Capítulo 17
A pesar de agotamiento, su sueño no fue
profundo, sino intranquilo y problemático.
Para el día
siguiente él había planeado
llevar a Hyun Joong ante el rey. Un mensajero había sido enviado
con la captura del sajón para informarle a Siwon de las buenas noticias. Yunho se
movió inquietamente, imaginándose la reacción del rey cuando se enterase de la
fuga de Hyun Joong. Su ira sería terrible. Él querría saber todos los
detalles. Y por supuesto, algún tipo de castigo recaería sobre Yunho.
Yunho no cuestionaba sus impulsos, sólo sabía
que debía proteger a Jaejoong. No le revelaría su identidad a Siwon. Él había
sido castigado. Era un siervo. Sólo
declararía que un siervo, había cometido el
acto de traición y que había sido castigado. Pero no era tan simple. Porque sólo era una
verdad parcial, porque eso era equivalente a una mentira.
Jaejoong no era un
siervo cualquiera sino que era el medio hermano de Hyun Joong. Esa era
información importante, que el rey querría conocer. Si Siwon ya había
descubierto que esta información le había sido retenida, él estaría furioso. Y esa omisión de Yunho de hecho era
una traición.
Estaba traicionando a su rey para protegerlo.
Seguramente había sido embrujado en el
sentido más literal de la palabra.
No podía hacer eso. No podía traicionar a su
rey. Como el comandante más importante
de Siwon, conocía su deber, entendía el concepto de honor y lealtad. Había pasado los últimos
diez años sirviendo al rey, y sirviéndolo bien. Traicionar a su rey era
como traicionarse a sí
mismo. Pero cómo podría
mantenerse leal a Siwon y
proteger a Jaejoong al mismo tiempo?
Revelar la
identidad de él era arriesgarse a
un castigo más severo para él, tal vez
hasta la muerte.
Se sentía tironeado. Ese dilema ocupado
completamente su mente, y presentía un
desastre acechando no lejos
del presente. Pues si continuase protegiéndolo, si continuase siendo
un traidor, dónde terminaría todo eso?
Cómo trazar la línea entre los actos de traición de Jaejoong y los suyos
propios?
Su propio castigo era algo que entraba en su
mente.
Su esposo yacía dormido a su lado. Sintió alivio cuando él aceptó sus condiciones y su
no intención de consumar el matrimonio.
Yunho casi gruñó. Un mes atrás habría consumado ese matrimonio si su esposo lo
rechazaba o no. Pero ahora era él quien lo rechazaba cada vez que pensaba en su goce triunfal ante el
dolor de Jaejoong. Estaba enfurecido. Estaba permitiendo que su lujuria
no satisfecha lo dominase. Debía parar con eso.
Yunho se había prometido que no
tocaría a Jaejoong, y reafirmó esa promesa ahora. Pero si no lo tocaba, debía
poner un fin a su necesidad sexual.
Pero, cómo? Seguramente era más fácil decirlo que hacerlo.
Maldición con ese hombre, Yunho pensó. Él no se daba cuenta que su cabeza pendía de
un hilo? No se daba cuenta que estaba
interfiriendo en asuntos del rey, y que
si Siwon decidiese colgarlo, no había nada que él pudiese hacer
para salvar su bonito cuello? O a lo mejor él creía que él que traicionaría a su propio rey para
salvarlo, y por eso actuaba tan
indiferentemente y tan estúpidamente?
Y
por primera vez que en su vida,
mientras Yunho yacía despierto en la oscuridad, sintió miedo. Nunca en su vida se había cuestionado el orden natural de las cosas,
nunca en su vida le había importado alguien, y
si él se sentía lastimado o complacido, y nunca en su vida había puesto
en duda su propia lealtad hacia su rey.
Él era un hombre del rey. Y si ese hecho de su existencia dejase de ser
entonces quién diablos sería él?
Eres Jung Yunho, se dijo a sí
mismo firmemente, Yunho, el Implacable, lord de Aelfgar y el comandante
más confiado del rey Siwon. Y sin embargo no pudo dormir.
O tal vez se había adormecido. Al principio,
él pensó que era su esposo el que lo despertó
con un lamento. Pero sus sentidos
eran agudos, se dio cuenta antes de
abrir los ojos que Karam estaba profundamente dormido. El llanto de un niño asustado o herido, sonó nuevamente. Un segundo más tarde Yunho supo
que no era de una criatura sino de una persona, el brujo de sus sueños. Él
estuvo fuera de la cama en un segundo.
