Capítulo 32
El prostituto había buscado seducirlo
nuevamente.
Qué pensaba Jaejoong, que él era un imbécil?
Yunho, lleno de furia, caminó inquietamente
en su habitación. Había estado enfurecido desde la cena, nada apagaba las
llamas dentro de él. Odiaba cómo su cuerpo había respondido a ese hombre
relajado. Se dijo a sí mismo que había respondido como cualquier hombre
respondería a cualquiera, feo o bello. Tal vez debería haber dejado que él ejecutase sus trucos y ver hasta donde
llegaba él en su idea de probar que lo amaba! Tal vez debería haberla tomado y
penetrarlo hasta que él no pudiese caminar!
Yunho miró a su esposo con desdén. Entendió su
tono ronco. Karam quería fornicar. Bien, no sería ningún problema, porque su
miembro estaba erecto por su rabia. Yunho
se desnudó metódicamente. Subió a la cama y lo colocó debajo de él, empalándolo
inmediatamente.
Karam jadeó con su penetración.
Yunho embistió continuamente, cerrando los
ojos, imaginando que era Jaejoong debajo de
él, gritando como su esposo estaba haciendo. Se hundió más
profundamente, con más fuerza, queriendo lastimarlo! Karam sollozó y se
debatió, arañando su pecho. Yunho agarró
sus muñecas y se enterró aun más
en él. El hombre debajo de él se estremeció
salvajemente en su orgasmo.
* * *
Jaejoong no vio a Yunho nuevamente, y dos
días después de su visita llena de odio, él montó con sus hombres. Jaejoong lo
observó partir por la estrecha ventana, el dolor en su corazón tan vívido y
agonizante como siempre. Yunho era tan guapo estando sentado en su gran caballo
gris, su rostro tenso como el
primer día que lo había visto en
Kesop. Era difícil de creer que ese hombre era el mismo amante que lo había
tomado en el huerto, que jugaba con él en la oscuridad del establo. Yunho había
aprendido a reír y a amar, él pensó con tristeza, y ahora había aprendido a
odiar con el mismo fervor.
Mary era
la única que venía a su habitación, trayendo pan, queso, y cerveza, una
vez a la mañana y una vez al atardecer. Le daban mínimas cantidades de agua, y
todavía no había usado la vela para poner a prueba la generosidad de su captor
como él había sospechado, no le traerían
otra vela. Su orinal era cambiado cada dos días. Le era negado un baño,
diciéndole que si él quisiese lavar se debería usar el agua que recibía para
beber. Entonces Jaejoong estaba sucio, y
no le importaba.
Mary tenía una buena relación con Karam, y Jaejoong
sabía eso. Aparentemente el normando sabía eso también, y por esa razón la
había elegido para que lo atendiese. Mary
era una chismosa, no era
maliciosa, sólo habladora, aunque Jaejoong sospechaba que Karam la proveía con
la información que ella le daba.
Mary estaba contenta al contarle como el
normando mantenía despierta a Karam toda la noche haciéndole el amor, hasta que
Karam le rogaba lleno de regocijo por clemencia. Dios! Yunho lo odiaba, y Jaejoong
sabía que iba con mujeres. Jaejoong escondía
su dolor cuidadosamente seguro de
que Mary sería cuestionada por Karam respecto a su reacción.
Jaejoong enteró que el normando se había marchado para fortalecer
una posición en la frontera con Gales. Él
estaría afuera por lo menos una
semana, tal vez dos, construyendo una fortaleza en medio del desierto estéril.
Cuando Beltain se recuperase, él fue
informado, recibiría esa pequeña fortaleza. También le contaron que su
esposo, Changmin, había vuelto poco
después que el normando se había ido.
