Capítulo 24
Había tenido éxito; no había pensado en Jaejoong en toda la tarde.
Pero su éxito
fue corto. La cena estaba terminada, y
sus hombres ya habían partido.
Yunho se encontraba en su habitación,
solo, caminando impacientemente como un león enjaulado. Ahora no podía detener sus pensamientos; no tenía la fuerza de voluntad
para hacerlo. Jaejoong estaba con Changmin.
Ahora, en ese
mismo momento, él estaba retorciéndose debajo de él con éxtasis?
Yunho gritó su furia, golpeó su puño contra
el colchón, el mismo puño había golpeado
en la mesa en el salón. Pero esa descarga no le proveyó la distracción que
buscaba.
Estaba enloqueciendo, él pensó. De furia, de
celos. Y de deseos de lastimar, castigar y matar.
Intentó tranquilizarse y razonar con lógica. Jaejoong
sólo era un hombre. Habían muchos
en el mundo. Por alguna extraña
razón, él todavía estaba fascinado por él, pero se le pasaría. Habían temas
más urgentes para pensar
que en una simple hombre. Temas de estado, de traición. Traición. Lo
había entregado a Changmin para protegerlo de el destino irreversible que le aguardaba a los traidores
de la corona. Dios, él gimió, Changmin lo
estaba poseyendo ahora? O peor, Jaejoong verdaderamente le estaba
dando la bienvenida a él? Jaejoong haría
que cualquier hombre fuese insaciable, sabía eso por experiencia propia. No
podía contener su ira. Quería estrangular a su propio padrino de bodas y a un
buen amigo.
Apenas pudo contenerse de dejar la fortaleza,
e ir hasta la otra fortaleza, arrancar a
Jaejoong de los brazos de Changmin,
y luego golpearlo contra la pared por haberlo tocado a él.
Estoy verdaderamente loco, él pensó. Él es su
esposo!
Hubo un golpe intempestivo en la puerta.
Yunho caminó hacia ella y la abrió. Karam, viendo su expresión iracunda, dio un
paso atrás. Estaba vestido con su mejor ropa de cama.
— Qué quieres?— él dijo con un gruñido.
—Yo...—
Qué podía decir? Karam pensó con desesperación, deseando que él lo
recibiese como un marido debería, rezando para que él lo embarazase. Nunca lo
había visto tan lívido, y él estaba muy asustado. Pero también estaba
desesperado. Su intuición le decía que
su posición nunca había sido tan precaria. El hecho que él hubiese elegido acostarse con el esposo de Changmin
le confirmaba eso. Iba a ignorar la humillación que había sufrido lo mejor que
podía. Karam sabía que debía concebir un
hijo rápidamente, distraerlo de ese
brujo.
Y encima estaba consciente de una posibilidad
horrible, una posibilidad que podía causar su ruina. Y si Jaejoong esperaba un
hijo de él?
—Te traje vino caliente. Tal vez eso te tranquilice.
—No quiero eso, — Yunho dijo con los dientes
apretados.
Enojado Karam caminó pasando al lado de él,
consciente de su expresión incrédula y,
demasiado tarde, consciente de su ira. Temblando colocó el vino sobre el baúl. Giró hacia él,
sabiendo que estaba directamente en la
línea de la luz del fuego y que él podía ver a través de la fina tela del
camisón. Él lo violaría? Él se preguntó, con una tensión que casi era
excitación. Le rasgaría la ropa como había hecho con Jaejoong? Él tembló.
—No quiero vino — Yunho dijo severamente.
—Mi lord —Karam dijo con calma, jadeando de repente por la falta de aliento —Quizás yo pueda aliviar tu necesidad ahora en tu
soledad.
—Sal de aquí!— él rugió.
Karam se sobresaltó.
—Sal y no te atrevas a entrar aquí hasta que
yo exija tu presencia!
Yunho lo observó huir. Pateó la puerta
violentamente y gimió. Entonces continuó
paseándose inquietamente, atormentado con sus propios pensamientos.
