miércoles, 19 de abril de 2017

El Conquistador: Capítulo 12

Capítulo 12

—Mi lord, más vino?— Karam preguntó alegremente.
Yunho, en el acto de cortar una pata de cordero, negó la cabeza secamente. La rodilla de su prometido tocaba la  suya. También su brazo. Él verdaderamente pensaba seducirlo? Él estaba  muy irritado.  Él se había comportado demasiado locuazmente y atentamente a lo largo de la cena.
Karam sirvió vino, sabiendo que el hombre no le agradecería, él era un bruto. Pero él podría sobrevivir sin sus modales. Él le lanzó otra sonrisa encantadora, batiendo sus  pestañas, pero él  hizo como si  no lo estuviese mirando. Su mirada estaba en el extremo  de una de las mesa debajo de la tarima. En Jaejoong. Karam sintió ganas de voltear esa mesa y volcar todo los contenidos sobre su maldito hermano bastardo.
Yunho observó a Jaejoong comiendo, con verdadero apetito, pero conservando un  comportamiento  delicado.  Estaba complacido de verlo en la mesa del salón. Era una señal inequívoca de que él era parte de la casa y la familia, y ese pensamiento era realmente provocativo.
Él vestía una sencilla túnica de lana color hierro oxidado, encima de una camisa azul profundo. Los dos colores eran perfectos para él, armonizando bellamente con su cabello negro, y sus ojos negros. Él mordió un pedazo de carne. Estaba demasiado lejos como  para que él viese la blancura de sus  dientes, pero ver sus labios lujuriosos sobre la carne era fascinante. No podía dejar de mirar, no quería mirarlo; en verdad, él quería mucho más que mirarlo.  Ya estaba excitado. Se movió en el asiento para aliviar la tensión de su pantalón.
—Mi lord, — Karam dijo dulcemente, pues era más difícil ganarse su atención.
Yunho suspiró, sin mirarlo tomó el vino. Él, por supuesto, siempre obediente, prontamente volvió a llenar su copa.
—Mi lord, lo encontré en tu habitación hoy.
Yunho le dio toda su atención.
—A Jaejoong?
Karam supo que ahora tenía toda su atención completa pero el tema era su odioso hermano.
—Sí.
— Qué tienes que decirme, Karam?
—Él estaba en tu habitación buscando su bolsa de hierbas, —Karam dijo, observándolo de cerca.
Yunho le lanzó una mirada dura a Jaejoong. Qué planeaba ese  muchacho ahora? Él sabía  muy bien que él estaba en posesión de sus  hierbas.  Él es tu enemigo, él se recordó: ya no es tu prometido, es tu enemigo. No olvides eso.
—Lo castigarás?— Karam preguntó.
—Yo no castigo levemente, — él dijo, agarrando un pedazo de pan. El tema estaba  terminado. Karam se agarró a la  mesa con fuerza.
Jaejoong estaba intentando ignorar la mirada caliente e impertinente de Yunho. Pero    estaba ruborizado, agitada e incómodo. No había una sola persona en el salón, él estaba seguro, que no estuviese viendo el modo lujurioso en que el normando lo observaba,  mientras tenía a su novio sentado a su lado. Jaejoong no los iba a mirar. Ya había soportado suficiente. Había escuchado la voz amable de Karam toda la noche, y aún   ahora la escuchaba. Yunho oía cortésmente las palabras que  él continuaba borboteando y por una vez él casi le sonrió. Y Karam, Jaejoong había visto su coqueteo muchas veces, y  esa noche él había llegado a rozar su pecho contra el brazo de él. Jaejoong sintió náuseas, y  deseó que fuese por la comida. Pero sabía que no lo era.
Se dijo a sí mismo que era por el matrimonio que se aproximaba porque él estaba cimentando su posición de poder en Aelfgar en detrimento de sus hermanos. No por  ninguna otra razón.