Los días pasaban. La monotonía al principio
era aliviada reviviendo cada momento desde que Yunho había entrado en su
vida aquel día de
Junio en Kesop. Eso resultó ser
muy doloroso, y Jaejoong intentó
detener esos recuerdos, mas era imposible. No había nada
más que hacer excepto mirar las cuatro paredes. Se preocupaba también por
sus hermanos, sabiendo que cada día
que pasaba la rebelión que ellos estaban
planeando se acercaba. Rezaba para que
ellos sobreviviesen una vez más. Sabía que no debía tomarse el trabajo de
contar los días, aunque lo hacía, diciéndose que no estaba marcando el tiempo
para su retorno.
Una semana después que el normando hubiese
partido Jaejoong se dio cuenta de algo. Amanecía descompuesto por las mañanas.
Existía una buena posibilidad de que
estuviese embarazado. Sabía que él estaba esperando un hijo del normando.
Era un regalo de Dios.
Abrazó su vientre y lloró con agradecimiento,
en ese momento él tenía una parte de Yunho donde volcar su amor, una parte de Yunho
que crecería para ser fuerte y orgulloso
como su padre era, o, una mujer bendecida con las mejores característica de
ambos padres. Amaba a ese ser minúsculo
creciendo dentro de su cuerpo, lo amaba con toda la pasión que le había dado a Yunho,
y aún más, porque había sido concebido
con amor. Todas sus emociones se
concentraron en ese nuevo bebé, y nutrido por esa noticia, Jaejoong se serenó.
Estaba seguro que el bebé había sido concebido en su noche de bodas, seis
semanas atrás. El hecho que fuese concebido en la primera noche mágica en que
había estado con Yunho lo llenaba de placer.
La comida, aunque monótona, era suficiente mantenerlos a ambos.
Le rogó a Mary que le trajera más, pero la criada le tenía miedo a su ama.
—No puedo, Jaejoong — ella se lamentó. —Sería azotada si lo
hiciera!
Jaejoong sabía que tenía que conseguir más comida por el bebé.
—Mary, por favor!
Mary sentía pánico.
—No puedo! Conoces a Karam!— ella giró para partir.
—Espera!— Jaejoong la
llamó desesperadamente. Mary reticentemente hizo una pausa. —Mary. — Jaejoong vaciló.
Entonces abruptamente él decidió que más
comida era la prioridad, el bebé era la prioridad. Karam se enteraría de su
eventualmente de su embarazo cuando fuese visible, entonces qué diferencia sería si él lo descubriese
ahora?
—Mary, estoy embarazado, debes traerme más
comida!
Los ojos de Mary, se agrandaron su boca cayó
abierta, y luego exclamó que no era ninguna sorpresa que Jaejoong estuviese
floreciendo como una rosa a pesar de la prisión. La criada consintió a los
deseos de Jaejoong, y le prometió que él recibiría pan y queso extra y suficiente agua para tomar baño dos veces por
semana.
No fue una sorpresa cuando el día después que
esa confesión, Karam apareció. Estaba
lívido. La habitación estaba a oscuras porque la única luz del sol
entraba por la ventana estrecha. Jaejoong se sentó, había estado durmiendo la
siesta y aunque estaba preparado, su cuerpo se puso rígido por la tensión.
Karam lo
miró fijamente.
—Mary dice que te pones más bonito con cada día, y yo no le creí! le
dije que no es posible, ella asegura que es verdad! Entonces esa putita me dijo
que estás embarazado. Es cierto?— él exigió.
Jaejoong fue invadido por una oleada de piedad por Karam, pues sus celos y su malicia
eran tan evidentes, haciéndolo parecer vengativo e infeliz.
—Estoy embarazado, Karam — él dijo con calma
y sonriendo.
—El bebé es de Changmin!— Karam gritó,
enrojeciéndose completamente.
Jaejoong sonrió nuevamente.
— es el hijo del normando.
—No! Una vez más mientes! Quieres engañarme,
engañarlo a él?
Jaejoong estaba increíblemente tranquilo,
pues la verdad era la verdad, y Karam no
podría cambiar eso.
