miércoles, 24 de mayo de 2017

El Conquistador: Capítulo 25

Capítulo 25

La pierna le latía, pero Yunho se incorporó  de la cama para renguear hasta la chimenea y   mirar las llamas.
Era de noche ahora, y sus oídos  estaban alerta a los sonidos  que venían desde afuera de su puerta que a propósito estaba entreabierta. Escuchó atentamente para registrar movimientos, pero no  hubo sonidos. Jaejoong no venía.
Estaba enojado consigo mismo. Lo había provocado con una insinuación sexual. No había  querido hacerlo. En verdad, nunca le había hablado a nadie del  modo en que le hablaba  a él. Su cabello color y sus ojos parecían ser su perdición. Cómo podía haberlo provocado de  esa manera?  Tal vez era por el hecho que no lo había visto en semanas. Tal vez era porque él lo había tocado tan suavemente, tan tiernamente y a pesar de la  herida superficial él se había excitado.
Pero llegar a provocarlo sexualmente con su propia esposo  y el  marido de él presentes en el mismo cuarto?
No podía controlar su excitación  física,  pero  ciertamente podía controlar sus palabras. No había excusa. Ellos dos  habían oído todo, y él había visto el rostro pálido de Changmin buscando la mirada de Karam.  Se había quedado  sorprendido, si no confundido, con la  respuesta. Changmin no se había enojado, o, si  lo había hecho, lo había escondido muy bien. Yunho sabía que si Changmin fuese otro hombre y él hiciese esos comentarios sugestivos a su esposo, el hombre lo mataría. Por supuesto, él era lord de Changmin, y Changmin lo adoraba.
Yunho lamentó haber ordenado  su presencia esa noche, de la misma manera que se sintió  decepcionado porque él no venía. Él probablemente estaba en los brazos de Changmin en ese  mismo momento. Y entonces lo oyó.
Su cabeza giró, escuchando las pisadas leves aproximándose, esperando, observando como la puerta se abría.  Jaejoong apareció entonces en toda su gloria. Yunho se dio cuenta que él estaba sonriendo de placer al verlo.
—Veo que no sucumbiste a la fiebre, — Jaejoong dijo secamente. —Entonces,  puedo  partir, mi lord?
Su sonrisa se ensanchó. Él  rengueó  hasta la  cama y se sentó.
—Ven para examinar mi pierna.
Él bufó con desdén, pero obedeció. Yunho sólo estaba vistiendo una túnica que le llegaba a la mitad del muslo. Jaejoong no hizo una pausa  ni vaciló, sino que lo levantó para revelar su muslo y el resto de su cuerpo desnudo. Maldición, él pensó, verdaderamente se sentía  bien, pues inmediatamente se excitó.
— Esto es una farsa, — Jaejoong gritó, alejándose de él.
—No puedo evitar esa respuesta con vos.
—Me rehuso a engañar a mi marido!
Su rabia  fue  inmediata.
—Crees  que te llamé aquí para cometer adulterio? Para engañar a mi padrino de bodas?
Jaejoong vaciló ligeramente bajo de su mirada  glacial.
— Creer? Oh, No, mi lord, lo sé!
Yunho agarró su muñeca y lo empujó  sobre la  cama, casi sobre de su muslo herido. Jaejoong forcejeó una vez y luego se quedó quieto.
—Te alabas a vos mismo, Jaejoong — él le dijo.
—Eres una bestia!
—Yo no engaño a mi padrino de bodas.
—Entonces déjame ir.
Su otra mano capturó su mentón, forzando su mirada a encontrar la suya.
—Estás tan poco dispuesto. Lo amas?
—Qué?— él forcejeó nuevamente ahora, pero fue inútil.
—Lo amas  tan pronto?— su tono era severo. — Unos pocos tumbos en la cama y ya le   eres tan leal? Respóndeme!— Él tembló pero no dijo nada. Yunho vio lágrimas en sus ojos. —Él te complace bien, Jaejoong?— Yunho dijo en un tono peligroso.
— Ese no es asunto tuyo — él dijo en voz baja.
—Respóndeme!
—Sí— él gritó,  y  luego lo lamentó. Nunca le dejaría saber la verdad, que su propio marido  lo consideraba  repulsivo y que  prefería el  consuelo  de Lettie y de Beth. Nunca iba a compartir ese secreto, esa humillación, con ese hombre.