Pero esa lógica estaba comenzando a sonar débil, hasta para él mismo. Jaejoong deseó  poder  escapar de la mesa. Claro que no podía, no hasta que el lord y su prometido se retirasen primero. Dios! prefería las sofocantes cocinas a esa situación!
Desde  afuera se oyó el sonido de  un cuerno, la advertencia de la llegada de un extraño. Otra explosión sonó, indicando que no había un llamado a tomar las armas. Unos hombres de Yunho, que estaban  de guardia, entraron, seguidos por un mensajero del rey. Jaejoong se puso tenso.
El mensajero obviamente era enviado por Siwon, pues él usaba los colores del  Conquistador. Pero estaba cubierto de polvo,  mostrando que había tenido un  viaje largo y  difícil. Él se  hincó en  una rodilla  delante de Yunho, quien impacientemente hizo señas   con una mano para hacer que la gente dejase el salón en medio de la comida. El corazón de Jaejoong se hundió. Cómo podría descubrir  qué estaba sucediendo  si tenía que retirarse?
Se movió lentamente para salir, dejando todos dejasen el salón antes que él. Una mirada por sobre su hombro le mostró a Yunho sujetando un  mensaje cerrado en su mano pero  no haciendo ningún movimiento para abrirlo. Entonces él recibía  mensajes escritos! Oh, él podía leerlos o no? Si sólo él pudiese leérselos a él! Su mirada recorrió la sala  impacientemente y se clavó en  ella. Jaejoong rápidamente giró y partió.
Jaejoong estaba afuera sintiéndose inquieto, sabiendo que no había  modo de descubrir lo que estaba sucediendo dentro de la fortaleza. Yunho podía estar leyendo el documento, o  podía estar escuchando un relato verbal. Cualquiera  fuese el  mensaje era breve, porque a la gente pronto se le permitió volver al salón. Yunho estaba nuevamente sentado en su silla, bebiendo  el vino y mirando fijamente la chimenea. El  mensajero estaba sentado en la punta de la mesa de Jaejoong, en frente de él. Jaejoong ya no tenía hambre, pero no podía dejar pasar esa situación. Él le sonrió. Él era rubio como el normando. Él lo miró   sorprendido.
—Pareces cansado, — él dijo.  — No me gustaría tener que montar en un viaje tan largo.
—No es  fácil, — él dijo, sintiéndose lisonjeado por su interés. Cortó un pedazo  de cordero  y comenzó a comer. —Pero soy joven y fuerte, y el más confiable de los mensajeros del rey, — él ostentó.
—Es verdad?— Jaejoong preguntó, mostrando asombro en  su tono.
—La pura verdad, — él dijo, sonriendo. — Cuál es tu nombre, muchacho? Nunca había visto un chico tan bello.
—Yo soy Jaejoong. Y vos?
—Paul. — Él bebió una copa de vino. —Quizás te gustaría  caminar conmigo después de que cene?
Jaejoong sólo tenía un segundo para hacer saber su respuesta, y sólo pensando en su objetivo,  él dijo: 
—Sí, sería  bueno. — Lidiaría con el problema de las expectativas del muchacho más tarde,  él decidió.
Yunho observó este intercambio de palabras con irritación creciente cuando Jaejoong primero le regaló al  muchacho su sonrisa, él e inmediatamente se vio invadido por una emoción sospechosamente parecida a los celos algo que nunca había tenido en toda su vida. La desconfianza surgió también qué planeaba ese pequeño brujo coqueteando de esa manera? Entonces, cuando su diálogo continuó, el mensajero se mostró tan orgulloso como un gallo delante de una gallina, Jaejoong se mostraba admirándolo tímidamente, y  su irritación se convirtió en un gran enojo. El muchacho pensó estaba provocándolo? O   él era tan tonto como para pensar que podía enterarse de los asuntos del rey de una fuente de primera mano? O verdaderamente le gustaba ese muchacho, que apenas era un adolescente?
