Capítulo 12
—Mi lord, más vino?— Karam preguntó
alegremente.
Yunho, en el acto de cortar una pata de
cordero, negó la cabeza secamente. La rodilla de su prometido tocaba la suya. También su brazo. Él verdaderamente
pensaba seducirlo? Él estaba muy
irritado. Él se había comportado
demasiado locuazmente y atentamente a lo largo de la cena.
Karam sirvió vino, sabiendo que el hombre no
le agradecería, él era un bruto. Pero él podría sobrevivir sin sus modales. Él le
lanzó otra sonrisa encantadora, batiendo sus
pestañas, pero él hizo como si no lo estuviese mirando. Su mirada estaba en
el extremo de una de las mesa debajo de
la tarima. En Jaejoong. Karam sintió ganas de voltear esa mesa y volcar todo
los contenidos sobre su maldito hermano bastardo.
Yunho observó a Jaejoong comiendo, con
verdadero apetito, pero conservando un
comportamiento delicado. Estaba complacido de verlo en la mesa del
salón. Era una señal inequívoca de que él era parte de la casa y la familia, y
ese pensamiento era realmente provocativo.
Él vestía una sencilla túnica de lana color
hierro oxidado, encima de una camisa azul profundo. Los dos colores eran perfectos
para él, armonizando bellamente con su cabello negro, y sus ojos negros. Él
mordió un pedazo de carne. Estaba demasiado lejos como para que él viese la blancura de sus dientes, pero ver sus labios lujuriosos sobre
la carne era fascinante. No podía dejar de mirar, no quería mirarlo; en verdad,
él quería mucho más que mirarlo. Ya
estaba excitado. Se movió en el asiento para aliviar la tensión de su pantalón.
—Mi lord, — Karam dijo dulcemente, pues era
más difícil ganarse su atención.
Yunho suspiró, sin mirarlo tomó el vino. Él,
por supuesto, siempre obediente, prontamente volvió a llenar su copa.
—Mi lord, lo encontré en tu habitación hoy.
Yunho le dio toda su atención.
—A Jaejoong?
Karam supo que ahora tenía toda su atención
completa pero el tema era su odioso hermano.
—Sí.
— Qué tienes que decirme, Karam?
—Él estaba en tu habitación buscando su bolsa
de hierbas, —Karam dijo, observándolo de cerca.
Yunho le lanzó una mirada dura a Jaejoong.
Qué planeaba ese muchacho ahora? Él
sabía muy bien que él estaba en posesión
de sus hierbas. Él es tu enemigo, él se recordó: ya no es tu
prometido, es tu enemigo. No olvides eso.
—Lo castigarás?— Karam preguntó.
—Yo no castigo levemente, — él dijo,
agarrando un pedazo de pan. El tema estaba
terminado. Karam se agarró a la
mesa con fuerza.
Jaejoong estaba intentando ignorar la mirada
caliente e impertinente de Yunho. Pero
estaba ruborizado, agitada e incómodo. No había una sola persona en el
salón, él estaba seguro, que no estuviese viendo el modo lujurioso en que el
normando lo observaba, mientras tenía a
su novio sentado a su lado. Jaejoong no los iba a mirar. Ya había soportado
suficiente. Había escuchado la voz amable de Karam toda la noche, y aún ahora la escuchaba. Yunho oía cortésmente
las palabras que él continuaba
borboteando y por una vez él casi le sonrió. Y Karam, Jaejoong había visto su
coqueteo muchas veces, y esa noche él
había llegado a rozar su pecho contra el brazo de él. Jaejoong sintió náuseas,
y deseó que fuese por la comida. Pero
sabía que no lo era.
Se dijo a sí mismo que era por el matrimonio
que se aproximaba porque él estaba cimentando su posición de poder en Aelfgar
en detrimento de sus hermanos. No por
ninguna otra razón.
Pero esa lógica estaba comenzando a sonar
débil, hasta para él mismo. Jaejoong deseó
poder escapar de la mesa. Claro
que no podía, no hasta que el lord y su prometido se retirasen primero. Dios!
prefería las sofocantes cocinas a esa situación!