Él gritó nuevamente, seguido por un sollozo.
Yunho estaba en la puerta, su cuerpo, tenso, su mente llena de predicciones negativa él sentía dolor, tenía
fiebre, y todo por su culpa. En la puerta se detuvo por un rato. Jaejoong estaba
gimiendo podía verlo desde su habitación, estaba moviéndose agitadamente en
medio de un sueño. Estaba seguro que él estaba siendo acechado por la misma
imagen que lo atormentaba a él la imagen de siendo azotado.
Yunho giró y rudamente sacudió a Karam.
— Despierta — él dijo. — Karam, despierta.
Karam parpadeó.
—Mi lord...
qué pasa?
—Ve con tu hermano.
Él se sentó.
—Qué?
—Ve con
tu hermano. Despiértalo, está
soñando, fíjate si él siente dolor. Ahora mismo.
Las facciones
de Karam se tensaron en una
máscara de rabia, pero serenamente pisó el
suelo, cerrando su bata. Yunho lo siguió después de encender una lámpara
de aceite, pero hizo una pausa en el umbral de la habitación, rehusándose ir a
avanzar más allá.
Karam sacudió a Jaejoong tan rudamente que
él intervino.
—Suavemente — Yunho le dijo. — él está lastimado.
Karam se mordió el labio pero disminuyó la
fuerza de sus movimientos.
—Jaejoong, despierta.
Jaejoong oyó a Karam riéndose mientras él
recibía otro latigazo. Con un dolor insoportable. No podía tolerarlo, él iba a
gritar, iba a mostrarse débil delante del normando y lo hizo. Sabía que estaba
llorando. Le dolía tanto. Él continuaba
viéndolo, orgulloso, guapo y dorado, y su corazón era un traidor, le
rogaba que viniera hacia él, que lo
calmase, que lo llevase lejos del dolor. No, alguien en su sueño gritó. Él es
el enemigo, él te está lastimando! Jaejoong se rehusó a escuchar. En esa
extraña pesadilla, él era su salvador. Y
ya sabía
el final de la historia, sabía que él vendría por él, lo alzaría, lo
llevaría lejos y detendría el
dolor. Necesitaba que él se apresurase a hacer esto ahora.
—Yunho, por favor, — él gritó. — Yunho, por favor.
—Despierta, Jaejoong — Karam le ordenó.
Yunho se paralizó después del primer grito.
Nunca había oído su nombre en los labios de él antes. Su cuerpo, ya tenso, se puso más tenso. Y entonces Jaejoong
gritó su nombre nuevamente. Yunho se
movió veloz como una pantera; en un segundo estaba en la puerta, ya al siguiente al lado de su cama. Se dijo a
sí mismo que era la oscuridad, la hora
de la noche, su propio agotamiento, lo
que estaba haciendo que sus manos se apoyaran suavemente sobre sus hombros. Él gimió e ignoró a Karam. Él saltó a un lado cuando él se sentó en la cama al
lado de Jaejoong.
—Despierta — él dijo roncamente. — Jaejoong.
Él estaba lloriqueando y sollozando. No
estaba seguro si él estaba dormido o despierto, pero Jaejoong se apretó contra Yunho mientras él deslizaba un brazo para
sostenerlo.
—Despierta — él murmuró. Las palabras —mi
querido— estaban en la punta de su lengua. El
deseo de rozar sus labios contra
su frente, y luego secar sus lágrimas
con su lengua, era intenso. Pero Yunho estaba muy consciente de la presencia de
su esposo de pie a unos metros de él.
Maldito Karam.
El pecho de Yunho estaba desnudo. La mano de Jaejoong
se deslizó sobre sus contornos y finalmente se detuvo en su hombro. Su rostro
apretado en el espacio entre sus pezones, mojando su piel con sus lágrimas. Yunho
tomó su nuca y lo sujetó más cerca. Sintió un placer tan profundo como nunca había experimentado antes.
Se olvidó de Karam. Lo sujetó más apretado. Jaejoong se aferró con más fuerza.
—Perdóname — él dijo roncamente, y se
sorprendió. El, Jung Yunho, el lord, no debería pedirle perdón a él,
ni a nadie más. Yunho ignoró esa voz. En la oscuridad de esa noche, las reglas
no importaban: cualquier cosa era posible.
