miércoles, 24 de mayo de 2017

El Conquistador: Capítulo 17

Capítulo 17

A pesar de agotamiento, su sueño no fue profundo, sino intranquilo y problemático.
Para el día  siguiente él  había planeado llevar a  Hyun Joong  ante el rey. Un mensajero había sido enviado con la captura del sajón para informarle a Siwon de las buenas noticias. Yunho se movió inquietamente, imaginándose la reacción del rey cuando se enterase  de la  fuga de Hyun Joong. Su ira sería terrible. Él querría saber todos los detalles. Y por supuesto, algún tipo de castigo recaería sobre Yunho.
Yunho no cuestionaba sus impulsos, sólo sabía que debía proteger a Jaejoong. No le revelaría su identidad a Siwon. Él había sido castigado.  Era un siervo. Sólo declararía que un siervo, había cometido el  acto de traición  y que  había sido castigado.  Pero no era tan simple. Porque sólo era una verdad parcial, porque eso era equivalente a una mentira.
Jaejoong no era  un  siervo cualquiera sino que era el medio hermano de Hyun Joong. Esa era información  importante, que el  rey querría conocer. Si Siwon ya había descubierto que esta información le había sido retenida, él estaría  furioso. Y esa omisión de Yunho de hecho era una traición.
Estaba traicionando a su rey para protegerlo.
Seguramente había sido embrujado en el sentido más literal de la palabra.
No podía hacer eso. No podía traicionar a su rey. Como el comandante  más importante de Siwon, conocía  su deber,  entendía el concepto de  honor y lealtad. Había pasado los últimos diez años sirviendo al rey, y sirviéndolo bien. Traicionar a su rey era como  traicionarse a  sí  mismo. Pero cómo podría  mantenerse leal a Siwon  y proteger a Jaejoong al mismo tiempo?
Revelar la  identidad de él era arriesgarse a  un castigo más severo para él, tal vez  hasta la   muerte.
Se sentía tironeado. Ese dilema ocupado completamente su mente, y presentía un   desastre acechando no  lejos del  presente. Pues si  continuase protegiéndolo, si continuase siendo un traidor, dónde  terminaría todo eso? Cómo trazar la línea entre los actos de traición de Jaejoong y los suyos propios?
Su propio castigo era algo que entraba en su mente.
Su esposo yacía dormido  a su lado. Sintió  alivio cuando él aceptó sus condiciones y su no  intención de consumar el matrimonio. Yunho casi gruñó. Un mes atrás habría consumado ese matrimonio si su esposo lo rechazaba  o no. Pero ahora era  él quien lo rechazaba  cada vez que pensaba en  su goce triunfal  ante el  dolor de Jaejoong. Estaba enfurecido. Estaba permitiendo que su lujuria no satisfecha lo dominase. Debía parar con eso.
Yunho se había prometido  que  no tocaría a Jaejoong, y reafirmó esa promesa ahora. Pero si no lo tocaba, debía poner un  fin a su necesidad sexual. Pero, cómo? Seguramente era más fácil decirlo que hacerlo.
Maldición con ese hombre, Yunho pensó.  Él no se daba cuenta que su cabeza pendía de un hilo? No se daba cuenta que  estaba interfiriendo en asuntos  del rey, y que si Siwon  decidiese  colgarlo, no había nada que él pudiese hacer para salvar su bonito cuello? O a lo mejor él creía  que él que traicionaría a su propio rey para salvarlo, y por eso actuaba tan  indiferentemente y tan estúpidamente?
Y  por  primera vez que en su vida, mientras Yunho yacía despierto en la oscuridad, sintió  miedo. Nunca en su vida se había  cuestionado el orden natural de las cosas, nunca en su vida le había importado alguien, y  si él se sentía lastimado o complacido, y nunca en su vida había puesto en duda su  propia lealtad hacia su rey. Él era un  hombre del rey. Y si  ese hecho de su existencia dejase de ser entonces quién diablos sería él?
Eres Jung Yunho, se  dijo a sí  mismo  firmemente, Yunho, el  Implacable, lord de Aelfgar y el comandante más confiado del rey Siwon. Y sin embargo no pudo dormir.
O tal vez se había adormecido. Al principio, él pensó que era su esposo el que lo despertó  con un lamento. Pero sus  sentidos eran agudos, se dio cuenta  antes de abrir los ojos que Karam estaba profundamente dormido.  El llanto de un niño asustado o herido, sonó  nuevamente. Un segundo más tarde Yunho supo que no era de una criatura sino de una persona, el brujo de sus sueños. Él estuvo fuera de la cama en un segundo.