Desde
afuera se oyó el sonido de un
cuerno, la advertencia de la llegada de un extraño. Otra explosión sonó,
indicando que no había un llamado a tomar las armas. Unos hombres de Yunho, que
estaban de guardia, entraron, seguidos
por un mensajero del rey. Jaejoong se puso tenso.
El mensajero obviamente era enviado por Siwon,
pues él usaba los colores del
Conquistador. Pero estaba cubierto de polvo, mostrando que había tenido un viaje largo y
difícil. Él se hincó en una rodilla
delante de Yunho, quien impacientemente hizo señas con una mano para hacer que la gente dejase
el salón en medio de la comida. El corazón de Jaejoong se hundió. Cómo podría
descubrir qué estaba sucediendo si tenía que retirarse?
Se movió lentamente para salir, dejando todos
dejasen el salón antes que él. Una mirada por sobre su hombro le mostró a Yunho
sujetando un mensaje cerrado en su mano
pero no haciendo ningún movimiento para
abrirlo. Entonces él recibía mensajes
escritos! Oh, él podía leerlos o no? Si sólo él pudiese leérselos a él! Su mirada
recorrió la sala impacientemente y se
clavó en ella. Jaejoong rápidamente giró
y partió.
Jaejoong estaba afuera sintiéndose inquieto,
sabiendo que no había modo de descubrir
lo que estaba sucediendo dentro de la fortaleza. Yunho podía estar leyendo el
documento, o podía estar escuchando un
relato verbal. Cualquiera fuese el mensaje era breve, porque a la gente pronto
se le permitió volver al salón. Yunho estaba nuevamente sentado en su silla,
bebiendo el vino y mirando fijamente la
chimenea. El mensajero estaba sentado en
la punta de la mesa de Jaejoong, en frente de él. Jaejoong ya no tenía hambre,
pero no podía dejar pasar esa situación. Él le sonrió. Él era rubio como el
normando. Él lo miró sorprendido.
—Pareces cansado, — él dijo. — No me gustaría tener que montar en un viaje
tan largo.
—No es
fácil, — él dijo, sintiéndose lisonjeado por su interés. Cortó un
pedazo de cordero y comenzó a comer. —Pero soy joven y fuerte, y
el más confiable de los mensajeros del rey, — él ostentó.
—Es verdad?— Jaejoong preguntó, mostrando
asombro en su tono.
—La pura verdad, — él dijo, sonriendo. — Cuál
es tu nombre, muchacho? Nunca había visto un chico tan bello.
—Yo soy Jaejoong. Y vos?
—Paul. — Él bebió una copa de vino. —Quizás
te gustaría caminar conmigo después de
que cene?
Jaejoong sólo tenía un segundo para hacer
saber su respuesta, y sólo pensando en su objetivo, él dijo:
—Sí, sería
bueno. — Lidiaría con el problema de las expectativas del muchacho más
tarde, él decidió.
Yunho observó este intercambio de palabras
con irritación creciente cuando Jaejoong primero le regaló al muchacho su sonrisa, él e inmediatamente se
vio invadido por una emoción sospechosamente parecida a los celos algo que
nunca había tenido en toda su vida. La desconfianza surgió también qué planeaba
ese pequeño brujo coqueteando de esa manera? Entonces, cuando su diálogo
continuó, el mensajero se mostró tan orgulloso como un gallo delante de una
gallina, Jaejoong se mostraba admirándolo tímidamente, y su irritación se convirtió en un gran enojo.
El muchacho pensó estaba provocándolo? O
él era tan tonto como para pensar que podía enterarse de los asuntos del
rey de una fuente de primera mano? O verdaderamente le gustaba ese muchacho,
que apenas era un adolescente?
Fue como si Karam leyese sus pensamientos. Su
voz mostraba un placer su placer indisimulable y su despecho.
—Ves, mi lord, como él coquetea con el
hombre del rey? Es repugnante. Ves por qué él no es diferente de su
madre!
Sus palabras le quemaron, alimentando sus
celos. Él era como su madre, quien había sido
la amante del viejo lord? Él provocaba a los otros hombres también? Su
tono fue severo en la respuesta.
