Capítulo 20
Dónde comenzaba uno la seducción de su
enemigo?
Jaejoong estaba acostado en su manta, sin
poder dormir, debatiendo ese tema, cuando Yunho y sus hombres volvieron de la partida
de caza. De vez en cuando sus ojos se llenaban de lágrimas y le ardían y su
corazón se hinchaba con dolor. Confiaba
en Yoochun, siempre lo había
hecho. Quería ayudarlo. Estaba siendo un tonto por reaccionar a su
sugestión de ese modo.
Se sentía traicionado.
Y nada haría que se sentimiento amargo
desapareciera.
Los hombres de Yunho eran un grupo
ruidoso, pero Jaejoong intentó ignorarlos cuando ellos entraron,
exigiendo comida y vino. La propia voz
de Yunho podía ser oída, y sonaba muy satisfecha. Jaejoong rodó sobre su
costado para enfrentar a grupo, intentando de hallar el objetivo de sus nuevas ambiciones. Él se estaba
calentando cerca de la chimenea. Yoochun
tenía razón él era guapo. Su cabello brillaba con la luz del
fuego. Karam le dio una copa de vino, que él rápidamente bebió. Entonces él le
dijo algo, y Yunho sonrió, con una de sus infrecuentes sonrisas. Era como un
rayo de sol. Y él giró para mirarlo
directamente.
No podía comenzar en ese momento, era
demasiado pronto. Jaejoong se dio vuelta y se acostó sobre su otro costado, de
espaldas a él. La desesperación lo invadió nuevamente. Desesperación y dolor.
Él no era un seductor. Ni siquiera sabía por dónde
comenzar. No había fallado
miserablemente con la seducción del
primer mensajero real? Aun
antes de la propuesta de Yoochun,
él sabía que el normando lo deseaba, pero ahora estaba lleno de dudas
y de miedo. Y si sólo era un juego? Y la
lujuria y el deseo del normando sólo era
una invención de su imaginación? Y si,
en el último instante, él se sentía repelido como le pasaba a la mayoría de los
otros hombres? Y si él lo rechazaba?
Y tuvo el horrible pensamiento de que si sus planes
tuviesen éxito, si él lo llevase a su cama y lo tomase, él lloraría mientras él
usaba su cuerpo, traicionando de ese modo a sus hermanos.
Su sueño fue inquieto.
Él era el seductor. Él usaba un delgado camisón. Ellos estaban en un
prado, su mirada ardía. Y Jaejoong se
sentía poderoso; se reía y bailaba para él. Girando y girando, levantando la falda para exhibir sus piernas.
Y él lo observaba.
Él se sacó la ropa. Totalmente desnudo, caminó
hacia él. Yunho la esperaba con su mirada caliente. Jaejoong no sentía miedo, y no sentía amargura. Sentía alegría.
Él llegó
muy cerca cuando él comenzó a
reír.
El se reía
y se reía Jaejoong se congeló confundido. Entonces entendió que él se
estaba riendo de él. Él no lo deseaba, y él hacía el papel de idiota.
Ningún hombre lo deseaba. Karam aparecía, también riéndose.
—Brujo —
él chillaba. —Brujo! él es mío!— Karam
abrazaba a Yunho; quien todavía se
estaba riendo. Jaejoong quería desaparecer, morirse. Eso no podía estar
ocurriendo....
— Los brujos son azotados — Yunho dijo.
—Cien azotes, — Karam dijo, burlándose.
Jaejoong intentó implorar
clemencia pero descubrió, para su horror, que no tenía voz. Y entonces
sintió los azotes, el dolor brutal del látigo,
y gritó. Lloró. Oía los insultos de Karam. Yunho todavía
estaba riéndose, porque pensaba que la
situación era graciosa.
Entonces alguien lo sujetaba,
calmándola, los azotes habían terminado.
Era incongruente, no tenía sentido, pero
él sabía que era Yunho.
—Shh, — él decía como un padre con un bebé.
—Shh.
Jaejoong despertó, su rostro todavía mojado
con lágrimas. Todos los hombres estaban despiertos y los perros ladraban. Yació
muy quieto, su corazón latiendo ferozmente. Podía recordar cada detalle vívido del sueño.
Era peor que su peor pesadilla. Se estremeció. Era un idiota. Sólo era un
sueño. Pero había sido tan real.
Fue sólo
un sueño, se dijo a sí mismo
severamente. Y sabes que él te desea. Y
si no lo hiciera, si él te rechaza, ya
has sufrido rechazos antes, no será mucho peor que las otros veces.
No podía demorar lo que era inevitable.