Él gritó nuevamente, seguido por un sollozo.
Yunho estaba en la puerta, su  cuerpo, tenso, su mente llena de  predicciones negativa él sentía dolor, tenía fiebre, y todo por su culpa. En la puerta se detuvo por un rato. Jaejoong estaba gimiendo podía verlo desde su habitación, estaba moviéndose agitadamente en medio de un sueño. Estaba seguro que él estaba siendo acechado por la misma imagen que lo atormentaba a él la imagen de siendo azotado.
Yunho giró y rudamente sacudió a Karam.
— Despierta — él dijo. — Karam, despierta.
Karam parpadeó.
—Mi lord...  qué pasa?
—Ve con tu hermano.
Él se sentó.
—Qué?
—Ve con  tu hermano.  Despiértalo, está soñando, fíjate si él siente dolor. Ahora mismo.
Las facciones  de Karam se tensaron  en una máscara de rabia, pero serenamente pisó el  suelo, cerrando su bata. Yunho lo siguió después de encender una lámpara de aceite, pero hizo una pausa en el umbral de la habitación, rehusándose ir a avanzar más allá.
Karam sacudió a Jaejoong tan rudamente que él  intervino.
—Suavemente — Yunho le dijo. — él está lastimado.
Karam se mordió el labio pero disminuyó la fuerza de sus movimientos.
—Jaejoong, despierta.
Jaejoong oyó a Karam riéndose mientras él recibía otro latigazo. Con un dolor insoportable. No podía tolerarlo, él iba a gritar, iba a mostrarse débil delante del normando y lo hizo. Sabía que estaba llorando. Le dolía tanto.  Él continuaba viéndolo, orgulloso, guapo y dorado, y su corazón era un traidor, le rogaba  que viniera hacia él, que lo calmase, que lo llevase lejos del dolor. No, alguien en su sueño gritó. Él es el enemigo, él te está lastimando! Jaejoong se rehusó a escuchar. En esa extraña pesadilla, él era su salvador.  Y ya  sabía  el  final de la historia,  sabía que él vendría por él, lo alzaría, lo llevaría lejos y detendría el  dolor.  Necesitaba que él  se apresurase a  hacer esto ahora.
—Yunho, por favor, —  él gritó. — Yunho, por favor.
—Despierta, Jaejoong — Karam le ordenó.
Yunho se paralizó después del primer grito. Nunca había oído su nombre en los labios de él antes. Su cuerpo, ya  tenso, se puso más tenso. Y entonces Jaejoong gritó su nombre nuevamente. Yunho se  movió veloz como una pantera; en un segundo estaba en la puerta,  ya al siguiente al lado de su cama. Se dijo a sí mismo que era la oscuridad, la hora de la noche, su propio agotamiento, lo que estaba haciendo que sus manos se apoyaran suavemente sobre sus hombros. Él gimió e ignoró a Karam. Él saltó a un lado cuando él se sentó en la cama al lado de Jaejoong.
—Despierta — él dijo roncamente. — Jaejoong.
Él estaba lloriqueando y sollozando. No estaba seguro si él estaba dormido o despierto, pero Jaejoong se apretó contra Yunho mientras él deslizaba un brazo para sostenerlo.
—Despierta — él murmuró. Las palabras —mi querido— estaban en la punta de su lengua. El  deseo de rozar sus labios  contra su frente, y luego secar sus lágrimas con su lengua, era intenso. Pero Yunho estaba muy consciente de la presencia de su esposo de pie a  unos metros de él. Maldito Karam.
El pecho de Yunho estaba desnudo. La mano de Jaejoong se deslizó sobre sus contornos y  finalmente se detuvo en su hombro. Su rostro apretado en el espacio entre sus pezones, mojando su piel con sus lágrimas. Yunho tomó su nuca  y lo sujetó más cerca. Sintió un placer tan profundo como nunca había experimentado antes.
Se olvidó de Karam. Lo sujetó más apretado.  Jaejoong se aferró con más fuerza.
—Perdóname — él dijo roncamente, y se sorprendió. El, Jung Yunho, el lord, no debería pedirle perdón a él,  ni a nadie más. Yunho ignoró esa voz. En la oscuridad de esa noche, las reglas no importaban: cualquier cosa era posible.