Fue como si Karam leyese sus pensamientos. Su voz mostraba un placer su placer indisimulable y  su despecho.
—Ves, mi lord, como él coquetea  con el  hombre del rey? Es repugnante. Ves por qué él no es diferente de su madre!
Sus palabras le quemaron, alimentando sus celos. Él era como su madre, quien había sido   la amante del viejo lord? Él provocaba a los otros hombres también? Su tono fue severo en la respuesta.
—No me importa lo que piensas. Si quisiera  tu opinión te la solicitaría. Caso contrario, mantén tu malicia para vos mismo.
Karam se ruborizó.
Yunho se levantó abruptamente, su silla cayó al suelo, y muy enojado caminó por el salón.  Inmediatamente sus hombres se pusieron de pie. El corazón de Jaejoong estaba latiendo   emoción y ansiedad. Ahora él debía seducir a ese mensajero para que revelase lo que sabía!
Todos  se habían retirado excepto el normando y Karam, él estaba hirviendo de furia  mientras él estaba sentado a la mesa. El mensajero estaba sonriendo, sentado confortablemente, su espalda apoyada contra la pared. Su mirada era lasciva.
Jaejoong sintió que su corazón se sobresaltaba. Cómo él iba a hacer eso? La desesperación creció en su pecho. Él se inclinó hacia adelante y le sonrió  provocativamente.
—El ruiseñor canta, puedas oírlo?
Su sonrisa se ensanchó.
—Entonces no debemos perdernos esa melodía. — Él se puso de pie, esperando que él lo siguiese.
La silla de Karam hizo un ruido como él se levantó, y  luego pasó por al lado de su hermano con una mirada odiosa y triunfante.
—Parece que has  adquirido un gusto por la carne  normanda, verdad Jaejoong? Eso fue  anoche o hoy es el principio?
Jaejoong quiso golpearlo, pero se  refrenó  por su objetivo, y el mensajero  que lo esperaba   no había oído el  susurro de Karam. Sombríamente él extendió su mano. Para su shock, él lo empujó abruptamente contra su cuerpo  y comenzó a besarlo, acariciando su pecho. Por reflejo Jaejoong intentó  librarse, pero sólo tuvo éxito en colocar  su espalda contra la mesa y él empujó lo recostó sobre ella.
—Para!— Jaejoong gritó furiosamente, todos sus pensamientos sobre el espionaje  desaparecieron. Él había subido sus faldas hasta las rodillas mientras lo tenía aprisionado contra la mesa, su boca lamía su cuello, y una mano acariciaba su pecho. Jaejoong luchó para bajar su vestido, quitar su mano de su pecho,  y levantarse fuera de la mesa, todo al mismo tiempo. El  pánico comenzó a crecer cuando se dio cuenta que él era mucho más fuerte que  él y ya  no era una mera provocación sino que realmente lo estaba violando.
El sonido de  la voz de Changmin fue algo  más que  bienvenido  cuando  Jaejoong la oyó.
—Oye, oye!  Qué es esto?
El mensajero dejó de luchar con él, volviéndose con irritación, aunque sin soltarlo completamente. Jaejoong lo apartó y  escapó de de sus brazos como si estuviese saltando sobre carbones calientes.
—Sir Changmin!
—Yunho te requiere, Jaejoong, — Changmin dijo, dándole una mirada dura al mensajero. — Es  así como abusas de la  hospitalidad de Lord Yunho?
Jaejoong nunca había pensado que le daría la bienvenida a un requerimiento del  normando, pero lo hizo en ese momento. Huyó hacia las escaleras, dejando al mensajero defendiendo enojadamente sus acciones y culpándolo por provocarlo en primero lugar. Una vez delante de  la puerta del normando, hizo una pausa para acomodar su cabello y alisar su vestido. Estaba sudado por el  encuentro vigoroso,  enrojecido  y hasta sin aliento. Pero  antes de poder recuperar la compostura, la puerta se abrió y el normando estaba allí, frunciendo el ceño.
