
para cerrar la puerta, encerrándolas en la habitación.
―Te has duchado y hueles a jabón, pero no del
tipo que tenemos en casa.
Jaejoong miró a la mujer sin decir nada, pero
sintiéndose horrible.
Ali suspiró.
― Algo pasó con Argis, ¿no? Veo la forma en que
os miráis. Os vi esta mañana en el desayuno y lo vi ayer por la noche en el
pasillo, fuera de esta habitación, pero pensé que me lo imaginaba. ― La voz de la mujer bajó. ―Te ha montado.
―Por favor, ― dijo Jaejoong en voz baja. ― No lo hagas. Deja eso.
Asintió mirando en silencio a Jaejoong.
― ¿Estás bien? ¿Hay algo que pueda hacer por ti?
Nunca hablaré de esto con nadie pero es mi trabajo cuidarte, mientras estés
bajo la protección de Argis Yunho. Lo que me digas se quedará conmigo, por lo
que puedes hablar sin miedo, te escucharé. No me gusta su vinculada pero nunca
traicionaría a Argis. Al herir a su vinculada, haciéndole saber que él tomó tu
cuerpo lo lastimaría también a él.
―Cómo... ― Jaejoong cerró la boca, frunciendo el ceño.
― ¿Cómo lo sé? ― Ali arqueó una ceja blanca. ― Huelo su liberación. Lo probé anoche, así que conozco su
olor. Aunque te duchaste, todavía hueles lo que significa que esta en tu
interior. Él te sembró. ¿Te dieron una inyección para evitar que eche raíces?
―Sí. No voy a quedar embarazado.
Asintiendo con la cabeza, la mujer miró a Jaejoong
compasivamente.
― Él es un buen guerrero que se ha negado a
montarme, me he esforzado para llegar a él. Debe tener fuertes sentimientos por
ti para llenarte con su descendencia. Nuestros hombres están entrenados para no
liberarse en el cuerpo de cualquier persona a menos que se sienten tan atraídos
que no puedan resistirse. Eso significa que él quería vincularse contigo, pero
como ya está vinculado no puede mantenerte. No me gusta el otro humano y creo
que tú le harías feliz. Él no lo hace feliz. Yo podría echarlo de esta casa.
Jaejoong se quedó en shock.
― ¿Estás ofreciéndote a matarlo?
― ¿Matarlo? Ali hizo una pausa. ― Podría.
―No. ― Jaejoong estaba horrorizado. ― Ni siquiera se puede bromear acerca de eso.
―Yo lo odio por ser tan malo conmigo y con
Argis. Él será cruel contigo. Uno de los amigos de Argis vino, el gilipollas lo
invitó, a pesar de que le dije que no lo hiciera. Hizo que los dejará solos
para hablar, eso es una falta de respeto. Tengo buen oído y los escuché desde
el pasillo. Él le ofreció su cuerpo, pero él se negó. Él es un buen amigo de
Argis, nunca le faltaría al respeto, pero él sigue ofreciéndose a otro hombre.
Si se le digo a Argis tendría que matar a su amigo por la coltorian, pero
nos libraríamos de él.
― ¿Qué es coltorian?
Ali gruñó.
― Significa algo muy malo. Es un hombre que da
su cuerpo a cualquier hombre que lo necesite, que no tiene honor ni el respeto
de nadie. Ponen a esas mujeres y hombres en los edificios médicos permitiendo
que los hombres enfermos que lo necesiten se liberen en sus cuerpos. Es lo peor
que un hombre puede convertirse en Zorn.
―Lo entiendo. Creo que en mi mundo significa
puta. Tú no puedes decirle lo que él hizo si eso significa que Yunho mataría a
un amigo para deshacerse de él. Eso le haría daño.
―Él no se merece a Argis Yunho. Puedes luchar
contra él por Yunho. Te voy a enseñar cómo luchar si lo deseas y entonces
puedes desafiarlo a muerte. Yunho te ha montado por lo que tienes la ley de tu
lado desde que Yunho te ha llenado con su semilla.
―No. No voy a luchar contra él. ― Jaejoong se quedó atónito.
―Es raro, pero somos una raza con un pasado
brutal. Las mujeres y hombres han luchado y han matado para tener hombres
poderosos. Tú podrías desafiarlo. Sé que Argis no trataría de detenerte si pensara
que podía librarse de él.
―No voy a matar a nadie.
La decepción golpeó las facciones de Ali.
― Oh. ¿Va en contra del código de honor humano
matar a un rival?
―No soy un asesino.
―Eso es muy malo. No se me permite desafiarlo. El
estúpido me ha exigido que le prepare comida para él así que voy a ir ahora.
