lunes, 17 de abril de 2017

El Conquistador: Capítulo 7


Capítulo 7


Yunho estaba rígido por la furia contenida.

Ese brujo le había mentido. Lo había engañado. Él no era Karam, no era su prometido.  Él pagaría muy caro por su engaño.

Y él tenía que casarse con otro.

—Mi lord? Su baño se enfría.

Yunho había estado frunciendo el ceño, casi gruñendo, mirando la tina delante de la  chimenea realmente sin verla. Él estaba en la habitación del Lord, que había sido preparada apresuradamente para él. Ahora, ante el sonido de la voz vacilante de su prometido, él levantó la mirada. Por primera vez, lo estudió.

Karam era  bonito, pero  él era un hecho difícil  de discernir después de haber estado en presencia de su hermano ese último día. Él era  muy pálido, su piel muy blanca en contraste  con su oscuro cabello.  Él era  menudo y  delicado, con ninguna de las curvas   de Jaejoong.  No podía compararse a su hermano,  y Yunho reconoció profundamente que Karam era una decepción.

También  sabía,  que  si nunca hubiese conocido al brujo, él estaría satisfecho con Karam. Pero ese no era el caso ahora.

Karam sonrió temblorosamente.

—Mi lord? Estás muy callado. Tal vez  un poco de cerveza animaría tu alma.

—Por qué no preguntas por tus  hermanos?

Karam vaciló.

—Tu llegada me ha nublado completamente la mente. —  él se rió nerviosamente.

—Te resistirás a este matrimonio?

—Oh, no!—  él estaba claramente complacido con él como futuro marido.

—Me hallas de tu gusto?

Él se ruborizó.

—Estaba necesitando un marido, mi lord. Mi prometido murió  poco después de Hastings, Y en los últimos años, con todas las rebeliones, Yoochun no tuvo tiempo para arreglarme otro matrimonio. Me estoy poniendo viejo.

Yunho sacudió la cabeza, lo que él decía tenía perfecto sentido.

—Eres más joven que tu hermano.

 El rostro  de Karam se tensó brevemente, luego esa expresión desapareció.

—Tengo veinte años,  él es dos años mayor. — Su nariz  se alzó en el aire. —Por qué te preocupas tanto por él? Jaejoong sólo es uno  de los  incontables  bastardos  que  mi padre  ha procreado. Mi padre ni siquiera  juzgó conveniente organizar un matrimonio para él! Y  ahora... — él sonrió — nadie lo  tomará como esposo. Él es un brujo, sabes.

La mandíbula de Yunho se tensó. Él no era idiota. Karam claramente menospreciaba a su hermano,  pero consideraba difícil de creer que él realmente pensase que Jaejoong era un brujo.

—No  habrá  más conversaciones entre nosotros sobre tu hermano, — él ordenó. —él no es un brujo.

Karam se mordió el labio, luego agachó  la  cabeza en señal de obediencia. Yunho se quitó la cota de malla, lanzándola sobre el piso. Karam se apresuró a ponerse a su lado. Lo ayudó quitar  enorme espada, luego  su camisa.

Él miró fijamente la bolsita colgada alrededor de su cuello.

—Eso es de él !

—Y   ahora es mío, — Yunho replicó tranquilamente,  perforándola con una mirada. Él  se quitó  la bolsita y la colocó  cuidadosamente con sus cosas. Karam comenzó a quitarle sus pantalones. Yunho observó con desprecio lo alto  de su cabeza curvada y deseó que fuese Jaejoong quien hiciese  esa tarea. Cuando  estuvo desnudo, le dio la  espalda y entró a la tina con agua humeante. Karam apresuradamente desvió sus ojos de su cuerpo duro y  poderoso con un temblor.

—Te gustaría que enjabone tu  espalda, mi lord? — Si, me gustaría ser enjabonado, por el brujo de cabello color noche.

  Si  me gustaría, — él dijo,  — y  algo de  vino.  Hay  vino en esta fortaleza?

— Creo que sí, — Karam dijo.

