lunes, 3 de abril de 2017

Un extraño en mi ventana: Capítulo 7

Capítulo 7

Revisó la dirección, no había error, era una casa de dos plantas situadas en  uno de los peores barrios de la ciudad. Pensó como podría entrar, las  ventanas y la azotea, serían las primeras opciones por las que esperarían entrara un vampiro.
Salió del coche y abrió el maletero. Revisó la mochila que le había preparado Jaejoong, agarró varias bombas de humo y las metió en sus bolsillos. Dejó las armas, no mataría humanos. Tal vez estuvieran equivocados en cuanto al vampiro elegido, pero su intención era buena.
Además estaba seguro de que todos los vampiros no serían como los que conocía.
Caminó hacía una pizzería cercana, encargó una pizza familiar y aprovechando un descuido del joven que le atendía, cogió una de sus gorras. Pagó y regresó a la calle, por unos minutos se quedó mirando la casa. Se colocó la gorra y se encaminó hacia la casa.
Tocó al timbre pero no parecía funcionar, por lo que aporreó la puerta sin consideración. Un tipo gordo, con pelo largo descuidado y una camiseta plagada de manchas, abrió la puerta.
–Tengo un encargo. Pizza familiar con doble de queso y anchoas.
– ¡Vosotros habéis encargado una pizza! – Gritó el tipo hacia el interior de la casa.
Yunho aprovechó que dejaba de mirarlo, su agudeza visual le permitió distinguir un arma bajo la ropa. Dejó caer la pizza al suelo mientras le daba un gancho de derecha que lo dejó sin sentido. Entró y cerró la puerta, aquel tipo tardaría en despertarse. Corrió hacia la escalera y lanzó una bomba de humo al piso de arriba. No tardó en escuchar como varios tipos tosían y gritaban a otros para que cogieran sus armas. Se centró tratando de escuchar a Junsu, primero escuchó amartillar un arma, el ruido de las pisadas que se acercaban, debía concentrarse más. Alguien afilaba un cuchillo en el sótano, entonces escuchó un grito.
– ¡Junsu!
Yunho arrojó la otra bomba de humo por una escalera que conducía al sótano. Corrió escaleras abajo, un tipo apareció empuñando un arma, pero Yunho lo abatió de un codazo. Varios cazadores salieron a su encuentro, saltó por encima de ellos y los agarró desde atrás, los alzó en el aire, giró sobre si como si fuera a ejecutar un lanzamiento de martillo y los lanzó contra un muro. Derribó de una patada la puerta del sótano, usando su velocidad sobrehumana arrebató el cuchillo a un tipo fornido y de aspecto nauseabundo. El cazador intentó golpearlo, pero Yunho lo esquivó con facilidad, hasta que lo agarró de la chaqueta y le dio un fuerte cabezazo que lo dejó sin sentido.
Yunho acarició la cara de Junsu, estaba demacrado incluso para ser un vampiro, su cara y su cuerpo estaba lleno de heridas que no habían cicatrizado, la falta de alimento debía impedir que se pudiera curar.
Yunho rompió las cadenas con las que lo habían inmovilizado y lo tomó en brazos. Los pasos se escuchaban cada vez más cerca, el efecto sorpresa se había acabado, ahora tocaba recibir una lluvia de balas y no estaba seguro de que su factor de curación fuera suficiente para salir ileso.
Corrió escaleras arriba, saltando por las paredes intentando esquivar las balas. Derribó a varios tipos a su paso, pero eran demasiados. Pronto las balas empezaron a cruzar su cuerpo. Sus ojos desaparecieron hasta quedar en blanco, entonces se desató la ira. Dejó a Junsu en el suelo.
Las balas impactaban por todo su cuerpo mientras Yunho se acercaba a los seis tipos que aún estaban en pie. Dio un puñetazo a uno de los cazadores destrozando su dentadura. Agarró a dos de ellos por el cuello hasta dejarlos sin conocimiento. Uno de los cazadores salió huyendo, mientras los otros dos corrieron hacia él, Yunho saltó y los derribó de una patada. Caminó por la casa, siguiendo un estrecho pasillo. El humo aún llenaba aquel lugar, pero su oído captó algo. Lanzó un puñetazo a través de la pared y pudo sentir como el último de los cazadores caía al suelo. Corrió hacia la entrada, agarró a Junsu y saltó a la azotea de un edificio cercano. Los tejados se sucedían uno tras otro, las tejas se rompían a su paso, los tejados de chapa se aboyaban bajo su peso. Durante unos instantes Junsu abrió los ojos, le impactó ver los ojos en blanco de Yunho, pero sonrió al ver que lo había rescatado.
Cuando llegaron al patio de la mansión Yunho dejó a Junsu en el suelo. Todo el clan salió a recibirlos. Karsacry fue el primero en llegar, pero cuando se agachó para reconocer a Junsu, Yunho lo agarró y empezó a golpearlo, Yoochun y Jaejoong tuvieron que agarrarlo. Straush sacó una botella de cristal azul llena de sangre y ayudo a Junsu a beber. A los pocos minutos sus heridas empezaron a cicatrizar. Su cara volvía a tener ese aspecto angelical que tanto gustaba a Yunho. Yoochun golpeó la nuca de Yunho y este perdió el conocimiento. Karsacry tenía el labio partido, sus costillas no estaban mucho mejor, pero sonreía.