Jaejoong todavía estaba en su abrazo, sus pestañas temblaban contra la piel de sus músculos pectorales como las alas de una mariposa. Yunho, anticipando lo que estaba por venir apretó su asimiento. Él dejó de respirar. Yunho se sintió torpe y tonto, pero completamente reticente a soltarlo.  Y sintió su excitación crecer rápidamente, como una victoria porque él no se resistía. No podía creer en su buena suerte. Él lo acunó ligeramente,  dándose cuenta que no había necesidad de palabras, de explicaciones. Y entonces sintió su respiración regular y de repente se dio cuenta que Jaejoong no estaba despierto, como él había pensado, sino dormido.
— Eso  es obsceno,— Karam dijo entre dientes.
Él había estado dormido desde el  principio?  Yunho pensó. Qué  le  importaba? Él estaba siendo reducido a comportarse como  un  tonto?  Por un momento, había pensado que él se entregaba sin  resistirse  a sus brazos, y eso había sido tan embriagante como un vino potente. Suavemente lo acostó sobre el colchón. Luego giró para  mirar a Karam.
Antes que él pudiera hablar, él  le dijo fríamente:
—Si vos lo hubieses  confortado  como  un hermano  debería,  yo no habría tenido que hacerlo yo mismo.
Los ojos de Karam se llenaron  de lágrimas  de enojo.
— Me avergüenzas delante de toda mi gente!
—Yo no te avergüenzo.
—Tomas a  mi hermano como tu amante y no me avergüenzas?
—Él no es mi  amante, Karam — Yunho le advirtió. Tomó su brazo y lo llevó fuera de la habitación. No lo soltó. — Voy a dejar algo muy claro. Eres mi esposo. Y serás tratado como tal. Pero si alguna vez vuelves a cuestionar mi  relación con alguien nuevamente, te  cerraré. Soy un hombre y tengo mis derechos. No puedes cuestionarlos. Tomaré a cualquiera que me plazca. Y cuando yo te digo que Jaejoong no es mi amante, no me llamarás mentiroso. Queda claro?
—Sí, — Karam dijo con el  mentón levantado. — Puedo hablar?
Yunho lo soltó y sacudió la cabeza, sus  pensamientos  huyeron  de vuelta hacia el  cuarto que estaba del otro lado del pasillo.
—No te celo por tus  amantes, — Karam dijo.  —Me agrada que tengas amantes. No quise llamarte mentiroso. Sólo veo el modo  en que él se ostenta...
—Basta! Este tema me cansa. Me voy a la cama. Puedes hacer lo que desees.
Yunho le dio la  espalda  y  caminó   hacia su cama. Muchos minutos pasaron antes que  Karam lo siguiese.
* * *
—Dónde estás  yendo, mi lord?
— A York.
Karam estaba sorprendido y no intentó  esconderlo. Era de mañana y ellos todavía estaban  en la habitación. Observó a Yunho mientras le daba  instrucciones a Changmin, quien estaba de pie, él quedaría a cargo de los hombres y de la  fortaleza. Changmin asintió con la cabeza y partió Yunho rápidamente empacó una muda de ropa, túnica, camisa, pantalones y medias. Él agregó una capa de terciopelo de color oxido y forrada con piel.  La capa que  ahora vestía era  negra y roja con ribetes dorados. Era la primera hora del día y todavía helaba.
—Cuánto tiempo estarás de viaje?— Karam preguntó, anticipando su ausencia con gran placer. No tendría que preocuparse sobre el hecho que él estuviese de humor para  consumar el matrimonio; Ni iba  a él tener que lidiar con su arrogancia y sus modales insoportables. Libertad. Quería cantar y bailar de alegría.
—No  más de lo  necesario, — él dijo.  — quince días como máximo. Si algo surge y me demora, te  mandaré a avisar.
Karam sintió. Sabía que no debía seguir preguntando sobre su misión. Si él quería  informarlo, lo haría.
Lo observó caminar hacia la puerta  Él  le recordó a su padre y a sus hermanos fuertes, elegantes, orgullosos,  guerreros.  No estaba seguro si eso lo complacía o lo disgustaba.  Suponía que ambas cosas. Más lo segundo porque eso lo ponía en una posición de impotencia continua;  nunca tendría poder porque él lo acaparaba todo para sí mismo, como lo habían hecho los hombres de su familia. Algún día, por lo menos, sus hijos recibirían esa herencia. Eso le recordó a Karam que debía proveerle un heredero legítimo  aunque sólo fuese para sostener su propia posición en Aelfgar.
