miércoles, 24 de mayo de 2017

El Conquistador: Capítulo 15

Capítulo 15

El guardia  corrió   frenéticamente hacia los arbustos.
Jaejoong dejó sin ser notado el banquete tumultuoso. Él se agachó y esperó su oportunidad. Una yegua estaba ensillada y atada en un conjunto de árboles más allá de él.  Cuando el guardia corrió, Jaejoong fue hacia la puerta.
No había nadie allí, pues toda la aldea estaba en la celebración del matrimonio. Jaejoong corrió la tranca y entró a los calabozos.
—Hyun Joong ! Hyun Joong !
Él lo vio ponerse de pie.
—Eres vos, Jaejoong?
Él lanzó las cuerdas dentro del agujero.
—Agárrate! Apúrate!
Él sólo había estado encerrado dos días, y trepó rápidamente. Pero una vez afuera  parpadeó, ofuscado por la luz.
—No puedo ver.
Jaejoong lo tomó por el brazo y ellos comenzaron a correr.
—  Se te pasará — él susurró.  Jaejoong notó su pierna renga y el vendaje.
Entre los árboles ellos se detuvieron. Hyun Joong   tomó sus  hombros.
— Dios te bendiga — él susurró.
—Tu pierna, cómo está?
—Estoy bien. El normando envió a una muchacha para atenderme — él dijo,  desatando la yegua.
Jaejoong vio que su muslo y su brazo estaban bien vendados, y  se sintió perplejo porque  el normando hubiese permitido eso. Hyun Joong  saltó sobre la  potranca. Jaejoong se alejó.
—Dios vaya con vos— él gritó.
—Y con vos, Jaejoong — él dijo,  sus ojos brillaron. A pesar de su palidez, él era Hyun Joong , el Hyun Joong  que él conocía y amaba, orgulloso y guapo. —Volveré — él dijo.
Él desapareció en el bosque. Jaejoong lo observó irse, y sólo entonces se agachó temblorosamente. No pudo evitarlo  y  comenzó a soltar algunas lágrimas bien merecidas.
* * *
Yunho no sonreía.
Estaba sentado al lado de su esposo debajo de un árbol  mientras sus hombres y los aldeanos bebían, comían y bailaban  alrededor de ellos. Él no bebió ni comió. Su jaqueca  no disminuyó, y  él todavía  se sentía  muy mal. En verdad, estaba un poco enojado. No podía creer  que esto hubiera sucedido.  Finalmente estaba casado. Miró a su esposo.
Su rostro estaba enrojecido. Él estaba mordisqueando delicadamente, y sintiendo su mirada, él giró para mirarlo. Él le sonrió.
Yunho no sonrió en respuesta. Se dio vuelta, sólo queriendo salir a galopar, tomar aire fresco tal vez  eso  mejoraría su  humor. Salvo por esa necesidad, él estaba listo para ir a la  cama. Estaba  muy cansado, como aletargado. No había dormido suficiente la noche anterior? Los efectos posteriores del vino eran peores de lo que había imaginado, y ahora  entendía lo que la mayoría de los hombres sufrían de vez en cuando.
— No tienes hambre, mi lord?— Karam preguntó, por tercera vez.
—No.
—El  banquete no te complace?
—Me agrada, — él dijo, deseando que él no se molestase en hacerlo el blanco de la  conversación. No estaba de humor para eso.
—Tal vez algo de vino?— él levantó la odre.
Yunho levantó una mano.
—No, mi lady, por favor, me duele la cabeza y estoy muy cansado. Come y déjame descansar.
Karam apoyó la odre y se frenó para no fruncir el ceño.
Yunho dobló sus brazos y miró la nada, ciego y ofuscado.
Y así continuó la celebración.
Había pasado una eternidad, pero ahora finalmente estaba terminando.
Yunho caminó hacia la fortaleza, esperando que le avisen cuando podría entrar en la  habitación donde su esposo  se estaba preparando. Nunca había estado tan cansado, cada una de sus articulaciones  le dolía. No era tarde, pero quería acostarse y abrazar el  consuelo del sueño. Aunque esa era su noche de bodas. Sería, Yunho pensó, muy  afortunado si pudiese  hallar algo de deseo para su esposo. En verdad, no sólo estaba   muy cansado como para acostarse con él,  estaba demasiado cansado como para lidiar con  toda esa nueva  situación del matrimonio.
Karam estaba  temblando. No podía evitarlo. Finalmente había alcanzado el deseo de su corazón, ser el esposo  del normando.  Pero ahora, ahora  que estaba vestido con  su mejor  camisón y lo aguardaba  en la cama,  debía pagar el precio de ese deseo y él le temía a eso.
