Capítulo Cinco
Mordiéndose el labio, Jaejoong se apartó el
pelo. Era un caluroso día y su pelo se pegaba a la piel.
― Estoy petrificado. ¿Qué pasa si no me gusta Changmin?
¿Qué pasa si es un imbécil? ¿Y si es todo lo contrario de su hermano? Hyun
Joong fue tan malditamente dulce y me hacia reír.
―Me gustaría poder aliviar tus temores, pero yo
no lo conozco.
―No pasa nada. Creo que voy a llegar a
conocerlo realmente muy bien puesto que estoy vinculado a él.
―Tienes suerte de estar vinculado. Es un gran
honor ser elegido para el nacimiento de un futuro Zorn.
Suspirando, Jaejoong se miró las manos. Su
corazón se rompía, pero no se atrevió a decirlo en voz alta, prefirió hablar de
cómo se sentía acerca de Changmin.
―Lo que estoy es aterrorizado porque no conozco
a este hombre ¿Qué pasa si no soy realmente feliz? ― Miró a Ali. ― ¿Esta permitido el divorcio?
― ¿Qué significa esta palabra?
― ¿Puedo separarme de él si es un idiota? ¿Y si
es abusivo?
―Él está muy honrado de tenerte a su cargo.
Nunca abusaría de una mujer u hombre y debes confiar en mí en esto. Él te
tratara bien, Jaejoong. Es una cuestión de honor y él se ha esforzado mucho
para tener el cargo que tiene. Te protegerá y velará por tus necesidades y la
de los suyos. Serás feliz.
¿Qué pasa si no lo soy? Jaejoong no era feliz en este momento. Jaejoong miró alrededor de la
cocina donde estaba sentado en la mesa mientras cenaba y hacia compañía a Ali
mientras cocinaba. Durante los últimos cinco días Jaejoong apenas había visto a
Yunho, había conseguido evitarlo muy bien a excepción de la cena y las comidas
donde había sido malditamente incómodo.
So Joon era un mega puto que se hacía cargo de
todas las conversaciones en la cena, no dejaba hablar a nadie mientras se iba
por peteneras sobre cosas estúpidas, como que el cielo era de un tono de rojo
que odiaba o se quejaba porque en Zorn no tenían televisión. Yunho comía
rápidamente todas las noches antes de huir de la mesa. Se iba a trabajar en el
desayuno, y no regresaba hasta la cena. Después de la comida se mantenía en el
otro lado de la casa, lo más lejos posible de Jaejoong.
A Jaejoong le dolía ver a Yunho. Recordaba
como lo había tocado, él estaría encantado de poder tocarlo de nuevo. Le dolía
ver el cuerpo de un hombre con el que nunca podría estar otra vez y saber que
se estaba acostando con ese puto de So Joon lo estaba matando. No era
únicamente el hecho de que So Joon tenía a Yunho, sino que él era una persona
desagradable.
―Ahí estás― dijo So Joon entrando en la habitación. ― Te dije que quería que me lavases la maldita espalda porque
nunca llego, Ali. ― So Joon llevaba una toalla y nada más. ―He tenido que venir por ti.
Ali apretó la boca en una línea, sus ojos
marrones ardían con furia mirando a So Joon.
― No voy a hacer eso, ya te dije que no es mi
trabajo. Yo preparo las comidas, hago la casa, hago la compra y atiendo las
necesidades generales. Lavarte el trasero como si fueras un niño no es mi
trabajo. No voy a asistir a las necesidades personales de un hombre de esa
manera.
―Te follas a hombres para vivir, lavarme la
espalda no debería ser ningún problema.
Jaejoong fue directamente hacia él al
instante, enojado con el insulto implícito hacia Ali.
― No te atrevas a decir ese tipo de cosas de
ella o a tratarla de ese modo.
Los ojos de So Joon se estrecharon cuando miró
a Jaejoong.
― Quédate fuera de esto, si fuera por mí
estarías viviendo en una caja de cartón. Apuesto a que el tipo al que te
estamos dando no esta en alguna nave. Creo que está escondiéndose para
evitarte, mientras le sea posible, porque sabe que eres un perdedor. No quiere
ser utilizado como su hermano.