El sol
estaba alto en el cielo. Yunho espoleó a
su caballo cansado. La túnica, debajo de
la cota de malla, estaba empapada y pegada a su cuerpo.
—Otra vez—
le dijo a los cuatro docenas de
hombres que había estado entrenando todo
el día.
Alguien
gimió, y Yunho dio vuelta su cabeza furiosamente para hallar al
culpable, pero no podía encontrar a quien se había atrevido a objetarlo.
— Changmin!— él gritó. —Quédate al final de
la línea.
El
rostro de Changmin estaba rojo y empapado por el esfuerzo físico. Asintió con la cabeza, su expresión era
interrogativa. Los hombres estaban divididos en dos líneas, una a cada lado del campo. Yunho encabezó su propia
línea, colocándose el yelmo.
Su adrenalina fluía aceleradamente. Miró
fijamente a Changmin desde posición.
Había presionado a sus
hombres sin piedad e implacablemente durante todo el día. Pero no más de lo que se había presionado a sí mismo. Y ahora, mientras enfrentaba a Changmin por sexta vez,
una imagen repugnante se le cruzó por la cabeza. Changmin empalando a Jaejoong. Esa noche, él pensó sombríamente, Changmin estaría
demasiado cansado como para caminar, y
mucho menos para fornicar.
Yunho gritó, y las dos líneas cargaron una contra la otra.
Yunho cabalgó
hacia Changmin con una sonrisa
fría. Su lanza golpeó exactamente en el centro del escudo de
Changmin, nuevamente haciendo que el joven
perdiese el equilibrio, pero sin llegar a desmontarlo. Yunho había
logrado desmontarlo dos veces las
primeras dos veces que se habían enfrentado. Changmin rápidamente había descubierto que esto no se trataba de un simple entrenamiento, y que
iba a ser empujado hasta el límite. Desde entonces, con severa determinación, se enfrentaba a Yunho ferozmente.
Changmin ya se había acostado con Jaejoong tan
placenteramente como él lo había hecho?
Ellos cargaron nuevamente. La lanza de Yunho
dio en el escudo de Changmin otra vez, casi desmontando al
caballero. La propia lanza de Changmin rozó el escudo de Yunho. Yunho retrocedió
su caballo hacia la línea de partida y dio una nueva orden para comenzar.
Era casi la hora de la cena cuando finalmente
permitió que sus hombres dejasen el campo. Los observó montando exhaustos hacia
el patio. Nadie hablaba, sus cabezas colgaban, las lanzas apuntaban hacia el suelo. Ellos eran los mejores, Yunho pensó,
con un súbito orgullo feroz. Había empujado su resistencia más allá de lo humano, y lo habían vencido. Cuando llegase
el momento de la batalla, serían invencibles.
Vio que Changmin estaba esperándolo, y
frunció el ceño. Sabía que no debería haberlo presionado tanto, que estaba
desquitando su frustración con él. Claro que Changmin podía soportar eso, o no
sería su segundo en comando a una edad tan joven. Pero Yunho no quería mirarlo a los ojos, no quería conversar con él. Pues
verlo le recordaba lo que el otro hombre tenía, y lo que
él todavía procuraba. No obstante, fue hacia él, y
juntos ellos volvieron a fortaleza.
—Ha sido un día muy largo, — Changmin dijo mirándolo — pero los hombres probaron ser
merecedores de vos, mi lord. Ninguno
reclamó.
—Lo hicieron bien — Yunho concordó. Hizo una
pausa. —Vos también.
—Pienso que te excediste conmigo — Changmin dijo. Luego sonrió. —Llegará el día en que te desmontaré a vos!
Yunho tuvo que sonreír.
—Espero
eso pero no pierdo el sueño por eso. —
Changmin se rió. El problema es, Yunho pensó, que le gustaba Changmin, no podía odiarlo, a pesar de estar tan
celoso.
Celoso. Realmente estaba celoso?
—Entonces, — Yunho dijo —Cómo te sienta la
vida de casado? Eres feliz?
