Capítulo 13
El
mensaje le fue entregado a él antes de la comida del mediodía, por
Teddy. Jaejoong quiso saltar de alegría.
Hyun Joong había vuelto a casa, y
lo estaba esperando en el bosque, no lejos del
huerto.
Había llegado en el momento correcto pues el normando iba a
casarse con Karam al día siguiente.
Él tenía que aparecer en la comida, para no
despertar las sospechas del normando.
También, él podría pensar que él estaba enojado o escondiéndose. De
hecho, él estaba enojado por el modo en
que lo había tratado, aunque estaba aliviado
de que él no lo hubiese tomado como casi
lo había hecho. Él tendría que manejarse
cuidadosamente en el futuro. Él no se
había dado cuenta que cuando
despertaba su ira también despertaba su deseo; se aseguraría de no hacer
eso de ahora en adelante.
La comida
resultó interminable, pero Jaejoong
no se movió. Se rehusó a mirar a Yunho, sentado junto su prometida, aunque él supiese
que él lo observaba frecuentemente. Cuando él y sus hombres
habían vuelto a trabajar, Jaejoong se escapó hacia el huerto, con la
cesta en la mano, cuidando de no ser seguida. El normando, él había
visto, estaba tan absorbido en su tarea que ni siquiera lo observó cuando él
partía.
El cuerpo alto de Hyun Joong se hizo visible en el claro del bosque a
medida que él se acercaba gritando de alegría. Él sonrió, sus ojos brillaron, y lo
alzó en un abrazo fuerte.
—Estás
bien?— él preguntó, sujetando su rostro entre sus manos, cuando él lo soltó.
—Yo?— él se rió, quitando sus manos y apretándolas
entre las suyas. Su sonrisa se debilitó. — Jaejoong cómo estás?
—Estoy bien.
—No te dañaron esos cerdos?
Él sintió el rubor subir a su rostro.
—No.
Su asimiento se hizo más apretado, sus
facciones bonitas se oscurecieron.
— Qué sucedió? Te tocaron?
Él estaba hirviendo de vergüenza, y sabía
del, carácter impulsivo de Hyun Joong.
—Está todo bien, — él casi gritó. —Verdaderamente! Eso fue antes
que él supiera quién era pero él lo descubrió a tiempo y no me dañó.
—Quién?
—El normando.
—Jung Yunho? El Implacable?—
Ante el movimiento de cabeza
asintiendo, él frunció el ceño.
—Explícate rápidamente.
—No
hay nada que explicar. Yo estaba en Kesop, curando un cerdo.
Él pensó que era un campesino. Sus hombres acababan de matar a un grupo de
sajones, y él me persiguió con su
caballo. Pero sus hombres revelaron mi identidad antes que él pudiera... antes
que poder hacer lo que quería. En
verdad... yo... — De repente él sonrió. —Él
creyó que yo era Karam, y de ese modo me salvé.
Hyun Joong insultó groseramente.
—Deseo haber podido estar allá, — él replicó,
sus ojos brillaban mientras caminaba
inquietamente. —Lo habría matado sólo por la impudencia de su lujuria!
— Eso ya se terminó, Hyun Joong, — él mintió. —Cómo está Yoochun?
—Casi curado. No dejaremos pasar esto, Jaejoong,
— él dijo duramente. —Nosotros estamos curando
nuestras heridas ahora, y
cuando estemos fuertes, perseguiremos
a los normandos expulsándolos hacia el mar y más allá.
—Vino un mensajero real hace
cuatro días atrás. No pude descubrir qué dijo. Al día siguiente, al
amanecer, el normando y un grupo de hombres cabalgaron a algún lugar. Ellos
volvieron dos días después. No sé a dónde fueron. Siwon el Bastardo tuvo una
escaramuza en el norte con los escoceses. — Hyun Joong encogió los hombros. —Sabemos que él envió a
buscar a Yunho para reprimirlos. Él es
alguien muy confiable y muy capaz. — Hyun
Joong frunció el ceño ferozmente. —
Demasiado capaz!
Jaejoong tocó su brazo.
—Viniste solo?