Yunho gruñó y él se alejó rápidamente, dejándolo solo en la gran habitación. Sus  pensamientos se hicieron oscuros, más ominosos que un huracán.  Él lo había engañado. Para ganar qué? Tiempo y seguridad, él consideró debido a su intención de violarlo. Maldición con él. Estaba más que furioso. Él no podía desafiar su autoridad, no podía continuar haciéndolo, pero parecía que él lo hacía a cada minuto! Y eso, esconder su identidad,  hacerle creer  que él era su prometido, esto era  muy serio realmente. Pero... qué penitencia o castigo darle?

Estaba tan enojado que se forzó a quitar sus pensamientos de él, para lidiar con asuntos más agradables. Él  apoyó  de espalda en la tina y comenzó a planear su tarde. Todavía había muchas horas de claridad  como para  inspeccionar el lado este de su propiedad  hasta donde llegaba la costa. Y mañana, a primera hora de la mañana, la moderna construcción de Aelfgar comenzaría. Él sonrió con ese pensamiento.

Su placer estaba muerto.  Y qué haría con el  matrimonio? Cuándo sería ? Una quincena, él decidió. Después de todo tenía mucho que hacer en los días siguientes, y no sería mejor para tener la mayor parte de la nueva construcción en marcha antes del casamiento?

Yunho bufó burlonamente. Si se hubiera tratado de Jaejoong, se habría casado mañana y lo habría llevado a la cama mañana por la noche!

Un flash de algo oscuro capturó su mirada. Él se enderezó, sus ojos fueron hacia la  entrada abierta. Jaejoong estaba allí.

Yunho sonrió ligeramente, sus ojos nunca lo dejaron. Se sintió  nuevamente conmocionado por su belleza, sus colores audaces y  su cuerpo seductor. Tal vez él sea un brujo, él pensó  ligeramente divertido, porque su cuerpo ya  estaba respondiendo, con sólo la imagen de él.

Él se estaba engrosando, hinchando...

—Me buscabas Jaejoong?

 —Te imploro que me devuelvas  mis pociones... mi lord. —Yunho no miró al baúl donde sus  hierbas estaban sobre sus  ropas.

—Ellas no están aquí, — él dijo serenamente. 

Él se movió.

—Mi lord, por favor, yo verdaderamente las necesito.

—Ven  aquí, Jaejoong.

Ante su tono sensual,  él se congeló.

Su sonrisa  predatoria, creció.

—Ven aquí. — un segundo pasó y él no se movió. — Te las daré.

Jaejoong vaciló,  luego  entró valientemente en el  cuarto,  y Yunho observó el balanceo de sus caderas. Su excitación  era tan intensa como su dolor.  Él hizo una pausa  a un metro de distancia  de la tina, mirándolo cautelosamente, parecía una paloma cazada.

—Las quiero ahora.

—Si? Primero la penitencia.

—Penitencia?

—Por tus  mentiras. — su tono era  suave como la seda.

— Y qué quieres que haga?

—Ven  aquí.

Su mirada se ensanchó.  Él sólo miraba su rostro.

— No hay nadie para lavar mi espalda. — El suspiró. — Ven Aquí, Jaejoong.

Lentamente él avanzó en dirección  a Yunho, luego en una explosión de desesperación, Jaejoong estaba detrás de él, sumergiendo el paño en el agua.

—Quiero que me devuelvas mi amuleto, —  él advirtió, tocando muy suavemente  su espalda con el trapo de bañarse.

—No si eso es lo mejor que puedas hacer, — Yunho ronroneó. Y Yunho se inclinó hacia adelante, exponiendo la  largo  extensión de su espalda musculosa  desde el  hombro hasta la cadera.

Jaejoong miró la soberbia y  brillante carne. Su espalda era perfecta; su torso tenía una larga cicatriz en  diagonal que corría desde la cadera hasta un pezón, y una docena de cicatrices menores. El  corazón de Jaejoong, por supuesto, estaba latiendo salvajemente en  su pecho. Él tomó una respiración, y apoyó el trapo en su nuca.

Su cuerpo se endureció debajo de su mano…

—Termina, — Yunho dijo.

—Sí, mi lord, —  él murmuró amargamente. —Pero estás  seguro que  no quieres que Karam haga esto ?—  él puso toda su fuerza en la tarea y comenzó a frotar su hombro.

Yunho se estremeció, mas él no lo  vio.

—Él no está aquí, — él respondió  tranquilamente. —Y  vos si.

Él frotó con más fuerza. Él esperaba  arrancar la piel  de su cuerpo, era lo que se merecía!