Changmin vaciló, y Yunho vio eso. Como camaradas ellos habían estado de juerga muchas veces.
Y Changmin había alardeado en
muchas ocasiones después de tener buen sexo, había comentado abiertamente los encantos que había
disfrutado, como se suponía que los hombres no deberían hacer. Yunho nunca
había sido de comentar sus propias experiencias. Pero las descripciones gráficas
de Changmin lo divertían. Pues él
podía rara vez podía recordar el color
del cabello de la muchacha con la que se
había acostado! Ahora, sin embargo, se
sintió decepcionado, pues Changmin no estaba
ávido por compartir el placer que había hallado en los brazos de Jaejoong. Yunho supuso sombríamente
que era porque él sentía respeto por un esposo que no sentía por una simple
criada.
— Es
agradable — Changmin dijo finalmente, con un poco de incomodidad.
Yunho se sintió ruborizarse. Sabía
personalmente cuan agradable era Jaejoong. En ese momento estuvo seguro que Changmin
no compartiría detalles gráficos del hombre en cuestión. Porque Changmin había disfrutado esa pasión y la
protegía. Porque Changmin había pasado la noche anterior disfrutando esa pasión
mientras él caminaba en su habitación como un loco.
* * *
Karam estaba parada frente a la chimenea en el salón
después de la cena ocupada con su
bordado y sus perros falderos. Él sintió que él se estaba aproximando, y cada fibra de su ser se tensó. Yunho hizo una pausa delante
de él. Su mirada era directa,
aunque su voz fuese baja para no ser escuchada.
—Prepárate para mí, — él dijo. —Te estaré aguardando en mi habitación.
Los ojos de Karam se abrieron ampliamente, pero él ya había
girado y estaba subiendo las escaleras. Él comenzó a temblar.
Finalmente, esa burla de matrimonio sería consumado. Estaba tan nervioso, y con tanto
miedo que el estomago le dolía.
Estaba consciente de su mal humor en
esos últimos días, desde que se había acostado con Jaejoong en la noche de bodas. Imprevistamente imágenes
gráficas se cruzaron por su cabeza, imágenes que lo habían acosado. Yunho
arrancándole el vestido a Jaejoong, lanzándose sobre él mientras él lloraba,
empalándolo con su enorme miembro. Lastimándolo.
Karam se estremeció. No había
podido sacarse esa fantasía en particular de la cabeza, no desde que
Mary le había contado ese rumor, y hasta le había mostrado el vestido rasgado
de Jaejoong. Se preguntó si él lo tomaría de ese modo. Se estremeció
nuevamente, jadeando.
En su habitación, Yunho sorbió una copa de
vino. Sus pensamientos no estaban
centrados en su esposo, que estaba por
venir a él siendo virgen, sino en el
esposo de otro hombre, en Jaejoong. De
noche sus pensamientos se hacían intolerables, del mismo modo que su humor empeoraba. Sabía perfectamente bien que Changmin estaba con él
ahora, tocándolo, fornicando con él. La
rabia y los celos lo abrumaron, le
hacían latir la cabeza. La sangre bombeó
hasta llenar su miembro.
Estaba tan frustrado que él se sentía a
punto de saltar fuera de su piel.
Un golpe en la puerta interrumpió sus pensamientos, y sombríamente supo quien que
era. Le pidió a su esposo que entrase. No había razón para demorar, él pensó determinadamente, lo que debería haber sido
hecho hacía mucho tiempo atrás. En vez de estar metiéndose en la vida de otro
hombre, pondría en orden su propia vida.
Karam vio que Yunho no estaba de buen humor y
que estaba bebiendo, aunque aparentemente estaba sobrio. Sus miradas se encontraron.
—Es tiempo de consumar este matrimonio.
—No me resistiré — él le dijo,
su voz delicada. —Quiero
tener tus hijos, sabes
eso.
—Entonces haré lo mejor para dártelos. — Él
señaló la cama.
