miércoles, 24 de mayo de 2017

El Conquistador: Capítulo 21

Capítulo 21

Tenía que saberlo esa noche. Durante la cena buscó a Wilfred mientras todos comían.
—Él fue al riacho?
—Sí —  Will respondió poniéndose pálido. — Yo no lo toqué, mi lord.
—No dudo de eso, — él dijo,  su corazón latiendo pesadamente. Él había ido. Había sido  honesto, entonces? Realmente sólo quería nadar? En ese caso,  Jaejoong realmente confiaba en él para poder estar de guardia mientras él tomaba un baño? El alivio que Yunho sintió fue vasto, aunque no podía borrar todas sus sospechas. Volvió su mirada a él. Estaba comiendo con ganas. Su cabello agarrado  en una trenza,  brillando  por el lavado reciente. Su respiración se contuvo.
Jaejoong se atrevía a confiar en él?
Al día siguiente Will lo buscó mientras él observaba a sus hombres entrenar con las espadas. Durante todo el  día ellos  habían estado  entrenando, con lanzas y escudos, con hachas y espadas.  Con la aparición de Will, Yunho se sintió agitado. Algo había  sucedido o él no iba a dejar su puesto.
— Qué  ha sucedido?— Yunho tenía miedo  que  él  hubiese recaído  en la enfermedad que casi se había llevado de su vida. Una docena de otras posibilidades de igualmente fatales cruzaron por su mente.
Will estaba jadeando por su corrida por el campo de entrenamiento.
—Él está en el riacho.  Usted no le dio permiso para  ir nuevamente, y yo le expliqué eso,   pero él no me escucha. Realmente se rió  y me preguntó si yo lo detendría. Qué debo hacer?
—No debes  dejarlo sin vigilancia ni por un segundo — Yunho dijo duramente. — Tus órdenes permanecen, Will. Ve con  él ahora. — Yunho estaba furioso porque el muchacho lo había  dejado solo. Mañana le daría una tarea desagradable por haber fallado en su deber, tal vez darle tareas en el establo, o  tareas de paje. Will  corrió, y Yunho lo observó  toda su carrera  viendo exactamente donde desaparecía entre los árboles. Memorizó el lugar.
No podía concentrarse  en sus  hombres. Se mantuvo mirando  hacia  el este,  el lugar por  donde Will había desaparecido, el lugar  donde él estaba tomando un  baño. Entonces no era una trampa. Jaejoong no tenía intención de cometer una traición.  Increíblemente, él sólo quería nadar en el riacho. Estaba desnudo?  Se lo imaginó de ese  modo. Beltain forzó a Changmin a soltar su lanza con un ataque furioso, y él gritó.
—Si no te concentras, Changmin,— Yunho dijo,  —encontrarás tu cabeza en la punta de una lanza  de un  sajón.
Changmin frunció el ceño  enojado. Yunho apenas observó  como  dos de sus  mejores caballeros entraban en un nuevo intercambio de golpes. Miró nuevamente hacia el bosque. Con un gruñido, levantó su propia lanza. Changmin y Beltain acababan de separarse.
—Beltain — Yunho llamó,  colocándose  el yelmo. Levantó su escudo. Beltain se preparó, y  Changmin se hizo a un  lado. Yunho sacudió la cabeza  una vez y dejó que Beltain comenzara. Cuando el caballero estaba corriendo en dirección  a él, Yunho espoleó su enorme caballo  al galope. Disfrutaba sentir  el poder del animal debajo de él. Disfrutaba la imagen de la velocidad  y el terreno moviéndose delante de él.  Disfrutaba la imagen de Beltain sobre su enorme caballo aproximándose velozmente. Yunho sonrió. Su lanza chocó con la de Beltain. Yunho apenas miró el escudo de Beltain cayendo. Salvajemente Yunho frenó su caballo en el extremo del campo, lo  giró y estaba atacando nuevamente antes de Beltain pudiera recuperarse. Esta vez, su carga  fue tan poderosa que  Beltain quedó desmontado. Sus hombres se rieron y vitorearon. Yunho quedó sentado jadeando, mirando nuevamente en dirección al bosque. Luego se mirada se clavó en Changmin.
