Capítulo 24
La batalla era de lo
más encarnizada, los oscuros arrancaban sin piedad cabezas y miembros sin
importarles nada salvo aniquilar a los enemigos de su bastión. Los vampiros
empezaron a perder terreno y replegarse hacia el interior. Straush ordenó
avanzar de nuevo y las filas vampiras se expandieron con rapidez, acabando con
un centenar de oscuros. Se abrió una brecha en el círculo, los oscuros
aprovecharon para internarse por ella, pero nada más hacerlo la brecha se cerró
atrapándolos en el interior. Unos doscientos oscuros fueron reducidos a
cenizas.
El bastión oscuro
contemplaba sin inmutarse la batalla, como si no le importara lo más mínimo que
su ejército estuviera siendo vencido. Desde cada torre de improviso salió un numeroso
grupo de vampiros que acabó rodeando a las fuerzas oscuras dejándolas entre dos
frentes. Sin posibilidad de escapar o unificar sus filas los oscuros fueron
aniquilados. Las nuevas fuerzas vampiras se integraron en la formación
circular.
Desde la torre el
bastión oscuro aplaudió, acto seguido se rió a carcajadas.
Los vampiros lo
miraron sin comprender, hasta que el bastión levantó su espada y la bajó de
golpe. Por cada costado del castillo miles de oscuros comenzaron a saltar las
altas murallas. Sus fuerzas parecían no tener fin.
Cuando el ejército
oscuro al completo estuvo dentro del patio de armas, los vampiros se
encontraban en un porcentaje de diez a uno en su contra. La batalla estaba
perdida, sólo les quedaba matar al máximo número de oscuros antes de morir.
Straush miró a sus
bastiones y soldados, que parecían tener la muerte grabada en sus miradas.
– Caballeros ha sido
un honor combatir a vuestro lado. Esta será nuestra última batalla, pero antes
de morir. Sólo os pediré una última cosa... ¡Luchad hasta el final! – Gritó.
Los bastiones y
soldados, gritaron eufóricos dejando que sus instintos quedaran liberados y
toda su rabia se transformara en sed de venganza.
– ¡Por el emperador! –
Gritó Straush.
Todos levantaron las
espadas y se enfrentaron con coraje al ataque de los oscuros, que desde luego
iba a ser demoledor.
Straush escuchó un
fuerte golpe a su espalda, creyendo ser atacado acabo cruzando su espada con la
de Changmin.
– ¿Changmin?
– La misión ha sido
cumplida, los refuerzos están en camino.
– ¿Por qué no los
esperaste?
– Si he de morir, que
sea luchando junto a mi bastión.
Straush lo agarró del
cuello y apoyó su frente contra la de Changmin.
– Jamás un padre podrá
estar tan orgulloso de su hijo como yo lo estoy de ti. Ahora luchemos. Debemos
aguantar hasta que lleguen.
Karsacry acabó de un
hachazo con un oscuro que había conseguido saltar sobre la formación. Jaejoong y
Junsu controlaban que nadie se aproximara a Straush. Yoochun se internó en un
sector que empezaba a sucumbir, Karsacry lo siguió de cerca junto a Changmin.
Straush deseaba luchar pero no podía abandonar su posición.
Los ataques oscuros
eran cada vez más suicidas, rompían las filas vampiras bajo la fuerte presión
de su número que ya resultaba incontenible.
Los vampiros trataban
de aguantar los frentes, pero las brechas en sus filas eran cada vez más
visibles. El bastión oscuro contemplaba el cambio en el curso de la batalla con
satisfacción. Cuando la batalla acabara y Straush junto con su ejército
hubiesen sido eliminados, muerto el sucesor del emperador la guerra civil
vampira estaría servida en bandeja. Y cuando todos los bandos estuvieran
debilitados, el acabaría con ellos con suma facilidad. El imperio sería suyo.
Como si una lluvia de
flechas se tratara, varios cientos de oscuros saltaron al interior de la
formación circular, rodeando a Straush, Junsu y Jaejoong. Para su sorpresa se
limitaron a combatir contra los vampiros que se encontraban en la zona exterior
a su posición.
El bastión oscuro
apareció frente a Straush, una decena de oscuros se desplegaron hacia Junsu y
Jaejoong con el fin de evitar que pudieran acudir en su ayuda. Aquel combate
era entre los dos bastiones.
