Capítulo 21
Tenía que saberlo esa noche. Durante la cena
buscó a Wilfred mientras todos comían.
—Él fue al riacho?
—Sí —
Will respondió poniéndose pálido. — Yo no lo toqué, mi lord.
—No dudo de eso, — él dijo, su corazón latiendo pesadamente. Él había
ido. Había sido honesto, entonces? Realmente
sólo quería nadar? En ese caso, Jaejoong
realmente confiaba en él para poder estar de guardia mientras él tomaba un
baño? El alivio que Yunho sintió fue vasto, aunque no podía borrar todas sus
sospechas. Volvió su mirada a él. Estaba comiendo con ganas. Su cabello
agarrado en una trenza, brillando
por el lavado reciente. Su respiración se contuvo.
Jaejoong se atrevía a confiar en él?
Al día siguiente Will lo buscó mientras él
observaba a sus hombres entrenar con las espadas. Durante todo el día ellos
habían estado entrenando, con
lanzas y escudos, con hachas y espadas.
Con la aparición de Will, Yunho se sintió agitado. Algo había sucedido o él no iba a dejar su puesto.
— Qué
ha sucedido?— Yunho tenía miedo
que él hubiese recaído en la enfermedad que casi se había llevado de
su vida. Una docena de otras posibilidades de igualmente fatales cruzaron por
su mente.
Will estaba jadeando por su corrida por el
campo de entrenamiento.
—Él está en el riacho. Usted no le dio permiso para ir nuevamente, y yo le expliqué eso, pero él no me escucha. Realmente se rió y me preguntó si yo lo detendría. Qué debo
hacer?
—No debes
dejarlo sin vigilancia ni por un segundo — Yunho dijo duramente. — Tus
órdenes permanecen, Will. Ve con él
ahora. — Yunho estaba furioso porque el muchacho lo había dejado solo. Mañana le daría una tarea desagradable
por haber fallado en su deber, tal vez darle tareas en el establo, o tareas de paje. Will corrió, y Yunho lo observó toda su carrera viendo exactamente donde desaparecía entre los
árboles. Memorizó el lugar.
No podía concentrarse en sus
hombres. Se mantuvo mirando
hacia el este, el lugar por
donde Will había desaparecido, el lugar
donde él estaba tomando un baño.
Entonces no era una trampa. Jaejoong no tenía intención de cometer una
traición. Increíblemente, él sólo quería
nadar en el riacho. Estaba desnudo? Se lo
imaginó de ese modo. Beltain forzó a Changmin
a soltar su lanza con un ataque furioso, y él gritó.
—Si no te concentras, Changmin,— Yunho dijo, —encontrarás tu cabeza en la punta de una
lanza de un sajón.
Changmin frunció el ceño enojado. Yunho apenas observó como
dos de sus mejores caballeros
entraban en un nuevo intercambio de golpes. Miró nuevamente hacia el bosque.
Con un gruñido, levantó su propia lanza. Changmin y Beltain acababan de
separarse.
—Beltain — Yunho llamó, colocándose
el yelmo. Levantó su escudo. Beltain se preparó, y Changmin se hizo a un lado. Yunho sacudió la cabeza una vez y dejó que Beltain comenzara. Cuando
el caballero estaba corriendo en dirección
a él, Yunho espoleó su enorme caballo
al galope. Disfrutaba sentir el
poder del animal debajo de él. Disfrutaba la imagen de la velocidad y el terreno moviéndose delante de él. Disfrutaba la imagen de Beltain sobre su
enorme caballo aproximándose velozmente. Yunho sonrió. Su lanza chocó con la de
Beltain. Yunho apenas miró el escudo de Beltain cayendo. Salvajemente Yunho frenó
su caballo en el extremo del campo, lo
giró y estaba atacando nuevamente antes de Beltain pudiera recuperarse. Esta
vez, su carga fue tan poderosa que Beltain quedó desmontado. Sus hombres se
rieron y vitorearon. Yunho quedó sentado jadeando, mirando nuevamente en
dirección al bosque. Luego se mirada se clavó en Changmin.