Jaejoong vio salir a Ali. Cerró los ojos,
relajándose en la cama, y el recuerdo del tacto de Yunho lo hizo temblar al desearlo otra vez. El
hombre podría ser adictivo si él lo dejaba. Abrió los ojos y una ola de
tristeza lo llenó al saber que justo en ese momento estaba con So Joon. ¿Haría
el amor con él? Los celos y el dolor eran dos emociones que no le gustaban
a Jaejoong, pero las sentía. So Joon no se merecía el maravilloso hombre que
era Yunho y esto lo cabreaba.
Para distraerse guardó la ropa que Yunho le
había comprado. Sonrió, recordando lo divertido que había sido estar juntos
hasta el incidente de los Killis. Jaejoong había gritado ante las bolas
de boliche con dientes afilados del tamaño de las ovejas. Yunho lo había
cargado de una manera tan dulce para alejarlo de ellos y calmarlo.
Jaejoong dejó de moverse, la ira lo envolvió
por el sentimiento de impotencia, quería a Yunho permanentemente. Apretando los
dientes, tomó una respiración profunda, dejando que lo tranquilizara puesto que
quería un hombre al que no podía tener. Quería ser su vinculado, quería lo que So
Joon tenía, ellos estaban unidos. Tal vez el perro cambiaría a Yunho por Changmin.
Refunfuñando, Jaejoong sabía que la vida no podía ser tan perfecta. Por otra
parte, Changmin se enojaría con ese acuerdo, ya que cualquier hombre atrapado
con So Joon viviría para lamentarlo.
Se cambió de ropa, se puso un pantalón rojo
que Yunho había comprado para él con una camisa gruesa y suave que le llegaba
hasta el muslo. No hacían camisas ajustadas o ninguna le quedaba. Los pantalones eran un poco flojos, pero no
demasiado. Después de diez minutos, salió de su habitación en dirección a la
cocina para ayudar a Ali con la cena.
Ali estaba poniendo la mesa, así que sin decir
palabra Jaejoong sólo ayudó. Ali le dirigió una leve sonrisa de agradecimiento.
―El otro nunca ha tratado de ayudarme. Te lo
agradezco.
―No hay problema. ¿Necesitas ayuda con
cualquier otra cosa?
―No. La comida esta preparada, hice una comida
ligera. Argis me dijo que comió antes.
El recuerdo del almuerzo a solas con Yunho,
horas antes, pasó por la mente de Jaejoong. Asintió con la cabeza. Se preguntó
si se sentiría incómodo en esta comida.
Vio primero a Yunho, parecía furioso mientras
se acercaba al comedor. Su hermosa mirada vio a Jaejoong antes de que él mirara
hacia otro lado. Cuando salió del pasillo no tardo en aparecer So Joon detrás
de sus talones. El hombre tenía el pelo rojo corto, irrumpió en el comedor.
―Finalmente, ― se quejó So Joon. ― Estoy tan hambriento que probablemente me termine esta
mierda.
Un suave rugido vino de Yunho.
― Ali es buena cocinera.
―Entonces dile que cocine algo bueno. Las dos
últimas cenas eran una mierda. ― So Joon se dejó caer en una silla.
Todo el mundo se sentó, menos Ali. Ella
desapareció en la cocina para aparecer con dos platos, sirviendo a Yunho primero
y luego a So Joon. So Joon frunció el ceño profundamente a Ali.
― ¿Por qué siempre le sirves primero a él?
Ali hizo una pausa en su camino a la cocina
con el ceño fruncido.
― Los hombres se sirven siempre en primer
lugar, a continuación, sus enlazados, a continuación, los invitados, y yo la
última en comer. Es la forma en que es.
―Quiero que me sirvas primero a partir de
ahora. ― So Joon le sonrió a Ali. ― Es una orden.
―Siempre serviré primero a Argis. Esta es su
casa. ―Ali frunció el ceño más profundamente.
―Es mía también y quiero que me sirvas antes
que a él. ― So Joon hizo un mohín, disparando a Yunho una sucia mirada.
―Dile a la criada que me sirva primero la próxima vez. Soy tu
esposo y exijo que le des la orden de hacer lo que yo digo.
Yunho miró enojado, con la boca apretada en
una mueca.
― Ali, por favor, sírvele a Soo Joon primero si
es tan importante para él.
Por desgracia, Ali dio un tirón de la cabeza,
pero estaba enojada. Jaejoong apretó los dientes, sintiendo gran cantidad de
ira. ¿Qué demonios estaba pasando con So Joon? Él se había propuesto evitar
mirar al hombre. Yunho se aclaró la garganta.