Karam se subió a la cama, rígido de miedo y
de excitación. El cuarto estaba totalmente oscuro pues él apagó las lámparas de
aceite, y él lo oyó quitándose la túnica y el
pantalón. Recordó su cuerpo
enorme, feo, tan poderoso y fuerte
suficiente como para quebrar a un hombre menudo como él. Yunho se acomodó al
lado de él y, por un momento silencioso,
no hizo ningún movimiento hacia él. Karam sintió una puntada de decepción. De
acuerdo con Mary, él había poseído a Jaejoong en el piso que era donde
su sangre había sido hallada. Él le había arrancado la ropa, lo había lanzado
al piso... Karam se movió incómodamente.
Yunho hizo un sonido, casi de disgusto,
pero seguramente él había oído mal, y
luego rodó hacia él, levantando su camisón hasta las
caderas. Sus manos acariciaron sus
muslos, luego se metieron entre sus piernas. Un shock lo invadió, y él
intentó alejarse.
—Quédate quieto, — él dijo. —necesito tocarte o no podré
tomarte. Karam no era idiota, y sabía de lo que él estaba hablando. Podía sentir su sexo contra su muslo exterior,
y él no estaba duro. No duro como había estado cuando había violado a su
hermano. Él lo estaba tocando para
excitarse, y ser tocado tan íntimamente le repugnó. Él terminó de tocarlo, luego se incorporó y se colocó encima de él. Karam
continuaba imaginándose como había sido con su hermano. No podía creer que ese fuera el mismo hombre.
Él lo penetró.
Un dolor lo abrumó y él gritó.
Yunho se detuvo, no debido a su grito, sino porque a pesar del poder de su
embestida, él era tan pequeño y estrecho
que fue detenido momentáneamente. Yunho lo empaló nuevamente; y nuevamente él gritó como si lo estuviese partiendo
en dos. Yunho había estado con muchos, sabía
que Karam era anormalmente estrecho y que lo lastimaría incluso antes de haber terminado, debido al tamaño de su
propio miembro. No había modo de evitar
eso.
Karam supo
él iba a matarlo.
—Para —
él imploró, sollozando por el
dolor crudo. —Para, o me partirás en dos! Por favor, para!
Yunho hizo una pausa, todavía dentro de él.
—Lo siento mucho — él dijo indiferentemente.
—Eres muy estrecho para mí, pero será
mejor con el tiempo, te lo aseguro. — Y él comenzó a moverse
rítmicamente, continuamente y severamente.
Karam sollozó el dolor insoportable, intentando
empujarlo con los puños. Sus movimientos
no cesaron. Y entonces, cuando él pensó que se desmayaría de agonía, fue dominado
por una serie de temblores y contracciones violentas, él gritó su placer,
jadeando contra el cuello de su marido.
Su orgasmo sorprendió a Yunho. Él ni siquiera
había estado completamente excitado,
pero se sintió satisfecho por haberlo complacido. El clímax de él curiosamente aumentó su
excitación, y él comenzó a embestir más rápidamente, buscando su propio
orgasmo. Karam gimió de dolor, él lo
sabía, pero casi estaba
terminando, y estaba determinado
a derramar su semilla en él.
Karam gimió nuevamente.
Yunho se sintió más excitado, endureciéndose
aun mas, y se enterró sí mismo tan profundamente como pudo. Él gritó. Sus uñas se clavaron en sus
hombros.
—Más
fuerte — él gritó. —Oh, sí más adentro,
si!
Yunho tuvo su orgasmo mientras él se agitaba
debajo de él.
Rodó fuera de él inmediatamente, separando
sus cuerpos mientras lo invadía la
neblina posterior al clima. Su mente se aclaró inmediatamente. Casi se rió. A
su pequeño y malicioso esposo le gustaba el placer mezclado con dolor. Supuso
que debería haber sido una sorpresa, pero de alguna manera, no lo era.
* * *
—Deberías venir de una vez. — Mary jadeó.
Jaejoong estaba en el corredor entre las
cocinas y la fortaleza, instruyendo a dos muchachos sobre las tareas para el
día.
— Qué pasa?
— Es el lord. Él está lastimado y no permite
que nadie más que vos lo toque!