—No, Changmin nunca tocó me. Yunho es el padre. Oh, tendremos un niño rubio y bello!
Karam estaba
respirando aceleradamente,
mirándolo incrédulamente. La furia deformó sus facciones.
—Brujo!—
él gritó. — yo debería tener su semilla, maldito seas. No puedes tener su bebé! No puedes!
Karam se movió muy rápidamente, Jaejoong, letárgico como
todas las tardes, no pudo reaccionar. Las manos de Karam se cerraron alrededor
de su cuello. Instintivamente Jaejoong luchó para librarse, Karam tenía la fuerza de un hombre enloquecido,
pero Jaejoong era más grande y más
fuerte y se soltó del asimiento de Karam,
tosiendo. Vio el golpe viniendo
demasiado, Karam lo golpeó con la fuente de arcilla con agua en la cabeza.
Miles de estrellas estallaron, pero Jaejoong, luchó por su bebé, en medio de oscuridad. Un vértigo lo asaltó. Karam lo estaba
arrastrando por el brazo a través del cuarto, y fuera de la puerta. Jaejoong sacudió la cabeza,
intentando recuperar la visión mientras Karam lo arrastraba hasta la habitación
principal. Oyó que Mary exclamaba con sorpresa.
Su visión se aclaró y Karam lo forzó a
sentarse. Jaejoong estaba en el antepecho de la
ventana abierta, y Karam lo empujó con fuerza.
Las manos
de Jaejoong sosteniendo su peso se resbalaron, y él vio los tres pisos
hasta el suelo, se caería si Karam tuviese éxito de lanzarlo por la ventana.
Oyó a Mary gritando. Todavía estaba
viendo algunas estrellas. Karam lo empujó por sus nalgas con toda la fuerza de
su locura.
Su mandíbula golpeaba con el antepecho de
piedra mientras era empujado. Sus manos arañaban las paredes dentro de la
ventana, luchando mantenerse firme. No había nada para agarrarse que no fuese
la piedra lisa, y su pecho pasó por el borde, el suelo se mostraba debajo.
Karam gritó.
Y unas
manos grandes le tiraron su cabello, empujándolo dentro del cuarto.
—No!— Karam estaba gritando. —No! No! No!
Déjame matar al brujo! déjame!— él
aulló.
Hubo gritos y golpes. Karam cesó de gritar. Jaejoong
vio que Beltain lo había golpeado en la mejilla. Athelstan sostenía a Karam
mientras que él arqueaba y se retorcía. Jaejoong
giró su mirada hacia su marido.
—Gracias — él susurró. —Oh, gracias!
—Estás seguro ahora — Changmindijo, calmándolo
y abrazándolo.
Jaejoong comenzó a temblar, su rostro
enterrado en su cuello.
—Él... él intentó... lanzarme por la
ventana!— contó con un sollozo desenfrenado.
—Estarás bien ahora, Jaejoong. — Todavía sujetándolo, Changmin habló con Beltain. — Él
ha enloquecido. Debería ser encerrado
arriba hasta que Lord Yunho retorne y
decida qué hacer.
—Traeré al carpintero para clausurar la ventana. Pienso que deberíamos encerrarlo aquí. Apostaré un guardia adentro para tener
certeza que no se lastime.
—No estoy loco— Karam dijo entre
dientes. —Estoy perfectamente sano! Odio
todo esto!
Beltain y Changmin, se miraron incómodamente.
Athelstan lo observó con piedad.
—Él estará bien?— Beltain le preguntó a Changmin.
—Sí. — Con su brazo alrededor de sus hombros,
Changmin caminó por la habitación. —Ven, Jaejoong, debes recostarte. Mary, trae
vino ahora.
La criada, cuyos gritos alertaron a los
hombres, corrió para obedecer.
