miércoles, 24 de mayo de 2017

El Conquistador: Capítulo 13

Capítulo 13

El  mensaje le fue entregado a él antes de la comida del mediodía, por Teddy. Jaejoong quiso saltar de alegría.  Hyun Joong  había vuelto a casa, y lo estaba esperando en el bosque, no lejos del  huerto.
Había llegado en el  momento correcto pues el normando iba a casarse con Karam al día siguiente.
Él tenía que aparecer en la comida, para no despertar las sospechas del normando.  También, él podría pensar que él estaba enojado o escondiéndose. De hecho, él estaba enojado  por el modo en que lo había  tratado, aunque estaba aliviado de que él no lo  hubiese tomado como casi lo había hecho. Él tendría que  manejarse cuidadosamente en el  futuro. Él no se había dado cuenta  que  cuando  despertaba su ira también despertaba su deseo; se aseguraría de no hacer eso de ahora en adelante.
La comida  resultó  interminable, pero Jaejoong no se movió. Se rehusó a mirar a Yunho, sentado junto su prometida, aunque él supiese que él lo observaba frecuentemente. Cuando él y sus  hombres  habían vuelto a trabajar, Jaejoong se escapó hacia el huerto, con la cesta en la mano, cuidando de no ser seguida. El normando,  él  había visto, estaba tan absorbido en su tarea que ni siquiera lo observó cuando él partía.
El cuerpo alto  de Hyun Joong  se hizo visible en el claro del bosque a medida que él se acercaba  gritando  de alegría. Él sonrió, sus ojos brillaron, y lo alzó en un abrazo fuerte.
—Estás  bien?— él preguntó, sujetando su rostro entre sus  manos, cuando él lo soltó.
—Yo?— él se rió, quitando sus manos y apretándolas entre las suyas. Su sonrisa se debilitó. — Jaejoong cómo estás?
—Estoy bien.
—No te dañaron esos cerdos?
Él sintió el rubor subir a su rostro.
—No.
Su asimiento se hizo más apretado, sus facciones bonitas se oscurecieron.
— Qué sucedió? Te tocaron?
Él estaba hirviendo de vergüenza, y sabía del, carácter  impulsivo de Hyun Joong.
—Está todo bien, —  él casi gritó. —Verdaderamente! Eso fue antes que él supiera quién era pero él lo descubrió a tiempo y no me dañó.
—Quién?
—El normando.
—Jung Yunho? El  Implacable?—  Ante el movimiento  de cabeza asintiendo,  él frunció el ceño. —Explícate rápidamente.
—No  hay  nada que  explicar. Yo estaba en Kesop, curando un cerdo. Él pensó que era un campesino. Sus hombres acababan de matar a un grupo de sajones, y él me persiguió con  su caballo. Pero  sus  hombres revelaron  mi identidad antes que él pudiera... antes que  poder hacer lo que quería. En verdad... yo... — De repente él sonrió. —Él  creyó que yo era Karam, y de ese modo me salvé.
Hyun Joong  insultó groseramente.
—Deseo haber podido estar allá, — él replicó, sus ojos brillaban  mientras caminaba inquietamente. —Lo habría matado sólo por la impudencia de su lujuria!
— Eso ya se terminó, Hyun Joong, —  él mintió. —Cómo está Yoochun?
—Casi curado. No dejaremos pasar esto, Jaejoong, — él dijo duramente. —Nosotros estamos curando  nuestras heridas ahora, y  cuando  estemos fuertes,  perseguiremos  a los normandos expulsándolos hacia el mar y más allá.
—Vino un mensajero real  hace  cuatro días atrás. No pude descubrir qué dijo. Al día siguiente, al amanecer, el normando y un grupo de hombres cabalgaron a algún lugar. Ellos volvieron dos días después. No sé a dónde fueron. Siwon el Bastardo tuvo una escaramuza en el norte con los escoceses. — Hyun Joong  encogió los hombros. —Sabemos que él envió a buscar a Yunho para reprimirlos.  Él es alguien muy confiable y muy capaz. —  Hyun Joong  frunció el ceño ferozmente. — Demasiado capaz!