Jaejoong todavía estaba en su abrazo, sus pestañas temblaban contra
la piel de sus músculos pectorales como
las alas de una mariposa. Yunho, anticipando lo que estaba por venir apretó su
asimiento. Él dejó de respirar. Yunho se sintió torpe y tonto, pero completamente reticente a soltarlo. Y sintió su excitación crecer rápidamente,
como una victoria porque él no se resistía. No podía creer en su buena suerte.
Él lo acunó ligeramente, dándose cuenta
que no había necesidad de palabras, de explicaciones. Y entonces sintió su respiración regular y de
repente se dio cuenta que Jaejoong no estaba despierto, como él había pensado,
sino dormido.
— Eso
es obsceno,— Karam dijo entre dientes.
Él había estado dormido desde el principio?
Yunho pensó. Qué le importaba? Él estaba siendo reducido a
comportarse como un tonto?
Por un momento, había pensado que él se entregaba sin resistirse
a sus brazos, y eso había sido tan embriagante como un vino potente.
Suavemente lo acostó sobre el colchón. Luego giró para mirar a Karam.
Antes que él pudiera hablar, él le dijo fríamente:
—Si vos lo hubieses confortado
como un hermano debería,
yo no habría tenido que hacerlo yo mismo.
Los ojos de Karam se llenaron de lágrimas
de enojo.
— Me avergüenzas delante de toda mi gente!
—Yo no te avergüenzo.
—Tomas a
mi hermano como tu amante y no me avergüenzas?
—Él no es mi
amante, Karam — Yunho le advirtió. Tomó su brazo y lo llevó fuera de la
habitación. No lo soltó. — Voy a dejar algo muy claro. Eres mi esposo. Y serás
tratado como tal. Pero si alguna vez vuelves a cuestionar mi relación con alguien nuevamente, te cerraré. Soy un hombre y tengo mis derechos.
No puedes cuestionarlos. Tomaré a cualquiera que me plazca. Y cuando yo te digo
que Jaejoong no es mi amante, no me llamarás mentiroso. Queda claro?
—Sí, — Karam dijo con el mentón levantado. — Puedo hablar?
Yunho lo soltó y sacudió la cabeza, sus pensamientos
huyeron de vuelta hacia el cuarto que estaba del otro lado del pasillo.
—No te celo por tus amantes, — Karam dijo. —Me agrada que tengas amantes. No quise
llamarte mentiroso. Sólo veo el modo en
que él se ostenta...
—Basta! Este tema me cansa. Me voy a la cama.
Puedes hacer lo que desees.
Yunho le dio la espalda
y caminó hacia su cama. Muchos minutos pasaron antes
que Karam lo siguiese.
* * *
—Dónde estás
yendo, mi lord?
— A York.
Karam estaba sorprendido y no intentó esconderlo. Era de mañana y ellos todavía
estaban en la habitación. Observó a Yunho
mientras le daba instrucciones a Changmin,
quien estaba de pie, él quedaría a cargo de los hombres y de la fortaleza. Changmin asintió con la cabeza y
partió Yunho rápidamente empacó una muda de ropa, túnica, camisa, pantalones y
medias. Él agregó una capa de terciopelo de color oxido y forrada con piel. La capa que
ahora vestía era negra y roja con
ribetes dorados. Era la primera hora del día y todavía helaba.
—Cuánto tiempo estarás de viaje?— Karam preguntó,
anticipando su ausencia con gran placer. No tendría que preocuparse sobre el
hecho que él estuviese de humor para
consumar el matrimonio; Ni iba a él
tener que lidiar con su arrogancia y sus modales insoportables. Libertad.
Quería cantar y bailar de alegría.
—No
más de lo necesario, — él dijo. — quince días como máximo. Si algo surge y me
demora, te mandaré a avisar.
Karam sintió. Sabía que no debía seguir
preguntando sobre su misión. Si él quería
informarlo, lo haría.
Lo observó caminar hacia la puerta Él le
recordó a su padre y a sus hermanos fuertes, elegantes, orgullosos, guerreros.
No estaba seguro si eso lo complacía o lo disgustaba. Suponía que ambas cosas. Más lo segundo
porque eso lo ponía en una posición de impotencia continua; nunca tendría poder porque él lo acaparaba
todo para sí mismo, como lo habían hecho los hombres de su familia. Algún día,
por lo menos, sus hijos recibirían esa herencia. Eso le recordó a Karam que
debía proveerle un heredero legítimo
aunque sólo fuese para sostener su propia posición en Aelfgar.