Jaejoong se inclinó contra Changmin, aun
temblando. Karam había intentado matarlo. Su bebé casi había muerto. Se hundió
sobre la manta, agarrando la mano de su marido.
Changmin se arrodilló al lado de él.
—Estás bien ahora — él lo calmó. — Lamento mucho que tener que traerte aquí después de
semejante odisea, pero nada ha cambiado.
—Oh, Changmin. — Jaejoong jadeó. —Él casi
mató a mi bebé!
Changmin se quedó congelado.
Jaejoong comenzó a llorar.
Changmin se sentó a su
lado de él y suavemente lo abrazó.
—Estás embarazado, Jaejoong?
Él sacudió la cabeza, sus ojos húmedos,
incapaz de hablar.
—Él sabe eso?
Él negó con
la cabeza, luego agarró su brazo.
—Prométeme que no se lo dirás!
—Jaejoong — él protestó.
—Promételo! Changmin, yo lo amo!— él imploró. —yo lo
amo y él me odia. Le diré todo
cuando sea el momento debido, por favor! No puedo mantener
escondido para siempre, lo sabes!
—Él podría pensar que es mío — Changmin pensativamente
dijo.
—No, yo le conté como eran las cosas entre nosotros. — él dijo con calma. —Él
estaba muy orgulloso, y, por un tiempo,
pienso que él quería... un poco. Él no es un hombre que le guste
compartir.
—No,
no lo es — Changmin dijo. —Tienes
suficiente para comer? Jaejoong! deberías decirle esto inmediatamente para mejorar tus
condiciones!
—Tengo más que suficiente por ahora. Mary me
está trayendo raciones extras.
Changmin súbitamente lo estudió.
—Quizás — él dijo. —Has ganado un poco de peso, tu cabello tiene
un brillo infrecuente, así como tu piel. Me aseguraré que la cocinera sepa que
debe mandar porciones extras.
—No se lo digas a él — Jaejoong insistió nuevamente. Él se ruborizó. — Sé que me odia,
pero no quiero su gratitud por esto. No sé lo que quiero, pero eso no.
—Eres tonto, Jaejoong. Yunho no es un hombre
para amar, y es un hombre duro con ideas rígidas sobre el deber y la lealtad.
Él no te perdonará por tu traición. Lo sé bien.
—También lo sé — él dijo, aunque en lo profundo de su corazón esperaba
su perdón.
—Es doblemente tonto no decirle que será un padre. Claro que... — Changmin se
puso de pie —No quiero ser cruel, pero él ya tiene muchos bastardos.
—No me sorprende — Jaejoong dijo con una tranquilidad que no sentía. No había considerado eso. —Dónde... dónde están ellos?
—Tres en Normandía, uno en Anjou, y dos en
Sussex, creo. Ellos están con sus madres, por supuesto. En total seis hijos — Changmin
agregó.
Seis hijos. Jaejoong casi se rió
histéricamente. Entonces él le daría un
séptimo! Dios Santo! Él sofocó en un
sollozo.
—Lo siento mucho — Changmin dijo, —pero
esos son los hechos. Él te
tratará con cortesía por darle otro
bastardo, pero no esperes nada más.
* * *
— Iremos el último día de septiembre.
Ambos,
Hyun Joong y Hereward protestaron esa declaración serena
de Yoochun.
— Es muy pronto — Hyun Joong dijo. —En dos semanas.
—Mis hombres todavía se están recuperando del
ataque de Cavlidockk — Hereward concordó. Él era bajo y delgado, unos años mayor
que ambos hermanos.
Ellos estaban separados del campamento, casi
fuera del círculo de la luz del fuego, hablando en voz baja por miedo a los
espías.
—Cuántos hombres puedes reunir?— Yoochun
preguntó.
—Dos docenas.
—Bien —Yoochun dijo, sonriendo por primera vez. —Porque yo tengo tres docenas. Vamos a superar en
número a Jung. Él perdió una docena de sus mejores hombres en Cavlidockk,
gracias a Jaejoong.