—Tu turno.
Fue llamando a una docena de sus hombres, uno
por uno, y logró bajar de sus
caballos a la mitad de ellos. Rompió la lanza, quebró el
escudo de otro. Charles había sufrido la quebradura de un tobillo con
la caída. Los hombres ya no gritaban ni
se reían. No infrecuente que Yunho participase
en sus competencias; de hecho, eso era
esperado. Lo que era infrecuente era que él se manejase de un modo tan brutal y
que enfrentase una docena de hombres, en vez de dos o tres. Su mal humor era
muy visible.
Yunho bajó su lanza y se quitó el yelmo.
Estaba jadeando ferozmente. El Sudor aplastaba sus rulos contra su cuero
cabelludo. Observó nuevamente el bosque, luego espoleó su caballo.
En el borde de la línea de árboles desmontó y
prosiguió a pie. Ya no estaba sin aliento,
sino respirando fácilmente. Podía oír los sonidos de la corriente del
riacho y también podía oír un canto. Jaejoong estaba cantando? Vio a
Will primero. El muchacho estaba de
espaldas al riacho, con su rostro hacia Yunho. Él abrió
la boca. Yunho le hizo una seña para que se quedase mudo y otro para que se
fuese. Y luego pareció.
Jaejoong no estaba desnudo. Se sintió decepcionado.
Estaba metido hasta la cintura en el riacho con una camisa fina. Su cabello estaba
suelto, una masa gloriosa. Se estaba riendo, canturreando, y era una belleza
inmortalizada. Casi sin darse cuenta Yunho tocó su miembro a medio erguir.
Jaejoong se metió en el agua y surgió salpicando agua. Su camisa
moldeaba su cuerpo, sin dejar nada sin
revelar. Su pecho, su cintura esbelta, y cuando
se subió sobre una piedra, Yunho tuvo una breve imagen de sus caderas y
nalgas. Sus pezones, él vio, estaban duros y tensos. Él se sumergió en el agua
nuevamente.
Su respiración ya era irregular, y Yunho se maldijo
por haber venido. Se recordó que él era él hermano de su esposo. Se recordó de sus votos delante de Dios. Estaba
tan duro que le dolía. Se tocó nuevamente por sobre la túnica y el
pantalón y casi gimió.
Nunca había estado tan duro, tan
cerca de estallar. Él emergió a la superficie. Se quitó el
cabello mojado fuera del rostro. Luego saltó sobre una piedra,
levantando su rostro hacia el sol. Cerró ojos e irguió su pecho como
ofreciéndoselos a los dioses.
Yunho estaba temblando. Tocó
su pantalón, agarró la extensión de su falo y lo apretó. Jaejoong quitó varias mechas de cabello de
su cara, sacudiendo la cabeza como un cachorro mojado. La inocencia de su
acción sólo exaltó su necesidad. La
sangre rugió en sus oídos. Sus ojos se deslizaron hacia sus piernas separadas ofrecidas a su visión.
Debería partir, Yunho pensó, y supo que no lo haría.
Jaejoong giró abruptamente sobre su estomago.
Y Yunho estuvo perdido. Quería sujetar sus nalgas lujuriosas, apretarlas,
masajearlas, como se estaba masajeando el miembro. Gimió, se oyó gemir, y supo por el modo en que él se puso rígido que Jaejoong lo había
oído también. No le importó. No podía importarle. Su mano recorría la
extensión hinchado más rápidamente ahora.
Estaba muy cerca, por Dios, lo necesitaba, lo
necesitaba ahora...
Jaejoong se puso de pie, lo buscó y lo vio.
Vio lo que él estaba haciendo. Por un momento sus miradas se encontraron.
Cuando él cerró los ojos, todavía lo veía, conmocionado, jadeando. Yunho se
masajeó el miembro más rápidamente, más rápidamente, y gritó acabando violentamente.