—Dejé dos hombres a unos kilómetros, Jaejoong.
No quiero encontrarme con el normando ahora. Cuáles son las noticias sobre el
matrimonio de Karam con él?
—Ocurrirá mañana, Hyun Joong.
—Karam está dispuesta?
—Sí. — Ante su ceño fruncido, Jaejoong se encontró
defendiendo a su hermano. —Intenta entender, Hyun Joong. Él tiene miedo de
envejecer siendo un solteron. Y él es muy guapo. — Jaejoong se dio cuenta de lo que había dicho,
y sus ojos se agrandaron. Él visualizó su cuerpo y su cuerpo poderoso como
Adonis, y supo que no mentía.
—Desearía
que hubiese un modo de prevenir este matrimonio. Si Karam se rehusara, o
se enfermase el día del matrimonio!
— Tendrías que secuestrarlo para impedir que se case con él, — Jaejoong dijo.
—Lo haría, — Hyun Joong dijo con un gruñido, —si tuviese
los hombres necesarios y pensara que
puedo hacer sin arriesgar una sola vida. Pero sé que hacerlo en estas
condiciones sería un suicidio.
—No lo hagas, — Jaejoong dijo. —Quizás los
modales de Karam lo mantendrán
tranquilo en su cama, y ellos no estarán casados de verdad ante los ojos de Dios. — Jaejoong frunció el ceño, pues era muy
improbable que un hombre así estuviese tranquilo al lado de cualquiera!
—Jaejoong, podrías tener una idea, — Hyun
Joong exclamó. —No podías darle a él una
poción que lo enferme gravemente?
—Quieres que lo mate?— él jadeó intimidado.
—Claro que no, — él dijo. — No soy un asesino
ni vos. Quiero decir...— él dijo impacientemente, — que le des una poción
para enfermarlo de forma que el matrimonio
sea pospuesto.
—Hyun Joong pretendes que lo enferme desde ahora hasta el
día que vos y Yoochun salgan victoriosos
de todo esto?
—Maldición!— él dijo. —Que probablemente esa
poción lo mataría, verdad?
— Muy probablemente, no es correcto. No puedo hacerlo. Yo nunca dañé a nadie.
Hyun Joong tomó su rostro entre sus manos tiernamente, su tono era urgente.
—Jaejoong, una poción que lo hiciera impotente? Si el matrimonio no está
consumado para cuando nosotros volvamos
a Aelfgar puede ser anulado, y él tendría menos legitimidad como lord aquí. Una
simple poción para la impotencia, no
puedes, Jaejoong?
—Oh, Hyun Joong, — él dijo
reticentemente, pero a quién podía
perjudicar haciendo eso? El hombre tenía
más potencia que un garañón, seguramente no podría dañarlo? Algo tan simple,
disminuir su deseo... disminuir su deseo hacia Karam.
Hyun Joong vio su capitulación, y se rió, alzándolo en
sus brazos.
—Te
amo, Jaejoong, — él dijo. —Tienes
más lealtad en tu dedo meñique que toda la lealtad que tiene Karam en su
corazón.
Aún inseguro, aún sintiéndose extrañamente
soberbio por la idea de poder mantener
al normando lejos de su hermano, Jaejoong
abrazó ferozmente a Hyun Joong, enterrando su rostro en su pecho.
Yunho tenía sus ojos puestos en Jaejoong
mientras él cargaba la cesta, dirigiéndose hacia el huerto, de vez en cuando él miraba
por sobre su hombro. Estaba planeando algo,
pero, qué? Aunque estaba ocupado
en las fases finales de la destrucción
de la aldea, él mantuvo un ojo en él y lo observó desaparecer en el
bosque. Él tuvo una sensación de
desconfianza, y no le gustó la
idea que él vagase solo.
Jaejoong era un muchacho demasiado atractivo
para cualquier extraño o
mercenario que pasase por el bosque. Yunho espoleó su caballo y fue tras él.