—Tu turno.
Fue llamando a una docena de sus  hombres, uno  por uno,  y logró bajar de sus caballos  a la mitad de ellos.  Rompió la lanza,  quebró el  escudo de  otro. Charles  había sufrido la quebradura de un tobillo con la  caída. Los hombres ya no gritaban ni se reían. No infrecuente  que Yunho participase en sus  competencias; de hecho, eso era esperado. Lo que era infrecuente era que él se manejase de un modo tan brutal y que enfrentase una docena de hombres, en vez de dos o tres. Su mal humor era muy visible.
Yunho bajó su lanza y se quitó el yelmo. Estaba jadeando ferozmente. El Sudor aplastaba sus rulos contra su cuero cabelludo. Observó nuevamente el bosque, luego espoleó su caballo.
En el borde de la línea de árboles desmontó y prosiguió a pie. Ya no estaba sin aliento,  sino respirando fácilmente. Podía oír los sonidos de la corriente del riacho y también podía  oír  un canto. Jaejoong estaba cantando? Vio a Will primero. El muchacho estaba de  espaldas  al  riacho, con su rostro hacia Yunho. Él abrió la boca. Yunho le hizo una seña para que se quedase mudo y otro para que se fuese. Y luego pareció.
Jaejoong no estaba desnudo. Se sintió  decepcionado.  Estaba  metido hasta  la cintura en el  riacho con una camisa fina. Su cabello estaba suelto, una masa gloriosa. Se estaba riendo, canturreando, y era una belleza inmortalizada. Casi sin darse cuenta Yunho tocó su miembro a medio erguir.
Jaejoong se metió en el  agua y surgió salpicando agua. Su camisa moldeaba su cuerpo, sin  dejar nada sin revelar. Su pecho, su cintura esbelta, y cuando  se subió sobre una piedra, Yunho tuvo una breve imagen de sus caderas y nalgas. Sus pezones, él vio, estaban duros y tensos. Él se sumergió en el agua nuevamente.
Su respiración ya era irregular, y Yunho se  maldijo  por haber venido. Se recordó que él era él hermano de su esposo. Se  recordó de sus votos delante de Dios. Estaba tan duro que le dolía. Se tocó nuevamente por sobre la túnica y el pantalón  y casi gimió.
Nunca había estado tan duro,  tan  cerca de  estallar.  Él emergió a la superficie. Se quitó  el   cabello mojado fuera del rostro. Luego saltó sobre una piedra, levantando su rostro hacia el sol. Cerró ojos e irguió su pecho como ofreciéndoselos a los dioses.
Yunho estaba temblando.  Tocó  su pantalón, agarró la extensión de su falo y lo apretó.   Jaejoong quitó varias mechas de cabello de su cara, sacudiendo la cabeza como un cachorro mojado. La inocencia de su acción  sólo exaltó su necesidad. La sangre rugió en sus oídos. Sus ojos se deslizaron hacia sus  piernas separadas ofrecidas a su visión. Debería partir, Yunho pensó, y supo que no lo haría.
Jaejoong giró abruptamente sobre su estomago. Y Yunho estuvo perdido. Quería sujetar sus nalgas lujuriosas, apretarlas, masajearlas, como se estaba masajeando el miembro.  Gimió, se oyó gemir,  y supo por el modo en  que él se puso rígido que Jaejoong lo había oído también. No le importó. No podía importarle. Su mano recorría la extensión  hinchado más rápidamente ahora. Estaba muy cerca, por Dios, lo necesitaba, lo  necesitaba ahora...
Jaejoong se puso de pie, lo buscó y lo vio. Vio lo que él estaba haciendo. Por un momento sus miradas se encontraron. Cuando él cerró los ojos, todavía lo veía, conmocionado, jadeando. Yunho se masajeó el miembro más rápidamente, más rápidamente, y gritó  acabando violentamente.