Jaejoong sabía que debería ser sutil, tal
vez hasta resistirse un poco. Debía ser
fuerte y valiente. Se levantó y fue afuera a lavarse la cara, los
brazos y el cuello. Se le ocurrió una idea, debido a la presencia de su
custodio, en ese caso un muchacho muy joven,
llamado Wilfred.
Normalmente, cuando era libre de hacer lo que quería, Jaejoong se lavaba en un codo
del riacho que estaba fuera de la aldea
y protegido en el bosque. Eso no había sido posible desde la posesión del normando de Aelfgar,
pues él le tenía miedo a sus hombres.
Podría implorarle a Yunho que lo dejase tomar
baño sin el guardia. El, por supuesto, se iba a rehusar y él muy sutilmente
podría sugerir que él fuese quien lo acompañase. Jaejoong sintió una
puntada de temor y de excitación. Le ordenaría
que se pusiese de espalda, luego se desnudaría completamente. En un instante, él
estaba seguro, se convertiría en su
amante. Era mejor terminar con eso de una
vez, se dijo a sí miso. Su corazón
latiendo ferozmente. Pasaría un tiempo antes que él confiase lo suficiente
como para comenzar a darle información.
La única cosa que le preocupaba era si su
plan carecía de sutileza. Bien, pronto lo
descubriría.
Pero cuanto antes tendría
que ser más tarde, Jaejoong descubrió
mientras se acercaba a la fortaleza, pues el normando ya estaba montando
con un puñado de sus hombres. Abruptamente se dio vuelta, y Jaejoong se dio
cuenta que él lo estaba mirando
fijamente. Valientemente él le mantuvo la
mirada.
Sus ojos se agrandaron, y sorpresa cruzó su
rostro. Jaejoong mantenía su mirada y
observó un destello de sorpresa que pronto se convirtió en ardor. No
estoy siendo sutil, él logró pensar, y
desvió su mirada.
Él estaba ruborizándose, y pensó escaparse
dentro de la fortaleza. Casi estaba
alcanzando los escalones de entrada cuando él se acercó cabalgando. Jaejoong se sobresaltó y se alejó nerviosamente, pero él movió el garañón más
cerca. Yunho se inclinó hacia abajo, sonriendo cruelmente, con sus ardientes
ojos.
—Una invitación así tiene que ser respondida —
él murmuró.
El corazón se le subió a la garganta.
—No fue
una invitación — él gritó, pero demasiado tarde se dio cuenta que
debería estar pensando, planeando y seduciendo, y definitivamente no negando
sus palabras.
—No?— él sonrió. Su rodilla casi tocaba su
pecho. —Ten cuidado con esas miradas, Jaejoong. Lo que hay entre nosotros no es
ningún juego.
—Yo... yo solamente estaba...— su voz se perdió.
—Si ?— Yunho sonrió abiertamente,
aparentemente divirtiéndose. —Tal vez
estabas admirando mi cuerpo — él
sugirió.
Jaejoong vio su oportunidad y la tomó.
—Sabes — él replicó, sintiendo en control
ahora, —que te miran mucho. Y te gusta eso.
—Me gusta cuando vos me miras — él la corrigió perezosamente. Su rodilla
acarició su pecho. Sus pezones estaban duros y tensos. Jaejoong sintió el color
subiendo a sus mejillas.
—Soy un ser humano, recuerda — él murmuró, —no un brujo.
— No tienes que recordármelo — él dijo con
calma, inclinándose más abajo. Su dedo
tocó sus mejillas. Se deslizó hacia su garganta. Su mirada fue más bajo, evaluando abiertamente su pecho. Jaejoong casi se
sentía estrangulado con una sensación sin nombre, o una sensación
que él se negaba a definir.
Sabía perfectamente bien como sus manos se sentían sobre
su pecho, y se preguntó si él lo
tocaría allí y ahora. Él lo deseaba.
Claro que él no iba a hacer eso, estaban en
público, rodeados por sus hombres. Yunho movió
su caballo hacia atrás, poniendo distancia entre ellos. Su sonrisa era
frustrada ahora, como la de un perro
al que se le negaba un hueso. Su
mirada ahora insolente. Giró
abruptamente en su caballo y con un brazo levantado, ordenó a sus
hombres que lo siguieran. Todos
cruzaron el puente hacia el portón de reja levantado.
Jaejoong dobló sus brazos
sobre su pecho. Lentamente, como la neblina que se levanta, el pensamiento
racional retornó. Él lo deseaba, eso era claro y evidente. Podría llevar
adelante la seducción fácilmente, muy
fácilmente. Por qué, entonces, sentía ese sofoco en el corazón?