—No voy a lastimarte, no voy a tocarte, no voy a violarte, entonces cesa con las lágrimas, — él dijo. Lo  empujó violentamente fuera de la cama. Jaejoong tropezó y casi se cayó. Él lo miró y vio relucir furia. —Sal de aquí — él dijo en voz baja. —Cambié  de idea,  no preciso de vos, como puedes ver.
Jaejoong secó sus ojos y se enderezó sus hombros.  No podía encontrar  su mirada oscura y  violenta.
—Ve con tu marido, — él dijo con calma. —Ve con  él.  Y mantente lejos de mí.
Por alguna razón, el impulso de ir hacia  él y sacarle la arrogancia de su tono de voz lo invadió, y Jaejoong no se movió.
—Por qué  esperas? Ahora juegas al seductor?  Piensas que me vas a seducir de pie allí temblando como si yo te hubiese lastimado? O crees que tienes algo que no haya visto antes. Eres sólo un  hombre, como cualquier otro,  mi respuesta por vos  es la misma que con todas las otras.
Sus  palabras crueles lo alcanzaron con la fuerza de un golpe, y él giró ciegamente.
—Dile a Karam que venga — él gritó cuando él partía. —Dile que venga conmigo, lo necesito ahora.
Jaejoong escapo se escapó.
* * *
Una semana después, Yunho y Changmin cabalgaban para inspeccionar el feudo de Changmin en  Dumstanbrough. Yunho estaba ligeramente rígido por el tiempo de reposo,  y juzgaba que la cabalgata lo aliviaría. Llevaron con ellos una docena de hombres, en caso que enfrentasen  una corrida de escoceses rebeldes, dejando a Aelfgar bien defendido bajo la  autoridad de Beltain. Cabalgaron un día y medio, y habían completado la inspección para el anochecer de ese segundo día.
Mientras sus hombres se reunían alrededor de la hoguera en el campamento, preparándose para dormir, Yunho estaba de pie y se estiraba. La pierna le dolía levemente. La aldea estaba en silencio ahora, después del alboroto inicial que su llegada había  causado.  Aparentemente, estando ubicados tan norte,  los aldeanos  veían muy poco a su Lord, y aparentemente les importaba muy poco si ese lord era sajón o no. Comida  abundante y cerveza había sido provista para sus hombres. Changmin ya había elegido un lugar para su fortaleza.  Tan pronto como Yunho pudiera  prescindir de él, Changmin volvería para supervisar la construcción. Eso lo hizo sentir que un día en el futuro seguramente Jaejoong debería venir a vivir allí.
No era que le importase. Lo dejaría tener Dumstanbrough y a ese marido que tanto  amaba!  Quizás Changmin lo traería con él cuando  volviese, y lo dejaría aquí cuando partiese para retomar sus servicios en Aelfgar. Si no fuese por Jaejoong, Yunho estaría  completamente  satisfecho  con ese  giro de los  eventos. Changmin era un caballero valiente, y  tenerlo a cargo de esa frontera  sería un gran  beneficio para sus defensas. Yunho ya había decidido contratar más hombres, y algunos de ellos se establecerían aquí.
Jaejoong. Él extrañaría a su marido? Sintió una amargura, y se alejó de la hoguera, como si se distanciase de sus emociones.
Él amaba a Changmin. Inconstante fue la primera  palabra que se le ocurrió. Él era inconstante en sus afectos. Pero,  cómo  podía ser? Yunho bufó,  sintiendo desprecio dirigido a sí mismo. Una violación no le había ganado su corazón. Pero  ellos no habían compartido algo más después? El concepto de Amor era para idiotas y adolescentes. En verdad, entre los adultos el amor era  forma educada para nombrar a la lujuria. Él verdaderamente podía haber hallado esa pasión y  éxtasis en los brazos de Changmin? Se reiteró  nuevamente que eso no le importaba, él había tenido muchas mujeres y hombres, y en la oscuridad uno apenas podía diferenciarlos.
Yunho dejó de caminar, dándose cuenta  que había alcanzó la aldea,  y giró para retornar al campamento. Sentía una sensación de potencia esa noche. Algo agudo e intenso, como una especie de  necesidad, pero, necesidad de qué? Cuando comenzaba a caminar de vuelta  hacia el  campamento, unas risas llamaron su atención. A pesar de la connotación  sexual de las risas, inmediatamente reconoció la risa como perteneciente a Changmin, y   haciendo una pausa, su mirada escudriñó los alrededores.
