Capítulo 22
Podría escaparse.
No era demasiado tarde.
Eso fue lo que pensó Jaejoong por última vez a
la noche siguiente antes que el
sueño la venciese, y fue su primer pensamiento al despertar en la mañana
de su casamiento.
El tiempo desde que el normando lo había informado de su
casamiento había pasado como un borrón. Él
estaba consciente de su pánico y su miedo. Iba a casarse con un hombre que apenas
conocía, un normando, su enemigo,
y muy pronto estaría dejando Aelfgar para siempre. El pánico y el miedo se
hicieron fuertes y repugnantes. Todo estaba
ocurriendo muy rápidamente. No podía
dejar que su destino fuese decidido de ese modo!
Estaba consciente de su fracaso. Tenía una misión que cumplir, por Yoochun y por Hyun Joong . A esa
altura probablemente ellos pensaban que
estaba en la cama con el normando, que se había convertido en su amante. Pero ni estaba cerca de esa meta. Nunca había
estado más lejos de eso. No estaba por
convertirse en su amante, estaba por ser
casado con uno de sus hombres.
Le dolía la cabeza. Estaba herido, no podía
negarlo. Pero allí estaba. Herido por dentro, como un cachorro herido.
Él no lo deseaba Él lo estaba
rechazando. Él se había casado con su
hermano. Karam compartía su cama todas las noches. Él... él sólo era una
diversión pasatista, un coqueteo intrascendente. Eso finalmente estaba probado,
porque él había rechazado sus propuestas
en los dos últimos días y ahora,
este rechazo el coronamiento
final.
Jaejoong lloró. No lo quiero, él se dijo a sí
mismo furiosamente. Lo odio, siempre lo
había odiado. Pero su rechazo era sucio y amargo. Él, que había sido rechazado
tantas veces, era rechazado nuevamente. Por qué
no estaba acostumbrado a eso? Por qué no era inmune a esos desprecios? Por qué él se sentía tan
amargado como cada vez que su padre le había
mentido, diciéndole que el pretendiente no era suficientemente bueno
para él, o que el hombre había cambiado de idea, cuando en verdad él sabía que
había sido rechazado una y otra vez?
Se dijo a sí mismo que lloraba porque le había
fallado a Yoochun y a Hyun Joong . No porque un hombre sólo lo había tratado como una diversión, y ahora lo despachaba para hallar un mejor uso de él, mientras él se acostaba con
su hermano.
No era demasiado tarde. Podía escapar. Pero a
dónde él iría? Con Yoochun, llevando su
fracaso como una bandera colgada de su brazo? Debía esconderse en el bosque como
un animal salvaje? Sería perseguido, y
sabía que eventualmente iba a ser hallado. Él no dudaba
de la superioridad de Yunho sobre él. En
última instancia, el resultado sería siempre el
mismo: el altar.
Jaejoong miró fijamente el techo del gran salón. Todos hacia tiempo se habían
levantado y partido,
pero no le importó. La depresión era
muy grande y pesada. Lo mejor que podía hacer, Jaejoong decidió, era
casarse con Changmin y espiarlo, pues él también era un normando. Por lo menos,
de ese modo, él todavía estaría luchando por Aelfgar.
No era ningún consuelo.
El
mejor vestido de Jaejoong era de un brillante amarillo dorado. Siempre
lo había amado. Hoy lo odiaba. Karam observó mientras Jaejoong ayudado por Mary
y Beth era vestido. Karam abruptamente gritó para que ellas se detuviesen.
—Toma esto, — él dijo.
Jaejoong apenas la miró, realmente no prestaba atención
a lo que le proponía. Karam se dio vuelta y corrió por el corredor hacia su
habitación y de Yunho. Jaejoong estaba
siendo vestido en la fortaleza. La ceremonia tendría lugar en breve en la
capilla. Habría un banquete pequeño. Yunho
le había
dado a Changmin su antigua
habitación en el viejo solar. Jaejoong sintió náuseas.
Karam volvió
trayendo algo.
— Sácate esa
camisa vieja — él le ordenó a Jaejoong. — No es apropiado para un novio.
A Jaejoong no le importaba. Su camisa era de
lana color marfil, estaba gastada en algunos
lugares, una camisa sencilla. Mary lo ayudó a quitársela, y Karam le dio
una camisa nueva.
—Debes lucir bien para tu novio, Jaejoong — él
ronroneó.
La camisa era blanca virginal, casi nueva, de
muy buena tela. Jaejoong la odió. Mary
se la puso por la cabeza. Karam era más menudo que él, entonces la camisa se le
ajustó como un guante.
— Es muy pequeña, — Jaejoong comentó neutramente.
Con aguja e hilo, Mary agrandó la zona del pecho y las caderas. Aún así le ajustaba
como una segunda piel, pero por lo
menos no se le abrirían las
costuras. El vestido amarillo le siguió, con un cinto violeta. Beth comenzó a
peinar el largo cabello de Jaejoong, murmurando todo el tiempo que bello novio él
sería.