Jaejoong tocó su brazo.
—Viniste solo?
—Dejé dos hombres a unos kilómetros, Jaejoong. No quiero encontrarme con el normando ahora. Cuáles son las noticias sobre el matrimonio de Karam con él?
—Ocurrirá mañana, Hyun Joong.
—Karam está dispuesta?
—Sí. — Ante su ceño fruncido, Jaejoong se encontró defendiendo a su hermano.  —Intenta  entender, Hyun Joong. Él tiene miedo de envejecer siendo un solteron. Y él es muy guapo. —  Jaejoong se dio cuenta de lo que había dicho, y sus ojos se agrandaron. Él visualizó su cuerpo y su cuerpo poderoso como Adonis, y supo que no mentía.
—Desearía  que hubiese un modo de prevenir este matrimonio. Si Karam se rehusara, o se enfermase el día del matrimonio!
— Tendrías que secuestrarlo para  impedir que se case con él, — Jaejoong dijo.
—Lo haría, — Hyun Joong  dijo con un gruñido, —si  tuviese  los hombres necesarios y pensara que  puedo hacer sin arriesgar una sola vida. Pero sé que hacerlo en estas condiciones sería un suicidio.
—No lo hagas, — Jaejoong dijo. —Quizás  los  modales de Karam lo mantendrán   tranquilo en su cama, y ellos no estarán casados de verdad ante  los ojos de Dios. —  Jaejoong frunció el ceño, pues era muy improbable que un  hombre así  estuviese tranquilo al lado de cualquiera!
—Jaejoong, podrías tener una idea, — Hyun Joong  exclamó. —No podías darle a él una poción que lo enferme gravemente?
—Quieres que lo mate?— él jadeó intimidado.
—Claro que no, — él dijo. — No soy un asesino ni vos. Quiero decir...— él dijo impacientemente, — que le des una poción para  enfermarlo de forma que el matrimonio sea pospuesto.
—Hyun Joong   pretendes que lo enferme desde ahora hasta el día que vos y Yoochun salgan  victoriosos de todo esto?
—Maldición!— él dijo. —Que probablemente esa poción lo  mataría, verdad?
— Muy probablemente,  no es correcto.  No puedo hacerlo. Yo nunca dañé a nadie.
Hyun Joong   tomó su rostro entre sus manos  tiernamente, su tono era  urgente.
—Jaejoong, una poción que lo hiciera  impotente? Si el matrimonio no está consumado  para cuando nosotros volvamos a Aelfgar puede ser anulado, y él tendría menos legitimidad como lord aquí. Una simple  poción para la impotencia, no puedes,  Jaejoong?
—Oh, Hyun Joong, — él dijo reticentemente,  pero a quién  podía  perjudicar  haciendo eso? El  hombre tenía  más potencia  que  un garañón, seguramente  no podría dañarlo? Algo tan  simple,  disminuir su deseo... disminuir su deseo hacia Karam.
Hyun Joong  vio su capitulación, y se rió, alzándolo en sus  brazos.
—Te  amo, Jaejoong, — él dijo.  —Tienes más lealtad en tu dedo meñique que toda la lealtad que tiene Karam en su corazón.
Aún inseguro, aún sintiéndose extrañamente soberbio  por la idea de poder mantener al  normando lejos de su hermano, Jaejoong abrazó ferozmente a Hyun Joong, enterrando su rostro en su pecho.
Yunho tenía sus ojos puestos en Jaejoong mientras él cargaba la cesta, dirigiéndose hacia el  huerto, de vez en cuando él  miraba  por sobre  su hombro.  Estaba planeando  algo,  pero,  qué? Aunque estaba ocupado en las fases finales de la destrucción  de la aldea, él mantuvo un ojo en él y lo observó desaparecer en el bosque. Él tuvo una sensación de  desconfianza,  y no le gustó la idea que él vagase solo.
Jaejoong era un muchacho demasiado  atractivo  para cualquier  extraño o mercenario que pasase por el bosque. Yunho espoleó su caballo y fue tras él.