―Mañana vuelvo al trabajo y voy a estar fuera
durante cinco horas. ¿Te gustaría saber qué hago?
―No realmente, ― So Joon utilizó su dedo para empujar un pedazo de carne. ― Sólo no me despiertes si sales temprano. Me gusta tener mi
sueño de belleza.
Jaejoong miró a Yunho, al ver su expresión de
decepción. Se preguntó qué parte de la respuesta de So Joon lo hizo sentirse de
esa manera. ¿Sería porque el hombre de quien se unió no le importaba lo que
hacía para ganarse la vida o era porque no quería ser despertado para
despedirse de él?
―Me gustaría oír hablar de eso, ― dijo Jaejoong antes de que pudiera detenerse.
Yunho levantó la cabeza, mirándose fijamente.
Su boca se suavizó.
― Entreno a los más jóvenes, a luchar.
―Wow. Genial. ― Jaejoong le sonrió. ― Sé que eres un guerrero. ¿Qué edad tienen los
niños que enseñas? ¿A qué edad empiezan a entrenar?
Una sonrisa se dibujó en su sexy boca.
― A los cinco. Los hombres a los que enseño son
un poco mayores. Soy entrenador de combate avanzado por lo que los hombres que
me asignan tienen entre diecisiete y veinte años. Los de mañana se han unido a
la tripulación Outlander, quienes patrullan las zonas fuera de las ciudades.
Algunos Zorn son todavía brutales. Ellos…
―Oh, déjalo ya, ― suspiró So Joon. ― A él realmente no le importa un comino. Es por educación,
pero deja de divagar. Nadie quiere oírlo.
La ira oscureció la cara de Yunho. Sus labios
formaron una línea blanca apretada. Ali entró en la habitación, casi golpeando
un plato sobre la mesa. Ella fue más amable cuando le puso el plato a Jaejoong.
Jaejoong lanzó una mirada desagradable en dirección a So Joon.
―En realidad, me encantaría escucharlo porque
estoy muy interesado. No estaba siendo educado.
So Joon miró a Jaejoong.
― Bueno, no quiero oírlo. Me aburre hasta la
muerte.
―Entonces no escuches, ― replicó Jaejoong, muy enojada ahora. ― ¿No sabes ser educado de todos modos? No me importa oír tus
quejas constantemente de todo, no te callas, ¿verdad? ¿Por qué no comes y dejas
que los demás tengan una conversación que no gire en torno a hacer a la gente
miserable?
― ¡Cómo te atreves! ― So Joon se puso en pie. ― Largo de mi casa. No permitiré que me hables
de esa manera.
Jaejoong se puso de pie.
― Alguien debería hablar contigo y decirte como
obtener más de tu estúpido yo.
―Hombres, ―gruñó Yunho. ―Basta ya.
―Dile que se largue, ―espetó So Joon. ―Ahora, Yunho.
―No voy a hacer eso, ―dijo en voz baja. ―Él es un huésped en nuestra casa hasta que su futuro
vinculado llegue por él y he dado mi palabra de protegerlo hasta que él venga.
Es una orden de mi padre.
―No me vengas con esa mierda. Lo quiero fuera. ―So Joo cruzó los brazos sobre su pecho, sus ojos mirando a Jaejoong.
― Vete al infierno.
Jaejoong estaba seriamente enojado cuando él
volvió la cabeza para ver la tensa expresión de Yunho.
―Si quieres que me vaya puedo regresar al
centro médico, pero primero, ¿te importa si tengo una pequeña charla con tu
esposo?
Yunho vaciló.
― Te quedarás aquí, pero puedes hablar con él.
―Lo quiero fuera ahora, ― resopló Soo Joo. ― ¿Me entiendes, Yunho? Consigue sacarlo o dormirás en ese
maldito sofá la próxima semana. Mientras él esté aquí. Tan malditamente seguro
que no subirás a mi cama.
Un gruñido proveniente de Yunho cuando se
levantó lentamente, mirando a So Joon.
― ¿Es una amenaza? En este momento no quiero
compartir la cama contigo y el suelo es mil veces mejor.
La furia se reflejó en la cara de So Joon,
haciéndolo rojo y manchado.
― Eres un hijo de puta.
Yunho gruñó.
