miércoles, 19 de abril de 2017

El Conquistador: Capítulo 10

Capítulo 10

—Jaejoong, detente!
Él! Él era la última persona en este mundo que deseaba ver. Jaejoong continuó corriendo.   Tropezó varias veces en el terreno irregular pero no se cayó. Oyó su llamando nuevamente. Jaejoong alcanzó el otro extremo del campo de heno e hizo una pausa, jadeando. En la oscuridad, vio la entrada al bosque. Él nunca lo dejaría en paz?
Apoyó un hombro contra el áspero tronco de un viejo algarrobo, y cayó de rodillas.  Enterró los  dedos en la  tierra y ahogó un sollozo. El  mundo daba vueltas a su alrededor, su respiración todavía era agitada e irregular.
 —Jaejoong.
Él giró la cabeza ligeramente y vio su pie.  Se forzó a sentarse.
—Déjame en paz. — Para su desaliento, su voz salió ronca y llorosa.
Yunho se quedó de pie, tenso e incierto. Esa situación le dolía como si sí mismo hubiese sido herido. Quería tocarlo, limpiarle la suciedad de la cara, acariciar su cabello. Maldición con ese muchacho!
—Ven, — él dijo, su voz sonó áspero hasta para sus propios oídos,  y lo ayudó a levantarse.
Él se alejó.
—Déjame en paz!— él chilló. —No quiero tu preocupación!
Sus  manos cayeron  a los costados.
—La tienes, quieras o no. Todos los que viven en Aelfgar son  mi preocupación.
Él desvió su rostro, deseando que él se fuese, mirando fijamente sus propias manos blancas contra la tierra negra.
Yunho nunca le sugería nada a  nadie, pero ahora, torpemente, él dijo:
— Volvamos.
—Vete. Déjame solo.
Él podía ordenarle, por supuesto,  pero  por alguna  razón  no quiso hacer eso.
—Deseas pasar la noche aquí?— Era un comentario idiota , pero él no sabía qué decir.
—No, — él replicó, —No deseo pasar la noche aquí. Oh! Por Dios! —  él comenzó a llorar.
Por primera vez en su vida Yunho se sintió impotente. Jaejoong lloraba a sus pies. Su deseo de tocarlo  era fuerte,  pero él nunca había tocado a un hombre como Jaejoong solamente para confortarlo, sólo para satisfacer su lujuria, y  no sabía  cómo hacerlo. Yunho apretó sus puños y sólo se quedó de pie allí, inseguro, sintiéndose el más débil  entre los débiles.
Él abruptamente se paró, y lo empujó para pasar. Yunho sintió mucho alivio. Él lo siguió. Pero no hablaron ni una palabra. Él se mantenía orgulloso y caminaba erguido, cuando él sabía  que estaba completamente exhausto.  Él tenía más coraje y determinación que la mayoría de los  hombres. En la puerta de la fortaleza, él sacudió la cabeza rígidamente  pero sin encontrar su mirada. Yunho no dijo nada, yendo para las escaleras. Pero allí él giró, su mirada automáticamente lo buscó. Lo vio quitarse la capa, y luego  en su camisola blanca y etérea. Jaejoong se desmoronó sobre su manta de dormir. Yunho vaciló,  pensando que él pasaría frío, pero no se movió para ir hacia él.
Y entonces una figura apareció ante  Jaejoong. La mirada de Yunho era asesina.  Athelstan lo miró directamente a él. Yunho observó al viejo colocar una manta sobre él,  murmurándole  algo suave e ininteligible. Yunho tuvo un ataque de celos y sólo  se trataba del viejo Athelstan.
* * *
Karam corrió desde la ventana en la habitación de Yunho al cuarto del otro lado del pasillo   donde él dormía. Apenas se hundió en su propia cama cuando vio su sombra pasando por la entrada y luego lo vio entrando a su habitación.  Estaba rígido, hirviendo de ira. Él ya lo  sabía, o no? Él sabía que él iría a encontrarse con esa puta cuando había salido más temprano. Viéndolos  regresar juntos lo había confirmado. Karam nunca había odiado más a Jaejoong, o a Yunho.
Él iba a pagar. Karam estaba seguro de eso. Pero primero,  lo más importante, de alguna manera tenía que  mantener  a Jaejoong fuera de su camino y fuera de la cama del lord  hasta después del  matrimonio. Una vez que estuviese casado, encontraría un modo de lidiar con Jaejoong para alejarlo de la lujuria de Yunho. Aunque eso implicase casarlo con  algún siervo que viviese en una aldea en el otra extremo de las fronteras de Aelfgar. Mejor  todavía hacerlo  secuestrar! De ese modo ellos nunca más le verían un pelo a Jaejoong!
Karam, calmado por esas fantasías, cayó profundamente dormido.
* * *
— Quince días?— Jaejoong repitió.
—Sí. Ya se publicaron los bandos, —Athelstan dijo.