Desde  lejos,  observó  su  encuentro con un hombre alto y moreno. Era un reencuentro, eso lo podía ver muy claramente.  Yunho se sintió perplejo cuando él saltó en brazos de su amante, perplejo, y furioso. Afortunadamente el abrazo fue corto, pues Yunho habría matado al hombre en ese mismo momento.  Pero ellos hablaron rápidamente, seriamente y urgentemente. Su rabia  hirvió y él acercó su caballo tan cerca como se atrevió pero no logró oírlos. Y  entonces el  hombre se rió y lo alzó en un abrazo nuevamente, y esa vez  Jaejoong se aferró a él, enterrando su rostro en las solapas de su capa.
Yunho extrajo su espada y, con un grito de guerra, galopó dentro del claro del bosque.
Jaejoong gritó cuando Hyun Joong  lo  soltó  a un  lado, extrayendo su espada para encontrar la de su atacante. Él tenía reflejos rápidos, pero apenas pudo sacar su espada antes que Yunho diese el primer golpe con su arma. Pero Hyun Joong  no soltó su espada. Él fue derrumbado al suelo por la carga de la  fuerza de Yunho, pero  ágil como un gato, Hyun Joong  se puso de pie de un salto y estaba preparado para luchar.
Yunho frenó su caballo y saltó al suelo, con su arma sujeta en lo alto. Sus ojos se ensancharon.
—Hyun Joong!
Hyun Joong  sonrió.
—Voy a disfrutar esto, normando, — él dijo. —He  soñado  con este día!
—Deténganse!— Jaejoong gritó frenéticamente, sabiendo que dos  hombres tan poderosos no podrían sobrevivir a este encuentro mortal. —Paren, por favor, Por Dios, paren!
—Ven a mí, sajón — Yunho dijo con calma.
Hyun Joong  embistió; Yunho se apartó. Las dos hojas chocaron. La espada de Yunho hizo un corte en la manga de la túnica de Hyun Joong, y en su antebrazo, extrayéndole sangre. Hyun Joong   produjo un corte en la parte superior del ojo derecho de Yunho. Ellos bailaron uno  alrededor del otro, sus espadas sonando. Yunho marcó el muslo de Hyun Joong. Hyun Joong  respondió con una embestida maligna que forzó a Yunho a retroceder, hasta que el normando,  fingiendo  haberse caído, invirtió  el proceso, atacando implacablemente a su enemigo, obligándolo a ir hacia atrás.
Los minutos se estiraron. El claro del bosque estaba en silencio excepto por los sonidos de sus respiraciones jadeantes. El sudor empapaba a los dos hombres, haciendo que sus  túnicas se pegasen a  sus  cuerpos.  La sangre goteaba sobre el ojo de Yunho,  pero  él no se la secaba. Sus movimientos se hicieron más lentos, como en un sueño. Por lo menos quince minutos largos habían pasado, y era aparente que los dos hombres estaban muy parejos en sus fuerzas.
Jaejoong observó, hipnotizado y aterrorizado. Él no podía ir a ayudar, pues eso sería el  fin de Hyun Joong. Su hermano tenía que ganar para poder escapar. Pero entonces fuerza del normando resultó ser superior.
Hyun Joong  tropezó con una raíz. Cuando él perdió el equilibrio, el normando apuntó a su corazón. Jaejoong gritó. Hyun Joong , con una rodilla en el suelo, se quedó congelado, la hoja de Yunho contra su pecho. Pero el normando no rasgó su carne.
—Por qué vacilas, normando?— Hyun Joong  jadeó. Él todavía estaba sujetando su espada, pero  en un ángulo imposible de ser levantada para defenderse —No le tengo miedo a la muerte.
—Suelta tu espada, sajón, — Yunho dijo, jadeando. —Suéltala ahora,  estás en los portones del infierno.
—No, no lo  hagas, — Jaejoong lloró, corriendo hacia él. —Por favor, mi lord, no lo mates.
Yunho lo ignoró.
—Suéltala ahora, si deseas vivir. Si no, te mandaré al infierno.
Hyun Joong  miró valientemente a Yunho, sin miedo y sin vacilar.