—Y
este cabello! Es increíblemente suave y grueso! Changmin estará encantado cuando te
vea! Como un dios, eres...
— Basta, Beth! — Karam estalló.
Mary colocó unas flores amarillas en su
cabello. Ellas formaban una guirnalda en
forma de corona, y luego el cabello caía
suelto. Jaejoong se rehusó mirarse en el espejo ofrecido.
Yunho estaba esperándolos en el piso
inferior, en los escalones de entrada de
la fortaleza. Él lo observó sin ninguna expresión. Jaejoong, yendo hacia él,
sintió una puñalada, humillación seguida
de dolor. Se permitió la rabia por un momento, buscándola, disfrutándola, y deseó que él cayese muerto
en ese mismo lugar. Yunho estaba completamente indiferente, haciendo señas
hacia el caballo blanco que los aguardaba, el
mismo animal que Karam había cabalgado en su boda. Su sensación de repulsa aumentó.
Changmin estaba esperando en la capilla.
Yunho, como su amo y señor, lo entregaría en matrimonio. Él sujetaba las
riendas del caballo y ellos cruzaron el puente y el
portón de reja. La capilla estaba dentro de los muros, y
todos de Aelfgar asistieron a ese
evento.
Jaejoong no miró a nadie. Por el contrario, observaba
ciegamente las orejas delicadas del
caballo. Su mirada vagaba para los hombros cuadrados del hombre que llevaba el caballo. Él estaba vestido
para la ocasión, con su túnica azul y su capa roja. Se le cruzó la imagen de Yunho
cabalgando su garañón el día de su propia boda. Un dios pagano, guapo y frío. Los recuerdos comenzaron a
amontonarse, uno tras otro en su mente. Yunho
acariciando su propio sexo, Yunho cargándolo después de los azotes. Yunho bebiendo,
Yunho sonriendo, Yunho dándole un beso, Yunho sentado sobre su caballo, Yunho
ordenando arrasar la aldea de Kesop.
Repentinamente él le lanzó una mirada a él. Jaejoong
esperaba que su odio fuese evidente.
Changmin estaba esperando nerviosamente
frente a la capilla con el padre Green, quien, si estaba borracho, lo estaba
disimulando muy bien. Changmin también estaba vestido para la ocasión, con una
capa y túnica de terciopelo verde, con pantalón morado. Él se ruborizó, sin
mirarla más de una vez.
Yunho lo ayudó a desmontar, su contacto fue
impersonal, y lo llevó hacia Changmin. El padre Green levantó su
voz, tosiendo una vez.
—Aceptas a este hombre como tu esposo?
—Sí, señor.
—Pondrás toda tu voluntad para amarlo y protegerlo a él y a ningún otro
hasta el final de tu vida.
—Sí, señor — Changmin dijo.
—Entonces toma su mano y repite después de mí. Yo, Changmin,
te tomo a vos, Jaejoong, delante de la santa iglesia, como mi esposo,
abandonando a cualquier otro hombre,
entregándome a vos, en la salud y la enfermedad, en riqueza y en la
pobreza, en la alegría y la aflicción, hasta que la muerte
nos separe, y en eso empeño mi palabra.
Changmin repitió las palabras, y el matrimonio
fue un hecho.
Jaejoong se había casado con Changmin.
Jaejoong caminó inquietamente en la habitación. Estudió el cuarto. Verdaderamente
era una habitación nupcial, con guirnaldas colgadas sobre la cama, vino y
comida servida. Debería estar
preparándose para recibir a su nuevo lord, pero no lo haría.
Todavía estaba vestida con
el vestido amarillo. Por lo menos, él decidió, podría librarse de las flores.
Comenzó a quitarlas bruscamente.
El banquete de bodas duró horas. Alrededor de
ellos había risas, borrachos y baile. Como la pareja de recién casados, les fue
destinado sentarse sobre una tarima debajo de un nogal. Changmin comía y bebía
alegremente, sin ninguna prisa para abandonar las festividades. Jaejoong no
probó ni un bocado de comida,
ni un trago de vino. Al
principio, él le había ofrecido, como un
novio debía hacer, los pedazos más deliciosos de la comida que él elegía para sí mismo. Jaejoong había rechazado todo
sin la menor gracia. Luego él había cesado de ofrecerle cosas. No intentó conversar, lo cual era bueno para Jaejoong.
Estuvo sentado quieto como una piedra,
ignorando todo y a todos.
Excepto a Yunho. No podía ignorarlo, no
cuando estaba tan consciente de él, no
cuando él estaba sentado a su derecha.
Como él, Yunho no parecía estar propenso
a la conversación, pero hacía un esfuerzo por bromear con Changmin. Y él veía que él la miraba de vez en
cuando. Pero se negaba a reconocerlo. No
lo miraba. Estaba en un estado extraño,
su matrimonio casi parecía un sueño. Y ese estado era infinitamente preferible
al dolor que sentiría al despertar, el mismo dolor que había alimentado en los
últimos días.