Casi una semana había pasado desde su noche
de bodas. Jaejoong no había visto a Yunho desde el horrendo almuerzo el día
después. Él se había mantenido dentro de la fortaleza, vigilando a los criados,
y se había mantenido tan lejos de
él como le fue posible. Una vez, cuando había estaba cortando vegetales en el
huerto detrás de la fortaleza, había oído los sonidos de sus hombres en sus entrenamientos, y había visto
una breve imagen de Yunho sobre su
caballo gris. No se había detenido para
observar y Él no lo había visto.
Dos días atrás él había partido de caza con
una docena de sus hombres, incluyendo a Changmin. Jaejoong estaba muy
consciente de que la partida caza acababa de
volver, pues había oído el sonido del cuerno del vigía y luego el ruido de los cascos de los
caballos dentro del patio. Él había estado reemplazado la paja del piso del
salón con Lettie, y había ignorado ese
hecho. Pero Lettie no lo había hecho. Él había gritado alegremente y había corrido hacia la entrada para observar y saludar a
sus favoritos.
Jaejoong había olvidado su noche de
bodas lo
mejor que pudo. La verdad era que se
había convertido en una especie de
sueño y, como un sueño lo acechaba principalmente después del atardecer.
Había intentado no pensar en el normando,
y cuando su imagen dorada invadía su mente, él rápidamente se decía
a sí mismo que era porque lo odiaba.
El dolor por su indiferencia había desaparecido, ayudado por su propia actitud
de indiferencia. Entonces, como una sorpresa
su sangre comenzó a hacer correr
salvajemente con palabras de Mary.
—Iré a buscar mis pociones, — él dijo. Él estaba herido!
A sus
pies le crecieron alas súbitas, y él volvió en un
segundo. Mary estaba llorando, retorciendo sus manos, persuadiéndola a
apresurarse.
— Qué sucedió?— Jaejoong preguntó, de alguna
manera logrando que las palabras pasaran a través del nudo que amenazaba con
sofocarlo.
— Fue un jabalí! Fue atacado, Jaejoong. — Y
ella comenzó a llorar.
Había sido atacado por un jabalí. La criada
estaba histérica, entonces Jaejoong la ignoró, y salió corriendo. Estaba
consciente de que su garganta se apretaba con esas palabras ominosas, que su
corazón ahora estaba palpitando irregularmente.
Estaba volando por el patio interno hacia el portón de reja. No recordaba haber subido los
escalones de la entrada de la nueva
fortaleza, o haber abierto su
puerta enorme. Los hombres estaban
amontonados y en silencio en el gran salón. Oh Dios, era como un
entierro! ellos se separaron como él se
precipitó en medio de ellos.
En la entrada de su habitación él se detuvo
abruptamente. Nada podría haberlo preparado para la imagen que vio. Karam y
Beth estaban parados a su lado, como lo estaban Athelstan y Changmin. Él sólo
podía ver sus hombros, su cabeza y su
cuello; parecía estar desnudo. No estaba
en agonía, como él temió, sino sentado muy derecho, su rostro era la máscara
contenida que él conocía tan bien. Su corazón se paró ante la imagen de
él. Estaba dorado y guapo, se había
olvidado de esa imagen en esa última semana.
Yunho lo vio, y sus miradas se encontraron. Jaejoong
notó que había dejado de respirar, luego
tomó una respiración profunda. Su rabia creció. Yunho no estaba mal
herido, claramente podía ver eso, porque
él lo estudió cuidadosamente, del modo que sólo un hombre que había estado íntimamente con él podía hacer, de un modo
que sugería que estaría en la intimidad con él nuevamente. Jaejoong se
ruborizó.
—Ven aquí, — él dijo, era una orden. —Estoy
herido.
Si él estaba
herido, él era un brujo, Jaejoong
pensó irónicamente. Jaejoong avanzó con los labios apretados. Su corazón latía tan fuertemente que era doloroso. Los hombres se
movieron a un lado. Él
notó que Karam no lo hacía, y que su mano blanca y delicada estaba
posesivamente apoyada en su hombro. La imagen casi lo detuvo. Él le hizo una seña
para que se adelantara.