Yunho hizo una pausa en la entrada, mirando a
través del pasillo. Karam sintió odio por
él y por su hermano. Había estado
torturado por la imagen de su marido
sosteniendo a su hermano la noche
anterior, su suavidad al tratarlo había sido increíble. Y con ese recuerdo,
sus instintos comenzaron a gritarle advertencias
renovadas. Jaejoong era una amenaza sin importar lo que Yunho dijese. Él lo sentía.
Lo sabía.
Yunho le dio una prolongada mirada al cuarto de
Jaejoong. Karam podía ver que Jaejoong
estaba dormido y también podía ver que el lord estaba sosteniendo una batalla
interna que finalmente él ganó. Yunho caminó decididamente por el pasillo y por
un momento Karam se quedó quieto, escuchando el sonido de sus pasos pesados en
las escaleras. Él le lanzó a su hermano dormido una mirada feroz, luego se
apresuró detrás de su marido para despedirse de él.
Una docena de sus hombres ya estaban montados
en el patio. Todos estaban
armados con espadas, lanzas, hachas, y
escudos. Estandartes flotaban con la brisa de las puntas de sus lanzas. Sus caballos se movían
inquietamente, resoplando. Todos los soldados
vestían armadura de cuero, cotas de mallas y cascos. Karam se
estremeció. Eran una imagen atemorizante, y Jaejoong y sus hermanos eran unos
idiotas al pensar que los sajones podían tener alguna esperanza de vencer a
esos soldados montados.
El caballo de Yunho esperaba, sujetado por
uno de sus hombres. Yunho hizo una pausa
en los escalones.
—Mi lord, hay algo que me gustaría
preguntarte — Karam dijo con calma.
Su
impaciencia se mostró, pero él asintió con la cabeza.
— Considero que es tiempo que Jaejoong se
case, tal vez con uno de los aldeanos, o de los vasallos.
Yunho permaneció inexpresivo. Karam se apresuró a colocar una
mano sobre su brazo.
—Verdaderamente sería lo mejor, mi lord, para
todos nosotros.
—Lo pensaré — él dijo brevemente.
—Dios te bendiga, mi lord— Karam dijo
educadamente.
—Y a vos — Yunho le dijo. Giró abruptamente y
montó el garañón. Yunho palmeó el cuello
del animal con su palma abierta, y el animal se tranquilizó. La columna de
hombres comenzó a moverse.
Karam levantó el borde de su vestido y
literalmente corrió escaleras arriba. Como esperaba, ninguna criada todavía
había venido a su habitación. Buscó el
cuchillo de comer y no lo pensó dos veces, se produjo un corte en el
dedo. Goteó la sangre sobre las sábanas. Y sonrió satisfecho.
Luego se manchó con sangre entre sus muslos, luego solicitó un baño.
Era imposible no ver las sábanas
manchadas, pero sería mejor
todavía si la criada que lo ayudase a tomar el baño esparciera esa noticia como un fuego salvaje. El matrimonio
había sido consumado.
Jaejoong se despertó con un sentimiento extraño
de remordimiento. Recordaba el sueño como si fuera real, tan real que casi
podía sentir, su cuerpo tibio y duro mientras él lo sujetaba muy tiernamente,
calmando su angustia. No quería
despertarse. Quería que el sueño continuase.
Pero ya
no estaba dormido en el abrazo estrecho de una noche mágica. Estaba despierto. La luz
del sol entraba por la ventana, y con
ella llegaba la fea realidad. Jaejoong se
acostó de costado, estremeciéndose mientras sentía las costras de sus heridas,
evidencia de esa horrible realidad. Eres un estúpido, él se dijo a sí mismo. Él
nunca sería así. Él es un ogro y es el enemigo y soñar con él era una locura.
Tenía calor. Se dio cuenta que estaba sudando
ligeramente y supo que la fiebre bajaba. Tendría que agradecer eso, se recordó
a sí mismo.
Una criada estaba cantando en la habitación
principal mientras hacía sus tareas allí.
Jaejoong suspiró y se sentó en la cama, agarrando la copa con agua. Estaba vacía. Estaba tan sediento, tan
dolorido, tan caluroso, y tan cansado. Se recostó sobre su estomago intentando hundirse en el sueño nuevamente.
Oyó a alguien subiendo las escaleras pero
no prestó mucha atención. Estaba a
punto de dormirse nuevamente, preguntándose cuando vendría su abuela, preguntándose,
tontamente, si él vendría nuevamente. Cómo se atreve a mostrar su rostro aquí, él
pensó, mientras dos criadas charlaban y
se reían, del otro lado de pasillo. Uno de ellas mencionaba al normando, soltando una risotada
nuevamente, y Jaejoong se encontró escuchando a pesar de sí mismo.