—Deseas tomarlo por sorpresa?— Hereward
preguntó.
—Sí. Temo
esperar más tiempo por los espías. Nadie puede ser confiado en estos días. Y él todavía tiene que substituir la docena de
hombres perdidos. Nosotros somos más fuertes ahora, y es momento de atacar.
—Atacaremos Aelfgar, entonces, mi lord, no York ?— Albie habló por
primera vez. Él estaba ligeramente separado, mucho más metido en las sombras.
—Aelfgar. — El tono de Yoochun era duro. — Es
tan fuerte como York ahora que él reconstruyó las fortificaciones. Tomaremos
Aelfgar, desde allí podremos repeler los ataques de Siwon y eventualmente él
tendrá acordar la paz.
—Pero si está tan bien fortalecido, como lo
tomarás? — Hereward preguntó.
—Por sorpresa y con la ayuda de la traición.
Uno de las criadas abrirá una puerta
secreta, ubicada en el muro para la fuga de los habitantes de la
fortaleza en caso de un asedio. — Yoochun miró a Hyun Joong , y sonrió ligeramente. —Tu seducción con las muchachas ha
probado ser muy útil. Podemos contar con Beth?
Hyun Joong sonrió.
—Absolutamente.
— El día trece entonces — Ed declaró, y con eso,
se dio vuelta para observar la
noche sin estrellas.
Hyun Joong se acercó cuando Albie y Hereward volvieron con los otros al campamento.
—Ed? Estoy preocupado con las noticias que
Hereward había traído de Jaejoong. Que él había sido encarcelado
por espionaje en York, y que había sido enviado a Aelfgar bajo la custodia de Jung.
Me preocupa su seguridad.
—Él está seguro — Yoochun dijo. —Él no fue
condenado a muerte sino a prisión perpetua. Si no fuese el esposo de Changmin,
habría sido colgado, no tengo duda.
— Temo por él debido a la ira del normando.
—Tomaremos Aelfgar y no necesitarás preocuparte más — Yoochun dijo.
* * *
Yunho se enteró del intento de asesinato en
contra de Jaejoong en el momento en que
retornó, antes de poner un pie dentro del gran salón.
—Él está herido?— él exigió saber.
—No — Changmin dijo.
— Qué hicieron con Karam?—
Su corazón estaba latiendo violentamente. Karam casi había tenido éxito en
lanzar a Jaejoong por la ventana para matarlo!
—Lo encerramos en su habitación con un guardia, mi lord —
respondió Changmin. —Él está calmado ahora, pero verdaderamente, sólo un hombre loco puede hacer tal cosa. Yo
lo vi. Estaba aullando como un demente,
gritando que quería matar a Jaejoong. Beltain y Athelstan vieron eso también.
Yunho dejó a Changmin y caminó hacia las
escaleras, controlando su temperamento con grande dificultad. Karam había
llegado demasiado lejos. No toleraría más eso. En lo alto de las escaleras hizo
una pausa y miró hacia la puerta detrás
de que Jaejoong estaba encarcelado. Había pasado un mes desde que lo había visto, y deseaba sacar la tranca y entrar,
para asegurarse que lo que Changmin había
dicho la verdad, que él estaba sano y salvo. Que él estaba vivo. Luchó
consigo mismo y triunfó. Giró hacia su propia habitación, entró, y despidió al guardia.
Karam estaba de pie, con las manos apretadas,
y los ojos muy abiertos.
— Todo es una
mentira — él dijo roncamente. — fue una mera pelea. No pretendía empujarlo para matarlo. Lo juro.
—Estás
dejando Aelfgar mañana — Yunho implacablemente
dijo. —Llévate todo
lo que desees con vos.
—Dónde me estás mandando?— Karam gritó.
—Estás yendo a Francia — Yunho fríamente. —Al
Convento de las hermanas de Saint John.