― ¡Deja de sonar como un maldito perro! ― Soo Joon miró a Yunho. ― ¿Necesitamos construir una maldita puerta para
perros y tal vez poner una caseta de perros en el patio trasero? Actuas como…
―Cierra la boca, ―gritó Jaejoong, interrumpiendo a So Joon. ― ¿Qué te pasa? No te da vergüenza. Él es un buen tipo, pero lo
tratas como una mierda. No lo insultes comparándolo con un maldito perro, sobre
todo sabiendo que a él le molesta cuando le dices esas cosas tan crueles. Ali
es una persona dulce, no un maldito sirviente, y la comida es deliciosa, así
que acaba de comportarte como un niño malcriado y dale una oportunidad. Puedo
ver por qué dejaste la Tierra. Nadie te quería allí, ¿verdad?
So Joon giró, un fuerte chillido desgarró su
boca y se alejó. Jaejoong se movió alrededor de la mesa para ir tras el hombre,
pero Yunho se acercó y lo tomó del brazo, su mano lo agarraba por encima del
codo suavemente. Sus miradas se encontraron.
―No. No vas a atacarlo.
― ¿Atacarlo? ― La sorpresa lo envolvió.
La voz de Ali estaba reflejaba la emoción.
― Déjalo que lo desafíe, Argis.
Jaejoong se dio cuenta entonces de lo que
quería decir y se horrorizó, mirando a un ceñudo Yunho, que negaba con la
cabeza. Pensaba que iba a atacar físicamente a So Joon y también lo hacía Ali.
―No te permitiré arriesgar tu vida por mí, ―dijo en voz muy baja. ― No lo conoces como yo. Es cruel y no tiene honor. La lucha no
sería justa.
―No voy a desafiarlo. ¿Eso es lo que piensas?
No soy un asesino. Alguien tiene que ponerlo en su lugar. Si le permites seguir
con esto sólo va a empeorar porque cada vez que cedes, él acabará por exigir
más. ¿Lo entiendes? No tengo ninguna intención de pegarle, no importa lo mucho
que pueda merecer que alguien le rompa la cara. Yo sólo quiero discutir con él
y espero que entienda lo equivocado que está.
Yunho tomó una respiración profunda, lo soltó
y volvió a tomar asiento en la mesa.
― No. Por favor, siéntate y termina tu comida.
Deja que se vaya a nuestra habitación para enfriar su temperamento.
Jaejoong se sentó, odiando la manera que Yunho
había dicho "nuestra habitación". La idea de él compartiendo
cualquier cosa con So Joon lo desgarraba por dentro. La idea de él tocando al
perro de Yunho sólo dolía. Su apetito había desaparecido por lo que se limitó a
observar la comida.
― ¿De verdad quieres saber lo que hago? ― La voz de Yunho era suave.
Levanto la barbilla, él miró a los ojos
hermosos.
― Sí.
La ira había dejado su rostro.
― Algunas zonas de Zorn son todavía
incivilizadas. Estoy entrenando hombres para patrullar las zonas Outlander para
mantener la paz y mantener el orden. Es mi trabajo asegurarme de que están bien
preparados para cualquier cosa a la que deban enfrentarse.
―Argis Yunho es un guerrero de renombre que ha
matado a muchos en la batalla. ― Sonrió Ali, orgullosa. ― Se hizo cargo de muchas de las áreas Outlander y las civilizó
cuando era líder de la patrulla.
―Parece peligroso. ― Jaejoong temió por su seguridad. ― ¿Todavía haces eso? ¿Ir ahí, quiero decir?
Negando, Yunho siguió comiendo.
― No. Mi trabajo ahora es entrenar porque soy
mayor. ― No parecía muy contento al respecto.
―No eres viejo. No te ves de más de treinta y
tres.
Yunho sonrió, mirándolo a los ojos.
― Eso es viejo para ser un funcionario
Outlander. Nos retiramos a los treinta años para que los guerreros más jóvenes,
más rápidos, enfrenten la agresión. Y los hombres como yo nos convertimos en
entrenadores. No echo de menos las duras condiciones de vida y puedo volver a
casa cada noche. Aunque fui un oficial y como líder te pasas semanas viviendo
en las zonas salvajes Outlander.
Ali se rió entre dientes.
― No hay mujeres u hombres como tu en las áreas
Outlander. A la mayoría de los hombres no les gusta trabajar ahí porque no
tienen mujeres u hombres para montar.
Esto conmocionó a Jaejoong.
― ¿Ninguno en absoluto?
―No hemos encontrado. ― Yunho sorbió su bebida. ― No podrían sobrevivir por mucho tiempo por ahí sin un guerrero
muy fuerte para defenderlos. Los hombres no civilizados son brutales.