De pie, Jaejoong miró al hombre un poco más
alta.
― Voy a lavarte la espalda.
Los ojos de So Joon se estrecharon.
― Vas a tratar de ahogarme.
Jaejoong sonrió fríamente, sus ojos reduciéndose
a medida que miraba a So Joon, sin decir nada.
―Ali― espetó So Joon,
desviando su atención de Jaejoong para mirar a la mujer en su lugar. ― Te quiero a ti en el baño ahora, maldita sea. De lo contrario
le diré a Yunho que estás siendo mala conmigo. Voy a llorar y le voy a decir
que quiero otra ayudante en la casa. O bien mueves el culo hasta el baño para
hacer lo que yo digo o embala tu mierda.
Un gruñido salió de Ali.
― Bien
So Joon sonrió fríamente, giró sobre sus
talones y se alejó.
Jaejoong se sacudió con furia, y decidió una
vez más que So Joon era un puto. Le frotó el brazo a Ali para reconfortarla.
― ¿Por qué te comprometes a hacerlo? ¿De verdad
crees que Yunho te sacará a patadas? Le voy a decir lo malo que es. No sería
capaz de deshacerse de ti cuando él se lo diga.
―Sé que no me hará irme, pero Argis me dijo que
fuera muy agradable con él, su razonamiento era que cambiaría, si siempre era
amable con él. ― Una sonrisa dividió los labios de Ali. ― Querría ahogarlo bajo el agua hasta que no le quedara
aliento.
―Accidentalmente podría ir allí para ayudarte.
Ambos se echaron a reír.
Ali suspiró.
― Me gustaría atreverme, pero le di mi palabra a
Argis cuando me ordenó que no me vengase de cualquiera de las cosas malas que
hace o dice de mí.
―No prometo nada, estaba bromeando. Por muy tentador
que parezca ir a ahogarlo no podría hacerlo. ― Jaejoong se rio entre dientes. ― Bueno, yo no lo haría más que un par de veces pero me
gustaría asegurarme de que no pudiera respirar mientras lo mojaba.
Ali sonrió.
― Te voy a echar de menos. Esto va a terminar
mal para Argis. Este humano ha estado insinuándose a uno de los guardias de
Argis, que están en la puerta para protegernos. Él coquetea con todos, y esta
mañana cuando salí a la calle para tirar la basura lo vi allí riendo, y tocando
a uno. Cuando me vio, se alejó, pero nunca debe poner sus manos en otro hombre.
Argis va a enojarse mucho si se entera, pero me temo que lo lastimaré si se lo
digo.
El temor golpeó a Jaejoong.
― ¿Fueron demasiado amistosos?
―Yo no lo vi, pero Argis tendría que matar a
los hombres si él se ofreció. Él es su vinculado, y los guardias saben que
sería la muerte. Ellos le son leales pero coquetean. Él y Argis no han peleado
en días por lo que no quiero entristecerlo, ya que él tiene la esperanza de que
él se adapte a nuestro modo de vida. Si él es inteligente se detendrá ahora que
vi lo que estaba haciendo.
Jaejoong dudaba que So Joong tuviera un
cerebro en la cabeza, pero se calló, observando a Ali salir de la habitación,
poniéndose en pie para agitar el recipiente lleno con un guiso de carne que
olía maravilloso. Mañana dejaría a Yunho para siempre, cuando Changmin llegara.
A Jaejoong le dolía el pecho al pensar en la vida sin Yunho, sabiendo que iba a
perder sus ojos increíbles y el sonido de su risa. La vida es tan
condenadamente injusta.
Un timbre sonó por toda la casa. Apagando el
fuego, salió de la cocina. Sabiendo que Ali estaba ocupada, fue a la puerta
para responder. Yunho había asignado por lo menos cuatro guardias para proteger
la casa mientras él estaba en el trabajo, así que si alguien llegó hasta la
puerta, sabía que era seguro abrirla.
Cuatro grandes hombres Zorn estaban al otro
lado de la puerta cuando Jaejoong la abrió de par en par. Sus uniformes eran de
cuero negro y tenían una extraña chapa a través de sus pechos, con raros
diseños en rojo sangre por el hombro. Los cuatro tenían el pelo de color marrón
con ojos marrones oscuros.