Yunho hizo una pausa en la entrada, mirando a través del pasillo. Karam sintió odio por   él y por su hermano.  Había estado torturado por  la imagen de su marido sosteniendo a  su hermano la noche anterior, su suavidad al tratarlo había sido increíble. Y con ese recuerdo, sus  instintos comenzaron a gritarle advertencias renovadas. Jaejoong era una amenaza sin importar lo que Yunho dijese. Él lo sentía. Lo sabía.
Yunho le dio una prolongada mirada al cuarto de Jaejoong. Karam podía ver  que Jaejoong estaba dormido y también podía ver que el lord estaba sosteniendo una batalla interna que finalmente él ganó. Yunho caminó decididamente por el pasillo y por un momento Karam se quedó quieto, escuchando el sonido de sus pasos pesados en las escaleras. Él le lanzó a su hermano dormido una mirada feroz, luego se apresuró detrás de su marido para despedirse de él.
Una docena de sus  hombres ya estaban  montados  en el  patio. Todos estaban armados con espadas, lanzas, hachas, y  escudos. Estandartes flotaban con la brisa de las puntas de  sus lanzas. Sus caballos se movían inquietamente, resoplando. Todos los soldados  vestían armadura de cuero, cotas de mallas y cascos. Karam se estremeció. Eran una imagen atemorizante, y Jaejoong y sus hermanos eran unos idiotas al pensar que los sajones podían tener alguna esperanza de vencer a esos soldados montados.
El caballo de Yunho esperaba, sujetado por uno de sus  hombres. Yunho hizo una pausa en los escalones.
—Mi lord, hay algo que me gustaría preguntarte — Karam dijo con calma.
 Su impaciencia se mostró, pero él asintió con la cabeza.
— Considero que es tiempo que Jaejoong se case, tal vez  con  uno de los aldeanos, o de los vasallos.
Yunho permaneció  inexpresivo. Karam se apresuró a colocar una mano sobre su brazo.
—Verdaderamente sería lo mejor, mi lord, para todos nosotros.
—Lo pensaré — él dijo brevemente.
—Dios te bendiga, mi lord— Karam dijo educadamente.
—Y a vos — Yunho le dijo. Giró abruptamente y montó el  garañón. Yunho palmeó el cuello del animal con su palma abierta, y el animal se tranquilizó. La columna de hombres comenzó a moverse.
Karam levantó el borde de su vestido y literalmente corrió escaleras arriba. Como esperaba, ninguna criada todavía había venido a su habitación. Buscó el  cuchillo de comer y no lo pensó dos veces, se produjo un corte en el dedo.  Goteó la  sangre sobre las sábanas. Y sonrió satisfecho.
Luego se manchó con sangre entre sus  muslos, luego solicitó un baño.
Era imposible no ver  las sábanas  manchadas, pero sería  mejor todavía si la criada que lo ayudase a tomar el baño esparciera esa  noticia como un fuego salvaje. El matrimonio había sido consumado.
Jaejoong se despertó con un sentimiento extraño de remordimiento. Recordaba el sueño como si fuera real, tan real que casi podía sentir, su cuerpo tibio y duro mientras él lo sujetaba muy tiernamente, calmando su angustia.  No quería despertarse. Quería que el sueño continuase.
Pero ya  no estaba dormido en el abrazo estrecho de  una noche mágica. Estaba despierto. La luz del sol entraba  por la ventana, y con ella llegaba la fea  realidad. Jaejoong se acostó  de costado, estremeciéndose  mientras sentía las costras de sus heridas, evidencia de esa horrible realidad. Eres un estúpido, él se dijo a sí mismo. Él nunca sería así. Él es un ogro y es el enemigo y soñar con él era una locura.
Tenía calor. Se dio cuenta que estaba sudando ligeramente y supo que la fiebre bajaba. Tendría que agradecer eso, se recordó a sí mismo.
Una criada estaba cantando en la habitación principal mientras hacía sus tareas allí.  Jaejoong suspiró y se sentó en la cama, agarrando la copa con  agua. Estaba vacía. Estaba tan sediento, tan dolorido, tan caluroso, y tan cansado. Se recostó sobre su estomago  intentando hundirse en el sueño nuevamente.
Oyó a alguien subiendo las escaleras  pero  no prestó mucha  atención. Estaba a punto de dormirse nuevamente, preguntándose cuando vendría su abuela, preguntándose, tontamente, si él vendría nuevamente. Cómo se atreve a mostrar su rostro aquí, él pensó,  mientras dos criadas charlaban y se reían, del otro lado de pasillo. Uno de ellas mencionaba  al normando, soltando una risotada nuevamente, y Jaejoong se encontró escuchando a pesar de sí  mismo.
