Capítulo 28
Polonia
Montes Cárpatos
Palacio de Miroslaw
Lodhar estaba sentando
en la antigua sala del trono del palacio. Su pelo gris le llegaba hasta los
hombros, mientras un bigote más propio de los tiempos medievales se imponía
como rasgo predominante, sin obviar su prominente nariz. Sus ojos azules
reflejaban una candidez impropia de un vampiro. Su cuerpo no era muy esbelto,
le sobraban algunos kilos y todo parecía dejar claro que hacía años que su
aspecto físico dejó de importarle.
Sus ropas gastadas y
anticuadas, estaban manchadas por la sangre que resbalaba de su copa. Bebía
torpemente y con desgana.
La luz de la mañana
entraba por la ventana, lo que anunciaba otro aburrido día en el que no haría
nada salvo aparcar su pesado culo en aquel asiento de madera. No salía de la
sala salvo que necesitara más sangre. Añoraba los días de caza, sus aventuras
que le llevaron a recorrer todo el mundo. Ahora todo era tedio y desidia.
Sintió un fuerte dolor en el pecho y la copa de cristal cayó al suelo
rompiéndose en mil pedazos y derramando su contenido por el suelo de mármol
blanco.
Lodhar se agarró el
pecho, mientras esbozaba una sonrisa, sabía perfectamente lo que eso
significaba. Corrió fuera de la sala y recorrió los largos pasillos del palacio
gritando de alegría. No tardaron en aparecer una joven rubia y dos hombres
corpulentos que parecían gemelos.
– ¿Qué diablos ocurre?
– Gritó uno de los gemelos.
– Hermanos... nuestro
bastión ha renacido. – Dijo Lodhar.
La mujer rubia sonrió
pícaramente, mientras los gemelos se abrazaban. Desde una de las ventanas del
pasillo apareció un hombre alto, delgado y de aspecto serio.
– ¡Haced las maletas!
Si nuestro bastión ha renacido estará confundido, necesitará nuestra ayuda.
* * *
Lejos de allí en el
bosque cercano al castillo de Straush, Saloa espiaba a las fuerzas vampiras que
aún quedaban allí. Vestía un atuendo de estilo árabe de color negro que
recordaba a los tuareg. Desde las ramas más altas de un pino contempló toda la
batalla y la victoria de los vampiros sobre los oscuros. Straush parecía
organizar a sus bastiones, había perdido muchos hombres por lo que pronto
debería iniciar
la conversión de sus siervos para reforzar sus filas. Pero aquel ser con los
ojos de fuego le intrigaba sobre manera. Arkanian su bastión solía tener los
ojos de fuego pero era un fuego rojizo, pero los de aquel ser tenía una
tonalidad dorada realmente bella.
El ruido de uno de los
motores de un avión de la flota vampira, lo sacó de sus cavilaciones. Los
vampiros empezaban a replegarse, la situación estaba ya controlada y se
disponían a regresar a sus bases.
Saloa saltó al suelo y
se alejó por la espesura, debía apresurarse y seguir a Straush. El sabría donde
encontrar a aquel ser.
Straush ordenó a Changmin
que avisara al resto del clan, pronto partirían camino a la mansión. Debían
iniciar su reconstrucción, al fin y al cabo había sido su casa desde hacía
cientos de años. Karsacry fue el primero en seguir a Changmin, Yoochun dejó de
flirtear con una vampira y siguió a la comitiva. Junsu parecía estar algo
despistado, lo que indicaba que tenía hambre. Yoochun lo tomó del brazo y lo
obligó a seguirlos. Straush comprobó el estado de su clan y todos juntos se
alejaron del castillo.
El último de los
aviones cerró la compuerta de la bodega y despegó. La formación se fue
diluyendo hasta dividirse en secciones que emprendieron la marcha en diferentes
direcciones.
Cada bastión ordenó el
regreso a su base, la misión estaba cumplida y al menos por el momento el
imperio vampiro seguía intacto.
Cuando el clan llegó a
la mansión quedó desolado. Straush nunca había visto aquel bello edificio en
tan mal estado. Las ventanas estaban rotas, la fachada ennegrecida y gran parte
de las plantas superiores habían sido devoradas por el fuego.
Por suerte una de las
ventajas de los vampiros no era otra que su larga vida. Una vida que daba para
acumular riquezas suficientes para levantar un país o derrocarlo. Straush no
era una excepción, en cuanto agarrara un teléfono tendría un arquitecto y todo
un ejército de albañiles, fontaneros, electricistas y carpinteros trabajando en
la reconstrucción.
– ¡Quedará como nueva!
– Dijo Straush.
– Pues ya de paso,
podríamos poner una sala de cine con sonido 7.1 e imagen Hd. – Comentó Junsu
animada.
Straush lo miró
divertido.
– A mí... me gusta el
canal cocina me gustaría contratar televisión por cable. – Dijo Karsacry algo
colorado.
– ¿Canal cocina? Somos
vampiros no comemos. – Replicó Yoochun.
– Ya pero me gusta ver
como mezclan los ingredientes y hacen tartas. Me gustan los colores de las
tartas. ¡Qué pasa! – Gritó molesto Karsacry.
Changmin ladeó la
cabeza al ver lo blandito que era el duro de Karsacry.
– ¡Está bien chicos!,
Tendréis lo que pedís Os lo habéis ganado.
Junsu saltó de alegría
y Karsacry sonrió disimuladamente, pensaba aprender a cocinar dijeran lo que
dijeran. Luego se lo daría a un hogar de jubilados que solía visitar de vez en
cuando. Hasta Karsacry tenía su lado sensible.
Straush contempló a su
clan por unos instantes, estuvo realmente cerca de perderlos, a todos sus
magníficos hijos.
– ¡Gracias Yunho! – Pensó
Straush. Se sintió enormemente agradecido al pensar, que ahora nada impediría
que el amor entre Jaejoong y Yunho crecería hasta convertirse en una leyenda.
Uuy no se xq me da la impresión q no todo lo q sigue es felicidad...
ResponderEliminarVienen en busca de Yunho2 bandos...y no se quien sera peor para el Yunjae
Que bueno que todos esten felices 😍😍😍😍😍😍
ResponderEliminarpues eso espero y no malogren el momento esos que se sienten dueños de Yunho espero y no sea un problema su llegada
ResponderEliminarGracias
Ahora esto, solo que esos que vienen con Yunho, no se metan con Jae y su gran amor y si que le ayuden a aniquilar a ese igual pero malo que hay en Rusia.
ResponderEliminarGracias!!! 💗💕💕