Mirando al más cercano, lo reconoció al
instante, al ver la extraña semejanza con el hombre que lo había tomado en la
Tierra.
Los ojos marrones oscuros similares a Hyun
Joong se estrecharon cuando Jaejoong miró para arriba, pero a diferencia de Hyun
Joong, este hombre tenía una mirada dura, fría, y sus ojos no eran amables. Un
profundo gruñido salió de su garganta, mientras su boca se apretaba en una
línea firme antes de que sus labios se abrieran para revelar unos dientes
afilados. Gruñó a su vez, más fuerte, por lo que Jaejoong se sobresaltó por el
áspero ruido.
―Así que tú eres el humano. ― Su mirada furiosa se posó en él.
En estado de shock, Jaejoong se quedó mirando
al hombre era grande, pero no tan grande como Yunho. Lo confundió ver a Changmin
un día antes de lo que se esperaba, y tan enojado con él por alguna razón. Le
habían dicho que estaba vinculado a él, que venía con entusiasmo, pero éste
hombre obviamente, no estaba contento de verlo. Parecía disgustado y muy
cabreado.
Tragando, Jaejoong se obligó a decir.
― ¿Changmin?
Él frunció los labios.
― ¿Quién más podría estar aquí para recogerte,
humano?
Humano, su tono sonaba como si se tratara de
una burla. Una mirada fija, fría, oscura recorrió su cuerpo otra vez antes de
que el hombre girara su cabeza, y cabeceando hacia uno de los tres hombres
grandes que lo acompañaban.
―Sus cosas.
El hombre se movió rodeando a Changmin,
empujando literalmente a un aturdido Jaejoong de la puerta, haciéndolo tropezar
de nuevo. El hombre entró en la casa, aspiró con fuerza e hizo una pausa. Ali
apareció desde el otro lado de la casa en ese momento y se encontró con Jaejoong,
miró atónito a la mujer.
― ¿Qué está pasando aquí? ¿Quién eres tú? ― Ali se movió rápidamente hacia delante, tratando de llegar a
Jaejoong.
Changmin entró en la casa.
― Atrás― gruñó. ― Estoy aquí para recoger al problemático humano.
Muestra a mi oficial su habitación para poder recoger sus cosas, ¡ahora!
Ali palideció.
― ¿Problemático? ¿Es usted Changmin? No os
esperaban hasta mañana.
Changmin gruñó.
― Haz lo que te dicen. Muéstrale su habitación
para recoger sus cosas.
Ali alarmada, apartó la mirada de Jaejoong,
pero asintió con la cabeza. Ella todavía estaba pálida cuando se volvió,
mirando un poco temerosa al hombre de Changmin para conducirlo hacia la parte
posterior de la casa. Changmin se dio la vuelta, su mirada enojada sobre Jaejoong
otra vez, mirándolo definitivamente molesto. Poco a poco fue rodeándolo,
mirando abiertamente su cuerpo con esa expresión enfurecida en sus rasgos.
―He puesto a cien los motores de mi nave para
llegar antes de que avergonzaras más mi nombre. ― Gruñó en voz baja un segundo antes de que su mano saliera
disparada, agarrándole el brazo dolorosamente. ― Quiero nombres, humano, así que dímelos ahora.
Las lágrimas llenaron los ojos de Jaejoong,
que se quedó sin aliento. Changmin le contorsionó el brazo por encima de su
codo. Jaejoong se quedó mirando al enfurecido Zorn con confusión y terror.
―No sé de qué estás hablando. Avergonzado
¿cómo? ― El fuerte agarre del brazo le dolía. ― Mi nombre es Jaejoong. Usted no tiene que llamarme humano.
Un gruñido profundo salió de su garganta, y la
furiosa mirada de sus ojos era aterradora. Levantó la cabeza y asintió,
mientras lo empujaba con fuerza, golpeándolo de nuevo, y haciéndolo tropezar a
pocos metros.
―Cógelo ― Changmin gruñó la orden.
Jaejoong jadeó, antes de que unas manos la
agarraran por detrás. Sacudió la cabeza para mirar a los dos hombres que lo
agarraban cada uno por un brazo. Changmin gruñó en voz baja, mirando alrededor
del cuarto.