— Es un vigoroso, oí muchas historias sobre
él —Mary dijo.
—Si es tan vigoroso y potente, cómo es que él
no nos haya tocado a ninguna de
nosotras desde que llegó?— se quejó Beth . —Virgen María ese día en Kesop, nunca me lo voy a olvidar, él estuvo tan rudo, tan potente, nunca me lo voy
a olvidar...
Jaejoong tenía un recuerdo gráfico del acto sexual, del normando penetrando a Beth, su rostro
oscuro y cansado, su miembro, rojo y erecto.
— Eso sería insultar al señor Karam —Mary
dijo. —Es por eso que él no nos toca a ninguna de nosotras ahora. Pero con el
tiempo, lo hará.
—Para mí, fue un gran insulto
que él no lo tomase en su noche
de bodas — Beth dijo. —Si yo fuese su esposa, él no habría dormido hasta el
amanecer!
Jaejoong se sentó en la cama. No debería estar espiando. Pero lo estaba
haciendo. No podía creer lo que estaba oyendo, no podía ser verdad. Y si fuese verdad, por qué su corazón estaba
latiendo tan rápidamente? Por qué se sentía más liviano?
— Beth, Mary, vengan aquí, — él llamó.
Las dos criadas entraron al cuarto, Mary
sujetando una pila de sábanas en sus brazos.
—Sobre qué estaban conversando?
Ellos miraron el piso.
—Nada — Beth mintió ruborizándose.
—Digan la verdad, puede ser importante para
Aelfgar. Él no se acostó con Karam?
Beth miró
hacia arriba.
—Él no se acostó con él hasta anoche —
ella dijo, mirando la pila de
sábanas.
Jaejoong realmente no la oyó.
Sintió desaliento y alguna otra cosa, algo peor, algo más repugnante.
Miró fijamente las sábanas. Mientras él había estado en ese sueño estúpido, él
había estado con Karam. Mary interpretó
su mirada fija como una pregunta y abrió la sabana para mostrarle mancha de sangre. Jaejoong la miró. Por qué
le dolía cuando eso no tenía que
importarle? Cuando había creído
que ese acto había sido hecho días atrás, en la noche de bodas? No
tenía ningún derecho a sentirse herido! Ninguno!
—Por favor, tráeme agua — él dijo,
acostándose de vuelta. Era la fiebre, estaba seguro, porque que otra
razón estaría resistiendo esas malditas lágrimas? —Y a la abuela.
—Vagas — Karam dijo desde la entrada. —
Retírense. — Él observó a las criadas
alejarse corriendo, luego hizo una pausa
—No pareces estar bien, Jaejoong.
—Vete, Karam — Jaejoong dijo cansadamente.
—Ahora
sé por qué le abriste las piernas a él,
Jaejoong — Karam ronroneó. —No es bueno tener una cosa tan grande dentro tuyo? El es como un toro! Yo
pensaba que no me gustaría de eso, pero
descubrí que lo adoro.
Jaejoong lo imaginó sobre Karam, con su falo voluminoso y enhiesto, y reprimió la
imagen. Jaejoong miró el suelo.
—Karam, no me siento bien. Tengo fiebre. Por favor envíame a
mi abuela y un poco de agua?
—No tendré a esa bruja en mi casa, — Karam respondió
vehementemente. —Pero te mandaré agua. —
Él giró y salió abruptamente.
Jaejoong quería gritar y decirle que él
necesitaba las cataplasmas de su abuela o que las heridas se le infectarían, pero
no tenía fuerza. Todo lo que podía hacer era derramar algunas lágrimas a solas.
Y era de noche cuando la copa de agua llegó al cuarto.
* * *
La piedra de York brilló con distintos
reflejos blancos. Siwon no iba a correr ningún riesgo esa vez, el castillo
sería construido en piedra y sería impenetrable. La empalizada de madera rodeando a la vieja fortaleza de madera había sido reemplazada con un muro de
piedras blancas de York. Y ya estaba completamente terminado.
