lunes, 3 de abril de 2017

Un extraño en mi ventana: Capítulo 22

Capítulo 22

Changmin continuó su carrera atravesando todo tipo de campos de labranza. Saltó una valla de un cercado y atravesó un rebaño de vacas saltando por encima de sus lomos. Miró el reloj, llevaba más de media hora corriendo.
Se preguntaba en qué estado estarían sus camaradas, si habría comenzado el combate y como le iría.
* * *
El bastión oscuro organizó sus huestes. A diferencia de los vampiros tradicionales ellos no usaban espadas, sus garras eran tan duras que podían cortar una cabeza de un zarpazo. En el fondo le repugnaban aquellas criaturas salvajes y hediondas. De no ser por el camafeo, todos se lanzarían contra él para descuartizarle. Fue una gran idea agarrar la mano cortada del bastión oscuro, gracias a ello se haría con el control del imperio vampiro.
Cuando el trono fuera suyo, eliminaría el mismo a los oscuros.
A lo lejos pudo ver las antorchas en las murallas del castillo. Se giró sobre si, un ruido atrajo su atención. Un vampiro trataba de escapar. Ordenó a cuatro oscuros que lo siguieran y le dieran caza. No estaba dispuesto a permitir que nadie escapara del castillo. Hasta el momento los oscuros eran un problema local, conocía la política vampira. Pero si un vampiro daba la voz de alarma a nivel nacional, los exterminarían como cucarachas.
Los oscuros salieron corriendo tras su presa, corrían como bestias unas veces erguidos y otras sobre sus extremidades como si de perros se tratara.
El vampiro les llevaba varios kilómetros de distancia y no parecía haberse percatado de su presencia.
La noche era clara lo que les facilitaba la cacería y los oscuros estaban sedientos de sangre. Deseaban agarrar a ese vampiro por el sólo placer de destrozarlo, mutilando sus miembros. Su sangre no les era tan agradable como la humana, pero tampoco la despreciarían.
* * *
Changmin seguía corriendo sin tregua, no lejos de allí contempló la granja que buscaba. Era como cualquier otra granja, sólo una veleta con un gallo posado sobre una letra v señalaba el lugar como el indicado.
El viento cambió de sentido y percibió el olor de los cuatro oscuros que le seguían. Tanteó a su espalda para cerciorarse de no haber perdido las espadas y siguió corriendo.
Los oscuros se acercaban, por lo que reunió todas sus fuerzas para correr más rápido. Agarró una piedra y cuando estuvo más cerca de la granja la lanzó contra la puerta de la sala de control que estaba camuflada en el suelo de la granja. Sabía que eso llamaría la atención del operador.
Dentro de la sala de control, un vampiro de pelo corto y ojos marrones miraba aburrido los monitores. Escuchó un golpe cerca de él, activó las cámaras cercanas a la puerta. Cuando vio un vampiro corriendo hacia allí seguido por cuatro vampiros de aspecto extraño, abrió la trampilla que daba acceso al pasillo de seguridad. Si no conseguía llegar a tiempo al pasillo no abriría la puerta de la sala.
Changmin se alegró al ver como se abría la trampilla. Saltó al interior y cerró tras de sí la trampilla, que quedó cerrada herméticamente. Los oscuros comenzaron a golpearla sin tregua, deseaban con todas sus fuerzas entrar y matar, su bastión se lo ordenaba.
La puerta de la sala se abrió y Changmin entró. Cerró la puerta y se sentó en una silla reclinable para recuperar el aliento. El vampiro de pelo corto se giró sobre la silla y por un momento dejo de mirar los monitores.
– ¿Qué coño eran esas criaturas?
– Oscuros. Han vuelto. – Dijo Changmin casi sin voz.
– Los oscuros fueron extinguidos hace siglos.
– Sí, pues ábreles las puertas y se lo dices a ellos.
– Mi nombre es Changmin vengo en nombre Straush, bastión. Necesito que me conectes con la red nacional de bastiones.
– No puedo hacer eso sin la presencia de un bastión.
Changmin desenvainó sus espadas, caminó hacia él y le puso la hoja de una de las espadas en el cuello.
– Puedes conectarme y salvar la vida o lo haré yo mismo después de convertirte en ceniza.
El vampiro se giró, tecleó un par de códigos y en los monitores fueron apareciendo los escudos de los bastiones del resto de estados.
– Tú sabrás lo que haces. Ellos no se andan con chiquitas.
Poco a poco los bastiones se fueron conectando hasta que todas las pantallas estuvieron encendidas.
Changmin se inclinó.
– Bastiones me presento humildemente en nombre de mi bastión Straush. Estamos siendo atacados por los oscuros. – La mayoría de los bastiones rieron al escuchar esas palabras.
– Los oscuros fueron exterminados hace siglos y su bastión decapitado.
– Les digo que van a atacar nuestro castillo. Si no acuden en nuestra ayuda más de quinientos hermanos y todos los bastiones de mi estado serán masacrados.
– ¿Cómo te atreves a dirigirte a nosotros en ese tono?
– No pretendo ofenderos sólo busco su ayuda.
– ¡Márchate de la sala antes que mandemos a un ejecutor para que te corte la cabeza! No estamos dispuestos a que un loco se burle de nosotros.
Changmin los miró desafiante.
– Está bien ¿quieren pruebas? Pues las tendrán. ¡Abre las puertas! – Ordenó Changmin al operador.
– ¿Estás loco?
– ¡Abre las puertas! – Gritó Changmin.
En cuanto la trampilla externa se abrió pudieron escuchar a los cuatro oscuros saltar al interior del pasillo. Rápidamente corrieron hacia la puerta de la sala que ya estaba abierta. Los bastiones pudieron ver con sus propios ojos a los oscuros, se escuchó un intenso rumor.
Changmin cortó la cabeza al primero de los oscuros, al segundo lo derribó de una patada mientras al tercero le atravesó el pecho con la espada. El cuarto saltó sobre él, pero el vampiro de pelo corto le disparó con un arma de gran calibre, que literalmente de voló la cabeza. Changmin usó la otra espada para cercenarle la cabeza al oscuro. Agarró al otro vampiro del cuello por la espalda de este usando las hojas de sus espadas como una tijera, lo acercó a las cámaras
– Manden refuerzos o los próximos en ser exterminados serán ustedes. – Dijo Changmin mientras cerraba la tijera y le cortaba la cabeza al oscuro.
– Envíen las coordenadas exactas, en una hora nuestros aviones estarán allí con los refuerzos.
Changmin se inclinó ante ellos.
– El operador introdujo las coordenadas en el ordenador y se la envió a todos los bastiones.

– En una hora puede que no quede nadie con vida. – Dijo Changmin.

3 comentarios:

  1. Ojala que changmin y los demas acaben los los enemigos : )
    Muchas gracias por todos los capitulos :)

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  2. esto esta muy bueno y espero que lleguen a tiempo con los refuerzos y logren terminar con todos los oscuros y Yunho siga con vida
    Gracias

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  3. Que llegue pronto los refuerzos, y que pasa con Yunho, que miedo. Ahora si que les corten la cabeza.

    Gracias!!!💗💕💞

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