– ¡Menuda bestia! – Dijo Karsacry sin dejar de sonreír.
Le gustaba un buen combate y que el inútil humano de Jaejoong, se hubiera convertido en alguien tan poderoso le entusiasmaba.
Yunho despertó, estaba tumbado en uno de los sillones del salón. Yoochun le sonreía.
–Siento haberte golpeado, pero estabas fuera de ti.
– ¿Y Junsu? – Preguntó Yunho.
–Tranquilo está bien, en cuanto bebió algo de sangre se recuperó de sus heridas.
Yunho tragó saliva y cerró los ojos.
–Al menos a merecido la pena el esfuerzo.
–Sí, has pasado la prueba.
– ¿Prueba?
–En serio creías que lo abandonaríamos en manos de esa gente. Karsacry vigilaba la casa en todo momento, salvo cuando fue por vosotros.
– ¿Me estás diciendo que habéis permitido que Junsu sufra una tortura a mano de esos desalmados sólo para probar mi valor, lealtad o cualquier otra mierda?
–Así es. Pero nadie le obligó, él se ofreció voluntario. – Respondió Straush que en ese momento entraba en la habitación. Se sentó junto a Yunho.
–He de admitir que no estaba seguro de ti. Pero has demostrado ser digno de confianza. A partir de ahora eres un miembro más del clan, sin restricciones ni pruebas. Golpeó amistosamente el hombro de Yunho y se marchó.
Junsu entró como un torbellino y se arrojó sobre Yunho.
– ¡Sabía que vendrías! ¡Qué pasada, cómo acabaste con ellos y tus ojos eran blancos!
–Tranquilo Junsu, me vas a volver loco con tus gritos. – Repuso Yunho.
–Perdona estoy muy emocionado, hacía mucho tiempo que no teníamos un miembro nuevo en el clan.
–Hay algo que no entiendo ¿Por qué te dejaste torturar de esa manera? ¿Pudiste romper las cadenas y defenderte?
Junsu lo miró con seriedad.
–El plan era liberarme en cuanto entraras en la casa, pero rociaron las cadenas de hierro con aceite de rosas. Ni las cadenas ni el aceite nos afectan por separado pero juntos, nos hace perder nuestra fuerza.
Por la mente de Yunho cruzó una idea muy interesante al oír aquello.
Karsacry entró en el salón y pidió a Yoochun y a Junsu que lo dejaran a solas con Yunho. Se sentó frente a él y guardó silencio.
–Pegas bastante fuerte para ser un pelele. – Dijo Karsacry.
–Si quieres me levanto y te doy una patada en el culo. –Replicó Yunho.
Karsacry rió.
–Ya no habrá más peleas entre nosotros. Ahora eres mi hermano. Todos los que pertenecen a mi clan son sagrados para mí.
Karsacry se levantó, lo saludó con la cabeza y se marchó.
Yunho se incorporó como pudo, tenía el cuerpo dolorido y acribillado a balazos. No entendía como seguía vivo. Sintió un escalofrío y se levantó como pudo, mientras empezaba a sufrir espasmos musculares por todo el cuerpo. De su cuerpo emergieron las balas que fueron cayendo al suelo, provocando un suave tintineo en el suelo de mármol negro.
– ¡No está mal! Yoochun me contó los detalles de la sustancia que habita tu sangre. Te será muy útil en tu nueva vida.
Yunho lo miró. Era tan bello, su tez blanca contrastaba en extremo con su pelo negro. Cuando lo miraba sentía como el Yunho sin escrúpulos desaparecía. Era otro ante él, aunque siguiera comportándose como un imbécil, pero no podía evitar provocarlo.
Jaejoong se acercó a Yunho, levantó su camiseta y tocó su cuerpo, tratando de encontrar alguna herida que no se hubiera cerrado. Yunho se estremeció ante el contacto de sus suaves manos, jamás un hombre había provocado esas sensaciones en él. Miraba sus ojos, consciente de que el deseo empezaba a dominarle.
Jaejoong le bajó la camiseta.
–Parece que estás bien. – Dijo mientras le daba un guantazo en la cara.
– ¡Ah y esto! Primero miras si estoy bien y luego me golpeas. – Se quejó Yunho.
–No me gusta que nadie me bese sin mi permiso.
Jaejoong acarició la nuca de Yunho con su mano derecha mientras acariciaba su mejilla con la mano izquierda. Acercó los labios a la boca de Yunho y lo besó con una dulzura que casi lo hace enloquecer.
–Esto por lo que has hecho por Junsu. – Dijo mientras le daba la espalda y se alejaba escaleras arriba.

– ¡Joder! ¿Si me tienen que acribillar a balazos, dar ostias hasta en el carnet de identidad y salvar a su amigo para que me dé un beso? ¿Qué tendría que hacer para tener algo de sexo?

5 comentarios:

  1. Jajajajaja ese Yunho...desesperado x algo de sexo con JaeJoong....jajajaja me encanto!!!

    ResponderEliminar
  2. Owwwww 😂
    Los dos tan bellos ❤ yunho y jae tan frescos me encanta esta historia .
    Que hermoso capítulo : )

    ResponderEliminar
  3. me encanto si ya obtuvo un beso de Jae no creo que se la haga muy difícil conseguirlo completo si ya tiene la de ganar el Yunho
    Gracias

    ResponderEliminar
  4. Esa cabecita de Yunho ya está trabajando con el dato de agua de rosas con hierro, a quien quiere apresar así en su cama?😀😀😀 Jae con pretextos para poder tocar y besar a Yunho, 😀😀😀

    Gracias!!!💗💕💞

    ResponderEliminar