Su corazón no disminuyó  su velocidad cuando él abrió los ojos, seguro de que él se había ido. Pero no se había ido.  Jaejoong ahora  estaba en el lado más lejano del  riacho,  sus ojos  muy abiertos, sus labios separados, temblando, sus brazos doblados sobre su pecho. Estaba mirándolo fijamente.
—Todavía confiarías en mí para que vigilase tu baño?— él preguntó seriamente.
Él sacudió la cabeza salvajemente.
Yunho se secó la  mano en el árbol más cercano, nunca quitando su mirada de él. La próxima vez, él se preguntó,  podría resistir lo que verdaderamente deseaba? La pregunta no tuvo que ser respondida. Había perdido el control de la situación. Entonces, la situación tenía que ser cambiada.
* * *
—Qué?— Karam jadeó.
—Beth  me contó, mi señor —Mary dijo ansiosamente,  evaluando la sorpresa de su amo con interés.
—Ellos estuvieron aquí, — Karam gritó, todavía perplejo. —Estás segura? Si esto es un error, te haré azotar y te mandaré a los calabozos!
Mary se encogió, su bonita boca tembló.
—Es la verdad. Beth sólo vio a Hyun Joong ,  pero  él  le dijo que Yoochun también  había venido.  Ella era enviada para  buscar a  Jaejoong de modo que ellos pudieran  encontrarse. —Mary la observó. —No está complacido conmigo?
—Oh, —Karam jadeó, su corazón latiendo ferozmente. —Estoy complacido!— ausentemente él extrajo  una moneda de oro de la bolsa colgada a su cinto, luego empujó a Mary en dirección a la puerta. —Déjame solo, debo pensar!
Cuando Mary se marchó, Karam se acostó temblando en la cama. Sabía que eso  sucedería! Jaejoong estaba  en una  traición  nuevamente sólo que esa vez  no había sido atrapado. Qué castigo, Karam se preguntó, Yunho le impondría esa vez? Seguramente no le  perdonaría  eso! Encontrarse con sus propios  hermanos debajo de sus propias narices! Karam sabía exactamente lo que él obtendría de esto, y batió las palmas sonriendo. Esa era su oportunidad de librarse de su hermano, de una vez y para siempre.
Sabía exactamente cómo proceder. Velozmente se levantó y corrió hacia el piso de abajo  para hallar al lord. Él  justo estaba entrando, parecía bastante relajado, sin su habitual ceño fruncido, y Karam pensó que eso era muy oportuno. La mirada que él le dirigió a él, a modo de  saludo, no era una mirada irritada.
—Debo hablar con vos — Karam dijo roncamente.
Yunho sonrió ligeramente. Realmente, su humor era bueno. Su gesto fue expansivo.
— Toma asiento.
—No  debería haber nadie escuchándonos —  él dijo.  — podemos  ir a nuestra habitación, mi lord?
Su mirada era divertida  y él permitió que él lo precediese en las escaleras. Intentando no ser dramático, Karam cerró la pesada puerta detrás de ellos. Giró para encontrar a Yunho acomodado indolentemente  en la cama. 
—Mi lord, tengo espías, mis propios espías.
Yunho lo miró atentamente.
—Verdaderamente?
—Sí. Y acabo de enterarme de algo de gran importancia que nos afecta a ambos.
—Entonces, continúa.
—La tarde que estabas cazando, Jaejoong se encontró con Yoochun y Hyun Joong .
Yunho lo miró fijamente.
—Es verdad. Ellos vinieron a la aldea una vez que vos partiste. Él está planeando una  traición  nuevamente, mi lord!
— Eso es una acusación seria. Tienes pruebas?
—Si! La criada, Beth, fue quien envió el mensaje entre Hyun Joong  y Jaejoong. Ella puede mentir y negarlo, pues siente afecto por Hyun Joong , se dice que uno de sus bastardos es hijo de él. Pero si la golpeas ella dirá la verdad.
