Capítulo 12
No podía creer lo que
estaba viendo, pero aún menos porque sabía que estaba en un sueño. Aunque era
consciente de todo su cuerpo, este no respondía a sus órdenes. Se movía
apresuradamente por las trincheras disparando y saltando sobre los cuerpos de
los soldados caídos. Llegó a la entrada de uno de los bunkers, justo cuando la
puerta se estaba cerrando.
Arrojó una granada al
interior que no sólo mató a varios soldados, sino que además deformó la puerta impidiendo
así que pudiera ser cerrada. Revisó su arma, comprobó el cargador para
asegurarse de no quedarse sin munición en mitad de un tiroteo y corrió hacia el
interior.
Varios soldados habían
montado una ametralladora y se disponían a cargar la munición, cuando Yunho los
abatió. Continuó su ascensión por las escaleras, que suponía conducían a las
torretas desde las cuales los cañones del ochenta y ocho intentaban
desesperadamente detener el avance aliado.
Yunho subió las
escaleras, varios soldados y un oficial se giraron hacia él. Las balas surcaron
la estancia, destrozando los cuerpos de los soldados alemanes. Introdujo varias
granadas en el interior de los cañones y bajó las escaleras. El bunker tembló,
unos cuantos cañones dejarían de segar vidas ese día.
Fuera del bunker una
avanzadilla nazi intentaba recuperar la sección de la trinchera en la que él se
encontraba. Yunho estaba despierto dentro de su mente, pero era como estar
poseído, desde dentro veía todo lo que ocurría pero no podía controlar sus acciones.
Dejó caer la
ametralladora al suelo, desenganchó la trincha con los cargadores y las arrojó
contra unos sacos de arena de la trinchera, no podía entender lo que estaba
haciendo. Sus ojos le quemaban, era como si estuvieran ardiendo. Sus uñas crecieron
hasta convertirse en unas garras de unos quince centímetros.
Los soldados nazis que
avanzaban en su dirección, no tardaron en abrir fuego, pero las balas no le
hacían daño, su cuerpo se regeneraba casi instantáneamente Cuando los soldados
estaban a su alcance, contemplaron con horror a Yunho. No tuvieron tiempo de
mucho más. Yunho saltó sobre ellos como una bestia salvaje sedienta de sangre.
Atravesó el pecho con sus garras, dio un brinco hacia delante y con sus garras
ensangrentadas decapitó a un oficial. Dos soldados abrieron fuego con sus
fusiles. Yunho apartó las armas de los sorprendidos soldados y los ensartó con
sus garras desde el estómago hasta lo más hondo de sus entrañas.
Yunho despertó
horrorizado, no podía creer ni entender lo que le había pasado. Jaejoong acarició
su espalda y Yunho lo miró, estaba aún aturdido no reconocía donde se
encontraba.
– ¿Dónde estoy? – Preguntó.
– En uno de tus pisos.
Tú apartamento ya no era seguro.
Yunho se frotó la cara
y caminó hacia el cuarto de baño. Entró y abrió el grifo del agua fría. Pero el
traje anulaba la sensación de frío. Dio un puñetazo a la pared y rompió varios
azulejos. Jaejoong que lo había seguido en silencio, lo observaba.
– ¿Qué pasa no me has
visto ya desnudo durante toda la noche? ¿Tienes que seguir espiándome?
– No seas tan creído
No tienes nada que no haya visto antes. – Respondió cortante Jaejoong. – Veo
que has hecho reforma en el baño. – Dijo Jaejoong señalándole los azulejos
destrozados.
– Es el traje. No
siento nada, ni frío, ni calor. Empiezo a volverme insensible a todo.
– ¿A todo? – Jaejoong se
quitó la ropa, dejando a la vista su espectacular cuerpo.
– Creo que aún
conservo algo de sensibilidad ahí abajo. – Respondió Yunho. –Desde luego si es
una broma tuya, paso. No estoy para jueguecitos.
Jaejoong se acercó a
él lo besó primero en la boca, luego en el cuello y fue bajando por su pecho,
mientras su lengua jugaba y saboreaba todo su cuerpo. Yunho se estremecía. Jaejoong
bajo más y más hasta que su boca se encontró con la zona más sensible de él. Yunho
no podía más, ahora le tocaba a él dominar. Lo cogió en brazos y lo llevó a la
cama. Empezó por sus tobillos con largos y apasionados besos, fue subiendo por
sus muslos hasta llegar a su estómago. Jaejoong acariciaba la cabeza de Yunho,
mientras él seguía subiendo hasta su pecho. Nunca creyó que un humano pudiera
llenarlo de tanto deseo, empezaba a impacientarse, quería más. Yunho besó y
lamió su pecho, cada vez más excitado. Jaejoong lo giró y se colocó encima.