Desde
lejos, observó su
encuentro con un hombre alto y moreno. Era un reencuentro, eso lo podía
ver muy claramente. Yunho se sintió perplejo
cuando él saltó en brazos de su amante, perplejo, y furioso. Afortunadamente el
abrazo fue corto, pues Yunho habría matado al hombre en ese mismo momento. Pero ellos hablaron rápidamente, seriamente y
urgentemente. Su rabia hirvió y él
acercó su caballo tan cerca como se atrevió pero no logró oírlos. Y entonces el
hombre se rió y lo alzó en un abrazo nuevamente, y esa vez Jaejoong se aferró a él, enterrando su rostro
en las solapas de su capa.
Yunho extrajo su espada y, con un grito de
guerra, galopó dentro del claro del bosque.
Jaejoong gritó cuando Hyun Joong lo
soltó a un lado, extrayendo su espada para encontrar la
de su atacante. Él tenía reflejos rápidos, pero apenas pudo sacar su espada
antes que Yunho diese el primer golpe con su arma. Pero Hyun Joong no soltó su espada. Él fue derrumbado al suelo
por la carga de la fuerza de Yunho,
pero ágil como un gato, Hyun Joong se puso de pie de un salto y estaba preparado
para luchar.
Yunho frenó su caballo y saltó al suelo, con
su arma sujeta en lo alto. Sus ojos se ensancharon.
—Hyun Joong!
Hyun Joong sonrió.
—Voy a disfrutar esto, normando, — él dijo. —He soñado
con este día!
—Deténganse!— Jaejoong gritó frenéticamente,
sabiendo que dos hombres tan poderosos
no podrían sobrevivir a este encuentro mortal. —Paren, por favor, Por Dios,
paren!
—Ven a mí, sajón — Yunho dijo con calma.
Hyun Joong embistió; Yunho se apartó. Las dos hojas
chocaron. La espada de Yunho hizo un corte en la manga de la túnica de Hyun
Joong, y en su antebrazo, extrayéndole sangre. Hyun Joong produjo un corte en la parte superior del ojo
derecho de Yunho. Ellos bailaron uno
alrededor del otro, sus espadas sonando. Yunho marcó el muslo de Hyun
Joong. Hyun Joong respondió con una
embestida maligna que forzó a Yunho a retroceder, hasta que el normando, fingiendo
haberse caído, invirtió el
proceso, atacando implacablemente a su enemigo, obligándolo a ir hacia atrás.
Los minutos se estiraron. El claro del bosque
estaba en silencio excepto por los sonidos de sus respiraciones jadeantes. El
sudor empapaba a los dos hombres, haciendo que sus túnicas se pegasen a sus
cuerpos. La sangre goteaba sobre
el ojo de Yunho, pero él no se la secaba. Sus movimientos se
hicieron más lentos, como en un sueño. Por lo menos quince minutos largos
habían pasado, y era aparente que los dos hombres estaban muy parejos en sus
fuerzas.
Jaejoong observó, hipnotizado y aterrorizado.
Él no podía ir a ayudar, pues eso sería el
fin de Hyun Joong. Su hermano tenía que ganar para poder escapar. Pero
entonces fuerza del normando resultó ser superior.
Hyun Joong tropezó con una raíz. Cuando él perdió el
equilibrio, el normando apuntó a su corazón. Jaejoong gritó. Hyun Joong , con una
rodilla en el suelo, se quedó congelado, la hoja de Yunho contra su pecho. Pero
el normando no rasgó su carne.
—Por qué vacilas, normando?— Hyun Joong jadeó. Él todavía estaba sujetando su espada,
pero en un ángulo imposible de ser
levantada para defenderse —No le tengo miedo a la muerte.
—Suelta tu espada, sajón, — Yunho dijo,
jadeando. —Suéltala ahora, estás en los portones
del infierno.
—No, no lo
hagas, — Jaejoong lloró, corriendo hacia él. —Por favor, mi lord, no lo
mates.
Yunho lo ignoró.
—Suéltala ahora, si deseas vivir. Si no, te
mandaré al infierno.
Hyun Joong miró valientemente a Yunho, sin miedo y sin
vacilar.
—Por favor suéltalo, — Jaejoong gritó. —Por
favor, Hyun Joong , por favor!