Entonces Jaejoong vio que él estaba herido, y
un grito se escapó de sus labios.
Yunho estaba
completamente desnudo. Su muslo derecho estaba cortado desde la cadera hasta la
rodilla, la carne abierta y sangrando.
— Busquen agua y telas de linos — Jaejoong ordenó y se arrodilló
a su lado, a los pies de Karam. Estaba consciente de la mirada implacablemente
sobre él, mientras suavemente
tocaba la carne cerca de la herida. Ya
estaba caliente. — te duele cuando te toco aquí?— él preguntó con preocupación real.
—No — él dijo severamente. —No me duele, Jaejoong.
Su tono hizo que su mirada subiese. La mirada
de ambos tan audaz y tan íntima que ese
por un momento él se olvidó de la herida
y de la presencia de toda la gente
en el cuarto. Pero Jaejoong se recuperó
cuando Karam se movió furiosamente. Notó la curva apretada de su boca, y supo
que Yunho sentía dolor.
—Cuánto te duele?
—Sufrí dolores mucho peores.
—No te hagas el héroe conmigo — él replicó. Su tono era bajo, casi un
ronroneo.
—Sólo quiero ser un héroe ante tus ojos, Jaejoong.
Un recuerdo fugaz de la noche de bodas lo invadió.
—Entonces te equivocas gravemente, mi lord.
—Me doy cuenta de eso. — su risa fue amarga.
—Mi lord — Karam cortó la conversación. —Pareces
estar incómodo. Aquí, yo...
—Estoy bien — Yunho dijo secamente. —No estés
encima mío, no soy un niño.
Karam movió su mano por su espalda, aceptando
dar un paso atrás. Jaejoong rápidamente
dirigió su mirada a la carne abierta, pero no sin antes
recibir una mirada feroz de Karam.
Jaejoong no dijo nada y comenzó una inspección cuidadosa de la herida. No era profunda, descubrió con alivio. Pero exigiría algunos
puntos después de ser completamente
limpiada. Beth volvió los artículos que había solicitado, y Jaejoong colocó todo en el piso donde
estaba arrodillado. Karam se acercó con
una fuente con agua. Jaejoong miró a
su hermano y educadamente le dijo.
—Puedes moverte, Karam? Preciso espacio.
—No me iré, — Karam dijo.
—Karam, muévete a la chimenea, — Yunho ordenó
y eso fue todo. Karam obedeció
apretando su boca.
Jaejoong no podía evitar sentir lástima por
su hermano, ser ordenado con semejante
antipatía delante de todos. Le hubiera gustado preguntarle al normando
cómo se sentía respecto a su esposo, y
si él le repugnaba tanto,
cómo podía acostarse con él, noche tras
noche. Se recordó a sí mismo que
gustar o no gustar no tenía nada que ver
con la lujuria y él sabía eso por
experiencia propia. Y por supuesto no podía verbalizar esas preguntas, aunque
ellos estuviesen a solas en el cuarto. Ese no era asunto suyo.
Jaejoong tomó una tela limpia.
—'Te dolerá.
—Alegremente sufriré ese dolor — él murmuró,
manteniendo su mirada.
Jaejoong rompió el contacto visual,
completamente perturbado ahora, y comenzó a limpiar la herida. Yunho no emitió
ningún sonido, aunque él se daba cuenta que la pierna se movía debajo de su contacto suave. Él se concentró
completamente en lo que debía hacer. Cuando la herida estuvo limpia, tomó la
aguja e hilo. No vaciló. Sus puntos eran pequeños. Yunho se mantuvo muy quieto. Pero él estaba consciente que su respiración
era más agitada que lo habitual.
Para distraerlo, él le conversó.
— La
caza era exitosa, aparte de este
incidente?
—Sí, muy exitosa. Trajimos tres ciervos. Un
lobo, y por supuesto, el jabalí.
—Claro. Debo asumir que fue tu lanza la que
lo mató?