— Es un vigoroso, oí muchas historias sobre él —Mary dijo.
—Si es tan vigoroso y potente, cómo es que él no nos haya  tocado a ninguna de nosotras   desde que  llegó?— se quejó Beth . —Virgen María  ese día en Kesop, nunca me lo voy a olvidar, él  estuvo tan rudo, tan potente, nunca me lo voy a olvidar...
Jaejoong tenía  un recuerdo gráfico del acto sexual,  del normando penetrando a Beth, su rostro oscuro y cansado, su miembro, rojo y erecto.
— Eso sería insultar al señor Karam —Mary dijo.  —Es  por eso que él no nos toca a  ninguna de nosotras ahora. Pero con el tiempo, lo hará.
—Para mí, fue un gran  insulto  que él no lo tomase  en su noche de bodas — Beth dijo. —Si yo fuese su esposa, él no habría dormido hasta el amanecer!
Jaejoong se sentó en la cama.  No debería estar espiando. Pero lo estaba haciendo. No podía creer  lo que  estaba oyendo,  no podía ser verdad. Y si  fuese verdad, por qué su corazón estaba latiendo tan rápidamente? Por qué se sentía más liviano?
— Beth, Mary, vengan  aquí, — él llamó.
Las dos criadas entraron al cuarto, Mary sujetando una pila de sábanas en sus brazos.
—Sobre qué estaban  conversando?
Ellos miraron el  piso. 
—Nada — Beth mintió ruborizándose.
—Digan la verdad, puede ser importante para Aelfgar. Él no se acostó con Karam?
Beth miró  hacia arriba.
—Él no se acostó con él hasta  anoche —  ella dijo,  mirando la pila de sábanas.
Jaejoong realmente no la  oyó.  Sintió desaliento y alguna otra cosa, algo peor, algo más repugnante. Miró fijamente las sábanas. Mientras él había estado en ese sueño estúpido, él había estado  con Karam. Mary interpretó su mirada fija como una pregunta y abrió la sabana para mostrarle  mancha de sangre. Jaejoong la  miró. Por qué  le dolía cuando eso no tenía que  importarle? Cuando  había creído que ese acto  había sido  hecho días atrás, en la noche de bodas? No tenía ningún derecho a sentirse herido! Ninguno!
—Por favor, tráeme agua —  él dijo,  acostándose de vuelta. Era la fiebre, estaba seguro, porque que otra razón estaría resistiendo esas malditas lágrimas? —Y a la abuela.
—Vagas — Karam dijo desde la entrada. — Retírense. —  Él observó a las criadas alejarse  corriendo, luego hizo una pausa —No pareces estar bien, Jaejoong.
—Vete, Karam — Jaejoong dijo cansadamente.
—Ahora  sé por qué le abriste las piernas a él,  Jaejoong — Karam ronroneó. —No es bueno tener una cosa tan  grande dentro tuyo? El es como un toro! Yo pensaba que no me  gustaría de eso, pero descubrí que lo adoro.
Jaejoong lo imaginó sobre Karam, con  su falo voluminoso y enhiesto, y reprimió la imagen. Jaejoong miró el suelo.
—Karam, no me siento  bien. Tengo fiebre. Por favor  envíame a  mi  abuela y un poco de  agua?
—No tendré a esa bruja en mi casa, — Karam respondió vehementemente. —Pero te mandaré agua. —  Él giró y salió abruptamente.
Jaejoong quería gritar y decirle que él necesitaba las cataplasmas de su abuela o que las heridas se le infectarían, pero no tenía fuerza. Todo lo que podía hacer era derramar algunas lágrimas a solas. Y era de noche cuando la copa de agua llegó al cuarto.
* * *
La piedra de York brilló con distintos reflejos blancos. Siwon no iba a correr ningún riesgo esa vez, el castillo sería construido en piedra y sería impenetrable. La empalizada de madera  rodeando a la vieja fortaleza de  madera había sido reemplazada con un muro de piedras blancas de York. Y ya estaba completamente terminado.