―La mesa.
Los hombres, literalmente, tiraron a Jaejoong a
sus pies. Pateó el aire, sorprendido por como los hombres lo cogían bruscamente
de los brazos, y cuando lo llevaron a la mesa de café, Changmin barrió con el
brazo todo lo que había en la mesa, estrellando un jarrón contra el suelo. Jaejoong
se giró en el aire, y un segundo después su espalda golpeó la dura mesa al
estrellarse contra ella.
El shock le impidió tratar de gritar, y el
impacto con la mesa hizo que expulsara de golpe todo el aire de sus pulmones.
Los hombres sujetaban sus brazos con las rodillas sobre la mesa. Con sus manos
lo agarraron por los hombros para inmovilizarlo totalmente. Changmin se inclinó
sobre él, la rabia desfiguraba su cara, lo único que podía hacer era mirarlo
sorprendido en estado de shock.
―Voy a matar a todos los hombres que has
permitido que te follen. ― Gruñó. ― Después voy a castigarte por avergonzarme. ¿No has podido
esperarme una semana? He oído hablar de tu comportamiento.
― ¡No sé de que estás hablando! ― Jaejoong se asustó, el dolor palpitaba de nuevo por la
manera casi brutal en que lo habían inmovilizado.
Un tirón en la cintura le provocó dolor,
cuando Changmin tiró fuerte de sus pantalones, sacudiendo sus piernas. Jaejoong
gritó de dolor y terror, trató de combatir, pateando a Changmin, pero él era
demasiado fuerte y rápido y sus hombres lo sujetaban con fuerza, mientras le
arrancaba por completo sus pantalones.
Changmin lo agarró por las piernas de una
forma brutal, poniendo su peso sobre ellas, obligando a sus piernas a
derrumbarse hasta que sus rodillas estuvieron a unas pulgadas de su pecho. Jaejoong
gritó aterrorizado cuando el hombre le inmovilizó las rodillas y se metió aún
más en esa dolorosa e incómoda posición. Sentía el aire en su culo, sus muslos
y todo lo demás de cintura para abajo, que estaba desnudo.
― ¡No te muevas! ― rugió Changmin.
Jaejoong dejó de luchar porque no tenía
sentido, y apenas podía respirar comprimido en la incómoda posición. Changmin miró
su cuerpo al descubierto, respirando profundamente, aspirándolo. Los latidos
del corazón golpeaban dolorosamente el pecho de Jaejoong por el miedo, dándose
cuenta de que tenía el culo, y se los olía; como no apartaba la mirada de su
rostro enfurecido, él le vio cuando frunció el ceño, con ira.
―No huelo a ningún varón en él. ― Sus fríos ojos fijos en él. ― ¿Cuándo fue la última vez que un hombre te folló?
―No sé de lo que estás hablando. ― él estaba casi llorando.
¿Había descubierto Changmin que tuvo sexo con Yunho?
¿Trataría de matarlo? ¿Quién le había dicho a este hombre algo sobre ellos? Ali
sólo había adivinado algo, salvo que alguien en el centro médico hubiera dicho
algo a Changmin, pero Yunho le había asegurado que nadie diría nada. Los pensamientos de Jaejoong iban rápido.
Jaejoong confiaba en Ali, y creía que no iba a
traicionarlo. Changmin no había mencionado a Yunho, por lo que el informante
no le debía haber dicho que lo había tocado. Moriría antes de decir nada de Yunho.
Podrían matarlo antes de poner en peligro a Yunho. Los ojos de Jaejoong, se
llenaron de ardientes lágrimas sabiendo que probablemente iba a morir.
Mentalmente trató de prepararse para lo peor.
El atronador sonido de los pasos, hizo que Jaejoong
girara la cabeza al ver a tres hombres de Yunho en la puerta de la casa. Cuando
entraron en escena y vieron a Changmin cernirse sobre él, y a sus hombres de
rodillas junto a su cabeza sujetándolo hacia abajo y gruñendo, tomaron sus
armas.
―Atrás ― les ordenó Changmin.
Uno de los hombres de Yunho parecía furioso,
dio un paso adelante.
― Suelte al humano.
Changmin gruñó.
― Él es mi humano, y yo soy su protector. Fuera.