—Jaejoong, — él le  advirtió.

Él estaba jadeando  por sus  esfuerzos. Y entonces  Jaejoong vio la  bolsita en la pila de sus ropas. En un instante  él estaba de pie y  en el baúl  con el paquete en la mano.  Él dio dos pasos hacia la puerta. Pero una  mano grande y  poderosa se cerró alrededor de su muñeca, haciéndolo girar para enfrentarlo, y su otro brazo fue a capturar su cintura como los metales de una trampera.  Él estaba capturado e inmóvil contra su cuerpo mojado y  desnudo.

—Estás jugando con fuego, Jaejoong.

Él miró salvajemente sus ojos brillantes y triunfales.  Jaejoong podía sentir la humedad de su cuerpo. Su propio vestido e incluso  su camisa  se estaban  mojando. Su pecho estaba aplastado contra la pared de músculos de su pecho. Pero principalmente él estaba consciente de su miembro, pulsando  contra su cadera.  Jaejoong intentó  alejarse pero él lo apretó más contra él. Él jadeó.

—Fuego, — él dijo severamente.  —Ahora la penitencia. — Y  entonces él tomó su boca con la suya.

Su beso fue  feroz, intenso, totalmente inflexible pero  no cruel. Jaejoong jadeó mientras sus  manos se elevaron para alejarlo. Pero ese fue un error. Por el contrario, sus manos se  abrieron  apoyándose contra la piel tibia. Él gruñó, con un sonido  animal, advirtiéndole. Sus dientes chocaron contra los suyos. Con un grito, él forcejeó alejándose, sólo para ser atrapado nuevamente y pegado contra su cuerpo.

—No!

—Oh, si, — Yunho ronroneó, la  luz en sus ojos brillantes, momentáneamente nublaron sus  sentidos.

Por un momento sólo hubo quietud: él debería forcejear pero permanecía pegado a él,  entonces peleó con su mirada.

—Y qué de Karam!—  él gritó, desesperado y furioso. — Qué hay de tu prometido!

 Su expresión se hizo cruel, incluso fea.

— Vos deberías ser mi prometido.

La boca abierta de Jaejoong iba a protestar, pero él no hizo nada  más que emitir  un sonido sofocado. Pues la  palma de Yunho sujetó su cabeza y sus labios reclamaron los  suyos,  su lengua entró  profundamente  en  su boca. Una de sus  manos se cerró sobre su nalga y levantaron su pubis contra su erección.

Su boca dejó  la suya.

—No, — Jaejoong logró decir, pero  fue  débil mentira él estaba ardiendo, temblando con una excitación  dolorosamente  insoportable que le imposibilitaba permanecer. Su boca se movía vorazmente contra su garganta, pellizcando, lamiendo, besando su piel. Y  entonces él se inclinó para morder un pezón por sobre la tela de su vestido.

Jaejoong exclamó, agarrándose a sus  hombros anchos  en una tentativa débil de apartarlo. Entonces,  abruptamente, él lo alejó de él.  Jadeando y perplejo, Jaejoong intentó  recobrarse. Yunho estaba cubriendo  con su camisa su  miembro erecto. Él lo perforó con una mirada – una de  advertencia -  y  entonces Karam y un criado entraron  en el cuarto con refrescos.

Karam se paró en seco, mirando de Yunho a Jaejoong. Jaejoong sabía todo debía estar a la vista - sus labios debían  estar  rojos e hinchados, su rostro enrojecido, su vestido mojado, su cabello escapando de la  trenza gruesa.  Oh, Dios! Darse cuenta de lo que acababa de suceder le dolió como un cuchillo clavado. Jaejoong estaba horrorizado.

—Gracias, — Yunho estaba diciendo.  Todavía  tenía  la camisa colgada de un antebrazo,  cubriéndolo. Con su otra mano tomó la copa de vino y luego la bebió.

Karam le lanzó a  Jaejoong una mirada de odio. Entonces,  angelicalmente, ingenuamente,  él le dijo a Yunho,

—Otra copa, mi lord?

—No, es suficiente.

— Ya has acabado?

—Sí.

Karam le pasó la  copa al criado, levantó una toalla, y comenzó a secar sus hombros. Jaejoong sintió  una puñalada  ante esa imagen y lo odió. Se olvidó de las hierbas mientras huía.