Su corazón no disminuyó su velocidad cuando él abrió los ojos, seguro
de que él se había ido. Pero no se había ido.
Jaejoong ahora estaba en el lado más
lejano del riacho, sus ojos
muy abiertos, sus labios separados, temblando, sus brazos doblados sobre
su pecho. Estaba mirándolo fijamente.
—Todavía confiarías en mí para que vigilase tu
baño?— él preguntó seriamente.
Él sacudió la cabeza salvajemente.
Yunho se secó la mano en el árbol más cercano, nunca quitando
su mirada de él. La próxima vez, él se preguntó, podría resistir lo que verdaderamente deseaba?
La pregunta no tuvo que ser respondida. Había perdido el control de la
situación. Entonces, la situación tenía que ser cambiada.
* * *
—Qué?— Karam jadeó.
—Beth
me contó, mi señor —Mary dijo ansiosamente, evaluando la sorpresa de su amo con interés.
—Ellos estuvieron aquí, — Karam gritó,
todavía perplejo. —Estás segura? Si esto es un error, te haré azotar y te
mandaré a los calabozos!
Mary se encogió, su bonita boca tembló.
—Es la verdad. Beth sólo vio a Hyun Joong , pero
él le dijo que Yoochun
también había venido. Ella era enviada para buscar a
Jaejoong de modo que ellos pudieran
encontrarse. —Mary la observó. —No está complacido conmigo?
—Oh, —Karam jadeó, su corazón latiendo
ferozmente. —Estoy complacido!— ausentemente él extrajo una moneda de oro de la bolsa colgada a su
cinto, luego empujó a Mary en dirección a la puerta. —Déjame solo, debo pensar!
Cuando Mary se marchó, Karam se acostó
temblando en la cama. Sabía que eso
sucedería! Jaejoong estaba en
una traición nuevamente sólo que esa vez no había sido atrapado. Qué castigo, Karam se
preguntó, Yunho le impondría esa vez? Seguramente no le perdonaría
eso! Encontrarse con sus propios
hermanos debajo de sus propias narices! Karam sabía exactamente lo que él
obtendría de esto, y batió las palmas sonriendo. Esa era su oportunidad de
librarse de su hermano, de una vez y para siempre.
Sabía exactamente cómo proceder. Velozmente
se levantó y corrió hacia el piso de abajo
para hallar al lord. Él justo
estaba entrando, parecía bastante relajado, sin su habitual ceño fruncido, y Karam
pensó que eso era muy oportuno. La mirada que él le dirigió a él, a modo de saludo, no era una mirada irritada.
—Debo hablar con vos — Karam dijo roncamente.
Yunho sonrió ligeramente. Realmente, su humor
era bueno. Su gesto fue expansivo.
— Toma asiento.
—No
debería haber nadie escuchándonos —
él dijo. — podemos ir a nuestra habitación, mi lord?
Su mirada era divertida y él permitió que él lo precediese en las
escaleras. Intentando no ser dramático, Karam cerró la pesada puerta detrás de
ellos. Giró para encontrar a Yunho acomodado indolentemente en la cama.
—Mi lord, tengo espías, mis propios espías.
Yunho lo miró atentamente.
—Verdaderamente?
—Sí. Y acabo de enterarme de algo de gran
importancia que nos afecta a ambos.
—Entonces, continúa.
—La tarde que estabas cazando, Jaejoong se
encontró con Yoochun y Hyun Joong .
Yunho lo miró fijamente.
—Es verdad. Ellos vinieron a la aldea una vez
que vos partiste. Él está planeando una
traición nuevamente, mi lord!
— Eso es una acusación seria. Tienes pruebas?
—Si! La criada, Beth, fue quien envió el
mensaje entre Hyun Joong y Jaejoong.
Ella puede mentir y negarlo, pues siente afecto por Hyun Joong , se dice que
uno de sus bastardos es hijo de él. Pero si la golpeas ella dirá la verdad.