—No me importa lo que piensas. Si
quisiera tu opinión te la solicitaría.
Caso contrario, mantén tu malicia para vos mismo.
Karam se ruborizó.
Yunho se levantó abruptamente, su silla cayó
al suelo, y muy enojado caminó por el salón.
Inmediatamente sus hombres se pusieron de pie. El corazón de Jaejoong estaba
latiendo emoción y ansiedad. Ahora él
debía seducir a ese mensajero para que revelase lo que sabía!
Todos
se habían retirado excepto el normando y Karam, él estaba hirviendo de
furia mientras él estaba sentado a la
mesa. El mensajero estaba sonriendo, sentado confortablemente, su espalda
apoyada contra la pared. Su mirada era lasciva.
Jaejoong sintió que su corazón se
sobresaltaba. Cómo él iba a hacer eso? La desesperación creció en su pecho. Él se
inclinó hacia adelante y le sonrió
provocativamente.
—El ruiseñor canta, puedas oírlo?
Su sonrisa se ensanchó.
—Entonces no debemos perdernos esa melodía. —
Él se puso de pie, esperando que él lo siguiese.
La silla de Karam hizo un ruido como él se
levantó, y luego pasó por al lado de su
hermano con una mirada odiosa y triunfante.
—Parece que has adquirido un gusto por la carne normanda, verdad Jaejoong? Eso fue anoche o hoy es el principio?
Jaejoong quiso golpearlo, pero se refrenó
por su objetivo, y el mensajero
que lo esperaba no había oído
el susurro de Karam. Sombríamente él extendió
su mano. Para su shock, él lo empujó abruptamente contra su cuerpo y comenzó a besarlo, acariciando su pecho.
Por reflejo Jaejoong intentó librarse,
pero sólo tuvo éxito en colocar su
espalda contra la mesa y él empujó lo recostó sobre ella.
—Para!— Jaejoong gritó furiosamente, todos
sus pensamientos sobre el espionaje
desaparecieron. Él había subido sus faldas hasta las rodillas mientras
lo tenía aprisionado contra la mesa, su boca lamía su cuello, y una mano
acariciaba su pecho. Jaejoong luchó para bajar su vestido, quitar su mano de su
pecho, y levantarse fuera de la mesa,
todo al mismo tiempo. El pánico comenzó
a crecer cuando se dio cuenta que él era mucho más fuerte que él y ya
no era una mera provocación sino que realmente lo estaba violando.
El sonido de
la voz de Changmin fue algo más
que bienvenido cuando
Jaejoong la oyó.
—Oye, oye!
Qué es esto?
El mensajero dejó de luchar con él,
volviéndose con irritación, aunque sin soltarlo completamente. Jaejoong lo
apartó y escapó de de sus brazos como si
estuviese saltando sobre carbones calientes.
—Sir Changmin!
—Yunho te requiere, Jaejoong, — Changmin dijo,
dándole una mirada dura al mensajero. — Es
así como abusas de la
hospitalidad de Lord Yunho?
Jaejoong nunca había pensado que le daría la
bienvenida a un requerimiento del
normando, pero lo hizo en ese momento. Huyó hacia las escaleras, dejando
al mensajero defendiendo enojadamente sus acciones y culpándolo por provocarlo
en primero lugar. Una vez delante de la puerta
del normando, hizo una pausa para acomodar su cabello y alisar su vestido. Estaba
sudado por el encuentro vigoroso, enrojecido
y hasta sin aliento. Pero antes
de poder recuperar la compostura, la puerta se abrió y el normando estaba allí,
frunciendo el ceño.
Su mirada lo recorrió y el alivio de Jaejoong
quedó olvidado y reemplazado por una nueva ansiedad. Su tono fue abrupto.
—Quiero una poción.
Jaejoong sabía que parecía desilusionado y
furioso al mismo tiempo. Él realmente creía que había estado fornicando?
Yunho sonrió con desagrado.
—Parece que tengo los cascos del caballo del
diablo golpeando aquí mismo. — Él dijo
tocándose la sien.