Jaejoong se dio vuelta. Su mente corría frenéticamente. No podía permitir que esa víbora anidara allí! No podía!  Pero, cómo detener el matrimonio cuando su hermano estaba dispuesto a casarse? Y se cuestionó si hacer eso era justo, cuando Karam quería  desesperadamente casarse? Ah, pero seguramente había otros hombres con quien podría casarse, no tenía que casarse con el normando. No con el normando!
—Debemos detenerlos, — él murmuró para sí mismo.
—Vos no vas a detener eso, —Athelstan dijo. — A Él no lo llaman  el  Implacable por nada.  Lo que él quiere, lo tiene.  Eso es bien  sabido, Jaejoong.  Y él quiere ser el Lord de Aelfgar.
—Sí, — Jaejoong dijo amargamente. Él no podía evitar eso,  recordó el brillo  en sus  ojos y  su voz cuando, después que él había girado el bebé, él había dicho —Bien hecho.—  Luego  recordó  la  sensación  de su boca sobre la suya  en su  habitación, su cuerpo mojado por el  baño, pegado al suyo. Algo lo estremeció. Él estaría tan dispuesto para acostarse con Karam? Por qué ese pensamiento lo enojaba? No le correspondía a él preocuparse por tales cosas, sólo podía sentir lástima por su hermano.
Jaejoong no recibió ninguna tarea como deber. Con determinación, Jaejoong fue a ver a  Tildie. Los eventos de la noche anterior todavía estaban frescos, demasiado frescos en su mente. Su amiga había revelado sus sentimientos más verdaderos y más profundo. Él se sentía tan repulsado por Jaejoong?
Jaejoong sabía  que Tildie había estado  histérico, pero aún así le dolía, le dolía mucho. Y   también estaba su propia sensación de fracaso. Por encima de todo, Jaejoong quería  ayudar a su amiga a atravesar el duelo por el bebé muerto.
Tildie obviamente no estaba en las cocinas. De acuerdo con los criados, ella había  recibido  un día de descanso  por orden del Lord. Asombrada por esa desconocida  bondad, Jaejoong caminó hacia la aldea. El  sol estaba alto y tibio, derramando su fuerza y alejando  lejos las nubes. Había una brisa suave que traía el familiar olor a ovejas, pan asado y  jacintos. En algún lugar sólo una cotorra cantó, y un pájaro respondió.
La empalizada de la  nueva fortaleza sería completada hoy, Jaejoong pensó mientras se acercaba. El  piso inferior  de la torre también había sido terminado. Un puente levadizo está siendo construido. Un  grupo  de hombres estaba  allí, trabajando en el portón de reja. Jaejoong vio al normando.
Él estaba desnudo salvo por sus pantalones, su torso marrón dorado reflejaba la luz del  sol.
Él se dio vuelta para  mirarlo.
Jaejoong se dio cuenta que había hecho una pausa para  estudiarlo  y se enrojeció. Cómo podía haber hecho eso abiertamente, delante de la  mitad de la gente de Aelfgar!  Yunho no sonrió, pero secó sus  manos en sus  muslos musculosos y lo abordó. Jaejoong deseó  no haberse detenido, pero era demasiado tarde. Levantó su mentón, tensamente.
—Buen día, — él dijo.
Él no pudo evitarlo una sensación feroz lo invadió. Él estaba  cerca y casi desnudo delante suyo, su cuerpo tan bien formado, su pecho ancho, su cintura estrecha, sus caderas  delgadas. Sus muslos musculosos. Su pantalón estaba húmedo, pegado a su piel y marcando claramente su sexo. Jaejoong se forzó a encontrar su mirada.
—No me mires ese modo, Jaejoong— él dijo en voz baja. — Es una provocación.
Él sabía que se estaba ruborizando  nuevamente.
—Vos ostentas y exhibes tu cuerpo, y sabes muy bien que cualquiera que pase te va a mirar.
—Yo me exhibo?— él estaba sonriendo ahora, la transformación en su cara era  sorprendente . — Crees que?
Jaejoong miró el portón de reja para no tener que mirarlo.
—Sabes que sí.
—Entonces soy  muy guapo?
Él tomó una respiración.
—No, solamente diferente.
—Diferente?
—Algo exótico, raro, diferente!— él replicó. —Más alto que un árbol, más ancho que una montaña, eres una imagen extraña!
Yunho se rió. Era la primera vez que él  oía  su risa,  y se sintió  perplejo por la riqueza  y el calor de ese sonido.
—No todos tenemos que ser morenos, bajos y sajones, — él dijo con ojos brillantes.
— eso es malo.
—No, no lo es. — Él extendió una mano, y su dedo índice tocó su mentón, levantándolo. — Me gusta que no seas baja y morena, Jaejoong.
—Cómo Karam?
—Cómo Karam.
—Tus gustos no significan nada para mí, —  él jadeó. —Debo irme.