—Sí, — él dijo.
Jaejoong terminó la tarea con un suspiro y
miró hacia arriba. Por primera vez su desnudez lo perturbó totalmente, observó brevemente su miembro flácido y se enrojeció. Dejó a un
lado la aguja, y preparó una pomada.
—Pero cómo fue que te atacó?
—Es
muy fácilmente, el jabalí es taimado e
imposible de predecir.
—Son demasiado peligrosos para ser
cazados,— él respondió, colocando las
hierbas sobre la tira de lino sobre
su muslo.— Los hombres que hacen ese deporte son tontos.— él fue cuidadoso y sólo miró lo
que estaba haciendo, pero ahora él
estaba consciente de la pierna
endurecida debajo de sus dedos.
—Es el peligro lo que nos atrae, — él dijo.
Jaejoong podía sentir su mirada en lo alto de
su cabeza curvada.
— Es
una necesidad infantil de probar
la masculinidad — Jaejoong replicó.
— La masculinidad no es algo infantil — él
dijo con calma.
Su tono sensual le había causado un rubor
caliente y él rápidamente levantó su mirada
hacia la suya, sólo para ver de reojo que su miembro se hinchaba. Él vaciló
torpemente. Yunho sonrió ligeramente, con una mirada satisfecha y audaz.
— Evidentemente no estás sufriendo —
él logró decir. Jaejoong se
levantó y giró, pero él agarró su mano.
—No me dejes.
— Ya he acabado. — él respondió.
—No te vayas — él repitió. — Tengo dolor.
—Es bastante claro dónde está tu dolor — él
replicó, ahora enojado.
—Puedes aliviar ese dolor.
—Tu esposo puede aliviártelo!
—Eso crees?— él arqueó una ceja. —Él no
puede, sólo vos puedes.
—No digas esas cosas, — él dijo entre
dientes. —Déjame ir.
—Sólo si me prometes volver. No permitiré que nadie
más me atienda. El vendaje debe ser cambiado, cierto?
—Sí,
pero cualquiera puede...
—Debes atenderme vos.
—Bien. — él se rindió.
—Cuando vendrás nuevamente?
Él vaciló.
—Mañana.
—Esta noche. Vendrás esta noche. Tal vez me suba
fiebre. — Él sonrió.
Esa posibilidad existía.
— Vendré cuando terminé con mis deberes en
la fortaleza, — él dijo.
Su rostro de repente se oscureció, ojos se
pusieron tempestuosos.
—Si, por supuesto, Tus deberes. Para con tu marido? Él comanda tu
presencia todas las noches?— Su tono se
elevó. —Verdad? Lo extrañaste estas últimas dos noches? Verdad?
Jaejoong estaba perplejo por su rabia.
—Esta noche — él dijo con los dientes
apretados —Tienes un deber para conmigo,
tu lord. No lo olvides — él ronroneó — No te olvides quien soy yo. Fui yo quien te entregó a Changmin, — él le
advirtió, — y puedo sacarte de él.
Jaejoong reprimió furia ante tanta arrogancia.
Pero él tenía razón, en Aelfgar su
palabra era ley, él podía ordenar un divorcio y Changmin de buena voluntad lo aceptaría, y él
podía disponer de él, a pesar de su marido.
— He acabado aquí. Puedo irme?
—Puedes
irte — él dijo serenamente. —Pero no pienses que has acabado aquí. — él sonrió.
—No pienses que hemos acabado.
Yunho esta que se muere de celos 😂😂😂😂😂
ResponderEliminarPobre jae ya no podra ocultar sus sentimientos.
que desesperante es Yunho no lo deja en paz y ya se a acostado con ese su marido que mal espero y que no le deje un hijo a el mejor a Jae
ResponderEliminarGracias
Yo creo que Jae Jae está embarazado después de la maratones peinada. Y con su esposo solo fue por cumplir, pero de todos modos que desgraciadamente... es Yunho por lo que le hace a Jae.
ResponderEliminarGracias!!! 💗💕💞