—Por favor suéltalo, — Jaejoong gritó. —Por favor, Hyun Joong , por favor!
Hyun Joong  soltó la espada.
Yunho, sin quitar su propia espada del corazón de su enemigo, la pateó lejos. Entonces, aumentando la  presión,  forzó a Hyun Joong  a ponerse sobre ambas rodillas.
— En nombre del rey Siwon, — él dijo, —Eres mi prisionero.
Jaejoong estaba parada detrás de Yunho. No lo pensó dos veces. Levantó la piedra más pesada que pudo hallar. Iba a golpearlo en la cabeza.
Yunho giró  y agarró su muñeca, casi quebrándolo. La piedra cayó de su asimiento, y él lo empujó haciéndolo caer al suelo.  Hyun Joong  estaba de  pie, pero antes que pudiera levantar  su espada, Yunho clavó su arma en su estomago. Los dos hombres se miraron  fijamente. Y  en ese preciso momento, Changmin y cinco caballeros llegaron al bosque, alertados por los  gritos de Jaejoong.
Yunho sonrió fríamente, sus  ojos nunca dejaron los de Hyun Joong .
—Ponlo en el  calabozo, Changmin, — él dijo. Y  sin mirar a Jaejoong, él agregó, —Me ocuparé de él más tarde.
* * *
Jaejoong fue  escoltado  por Changmin de vuelta a la fortaleza y al salón. Él no lo dejó solo. Karam, quien jugaba con sus dos  perros, lo miró asombrado. Changmin giró hacia Jaejoong.
—Aguárdalo aquí.
Jaejoong desvió la mirada, la desesperación lo invadía. Hyun Joong  estaba en ese mismo momento siendo lanzado a los calabozos, debajo de la fortaleza y él estaba siendo  lastimado. Él debería ser atendido de su herida,  y debía, de alguna manera, escapar.
Karam, puso su  mano blanca sobre el  terrier, y preguntó:
— Qué pasa? Por qué mi lord desea que lo aguardes aquí?
—Hyun Joong  ha vuelto, Karam, — Jaejoong dijo. —Y el normando lo tomó prisionero.
Karam jadeó.
— Y Yoochun?
Jaejoong le lanzó a Changmin una  mirada oscura.
—En este  mismo momento, Yoochun cabalga  con cien hombres para echar a los normandos al mar!
Las espuelas de Yunho sonaron cuando él entró y caminó  hacia él. Su rostro estaba tenso, y sus ojos ardían.
—Cuéntame más— él dijo con calma.
Jaejoong giró, tomado por sorpresa.
— Oíste bien!
—Es verdad? — Karam lloró apretando sus manos firmemente.
Jaejoong giró hacia él.
—Me enfermas! Tienes miedo que el  retorno de nuestros hermanos arruine tu casamiento!  No puedes pensar en alguien más que vos misma?
— En quién debo pensar, Jaejoong? En Vos? Vos que quieres ser el amante de mi  prometido? Piensas que no lo sé? Sos vos quien quiere detener este matrimonio! Por vos, no por Yoochun!
—Basta — Yunho dijo con un gruñido. — Karam, déjanos solos. Y vos también, Changmin.
Karam se enrojeció de rabia, luego, chasqueó sus dedos a los  perros,  él se marchó. Changmin salió más graciosamente. El corazón de Jaejoong latió frenéticamente, él se preguntó qué haría ahora el normando.
Su mirada estaba congelada.
—Mis exploradores no vieron un grupo de sajones, Jaejoong. Quiero la verdad!
Jaejoong tragó un nudo de miedo.
—Ellos están escondidos, no sé a dónde.
Él no dijo nada. Las manos de Jaejoong estaban temblando. Él intentó esconderlas en la falda de su vestido.
— Deberías tener miedo, — Yunho dijo severamente.  —Mucho  miedo.
Él debería implorar por  su clemencia, aun si eso significaba ponerse de rodillas. Pero él no  lo haría no podía. Entonces lo observó, con enormes y oscuros ojos asustados.
— Me temo —Yunho dijo finalmente  —que tu presencia aquí siempre será como la de la  serpiente en el paraíso.