Yunho y sus hombres cabalgaron pasando por
el lugar de la construcción. Los
aldeanos de York habían sido llamados
para esa tarea. Habían usado sogas y
roldans para mover los grandes bloques
de piedra al lugar, pero era fuerza
humana la que había colocado cada bloque
en su preciso lugar. Los carros tirados
por bueyes transportaban las piedras desde la pedrera. La actividad era intensa
y constante, carretones que iban y venían con piedras y otros materiales,
siervos trabajando con las roldanas, hombres
doblados bajo el peso de los bloques de piedra, vendedores ofreciendo
panes, guiso de cordero y cerveza. Los niños que eran demasido jóvenes como para ser alistados en la
construcción corrían descalzos,
persiguiéndose unos a otros. La planta baja y el primer piso de nueva torre
también estaban casi terminadas.
Ellos no perdían tiempo, y hacia tres días
que él había dejado Aelfgar. Cabalgaron
por la ciudad, porque York era un centro comercial desde los días de los
dinamarqueses. Inmediatamente su llegada comenzó a ser comentada por las
mujeres, los mercaderes, los mendigos,
por vendedores y ladronzuelos que circulaban por la calle principal de York. Yunho
oyó su propio nombre en los labios de alguien, seguido por un
silencio de temor, en más de una
ocasión.
Siwon residía dentro de los muros. Ellos
atravesaron el puente levadizo y el muro interno.
Yunho dio órdenes a sus
hombres y cabalgó directamente hacia la tienda de Siwon. Un paje tomó su
garañón, y otro lo anunció. Siwon estaba
con Odo, su media hermano y uno de sus
más poderoso nobles ahora que Odo
poseía Dover, y el arzobispado de
York.
Siwon estaba vestido, como siempre con una
larga túnica y una capa de terciopelo
violeta. Tuvo mucho placer en ver a Yunho.
—Levántate, hombre — él gritó cuando Yunho inmediatamente
se hincó sobre una rodilla. — Levántate y entra
sin más ceremoniales. Dónde está él? Deseo escupir la cara de ese traicionero!
Yunho se puso de pie. Su mirada no vaciló.
Ningún mensajero podía haber llegado más rápido que él, y en verdad,
él no quería que uno de sus hombres fuese víctima de la ira de Siwon. No cuando lo sucedido era su
culpa.
—Hyun Joong se escapó, su majestad.
Siwon lo miró fijamente por un momento, y
entonces gritó maldiciendo. Volteó una mesa descargando su furia. Odo y Ealdred se pusieron de pie. Siwon les
gritó.
—Fuera, fuera!— . Sus
ojos estaban hinchados. —No, vos quédate — le rugió a Odo cuando él giró para partir.
Ealdred lo esquivó apresuradamente y salió.
Siwon giró hacia Yunho.
—Explícate.
—Él se escapó durante el banquete de bodas. Para el momento en que fue
descubierto, era demasiado tarde. Él se
fue. Yo estoy a tu disposición. — Yunho inexpresivamente, nuevamente se hincó sobre una rodilla.
Siwon gritó, maldijo, y caminó como un loco.
Odo permaneció en un silencio profundo. Finalmente Siwon se detuvo delante de
Yunho, mirando fijamente su
cabeza inclinada.
—No puedo creer esto — él dijo en voz baja.
—Eres mi jefe más confiable. Cómo pudo suceder esto? Fue una traición? Tu guardia fue sobornado?
Los intestinos de Yunho se apretaron. Él permaneció sobre
una rodilla, con la cabeza agachada.
—Mi guarda se enfermó. Dejó su puesto por
esa enfermedad, ahora está relevado de
sus deberes. Consideré que un castigo
adicional era innecesario.
—Levántate para que pueda mirarte la cara — Siwon
dijo, y cuando Yunho lo hizo, él continuó. —Él
fue envenenado?—
—Sí.
—Maldición!.— Siwon golpeó su puño sobre su
palma abierta. —Estos sajones son un nido de víboras, pero
yo los quebraré, si lo haré !— él perforó a Yunho con una mirada oscura . — Asumo que el perpetrador de
esta traición fue encontrado?
El corazón de Yunho se sobresaltó.
—Sí,
su majestad.
—Quiero los detalles — Siwon dijo.
—Fue un siervo. Él le dio a mi hombre el
veneno, luego Hyun Joong fue librado. Ya me ocupé de él.
—Ocuparte? Querrás decir que ya fue colgado!
Yunho encontró su mirada.
Se sintió invadido por algo
que no podía definir, algo que se
parecía al miedo. Y no era miedo por sí mismo. El momento había llegado y no
podía mentirle a su rey.
—Él fue azotado, su majestad. Él no cometerá
una traición nuevamente.
Siwon parpadeó perplejo.