Él tenía una jaqueca? Lo había llamado por
una jaqueca? Sus sospechas crecieron.
—Creo, —
él dijo, bastante
sarcásticamente, — Mas vino te aliviará el sufrimiento.
—Estás ofuscado, Jaejoong?— su tono era tan
sarcástico como el suyo. —Trastornado? Te perturbé? Interrumpí
algo?
—Eres mi amo y señor, — él dijo, muy dulcemente. —Cómo podrías
perturbarme?
—Tienes razón, — él dijo, inclinando más
cerca, su mirada fija en su boca hinchada y
magullada. —Tu amo y señor. — Él sonrió nuevamente, y Jaejoong sintió
algo como miedo. —No quiero más vino. Quiero una poción. Un brebaje de un
brujo. Para mi cabeza.
El brebaje de un brujo. Sus palabras le
dolieron, luego pero él se dio vuelta
altaneramente. Él fue tan rápido que él no pudo dar ni un paso, pues su mano agarró su brazo y lo
hizo girar para enfrentarlo.
—Y nada de demorarse, Jaejoong, — él replicó.
—Nada de hacer trampas.
Sus ojos se ensancharon con comprensión y
sorpresa. Él le estaba diciendo con palabras
vagas algo respecto a su encuentro con el mensajero! Algo caliente
recorrió sus venas, algo como emoción. Él se halló sonriendo.
—No me demoraré ni haré trampa, mi lord.
Su mal humor aumentó.
—Bien! Vete, entonces!
Jaejoong partió en busca de la poción en el piso superior en las escaleras oyó la puerta
golpeándose como un trueno.
* * *
—Él ordenó que la aldea fuese destruida!
Jaejoong miró fijamente a su primo Teddy.
—Seguramente estás bromeando!
—No, es verdad, toda la aldea, Jaejoong, será
quemada!
Dos días atrás Jaejoong le había dado a Yunho
la poción que él había solicitado y luego
prontamente él había sido despachado. Yunho se había llevado un grupo de
hombres y había desaparecido a la mañana
siguiente y no había retornado hasta tarde la noche anterior. No había modo en
que Jaejoong pudiera descubrir donde él
había estado, ni con que propósito. Una vez más él había estado libre
para hacer lo que quisiera. Él había
decidido permanecer fuera del
camino de Karam, y había pasado
tiempo con su abuela, juntando hierbas, moliéndolas y mezclándolas para
preparar pociones para aliviar el dolor,
para curar urticaria, para inducir el sueño, y para estimular fertilidad y la potencia. Era temprano a la
mañana.
Teddy, vestía
una túnica y pantalón de lana,
y lo agarró por la muñeca.
— No puedes hacerle una maldición?— él le
imploró.— Sé que eres un brujo bueno, Jaejoong, pero no puedes, por una vez,
hacer que él muera? Él está destruyendo todas nuestras casas!
El normando no tiene ni una gota de sangre de ser humano en todo
su cuerpo, Jaejoong pensó furiosamente.
Caminó alejándose de fortaleza,
contemplando la fortaleza, de tres pisos de alto, cuadrada y fea, con sus sólo
unas minúsculas hendijas como ventanas,
ubicada sobre colina sobre la aldea. Un enorme y profundo foso había
sido cavado alrededor de todo su perímetro, excluyendo el huerto, el campo de
heno y de cultivos. Entonces vio una cabaña incendiándose.
Jaejoong
levantó su falda y comenzó a correr. Era un momento terrible: Un
Deja-vu. El normando estaba sentado y observando sobre su garañón, rodeado por
tres de sus hombres. Ante el sonido de
sus pasos rápidos, él movió su caballo y lo observó.
—Debes parar esto inmediatamente!
Una sugestión de sonrisa apareció en sus facciones
duras. Jaejoong estaba jadeando. Su mirada vagó
por su rostro y descendió hasta su
pecho. Hambriento como un lobo en invierno.
—Me oíste?— Jaejoong gritó.
—No interfieras, — él dijo, alejándose de él. Otra cabaña fue incendiada. El sonido de los llantos de las mujeres llegó hasta ellos.
