miércoles, 24 de mayo de 2017

El Conquistador: Capítulo 20

Capítulo 20

Dónde comenzaba uno la seducción de su enemigo?
Jaejoong estaba acostado en su manta, sin poder dormir, debatiendo ese tema, cuando Yunho y sus hombres volvieron de la partida de caza. De vez en cuando sus ojos se llenaban de lágrimas y le ardían y su corazón se hinchaba con dolor. Confiaba  en Yoochun,   siempre lo había hecho.  Quería ayudarlo.  Estaba siendo un tonto por reaccionar a su sugestión de ese modo.
Se sentía traicionado.
Y nada haría que se sentimiento amargo desapareciera.
Los hombres de Yunho eran un  grupo  ruidoso, pero Jaejoong intentó ignorarlos cuando ellos entraron, exigiendo comida y vino. La  propia voz de Yunho podía ser oída, y  sonaba   muy satisfecha. Jaejoong rodó sobre su costado para enfrentar a grupo, intentando de hallar el objetivo de sus  nuevas ambiciones. Él se estaba calentando  cerca de la chimenea. Yoochun tenía razón  él era  guapo. Su cabello brillaba con la luz del fuego. Karam le dio una copa de vino, que él rápidamente bebió. Entonces él le dijo algo, y Yunho sonrió, con una de sus infrecuentes sonrisas. Era como un rayo de sol. Y él giró para mirarlo  directamente.
No podía comenzar en ese momento, era demasiado pronto. Jaejoong se dio vuelta y se acostó sobre su otro costado, de espaldas a él.  La desesperación  lo invadió nuevamente. Desesperación y dolor.
Él no era un seductor. Ni siquiera sabía por dónde comenzar. No había fallado  miserablemente con la seducción del  primer  mensajero real?  Aun  antes de la propuesta de Yoochun,  él sabía  que el normando  lo deseaba, pero ahora estaba lleno de dudas y de  miedo. Y si sólo era un juego? Y la lujuria y el deseo del normando  sólo era una invención de su imaginación?  Y si, en el último instante, él se sentía repelido como le pasaba a la mayoría de los otros hombres? Y si él lo rechazaba?
Y tuvo el horrible pensamiento de que si sus planes tuviesen éxito, si él lo llevase a su cama y lo tomase, él lloraría mientras él usaba su cuerpo, traicionando de ese modo a sus hermanos.
Su sueño fue inquieto.
Él era el seductor. Él usaba  un delgado camisón. Ellos estaban en un prado, su mirada  ardía. Y Jaejoong se sentía poderoso; se reía y bailaba para él. Girando y girando,  levantando la falda para exhibir sus piernas. Y él lo observaba.
Él se sacó la ropa. Totalmente desnudo, caminó hacia él.  Yunho la  esperaba con su mirada  caliente. Jaejoong no sentía  miedo, y no sentía amargura. Sentía  alegría.
Él llegó  muy cerca  cuando él comenzó a reír.
El se reía  y se reía Jaejoong se congeló confundido. Entonces entendió que él se estaba riendo de él.  Él  no lo deseaba, y él hacía el papel de idiota. Ningún hombre lo deseaba.  Karam aparecía,  también riéndose.
—Brujo —  él chillaba. —Brujo! él es  mío!— Karam abrazaba a Yunho; quien todavía se  estaba riendo. Jaejoong quería desaparecer, morirse. Eso no podía estar ocurriendo....
— Los brujos son azotados — Yunho dijo.
—Cien azotes, — Karam dijo, burlándose.
Jaejoong intentó  implorar  clemencia  pero descubrió,  para su horror, que no tenía voz. Y  entonces  sintió  los azotes, el  dolor brutal del  látigo,  y gritó.  Lloró.  Oía los insultos de Karam. Yunho todavía estaba  riéndose, porque pensaba que la situación era graciosa.
Entonces alguien lo sujetaba, calmándola,  los azotes habían terminado. Era incongruente, no tenía sentido,  pero él sabía  que era Yunho.
—Shh, — él decía como un padre con un bebé. —Shh.
Jaejoong despertó, su rostro todavía mojado con lágrimas. Todos los hombres estaban despiertos y  los perros ladraban.  Yació  muy quieto, su corazón latiendo ferozmente.  Podía recordar cada detalle vívido del sueño. Era peor que su peor pesadilla. Se estremeció. Era un idiota. Sólo era un sueño. Pero había sido tan real.
Fue  sólo un sueño,  se dijo a sí mismo severamente. Y  sabes que él te desea. Y si no lo   hiciera, si él te rechaza, ya has sufrido rechazos antes, no será mucho peor que las otros  veces.
No podía demorar lo que era inevitable.