Se dio vuelta
para subir los escalones hacia la fortaleza. Fue entonces que vio a Karam en el escalón
superior, mirándolo fijamente. Su rostro estaba
enrojecido y tenso. Karam. Un factor que no había considerado. De hecho, se había olvidado completamente de
él.
* * *
Qué juego era ese? Yunho meditó.
Yunho se inclinó en su silla, su estomago
repleto con el almuerzo, mirando al muchacho de cabello color noche. Durante la
comida él le había lanzado varias miradas. Si no estuviese tan caliente por él
la situación sería divertida. Pero estaba caliente. Incómodamente excitado, su
miembro hinchado y grueso, atrapado en
sus pantalones. Se había acomodado el pantalón varias veces. Por qué, ahora,
después de tanto miedo, resquemor y rabia, Jaejoong estaba intentando ser
tan atrevido?
Qué quería él?
Debería ponerlo a prueba, ver hasta donde él
llegaría?
O él estaba equivocado? Tal vez
no era un juego. Sabía que Jaejoong
luchaba contra la atracción que sentí por él.
Tal vez finalmente, había sucumbiendo a la tentación. Quizás ahora, con el paso del tiempo, él le había
perdonado todas sus transgresiones y
simplemente lo veía como un
hombre. Yunho luchó para no ceder a la emoción que lo invadía. Tenía que ser
cauteloso, precavido y cínico. Pero era imposible no sentirse emocionado.
No se olvidaba de su promesa. Si él continuase provocándolo con sus miradas
medio tímidas, medio audaces, él estaría
perdido. Abandonaría su promesa y
entraría en una relación casi incestuosa.
Yunho apretó su boca severamente.
Desvió su mirada de él, y para distraerse atendió la conversación entre Changmin y Athelstan.
Ellos estaban hablando sobre los escoceses, siempre un problema en esas lejanas
tierras del norte. Siwon podría haber echado al clan de los Campbells en
Cumbria, pero había relatos de correrías de los escoceses en sus propias tierras, cerca de aldea de Eoshire en
la costa. Los Campbells nuevamente, Yunho pensó.
— Unas pocas ovejas hoy, una docena, mañana — Changmin dijo vehementemente. —Pero
ellos no conocen a mi lord. Él los echará al
mar!
Athelstan sonrió ante la pasión de las palabras
de Changmin.
—Los escoceses son mañosos, y los Campbells
mas que todos. Lo mejor es hacer una alianza. Aunque ellos no puedan ser
confiados para que mantengan la paz por mucho tiempo, por lo menos sería una
tregua.
La voz de Karam sorprendió a todos, incluso a
Yunho.
—Quizás... —
él dijo lentamente —si fuese la alianza acertada, el acuerdo no
sería deshecho tan rápidamente.
Yunho estaba divertido.
— Qué sabes de esas cosas?
Él lo contempló lentamente, sus inocentes ojos marrones se abrieron enormemente.
— He vivido en estas duras tierras toda mi vida. Sabes que mi
padre, el antiguo Lord, realmente consideró la idea de casarme con uno de ellos? Con un escocés?— Su tono
era más alto. —Por la paz. Pero
yo le imploré para que
reconsiderase la idea, y lo hizo.
— El matrimonio es el mejor y más adecuado modo
de cimentar relaciones,— Changmin
dijo con entusiasmo.
Yunho se rió.
— Qué
sabes de matrimonios, Changmin?
El
joven se ruborizó.
— Conozco los
hechos, mi lord. No crees que si Siwon
no hubiese cambiado de idea y hubiese casado a su hijo Junsu
con Yoochun de Mercia no habría relaciones armoniosas entre sajones y normandos
ahora?
—Siwon habría sido un completo estúpido en darle a
ese hombre tanto poder — Yunho respondió. —Aunque, según recuerdo, Junsu se atrevió a implorarle que
no cambiase de idea.
—Bien —Karam dijo, —En este
caso los participantes están muy
cerca de nuestra casa. Sabes que el escocés con quien mi padre
negoció me rechazó?
Yunho lo miró, preguntándose
qué estaba preparando su esposo, sin duda él estaba apuntando certeramente a algún objetivo. Caso
contrario él no mencionaría un rechazo, y él nunca antes había demostrado el
menor interés en la política o en
la guerra. Yunho levantó una ceja, mostrando interés.
Karam sonrió, mirándolo directamente a los
ojos, a pesar de la mentira que estaba diciendo.
—Él quería
a Jaejoong — Karam no pudo mantener
la amargura fuera de su tono de voz. —Mi padre ni siquiera lo consideró.