Jaejoong no respondió, no podía responder.
—Comprendes…— Yunho dijo severamente —... cuál es el castigo por una traición.
Su corazón se sobresaltó. Él lo azotaría? O lo  colgaría? Jaejoong humedeció sus labios. De alguna manera logró hablar, su voz era temblorosa.
—Sí.
Yunho empezó a  caminar inquietamente. Era como un león enjaulado, apenas contenido.  El silencio y la anticipación se extendieron eternamente, torturándolo. Él finalmente giró, perforándolo con su mirada.
— No es traición encontrar inesperadamente y por casualidad a tu  hermano en el  bosque.
Alivio, mucho alivio, lo invadió.
—Jaejoong.
—Sí, mi lord?
—Vos seguramente me has hechizado, pero te advierto, no pongas a prueba mi clemencia nuevamente. Si cometes una traición,  sufrirás el mismo castigo que le corresponde a  cualquiera, entiendes?
Él podía oír los latidos  de su propio  corazón.  Tragó en seco.  Dijo la palabra sí, pero fue  tan bajo que fue inaudible.
—Entiendes?— él repitió severamente. Una vena pulsaba en su sien.
—Sí, —  él susurró.
—Entonces desaparece de mi vista, antes que vuelva a mis cabales.
Jaejoong apretó sus manos contra su pecho.
—Mi lord?
Sus ojos eran una furia.
—Jaejoong...
—Por favor, puedo atender a mi hermano?
—No! ahora vete!
Jaejoong giró, dio un paso, luego corrió atravesando el salón.  Una vez afuera, en el aire fresco, se apoyó contra una pared, temblando. Él había estado muy cerca de recibir un castigo severo,  pero de alguna manera  estaba agradecido a  Dios por haberlo eludido. Pero  aún  había una realidad terrible que enfrentar: Hyun Joong  era prisionero del normando.
Y ahora debía hacer algo sobre eso.
Inmediatamente Jaejoong comenzó a planear la fuga de Hyun Joong .
Pondría una poción en la comida del guardia. Cuando él estuviese dormido,  él mismo abriría el  calabozo y liberaría a Hyun Joong . Él tendría un caballo listo y esperando. Y luego todo dependería de él.
Y no pensaría sobre la amenaza del normando.
Pero cuando él dejó la fortaleza para juntar más hierbas, se sorprendió de encontrar a Changmin a su lado. Él lo miró de reojo, pero cuando él se detuvo, él también lo hizo.
—Caballero — Jaejoong dijo, su espíritu  hundiéndose, —Por qué estás jugando a ser mi  sombra?
—Lord Yunho me ha ordenado ser tu escolta, — Changmin dijo.
Jaejoong desvió su rostro antes que él pudiera ver su consternación. Entonces él continuó caminando. Juntaría las hierbas que  necesitaba, y se preocuparía más tarde sobre cómo sacarse de encima a Changmin para librar a su hermano. Pero esa noche, para su absoluta desesperación, Changmin colocó una manta y se acostó al lado de él.  Jaejoong no podía creer  que tuviese que ser perseguido de día y de noche. Con la bolsita de hierbas alrededor de  su cuello, él se levantó. Y Changmin lo siguió.
— Un llamado de la naturaleza, — él gruñó furiosamente.
—Lo siento mucho — él dijo — pero a donde vayas,  yo también voy.
Él lo pondría a prueba. Él salió, él estaba siguiendolo en sus talones. No lo dejaría buscar algo de privacidad  más que darle la espalda educadamente por unos segundos. Jaejoong volvió furiosa a la fortaleza, y sin importarle la hora que pasaba de la medianoche él fue hacia las escaleras y golpeó con su  puño cerrado la puerta del normando.
Inmediatamente fue abierta. El normando estaba allí, totalmente desnudo, su estado de alerta se desvaneció y reemplazado por una chispa de diversión. Jaejoong se ruborizó y  miró por sobre su hombro. Vio a Changmin tosiendo.
Yunho sonrió, y luego  se rió. 