Hyun Joong soltó la espada.
Yunho, sin quitar su propia espada del
corazón de su enemigo, la pateó lejos. Entonces, aumentando la presión,
forzó a Hyun Joong a ponerse
sobre ambas rodillas.
— En nombre del rey Siwon, — él dijo, —Eres
mi prisionero.
Jaejoong estaba parada detrás de Yunho. No lo
pensó dos veces. Levantó la piedra más pesada que pudo hallar. Iba a golpearlo
en la cabeza.
Yunho giró
y agarró su muñeca, casi quebrándolo. La piedra cayó de su asimiento, y él
lo empujó haciéndolo caer al suelo. Hyun
Joong estaba de pie, pero antes que pudiera levantar su espada, Yunho clavó su arma en su
estomago. Los dos hombres se miraron
fijamente. Y en ese preciso
momento, Changmin y cinco caballeros llegaron al bosque, alertados por los gritos de Jaejoong.
Yunho sonrió fríamente, sus ojos nunca dejaron los de Hyun Joong .
—Ponlo en el
calabozo, Changmin, — él dijo. Y
sin mirar a Jaejoong, él agregó, —Me ocuparé de él más tarde.
* * *
Jaejoong fue
escoltado por Changmin de vuelta
a la fortaleza y al salón. Él no lo dejó solo. Karam, quien jugaba con sus
dos perros, lo miró asombrado. Changmin giró
hacia Jaejoong.
—Aguárdalo aquí.
Jaejoong desvió la mirada, la desesperación
lo invadía. Hyun Joong estaba en ese mismo
momento siendo lanzado a los calabozos, debajo de la fortaleza y él estaba
siendo lastimado. Él debería ser
atendido de su herida, y debía, de
alguna manera, escapar.
Karam, puso su mano blanca sobre el terrier, y preguntó:
— Qué pasa? Por qué mi lord desea que lo
aguardes aquí?
—Hyun Joong ha vuelto, Karam, — Jaejoong dijo. —Y el
normando lo tomó prisionero.
Karam jadeó.
— Y Yoochun?
Jaejoong le lanzó a Changmin una mirada oscura.
—En este
mismo momento, Yoochun cabalga
con cien hombres para echar a los normandos al mar!
Las espuelas de Yunho sonaron cuando él entró
y caminó hacia él. Su rostro estaba
tenso, y sus ojos ardían.
—Cuéntame más— él dijo con calma.
Jaejoong giró, tomado por sorpresa.
— Oíste bien!
—Es verdad? — Karam lloró apretando sus manos
firmemente.
Jaejoong giró hacia él.
—Me enfermas! Tienes miedo que el retorno de nuestros hermanos arruine tu
casamiento! No puedes pensar en alguien
más que vos misma?
— En quién debo pensar, Jaejoong? En Vos? Vos
que quieres ser el amante de mi
prometido? Piensas que no lo sé? Sos vos quien quiere detener este
matrimonio! Por vos, no por Yoochun!
—Basta — Yunho dijo con un gruñido. — Karam,
déjanos solos. Y vos también, Changmin.
Karam se enrojeció de rabia, luego, chasqueó
sus dedos a los perros, él se marchó. Changmin salió más
graciosamente. El corazón de Jaejoong latió frenéticamente, él se preguntó qué
haría ahora el normando.
Su mirada estaba congelada.
—Mis exploradores no vieron un grupo de sajones,
Jaejoong. Quiero la verdad!
Jaejoong tragó un nudo de miedo.
—Ellos están escondidos, no sé a dónde.
Él no dijo nada. Las manos de Jaejoong
estaban temblando. Él intentó esconderlas en la falda de su vestido.
— Deberías tener miedo, — Yunho dijo severamente. —Mucho
miedo.
Él debería implorar por su clemencia, aun si eso significaba ponerse
de rodillas. Pero él no lo haría no
podía. Entonces lo observó, con enormes y oscuros ojos asustados.
— Me temo —Yunho dijo finalmente —que tu presencia aquí siempre será como la de
la serpiente en el paraíso.