Yunho se levantó y caminó inquietamente en la
oscuridad del cuarto, dando la espalda a Karam. Giró lentamente.
—Eres muy rápido para desearle el mal a tu
hermano, Karam. Y desconfío de esa acusación.
Karam fue hacia él, y valientemente le tocó el brazo.
—Mi lord, soy su esposo. Y pretendo continuar siéndolo. Una traición contra vos es una traición contra mí. Tengo por primera
vez en mi vida lo que quiero. Y no
voy a perderlo. Tus intereses son
los míos, y yo los protejo. Debes saber
que soy leal. Puedes confiar en mí.
—Un
bonito discurso, — él murmuró.
—Uno sincero.
Yunho no respondió.
— Qué
harás?—Karam preguntó valientemente.
La mirada de él lo estudió, pero él estaba muy determinado, y no vaciló. Viendo
eso, Yunho sonrió casi amargamente.
—Veo que estás ávido para comunicar tus
pensamientos. Por favor, continua.
Karam sonrió.
—Él será tu
perdición, mi lord nuestra
perdición. Él está aquí entre nosotros, pero es un espía y es muy peligroso. Tienes pocas alternativas. Si
él fuese un hombre ya estaría colgado. Como puedes ver, el guardia que le
asignaste te falló. Entonces,
deberías alejarlo para siempre.
—O?
—O
puedes casarlo con un escocés. O
un Francés o un Irlandés. Pero él debía
estar lejos de acá, lejos, donde no pueda hacerte, o hacernos daño!
—Mis pensamientos, — Yunho dijo, —Exactamente. — Y su máscara desapareció, sus ojos ardieron con furia.
* * *
Yunho estaba lívido.
Estaba enfurecido, y no porque los dos
sajones se habían atrevido a entrar a
escondidas en Aelfgar debajo de sus
propias narices. Eso demostraba su osadía de hecho, y los respetaba
por eso. Y recordaría bien
la imprevisibilidad de ellos para un
futuro. Eso era causa para preocupación y reflexión, no para sentir ira.
Su rabia estaba concentrada en Jaejoong.
Él nuevamente lo había traicionado. Él estaba
arriesgando su cuello. Él sabía lo que
hacía. Verdaderamente él pensaba
que él sería tan indulgente con él?
Indulgente! Yunho recordó los diez azotes, y la eternidad por la que la había estado observando su
sufrimiento, y supo que no podría
soportar observar un castigo así nuevamente. Él debería comprender eso! De otra
manera, cómo se atrevería a continuar jugando al traidor?
Jaejoong no sabía que él la última vez lo
había protegido ante su propio rey y que
haciendo eso, había violado su propio código de ética. Eso no podía
suceder nuevamente. Él no dejaría que eso sucediera nuevamente.
Yunho caminó inquietamente en el cuarto. Karam había sido despachado.
Entendía a su esposo ahora, y creía en él.
Como él mismo, Karam era ambicioso. Los dos ansiaban el poder que Aelfgar les daba. No lo había visto
como un aliado antes. Y ahora se daba
cuenta que él era su aliado, y uno muy valioso. Él le había dicho que no
hiciera nada respecto al asunto que habían hablado y que mantuviese sus oídos abiertos y su boca cerrada. Esa era
exactamente el tipo de espía que Yunho precisaba para protegerse a sí mismo y su
posición en Aelfgar. Era un beneficio inesperado, un regalo inesperado de su
esposo.
Qué diablos iba a hacer con ese brujo? Quería
golpear la pared, pero recordó muy
vivamente el dolor que había
sufrido la última vez que él lo había
provocado, cuando había golpeado su puño
contra la mesa del salón. Logró contenerse.
Karam había evaluado la situación astutamente lo que lo
impresionaba. Jaejoong era peligroso.
Era peor que cualquier espía, porque él lo odiaba personalmente. Sabía
eso, siempre había sabido eso. Su
vigilancia respecto a él había fallado una vez y fallaría nuevamente. En
verdad, habían dos opciones, como Karam había señalado: enviarlo lejos, o casarlo con alguien que viviese
lejos.