—Es mi noche de suerte — él dijo. — el hombre de mis sueños me está buscando justo  cuando más lo necesitaba.
Eso no era gracioso, para nada.
Jaejoong levantó su mirada hacia la suya.
— No tienes vergüenza? O ahora estás coqueteando conmigo?
Yunho lanzó hacia atrás su cabeza y se rió. 
— Yo alegremente  coquetearía con vos, Jaejoong, en cualquier momento y en cualquier  lugar.
Su tono era tan seductor que su corazón se sobresaltó.
Yunho le sonrió a Changmin.
—Aguárdalo en el piso de abajo.
—No, quédate!—  Jaejoong gritó. Por supuesto, Changmin no vaciló, y ya estaba alejándose. Jaejoong miró a  Yunho, y logró ver una porción agradable de carne desnuda y para su desaliento, notó que él estaba excitando.
— No puedes vestirte?
—Pero vos me estabas buscando — él lo provocó.
—No por la razón piensas— él logró decir, mirando sus hombros nuevamente.
Él dio una última mirada y giró para buscar su pantalón. Jaejoong no pudo evitarlo,   estudió su espalda  marcada con músculos, y su trasero, alto y duro. Se dio cuenta que   casi había olvidado por qué había venido a su habitación.
Yunho se dio vuelta hacia él,  poniéndose  una camisa. Él le  hizo señas hacia la chimenea. Jaejoong entró en el cuarto, pero se detuvo cerca de la puerta, por una cuestión  seguridad. Ahora que había vuelto a sus cabales, él se dio cuenta que él estaba de un extraño buen humor, y viendo la odre de vino vacía, se preguntó  si esa era la causa. Él notó la dirección de su mirada y sonrió.
—Algo de vino, Jaejoong?
— Odio las uvas normandas — él dijo altaneramente. Él sonrió.
—Si? Verdaderamente—
—Sí.
—Pero las frutas normandas lo hacen a uno más potente, no lo sabías?
—No juegues con las palabras.
Sus ojos chispearon.
—Pienso que hay una fruta normanda que a vos te gustaría mucho.
Él se ruborizó profundamente.
—Estás borracho!
—Tengo una buena causa para celebrar.
—Oh, sí, —  él dijo amargamente. — ahora puedes entregarle la cabeza de mi hermano a tu rey bastardo!
Su buen humor desapareció.
— Es correcto.
— Te exijo que liberes a Changmin de la tarea de custodiarme.
— Exiges, Jaejoong?— sus cejas se levantaron. Él estaba divertido, realmente de un extraño humor.
— Te lo solicito, — él corrigió ruborizándose.
Él se inclinó contra la chimenea indolentemente, pero el aura que lo rodeaba era  inequívocamente sensual. Él le hizo una seña con un dedo.
—Puedes exigir lo que quieras.
Él parpadeó.
—Ven aquí y pídemelo,  Jaejoong, lo que  quieras. Estoy más accesible esta noche. — Él sonrió nuevamente.
Jaejoong se dio cuenta que  su corazón estaba temblando locamente y que sus miembros estaban tensos.
—No hablas en serio.
—Oh, — él dijo con calma — Va muy en  serio.  No sabes que puedes conseguir cualquier cosa que desees de mí?
Él lo miró fijamente.
—Especialmente— sus fosas nasales  se hincharon -- cuando estás vestido en un vestido tan delgado, con los ojos tan oscuros de rabia, tu boca ligeramente abierta...
Jaejoong tembló.
—Suéltate el  cabello — él dijo con toda calma. 
—Qué?
—Nunca te lo vi suelto. Deseo verlo ahora. — Su tono todavía era risueño. —Compláceme, Jaejoong.
— Yo  no vine aquí para complacerte — Jaejoong logró decir. — Vine a exigir a pedir que tu hombre me deje en paz. Ni siquiera  puedo buscar un lugar privado para atender las necesidades de mi cuerpo sin que un soldado me esté siguiendo. Es muy injusto.
Él le dio una sonrisa bonita, su mirada lo recorrió  nuevamente, lentamente, con un placer lánguido.
—No confío en vos, — él dijo.