Yunho se levantó y caminó inquietamente en la oscuridad del cuarto, dando la espalda a Karam. Giró lentamente.
—Eres muy rápido para desearle el mal a tu hermano, Karam. Y desconfío de esa acusación.
Karam fue hacia él, y  valientemente le  tocó el brazo.
—Mi lord, soy su esposo.  Y pretendo continuar siéndolo.  Una traición contra vos es una  traición contra mí. Tengo por primera vez  en mi vida lo que quiero. Y no voy  a perderlo. Tus intereses son los  míos, y yo los protejo. Debes saber que soy leal. Puedes confiar en mí.
—Un  bonito discurso, — él murmuró.
—Uno sincero.
Yunho no respondió.
— Qué  harás?—Karam preguntó valientemente.
La mirada de él lo estudió,  pero él estaba  muy determinado, y no vaciló. Viendo eso,   Yunho sonrió casi amargamente.
—Veo que estás ávido para comunicar tus pensamientos. Por favor, continua.
Karam sonrió.
—Él será tu  perdición, mi lord nuestra  perdición. Él está aquí entre nosotros, pero es un espía y es  muy peligroso. Tienes pocas alternativas. Si él fuese un hombre ya estaría colgado. Como puedes ver, el guardia que le asignaste te falló. Entonces,  deberías  alejarlo   para siempre.
—O?
—O  puedes casarlo  con un escocés. O un Francés o  un Irlandés. Pero él debía estar lejos de acá, lejos, donde no pueda hacerte, o hacernos daño!
—Mis pensamientos, — Yunho dijo,  —Exactamente. —  Y su máscara desapareció, sus  ojos ardieron con furia.
* * *
Yunho estaba lívido.
Estaba enfurecido, y no porque los dos sajones se  habían atrevido a entrar a escondidas  en Aelfgar debajo de sus propias narices. Eso demostraba su osadía de hecho, y los  respetaba  por  eso. Y recordaría bien la  imprevisibilidad de ellos  para un  futuro. Eso era causa para preocupación y reflexión, no para sentir ira. Su rabia estaba concentrada en Jaejoong.
Él nuevamente lo había traicionado. Él estaba arriesgando su cuello. Él sabía lo que  hacía.  Verdaderamente él pensaba que él sería tan indulgente con él?  Indulgente! Yunho recordó los diez azotes, y la eternidad  por la que la había estado observando su sufrimiento, y   supo que no podría soportar observar un castigo así nuevamente. Él debería comprender eso! De otra manera, cómo se atrevería a continuar jugando al traidor?
Jaejoong no sabía que él la última vez lo había protegido ante su propio rey y que  haciendo eso, había violado su propio código de ética. Eso no podía suceder nuevamente. Él no dejaría que eso sucediera nuevamente.
Yunho caminó inquietamente  en el cuarto. Karam había sido despachado. Entendía a su esposo ahora, y creía  en él. Como él mismo, Karam era ambicioso. Los dos ansiaban el  poder que Aelfgar les daba. No lo había visto como un aliado antes. Y ahora se daba  cuenta que él era su aliado, y uno muy valioso. Él le había dicho que no hiciera nada  respecto al  asunto que habían  hablado y que mantuviese sus oídos  abiertos y su boca cerrada. Esa era exactamente el tipo de espía que Yunho precisaba para protegerse a sí mismo y su posición en Aelfgar. Era un beneficio inesperado, un regalo inesperado de su esposo.
Qué diablos iba a hacer con ese brujo? Quería golpear la pared, pero recordó muy  vivamente el  dolor que había sufrido  la última vez que él lo había provocado, cuando  había golpeado su puño contra la mesa del salón. Logró contenerse.
Karam había evaluado  la situación astutamente lo que lo impresionaba. Jaejoong era peligroso.  Era peor que cualquier espía, porque él lo odiaba personalmente. Sabía eso,  siempre había sabido eso. Su vigilancia respecto a él había fallado una vez y fallaría nuevamente. En verdad, habían dos opciones, como Karam había señalado: enviarlo  lejos, o casarlo con alguien que viviese lejos.