Jaejoong no respondió, no podía responder.
—Comprendes…— Yunho dijo severamente —... cuál
es el castigo por una traición.
Su corazón se sobresaltó. Él lo azotaría? O
lo colgaría? Jaejoong humedeció sus
labios. De alguna manera logró hablar, su voz era temblorosa.
—Sí.
Yunho empezó a caminar inquietamente. Era como un león enjaulado,
apenas contenido. El silencio y la
anticipación se extendieron eternamente, torturándolo. Él finalmente giró,
perforándolo con su mirada.
— No es traición encontrar inesperadamente y
por casualidad a tu hermano en el bosque.
Alivio, mucho alivio, lo invadió.
—Jaejoong.
—Sí, mi lord?
—Vos seguramente me has hechizado, pero te
advierto, no pongas a prueba mi clemencia nuevamente. Si cometes una traición, sufrirás el mismo castigo que le corresponde
a cualquiera, entiendes?
Él podía oír los latidos de su propio
corazón. Tragó en seco. Dijo la palabra sí, pero fue tan bajo que fue inaudible.
—Entiendes?— él repitió severamente. Una vena
pulsaba en su sien.
—Sí, —
él susurró.
—Entonces desaparece de mi vista, antes que
vuelva a mis cabales.
Jaejoong apretó sus manos contra su pecho.
—Mi lord?
Sus ojos eran una furia.
—Jaejoong...
—Por favor, puedo atender a mi hermano?
—No! ahora vete!
Jaejoong giró, dio un paso, luego corrió
atravesando el salón. Una vez afuera, en
el aire fresco, se apoyó contra una pared, temblando. Él había estado muy cerca
de recibir un castigo severo, pero de
alguna manera estaba agradecido a Dios por haberlo eludido. Pero aún
había una realidad terrible que enfrentar: Hyun Joong era prisionero del normando.
Y ahora debía hacer algo sobre eso.
Inmediatamente Jaejoong comenzó a planear la
fuga de Hyun Joong .
Pondría una poción en la comida del guardia. Cuando
él estuviese dormido, él mismo abriría
el calabozo y liberaría a Hyun Joong . Él
tendría un caballo listo y esperando. Y luego todo dependería de él.
Y no pensaría sobre la amenaza del normando.
Pero cuando él dejó la fortaleza para juntar
más hierbas, se sorprendió de encontrar a Changmin a su lado. Él lo miró de
reojo, pero cuando él se detuvo, él también lo hizo.
—Caballero — Jaejoong dijo, su espíritu hundiéndose, —Por qué estás jugando a ser
mi sombra?
—Lord Yunho me ha ordenado ser tu escolta, — Changmin
dijo.
Jaejoong desvió su rostro antes que él
pudiera ver su consternación. Entonces él continuó caminando. Juntaría las
hierbas que necesitaba, y se preocuparía
más tarde sobre cómo sacarse de encima a Changmin para librar a su hermano.
Pero esa noche, para su absoluta desesperación, Changmin colocó una manta y se acostó
al lado de él. Jaejoong no podía
creer que tuviese que ser perseguido de
día y de noche. Con la bolsita de hierbas alrededor de su cuello, él se levantó. Y Changmin lo
siguió.
— Un llamado de la naturaleza, — él gruñó
furiosamente.
—Lo siento mucho — él dijo — pero a donde
vayas, yo también voy.
Él lo pondría a prueba. Él salió, él estaba
siguiendolo en sus talones. No lo dejaría buscar algo de privacidad más que darle la espalda educadamente por
unos segundos. Jaejoong volvió furiosa a la fortaleza, y sin importarle la hora
que pasaba de la medianoche él fue hacia las escaleras y golpeó con su puño cerrado la puerta del normando.
Inmediatamente fue abierta. El normando
estaba allí, totalmente desnudo, su estado de alerta se desvaneció y
reemplazado por una chispa de diversión. Jaejoong se ruborizó y miró por sobre su hombro. Vio a Changmin tosiendo.
Yunho sonrió, y luego se rió.
—Es mi noche de suerte — él dijo. — el hombre
de mis sueños me está buscando justo
cuando más lo necesitaba.