Jaejoong se enrojeció.
—Suéltate el cabello — él insistió, su tono era claramente sensual. —Por favor.
Sorprendido, él se dio cuenta que él se lo estaba pidiendo, no ordenándoselo. Las palabras— por favor— eran como miel en su lengua, aunque él estaba seguro que él raramente las usaba. Por supuesto que él no haría lo que le pedía.
Yunho sonrió, y antes que él pudiese reaccionar, él estaba delante de él, sus manos tocando  su cabello, liberándolo. Jaejoong no podía moverse,  ni siquiera podía respirar, mientras  sus dedos soltaban  una  nube de cabellos oscuros que cayeron alrededor  de sus  hombros y su pecho, y por la espalda, yendo más allá de sus caderas.
Jaejoong no podía desviar su mirada Yunho lo miró fijamente y emitió un sonido breve,  muy parecido a un gemido.  Jaejoong supo que debía retroceder, ahora, mientras todavía  podía. Su espalda encontró la puerta; él se aproximó. Sus manos nuevamente se enterraron  en su cabello.
—Estoy  más allá de toda esperanza, — él murmuró bajo, tan bajo que Jaejoong no estaba seguro de haber oído correctamente.
—Vos me haces débil, Jaejoong.
En verdad,  Jaejoong pensaba que  él lo  hacía débil también. Sus manos eran tan suaves, tan grandes.  Se preguntó si él la besaría. Su mirada encontró sus labios, más cerca ahora.  Él quería que él lo besase. Y en un perverso segundo, él pensó en dos personas al mismo tiempo, Karam en la  habitación del otro lado del pasillo, y en Hyun Joong , en los calabozos.  Él giró la cabeza.
—Déjame en paz, por favor!
—Un beso — él  jadeó. —Sólo uno, Jaejoong. Sólo uno.
Él era el hombre más fuerte que él hubiera conocido, y usaba su fuerza ahora, para encerrarlo, arrinconarlo. En verdad,  Jaejoong no quería resistirse, sólo era un beso. Él ignoró la debilidad  de su resistencia y reivindicó sus labios con un gemido gutural. En su borrachera, él  fue feroz y demandante, su boca caliente, era insistente y  frenética. Jaejoong estaba lazo y  flexible debajo de él. Su resistencia se convirtió en complacencia.
Sus labios encontraron  su cuello, y él se arqueó contra él. Yunho mordisqueó y lo estimuló  con su lengua, emitiendo sonidos suaves de placer. Su boca encontró su oreja.
— Te deseo, Jaejoong — él susurró urgentemente. —Esta noche, ahora, es como un sueño. — Sus  brazos se apretaron  alrededor de él y él lo empujó contra la pared. Su cuerpo se movió hasta que apretó su falo contra la ingle. —Dime que si— él insistió, besando su cuello. —esta noche  es nuestra noche, querido Jaejoong.  Esta noche nos pertenece. — Él lo levantó en sus brazos.
Él estaba mareado de placer cuando él lo llevó a la cama. Él nunca había sido deseado e  implorado de ese modo. Siempre había sido amenazado con tomar sin pedir permiso. Ahora él estaba siendo un amante gentil, y él estaba sucumbiendo a su seducción. Jaejoong sabía eso; y quería eso.
Y siendo un guerrero con  instintos certero, él también sabía eso. Yunho lo colocó en el  colchón suave.
—Por favor, — él dijo roncamente, anidando su  pecho, su cuerpo cubriendo el suyo.
Pero nuevamente una idea perversa apareció en  su cabeza. Una  imagen de Hyun Joong . Él era un prisionero,  y seguramente sería colgado por  ese normando. La racionalidad  retornó y, con eso,  su propia voluntad. Se sentía  tan débil como desesperado. Jaejoong lo empujó  protestando.
—No! No, nunca! Te odio  porque quieres usarme, normando! Mi hermano se pudre allá  abajo, mi hermano duerme aquí cerca. Mañana te vas a casar y acostar con él. En cuántos días colgarás a Hyun Joong ? Y esperas que  yo te de placer por propia voluntad?