Yunho maldijo groseramente. No podía hacer eso último. Se negaba a  analizar el por qué no podía  exiliarla  con  un matrimonio. La primera opción también era desagradable. Pero  no podía mantener la situación  como estaba. No había llegado a esa conclusión esa tarde en el riacho? Ahora, entendiendo que Karam verdaderamente le serviría bien como esposo,  tenía un  incentivo agregado para librarse de Jaejoong. O  lo tendría que proteger una y otra vez  hasta  que él, Jung Yunho,  cesase de  funcionar como un hombre del rey.
Esa vez sería fácil zafar de la situación. Podía inventarle una excusa a Karam, que Jaejoong lo llevaría a objetivo, tal vez hasta sus hermanos, y por esa razón fingiría no saber respecto a ese último acto de traición. Una mentira. Protegería a un traidor? Por segunda vez? Era incomprensible, inaceptable!
El era Jung Yunho, el lord de Aelfgar.  Había seguido a Siwon por todo lo que  ahora poseía. Por culpa de Jaejoong,  ya  había perdido la mitad de su feudo. Karam tenía razón, él sería su perdición si no hacía algo. Se había dado cuenta de eso hacía algún tiempo,  pero ahora debía confrontar la situación.
No podía continuar protegiéndolo. No podía. Eso violaba su código moral. Estaba dejando de ser un jefe efectivo, dejando ser un líder, perdiendo sus valores, su coraje, su determinación. En su vida,  siempre había sabido  lo que era correcto y lo incorrecto, y  siempre había actuado en consecuencia. Ahora nada era claro.
No, él pensó, una cosa era clara. Si él no lo protegiese, otra persona tenía que hacerlo.
Yunho súbitamente  sonrió  ante la solución  que  se le presentó.  Caminó  hacia a puerta, la abrió y gritó para llamar a Changmin.
—Qué?— Changmin jadeó, empalideciendo.
Yunho sonrió nuevamente, con una sonrisa fría.
— Te casarás con Jaejoong — él dijo con calma.
Changmin lo miró boquiabierto.
—Los bandos será publicados mañana, — él continuó implacablemente. —Te casarás el  día después. No te preocupes por la dispensación. Yo te la concedo ahora.
Changmin de alguna manera se recuperó,  pero  no había modo de no percibir su aversión.
—Sí, mi lord.
—Te daré una dote, por supuesto. — La  sonrisa de Yunho ahora fue genuina. —El  paquete se completa con  Dumstanbrough y su aldea, por supuesto. Cabalgaremos a la   frontera  mañana. Necesito de tus servicios ahora, Changmin, como bien sabes. Este año me  darás trescientos de tus días. Sabes que eso es  justo. Si  Aelfgar estuviese seguro para el  próximo año, reduciremos esa cantidad de días.
Changmin ahora se enrojeció  con placer. Como caballero, ese era su sueño hecho realidad. Sin importar que Dumstanbrough fuese un minúsculo conjunto de doce cabañas como máximo. Lo que importaba era que ahora tenía su propio domino,  aunque fuera pequeño. Tendría sus  propios hombres, cuando  pudiera disponer  de ellos.  Por el momento, tener Dumstanbrough era suficiente. Su paje sería su mano derecha, y sería promovido a caballero.
—Gracias. — Changmin jadeó, hincándose sobre una rodilla y tomando la mano Yunho. Él la  beso.
—Levántate — Yunho dijo complacido. —Ahora debemos conversar seriamente.
Changmin asintió con toda su atención centrada en su lord.
—Jaejoong tendrá una vigilancia, Changmin.
—Lo sé — Changmin dijo rápidamente. —No  temas, mi lord. Él no te traicionará a vos, o  a  mí, nuevamente.