Yunho maldijo groseramente. No podía hacer
eso último. Se negaba a analizar el por
qué no podía exiliarla con un
matrimonio. La primera opción también era desagradable. Pero no podía mantener la situación como estaba. No había llegado a esa conclusión
esa tarde en el riacho? Ahora, entendiendo que Karam verdaderamente le serviría
bien como esposo, tenía un incentivo agregado para librarse de Jaejoong.
O lo tendría que proteger una y otra
vez hasta que él, Jung Yunho, cesase de
funcionar como un hombre del rey.
Esa vez sería fácil zafar de la situación.
Podía inventarle una excusa a Karam, que Jaejoong lo llevaría a objetivo, tal
vez hasta sus hermanos, y por esa razón fingiría no saber respecto a ese último
acto de traición. Una mentira. Protegería a un traidor? Por segunda vez? Era
incomprensible, inaceptable!
El era Jung Yunho, el lord de Aelfgar. Había seguido a Siwon por todo lo que ahora poseía. Por culpa de Jaejoong, ya
había perdido la mitad de su feudo. Karam tenía razón, él sería su
perdición si no hacía algo. Se había dado cuenta de eso hacía algún
tiempo, pero ahora debía confrontar la
situación.
No podía continuar protegiéndolo. No podía.
Eso violaba su código moral. Estaba dejando de ser un jefe efectivo, dejando
ser un líder, perdiendo sus valores, su coraje, su determinación. En su
vida, siempre había sabido lo que era correcto y lo incorrecto, y siempre había actuado en consecuencia. Ahora
nada era claro.
No, él pensó, una cosa era clara. Si él no lo
protegiese, otra persona tenía que hacerlo.
Yunho súbitamente sonrió
ante la solución que se le presentó. Caminó
hacia a puerta, la abrió y gritó para llamar a Changmin.
—Qué?— Changmin jadeó, empalideciendo.
Yunho sonrió nuevamente, con una sonrisa
fría.
— Te casarás con Jaejoong — él dijo con
calma.
Changmin lo miró boquiabierto.
—Los bandos será publicados mañana, — él continuó
implacablemente. —Te casarás el día
después. No te preocupes por la dispensación. Yo te la concedo ahora.
Changmin de alguna manera se recuperó, pero
no había modo de no percibir su aversión.
—Sí, mi lord.
—Te daré una dote, por supuesto. — La sonrisa de Yunho ahora fue genuina. —El paquete se completa con Dumstanbrough y su aldea, por supuesto.
Cabalgaremos a la frontera mañana. Necesito de tus servicios ahora, Changmin,
como bien sabes. Este año me darás
trescientos de tus días. Sabes que eso es
justo. Si Aelfgar estuviese
seguro para el próximo año, reduciremos
esa cantidad de días.
Changmin ahora se enrojeció con placer. Como caballero, ese era su sueño
hecho realidad. Sin importar que Dumstanbrough fuese un minúsculo conjunto de
doce cabañas como máximo. Lo que importaba era que ahora tenía su propio
domino, aunque fuera pequeño. Tendría
sus propios hombres, cuando pudiera disponer de ellos.
Por el momento, tener Dumstanbrough era suficiente. Su paje sería su
mano derecha, y sería promovido a caballero.
—Gracias. — Changmin jadeó, hincándose sobre
una rodilla y tomando la mano Yunho. Él la
beso.
—Levántate — Yunho dijo complacido. —Ahora
debemos conversar seriamente.
Changmin asintió con toda su atención
centrada en su lord.
—Jaejoong tendrá una vigilancia, Changmin.
—Lo sé — Changmin dijo rápidamente. —No temas, mi lord. Él no te traicionará a vos,
o a
mí, nuevamente.
Yunho asintió. Sabía que Changmin no lastimaría a Jaejoong, de la
misma manera que dudaba que Changmin pudiera restringir las actividades de él. Por supuesto que si él
lo mantuviese embarazado él podría
tranquilizarse considerablemente. Odiaba pensar en eso, entonces alejó esa idea.