Jaejoong sabía que debería ser sutil, tal vez  hasta resistirse un poco. Debía ser fuerte y  valiente.  Se levantó y fue afuera a lavarse la cara, los brazos y el cuello. Se le ocurrió una idea, debido a la presencia de su custodio, en ese caso un muchacho muy joven,  llamado Wilfred.
Normalmente, cuando era libre de hacer  lo que quería, Jaejoong se lavaba en un codo del  riacho que estaba fuera de la aldea y protegido en el bosque. Eso no había sido posible  desde la posesión del normando de Aelfgar, pues él le tenía miedo a sus  hombres. Podría  implorarle a Yunho que lo dejase tomar baño sin el guardia. El, por supuesto, se iba a rehusar y él muy sutilmente podría sugerir que él fuese quien lo acompañase. Jaejoong sintió una puntada  de temor y de excitación. Le ordenaría que se pusiese de espalda, luego se desnudaría completamente. En un instante, él estaba seguro,  se convertiría en su amante. Era mejor  terminar con eso  de  una vez,  se dijo a sí miso. Su corazón latiendo  ferozmente. Pasaría un  tiempo antes que él confiase lo suficiente como para comenzar a darle información.
La única cosa que le preocupaba era si su plan carecía de sutileza. Bien, pronto lo  descubriría.
Pero cuanto antes  tendría  que ser más tarde, Jaejoong descubrió  mientras se acercaba a la fortaleza, pues el normando ya estaba montando con un puñado de sus hombres. Abruptamente se dio vuelta, y Jaejoong se dio cuenta que él  lo estaba mirando fijamente. Valientemente él le mantuvo la  mirada.
Sus ojos se agrandaron, y sorpresa cruzó su rostro. Jaejoong mantenía su mirada y  observó  un destello de  sorpresa que pronto se convirtió en ardor. No estoy siendo sutil,  él logró pensar, y desvió su mirada.
Él estaba ruborizándose, y pensó escaparse dentro de la fortaleza.  Casi estaba alcanzando los escalones de entrada cuando él se acercó  cabalgando. Jaejoong se sobresaltó y se alejó  nerviosamente, pero él movió el garañón más cerca. Yunho se inclinó hacia abajo, sonriendo cruelmente, con sus ardientes ojos.
—Una invitación así tiene que ser respondida — él murmuró.
El corazón se le subió a la garganta.
—No fue  una invitación — él  gritó,  pero demasiado tarde se dio cuenta que debería estar pensando, planeando y seduciendo, y definitivamente no negando sus palabras.
—No?— él sonrió. Su rodilla casi tocaba su pecho. —Ten cuidado con esas miradas, Jaejoong. Lo que hay entre nosotros no es ningún juego.
—Yo... yo solamente estaba...—  su voz se perdió.
—Si ?— Yunho sonrió abiertamente, aparentemente divirtiéndose. —Tal vez  estabas  admirando mi cuerpo — él sugirió.
Jaejoong vio su oportunidad  y la tomó.
—Sabes — él replicó, sintiendo en control ahora, —que te miran mucho. Y te gusta eso.
—Me gusta cuando vos me miras — él  la corrigió perezosamente. Su rodilla acarició su pecho. Sus pezones estaban duros y tensos. Jaejoong sintió el color subiendo a sus mejillas.
—Soy un ser humano, recuerda —  él murmuró, —no un  brujo.
— No tienes que recordármelo — él dijo con calma, inclinándose más  abajo. Su dedo tocó sus mejillas. Se deslizó hacia su garganta. Su mirada fue más bajo, evaluando  abiertamente su pecho. Jaejoong casi se sentía estrangulado con una sensación sin nombre, o  una sensación  que él se  negaba  a definir.  Sabía  perfectamente  bien como sus manos se sentían  sobre  su  pecho, y se preguntó si él lo tocaría allí y ahora. Él lo deseaba.
Claro que él no iba a hacer eso, estaban en público, rodeados por sus hombres. Yunho movió  su caballo hacia atrás, poniendo distancia entre ellos. Su sonrisa era frustrada  ahora, como la de un  perro  al que se le negaba un  hueso. Su mirada ahora insolente.   Giró abruptamente en su caballo  y  con un brazo levantado,  ordenó a sus  hombres que lo  siguieran. Todos cruzaron el puente hacia el portón de reja levantado.
Jaejoong dobló sus  brazos  sobre su pecho. Lentamente, como la neblina que se levanta, el pensamiento racional retornó. Él lo deseaba, eso era claro y evidente. Podría llevar adelante la seducción fácilmente,  muy fácilmente. Por qué, entonces, sentía ese sofoco en el corazón?