Su mirada lo recorrió y el alivio de Jaejoong quedó olvidado y reemplazado por una nueva ansiedad. Su tono fue abrupto.
—Quiero una poción.
Jaejoong sabía que parecía desilusionado y furioso al mismo tiempo. Él realmente creía que había estado fornicando?
Yunho sonrió con desagrado.
—Parece que tengo los cascos del caballo del diablo golpeando aquí mismo. — Él dijo  tocándose la sien.
Él tenía una jaqueca? Lo había llamado por una jaqueca? Sus  sospechas crecieron.
—Creo, —  él dijo,  bastante sarcásticamente, — Mas vino te aliviará el sufrimiento.
—Estás ofuscado, Jaejoong?— su tono era tan sarcástico  como el  suyo. —Trastornado? Te perturbé? Interrumpí algo?
—Eres mi amo y señor, —  él dijo, muy dulcemente. —Cómo podrías perturbarme?
—Tienes razón, — él dijo, inclinando más cerca, su mirada fija en su boca hinchada y  magullada. —Tu amo y señor. — Él sonrió nuevamente, y Jaejoong sintió algo como  miedo. —No quiero más  vino. Quiero una poción. Un brebaje de un brujo. Para mi cabeza.
El brebaje de un brujo. Sus palabras le dolieron, luego pero él se dio vuelta  altaneramente. Él fue tan rápido que él no pudo dar  ni un paso, pues su mano agarró su brazo y lo hizo  girar para enfrentarlo.
—Y nada de demorarse, Jaejoong, — él replicó. —Nada de hacer trampas.
Sus ojos se ensancharon con comprensión y sorpresa. Él le estaba diciendo con palabras  vagas algo respecto a su encuentro con el mensajero! Algo caliente recorrió sus venas, algo como emoción. Él se halló  sonriendo.
—No me demoraré ni haré trampa, mi lord.
Su mal humor aumentó.
—Bien! Vete, entonces!
Jaejoong partió en busca de  la poción en el  piso superior en las escaleras oyó la puerta golpeándose como un trueno.
* * *
—Él ordenó que la aldea fuese destruida!
Jaejoong miró fijamente a su primo Teddy.
—Seguramente estás bromeando!
—No, es verdad, toda la aldea, Jaejoong, será quemada!
Dos días atrás Jaejoong le había dado a Yunho la poción que él había solicitado y luego  prontamente él había sido despachado. Yunho se había llevado un grupo de hombres y  había desaparecido a la mañana siguiente y no había retornado hasta tarde la noche anterior. No había modo en que Jaejoong pudiera descubrir donde él  había estado, ni con que propósito. Una vez más él había estado libre para hacer lo que quisiera. Él había  decidido permanecer fuera del  camino de Karam, y había  pasado tiempo con su abuela, juntando hierbas, moliéndolas y mezclándolas para preparar pociones para aliviar el  dolor, para curar urticaria, para inducir el sueño, y para estimular  fertilidad y la potencia. Era temprano a la mañana.
Teddy, vestía  una túnica y  pantalón  de lana,  y lo agarró  por la  muñeca.
— No puedes hacerle una maldición?— él le imploró.— Sé que eres un brujo bueno, Jaejoong, pero no puedes, por una vez, hacer que él muera? Él está destruyendo todas nuestras casas!
El normando no tiene  ni una gota de sangre de ser humano en todo su cuerpo, Jaejoong pensó furiosamente.  Caminó  alejándose de fortaleza, contemplando la fortaleza, de tres pisos de alto, cuadrada y fea, con sus sólo unas minúsculas hendijas como ventanas,  ubicada sobre colina sobre la aldea. Un enorme y profundo foso había sido cavado alrededor de todo su perímetro, excluyendo el huerto, el campo de heno y de cultivos. Entonces vio una cabaña incendiándose.
