Capítulo 25
La pierna le latía, pero Yunho se
incorporó de la cama para renguear hasta
la chimenea y mirar las llamas.
Era de noche ahora, y sus oídos estaban alerta a los sonidos que venían desde afuera de su puerta que a
propósito estaba entreabierta. Escuchó atentamente para registrar movimientos,
pero no hubo sonidos. Jaejoong no venía.
Estaba enojado consigo mismo. Lo había
provocado con una insinuación sexual. No había
querido hacerlo. En verdad, nunca le había hablado a nadie del modo en que le hablaba a él. Su cabello color y sus ojos parecían
ser su perdición. Cómo podía haberlo provocado de esa manera?
Tal vez era por el hecho que no lo había visto en semanas. Tal vez era
porque él lo había tocado tan suavemente, tan tiernamente y a pesar de la herida superficial él se había excitado.
Pero llegar a provocarlo sexualmente con su
propia esposo y el marido de él presentes en el mismo cuarto?
No podía controlar su excitación física,
pero ciertamente podía controlar
sus palabras. No había excusa. Ellos dos
habían oído todo, y él había visto el rostro pálido de Changmin buscando
la mirada de Karam. Se había quedado sorprendido, si no confundido, con la respuesta. Changmin no se había enojado, o,
si lo había hecho, lo había escondido
muy bien. Yunho sabía que si Changmin fuese otro hombre y él hiciese esos
comentarios sugestivos a su esposo, el hombre lo mataría. Por supuesto, él era
lord de Changmin, y Changmin lo adoraba.
Yunho lamentó haber ordenado su presencia esa noche, de la misma manera
que se sintió decepcionado porque él no
venía. Él probablemente estaba en los brazos de Changmin en ese mismo momento. Y entonces lo oyó.
Su cabeza giró, escuchando las pisadas leves aproximándose,
esperando, observando como la puerta se abría.
Jaejoong apareció entonces en toda su gloria. Yunho se dio cuenta que él
estaba sonriendo de placer al verlo.
—Veo que no sucumbiste a la fiebre, — Jaejoong
dijo secamente. —Entonces, puedo partir, mi lord?
Su sonrisa se ensanchó. Él rengueó
hasta la cama y se sentó.
—Ven para examinar mi pierna.
Él bufó con desdén, pero obedeció. Yunho sólo
estaba vistiendo una túnica que le llegaba a la mitad del muslo. Jaejoong no
hizo una pausa ni vaciló, sino que lo
levantó para revelar su muslo y el resto de su cuerpo desnudo. Maldición, él
pensó, verdaderamente se sentía bien,
pues inmediatamente se excitó.
— Esto es una farsa, — Jaejoong gritó,
alejándose de él.
—No puedo evitar esa respuesta con vos.
—Me rehuso a engañar a mi marido!
Su rabia
fue inmediata.
—Crees
que te llamé aquí para cometer adulterio? Para engañar a mi padrino de
bodas?
Jaejoong vaciló ligeramente bajo de su
mirada glacial.
— Creer? Oh, No, mi lord, lo sé!
Yunho agarró su muñeca y lo empujó sobre la
cama, casi sobre de su muslo herido. Jaejoong forcejeó una vez y luego
se quedó quieto.
—Te alabas a vos mismo, Jaejoong — él le
dijo.
—Eres una bestia!
—Yo no engaño a mi padrino de bodas.
—Entonces déjame ir.
Su otra mano capturó su mentón, forzando su
mirada a encontrar la suya.
—Estás tan poco dispuesto. Lo amas?
—Qué?— él forcejeó nuevamente ahora, pero fue
inútil.
—Lo amas
tan pronto?— su tono era severo. — Unos pocos tumbos en la cama y ya
le eres tan leal? Respóndeme!— Él
tembló pero no dijo nada. Yunho vio lágrimas en sus ojos. —Él te complace bien,
Jaejoong?— Yunho dijo en un tono peligroso.
— Ese no es asunto tuyo — él dijo en voz
baja.
—Respóndeme!
—Sí— él gritó, y
luego lo lamentó. Nunca le dejaría saber la verdad, que su propio
marido lo consideraba repulsivo y que prefería el
consuelo de Lettie y de Beth.
Nunca iba a compartir ese secreto, esa humillación, con ese hombre.