Yunho asintió. Sabía  que Changmin no lastimaría a Jaejoong, de la misma manera que dudaba que Changmin pudiera restringir  las actividades de él. Por supuesto que si él lo mantuviese  embarazado él podría tranquilizarse considerablemente. Odiaba pensar en eso, entonces  alejó esa idea.
Changmin se marchó poco después, y Yunho le ordenó a un siervo que le trajera vino. Casi era una celebración. Casi había  resuelto ese problema, casi.... Su prioridad era proteger a  Jaejoong, y lo lograría. Siendo el esposo de Changmin, si él llegaba a cometer una traición  nuevamente, no sería colgado sino confinado indefinidamente. Casarlo con un normando noble era la cosa más inteligente que podría haber hecho  en vez  de encerrarlo, o enviarlo  lejos casándose con un extranjero para no verlo nunca más.
Inmediatamente se enojó consigo mismo. No importaba si pudiese verlo nuevamente. Él no podía ser suyo. Nunca. Acababa de entregarlo a uno de sus mejores hombres. Le acababa de salvar el cuello. Y Changmin era bueno y justo. No tenía mal carácter  y  no abusaría  de él. Yunho no podía tolerar a los hombres que lastimaban a aquellos que eran más débiles que ellos, y no podía tolerar la idea de Jaejoong siendo lastimado, por nadie.
Pero algo duro y amargo se instaló  en su pecho. Sabía  muy bien lo que era. Eran celos. De repente su mente estaba llena de imágenes de Changmin tomando a su esposo en la noche de bodas, y él tenía  éxito. Changmin era  joven, vigoroso y  viril. Yunho sabía eso bien, ellos habían  tomado a  muchas muchachas juntos. Él satisfacería a Jaejoong, le daría placer, lo haría  gemir en éxtasis.
Eso ya no es, él se dijo a sí mismo, asunto tuyo.
* * *
Jaejoong no sabía por qué había sido llamado. No le gustó la sonrisa y la mirada  satisfecha de Karam, quien lo observaba mientras subía las escaleras hacia el piso superior. El temor lo invadió. La puerta  a  la  habitación estaba abierta. Yunho estaba adentro, de espaldas a él. Ante el sonido de sus  pasos, él giró.
Jaejoong se ruborizó. No podía evitarlo;  ahora no podía  mirarlo  sin recordar, vivamente  ese acto íntimo. Se había sentido perplejo de encontrarlo allá, invadiendo su privacidad. Y de semejante  manera. Perplejo y algo más. Al principio  no había podido  moverse, había   estado hipnotizado por él y por lo que él estaba haciendo. Él se había estremecido salvajemente cuando él había terminado. Luego él había subido por el otro lado del  riacho, jadeante y todavía conmocionado. Sabía qué era lo que había presenciado. Pero  no   podía creerlo.
Yunho lo estaba contemplando fijamente ahora, y su rubor se intensificó. Jaejoong se encontró mirando su mano derecha y recordando su miembro, ahora completamente cubierto con ropas. Yunho casi estaba sonriente, y él supo que desgraciadamente, él conocía sus pensamientos. Se preparó para algún comentario y una batalla verbal.
—Te casarás con Changmin.
Él jadeó.
—Los bandos serán publicados mañana. El  matrimonio será el día después. — Su mirada era neutra. —Considérate afortunado.
Jaejoong avanzó, atónito.
—No! Quiero decir, no puede ser! Cómo...  qué quieres decir?
—Exactamente lo que dije. Te casarás  con Changmin. Le daré  un pequeño feudo como dote. —  Yunho no sonrió. —Serás su esposo, Jaejoong.
Eso no le importaba,  estaba demasiado perplejo y ofuscado.
—Por favor, no entiendo. Esto debe ser una broma!
Yunho perdió la paciencia.
— No es una broma. Te vas a casar. Eso es todo. Déjame. — Él se dio vuelta.
No podía comprenderlo. Se él lo deseaba, por qué lo estaba casando con otro hombre? Él debería seducirlo, convertirse en su amante. Pero iba a ser el esposo de Changmin. Sintió el calor   de las lágrimas sólo en sus ojos. Entonces Yunho no lo deseaba.