Un suspiro alto rompió el tenso silencio.
― ¡Jaejoong!
Ali intentó correr en su ayuda, el hombre que
sostenía la bolsa de Jaejoong agarró de repente el brazo de Ali, sacudiéndola
para sostenerla en su lugar. Ali se volvió, gruñendo al hombre y con dificultad
intentó salir de su control, liberándose. Se lanzó de nuevo hacia adelante
tratando de llegar a Jaejoong, pero el hombre de Changmin se abalanzó tras
ella, tomó a Ali por la parte trasera de su cuello y tiró de su cuerpo,
dejándola allí, delante suyo. El dolor se quedó grabado en el rostro de Ali,
sometida por el hombre para que no pudiera luchar.
Changmin gruñó.
― Vamos a llevar al humano a la nave. ― Miró hacia abajo a Jaejoong ― luego me confesarás los nombres de los hombres que has dejado
que te follen, mientras avergonzabas mi nombre hasta que te he encontrado. Perseguiré
a cada uno de ellos y morirán dolorosamente por tocar lo que es mío. Después,
serás castigado.
―No sé de qué estás hablando, ― susurró Jaejoong. ― Déjame ir.
―Suelte al humano ― ordenó uno de los guardias de Yunho. ― Él está bajo la protección del Argis Yunho.
Changmin gruñó.
― Él es mi humano. ¡Tiren sus armas ahora!
― ¿Qué está pasando aquí? ― Una voz profunda gruñó desde la puerta.
Jaejoong torció la cabeza, tratando de ver
alrededor de uno de los hombres de Changmin que lo sujetaban, sólo para
entrever a Yunho. La furia golpeó sus rasgos, una fracción de segundo antes de
que un rugido rasgara el aire. Se ocultó de su vista durante unos segundos
hasta que lanzó a uno de los hombres que lo dominaban lejos de él, literalmente
sacudiéndolo a través del espacio, enviándolo contra una mesa que se rompió por
el peso del hombre.
Changmin lo liberó, saliendo del camino del
enfurecido Yunho. Jaejoong fue liberado por el otro hombre cuando éste se
alejó, poniéndose a sus pies. Jaejoong bajó de la mesa, cayendo al otro lado,
golpeándose con fuerza las rodillas, quedando en cuclillas. Empujó hacia abajo
su camisa, tratando desesperadamente de cubrir su desnudez, cuando vio a Yunho y
Changmin enfrentándose, la rabia grabada en ambos rostros.
―Vinieron a atacar ¿a mi casa? ― Yunho gruñía tanto que era difícil distinguir sus palabras. Otro
rugido rasgó su garganta. ― ¿Cómo te atreves?
Changmin mostró sus agudos dientes, gruñendo.
― Vine para recoger a mi humano. Yo no atacaba
tu casa, Argis.
De repente, Ali estaba al lado de Jaejoong,
agachándose a su lado. Ella había agarrado una camisa de la bolsa de ropa, y la
había puesto sobre los muslos expuestos de Jaejoong. Temblando, Jaejoong agarró
la tela para sostenerla en su lugar, mientras lágrimas calientes surcaban sus
mejillas. Él estaba en shock, cuando miró fijamente con terror como Yunho y Changmin
iban a luchar.
―Vi lo que hacías. ¿Cómo te atreves a dejar que
tus hombres lo dominen? ¿Qué pasa contigo? Yunho gruñó otra vez, mirando a los
ojos a Changmin. ― ¿Qué crees que estás haciendo? Debería matarte
por esto.
Changmin dio un paso atrás, respiró
profundamente y dejo bajar la cabeza hasta que su mirada se posó en el pecho de
Yunho. Dio un paso atrás distanciándose de él y poniendo las manos detrás de su
espalda.
― Me disculpo, Argis Yunho. Estoy muy enojado,
no quise insultarte. Vine a recoger a mi vinculado, que está bajo tu
protección. Gracias por mantenerlo a salvo para mí. ― Changmin miró a uno de sus hombres. ― Cogedlo nos vamos.
Yunho se giró, mirando al hombre que volvió a
coger a Jaejoong.
― No la toques. ― Yunho concentró su atención de nuevo en Changmin. ―Explícame tu abuso, ahora.