—Y... por cuánto tiempo?— él jadeó.
—Estarás en el convento para puedas
arrepentirte por tus acciones, si así lo deseas. Se no... — él encogió
los hombros. —Allá, por lo menos, no podrás dañar a tu hermano, o a cualquier otra persona.
—Por cuánto tiempo?
—Hasta que seas viejo y canoso, Karam — Yunho
dijo.
— No puedes hablar en serio! — Karam gritó. —
No puedes hacer eso!
—No? Puedo hacerlo. No serás el primer esposo en ser exilado en
un convento religioso. Estabas advertido,
pero fallaste en tomar seriamente mis
palabras. Si hubieras sido uno de mis hombres
ya te habría despedido hace
tiempo. Prepara lo que necesites, Karam, para una larga estadía.
* * *
Yunho caminaba en su habitación. Había
despachado a Karam, bajo vigilancia a otra habitación, pues no quería verlo nuevamente. Todavía estaba enojado, furioso
con él por intentar asesinar a Jaejoong.
Esa realidad lo hizo enfurecerse consigo mismo. Todavía abrigaba algún tipo de sentimiento por ese
prostituto traidor.
Jaejoong estaba tan
cerca, detrás de la puerta del otro lado del pasillo. Él
hizo una pausa en su caminata y
se lo imaginó dormido en la manta. Lo
odiaba con cada fibra de su ser. No le importaba que Karam casi lo asesinara, se dijo a sí mismo,
sólo le importaba que Karam lo había
desafiado y casi había matado a un
prisionero del rey, que estaba bajo su responsabilidad. Su frustración y su ira
aumentaron.
Necesitaba
una mujer. No había tenido una en el
último mes más que su propio esposo, con quien se había acostado antes
de partir a las fronteras. Todos sus
hombres habían padecido el celibato, pues no
había en la aldea ninguna muchacha accesible. Pensó en Jaejoong, solo del otro lado del pasillo.
Podría acostarse con él fácilmente.
Lo odiaba y no iría. Pero, por qué no?
Jaejoong era como una puta. Él lo deseaba. Jaejoong
había sido su amante. Jaejoong ahora era su prisionero. No podría negarse, y si lo hacía, él lo
tomaría de cualquier manera. Se excitó mas pensando en eso y creyó que podría estallar. Caminó con largos pasos
hasta su puerta, soltó la tranca, y la abrió.
Jaejoong estaba dormido. La imagen de él
detuvo sus pasos. Por un momento su resolución
vaciló, y entonces,
con furia renovada, Yunho fue a su lado. Lo alcanzó y lo sacudió.
—Despierta —
dijo con un gruñido.
Jaejoong parpadeó despertando con confusión. Yunho se
agachó, tomando su mentón en su mano,
empujando su rostro cerca del suyo.
—Estás despierto, brujo?
Jaejoong jadeó en reconocimiento.
—Bien. — Yunho sonrió y se puso de pie, sus
manos ya bajaban su pantalón para librar
su miembro erguido. Jaejoong jadeó nuevamente, sus ojos se agrandaron. —
Necesito un prostituto — Yunho dijo fríamente. —Ábrete para mí.
Jaejoong no se movió.
Yunho lo empujó y agarró sus
muslos para separarlos.
Desprevenidamente él enlazó sus
brazos ferozmente alrededor su
cuello.
—Tómame, mi lord— Jaejoong jadeó. —Nunca me negaré a vos.
Sus palabras, su aceptación, su clama lo inflamaron.
— No puedes
negarte puta — él replicó, ya poniéndose encima suyo. Yunho lo penetró
y Jaejoong gimió. Diferentemente de la
noche Yunho que lo había tomado en su día de boda, Jaejoong estaba seco y apretado y Yunho sabía que lo lastimaba. Se dijo a sí
mismo que no le importaba. Pero se quedó
congelado, incapaz de continuar tomándolo cruelmente.