Se dio vuelta  para subir los escalones hacia la fortaleza. Fue  entonces que vio a Karam en el escalón superior, mirándolo fijamente. Su rostro estaba  enrojecido y tenso. Karam. Un factor que no había considerado.  De hecho, se había olvidado completamente de él.
* * *
Qué juego era ese? Yunho meditó.
Yunho se inclinó en su silla, su estomago repleto con el almuerzo, mirando al muchacho de cabello color noche. Durante la comida él le había lanzado varias miradas. Si no estuviese tan caliente por él la situación sería divertida. Pero estaba caliente. Incómodamente excitado, su miembro  hinchado y grueso, atrapado en sus pantalones. Se había acomodado el pantalón varias veces. Por qué, ahora, después de tanto miedo, resquemor y rabia, Jaejoong estaba intentando ser tan  atrevido?
Qué quería él?
Debería ponerlo a prueba, ver hasta donde él llegaría?
O él estaba equivocado?  Tal vez  no era un juego.  Sabía que Jaejoong luchaba contra la atracción que sentí por él.  Tal vez  finalmente, había  sucumbiendo a la tentación. Quizás  ahora, con el paso del tiempo, él le había perdonado todas sus transgresiones y  simplemente lo veía  como un hombre. Yunho luchó para no ceder a la emoción que lo invadía. Tenía que ser cauteloso, precavido y cínico. Pero era imposible no sentirse emocionado.
No se olvidaba de su promesa. Si  él continuase provocándolo con sus miradas medio tímidas, medio audaces, él estaría  perdido. Abandonaría  su promesa y entraría en una  relación casi incestuosa. Yunho apretó su boca severamente.
Desvió su mirada de él, y para distraerse  atendió la conversación entre Changmin y Athelstan. Ellos estaban hablando sobre los escoceses, siempre un problema en esas lejanas tierras del norte. Siwon podría haber echado al clan de los Campbells en Cumbria, pero había  relatos  de correrías de los escoceses en sus  propias tierras, cerca de aldea de Eoshire en la costa. Los Campbells nuevamente, Yunho pensó.
— Unas pocas ovejas hoy, una docena,  mañana — Changmin dijo vehementemente. —Pero ellos no conocen a mi lord. Él los echará al  mar!
Athelstan sonrió ante la pasión de las palabras de Changmin.
—Los escoceses son mañosos, y los Campbells mas que todos. Lo mejor es hacer una alianza. Aunque ellos no puedan ser confiados para que mantengan la paz por mucho tiempo, por lo menos sería una tregua.
La voz de Karam sorprendió a todos,  incluso a  Yunho.
—Quizás... —  él dijo lentamente —si fuese la alianza acertada, el acuerdo no sería  deshecho tan rápidamente.
Yunho estaba divertido.
— Qué sabes de esas cosas?
Él lo contempló lentamente, sus  inocentes ojos marrones se abrieron enormemente.
— He vivido en estas  duras tierras toda mi vida. Sabes que mi padre, el antiguo Lord, realmente consideró la idea de casarme con  uno de ellos? Con un escocés?—   Su tono  era más alto. —Por la  paz. Pero yo le  imploré  para que  reconsiderase la idea, y lo hizo.
— El matrimonio es el  mejor y más adecuado  modo  de  cimentar relaciones,— Changmin dijo con entusiasmo.
Yunho se rió.
— Qué  sabes  de matrimonios, Changmin?
El  joven se ruborizó. 
— Conozco los  hechos, mi lord.  No crees que si Siwon no  hubiese  cambiado de idea y hubiese casado a su hijo Junsu con Yoochun de Mercia no habría relaciones armoniosas entre sajones y normandos ahora?
—Siwon habría sido  un completo estúpido en  darle a  ese hombre tanto poder — Yunho respondió. —Aunque, según  recuerdo, Junsu se atrevió a implorarle que no cambiase de idea.
—Bien —Karam dijo,  —En este  caso los participantes  están  muy  cerca  de nuestra  casa. Sabes que el escocés con quien mi padre negoció me rechazó?
Yunho lo miró,  preguntándose  qué estaba preparando su esposo, sin duda él estaba  apuntando certeramente a algún objetivo. Caso contrario él no mencionaría un rechazo, y él nunca antes había demostrado  el  menor  interés en la política o en la guerra. Yunho levantó una ceja, mostrando interés.
Karam sonrió, mirándolo directamente a los ojos, a pesar de la mentira que estaba diciendo.