Yunho no lo llamó para que volviese.

* * *

 

Jaejoong estaba enojado.

Él pisó por el suelo, levantando el borde de sus faldas. De vez en cuando hacía una pausa  para  inspeccionar un grupo de flores amarillas y escoger unas minúsculas hojas verdes, colocándolas  en su cesta. Luego gruñó. Todo eso era culpa de él. Si él le hubiese dado su bolsita de hierbas no tendría que  estar haciendo eso ahora. Cuando se sentía tan cansado, tan hambriento, cuando todo lo que él quería hacer era apoyar su cabeza en la cama y  dormir sin soñar.

Pensó en Thor y sombríamente continuó su búsqueda. Thor era el perro de caza más viejo de Yoochun - por lo que él era casi de la misma edad que él. Estaba mal herido por una pelea de perros que Athelstan le había dicho había sucedió anoche. La poción para dormir que él le había dado a Changmin, cuando era mezclada con valeriana, lo adormecería lo  suficiente como para que él lo curase y para que él durmiera. Ahora Thor estaba sufriendo mucho, y su dolor era insoportable para Jaejoong, no sólo porque sólo porque él era  viejo, sino porque era su mejor amigo.  Apenas tenía la cantidad  suficiente de hierbas, y ya se estaba aproximando el  crepúsculo.  Pensó en  cuantas hierbas había dentro de su bolsita y  maldijo, deseando por una vez que verdaderamente ser un brujo. Oh, entonces  él lo haría  sufrir!

Una verdadera  penitencia!

Por qué él tenía que  pagar con un castigo tan bajo sólo para satisfacer su  lujuria? Jaejoong enrojeció  con  furia y  desaliento con sólo recordar eso. Y  él estaba por casarse con Karam. Su corazón se sobresaltó  con ese hecho.  No quería pensar mucho en eso pero tampoco  podía ignorarlo.  Estaba ofuscado, pero  seguramente sólo era debido a la idea de tener a  su peor enemigo en el seno de su propia familia y viviendo en su casa. Todavía  conservaba  una imagen vívida de Karam secándolo con la toalla. Se lo  imaginó besando a Karam del mismo modo en que él lo había  besado. Las náuseas fueron tan fuertes que  tuvo que detenerse para recomponerse.

No estaba celoso.  Odiaba  al normando y  todo  lo que él significaba. Él era el  enemigo, el invasor. Él estaba expropiando a  sus  dos hermanos, a quien él adoraba. Él era cruel y frío había arrasado Kesop sin ningún sentimiento de culpa. No  estaba celoso pero, oh! maldito  Destino,  finalmente había conocido a un hombre que no le temía  y que lo deseaba y tenía que ser un normando a quien sólo podía odiar!

Esa  noche  él debía conversar con Karam. Karam verdaderamente no podía querer ese matrimonio, y Jaejoong movería cielo y tierra para ayudarla a evitarlo aunque eso significase envenenar a su  prometido.

No. Él nunca dañaría a otra alma, ni siquiera a una bestia. Tendría que enfrentar una situación mucho más grave antes de resolver usar sus poderes. Esos poderes eran enseñanzas  aprendidas de su abuela, dañar en vez de curar. No, seguramente debía haber otro modo.

En el  único salón  de la fortaleza, Yunho estaba  sentado en la cabecera de la larga mesa  con  Karam a su lado. Estaba vestido con un pantalón  de lana, zapatos, una camisa, y el cinto con la vaina de su espada. Sus hombres estaban sentados en torno a la  mesa  comiendo alegremente, los que no habían conseguido encontrar un asiento comían de pie. Changmin estaban sentado a  su derecha, Athelstan a la izquierda de Karam. Su prometido tocó  su mano con su pequeña mano blanca.

—Mi lord? No te gusta  nuestro vino?

Verdaderamente, era asqueroso, aunque  él estuviese harto de la cerveza sajona.

— Es pasable.

—Pero  no comes, — Karam insistió. —La comida no te complace?

—Me agrada, — él respondió automáticamente, aunque  en verdad él no sabría decirlo  todavía  no había probado  un  bocado. Nuevamente su mirada  recorrió el salón. Dónde estaba él?