Acarició el pecho de Yunho mientras, sentía como sus cuerpos se unían en lo más
íntimo. Rítmicamente Jaejoong se fue moviendo sin prisa, torturando de aquella
manera tan placentera al que ya consideraba su amante. Se dejó caer sobre él
sin dejar de moverse, los besos se hicieron más intensos y provocadores. Yunho
lo agarró de la cintura para sentir más íntima su unión, hasta que el clímax
llegó y los dos quedaron exhaustos mirándose a los ojos.
* * *
En el sótano del club
Straush se había encerrado en un despacho. Yoochun jugaba a un videojuego con
Junsu y Karsacry golpeaba un saco de boxeo.
– ¿Cuando vamos a
regresar a la mansión? – Preguntó Karsacry.
– La mansión es
historia. Ahora debemos concentrar los clanes y empezar a buscar la guarida de
los oscuros. – Respondió Yoochun.
– Esos malditos
oscuros, me pillaron por sorpresa, pero estoy deseando volver a toparme con
ellos y arrancar un par de cabezas. – Dijo Junsu malhumorado al recordar las
heridas que aquellos seres le habían provocado. Necesitaba vengarse.
Straush examinó los
mapas, hizo una búsqueda exhaustiva por internet. Eran demasiados los posibles
lugares donde una colmena podría instalarse. Aquella tarde los bastiones de los
clanes a su mando, vendrían al Club y él debería tener un plan de acción
aceptable.
Marcó varios posibles
objetivos, una fábrica de acero abandonada, una antigua red de silos de carbón
y el antiguo recorrido del metro. No le gustaba la idea pero debía organizar
patrullas que recorrieran la ciudad.
Muchos de sus hombres
no regresarían con vida, pero no había alternativa. Si la colmena no era
destruida, pronto su número se multiplicaría y resultaría imposible contener su
avance.
Eso supondría la
aniquilación de los humanos, pero eso no pasaría mientras él estuviera al
mando.
Recordó las batallas
en las que participó desde la antigua Roma hasta Vietnam Su experiencia militar
era inigualable, ya acabó una vez con los oscuros y ahora volvería a vencer,
costara lo que costara.
* * *
Yunho abrazó a Jaejoong,
lo besó y sintió el placer de ser correspondido.
– ¿Qué estamos
haciendo? – Preguntó Yunho.
– Disfrutar el
momento. – Respondió Jaejoong.
– ¿Eres consciente de
que si seguimos adelante, me veras envejecer e incluso morir?
Jaejoong lo besó.
– Dejemos las penas
para más adelante, de todos modos en estos momentos da igual que seas humano o
vampiro. Si los oscuros se imponen, todos moriremos.
Yunho lo atrajo contra
su pecho y acarició su pelo. Sabía que debajo de toda esa capa de bordería y
amenazas, había un corazoncito.
– Pero me temo que te
has equivocado conmigo. No soy como ese que te salvó de pequeño. Tal vez
tuviera mi físico pero no mi personalidad. Siempre he tratado a las mujeres y
hombres como trofeos, soy egoísta y despreciable me mires por donde me mires.
– No fuiste egoísta con Junsu.
– Él me cae bien, eso
es todo.
– Me tenías muy
preocupado, creí que te morías. – Dijo Jaejoong.
– ¿A qué te refieres?
– Te desmayaste y se
te quedaron los ojos en blanco. Por más que intenté reanimarte me fue
imposible.
Yunho se quedó
pensativo, recordaba haber perdido el conocimiento. Debía ser algún efecto
secundario del traje, tendría que hablar con Tony.
– No te preocupes.
Debe ser que mi cuerpo se está adaptando al traje.
Jaejoong lo miró, no
tenía claro si se estaba enamorando o sólo era deseo reprimido durante siglos,
pero sentía la necesidad de estar con él.
Yunho pensó en su
extraño sueño. Era como revivir un recuerdo, pero sintiendo todas las
emociones, sensaciones y demás experiencias acaecidas en aquel momento. Fue tan
real, tan vívido y tan desagradable.
* * *
Lejos de allí los oscuros se arremolinaban en la vieja estación de
metro, esperando a su bastión. Debía haber cientos de ellos. Se escuchó un
golpe de callado en el suelo y todos se arrodillaron. Una figura cubierta por
una túnica negra con capucha, se acercó por un angosto pasadizo. Salió a lo que
en otros tiempos fue un apeadero y contempló a su creciente ejército.
Al fin :)
ResponderEliminarNo entiendo el extraño sueño de yunho hmmmm
Los dos deben vivir o morir pero juntos :( los dos tienen miedo :(
Muchas gracias seguire leyendo ❤
solo espero que Jae y Yunho siempre estén juntos y que Yunho sea eterno como el Jae así no morirá y seguirá con Jae por siempre
ResponderEliminarGracias
Tengo la duda, si Yunho lo convirtiera Jae en vampiro y con los atributos que le dio el experimento, se convertiría en un super vampiro y viviría eternamente? Quien será ese vampiro malo? 😱😨😱
ResponderEliminarGracias!!! 💗💕💞