Jaejoong  levantó su falda y comenzó a correr. Era un momento terrible: Un Deja-vu. El normando estaba sentado y observando sobre su garañón, rodeado por tres de sus  hombres. Ante el sonido de sus pasos rápidos, él movió su caballo y lo observó.
—Debes parar esto inmediatamente!
Una sugestión de sonrisa apareció en sus facciones duras. Jaejoong estaba jadeando. Su mirada vagó  por su rostro y descendió hasta su  pecho. Hambriento como un lobo en invierno.
—Me oíste?— Jaejoong gritó.
—No interfieras, — él dijo,  alejándose de él. Otra cabaña  fue incendiada. El sonido de los llantos de las  mujeres llegó hasta ellos.
— No tienes alma, — Jaejoong espetó.  —Ni corazón. Cuánto lo lamento por vos!— Sus ojos se llenaron de lágrimas. Sus hombres estaban  incendiando las cabañas, y ahora la  mitad de la aldea estaba ardiendo.
Él le lanzó una mirada oscura.
—La aldea debía ser movida.
—Por qué?  Son sus casas. Sus vidas. Su sustento!
—Todo será reconstruido, Jaejoong, — él dijo, había una advertencia en su tono. —No  interfieras en lo que  no entiendes.
Él ignoró su  amenaza.
—Sientes un placer perverso, verdad?  Usando tu poder de ese modo, asustando a la gente  ignorante, Normando?
—Jaejoong, basta.
—Aterrorizas a las mujeres, criaturas y siervos impotentes. Sí, eso te hace sentir muy valiente. Me sorprende que no te llamen Yunho el valiente, por todo el coraje que demuestras!
Él estaba se enrojeció. Montado cerca de él, Changmin  estaba incrédulo, y también enrojecido. Los otros dos hombres fingieron no haber oído. A Jaejoong no le importó,  Estaba frenético y  furioso, más allá del miedo que sentía.
—Sí, de ahora en adelante, ese es tu  nombre, Yunho el valiente!
Sucedió tan rápido que él no pudo reaccionar. Las palabras no estaban fuera de su boca antes que  él lo subiese bruscamente sobre su caballo, colocándolo boca abajo sobre sus  muslos. Y el  garañón partió al galope, casi simultáneamente. Jaejoong no podría haberse movido si  hubiese querido pero  no  lo quiso. Sólo podía ver dos cosas sus pies en el  estribo y las patas del caballo que volaban sobre el suelo.  Él estaba aterrorizado de ser  caerse de ese gran enorme caballo y ser aplastada por sus cascos.
Y aterrorizado por lo que él le iba a hacer.
Oh, por qué no podía mantener su boca cerrada?
La bestia se detuvo. Él fue bajado al mismo tiempo que él desmontaba. Fue cargado como una bolsa de granos  colgando de su brazo. Él comenzó a retorcerse. Para un escaso segundo su nariz casi tocó el  suelo. Entonces, al sentir sus faldas siendo cubriendo su cabeza, él gritó,  intentando librarse.
—Me has estado provocando una y otra vez, — él dijo con los dientes apretados mientras observaba sus  nalgas blancas. Él estaba tan determinado que la imagen no lo intimidó. —Una criatura merece el castigo de una criatura.
—Si me golpeas...!— Jaejoong gritó furioso, sin creer que él se atrevería a golpearlo.
—Qué me vas a hacer?— él provocó, abofeteando con fuerza sus nalgas.
Le dolió. Eso lo inmovilizó pero  no por mucho tiempo.
—Cómo te atreves!—  él estaba enfurecido.
Yunho lo sujetaba fácilmente aunque él luchaba por  librarse con todas sus fuerzas.
—Me atrevo a cualquier cosa que me complazca.
— Él lo golpeó nuevamente, más duramente.
—Qué valiente que eres!— él jadeó, retorciéndose sobre su regazo.
Una tercera bofetada le siguió.