Changmin se marchó poco después, y Yunho le
ordenó a un siervo que le trajera vino. Casi era una celebración. Casi
había resuelto ese problema, casi.... Su
prioridad era proteger a Jaejoong, y lo
lograría. Siendo el esposo de Changmin, si él llegaba a cometer una
traición nuevamente, no sería colgado
sino confinado indefinidamente. Casarlo con un normando noble era la cosa más
inteligente que podría haber hecho en
vez de encerrarlo, o enviarlo lejos casándose con un extranjero para no
verlo nunca más.
Inmediatamente se enojó consigo mismo. No
importaba si pudiese verlo nuevamente. Él no podía ser suyo. Nunca. Acababa de
entregarlo a uno de sus mejores hombres. Le acababa de salvar el cuello. Y Changmin
era bueno y justo. No tenía mal carácter
y no abusaría de él. Yunho no podía tolerar a los hombres
que lastimaban a aquellos que eran más débiles que ellos, y no podía tolerar la
idea de Jaejoong siendo lastimado, por nadie.
Pero algo duro y amargo se instaló en su pecho. Sabía muy bien lo que era. Eran celos. De repente
su mente estaba llena de imágenes de Changmin tomando a su esposo en la noche
de bodas, y él tenía éxito. Changmin era joven, vigoroso y viril. Yunho sabía eso bien, ellos
habían tomado a muchas muchachas juntos. Él satisfacería a Jaejoong,
le daría placer, lo haría gemir en
éxtasis.
Eso ya no es, él se dijo a sí mismo, asunto
tuyo.
* * *
Jaejoong no sabía por qué había sido llamado.
No le gustó la sonrisa y la mirada
satisfecha de Karam, quien lo observaba mientras subía las escaleras
hacia el piso superior. El temor lo invadió. La puerta a
la habitación estaba abierta.
Yunho estaba adentro, de espaldas a él. Ante el sonido de sus pasos, él giró.
Jaejoong se ruborizó. No podía evitarlo; ahora no podía mirarlo
sin recordar, vivamente ese acto
íntimo. Se había sentido perplejo de encontrarlo allá, invadiendo su
privacidad. Y de semejante manera.
Perplejo y algo más. Al principio no
había podido moverse, había estado hipnotizado por él y por lo que él
estaba haciendo. Él se había estremecido salvajemente cuando él había
terminado. Luego él había subido por el otro lado del riacho, jadeante y todavía conmocionado.
Sabía qué era lo que había presenciado. Pero
no podía creerlo.
Yunho lo estaba contemplando fijamente ahora,
y su rubor se intensificó. Jaejoong se encontró mirando su mano derecha y
recordando su miembro, ahora completamente cubierto con ropas. Yunho casi
estaba sonriente, y él supo que desgraciadamente, él conocía sus pensamientos.
Se preparó para algún comentario y una batalla verbal.
—Te casarás con Changmin.
Él jadeó.
—Los bandos serán publicados mañana. El matrimonio será el día después. — Su mirada
era neutra. —Considérate afortunado.
Jaejoong avanzó, atónito.
—No! Quiero decir, no puede ser! Cómo... qué quieres decir?
—Exactamente lo que dije. Te casarás con Changmin. Le daré un pequeño feudo como dote. — Yunho no sonrió. —Serás su esposo, Jaejoong.
Eso no le importaba, estaba demasiado perplejo y ofuscado.
—Por favor, no entiendo. Esto debe ser una
broma!
Yunho perdió la paciencia.
— No es una broma. Te vas a casar. Eso es
todo. Déjame. — Él se dio vuelta.
No podía comprenderlo. Se él lo deseaba, por
qué lo estaba casando con otro hombre? Él debería seducirlo, convertirse en su amante.
Pero iba a ser el esposo de Changmin. Sintió el calor de las lágrimas sólo en sus ojos. Entonces Yunho
no lo deseaba.