Jaejoong acarició los rulos de su nuca tiernamente,
besando su mandíbula.
— Tus trucos de prostituto no funcionarán — Yunho gritó, penetrándolo ferozmente.
Jaejoong encontró su embestida
fervorosamente, jadeando ahora con placer él conocía ese
sonido muy bien. No quería que él
tuviera placer. Sólo quería usarla. Yunho tenía la intención de derramar su
semilla rápidamente, tan rápidamente como fuera posible. En el pasado, él
había tenido que luchar consigo mismo para no terminar,
queriendo darle éxtasis; ahora le dio
bienvenida a su excitación insoportable, y la alentó. Se recordó sí
mismo todas las mentiras que él había dicho, todas las instancias de su traición,
y la emboscada que resultó en la pérdida de una docena hombres. Jaejoong probablemente había mentido
respecto a Changmin también, probablemente había compartido su cama muchas
veces. Después de todo porque no iba a ser espía en otras camas? Yunho alcanzó
el orgasmo violentamente.
Se puso de pie, sonriendo fríamente,
ajustando su pantalón. Podía ver que le había
negado el placer a Jaejoong.
—De ahora en adelante no sólo serás mi prisionero — él dijo.
Su mirada se demoró en su sexo húmedo y expuesto. Jaejoong no intentó cubrirse.
—Eres mi puta. Cuando sienta necesidad, te
tomaré.
En sus
ojos Yunho vio lágrimas.
—Nunca te odiaré, mi lord — Jaejoong susurró.
—Entonces yo te odiaré lo suficiente por los
dos — Yunho declaró, giró abruptamente
y salió.
* * *
Cuatro días más tarde.
Yunho estudió cautelosamente el bosque. Estaba a seis kilómetros de la aldea, cerca de un gran
árbol caído que servía para cruzar el riacho a modo de puente. Ese era
definitivamente el lugar para el encuentro.
Estaba
montado su caballo gris, y estaba
solo. Por lo menos, parecía estar solo. En verdad, sus hombres estaban escondidos en el bosque, no
muy lejos, en caso que eso fuese una trampa. Su mano apoyada ligeramente
sobre la empuñadura de su espada.
Lo oyó antes de verlo. Mirando a través del
río, Yunho observó al caballero aparecer entre los árboles hasta que frenó su
caballo en la orilla rocosa del riacho. Yunho y el caballero desmontaron,
moviéndose hacia el árbol caído. Yunho saltó sobre el tronco y caminó cuidadosamente hasta el medio, como hizo el
otro hombre. Alrededor de ellos el riacho sonaba lo suficientemente alto como
para impedir que sus palabras fuesen oídas si
alguien intentase escuchar.
—Aelfgar será atacado. Habrá cinco docenas de
hombres. La criada Beth los admitirá por la puerta secreta en el
muro. Yoochun, Hyun Joong y Hereward
entrarán.
—Cuándo?
—El
día treinta.
—Lo hiciste
bien, — Yunho dijo. —Si dices la
verdad, como Siwon te ha prometido, su recompensa será el feudo
de Lindley en Sussex.
—Oh, digo la verdad, — Albie dijo.
Pobre jae esta en medio de una guerra que no es suya :(
ResponderEliminarAhora yunho a perdido completamente la confianza :(
Que pasara con jae y su bebe :(
pobre Jae a pesar de que Yunho lo trata mal el lo ama y se lo demostrara y sus hermanos fueron traicionados espero que no mueran o no abra valido la pena tanto sacrificio de su parte por proteger a sus hermanos
ResponderEliminarGracias
Traición por todos lados, Yunho a este traidor le paga y agradece, entonces porque no comprende que Jae traicionó por amor a sus hermanos.
ResponderEliminarYa quiero que Yunho descubra que Jae está embarazado. El castigo de Karam no es tan cruel como el de Jae en el calabozo.
Gracias!!! 💗💕💞