Yunho y sus hombres cabalgaron pasando por el  lugar de la construcción. Los aldeanos  de York habían sido llamados para esa tarea.  Habían usado sogas y roldans para mover los grandes  bloques de piedra al  lugar, pero era fuerza humana la que había colocado  cada bloque en su preciso lugar. Los carros  tirados por bueyes transportaban las piedras desde la pedrera. La actividad era intensa y constante, carretones que iban y venían con piedras y otros materiales, siervos trabajando con las roldanas, hombres  doblados bajo el peso de los bloques de piedra, vendedores ofreciendo panes, guiso de cordero y cerveza. Los niños que eran demasido  jóvenes como para ser alistados en la construcción corrían  descalzos, persiguiéndose unos a otros. La planta baja y el primer piso de nueva torre también estaban casi terminadas.
Ellos no perdían tiempo, y hacia tres días que él  había dejado Aelfgar. Cabalgaron por la ciudad, porque York era un centro comercial desde los días de los dinamarqueses. Inmediatamente su llegada comenzó a ser comentada por las mujeres, los mercaderes, los  mendigos, por vendedores y ladronzuelos que circulaban por la calle principal de York. Yunho oyó su propio nombre  en los  labios de alguien, seguido  por un  silencio de  temor, en más de una ocasión.
Siwon residía dentro de los muros. Ellos atravesaron el puente levadizo y el muro interno.
Yunho dio órdenes  a sus  hombres y cabalgó directamente hacia la tienda de Siwon. Un paje tomó su garañón, y otro lo anunció.  Siwon estaba con Odo, su media hermano y  uno de sus más poderoso nobles ahora que Odo  poseía  Dover, y el arzobispado de York.
Siwon estaba vestido, como siempre con una larga túnica y una capa de terciopelo  violeta. Tuvo mucho placer en ver a Yunho.
—Levántate, hombre — él gritó cuando Yunho inmediatamente se hincó sobre una rodilla. — Levántate y entra  sin más ceremoniales. Dónde está él? Deseo escupir la cara de ese  traicionero!
Yunho se puso de pie. Su mirada no vaciló. Ningún mensajero podía haber llegado más rápido que él,  y en verdad,  él  no quería  que uno de sus  hombres fuese víctima de la  ira de Siwon. No cuando lo sucedido era su culpa.
—Hyun Joong  se escapó, su majestad.
Siwon lo miró fijamente por un momento, y entonces gritó maldiciendo. Volteó una mesa descargando su furia. Odo y  Ealdred se pusieron de pie. Siwon les gritó. 
—Fuera, fuera!— .  Sus  ojos estaban hinchados. —No, vos quédate —  le rugió a Odo cuando él giró para partir. Ealdred lo esquivó apresuradamente y salió.
Siwon giró hacia Yunho.
—Explícate.
—Él se escapó durante el  banquete de bodas. Para el momento en que fue descubierto,  era demasiado tarde. Él se fue. Yo estoy a tu disposición. — Yunho inexpresivamente,  nuevamente se hincó sobre una rodilla.
Siwon gritó, maldijo, y caminó como un loco. Odo permaneció en un silencio profundo. Finalmente Siwon se detuvo  delante de  Yunho, mirando fijamente  su cabeza inclinada.
—No puedo creer esto — él dijo en voz baja. —Eres mi jefe más confiable. Cómo pudo suceder esto?  Fue una traición? Tu guardia fue sobornado?
Los intestinos  de Yunho se apretaron. Él permaneció sobre una rodilla, con la cabeza agachada.
—Mi guarda se enfermó. Dejó su puesto por esa  enfermedad, ahora está relevado de sus  deberes. Consideré que un castigo adicional era innecesario.
—Levántate para que pueda mirarte la cara — Siwon dijo, y cuando Yunho lo hizo, él continuó. —Él  fue envenenado?—
—Sí.
—Maldición!.— Siwon golpeó su puño sobre su palma abierta. —Estos sajones son un nido de víboras,  pero  yo los  quebraré, si  lo haré !— él perforó a Yunho con una  mirada oscura . — Asumo que el perpetrador de esta traición fue encontrado?
El corazón de Yunho se sobresaltó.
—Sí,  su majestad.
—Quiero los detalles — Siwon dijo.
—Fue un siervo. Él le dio a mi hombre el veneno, luego  Hyun Joong  fue librado. Ya me ocupé de él.
—Ocuparte? Querrás decir que ya fue colgado!
Yunho encontró  su mirada.  Se sintió  invadido por algo que  no podía definir, algo que se parecía al miedo. Y no era miedo por sí mismo. El momento había llegado y no podía mentirle a su rey.
—Él fue azotado, su majestad. Él no cometerá una traición  nuevamente.
Siwon parpadeó perplejo.