Eso no era gracioso, para nada.
Jaejoong levantó su mirada hacia la suya.
— No tienes vergüenza? O ahora estás
coqueteando conmigo?
Yunho lanzó hacia atrás su cabeza y se
rió.
— Yo alegremente coquetearía con vos, Jaejoong, en cualquier
momento y en cualquier lugar.
Su tono era tan seductor que su corazón se
sobresaltó.
Yunho le sonrió a Changmin.
—Aguárdalo en el piso de abajo.
—No, quédate!— Jaejoong gritó. Por supuesto, Changmin no
vaciló, y ya estaba alejándose. Jaejoong miró a
Yunho, y logró ver una porción agradable de carne desnuda y para su
desaliento, notó que él estaba excitando.
— No puedes vestirte?
—Pero vos me estabas buscando — él lo
provocó.
—No por la razón piensas— él logró decir,
mirando sus hombros nuevamente.
Él dio una última mirada y giró para buscar
su pantalón. Jaejoong no pudo evitarlo,
estudió su espalda marcada con
músculos, y su trasero, alto y duro. Se dio cuenta que casi había olvidado por qué había venido a
su habitación.
Yunho se dio vuelta hacia él, poniéndose
una camisa. Él le hizo señas hacia
la chimenea. Jaejoong entró en el cuarto, pero se detuvo cerca de la puerta,
por una cuestión seguridad. Ahora que
había vuelto a sus cabales, él se dio cuenta que él estaba de un extraño buen
humor, y viendo la odre de vino vacía, se preguntó si esa era la causa. Él notó la dirección de
su mirada y sonrió.
—Algo de vino, Jaejoong?
— Odio las uvas normandas — él dijo
altaneramente. Él sonrió.
—Si? Verdaderamente—
—Sí.
—Pero las frutas normandas lo hacen a uno más
potente, no lo sabías?
—No juegues con las palabras.
Sus ojos chispearon.
—Pienso que hay una fruta normanda que a vos
te gustaría mucho.
Él se ruborizó profundamente.
—Estás borracho!
—Tengo una buena causa para celebrar.
—Oh, sí, —
él dijo amargamente. — ahora puedes entregarle la cabeza de mi hermano a
tu rey bastardo!
Su buen humor desapareció.
— Es correcto.
— Te exijo que liberes a Changmin de la tarea
de custodiarme.
— Exiges, Jaejoong?— sus cejas se levantaron.
Él estaba divertido, realmente de un extraño humor.
— Te lo solicito, — él corrigió
ruborizándose.
Él se inclinó contra la chimenea
indolentemente, pero el aura que lo rodeaba era
inequívocamente sensual. Él le hizo una seña con un dedo.
—Puedes exigir lo que quieras.
Él parpadeó.
—Ven aquí y pídemelo, Jaejoong, lo que quieras. Estoy más accesible esta noche. — Él
sonrió nuevamente.
Jaejoong se dio cuenta que su corazón estaba temblando locamente y que
sus miembros estaban tensos.
—No hablas en serio.
—Oh, — él dijo con calma — Va muy en serio.
No sabes que puedes conseguir cualquier cosa que desees de mí?
Él lo miró fijamente.
—Especialmente— sus fosas nasales se hincharon -- cuando estás vestido en un
vestido tan delgado, con los ojos tan oscuros de rabia, tu boca ligeramente
abierta...
Jaejoong tembló.
—Suéltate el
cabello — él dijo con toda calma.
—Qué?
—Nunca te lo vi suelto. Deseo verlo ahora. —
Su tono todavía era risueño. —Compláceme, Jaejoong.
— Yo
no vine aquí para complacerte — Jaejoong logró decir. — Vine a exigir a
pedir que tu hombre me deje en paz. Ni siquiera
puedo buscar un lugar privado para atender las necesidades de mi cuerpo
sin que un soldado me esté siguiendo. Es muy injusto.
Él le dio una sonrisa bonita, su mirada lo
recorrió nuevamente, lentamente, con un
placer lánguido.
—No confío en vos, — él dijo.