—No lo haré — él dijo balbuceando.
Yunho giró con una mirada mortal y
disgustada.
—No
pienses en desafiarme en esto — él dijo, luego él tembló levemente. —Mi
resolución es firme.
— Me estás
castigando!— él gritó. —Por qué?
Yo te dije que mis hermanos están en el bosque! Es todo
lo que sé! Por favor, mi lord, no hagas esto!
Su fosas nasales se inflamaron, sus ojos ardieron. El que él le
implorase, al borde de las
lágrimas, casi deshizo su resolución y aumentó su ira.
— No es un castigo. No estás pensando
lógicamente. Te acabo de dar tu propia
fortaleza. No seas ingrato. No pongas a
prueba mi voluntad. — Él le dio la espalda rudamente, despidiéndolo.
Jaejoong vaciló, sofocando un sollozo que nacía de lo profundo
de su pecho. Eso no podía estar ocurriendo! Si
en verdad él no lo deseaba, todo eso había sido un juego sádico? Todas sus miradas lujuriosas habían sido un mero
escarnio, una forma de tortura cruel? Y lo que había pasado esa tarde? Las lágrimas
llenaron sus ojos.
Desesperadamente buscó alguna lógica. La
lujuria de él no jugaba en este esquema. Yunho tenía todo lo que deseaba. Tenía
a Aelfgar y a Karam. Si él realmente lo desease, no lo daría en
matrimonio, lo mantendría como su amante. Lo que él estaba haciendo era
prueba de la profundidad de su interés
en él y no era muy halagador. Jaejoong intentó esconder su
contrariedad por no poder ayudar
a sus hermanos. Qué él debía hacer? Someterse dócilmente?
Tenía otro curso de acción? Miró fijamente su espalda
rígida, casi ciegamente.
Dio unos pasos rápidos hacia él y colocó su
palma temblorosa sobre su carne.
—Por favor — él jadeó. —Por favor, te lo
imploro.
Yunho se estremeció bajo su contacto y se
preparó para enfrentarlo.
Jaejoong no quitó su mano, y el
resultado fue una caricia mientras él se
movía, y ahora él tocaba
su pecho. Podía sentir su corazón, fuerte y poderoso, sus latidos
acelerados. Sus miradas se encontraron.
—Haré cualquier cosa — él susurró. Las lágrimas nublaron su vista.
—Pero no me hagas casar con Changmin.
—Cualquier cosa?
—Sí.
— Te estás ofreciendo a mí, Jaejoong?
Jaejoong se forzó a mantener su mirada.
— Si.
Su mano se elevó y se apoyó encima de la
suya, y por un momento él pensó que había alcanzado su objetivo. Entonces Yunho apretó su palma, casi aplastándola, y él sollozó. Él estaba
enojado.
—No pienses en tentarme, brujo, — él dijo con
un gruñido. —No pienses en provocarme. Y basta con las lágrimas, no
funcionarán.
—Yo no estoy... — él dijo, intentando librar
su mano, y cuando la presión aumentó,
abruptamente dejó de intentarlo.
—Te casarás con Changmin— él dijo
bruscamente. —Nada me hará cambiar de idea, ni siquiera la oferta de tu cuerpo lujurioso. Ahora sal
de aquí. No quiero verte nuevamente hasta que
tu matrimonio. Vete!
Fue un
rugido. Él lo empujó, y él tropezó.
Luego huyó del cuarto.
Nooooo y ahora ????
ResponderEliminarTodo es una locura :(
hay no esto se complica mas y ese Karam va ganando terreno y el pobre de Jae sera casado espero que lleguen los hermanos a rescatar a Jae y lo libren de la boda
ResponderEliminarGracias
Pero se va arrepentir Yunho por lo que hace, le carcomeran los celos al imaginarse a Jae con Min.
ResponderEliminarKaram poco a poco se está saliendo con la suya.
Gracias!!!💗💕💞