—Él quería  a Jaejoong —   Karam no pudo  mantener  la amargura fuera de su tono de voz. —Mi padre ni siquiera lo consideró.
Yunho sonrió; ahora  comprendía.
—Piensas, que él todavía podría querer a tu hermano?— su tono era impasible.
—Si — Karam respondió muy rápidamente.
—Mi lord — Changmin dijo,  —con permiso, pero sería una gran movida para nuestra  causa!
Una rabia furiosa lo invadió. Pero todo lo que dijo fue:
—Tal vez.
Y pensó, soy un idiota. Debería casarlo  con un escocés, asegurarme la paz en las fronteras de mis tierras, y nunca más poner mis ojos en ese brujo nuevamente. Se imaginó a un gigante escocés pelirrojo tomando a Jaejoong, y supo que no haría eso.
Karam se sentó  nuevamente, bajando su rostro para esconder su sonrisa. Yunho lo vio. Abruptamente se paró  de su silla  y atravesó  el salón.  Una mano suave sobre su codo lo   detuvo. 
—Mi lord?— Jaejoong preguntó.
Yunho estaba perplejo porque él lo tocaba. Jaejoong apretaba sus manos ahora, retorciéndolas nerviosamente, intentando encontrar su mirada  y fallando.  Oyó la nota de nerviosismo en su voz.
—Deseas hablar una palabra conmigo?— él preguntó, intentando contenerse.
—Por favor, si. —  Él valientemente le lanzó una mirada.
Eso era un juego o no?  Yunho se preguntó, y  él, que  normalmente era  tan determinado, no pudo decidirlo. Le hizo una seña para que  caminase con él, y salieron afuera.
— Y Bien?
Jaejoong lanzó una mirada detrás de él.  Yunho se dio cuenta  que él estaba incómodo con la presencia de Wilfred, su guardia.  Comenzaba  a entender; de hecho, de repente supo por qué él se había comportado tan audazmente todo el día. Jaejoong quería que él suspendiese la vigilancia constante. Yunho sonrió.
—Mi lord, Te imploro un beneficio — él dijo, confirmando sus sospechas.
Yunho dobló sus brazos y esperó.
—Desde que era un  niño — Jaejoong dijo,  —hay un lugar donde suelo ir... — él espió  sobre su hombro. —... a tomar un  baño.
Yunho no dijo nada, confundido pero infinitamente paciente, esperando que él revelase sus intenciones.
—En el  riacho — él continuó. —En un lugar escondido. Pero desde que vos llegaste,  tengo miedo de hacer eso,  por tus hombres. Pero estoy muy sucio. Quiero ir allá, pero  cómo puedo hacer eso con este hombre  siguiéndome  día e noche? Por favor, líbrame de él  por una hora. Qué daño puedo hacer en una hora?
Yunho se lo imaginó desnudo, con el agua del riacho hasta sus caderas y su pecho mojado.
—Eres un traidor, Jaejoong — él dijo con calma.  —Tienes lo que te mereces.
Él tragó en seco.
—Si  fuera con él — él señaló Wilfred —Él me violará!
—Ven aquí, Will — Yunho dijo. Cuando el joven se acercó, él dijo — Jaejoong va a tomar  un baño en el riacho. Debes vigilarlo como siempre, pero le darás la espalda para no  mirarlo. Él  tiene diez minutos para bañarse. Si lo tocas, el castigo es la muerte por mi propia espada— Yunho miró a Jaejoong. — No tienes nada que  temer.
 El rostro de Jaejoong empalideció.
— Estás seguro?— él preguntó.
— Muy seguro — él dijo fríamente — puedes ordenar un baño en la habitación  de arriba, si así lo deseas.
Sus fosas nasales se hincharon.
—Quiero tomar un baño en el riacho — él dijo furiosamente. —quiero nadar y  divertirme.
Entonces ahora quería nadar,  lo que era algo completamente diferente a bañarse.
—Diez minutos— Yunho dijo.
Un silencio le sucedió. Él estaba ofuscado, y él podía verlo. Por qué?
Seriamente dudaba que se tratase de nadar o bañarse en el riacho. Él planeaba algo más peligroso, o lo estaba poniendo a prueba, Yunho no estaba seguro cual de las dos cosas. Había dejado que él enviase a  Feldric con  sus  hermanos, porque quería ser guiado hasta su escondrijo, localizarlos y poder capturarlos. Pero estaba determinado a prevenirlo de cometer un acto de  traición  nuevamente, a cualquier costo. Pues,  qué castigo  tendría que  administrar esa vez? Por lo tanto el guardia permanecería. Jaejoong planeaba ir al riacho para encontrarse con algún sajón traidor? O él pensó atraerlo y seducirlo con ese supuesto baño? Esa era un ardid para conseguir que él entrase en una trampa?