En la oscuridad, finalmente distinguió una pareja abrazándose debajo de  un árbol. La luz de la luna los iluminaba. Su curiosidad fue despertada; tenía que saber si era Changmin, y se  acercó hasta  estar seguro. Era Changmin. Tenía a una mujer en su regazo, sus faldas estaban levantadas, y sus caderas se meneaban  rítmicamente mientras él la fornicaba. Yunho sintió una oleada de rabia.
No se movió y presenció como ellos terminaban, la mujer se puso de pie sacudiendo sus  faldas y riéndose. Changmin se ajustaba  el pantalón y le palmeó levemente el trasero. Changmin se sobresaltó cuando vio a Yunho. La muchacha también lo vio, y ella le lanzó una mirada astuta y seductora, pero Yunho la ignoró. Ella partió decepcionada.
— Me estabas buscando, mi lord?
—No, acabo de encontrarte. — Ellos comenzaron a caminar de vuelta al campamento.
Yunho abruptamente miró  a Changmin.
—No le eres fiel a tu esposo. — Era, por supuesto, una declaración, aunque también era una pregunta.
Estaba oscuro, pero por el tono de Changmin, Yunho supo que él estaba ruborizándose.
—No. Claro que no. Pasa que soy demasiado joven como para envejecer con una sola  persona, y encima un brujo.
Yunho sintió rabia nuevamente.
—Él no es un brujo, Changmin.
—Lo siento mucho, me olvidé que no creías caso eso. —  Changmin estaba nervioso.
—Me sorprende, — Yunho dijo como al pasar — que después de estar en sus brazos, encuentres la energía, o el deseo, para estar con otra. — Su mirada  se clavó con expectativa  en el hombre más joven.
Changmin se quedó mudo, con incomodidad. Yunho sabía eso, y se preguntó si era una  referencia indirecta a para haber sido el  primer  en acostarse  con  su esposo, o algo más.  Finalmente Changmin encogió los hombros.
—Soy joven. —  Con la cabeza hacia abajo, él continuó caminando.
Yunho sabía que si  él estuviese casado con Jaejoong que  no tendría  energía o deseo por otra u otro. Miró a Changmin pensativamente.  Y se preguntó cómo se sentiría Jaejoong si supiese que su marido estaba tan ávido por buscar a mujeres.
* * *
—Arréstenlo, — Karam dijo.
Jaejoong se quedó congelado en medio  del proceso de encender dos lámparas en el salón  de la fortaleza. Dos normandos  avanzaron, uno de ellos tomándolo por el  brazo. Beltain permaneció con Karam.
— Qué está sucediendo?— Jaejoong lloró.
Karam sonrió haciendo una mueca con intención  maliciosa.
—  Cometiste una traición  una vez más, Jaejoong, y en ausencia de mi lord  debo  proteger lo que es suyo! Arréstenlo!
—Traición?— Jaejoong jadeó. — Yo  no he...
Beltain lo interrumpió, sacudiendo un pergamino que estaba sujetando.
—Una criada encontró esto en tu habitación.
Jaejoong miró el pergamino.
—No sé qué es.
—Está dirigido a vos. Es de tu hermano Yoochun.
Su corazón se detuvo, luego renovó sus latidos.
— Es una mentira! Eso no es mío! Yo  nunca lo vi! Yo no recibí eso!
Beltain estaba  muy sombrío.
—Está dirigido a vos, fue hallado en tu habitación, y es de tu hermano. Alguien te lo dio. Quién?
— Nadie, ya te dije —  él gritó, verdaderamente furioso con ese engaño. — Todo esto es falso, es una trampa!
—Has cometido traiciones antes, — Beltain dijo. —Todos saben eso. Antes de tu matrimonio, mi lord  tuvo que vigilarte  noche y día porque no confiaba en vos. Yo no  confío en vos, y la evidencia es clara. — Él  hizo una pausa.
—Él es  muy  astuto, Beltain, — Karam observó.  — Y es un brujo. Si  no lo encierras en los calabozos podría fugarse y mi lord estaría enfurecido.
Jaejoong se congeló.
—Él no se escapará, — Beltain dijo firmemente. —él es el esposa de Changmin, no puedo  encerrarlo en los calabozos. Pero lo vigilaré personalmente.