Jaejoong se enrojeció.
—Suéltate el cabello — él insistió, su tono
era claramente sensual. —Por favor.
Sorprendido, él se dio cuenta que él se lo
estaba pidiendo, no ordenándoselo. Las palabras— por favor— eran como miel en su
lengua, aunque él estaba seguro que él raramente las usaba. Por supuesto que él
no haría lo que le pedía.
Yunho sonrió, y antes que él pudiese
reaccionar, él estaba delante de él, sus manos tocando su cabello, liberándolo. Jaejoong no podía
moverse, ni siquiera podía respirar, mientras sus dedos soltaban una
nube de cabellos oscuros que cayeron alrededor de sus
hombros y su pecho, y por la espalda, yendo más allá de sus caderas.
Jaejoong no podía desviar su mirada Yunho lo
miró fijamente y emitió un sonido breve,
muy parecido a un gemido. Jaejoong
supo que debía retroceder, ahora, mientras todavía podía. Su espalda encontró la puerta; él se
aproximó. Sus manos nuevamente se enterraron
en su cabello.
—Estoy
más allá de toda esperanza, — él murmuró bajo, tan bajo que Jaejoong no
estaba seguro de haber oído correctamente.
—Vos me haces débil, Jaejoong.
En verdad,
Jaejoong pensaba que él lo hacía débil también. Sus manos eran tan suaves,
tan grandes. Se preguntó si él la
besaría. Su mirada encontró sus labios, más cerca ahora. Él quería que él lo besase. Y en un perverso
segundo, él pensó en dos personas al mismo tiempo, Karam en la habitación del otro lado del pasillo, y en Hyun
Joong , en los calabozos. Él giró la
cabeza.
—Déjame en paz, por favor!
—Un beso — él
jadeó. —Sólo uno, Jaejoong. Sólo uno.
Él era el hombre más fuerte que él hubiera
conocido, y usaba su fuerza ahora, para encerrarlo, arrinconarlo. En
verdad, Jaejoong no quería resistirse,
sólo era un beso. Él ignoró la debilidad
de su resistencia y reivindicó sus labios con un gemido gutural. En su
borrachera, él fue feroz y demandante,
su boca caliente, era insistente y
frenética. Jaejoong estaba lazo y
flexible debajo de él. Su resistencia se convirtió en complacencia.
Sus labios encontraron su cuello, y él se arqueó contra él. Yunho
mordisqueó y lo estimuló con su lengua,
emitiendo sonidos suaves de placer. Su boca encontró su oreja.
— Te deseo, Jaejoong — él susurró
urgentemente. —Esta noche, ahora, es como un sueño. — Sus brazos se apretaron alrededor de él y él lo empujó contra la pared.
Su cuerpo se movió hasta que apretó su falo contra la ingle. —Dime que si— él
insistió, besando su cuello. —esta noche
es nuestra noche, querido Jaejoong.
Esta noche nos pertenece. — Él lo levantó en sus brazos.
Él estaba mareado de placer cuando él lo
llevó a la cama. Él nunca había sido deseado e
implorado de ese modo. Siempre había sido amenazado con tomar sin pedir
permiso. Ahora él estaba siendo un amante gentil, y él estaba sucumbiendo a su
seducción. Jaejoong sabía eso; y quería eso.
Y siendo un guerrero con instintos certero, él también sabía eso. Yunho
lo colocó en el colchón suave.
—Por favor, — él dijo roncamente, anidando
su pecho, su cuerpo cubriendo el suyo.
Pero nuevamente una idea perversa apareció
en su cabeza. Una imagen de Hyun Joong . Él era un
prisionero, y seguramente sería colgado
por ese normando. La racionalidad retornó y, con eso, su propia voluntad. Se sentía tan débil como desesperado. Jaejoong lo
empujó protestando.
—No! No, nunca! Te odio porque quieres usarme, normando! Mi hermano
se pudre allá abajo, mi hermano duerme aquí
cerca. Mañana te vas a casar y acostar con él. En cuántos días colgarás a Hyun
Joong ? Y esperas que yo te de placer
por propia voluntad?