Recordaba muy claramente su cuerpo enorme. Él era repulsivo. Por lo menos su antiguo prometido, Bill, había sido  más agradable a la vista. Él había sido alto, esbelto y con  gracia,  para nada atemorizante. Y tampoco había sido una persona ruda! Oh, Dios, como  deseaba que pudiese cerrar los ojos y dormirse durante la odisea que tendría que pasar.  Pero no podía. Ni podía llorar o gritar. Jaejoong disfrutaba los abrazos de su marido,  entonces él tendría que mostrarse igualmente receptivo. Debía aguantar eso, y  fingir estar  muy complacida. Karam se estremeció.
Él entró.
Karam apretó las mantas y ellos se miraron fijamente. Como siempre, él se había  mostrado rudo y aislado durante  todo el día, y  ahora, no era  diferente. Él ni siquiera le había regalado  una mirada!  Su marido  comenzó a desnudarse, sin ninguna vergüenza, delante de él. Karam logró ver su pecho ancho, sus flancos delgados e inmediatamente desvió su cara. No iba a mirar si no tenía la obligación de hacerlo.
La cama crujió bajo su peso cuando  él se sentó del otro lado. Karam se congeló, incapaz de respirar. Él gimió y suspiró.  Él esperaba, sudando ahora. Él no la tocó. De hecho, él estaba absolutamente quieto. Lentamente, cuidadosamente, Karam movió la cabeza.
Él estaba acostado de espaldas, una mano cubriendo  sus  ojos, profundamente dormido.
Karam lo observó en shock.
Su primera reacción de alivio, desapareció. Le siguió el descreimiento porque él no lo deseaba y luego la rabia. Él perforaba a  su hermano  con sus  miradas calientes y su gran  lanza, pero lo ignoraba a él! Y él era su esposo, y hasta que no se acostase con él,  ellos no estarían verdaderamente casados, no ante  los ojos de Dios o de la  iglesia. Karam hervía de rabia.
Yunho se despertó gradualmente, saliendo lentamente del sueño profundo. Estaba consciente del  calor que emanaba  del  otro lado de la cama, y, buscando en la oscuridad, su mano tocó la carne suave de un otro.
Su primer  pensamiento fue: Jaejoong. Él estaba aquí,  en su cama, aguardando su placer. Entonces la decepción y el recuerdo llegaron al mismo tiempo.
No era Jaejoong.
Sólo tuvo que girar su cabeza para ver a su esposo. Karam.
Yunho suspiró, completamente despierto ahora. Como siempre en las mañanas, su miembro estaba erecto. Recordaba  muy bien  que  la noche anterior  no había  consumado el  matrimonio,  pues había estado increíblemente cansado. Y ahora, consciente de la identidad del hombre que yacía a su lado, que él era su esposo, su sangre estaba comenzando a disminuir su velocidad y su ardor, a ceder. Consumaría ese matrimonio ahora, rápidamente, antes que perdiese el deseo.
Debía ser Jaejoong quien estuviese allí,  él pensó sombríamente, agarrando a su esposo.
Él jadeó como él  lo trajo más cerca  y se colocó encima suyo. Con sus rodillas separó sus  piernas, quitando el camisón del camino. Él mantuvo sus ojos cerrados. Su mente se  enfocó en la otra en el brujo de cabello color noche que lo atormentaba día y noche. Su necesidad aumentó.
Karam dejó escapar un sollozo cuando él quiso hundirse en su carne sin lubrificar.
Se oyó el sonido un cuerno dando la  alarma.
Encima de Karam, pero todavía  sin penetrarlo, Yunho se congeló,  toda su determinación  de consumar el matrimonio  desapareció, y entonces  se puso de pie y buscó su espada. El  sonido de la alarma se oyó otra vez. Yunho se puso la  túnica. Oyó a alguien subiendo  hacia las escaleras. Tenía los pantalones en la mano cuando Changmin golpeó la puerta.
—Entre, — Yunho rugió mientras el  cuerno sonaba nuevamente.
—Mi lord! — Changmin gritó, jadeando. —Lo siento mucho.
— Qué pasa? — Yunho exigió.
—El sajón se escapó!
Yunho se quedó congelado.
—Hyun Joong  se escapó, — Changmin repitió. — Se fue!
* * *
— Qué sucedió? —Yunho exigió.
—Fue  descubierto  cuando un siervo  llevó  su desayuno, mi lord. Louis abrió la puerta para  pasar la comida pero el prisionero ya no estaba allí.
Yunho ya dirigiéndose a la puerta.
—Mi lord — Karam gritó, apretando las sábanas sobre su cuello.
Yunho hizo una pausa.
—No ahora.
—Sabes quien participó en  eso — Karam dijo triunfalmente.  —Sabes  bien que sólo pudo  ser mi hermano!
Yunho le lanzó una mirada feroz  y corrió  hacia el piso de abajo, seguido por Changmin.
—Reparte a los hombres en  grupos y salgan a buscar  huellas. Cuándo comenzó Louis el turno de guardia?
—Anoche a medianoche.
—El prisionero estaba allá entonces?
—Él no lo sabe, — Changmin dijo severamente.