Yunho sonrió; ahora comprendía.
—Piensas, que él todavía podría querer a tu
hermano?— su tono era impasible.
—Si — Karam respondió muy rápidamente.
—Mi lord — Changmin dijo, —con permiso, pero sería una gran movida para
nuestra causa!
Una rabia furiosa lo invadió. Pero todo lo
que dijo fue:
—Tal vez.
Y pensó, soy un idiota. Debería casarlo con un escocés, asegurarme la paz en las
fronteras de mis tierras, y nunca más poner mis ojos en ese brujo nuevamente.
Se imaginó a un gigante escocés pelirrojo tomando a Jaejoong, y supo que no
haría eso.
Karam se sentó nuevamente, bajando su rostro para esconder
su sonrisa. Yunho lo vio. Abruptamente se paró
de su silla y atravesó el salón.
Una mano suave sobre su codo lo
detuvo.
—Mi lord?— Jaejoong preguntó.
Yunho estaba perplejo porque él lo tocaba. Jaejoong
apretaba sus manos ahora, retorciéndolas nerviosamente, intentando encontrar su
mirada y fallando. Oyó la nota de nerviosismo en su voz.
—Deseas hablar una palabra conmigo?— él
preguntó, intentando contenerse.
—Por favor, si. — Él valientemente le lanzó una mirada.
Eso era un juego o no? Yunho se preguntó, y él, que
normalmente era tan determinado,
no pudo decidirlo. Le hizo una seña para que
caminase con él, y salieron afuera.
— Y Bien?
Jaejoong lanzó una mirada detrás de él. Yunho se dio cuenta que él estaba incómodo con la presencia de
Wilfred, su guardia. Comenzaba a entender; de hecho, de repente supo por qué
él se había comportado tan audazmente todo el día. Jaejoong quería que él
suspendiese la vigilancia constante. Yunho sonrió.
—Mi lord, Te imploro un beneficio — él dijo,
confirmando sus sospechas.
Yunho dobló sus brazos y esperó.
—Desde que era un niño — Jaejoong dijo, —hay un lugar donde suelo ir... — él
espió sobre su hombro. —... a tomar
un baño.
Yunho no dijo nada, confundido pero infinitamente
paciente, esperando que él revelase sus intenciones.
—En el
riacho — él continuó. —En un lugar escondido. Pero desde que vos
llegaste, tengo miedo de hacer eso, por tus hombres. Pero estoy muy sucio. Quiero
ir allá, pero cómo puedo hacer eso con
este hombre siguiéndome día e noche? Por favor, líbrame de él por una hora. Qué daño puedo hacer en una
hora?
Yunho se lo imaginó desnudo, con el agua del
riacho hasta sus caderas y su pecho mojado.
—Eres un traidor, Jaejoong — él dijo con
calma. —Tienes lo que te mereces.
Él tragó en seco.
—Si
fuera con él — él señaló Wilfred —Él me violará!
—Ven aquí, Will — Yunho dijo. Cuando el joven
se acercó, él dijo — Jaejoong va a tomar
un baño en el riacho. Debes vigilarlo como siempre, pero le darás la espalda
para no mirarlo. Él tiene diez minutos para bañarse. Si lo tocas,
el castigo es la muerte por mi propia espada— Yunho miró a Jaejoong. — No
tienes nada que temer.
El
rostro de Jaejoong empalideció.
— Estás seguro?— él preguntó.
— Muy seguro — él dijo fríamente — puedes
ordenar un baño en la habitación de
arriba, si así lo deseas.
Sus fosas nasales se hincharon.
—Quiero tomar un baño en el riacho — él dijo
furiosamente. —quiero nadar y
divertirme.
Entonces ahora quería nadar, lo que era algo completamente diferente a
bañarse.
—Diez minutos— Yunho dijo.
Un silencio le sucedió. Él estaba ofuscado, y
él podía verlo. Por qué?
Seriamente dudaba que se tratase de nadar o
bañarse en el riacho. Él planeaba algo más peligroso, o lo estaba poniendo a
prueba, Yunho no estaba seguro cual de las dos cosas. Había dejado que él
enviase a Feldric con sus
hermanos, porque quería ser guiado hasta su escondrijo, localizarlos y poder
capturarlos. Pero estaba determinado a prevenirlo de cometer un acto de traición
nuevamente, a cualquier costo. Pues,
qué castigo tendría que administrar esa vez? Por lo tanto el guardia permanecería.
Jaejoong planeaba ir al riacho para encontrarse con algún sajón traidor? O él
pensó atraerlo y seducirlo con ese supuesto baño? Esa era un ardid para
conseguir que él entrase en una trampa?