Yunho no lo soltó, pero detuvo su avance.
—Vienes aquí a tentarme, luego me rechazas. — El estaba
enojado. —Es un juego muy peligroso, Jaejoong.
Estaba a un segundo de tomarte. — El
movió su erección contra él.
Jaejoong se quedó quieto, todo el placer se
había ido.
—Karam podría escucharnos.
—Él está dormido.
—Lo dudo. Yo gritaré. Tu prometido no tendrá mucho
placer en saber que su futuro marido viola a su hermano.
—Un momento atrás no habría sido violación.
Jaejoong se sintió amargado porque era la
cruel verdad.
—Perdí la cabeza, no sucederá nuevamente. — Él
hablaba en serio. —Déjame!
—Pones a prueba mi paciencia, — él gritó, con verdadera desesperación, borracho o no. Él apretó su
rostro contra su cuello. — Es una tortura — él gruñó. — Una verdadera tortura.
Jaejoong se quedó muy quieto, para no continuar provocándolo. Ahora que él estaba
en sus cabales, estaba seguro que su hermana
había estado espiando ese interludio amoroso, pues la puerta de la
habitación estaba abierta y Karam estaba unos pasos de distancia. Jaejoong sintió un completo desaliento. Todo
esto estaba más allá de él. Si sólo pudiese
permanecer fuerte y usar la lujuria
del normando en contra él! Pero él
no era experto en temas carnales,
realmente era muy ignorante.
El cuerpo de él estaba rígido sobre el
suyo, y él todavía estaba atrapado en
sus brazos. Lo sintió relajarse, sintió su abrazo aflojarse. Jaejoong intentó rodar
y librarse de él; inmediatamente su asimiento se hizo más fuerte, él no lo
dejaría ir. Jaejoong apretó los dientes
con desesperación, y se quedó inmóvil, con miedo de moverse. Esperó su próximo ataque.
No vino. Él lo sujetó ferozmente y suspiró, su respiración se hizo profunda y
Jaejoong quedó sorprendido. Él podía estar dormido? Cuánto había bebido? En
verdad, los hombres parecían tener una propensión a poder dormir sin importar las circunstancias, y él
había consumido una odre de vino. Debería haberlo sabido, el normando no
iba a provocarlo y seducirlo a menos que
estuviese borracho, ese no era el estilo de su personalidad. Pero sintió
una puntada de algo parecido a la
alegría, pues él casi podía ser agradable. Entonces determinadamente Jaejoong reprimió
esos pensamientos traicioneros. Los normandos eran detestables, y él no
olvidaría eso.
Y entonces recordó su misión...
El normando estaba dormido, Changmin estaba en el piso de abajo, y él estaba libre para
hacer lo que necesitaba hacer. Su corazón se oprimió. Cerraría la puerta. Changmin
asumiría que él estaba con Yunho. Él usaría una cuerda hecha con sabanas
para escapar por la ventana.
Drogaría a los guardias, conseguiría un caballo, y Hyun Joong estaría librado...
Jaejoong se movió cuidadosamente para no
despertar al normando. Una vez de pie, fue rápidamente en dirección a la
puerta, cerrándola. Si Karam estaba despierto, los había oído y ahora pensaba
lo peor. Pero él lo dejaría así. La libertad de Hyun Joong era más importante.
Muchas gracias por la actualización 😍😍😍😍😍😍
ResponderEliminarWooo esta historia me fascina :)
Espero que jae no cometa errores para que yunho no sea tan cevero1con el .
eso es todo Jae corre en rescate de tu hermano y si el Karam esta que se lo lleva la chingada pues que se lo lleve y si se imagina que pasaste le noche con Yunho pues bien que se retuerza del coraje mientras tu salvas a tu hermano y se largan de ahí por que en cuanto Yunho despierte ira tras de ustedes corran lejos de su furia
ResponderEliminarGracias
Ojala si logre liberar a su hermano y que hayan porque si no Yunho dijo claramente que si lo traicionada nuevamente iba a recibir el castigo correspondiente.
ResponderEliminarGracias!!! 💗💕💞