Straush fue el primero
en atacar, pero Gricarius repelía sus ataques sin dificultad. Parecía un adulto
que se limitara a parar los inofensivos ataques de un niño pequeño. Sin duda
los restos del verdadero bastión oscuro, de alguna manera aumentaban sus
capacidades. Gricarius nunca fue un rival digno de Straush, por lo que no cabía
otra explicación.
Sus espadas se
cruzaron una y otra vez, sin resultados. Straush empezaba a sentirse impotente
ante él. Se concentró hasta que sus ojos quedaron inyectados en sangre, sus
fuerzas se doblaron y por primera vez le asestó un golpe que hizo tambalearse a
Gricarius. Este parecía sorprendido.
Straush aprovechó su
desconcierto y ejerció un duro ataque con el que consiguió arrebatarle la
espada. Gricarius esquivó la hoja de la espada de Straush justo cuando iba a
ser decapitado. Para sorpresa de Straush, Gricarius agarró su espada con una
sola mano y se la quitó de las manos.
La empuñó y se la
clavó en el corazón. Aquello no lo mataría pero el dolor resultaba
insoportable. Jaejoong acabó con varios oscuros y se abrió paso hacia Straush
que había quedado desarmado e indefenso en el suelo.
Alzó su espada contra
Gricarius y este la rechazó de un mandoble. Caminó hacia él y de una patada lo
dejó allí tirado en el frío y derruido pavimento. Junsu estaba rodeado de
oscuros, por lo que le resultaba imposible llegar hasta ellos. El resto del
clan no estaba en mejores condiciones. Los oscuros estaban masacrándolos.
– Ya no podrás osar
interrumpir mi combate con Straush. – Agarró a Jaejoong del pelo y tiró de él
hasta levantarlo. Alzó su espada para tomar impulso y de esa forma poder decapitarlo
más cómodamente. Pero cuando su espada bajó dispuesta a segar su vida, encontró
una fuerte resistencia.
Yunho paró el golpe
con su espada.
– ¡Nadie se mete con
mi chico y menos una escoria traidora de su propia raza!
– ¡Cómo osas
entrometerte sucio mortal!
Los ojos de Yunho se
quedaron en blanco, sabía lo que eso le supondría, pero no tenía alternativa.
El traje le otorgó su máximo potencial. De un revés partió la espada de
Gricarius que quedó petrificado por el terror.
Ordenó a varios
oscuros que lo protegieran pero Yunho acabó con ellos sin dificultad, mientras
seguía avanzando hasta Gricarius. Jaejoong no podía creer que Yunho estuviera
allí luchando, cuando minutos antes se moría en la cama. Corrió hacia Straush
que ya empezaba a recuperarse e intentaba levantarse del suelo. Agarró una
espada y la clavó en el suelo y se puso de pie. Jaejoong lo ayudó.
– ¿Cómo es posible? – Preguntó
Straush.
– Yunho ha decidido
sacrificarse por nosotros. – Dijo Jaejoong lleno de orgullo.
Karsacry consiguió
unificar las fuerzas vampiras que poco a poco rompieron el círculo que les
impedía reunirse con Straush y el resto de su clan. Cuando vio a Yunho luchando
de forma encarnizada contra Gricarius, no pudo evitar empezar a gritar.
– ¡Bravo Yunho! Has
preferido morir luchando a morir tumbando en una cama. ¡Eres un auténtico
guerrero!
Changmin también se
percató de la presencia de Yunho, pero se limitó a sonreír y seguir
combatiendo.
Junsu consiguió
zafarse de los oscuros y llegar hasta Straush.
El bastión oscuro tomó
dos espadas que encontró en el suelo y reanudó el ataque. Pero Yunho parecía
imbatible.
Oohh omo omo q pasará....estoy q me acabe las uñas de los nervios..ay mi Yunho todo un luchador....llegaran los refuerzos antes q acaben con ellos???
ResponderEliminarYunho es mas débil pero es mas valiente :) ❤
ResponderEliminarOjala que su esfuerzo no sea en vano :)
eso es todo Yunho acaba con ese maldito traidor que quiere lastimar a tu chico y a su familia termina con el y su reino del mal
ResponderEliminarGracias
Que le arranque la mano y se la pase a Status para que pare esa carnicería. Que lleguen ya los refuerzos.
ResponderEliminarGracias!!! 💗💕💞