—No voy a lastimarte, no voy a tocarte, no
voy a violarte, entonces cesa con las lágrimas, — él dijo. Lo empujó violentamente fuera de la cama.
Jaejoong tropezó y casi se cayó. Él lo miró y vio relucir furia. —Sal de aquí —
él dijo en voz baja. —Cambié de
idea, no preciso de vos, como puedes
ver.
Jaejoong secó sus ojos y se enderezó sus hombros.
No podía encontrar su mirada oscura y violenta.
—Ve con tu marido, — él dijo con calma. —Ve
con él.
Y mantente lejos de mí.
Por alguna razón, el impulso de ir hacia él y sacarle la arrogancia de su tono de voz
lo invadió, y Jaejoong no se movió.
—Por qué
esperas? Ahora juegas al seductor?
Piensas que me vas a seducir de pie allí temblando como si yo te hubiese
lastimado? O crees que tienes algo que no haya visto antes. Eres sólo un hombre, como cualquier otro, mi respuesta por vos es la misma que con todas las otras.
Sus
palabras crueles lo alcanzaron con la fuerza de un golpe, y él giró
ciegamente.
—Dile a Karam que venga — él gritó cuando él
partía. —Dile que venga conmigo, lo necesito ahora.
Jaejoong escapo se escapó.
* * *
Una semana después, Yunho y Changmin cabalgaban
para inspeccionar el feudo de Changmin en
Dumstanbrough. Yunho estaba ligeramente rígido por el tiempo de reposo, y juzgaba que la cabalgata lo aliviaría.
Llevaron con ellos una docena de hombres, en caso que enfrentasen una corrida de escoceses rebeldes, dejando a
Aelfgar bien defendido bajo la autoridad
de Beltain. Cabalgaron un día y medio, y habían completado la inspección para
el anochecer de ese segundo día.
Mientras sus hombres se reunían alrededor de
la hoguera en el campamento, preparándose para dormir, Yunho estaba de pie y se
estiraba. La pierna le dolía levemente. La aldea estaba en silencio ahora,
después del alboroto inicial que su llegada había causado.
Aparentemente, estando ubicados tan norte, los aldeanos
veían muy poco a su Lord, y aparentemente les importaba muy poco si ese
lord era sajón o no. Comida abundante y
cerveza había sido provista para sus hombres. Changmin ya había elegido un
lugar para su fortaleza. Tan pronto como
Yunho pudiera prescindir de él, Changmin
volvería para supervisar la construcción. Eso lo hizo sentir que un día en el
futuro seguramente Jaejoong debería venir a vivir allí.
No era que le importase. Lo dejaría tener
Dumstanbrough y a ese marido que tanto
amaba! Quizás Changmin lo traería
con él cuando volviese, y lo dejaría aquí
cuando partiese para retomar sus servicios en Aelfgar. Si no fuese por Jaejoong,
Yunho estaría completamente satisfecho
con ese giro de los eventos. Changmin era un caballero valiente,
y tenerlo a cargo de esa frontera sería un gran
beneficio para sus defensas. Yunho ya había decidido contratar más
hombres, y algunos de ellos se establecerían aquí.
Jaejoong. Él extrañaría a su marido? Sintió una
amargura, y se alejó de la hoguera, como si se distanciase de sus emociones.
Él amaba a Changmin. Inconstante fue la
primera palabra que se le ocurrió. Él era
inconstante en sus afectos. Pero,
cómo podía ser? Yunho bufó, sintiendo desprecio dirigido a sí mismo. Una
violación no le había ganado su corazón. Pero
ellos no habían compartido algo más después? El concepto de Amor era
para idiotas y adolescentes. En verdad, entre los adultos el amor era forma educada para nombrar a la lujuria. Él verdaderamente
podía haber hallado esa pasión y éxtasis
en los brazos de Changmin? Se reiteró
nuevamente que eso no le importaba, él había tenido muchas mujeres y
hombres, y en la oscuridad uno apenas podía diferenciarlos.
Yunho dejó de caminar, dándose cuenta que había alcanzó la aldea, y giró para retornar al campamento. Sentía una
sensación de potencia esa noche. Algo agudo e intenso, como una especie de necesidad, pero, necesidad de qué? Cuando
comenzaba a caminar de vuelta hacia
el campamento, unas risas llamaron su
atención. A pesar de la connotación
sexual de las risas, inmediatamente reconoció la risa como perteneciente
a Changmin, y haciendo una pausa, su
mirada escudriñó los alrededores.