— Yo no confío en él — Jaejoong dijo finalmente, refiriéndose a Wilfred.
Hasta dónde llegaría él? Si verdaderamente quisiese tomar un baño, desistiría.
—Entonces no nades, ni tomes un baño, o cualquiera que de las cosas que quieres hacer.
Sorprendentemente,  sus  ojos se humedecieron. 
—Vos, vos...  no no...  quieres...
—No quiero qué?
Realmente había lágrimas en sus pestañas. Deseó secarlas con la punta de su dedo.
—En  vos...  confiaría —  él dijo, tan bajo que Yunho pensó que había escuchado mal.
—Qué?
— En Vos confiaría. — él no lo estaba mirando, contemplaba  sus  manos, preocupándose por los dobleces de su vestido.
Jaejoong quería que él fuese con él al  riacho  donde  tomaría baño. Sus oídos realmente estaban escuchando,  seducción o trampa?
—Quieres que yo te vigile mientras te quitas la ropa y tomas un baño desnudo?
—No… No... quiero decir...   si.
Yunho tomó  su mentón en su mano callosa, levantándolo.
—Qué juego es este? — él exigió, incluso cuando  sabía que  debería  seguir con ese juego  hasta el final. Debería seguirlo  para al  riacho. Sus sienes latían visiblemente. Jaejoong se atrevería a cometer una traición nuevamente?
—Ningún juego, — él lloriqueó  encogiéndose.
Yunho lo estaba  hiriendo  porque  no quería ir con él,  no quería observarlo desnudo, no  quería tomarlo...
—Piensas seducirme ?— él gruñó, aliviando su asimiento.
—No… no.
—Me deseas, Jaejoong?— él ronroneó peligrosamente.
—No! Si!  Basta!— Las lágrimas corrieron por sus mejillas.
—Qué es esto?
—Déjame solo, déjame en paz!— él gritó.
Yunho lo soltó. Su corazón estaba latiendo  ferozmente. Jaejoong estaba planeando algo,  dudaba que él simplemente lo deseara, sabía que no podía ser tan afortunado. Yunho estaba furioso. Enfurecido  por su invitación y por su probable motivación.
—Ve — él  dijo sofocadamente. —Ve ahora mismo. Will será tu guardia. Tomes tu baño o no, No me importa. — Él se alejó más tarde descubriría en que andaba Jaejoong. No lo  seguiría para meterse en una trampa y caer en una nueva traición.
Jaejoong intentó no llorar, porque  Will estaba a sólo a unos metros detrás de él. Debajo de la sombra de un  manzano en el  huerto, recuperó su compostura. El plan había sido  terriblemente malo, y él era el peor seductor del mundo. Estaba humillado.  Estaba herido.  Y... si él verdaderamente lo deseaba, por qué no había aceptado ir con él?
Era un día caluroso y opresivo. Jaejoong miró el sol. Una bola de fuego. Odiaba al  normando. Odiaba a Yoochun. Le había fallado y se odiaba por eso.
Iría a nadar, decidió abruptamente.  Tenía calor y estaba enojado. Ahora no que no tendría  que seducir, podría disfrutar, y si el guardia se atrevía a  mirarlo,  lo mataría con la piedra más grande que pudiese encontrar. Jaejoong se levantó y marchó atravesando el huerto.  Se detuvo muy abruptamente y giró hacia él.
—Estoy yendo a  nadar —  él le  gritó. —Y no por diez minutos, sino todo el maldito día.  Si intentas tocarme, te maldeciré  a vos, a tu madre, tu padre y tus hermanos, te daré la viruela y morirás!
El guardia retrocedió empalideciendo.
Era bueno gritar, pero ahora tenía vergüenza de haber desquitado su rabia con un pobre  soldado. Jaejoong caminó ignorándolo. Fingiría que no estaba presente. Él no iba a  arruinarle el día e iba a fingiría que era verdaderamente libre.

Y no pensaría en cómo había fallado.

3 comentarios:

  1. Jajaja jae es un muy muy malo seductor 😂
    Yunho va a explotar :#
    Muchqs gracias por todos los capítulos ❤

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  2. pobre Jae le falta experiencia pero ya caerá el Yunho no puede resistir mucho o ira corriendo al ver que no regresa y quizás ahí termine de enloquecer por Jae
    Gracias

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  3. Si que se tarde para que Yunho vaya a cerciorarse que pasa y lo vea. 😀 😀 😀, pobre guardia lo asustó con la posible maldición. Ya caerá Yunho ante la belleza de Jae.

    Gracias!!! 💗💕💞

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