— Te has vuelto loco! Ese siervo me  ha costado el  líder de la última rebelión y él solamente fue azotado? Qué quiere decir esto, Yunho?
Ese era el momento en que el debía revelar la identidad de Jaejoong a su rey. Yunho miró fijamente a Siwon. No había expresión en su mirada, o  en su tono de voz cuando habló.
—Mi lord,  él es un siervo, mi  siervo. Nunca tuviste causa para  cuestionarme antes.  Yo ya  lo castigué.  Él está en mi fortaleza, bajo custodia. A mi juicio un ahorcamiento habría incitado a los habitantes a cometer más traiciones. También habría incitado la venganza de los hermanos, una  venganza personal agregada a la rebelión política. Creo que actué  sabiamente. En última instancia sé que la fuga de Hyun Joong  es  mi responsabilidad.  Toleraré cualquier castigo que consideres justo para mi fracaso.— Yunho mantuvo su mirada en  Siwon y nuevamente se hincó sobre una rodilla; luego bajó la cabeza.
Siwon miró su cabeza inclinada, luego se alejó. Finalmente se volvió.
—Tus deberes  como lord de York están suspendidos. Mi sentencia es  leve porque en vos  confío más que en mi propio brazo derecho. Pero entiéndelo bien, Yunho, si fueras cualquier otro, te despojaría aquí y ahora de todas tus posesiones. Puedes irte.
Yunho se levantó graciosamente. Suponía que la había sacado barata pero estaba enojado y  usando su disciplina de hierro no dejó que eso se notase. Apenas podía creer en lo que sólo había  sucedido que había sido despojado de York y con eso, de la mitad de su poder.  Esperaba un castigo, pero nada de esa magnitud. Y todo era por ese brujo, pensó furiosamente.
Todo por ese  brujo.
Porque, de hecho, había  traicionado a  su rey. Y también se había traicionado a sí mismo?
—Yunho. — La  voz neutra de Siwon lo detuvo justo antes  que él saliese  de la tienda. —Tráeme su cabeza y quedarás redimido de tu castigo.
* * *
Yoochun caminó inquietamente.
Hyun Joong , normalmente de carácter más volátil, estaba agachado cerca de la hoguera del campamento, empujando las brasas con una vara. No estaba prestando atención a lo que   estaba haciendo;  estaba mirando a su hermano. Los pasos  de Yoochun eran largos, lentos,  y  deliberados.  Estaba  profundamente sumergido en sus pensamientos. Albie  estaba de pie en las sombras del bosque, observando a ambos hermanos.
Era una noche estrellada y estaban en las salvajes regiones fronterizas entre Inglaterra y  Gales. Dos docenas  de hombres  ocupaban el campamento. Muchos estaban durmiendo, sus ronquidos cortaban el silencio de la noche. Uno tocaba  una flauta, con una melodía nostálgica y melancólica. Alguna risa ocasionalmente interrumpía el zumbido de la conversación susurrada.
Hyun Joong   se puso de pie,  envolviéndose  en  su capa.  Hacía  frío de  noche. Pateó una rama. Yoochun giró hacia él. 
—Me voy, Hyun Joong  — él dijo en voz baja.
—No puedes! Es muy peligroso. Por Dios, hombre, mira lo que me sucedió a mí! Mi cabeza casi estaba servida en un bandeja de plata para Siwon, el Bastardo!
—Me voy. — Sólo había autoridad y determinación  en la voz de Yoochun, y otra cosa, algo que Hyun Joong  nunca había oído en él, un tono que odiaba y temía. Resignación.
—De los dos vos sos el pensador lógico. De todos nosotros, vos sos el que sabe que esto es una locura!— Hyun Joong  protestó, sus ojos brillaron. Quería decir cada palabra con pasión.
—No puedo quedarme, — Yoochun dijo cansadamente. — Es de  mi corazón que estoy  separado.
Un silencio le siguió. Yoochun se dio vuelta,  contemplando las estrellas. Hyun Joong  observó a  su hermano por un largo rato antes de hablar nuevamente.
—Espera algunos días más, Yoochun. Todavía estás rengueando. Si nos vamos, deberías estar en condiciones físicas.
Yoochun casi sonrió.
— Vamos? No, querido hermano,  yo me voy sólo con Albie.
—No — Hyun Joong  dijo, había una advertencia en su voz. —no debemos separarnos, nada me detendrá para que te siga, lo juro. Los normandos son mortalmente peligrosos Yoochun, pero los dos juntos podemos prevalecer y vencer.