En la oscuridad, finalmente distinguió una
pareja abrazándose debajo de un árbol.
La luz de la luna los iluminaba. Su curiosidad fue despertada; tenía que saber
si era Changmin, y se acercó hasta estar seguro. Era Changmin. Tenía a una mujer
en su regazo, sus faldas estaban levantadas, y sus caderas se meneaban rítmicamente mientras él la fornicaba. Yunho sintió
una oleada de rabia.
No se movió y presenció como ellos
terminaban, la mujer se puso de pie sacudiendo sus faldas y riéndose. Changmin se ajustaba el pantalón y le palmeó levemente el trasero.
Changmin se sobresaltó cuando vio a Yunho. La muchacha también lo vio, y ella
le lanzó una mirada astuta y seductora, pero Yunho la ignoró. Ella partió
decepcionada.
— Me estabas buscando, mi lord?
—No, acabo de encontrarte. — Ellos comenzaron
a caminar de vuelta al campamento.
Yunho abruptamente miró a Changmin.
—No le eres fiel a tu esposo. — Era, por
supuesto, una declaración, aunque también era una pregunta.
Estaba oscuro, pero por el tono de Changmin,
Yunho supo que él estaba ruborizándose.
—No. Claro que no. Pasa que soy demasiado
joven como para envejecer con una sola persona,
y encima un brujo.
Yunho sintió rabia nuevamente.
—Él no es un brujo, Changmin.
—Lo siento mucho, me olvidé que no creías
caso eso. — Changmin estaba nervioso.
—Me sorprende, — Yunho dijo como al pasar —
que después de estar en sus brazos, encuentres la energía, o el deseo, para
estar con otra. — Su mirada se clavó con
expectativa en el hombre más joven.
Changmin se quedó mudo, con incomodidad.
Yunho sabía eso, y se preguntó si era una
referencia indirecta a para haber sido el primer
en acostarse con su esposo, o algo más. Finalmente Changmin encogió los hombros.
—Soy joven. —
Con la cabeza hacia abajo, él continuó caminando.
Yunho sabía que si él estuviese casado con Jaejoong que no tendría
energía o deseo por otra u otro. Miró a Changmin pensativamente. Y se preguntó cómo se sentiría Jaejoong si
supiese que su marido estaba tan ávido por buscar a mujeres.
* * *
—Arréstenlo, — Karam dijo.
Jaejoong se quedó congelado en medio del proceso de encender dos lámparas en el
salón de la fortaleza. Dos
normandos avanzaron, uno de ellos
tomándolo por el brazo. Beltain
permaneció con Karam.
— Qué está sucediendo?— Jaejoong lloró.
Karam sonrió haciendo una mueca con
intención maliciosa.
—
Cometiste una traición una vez más,
Jaejoong, y en ausencia de mi lord
debo proteger lo que es suyo!
Arréstenlo!
—Traición?— Jaejoong jadeó. — Yo no he...
Beltain lo interrumpió, sacudiendo un
pergamino que estaba sujetando.
—Una criada encontró esto en tu habitación.
Jaejoong miró el pergamino.
—No sé qué es.
—Está dirigido a vos. Es de tu hermano Yoochun.
Su corazón se detuvo, luego renovó sus
latidos.
— Es una mentira! Eso no es mío! Yo nunca lo vi! Yo no recibí eso!
Beltain estaba muy sombrío.
—Está dirigido a vos, fue hallado en tu
habitación, y es de tu hermano. Alguien te lo dio. Quién?
— Nadie, ya te dije — él gritó, verdaderamente furioso con ese
engaño. — Todo esto es falso, es una trampa!
—Has cometido traiciones antes, — Beltain
dijo. —Todos saben eso. Antes de tu matrimonio, mi lord tuvo que vigilarte noche y día porque no confiaba en vos. Yo
no confío en vos, y la evidencia es
clara. — Él hizo una pausa.
—Él es
muy astuto, Beltain, — Karam
observó. — Y es un brujo. Si no lo encierras en los calabozos podría
fugarse y mi lord estaría enfurecido.
Jaejoong se congeló.
—Él no se escapará, — Beltain dijo
firmemente. —él es el esposa de Changmin, no puedo encerrarlo en los calabozos. Pero lo vigilaré
personalmente.