Él no querido  llegar tan lejos. Había estado enojado,  Todavía estaba enojado. Jaejoong no podía  engañarlo  a voluntad. Sin embargo  él se había atrevido a invadir su habitación mientras él tomaba un baño, y no había podido contener sus  bajos instintos y  enjabonarlo   seguramente era el castigo más suave que él podía tener. Pero cuando  él  había arrebatado la bolsita de cuero, él no había respondido con el pensamiento racional sino con el  instinto de un soldado. Lo había acorralado. Y si Karam no hubiese retornado lo habría tomado, ahí mismo, de pie.

Su necesidad por Jaejoong estaba fuera de control y él lo  sabía. También se daba cuenta  que eso no podía continuar, pues tenía que casarse con el hermano. Muchos lords no lo pensarían dos veces en tomar a Jaejoong como amante aun estando casado con Karam.  Después de todo él pertenecía a Aelfgar y era un bastardo. Aunque tenía derecho a hacerlo no le parecía lo correcto. Antes  había sido diferente, pues él había pensado que sólo era un muchacho campesino y había tenido la intención de violarlo. Pero ahora Jaejoong era el hermano de su prometido. Yunho deseó ser un hombre diferente, deseó poderse permitir  tener un esposo y un amante. Pero él no podía permitírselo.

Entonces tendría que controlarse. Y eso, él juró por Dios, lo haría.

Pero, dónde estaba él?

—Mi lord, debería preparar alguna otra cosa que sea más de tu gusto?

La preocupación excesiva de él pronto se haría insoportable. Yunho presentía  que se debía al hecho que él temía  perder  otro prometido, y a que estaba desesperado por casarse. Yunho entendía muy bien  su  difícil posición, pues en poco tiempo él sería demasiado  viejo como para atraer otros candidatos. Debería tranquilizarlo, aunque no estaba de humor.

—Karam, la comida  está  bien, sólo que parece que no tengo apetito. Por qué tu hermano no está aquí?

Karam se puso rígido.

—Jaejoong hace lo que quiere, él siempre lo ha hecho. Frecuentemente él come con las criadas en la cocina, como, en verdad, él debería. A veces  él pasa días lejos de la fortaleza, sólo los santos saben a dónde va practicando sus brujerías.

Yunho estaba furioso. Él se levantó abruptamente.

—Abiertamente te atreves a desafiarme?

Karam jadeó, su mano cubriendo su boca.

—Lo siento mucho! Olvidé que me prohibiste hablar de ese tema! Pero sólo es la verdad!

—Tu lengua está envenenada con celos, y eso es muy inapropiado.

Él se enderezó.

—Yo  no le tengo celos, celos de un bastardo  hijo de una prostituta....

—Basta, — él dijo.  —Estoy disgustado.

Karam, blanco de furia, huyó  al piso superior. Yunho giró hacia Athelstan.

—Por qué él odia  tanto a su hermano?— Su tono era bajo,  sólo los que estaban más cera   podían  oírlo.

—Ya lo notaste,  mi lord,—Athelstan dijo. 

—Celos, por supuesto.

— Esos sentimientos  no son su culpa, fue su madre quien se los inculcó.

— Cuéntame. — Yunho se sentó nuevamente.

—Aelfgar amó mucho a su primera esposa,  lady Maude. La adoró doblemente cuando ella le dio dos  hijos varones sanos. Pero ella se fue debilitando aún siendo joven, y ella no podía  relacionarse con el lord como una esposa debería.

Yunho encogió los hombros.

— No es raro.

—Pero Aelfgar verdaderamente la amaba. Él no buscó otras mujeres fuera del matrimonio. Nunca.

Yunho  se rió  escépticamente.

—No? Y Jaejoong cómo nació?

—Después  de muchos años, él después de todo era un ser humano, se enredó con una bonita criada, Annie, la madre de Jaejoong. Maude se estaba muriendo. Aelfgar estaba enfermo de desesperación y Annie era la  belleza, la luz, las risas y la alegría que a él le faltaban. Maude murió y Annie tuvo a Jaejoong. Él sobrepasaba a su madre en  su bellezas  y risas, y Aelfgar adoró a ese bebé. Él ofreció la mano de Annie al mejor de sus  campesinos, pero ella lo amaba tanto  que se rehusó a casarse. Entonces Annie se quedó aquí, en las cocinas, y Jaejoong creció en esta fortaleza. Estaba en todos lados, en las  cocinas, en el salón, en los establos, en el bosque. Todos sabían que él era el hijo del lord, aunque  no había nacido de una cuna  noble.  Se le permitió  vivir  libremente y hacer lo que quería. Su padre lo amaba, sus  hermanos lo adoraban, y  todo habría estado bien  si Aelfgar no se hubiese casado con la madre de Karam, Lady Jane.