— Nadie, hombre o mujer, me habla del  modo en que vos lo haces, — él dijo severamente,  mirando fijamente  su carne blanca. Él estaba increíblemente bien formada. Sus piernas eran largas y con curvas, sus nalgas, altas, redondeadas y lujuriosas.
—Nunca te perdonaré. — Jaejoong dijo sofocadamente,  más humillado que lastimado.
—No necesito tu perdón, pero vos necesitas entrar en razón, — él dijo roncamente, incapaz de desviar sus ojos de su trasero. Su mano se apoyó por iniciativa propia en una nalga firme.
Jaejoong se movió como si lo hubiese quemado. Su mano se cerró sobre la nalga, apretándola. Su respiración estaba atrapada  en su garganta y él no podía respirar. Ni podía moverse.
—Pones a prueba  mis votos, — él dijo severamente,  deslizando su mano por debajo para de la parte trasera  de su muslo. Sus dedos se metieron íntimamente entre sus piernas, tocando el vello húmedo de su sexo.
Un fuego líquido recorrió el cuerpo de él. Su mano se movió ligeramente, pero lo suficiente como parar  apretar los rulos suaves. Y contra su cadera, su falo empujaba ardientemente.
—No lo hagas, — Jaejoong logró decir roncamente. —Por favor.
De repente Yunho lo  empujó sobre  sus rodillas, sus manos sujetando sus caderas con fuerza.
—No me  importan  mis votos, — él dijo, jadeando, su era tono estrangulado. Él gimió  masculinamente. —Dios, Jaejoong, no puedo...— su miembro  estaba apretado contra sus  nalgas, y él sintió  su boca sobre su cuello. En otro momento su virginidad habría sido  perdida en ese instante.
Y entonces él lo soltó.
Con un grito, Jaejoong se alejó arrastrándose sobre sus manos y sus  rodillas, luego giró, apoyando su espalda contra un árbol. Él estaba jadeando, su mirada clavada en él. Su corazón latía ferozmente en sus oídos.
Yunho estaba de rodillas, mirando fijamente el suelo, había un sudor visible en su rostro.  Él sintió y vio la batalla que él estaba librando en  su mente contra su lujuria. La pasión y la excitación oscurecieron sus facciones. Su cuerpo parecía como si  fuese a  estallar. Jaejoong lloriqueó, por  miedo o por  necesidad? Yunho levantó la cabeza y le clavó sus  ojos.
Jaejoong retrocedió horrorizado.
—No te lastimaré, — él dijo sombríamente.
—Te odio!
Él lentamente  se puso de pie.
—No te lastimaré. —  Unas lágrimas, calientes y amargas subieron a sus ojos. —No lo harás...—  él se rió,  con un poco  de histeria. —Me golpeas e intentas violarme  y me dices que no vas a lastimarme?
Su mandíbula se tensó.
—No te golpeé, no te violé. Vos me provocas, Jaejoong.
—Me culpas! Me Culpa cuando sos vos quien está en falta!
Sus  ojos se oscurecieron.
Jaejoong sofocó un sollozo y se maldijo por su lengua venenosa. Lentamente se puso de pie, su espalda apretada contra el tronco del árbol. Él lo observó. Él lo observó.
—Si no fueses el hermano de Karam, — él dijo clavándole su mirada, — si fueras  cualquier muchacho, te tomaría. Serías mi amante hasta que yo pudiera exorcizarte de mi alma y de mi sangre. Pues sólo soy un hombre, Jaejoong, y vos me tientas más allá de mis convicciones.
—No es mi culpa!
—Oh, es tu culpa, — él dijo,  serenamente ahora. — Tu belleza desafía cualquier cosa que yo haya visto. Y vos,  me desafías a cada segundo, llevando mis emociones al extremo. No piensas que mi miembro  no se excita también, con la tormenta que vos creas en mí?
— Yo debería observar como quemas las casas de mi familia y no decir nada?