— Y era Jean quien estuvo de guardia durante el día?
—Sí. Ambos te están aguardando — Changmin dijo mientras ellos entraban en el salón.  —Como puedes ver. — Los dos hombres estaban parados esperando aprensivamente.
—Quién vio por la última vez al prisionero? — Yunho exigió.
Jean, se enrojeció y avanzó un paso.
— Yo, mi lord.
—Cuándo?
—Cuando tomé la guardia, ayer a la mañana.
— Y viste si el prisionero estaba allí cuando dejaste tu puesto?
Jean ladeó su cabeza.
—Era tarde. Pensé que él dormía.
— Y vos — Yunho se dio vuelta  hacia Louis —No verificaste si el prisionero estaba allí?
—No, mi lord —Louis dijo. — Pensé que él estaba dormido. Pero...
—Pero, Qué?
—Él podría no  haberse escapado durante mi turno Yo no pegué  ni  un ojo, ni  me alejé de mi puesto. Se lo juro, si miento que Dios me fulmine en este mismo instante.
Yunho le creía, y giró hacia Jean, quien  ahora  estaba de color púrpura.
— Qué tienes que decir?
—Fui yo — él tartamudeó. — Me sentía muy  mal, mi lord. De repente tuvo un gran dolor. No podía contener mis intestinos.
Yunho lo miró fijamente. 
—Abandonaste tu puesto.
—Estaba enfermo, tan descompuesto que no podía contenerme.
El rostro de Yunho estaba rígido, pero contuvo su ira. Sólo sus ojos mostraban sus  emociones. Los ojos lanzaban fuego.
— A qué hora estuviste enfermo?
—Poco después de comer, mi lord, durante el banquete de bodas.
—Quítenle la espada, — Yunho le dijo a Changmin.  Entonces miró a  Jean. —Estás  relevado de tu deber hasta que considere tu caso.
Changmin giró hacia Yunho.
—Piensas...?
—Estoy casi seguro... él  fue envenenado. Hay alguna otra noticia de esta enfermedad extraña?
—No.
Jean reaccionó.
—Mi lord?
—Qué?
—Él me trajo la comida.
—Quién? — Y él sabía la respuesta.
—Él hermano de su esposo, Jaejoong.
Por un momento Yunho no respiró, no se movió. Luego  su corazón latió aceleradamente. Su rostro perdió toda expresión y emoción.
—Y vos no desconfiaste después que el había intoxicado a Changmin en Kesop?
— Si, sospeché. Pero él tomó un bocado de la comida, mi lord, para probarme que estaba  envenenada. Pero ahora que lo pienso él comió un bocado muy  pequeño, mi lord, muy pequeño.
Las fosas nasales  de Yunho se hincharon. En su mente  había mucha rabia. Él entendía muy bien lo que había hecho, y las consecuencias, pero lo había hecho de cualquier modo.
Traición.
Y en su cuerpo hubo una náusea profunda, alcanzando su corazón y su alma.
—Yo lo sabía, — Karam gritó  detrás de ellos. — Él me preguntó la otra noche, mi lord, si iba a ayudar a planear la fuga de Hyun Joong . Por supuesto, que le dije que era un idiota.
Yunho estaba por  decirle a Karam que se callase, pero ahora  estaba  muy atento a lo que decía.
— Y por qué no me informaste?
—Vos estaba dormido  bajo los  efectos del vino, mi lord, — Karam dijo con una leve  sonrisa. Sus ojos ardían. —Yo le ordené a Changmin que la pusiera  en los calabozos por traición,  pero él no lo hizo!
Yunho miró a Changmin.
Changmin se movió.
— Él  pensó que él te había  envenenado a  vos, mi lord, y por eso  acusó a su hermano de traición. Yo determiné que vos estabas borracho,  y por eso no encerré al  muchacho. Si me  comporté incorrectamente, aceptaré tu justo castigo.
—Vos hiciste lo correcto. — Yunho levantó una mano, tomando una respiración, entre sus labios apretados. —No  hay necesidad de perseguir  a Hyun Joong   si hace tanto tiempo que se escapó.
Changmin asintió.
—Encuentra a Jaejoong, — Yunho dijo.  —  Y encadénalo en los establos, con un guardia.
—Sí, mi lord, — Changmin dijo.
Yunho se dio vuelta  y caminó  hacia la gran mesa, dándole la espalda a la gente. Se quedó sin moverse, y luego levantó un brazo. Su puño se estrelló en la mesa. Toda su fuerza  estaba en ese golpe. El ruido fue ensordecedor; la mesa se rajó.
* * *
Jaejoong se movió  e intentó  hallar una posición más confortable en la paja. Sus muñecas estaban atadas en su espalda y amarradas con una cadena a un poste en el establo. El  guardia estaba sentado en un fardo de heno, a diez metros de él, con los  brazos doblados, observando a quienes pasaban. Y muchas personas pasaron.