—A dónde vas? A propósito ordené que tuvieses el día libre. Necesitas descansar.
Jaejoong lo observó  cautelosamente, reticente a  responder.
—Y  por qué  te interesa mi  bienestar?
Sus  ojos brillaron.
—Todo sobre vos me interesa, Jaejoong.
Él inhaló profundamente.
—Vos me perteneces, — él dijo. — Y yo cuido bien lo que me pertenece.
Jaejoong entendió la referencia a su condición de siervo. Entonces Karam ya había esparcido la mentira, y por que él tendría que dudar de eso?
— No soy un siervo.
—Niegas que naciste de tu madre?
—Claro que no!
—Entonces perteneces a Aelfgar y de ese  modo me perteneces a  mí. Te repito la pregunta, a dónde vas ahora?
Él apretó sus puños, controlando su frustración y su intenso deseo de hacerle comprender la verdad. Pero,  por qué debería  importarle que él le creyera? No le importaba lo que él pensara de él,  pues él no tenía intención de partir. Y él  no permanecería como lord de ese lugar, de eso él estaba seguro. Sus  hermanos morirían antes de renunciar a Aelfgar y entregárselo a un normando. No, él sería paciente.
—Voy a visitar a Tildie.  Tal vez ella me necesite.
—Después de lo de anoche? De sus acusaciones? Tienes la bondad de ir a ella nuevamente?— Yunho estaba incrédulo.
—Ella estaba  exhausta y muerta de dolor. Siempre es  más fácil culpar a alguien más que a  uno mismo o a Dios.
—Tu corazón es demasiado grande y generoso.
—Vos me detendrías?
—No. Ve. Pero  no dejes que  nada  de lo que  ella diga te  ofusque, Jaejoong. —  Había una  advertencia en su tono. —Nosotros dos sabemos la verdad, vos y yo. Y eso es suficiente.
—Y estás tan seguro de La verdad? — Jaejoong se oyó preguntar.
Yunho sonrió. Sus  ojos fueron hacia su boca, demorándose allí.
—El  único poder que tienes, muchacho, es el poder de seducción, no el poder de un  brujo. Tu poder es tan viejo como el mundo, el poder sobre un  hombre.
Jaejoong no podía desviar su mirada, fascinado por la nota baja y sensual de su tono de voz. Algo extrañamente estimulante como éxtasis lo invadió  de pies a  cabeza. Finalmente  él encontró su voz.
— Yo no soy un seductor.
—No?— él se rió. —Entonces eres un brujo, pues  me has hechizado.
Él dobló sus  brazos.
—No, —  él  le  gritó. —No! Vos  eres un esclavo de tus propias lujurias y te recuerdo que vas a casarte con mi hermano!
Su sonrisa se debilitó. Sus  ojos se hicieron duros.
—Si yo fuese esclavo de mis propias lujurias, te tomaría ahora, aquí mismo en el suelo, como a un campesino, a la vista de todos.
Jaejoong se enrojeció.
—Pero me voy a casar con tu hermano en menos de quince días.
—Nunca!— Jaejoong rugió. Su vista oscureció.
—No pienses que puedes detenerme, — él dijo. —Tus poderes no son tan fuertes.
Lágrimas de rabia y de dolor, llenaron sus ojos.
—Yo te detendré, normando! Pero no del modo que vos sugieres, con los poderes de mi seducción. Te equivocas si piensas que yo te quiero para mí! Es Aelfgar lo que quiero proteger de vos! Y moriría feliz antes que ver el día en que vos verdaderamente seas el  lord aquí!
—Pero vos estás vivo, Jaejoong, — él dijo fríamente. —Y yo verdaderamente soy el lord aquí. Entonces quítate cualquier idea de traición de la cabeza. Te lo advierto aquí y ahora.
— Tengo permiso para irme, mi lord?— él preguntó, parpadeando furiosamente, arruinando su efecto de sarcasmo.
Él estaba reprimiendo su rabia.
—Vete, antes de hacerme actuar como un adolescente, y no un hombre, y ceda a la tentación. Pero recuerda mis palabras.

Jaejoong reprimió  una réplica  y apretó sus manos  a los costados, alejándose. Él lo miró marcharse por un largo tiempo.

3 comentarios:

  1. Pobre jae , todos estan en su contra incluso yunho :(
    Karam seguro no lo dejara en paz :(
    Muchas gracias por los capítulos: )

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  2. solo espero que Yunho no se case con Karam y si con Jae pues el Yunho a el que quiere para el es a Jae no a ese loco que solo trama cosas feas para Jae
    Gracias

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  3. Duro golpe lo del bebé, tanto para la madre como para Jae por no poder ayudarlo más y además la reacción de su amiga, a ver como lo recibe ahora.

    Gracias!!! 💗💕💞

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