Changmin gruñía mientras su cabeza se erguía
para mirar a Yunho.
― ¿Mi abuso? Se supone que mi vinculado está
bajo tu protección y ¿permites que me avergüence? ― Agachó la cabeza mientras respiraba profundamente. ― Gracias por guardarme al humano, pero ahora lo recojo y me
voy. Sé que estás muy ocupado y no te culpo por sus acciones. En cuanto supe
que estaba avergonzándome vine tan rápido como mi nave me permitió.
Jaejoong vio que Changmin centraba su atención
en él, incapaz de confundir la cólera y el odio que salían de él dirigidos
directamente a él. Se estremeció con terror, sabiendo que probablemente quería
matarlo. Ali lo abrazó tratando de consolarlo, estaban en cuclillas entre la
mesa y el sofá. Un movimiento hizo que Jaejoong apartara su mirada temerosa de Changmin,
y llamó la atención de Yunho que giró la cabeza y con una mirada furiosa
bloqueó a Jaejoong. Él vio la confusión allí por un instante antes de que Yunho
se volviera hacia Changmin.
―Explícate. ― Yunho ya no gruñía, pero su tono era furioso. ― ¿De qué estás hablando? Él ha sido un invitado perfecto en mi
casa, y no te ha avergonzado.
Changmin miró hacia arriba, a Yunho.
― Tú estás demasiado ocupado para estar al
corriente de las acciones de los humanos, pero tengo mis informes. Él será
castigado después de confesar sus crímenes, los varones involucrados serán
perseguidos y castigados adecuadamente, pero no habrá daños irreparables para él.
Nunca abusaría de él, pero se arrepentirá de la vergüenza que me ha causado. ― Changmin miró a Jaejoong. ― He dado mi palabra de vincularme a ti, voy a ser el único
hombre que te folle, para que seas el único que crie a mis hijos. Si tanto te
mueres por tocar a los hombres servirás con tu lengua a mis escogidos a bordo
de mi nave. ― Estuvo a punto de escupir las palabras. ― Veremos que ganas tienes de otros hombres después de lo que
te harán los míos.
Yunho rugió.
― ¡NO!
Changmin impresionado miró fijamente con los ojos muy
abiertos a Yunho.
― Esto no es de tu incumbencia, Argis Yunho. He
venido para recoger eso.
― ¿Eso? ― Yunho estaba gruñendo de nuevo. ― Él es un hombre. ¡Fuera de mi casa!
Changmin vaciló.
― De acuerdo.
Sacudió la cabeza hacia uno de sus hombres.
―Cogedlo.
Yunho se movió, para bloquear a los hombres de
Changmin antes de que llegaran a Jaejoong.
― Tú no te lo llevas.
Changmin quedó sin aliento.
― No puedes detenerme. He venido a recoger al
humano al que mi hermano estaba vinculado, ahora él me pertenece a mí por
derecho.
―No te lo llevas. No es un cualquiera que
puedas ofrecer a tus hombres. No se puede abusar de él de ninguna manera. ― Las manos de Yunho se convirtieron en puños. ― Vienes a mi casa, lo acusas de crímenes que no ha cometido, y
lo tenías sujeta mientras lo atacabas. No voy a dejarte marchar de mi casa con
él. Permanecerá aquí, bajo mi protección.
―Él es mío. ― Gruño Changmin. ― No tienes derecho a negarme salir con él, y estás
sobrepasando tu autoridad.
― ¿Quieres autoridad? ― Gruñó Yunho. ― Ali, llama a Ral ahora y dile que venga aquí
con sus guardias. Él es el juez local, por tanto le permitiré decidir.
―Él es tu hermano ― gruñó Changmin. ― Quiero a alguien más.
―Él es el juez, y hará lo que la ley dicta en
esta situación.
Ali soltó a Jaejoong, poniéndose de pie para
salir corriendo de la habitación. Jaejoong se acurrucó en el suelo, sujetando
la camisa que cubría sus piernas desnudas, y temblando de miedo. Si el juez
estuviera de acuerdo con Changmin, él se lo llevaría, y eso lo aterrorizaba.