—Y entonces?

—Cuando Aelfgar se dio cuenta que estaba enamorado de Annie, una sierva, se determinó a corregir esa situación. Trajo a Jane de una  pequeña fortaleza  en las fronteras del norte. Sólo había pasado un año después del nacimiento de Jaejoong. Jane era lo opuesto a  Annie  morena, fría, rencorosa, y  muy amarga. No aceptaba que su marido amase a  otra. Finalmente Aelfgar  volvió con  Annie nuevamente.  Y  nunca se relacionó con Jane, ella le dio un hijo, Karam,  pero  él la trató  con respeto y distancia.  Jane sabía  de su amante, y la odiaba  ferozmente, a ella  y a su hijo. Karam creció alimentándose con ese odio venenoso.  Él odiaba a  su hermano  desde el primer  día que  pudo  sentir esa emoción, antes que él pudiese hablar.

—No  hubo otras mujeres?—

—Aelfgar era un hombre poco común. No, para él sólo existió  Annie después que Maude murió, y  Jaejoong es su único bastardo.

—Karam cree que Jaejoong es uno de sus  muchos bastardos.

—Quizás él cree eso y tal vez no.

—Eres tan sabio como los  años que tienes, sajón.

—Y tú eres más sabio que los años que tienes, normando.

Yunho se encontró a sí mismo sonriendo ligeramente y Athelstan finalmente hizo lo mismo.

—Es verdad que Jaejoong desaparece por días  cada tanto?— No le gustó  nada esa idea...

— Es raro. — Athelstan lo miró fijamente.  — Haces  muchas preguntas sobre su  hermano,  mi lord.

Yunho encontró su  mirada.

—Él es un bello hombre y yo había  pensado  que  él era mi  prometido. Lo normal, dadas las circunstancias.

—No le  temes?

Yunho se rió, sin sorna.

—Piensas también que él es un brujo?

—Oh,  él es un brujo,  por cierto, — Athelstan dijo seriamente.  — Hasta su padre sabía eso. Pero un brujo bueno.

—Él es de  carne y hueso, un hombre hecho  para un hombre. — Y sus  pensamientos traicioneros agregaron: un hombre hecho  para mí. Yunho se horrorizó, no le gustaba su propia deslealtad.

—Claro, mi lord. Pero esta noche él practica los  artes de la brujería.

— Qué quieres decir con eso?— Su voz casi era  un rugido, acompañado por un golpe en la mesa, casi rajando la  madera.

—Él fue al campo para buscar una hierba especial para Thor.

—Explícate, viejo.

Athelstan secamente le contó, y Yunho estaba furioso e incrédulo todo al mismo tiempo.

—Él sale de noche, solo, sin escolta, para  ir a  buscar hierbas para curar un perro viejo!— . Yunho saltó a sus  pies, ordenándole a  sus  hombres que se levantaran.

—Debemos poner fin a estas tonterías de una vez por todas.

3 comentarios:

  1. Karam es un envidioso , pobre jae ese karam le hara la vida imposible :(
    Yunho ya ni lo puede ocultar esta loco por jae :)
    Muchas gracias por el capitulo ❤

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  2. ese Karam se le ve que envidia mucho a Jae y claro pues Jae es por mucho mejor que ese y mas servicial noble y muy bueno de alma pura y gentil mientras el otro solo quiere todo para el mismo y no puede tener sentimientos nobles para nadie que no sea su beneficio por eso Yunho jamas lo vera con buenos ojos y no creo que Yunho le pueda impedir a Jae que haga su voluntad Jae es libre y ara siempre lo que le de su gana así que ni modo a quererlo tal cual es
    Gracias

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  3. Por lo menos pone en su lugar s Karam yno permite que insulte a Jae. Jae solo sabe curar con hierbas no es ningún brujo, bueno solo con Yunho pes ya no puede ocultar lo que siente por Jae.

    Gracias!!!💗💕💞

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