Ese recuerdo trajo oscuridad a sus ojos.
— Y me provocas delante de mis hombres! Te advierto nuevamente, Jaejoong no me provoques. Si lo haces, te encontrarás acostado de espaldas conmigo encima!
—Violarías al hermano de tu prometido!
—Cuando  estés  debajo  mío,  crees  que  pensaré en  quien eres? Sólo serías Jaejoong, un bello brujo de cabello negro y con ojos oscuros.
Él sabía que él no quería usar esa palabra, sin embargo se enrojeció. Sintiendo  desesperación, él se aferró al tema de importancia.
— Qué sucederá con los aldeanos?
—Estamos reconstruyendo, — él dijo. —La  aldea está siendo movida, Jaejoong, y no es  un capricho. Soy un jefe, y vi más guerras de las que puedes imaginar. La aldea estará mejor defendida dentro de los muros. Eso será bueno para  todos, no sólo para  mí mismo.  Hasta sería bueno para tu hermano, si él estuviese aquí.
Él se había equivocado? Había actuado impetuosamente?
—Ven, Jaejoong, — él dijo. —Te llevaré  de vuelta.
—No me pidas que vaya con vos, — él rugió. —Caminaré.
Ahora su rostro era inexpresivo, sus ojos se  cerraron.
—Ven. No te dejaré.
—Por qué  no?— él gritó.
—Porque no lo haré, — él dijo duramente.
Ellos se miraron fijamente uno al otro.
Y Jaejoong  supo que  no podía ganar.  Sintió una oleada súbita de lágrimas subiendo, y su  derrota  fue  amarga. Él avanzó tropezando. Él extendió su mano para ayudarlo a levantarse, y ahora confusión y una  extraña ternura cruzaron su expresión. Él aflojó su mano. Él encontró su mirada, y antes que él pudiera retirarla, él vio confusión y algo que se parecía a la piedad o a la compasión. Pero seguramente estaba alucinando!
—Si deseas caminar por puedes hacerlo, — él dijo abruptamente.

Inmediatamente  él se detuvo y cruzó sus brazos firmemente. Él asintió con la cabeza, giró el caballo, y se alejó al trote. Jaejoong lo observó  irse. Lo miró fijamente por un tiempo  muy largo.

4 comentarios:

  1. Yunho esta super encantado con jae , por eso no sabe como tratarlo: (
    Yunho deberia aclarar su situación para no seguir molestando a jae :(
    Jae se siente traicionado porque yunho le quito todo a su familia :(
    Los dos son tan compatibles , pero las circunstancias son muy malas para que esten juntos: (

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  2. Omo me encanto el capitulo yunni tu y jaejoong son tan compatibles pero dadas las circunstancias no pueden estar juntos. Y alli dejaron a jaejjong triste y solo...
    Atte:amix lo siento por no comentar como quisiera pero con los estudios se hace un poco complicado pero cuando puedo dejo mis mensajitos ....

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  3. pobre Jae hoy si que le llovió sobre mojado primero ese lo quiere violar y después el susto de las cabañas quemadas y luego Yunho tratando de hacer lo mismo que ese individuo pero se arrepintió de violar a Jae por mas que quiera no lo podrá hacer a Jae le tiene que dar un trato digno si quiere tenerlo para el y sera el acto por amor y no violación cuando por fin este con Jae
    Gracias

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  4. Bueno lo quieren violar por coqueto aunque lo haya hecho con un fin y más en esos tiempos y no estoy justificando, ahora bien recuerdo que Yunho dijo eso de las cabañas que serían reedificadas dentro de lo que está construyendo por seguridad, lo que no recuerdo es que si se lo dijo a Jae. Yunho no aguanta las ganas de hacer suyo a Jae pero se contiene porque es hermano de su prometido y con Jae puede más el sentido de lealtad hacia sus hermanos, hacia su pueblo.

    Gracias!!! 💗💕💞

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