―Los hombres salvajes lucharían unos contra
otros por una mujer u hombre como tú, ― dijo Ali en voz baja. ― se corre el riesgo de ser abusado, como en los viejos tiempos de
nuestra historia a menos que una familia fuera fuerte y tuviera buenos
luchadores para proteger a las mujeres u hombres de ser robados. Y tienen una
vida corta. Los hombres se matan unos a otros sobre la mujer u hombre capturado
y ellos se quedan con el ganador de cada batalla hasta que su cuerpo no pueda
soportar la presión. Hemos avanzado, pero hay hombres salvajes en el área
Outlander que se niegan a cambiar. Cualquier mujer u hombre ahí tendría que
enfrentar tal brutalidad.
―Suena horrible.
Yunho asintió con la cabeza.
― Es muy peligroso. Tu vinculado nunca te
llevará allí, así que nunca vas a ver o estar en peligro. Changmin vive en el
crucero de batalla Drais. Nosotros no estamos en guerra en la actualidad, pero
hemos tenido problemas con algunos planetas en los últimos años, por lo que el
crucero esta ahí más como una medida preventiva.
―No creo que fuera feliz viviendo en un
crucero. ― Ali terminó su cena. ― Serás el
única en una nave con unos cien hombres.
Eso hizo que Yunho frunciera el ceño.
― Él estará bien protegido. No lo asustes.
―Lo siento, Argis Yunho. ― Ali bajó la cabeza al instante. ― Esa no era mi intención. Sé que su vinculado lo protegerá.
Quiero decir que él estará solo, sin otros como él.
Yunho frunció el ceño.
― Por supuesto que él lo protegerá y se
asegurará de que sea feliz. ― Su atención se dirigió a Jaejoong, mirándose
fijamente. ― Él no te llevaría allí, si no fuera seguro.
Serás bien atendido.
Jaejoong se sintió mal ante la mención de su
futuro vinculado. ¿Qué pasa si odiaba a ese hombre?
¿Qué pasa si Changmin era un idiota? Viviendo
en una nave en el espacio no parecía buena idea. Él no había disfrutado el
viaje a Zorn, una vez más, habían sido atacados y Hyun Joong había sido
asesinado. Éll no quería dejar a Yunho sabiendo que nunca volvería a verlo.
―Vas a ser bien atendido, ― repitió en voz baja Yunho, tratando de darle seguridad. Su
expresión se suavizó. ― Él te apreciara.
Jaejoong deseaba desesperadamente que fuera Yunho
quien la apreciara. Jaejoong no dijo eso en voz alta, pero Jaejoong seguro que
lo pensó cuando él asintió con la cabeza hacia Yunho.
Yunho desvió su mirada para mirar hacia la
comida.
― Apenas ha tocado tu comida. Come.
―No tengo hambre. ― Jaejoong forzó una sonrisa a Ali. ― Tuve un gran almuerzo. Era delicioso. ¿Necesitas ayuda con
los platos?
Ali negó con la cabeza, poniéndose de pie.
― No. Quédate con Argis Yunho a hacerle
compañía.
La mujer Zorn recogió los platos y se fue.
Jaejoong tenía la sospecha de que Ali los
había dejado solos en el comedor a propósito. Al segundo se había ido, aunque, Yunho
se puso de pie mirando a cualquier lugar menos a Jaejoong.
―Debería irme.
Su barbilla levantada para que Jaejoong pudiera
estudiar su cara.
― No quieres estar a solas conmigo, ¿verdad?
Esos ojos increíbles encontraron con los suyos
durante un breve instante.
― Tú me tientas. Tengo que irme.
Se alejó sin decir palabra. Con un fuerte
suspiro, Jaejoong se puso de pie, sintiéndose deprimido, a sabiendas de que él
iba a manejar la atracción entre ellos.
Iba a evitar estar a solas con Jaejoong.
Yo también estoy deprimida...xq tiene q ser tan honorable.....xq no piensa en él..o en Jae...q serán infelices separados.... 😢 voy a llorar 😢 😢
ResponderEliminarmejor que Yunho se quede con Jae y mande a So Joon a ese lugar pues estará encantado de estar solo con un montón de hombres para el solito y aya sera feliz mientras que Yunho y Jae lo son a qui
ResponderEliminarGracias
Somos 2 las depres..!!! Pobre Jaeeee.!! Aunq no me guste la violencia me gustaria q si desafiara a ese antipatico de so joon ajjjjj lo odio..!!!
ResponderEliminarEn serio que es una arpia So Hoo, Yunho en verdad que aguante tiene, tener que soportarlo en todo momento, es un ser vil y mezquino, mira que tratar así a Yunho, deberían dejar que Jae le de una lección.
ResponderEliminarSuena difícil a donde ca ir a vivir Jae
Gracias!!! 💗💕💞