— Yo no confío en él — Jaejoong dijo
finalmente, refiriéndose a Wilfred.
Hasta dónde llegaría él? Si verdaderamente
quisiese tomar un baño, desistiría.
—Entonces no nades, ni tomes un baño, o
cualquiera que de las cosas que quieres hacer.
Sorprendentemente, sus
ojos se humedecieron.
—Vos, vos...
no no... quieres...
—No quiero qué?
Realmente había lágrimas en sus pestañas.
Deseó secarlas con la punta de su dedo.
—En
vos... confiaría — él dijo, tan bajo que Yunho pensó que había
escuchado mal.
—Qué?
— En Vos confiaría. — él no lo estaba
mirando, contemplaba sus manos, preocupándose por los dobleces de su
vestido.
Jaejoong quería que él fuese con él al riacho
donde tomaría baño. Sus oídos
realmente estaban escuchando, seducción
o trampa?
—Quieres que yo te vigile mientras te quitas
la ropa y tomas un baño desnudo?
—No… No... quiero decir... si.
Yunho tomó
su mentón en su mano callosa, levantándolo.
—Qué juego es este? — él exigió, incluso
cuando sabía que debería
seguir con ese juego hasta el final.
Debería seguirlo para al riacho. Sus sienes latían visiblemente.
Jaejoong se atrevería a cometer una traición nuevamente?
—Ningún juego, — él lloriqueó encogiéndose.
Yunho lo estaba hiriendo
porque no quería ir con él, no quería observarlo desnudo, no quería tomarlo...
—Piensas seducirme ?— él gruñó, aliviando su
asimiento.
—No… no.
—Me deseas, Jaejoong?— él ronroneó peligrosamente.
—No! Si!
Basta!— Las lágrimas corrieron por sus mejillas.
—Qué es esto?
—Déjame solo, déjame en paz!— él gritó.
Yunho lo soltó. Su corazón estaba
latiendo ferozmente. Jaejoong estaba
planeando algo, dudaba que él
simplemente lo deseara, sabía que no podía ser tan afortunado. Yunho estaba
furioso. Enfurecido por su invitación y
por su probable motivación.
—Ve — él
dijo sofocadamente. —Ve ahora mismo. Will será tu guardia. Tomes tu baño
o no, No me importa. — Él se alejó más tarde descubriría en que andaba Jaejoong.
No lo seguiría para meterse en una
trampa y caer en una nueva traición.
Jaejoong intentó no llorar, porque Will estaba a sólo a unos metros detrás de él.
Debajo de la sombra de un manzano en
el huerto, recuperó su compostura. El
plan había sido terriblemente malo, y él
era el peor seductor del mundo. Estaba humillado. Estaba herido. Y... si él verdaderamente lo deseaba, por qué
no había aceptado ir con él?
Era un día caluroso y opresivo. Jaejoong miró
el sol. Una bola de fuego. Odiaba al normando. Odiaba a Yoochun. Le había fallado y
se odiaba por eso.
Iría a nadar, decidió abruptamente. Tenía calor y estaba enojado. Ahora no que no
tendría que seducir, podría disfrutar, y
si el guardia se atrevía a mirarlo, lo mataría con la piedra más grande que
pudiese encontrar. Jaejoong se levantó y marchó atravesando el huerto. Se detuvo muy abruptamente y giró hacia él.
—Estoy yendo a nadar —
él le gritó. —Y no por diez
minutos, sino todo el maldito día. Si
intentas tocarme, te maldeciré a vos, a
tu madre, tu padre y tus hermanos, te daré la viruela y morirás!
El guardia retrocedió empalideciendo.
Era bueno gritar, pero ahora tenía vergüenza
de haber desquitado su rabia con un pobre
soldado. Jaejoong caminó ignorándolo. Fingiría que no estaba presente.
Él no iba a arruinarle el día e iba a fingiría
que era verdaderamente libre.
Y no pensaría en cómo había fallado.
Jajaja jae es un muy muy malo seductor 😂
ResponderEliminarYunho va a explotar :#
Muchqs gracias por todos los capítulos ❤
pobre Jae le falta experiencia pero ya caerá el Yunho no puede resistir mucho o ira corriendo al ver que no regresa y quizás ahí termine de enloquecer por Jae
ResponderEliminarGracias
Si que se tarde para que Yunho vaya a cerciorarse que pasa y lo vea. 😀 😀 😀, pobre guardia lo asustó con la posible maldición. Ya caerá Yunho ante la belleza de Jae.
ResponderEliminarGracias!!! 💗💕💞