* * *
Hubo un golpe en la puerta.
Jaejoong apretó los puños.
—Entre.
Changmin apareció, cerrando la puerta detrás
de él. Entonces, notando que todavía estaba
vestido, pareció inseguro.
—Lo siento mucho, vine muy rápido después.
Volveré. — Él comenzó a marcharse.
—No!— su orden abrupta lo detuvo. —No me estoy preparando para vos — él dijo, su tono duro.
Sus ojos se agrandaron.
—No quería este matrimonio, — él dijo
furiosamente. —Y no te quiero!
Su rostro cambió, endureciéndose, haciéndolo
parecer más viejo, haciéndole recordar que él era un normando y uno mejores de
los hombres de Yunho.
—Pero yo quiero este matrimonio, — él
declaró.
—Quieres a Dumstanbrough no a mí!
Changmin se enrojeció.
—Es verdad. Pero Dumstanbrough viene con vos,
es tu dote. No desistiré de la dote o
de vos.
—Puedes tener Dumstanbrough, — Jaejoong replicó.
— Yo no te importo. Y no me tendrás.
Changmin lo miró fijamente.
—Me niega mis derechos conyugales?
—Si me
tocas, — Jaejoong dijo entre dientes,
—Te mataré!
Changmin parpadeó.
—Te maldeciré, no dudes de eso. Tu miembro se
secará y se caerá. Tus dientes se aflojarán. Perderás tu cabello. No crees
que puedo hacer eso? — él se rió, ligeramente
histérico. —Tengo pociones! serás un hombre viejo antes de tiempo! Te lo
advierto!
Changmin se santiguó nerviosamente.
—No hagas nada precipitado— él dijo. — Yo no te lastimaría!
Jaejoong se relajó ligeramente.
—Mira —
él dijo, — Seré tu esposo... soy tu esposo. Vos no me querías antes de
este matrimonio. Sé eso. Nunca me miraste. —
La amargura afectó su tono. —Los hombres no me miran de ese modo. Estoy acostumbrado a
eso. Nadie debe saber lo que pasa entre nosotros. Sólo porque
estamos casados, no necesitas venir a mi cama, cuando no me deseas, cuando, en
realidad, tienes miedo de mí. Búscate amantes, No me importa. Podemos acordar esto?
—Pero y los niños? necesito de herederos.
—Entonces toma una amante, — Jaejoong dijo
francamente. —Asegúrate que ella
sea virgen y que te sea
fiel. Es bastante simple.
—En verdad,
no te deseo, — Changmin dijo.
Sus palabras lo apuñalaron.
Ridículamente él pensó en Yunho. —Pero no es porque tengo miedo de vos.
—Claro que no.
— Pero es antinatural no consumar un
matrimonio.
— Nadie lo
sabrá. Además, vos no te casaste con un hombre muy natural. Realmente deseas acostarte con un hombre así esta
noche?
Changmin hizo una mueca.
—No, no lo deseo. No cuando el mundo está
lleno de muchachos y muchachas comunes y corrientes. Pero nunca he evitado mis
deberes antes.
— Changmin, que hay de tu deber hacia Dios?
De repente Changmin sonrió.
—Tienes razón. No eres alguien natural,
eres pagano, no religioso. Mi
primer deber es con Dios. Por qué no
pensé en eso? Tenemos un acuerdo, entonces. Pero nadie debe
saber la verdad, Jaejoong. Nadie.
—Créeme — él dijo muy aliviado. —No se lo
diré a nadie.
Ellos se miraron fijamente, entonces Changmin
encogido los hombros. Caminó hacia
la bandeja sobre el baúl y levantó un dulce.
— Tienes hambre?
Jaejoong sonrió. De repente estaba muerto de hambre. Abrió la boca
para responder, pero sus palabras fueron cortadas. Hubo un
violento golpe en la puerta.
Jaejoong se quedó congelado. Changmin saltó
hacia adelante, su mano en la empuñadura
de su espada.
—Quién es?!
— Es tu lord, abre — Yunho exigió
severamente.
Changmin abrió la puerta ansiosamente.
— Qué pasa?! Estamos siendo atacados?
Yunho miró fijamente a Changmin, sus ojos muy
brillantes.
— Vine a reclamar mi derecho.
Changmin quedó sorprendido.
—Claro — él inmediatamente dijo. —Qué derecho, mi lord?
Los ojos duros de Yunho fueron hacia Jaejoong.
—El derecho de pernada.
Yunho p* encima que lo casas pides esos ????
ResponderEliminarcomo crees el Yunho lo casa con Min pero el lo quiere estrenar listillo el Yunho el quiere desvirgar a Jae eso si que le encantara ya que en su boda no pudo con esto a Jae si le dara todo suamorssssss
ResponderEliminarGracias
A que cab...! Encima que lo casa ahora quiere su derecho de peinada, mira que listo. Pero creo que de seguro lo deja embarazado. aunque a mi también me encanta el MinJae.
ResponderEliminarGracias!!!💗💕💞