Yunho no lo soltó, pero detuvo su avance.
—Vienes aquí a  tentarme, luego me rechazas. — El estaba enojado. —Es  un juego muy peligroso, Jaejoong. Estaba a un segundo de tomarte. —  El movió su erección contra él.
Jaejoong se quedó quieto, todo el placer se había ido.
—Karam podría escucharnos.
—Él está dormido.
—Lo dudo. Yo gritaré. Tu prometido no tendrá mucho placer en saber que su futuro marido viola a su hermano.
—Un momento atrás no habría sido violación.
Jaejoong se sintió amargado porque era la cruel verdad.
—Perdí la cabeza, no sucederá nuevamente. — Él hablaba en serio. —Déjame!
—Pones a prueba mi paciencia, — él  gritó, con verdadera  desesperación, borracho o no. Él apretó su rostro contra su cuello. — Es una tortura — él gruñó. — Una verdadera tortura.
Jaejoong se quedó muy quieto, para no  continuar provocándolo. Ahora que él estaba en sus cabales, estaba seguro que su hermana  había estado espiando ese interludio amoroso, pues la puerta de la habitación estaba abierta y Karam estaba unos pasos de distancia.   Jaejoong sintió un completo desaliento. Todo esto estaba más allá de él. Si sólo pudiese  permanecer fuerte  y usar la  lujuria  del normando en contra él!  Pero él no era experto en  temas carnales, realmente era muy ignorante.
El cuerpo de él estaba rígido sobre el suyo,  y él todavía estaba atrapado en sus brazos. Lo sintió relajarse, sintió su abrazo aflojarse. Jaejoong intentó rodar y librarse de él; inmediatamente su asimiento se hizo más fuerte, él no lo dejaría ir. Jaejoong apretó los  dientes con desesperación, y se quedó inmóvil, con miedo de moverse.  Esperó su próximo ataque.
No vino. Él lo sujetó ferozmente y suspiró, su respiración se hizo profunda y Jaejoong quedó sorprendido. Él podía estar dormido? Cuánto había bebido? En verdad, los hombres  parecían  tener una propensión a poder dormir sin  importar las circunstancias, y  él  había consumido una odre de vino. Debería haberlo sabido, el normando no iba a  provocarlo y seducirlo a menos que estuviese borracho, ese no era el estilo de su personalidad. Pero  sintió  una puntada  de algo parecido a la alegría, pues él casi podía ser agradable. Entonces determinadamente Jaejoong reprimió esos pensamientos traicioneros. Los normandos eran detestables, y él no olvidaría eso.
Y entonces recordó su misión...
El normando estaba dormido, Changmin estaba  en el piso de abajo, y él estaba libre para hacer lo que necesitaba hacer. Su corazón se oprimió. Cerraría la puerta. Changmin asumiría que él estaba con Yunho. Él usaría una cuerda hecha  con sabanas  para escapar por la ventana.  Drogaría a los guardias, conseguiría un caballo, y Hyun Joong  estaría librado...
Jaejoong se movió cuidadosamente para no despertar al normando. Una vez de pie, fue rápidamente en dirección  a la  puerta, cerrándola. Si Karam estaba despierto, los había oído y ahora pensaba lo peor. Pero él lo dejaría así. La libertad de Hyun Joong  era más importante.

3 comentarios:

  1. Muchas gracias por la actualización 😍😍😍😍😍😍
    Wooo esta historia me fascina :)
    Espero que jae no cometa errores para que yunho no sea tan cevero1con el .

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  2. eso es todo Jae corre en rescate de tu hermano y si el Karam esta que se lo lleva la chingada pues que se lo lleve y si se imagina que pasaste le noche con Yunho pues bien que se retuerza del coraje mientras tu salvas a tu hermano y se largan de ahí por que en cuanto Yunho despierte ira tras de ustedes corran lejos de su furia
    Gracias

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  3. Ojala si logre liberar a su hermano y que hayan porque si no Yunho dijo claramente que si lo traicionada nuevamente iba a recibir el castigo correspondiente.

    Gracias!!! 💗💕💞

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