Ali volvió en menos de un minuto, agarrando
una manta en sus brazos. La colocó rápidamente alrededor del cuerpo de Jaejoong,
y cayó de rodillas en el suelo a su lado otra vez.
―Ral está en camino. No le expliqué nada, ya
que no tengo ni idea de lo que está pasando. ― Ali parecía asustada. ― Estará aquí en unos minutos.
Yunho cabeceó, mirando airadamente a Changmin.
―Esto no es justo ― gruñó Changmin hacia Yunho. ― Él es mío.
―Abusaste de él en mi casa, mientras estaba
bajo mi protección.
―Yo lo inspeccionaba. No era abuso.
―Había hombres sujetándolo, mientras se exponía
su cuerpo a otros hombres, y a mis guardias. ― Otro gruñido salió de Yunho. ― Alardeaste de lo que piensas hacer con él cuando vuelvas a tu
nave, lo cual sería un abuso, los vinculados no se comparten con otros hombres.
―No van a follarlo, pero puede darles una
liberación. No es digno de ser un vinculado después de haberme avergonzado.
― ¿Cómo? ― Yunho parecía listo para golpear al otro hombre. ― ¿Cuáles son los cargos? Dímelo.
― ¿Yunho?
El miedo golpeó a Jaejoong, cuando So Joon entró
en la sala de estar con una camisa larga en forma de túnica hasta sus rodillas.
El hombre tenía el ceño fruncido, los brazos cruzados sobre el pecho, y parecía
que estaba cabreado.
―Vete a la habitación, ― le ordenó Yunho.
―Oh, claro que no. ― So Joon caminó a lo largo de la sala de estar, haciendo caso omiso a
los guardias y los hombres de Changmin, para mirar a Yunho antes de volver su
atención hacia Changmin. ― ¿Has venido a recogerlo?
―Sí. ― Changmin miró a So Joon. ― Él es mío, pero el Argis Yunho se niega a permitir que me
lleve al humano.
―Maldita sea, Yunho ― So Joon se dirigió hacia él. ― Quiero que el puto se vaya. Deja que este tipo se lo lleve, y
problema resuelto. ¿Cuál es el problema?
―So Joon― advirtió Yunho. ― Mantente fuera de esto. Te dije que fueras a nuestra
habitación.
Enojado y con los ojos brillando.
― No lo haré. Soy tu esposo, y este hombre está
dispuesto a llevarse a ese puto grosero fuera de nuestra casa. ¿Cuál es tu
maldito problema?
Yunho se movió rápidamente, agarrando el brazo
de So Joon y dándole la vuelta.
― Vete a la habitación ahora mismo. ¿No ves la
tensión? Si se desata una pelea quiero salvarte.
So Joon finalmente se dio cuenta de que los
hombres de Changmin y de Yunho se encontraban en un callejón sin salida. Yunho
lo soltó, retrocediendo entre Jaejoong y los hombres de Changmin para
protegerlo. So Joon vaciló unos segundos antes de huir de la habitación.
―Vamos a esperar a que el juez llegue y él
decidirá. ― Yunho cruzó sus brazos sobre el pecho.
―Él es tu hermano― espetó Changmin. ― Eso no es justo.
―Ral es un juez justo. ¿Quieres insultar a un
Argis? ― Arqueando sus cejas negras, sus ojos ardían
de furia, en silencio esperando que el otro hiciera precisamente eso.
Changmin gruñó, pero no protestó de nuevo.
Ohhh Dios!!!......se pone super bueno.....actualiza este fic pronto porfisssss.....
ResponderEliminarhay dios no permitas que se lleven a Jae Yunho mejor cambia lo por tu fulano a ese si que le encantara servirles a esos monstruos ellos son tal para cual
ResponderEliminarGracias
Quien será que le dijo eso a changmin ahhhh pobre Jae .... Solo fue una vez no con muchos como le dijeron a chango conchas... Esto se pone mal... :(
ResponderEliminarSe imagino que el pu... De So Hoo cuando hizo sus locuras dijo que se llamaba Jaejoong, es lo único que puedo creer, porque aunque Jae lo único con Yunho fue sólo con él y nadie supo y nunca salió más que con Yunho, más sin embargo So es una mariposas alegre😁😁😁
ResponderEliminarGracias!!! 💗💕💞