Él ya no se ruborizaba de vergüenza pues, con un pretexto u otro, los aldeanos pasaban  para mirarlo estúpidamente. Él había estado sentado allí por medio día. Estaba acostumbrada a ver las expresiones boquiabiertas  y a  su piedad.  Todos venían a ver la nueva atracción, y la palabra traición era susurrada abundantemente.
Karam también había venido.
—Ahora la pagarás, brujo, — Karam gruñó. — La  pagarás!
Su hermano había  tensado sus  nervios ya destrozados como nadie más lo había hecho. Por suerte, él no hizo una pausa para quedarse y seguir provocándolo, sino que se apresuró a irse. Jaejoong reprimió las  lágrimas  temblorosamente. Su propio hermano lo   odiaba lo suficiente como para regocijarse. Y Karam tenía razón, ahora  él pagaría.  Jaejoong conocía bien el  precio, había sido advertido del precio.
Oh, Virgen María, qué haría él?
Jaejoong tenía miedo.
Había sabido en el  momento que él había visto a Changmin aproximándose esa mañana que él venía por él. No habría tenido sentido salir corriendo a dónde podría ir? Él lo había  esperado, cerca del pozo de la aldea, enfrentándolo valientemente, con la cabeza en alto.  Había estado muy seguro que Changmin lo llevaría  con el normando.  Pero a pesar de su porte externo, había  un gran temor dentro de él. Su corazón tenía alas y temblaba como un pájaro cautivo.  No debía demostrar  miedo.  No debía temblar como una hoja suelta en  invierno. Pero él había sido escoltado a los establos y había sido encadenado. Y  ahí había  estado toda la mañana y toda la tarde. Sin comida, ni siquiera una manta en donde  sentarse. No era que  pudiese  comer,  seguramente vomitaría si lo intentase. Una hora pasó y le trajeron una copa de agua para humedecer  su garganta seca,  y  finalmente  se le  permitió responder a las necesidades de su cuerpo.
Cuándo vendría él?
El miedo oprimió  su pecho nuevamente. Era un gran nudo en la garganta  que no le permitía tragar. Con el transcurso del tiempo el miedo creció, extendiéndose incontrolablemente. La ira de Yunho estaría más allá de cualquier cosa que él jamás hubiese visto antes. Si sólo viniese y la confrontación  terminaría de una vez! Esta espera era una tortura del peor tipo, y él no podía tolerar un  minuto más! La transpiración se le había juntado en las axilas, entre su pecho y en su frente. Sabía con certeza que él la mantenía esperando a propósito, para alimentar su miedo. Y estaba teniendo éxito.
Y sus peores miedos comenzaron a aparecer en las horas más oscuras de la noche.
Él lo colgaría?
Jaejoong rezó por clemencia.
Jaejoong no le imploraría por información a su guardia, aunque quería saber  desesperadamente.  No imploraría por  una audiencia, o por saber  sobre su destino. Aunque se le ocurrió  que si  le  implorase al normando, si  llorase, si se rebajase ante él,  tal vez él mostraría algo de clemencia. Él se lo imaginó de pie allí,  con su rostro de  piedra, mientras él intentaba agarrar su túnica, mendigando  su  indulgencia.  Sabía positivamente  que él no lo salvaría su esta vez. Su mente siguió funcionando aceleradamente. Y si  intentase  usar  trucos para ganarse su clemencia? No! No podía hacer ser! No podía llorar, implorar, o seducir! No, soportaría estoicamente cualquier cosa que debiese tolerar, aunque fuese su propia muerte.

Iba a ser colgado. Había cometido una traición, su vida era el precio. No podía dormir. Ni siquiera llorar.  Entonces se quedó  sentado y  congelado, su mente creando las peores imágenes de sí mismo colgado de una soga.

3 comentarios:

  1. Pobre jae :( el es ran valiente y justo no merece todo lo malo que le pasa y le ha pasado .
    Muchas gracias por el capítulo ❤

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  2. como es posible que el desgraciado de Karam se salga con la suya mientras hace cosas malas y traiciona a su gente y Jae que es bueno y cuida de sus hermanos tenga que pagar los castigos mas feos y ahora la incertidumbre de que le aran y ese regocijándose por que lastimaran a Jae no puede ser tanta maldad
    Gracias

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  3. Ashh! Mugre Karam, burlándose de su hermano todo por celos. Me aflige lo que le va a pasar a Jae, que castigo le pondrá Yunho. Ojala lleguen sus hermanos a tiempo y lo liberen.


    Gracias!!! 💗💕💞

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