Jaejoong cerró sus ojos con alivio
momentáneo.
—No!—Karam gritó. —él te va a embrujar, como
a todos los otros, y estarás impotente
para resistirte a eso! Créeme, lo sé!
Jaejoong no podía creer lo que estaba ocurriendo, y lanzó una mirada
fría a Karam.
—Vos hiciste esto, vos lo hiciste? Cómo puedo
saber que no lo escribiste vos mismo.
Quién escribió esta nota falsa?
Karam lo ignoró.
—Te lo advierto — él le
dijo a Beltain. —Te lo advierto!
Recuerda la fuga de Hyun Joong !
Beltain giró firmemente hacia Jaejoong.
—Lo siento mucho, pero Karam tiene razón.
Pónganlo en los calabozos — él le dijo a
los dos caballeros.
—Esperen!— Jaejoong gritó frenéticamente
ahora. —Déjame ver esa nota!
Beltain encogió los hombros y se la pasó. Jaejoong le lanzó una mirada,
luego le dio una mirada desesperada.
— Esta
no es la letra de Yoochun!
—No importa si él lo escribió personalmente —
Beltain dijo. — Probablemente él no pueda escribir y lo haya hecho escribir con
otra persona. Llévenlo abajo ahora.
—No, por favor!— Jaejoong agarró la manga de Beltain. —Por favor, te lo imploro!
Él fue empujado hacia adelante, Beltain lo
contempló con piedad y disgusto. Él giró
su mirada a su hermano.
—No
hagas esto, — él rogó. — Karam,
qué ganarás? Cuando el normando vuelva...
—Te hará colgar!— Karam gritó.
Con un golpe seco, la puerta se cerró,
sumergiéndola en una negritud total.
Jaejoong no movió. Estaba completamente
quieto, apenas respirando, apretándose. Su corazón estaba latiendo tan
fuertemente que él temió que pudiera estallar. Intentó respirar profundamente y falló, sofocándose.
El aire estaba denso y opresivo con el hedor a
excremento humano. Como era
verano, él había estado descalzo, y ahora sentía el barro en sus pies. La celda
estaba húmeda y fría, pero no era por
eso que estaba temblando. Sus temblores aumentaron.
No estaba solo, y lo sabía. Podía oír el
movimiento leve de las ratas.
Lágrimas vinieron a sus ojos. Tanto como odiaba al normando, él comenzó a rezar
frenéticamente por su retorno. Estaba
seguro que él lo liberaría en el momento
en que volviese, pero aunque ellos sólo estuviesen un día en Dumstanbrough, todavía estaban a dos días de viaje. Él no
sobreviviría.
Jaejoong gimió. El temblor de su cuerpo se
hizo violento, su respiración, rápida y superficial. Y sin embargo no podía
ingresar aire a sus pulmones.
Jadeando por aire, desesperado por
llenar sus pulmones
oprimidos, Jaejoong comenzó a gritar. No podía respirar, sentía las paredes desmoronándose sobre él! Se
sofocaría, se estaba sofocando, sería enterrado vivo! Con un grito, mitad
sollozo, Jaejoong saltó hacia la puerta trampa. Estaba encima de su cabeza,
demasiado alta, pero él sollozó y saltó. Las
lágrimas rodearon por su rostro. Tenía que salir, tenía que hacerlo! De
alguna manera halló la pared dura y
seca de tierra, y comenzó a arañarla
frenéticamente e histéricamente.
—Déjenme salir — él gritó. —Déjenme — él sollozó. Arañó y arañó, rompiéndose las uñas, llorando, intentando saltar y llegar a
la puerta.
Algo tibio y vivo tocado su pie.
Jaejoong gritó nuevamente y saltó. Él atacó
la pared con todas sus fuerzas. Sus uñas se partieron y la sangre se escurrió
por sus dedos, pero él no estaba consciente de eso y renovó sus esfuerzos.
Maldito karammmmmmm
ResponderEliminarY ahora que pasara con jae 😰😰😰😰😰😰
que desgraciado es ese Karam siempre haciendo la vida miserable de Jae espero que Yunho le haga pagar con latigazos a ese Karam y le corte la espalda pues es lo mínimo que se merece
ResponderEliminarGracias
Pobre Jae con el terror y fobia que tiene a estar encerrado y maldito Karam nunca será feliz.
ResponderEliminarGracias!!! 💗💕💞