— Te has vuelto loco! Ese siervo me ha costado el
líder de la última rebelión y él solamente fue azotado? Qué quiere decir
esto, Yunho?
Ese era el momento en que el debía revelar la
identidad de Jaejoong a su rey. Yunho miró fijamente a Siwon. No había
expresión en su mirada, o en su tono de
voz cuando habló.
—Mi lord,
él es un siervo, mi siervo. Nunca
tuviste causa para cuestionarme antes. Yo ya
lo castigué. Él está en mi
fortaleza, bajo custodia. A mi juicio un ahorcamiento habría incitado a los
habitantes a cometer más traiciones. También habría incitado la venganza de los
hermanos, una venganza personal agregada
a la rebelión política. Creo que actué sabiamente. En última instancia sé que la fuga
de Hyun Joong es mi responsabilidad. Toleraré cualquier castigo que consideres
justo para mi fracaso.— Yunho mantuvo su mirada en Siwon y nuevamente se hincó sobre una
rodilla; luego bajó la cabeza.
Siwon miró su cabeza inclinada, luego se
alejó. Finalmente se volvió.
—Tus deberes
como lord de York están suspendidos. Mi sentencia es leve porque en vos confío más que en mi propio brazo derecho.
Pero entiéndelo bien, Yunho, si fueras cualquier otro, te despojaría aquí y
ahora de todas tus posesiones. Puedes irte.
Yunho se levantó graciosamente. Suponía que
la había sacado barata pero estaba enojado y
usando su disciplina de hierro no dejó que eso se notase. Apenas podía
creer en lo que sólo había sucedido que
había sido despojado de York y con eso, de la mitad de su poder. Esperaba un castigo, pero nada de esa
magnitud. Y todo era por ese brujo, pensó furiosamente.
Todo por ese
brujo.
Porque, de hecho, había traicionado a
su rey. Y también se había traicionado a sí mismo?
—Yunho. — La
voz neutra de Siwon lo detuvo justo antes que él saliese de la tienda. —Tráeme su cabeza y quedarás
redimido de tu castigo.
* * *
Yoochun caminó inquietamente.
Hyun Joong , normalmente de carácter más volátil,
estaba agachado cerca de la hoguera del campamento, empujando las brasas con
una vara. No estaba prestando atención a lo que estaba haciendo; estaba mirando a su hermano. Los pasos de Yoochun eran largos, lentos, y
deliberados. Estaba profundamente sumergido en sus pensamientos.
Albie estaba de pie en las sombras del
bosque, observando a ambos hermanos.
Era una noche estrellada y estaban en las
salvajes regiones fronterizas entre Inglaterra y Gales. Dos docenas de hombres
ocupaban el campamento. Muchos estaban durmiendo, sus ronquidos cortaban
el silencio de la noche. Uno tocaba una
flauta, con una melodía nostálgica y melancólica. Alguna risa ocasionalmente interrumpía
el zumbido de la conversación susurrada.
Hyun Joong se puso de pie, envolviéndose
en su capa. Hacía
frío de noche. Pateó una rama. Yoochun
giró hacia él.
—Me voy, Hyun Joong — él dijo en voz baja.
—No puedes! Es muy peligroso. Por Dios,
hombre, mira lo que me sucedió a mí! Mi cabeza casi estaba servida en un
bandeja de plata para Siwon, el Bastardo!
—Me voy. — Sólo había autoridad y determinación en la voz de Yoochun, y otra cosa, algo que Hyun
Joong nunca había oído en él, un tono
que odiaba y temía. Resignación.
—De los dos vos sos el pensador lógico. De
todos nosotros, vos sos el que sabe que esto es una locura!— Hyun Joong protestó, sus ojos brillaron. Quería decir
cada palabra con pasión.
—No puedo quedarme, — Yoochun dijo
cansadamente. — Es de mi corazón que
estoy separado.
Un silencio le siguió. Yoochun se dio
vuelta, contemplando las estrellas. Hyun
Joong observó a su hermano por un largo rato antes de hablar
nuevamente.
—Espera algunos días más, Yoochun. Todavía
estás rengueando. Si nos vamos, deberías estar en condiciones físicas.
Yoochun casi sonrió.
— Vamos? No, querido hermano, yo me voy sólo con Albie.
—No — Hyun Joong dijo, había una advertencia en su voz. —no
debemos separarnos, nada me detendrá para que te siga, lo juro. Los normandos
son mortalmente peligrosos Yoochun, pero los dos juntos podemos prevalecer y
vencer.