—No tengo intención de enfrentarme con Yunho, el Implacable — Yoochun dijo. Una sombra oscura cruzó su rostro. —No todavía.
— No puedes vencerlo — Hyun Joong  dijo abruptamente.  — Yo soy mejor que vos con la espada, admítelo, y él me venció.
—Lo venceré — Yoochun dijo lentamente, su mirada era oscura. —Cuando sea el momento. De cualquier manera...—  él suspiró —esta vez voy a espiar.
— Vamos a espiar.
Yoochun cedió con un encogimiento de  hombros.
—Debe ser hecho debo saber  por mí mismo,  qué pasa, y  si los rumores son verdad. Por Dios! Crees que él ha mudado la aldea?—  La voz de Yoochun  se elevó. —Él ha  mudado mi aldea?
— Es  la costumbre  normanda,  hemos visto eso  una y otra vez — Albie intervino desde las sombras de los árboles.
—Pero cuando se trata de tu  propia casa, tu patrimonio...— Yoochun dijo.
— Qué otra cosa dicen  nuestra red de espías, Albie?— Hyun Joong  preguntó ávidamente  mientras el joven entraba en el círculo de la luz del fuego. Sus pantalones y su capa estaban manchados con barro seco, señal de su cabalgata y de su llegada reciente al  campamento.
—El matrimonio fue consumado — Albie dijo vacilando. —Y él construyó nuevas fortificaciones al estilo normando.
Hyun Joong  maldijo, Yoochun se horrorizó.
—Maldición  con Karam! — Hyun Joong  dijo vehementemente — Él no piensa en otra cosa que traicionarnos!
—Cómo está Jaejoong?— Yoochun intervino en la conversación.
—Mi lord, hay un rumor terrible...— Albie respondió.
—Dilo — Yoochun exigió.
—Él no está herido?— Hyun Joong  jadeó.
—Hay un rumor de que él fue castigado por tu fuga Hyun Joong . Lo azotaron.
Hyun Joong  gritó  por  frustración y afrenta, Yoochun apretó sus  puños.
— Es sólo un rumor, y sabes como una historia puede deformarse  por el decir de docenas de lenguas más diferentes. Tal vez  no sea verdad.
—Por qué no lo traje conmigo?— Hyun Joong  gritó con angustia. —No lo pensé, nunca pienso!
—No te culpes, no sabemos si es verdad — Yoochun dijo, con una mano apoyada en la espalda de su hermano. Pero sus labios estaban apretados en una línea severa. — Necesitamos ver dónde está Jaejoong.
—Hay otro rumor — Albie siguió. —Pero no es mejor. — La mirada de Yoochun lo hizo  continuar. —  Se  dice que el normando se muestra abiertamente  interesado en Jaejoong, sus miradas son tan calientes que sólo observarlas es ser quemado.— Albie encogió los hombros. —Entonces tal vez no lo azotó.
—Si él lo toca!— Hyun Joong  gritó enfurecido. Yoochun se contuvo, absorbiendo esa información  antes de continuar. — hay noticias de Hereward?
— Hereward, el rebelde, está planeando una rebelión  contra Roger Montgomery. Cerca de Shrewsbury o no, no lo sé.
—Bien — Yoochun dijo.  — Iremos a Aelfgar, y  después, nos encontraremos con Hereward,  el rebelde.
— Qué estás pensando?— Hyun Joong  exigió.
Por  primera vez Yoochun sonrió. La severidad de su rostro fue aliviada, revelando facciones  atractivas  y dientes blancos.

—Estoy pensando, hermano, que en septiembre vamos a entrar en guerra. Vos, yo, y Hereward, el rebelde.

3 comentarios:

  1. Pobre yunho esta contra la espada y la pared :(
    Muchas gracias por el cap ❤

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  2. ese Karam mentiroso se esta mintiendo a el mismo ero tarde o temprano todo sale a la luz
    y el Yunho en aprietos espero y pueda librarse de eso que le pidió Siwon y no entregue la cabeza de Jae mejor que de la de Karam total a ese nadie lo quiere y yo menos ni lo echaran de menos
    Gracias

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  3. ⏫⏫⏫ desgraciadamente Karam es hermano de Jae, Yoochun y HJ y será difícil que entreguen su cabeza haciéndolo pasar por Jae, que más quisiéramos😁😁😁
    Que será lo que hará Yunho, para redimirse con Siwon?

    Gracias!!! 💗💕💞

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