Jaejoong cerró sus ojos con alivio momentáneo.
—No!—Karam gritó. —él te va a embrujar, como a todos los otros, y estarás impotente  para resistirte a eso! Créeme, lo sé!
Jaejoong no podía creer  lo que estaba ocurriendo, y lanzó una mirada fría a Karam.
—Vos hiciste esto, vos lo hiciste? Cómo puedo saber que no lo escribiste vos mismo.  Quién escribió esta nota falsa?
Karam lo ignoró.
—Te lo advierto —  él le  dijo a Beltain. —Te  lo advierto! Recuerda la fuga de Hyun Joong !
Beltain giró firmemente hacia Jaejoong.
—Lo siento mucho, pero Karam tiene razón. Pónganlo  en los calabozos — él le dijo a los dos caballeros.
—Esperen!— Jaejoong gritó frenéticamente ahora. —Déjame ver esa nota!
Beltain encogió los hombros  y se la pasó. Jaejoong le lanzó una mirada, luego le dio una mirada desesperada.
— Esta  no es la letra de Yoochun!
—No importa si él lo escribió personalmente — Beltain dijo. — Probablemente él no pueda escribir y lo haya hecho escribir con otra persona. Llévenlo abajo ahora.
—No, por favor!— Jaejoong agarró la  manga de Beltain. —Por favor, te lo imploro!
Él fue empujado hacia adelante, Beltain lo contempló con piedad y  disgusto. Él giró su  mirada a  su hermano. 
—No  hagas esto, —  él rogó. — Karam, qué  ganarás? Cuando el normando vuelva...
—Te hará colgar!— Karam gritó.
Con un golpe seco, la puerta se cerró, sumergiéndola en una negritud total.
Jaejoong no movió. Estaba completamente quieto, apenas respirando, apretándose. Su corazón estaba latiendo tan fuertemente que él temió que pudiera estallar. Intentó  respirar profundamente y falló, sofocándose. El aire estaba denso y opresivo con el hedor a  excremento humano.  Como era verano, él había estado descalzo, y ahora sentía el barro en sus pies. La celda estaba  húmeda y fría, pero no era por eso que  estaba temblando. Sus  temblores aumentaron.
No estaba solo, y lo sabía.  Podía oír el  movimiento leve de  las ratas. Lágrimas vinieron a sus ojos. Tanto como odiaba al normando, él comenzó a rezar frenéticamente por su retorno.  Estaba seguro que él lo liberaría en el  momento en que volviese, pero aunque ellos sólo estuviesen  un día en Dumstanbrough, todavía  estaban a dos días de viaje. Él no sobreviviría.
Jaejoong gimió. El temblor de su cuerpo se hizo violento, su respiración, rápida y superficial. Y sin embargo no podía ingresar aire a sus pulmones.
Jadeando por aire, desesperado  por  llenar sus  pulmones oprimidos,  Jaejoong comenzó a gritar.  No podía respirar,  sentía las paredes desmoronándose sobre él! Se sofocaría, se estaba sofocando, sería enterrado vivo! Con un grito, mitad sollozo, Jaejoong saltó hacia la puerta trampa. Estaba encima de su cabeza, demasiado alta, pero él sollozó y saltó. Las   lágrimas rodearon por su rostro. Tenía que salir, tenía que hacerlo! De alguna manera   halló la pared dura y seca de tierra, y comenzó  a arañarla frenéticamente e histéricamente.
—Déjenme salir —  él gritó. —Déjenme —  él sollozó. Arañó y arañó, rompiéndose las  uñas, llorando, intentando saltar y llegar a la puerta.
Algo tibio y vivo tocado su pie.

Jaejoong gritó nuevamente y saltó. Él atacó la pared con todas sus fuerzas. Sus uñas se partieron y la sangre se escurrió por sus dedos, pero él no estaba consciente de eso y renovó sus esfuerzos.

3 comentarios:

  1. Maldito karammmmmmm
    Y ahora que pasara con jae 😰😰😰😰😰😰

    ResponderEliminar
  2. que desgraciado es ese Karam siempre haciendo la vida miserable de Jae espero que Yunho le haga pagar con latigazos a ese Karam y le corte la espalda pues es lo mínimo que se merece
    Gracias

    ResponderEliminar
  3. Pobre Jae con el terror y fobia que tiene a estar encerrado y maldito Karam nunca será feliz.

    Gracias!!! 💗💕💞

    ResponderEliminar