—No tengo intención de enfrentarme con Yunho,
el Implacable — Yoochun dijo. Una sombra oscura cruzó su rostro. —No todavía.
— No puedes vencerlo — Hyun Joong dijo abruptamente. — Yo soy mejor que vos con la espada,
admítelo, y él me venció.
—Lo venceré — Yoochun dijo lentamente, su
mirada era oscura. —Cuando sea el momento. De cualquier manera...— él suspiró —esta vez voy a espiar.
— Vamos a espiar.
Yoochun cedió con un encogimiento de hombros.
—Debe ser hecho debo saber por mí mismo,
qué pasa, y si los rumores son
verdad. Por Dios! Crees que él ha mudado la aldea?— La voz de Yoochun se elevó. —Él ha mudado mi aldea?
— Es
la costumbre normanda, hemos visto eso una y otra vez — Albie intervino desde las
sombras de los árboles.
—Pero cuando se trata de tu propia casa, tu patrimonio...— Yoochun dijo.
— Qué otra cosa dicen nuestra red de espías, Albie?— Hyun Joong preguntó ávidamente mientras el joven entraba en el círculo de la
luz del fuego. Sus pantalones y su capa estaban manchados con barro seco, señal
de su cabalgata y de su llegada reciente al
campamento.
—El matrimonio fue consumado — Albie dijo
vacilando. —Y él construyó nuevas fortificaciones al estilo normando.
Hyun Joong maldijo, Yoochun se horrorizó.
—Maldición
con Karam! — Hyun Joong dijo
vehementemente — Él no piensa en otra cosa que traicionarnos!
—Cómo está Jaejoong?— Yoochun intervino en la
conversación.
—Mi lord, hay un rumor terrible...— Albie
respondió.
—Dilo — Yoochun exigió.
—Él no está herido?— Hyun Joong jadeó.
—Hay un rumor de que él fue castigado por tu
fuga Hyun Joong . Lo azotaron.
Hyun Joong gritó
por frustración y afrenta, Yoochun
apretó sus puños.
— Es sólo un rumor, y sabes como una historia
puede deformarse por el decir de docenas
de lenguas más diferentes. Tal vez no
sea verdad.
—Por qué no lo traje conmigo?— Hyun Joong gritó con angustia. —No lo pensé, nunca
pienso!
—No te culpes, no sabemos si es verdad — Yoochun
dijo, con una mano apoyada en la espalda de su hermano. Pero sus labios estaban
apretados en una línea severa. — Necesitamos ver dónde está Jaejoong.
—Hay otro rumor — Albie siguió. —Pero no es
mejor. — La mirada de Yoochun lo hizo
continuar. — Se dice que el normando se muestra
abiertamente interesado en Jaejoong, sus
miradas son tan calientes que sólo observarlas es ser quemado.— Albie encogió
los hombros. —Entonces tal vez no lo azotó.
—Si él lo toca!— Hyun Joong gritó enfurecido. Yoochun se contuvo,
absorbiendo esa información antes de
continuar. — hay noticias de Hereward?
— Hereward, el rebelde, está planeando una
rebelión contra Roger Montgomery. Cerca
de Shrewsbury o no, no lo sé.
—Bien — Yoochun dijo. — Iremos a Aelfgar, y después, nos encontraremos con Hereward, el rebelde.
— Qué estás pensando?— Hyun Joong exigió.
Por
primera vez Yoochun sonrió. La severidad de su rostro fue aliviada,
revelando facciones atractivas y dientes blancos.
—Estoy pensando, hermano, que en septiembre vamos a entrar en guerra. Vos, yo, y Hereward, el rebelde.
—Estoy pensando, hermano, que en septiembre vamos a entrar en guerra. Vos, yo, y Hereward, el rebelde.
Pobre yunho esta contra la espada y la pared :(
ResponderEliminarMuchas gracias por el cap ❤
ese Karam mentiroso se esta mintiendo a el mismo ero tarde o temprano todo sale a la luz
ResponderEliminary el Yunho en aprietos espero y pueda librarse de eso que le pidió Siwon y no entregue la cabeza de Jae mejor que de la de Karam total a ese nadie lo quiere y yo menos ni lo echaran de menos
Gracias
⏫⏫⏫ desgraciadamente Karam es hermano de Jae, Yoochun y HJ y será difícil que entreguen su cabeza haciéndolo pasar por Jae, que más quisiéramos😁😁😁
ResponderEliminarQue será lo que hará Yunho, para redimirse con Siwon?
Gracias!!! 💗💕💞