—No lo haré — él dijo balbuceando.
Yunho giró con una mirada mortal y disgustada.
—No  pienses en desafiarme en esto — él dijo, luego él tembló levemente. —Mi resolución es firme.
— Me estás  castigando!—  él gritó. —Por qué? Yo te  dije  que mis hermanos están en el bosque! Es todo lo que sé! Por favor, mi lord, no hagas esto!
Su fosas nasales  se inflamaron, sus ojos ardieron.  El que él le  implorase, al borde de las  lágrimas, casi deshizo su resolución y aumentó su ira.
— No es un castigo. No estás pensando lógicamente. Te  acabo de dar tu propia fortaleza.  No seas ingrato. No pongas a prueba mi voluntad. — Él le dio la espalda rudamente, despidiéndolo.
Jaejoong vaciló,  sofocando un sollozo que nacía de lo profundo de su pecho. Eso no podía estar ocurriendo! Si  en verdad él  no lo deseaba,  todo eso había sido un juego sádico?  Todas sus miradas lujuriosas habían sido  un mero  escarnio, una  forma de tortura cruel?  Y lo que había pasado esa tarde? Las lágrimas llenaron sus ojos.
Desesperadamente buscó alguna lógica. La lujuria de él no jugaba en este esquema. Yunho tenía todo lo que deseaba. Tenía a Aelfgar y a Karam. Si él realmente lo desease, no lo  daría en  matrimonio, lo mantendría como su amante. Lo que él estaba haciendo era prueba de la profundidad de su interés  en él y no era muy halagador. Jaejoong intentó  esconder su  contrariedad por no poder ayudar  a sus hermanos. Qué él debía hacer? Someterse  dócilmente?  Tenía otro curso de acción? Miró fijamente  su espalda  rígida, casi ciegamente.
Dio unos pasos rápidos hacia él y colocó su palma temblorosa sobre su  carne.
—Por favor — él jadeó. —Por favor, te lo imploro.
Yunho se estremeció bajo su contacto y se preparó para enfrentarlo.
Jaejoong no quitó  su mano, y el  resultado  fue  una caricia mientras  él se  movía, y  ahora  él tocaba  su pecho. Podía sentir su corazón, fuerte y poderoso, sus latidos acelerados. Sus miradas se encontraron.
—Haré cualquier cosa —  él susurró. Las lágrimas nublaron su vista. —Pero no me hagas  casar con Changmin.
—Cualquier cosa?
—Sí.
— Te estás ofreciendo a mí, Jaejoong?
Jaejoong se forzó a mantener su mirada.
— Si.
Su mano se elevó y se apoyó encima de la suya, y por un momento él pensó que había alcanzado su objetivo. Entonces  Yunho apretó su palma, casi  aplastándola, y él sollozó. Él estaba enojado.
—No pienses en tentarme, brujo, — él dijo con un gruñido. —No  pienses en  provocarme. Y basta con las lágrimas, no funcionarán.
—Yo no estoy... — él dijo, intentando librar su mano, y cuando la presión aumentó,   abruptamente dejó de intentarlo.
—Te casarás con Changmin— él dijo bruscamente. —Nada me hará cambiar de idea, ni siquiera  la oferta de tu cuerpo lujurioso. Ahora sal de aquí. No quiero verte nuevamente hasta que  tu matrimonio. Vete!

Fue  un rugido. Él lo  empujó, y él tropezó. Luego huyó del cuarto.

3 comentarios:

  1. Nooooo y ahora ????
    Todo es una locura :(

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  2. hay no esto se complica mas y ese Karam va ganando terreno y el pobre de Jae sera casado espero que lleguen los hermanos a rescatar a Jae y lo libren de la boda
    Gracias

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  3. Pero se va arrepentir Yunho por lo que hace, le carcomeran los celos al imaginarse a Jae con Min.
    Karam poco a poco se está saliendo con la suya.

    Gracias!!!💗💕💞

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