— No tienes alma, — Jaejoong espetó. —Ni corazón. Cuánto lo lamento por vos!— Sus
ojos se llenaron de lágrimas. Sus hombres estaban incendiando las cabañas, y ahora la mitad de la aldea estaba ardiendo.
Él le lanzó una mirada oscura.
—La aldea debía ser movida.
—Por qué?
Son sus casas. Sus vidas. Su sustento!
—Todo será reconstruido, Jaejoong, — él dijo,
había una advertencia en su tono. —No
interfieras en lo que no
entiendes.
Él ignoró su
amenaza.
—Sientes un placer perverso, verdad? Usando tu poder de ese modo, asustando a la
gente ignorante, Normando?
—Jaejoong, basta.
—Aterrorizas a las mujeres, criaturas y siervos
impotentes. Sí, eso te hace sentir muy valiente. Me sorprende que no te llamen Yunho
el valiente, por todo el coraje que demuestras!
Él estaba se enrojeció. Montado cerca de él, Changmin
estaba incrédulo, y también enrojecido.
Los otros dos hombres fingieron no haber oído. A Jaejoong no le importó, Estaba frenético y furioso, más allá del miedo que sentía.
—Sí, de ahora en adelante, ese es tu nombre, Yunho el valiente!
Sucedió tan rápido que él no pudo reaccionar.
Las palabras no estaban fuera de su boca antes que él lo subiese bruscamente sobre su caballo,
colocándolo boca abajo sobre sus muslos.
Y el garañón partió al galope, casi
simultáneamente. Jaejoong no podría haberse movido si hubiese querido pero no lo
quiso. Sólo podía ver dos cosas sus pies en el
estribo y las patas del caballo que volaban sobre el suelo. Él estaba aterrorizado de ser caerse de ese gran enorme caballo y ser
aplastada por sus cascos.
Y aterrorizado por lo que él le iba a hacer.
Oh, por qué no podía mantener su boca
cerrada?
La bestia se detuvo. Él fue bajado al mismo
tiempo que él desmontaba. Fue cargado como una bolsa de granos colgando de su brazo. Él comenzó a
retorcerse. Para un escaso segundo su nariz casi tocó el suelo. Entonces, al sentir sus faldas siendo
cubriendo su cabeza, él gritó,
intentando librarse.
—Me has estado provocando una y otra vez, —
él dijo con los dientes apretados mientras observaba sus nalgas blancas. Él estaba tan determinado que
la imagen no lo intimidó. —Una criatura merece el castigo de una criatura.
—Si me golpeas...!— Jaejoong gritó furioso, sin
creer que él se atrevería a golpearlo.
—Qué me vas a hacer?— él provocó, abofeteando
con fuerza sus nalgas.
Le dolió. Eso lo inmovilizó pero no por mucho tiempo.
—Cómo te atreves!— él estaba enfurecido.
Yunho lo sujetaba fácilmente aunque él
luchaba por librarse con todas sus
fuerzas.
—Me atrevo a cualquier cosa que me complazca.
— Él lo golpeó nuevamente, más duramente.
—Qué valiente que eres!— él jadeó,
retorciéndose sobre su regazo.
Una tercera bofetada le siguió.
— Nadie, hombre o mujer, me habla del modo en que vos lo haces, — él dijo
severamente, mirando fijamente su carne blanca. Él estaba increíblemente
bien formada. Sus piernas eran largas y con curvas, sus nalgas, altas,
redondeadas y lujuriosas.
—Nunca te perdonaré. — Jaejoong dijo
sofocadamente, más humillado que
lastimado.
—No necesito tu perdón, pero vos necesitas
entrar en razón, — él dijo roncamente, incapaz de desviar sus ojos de su
trasero. Su mano se apoyó por iniciativa propia en una nalga firme.
Jaejoong se movió como si lo hubiese quemado.
Su mano se cerró sobre la nalga, apretándola. Su respiración estaba
atrapada en su garganta y él no podía
respirar. Ni podía moverse.
—Pones a prueba mis votos, — él dijo severamente, deslizando su mano por debajo para de la
parte trasera de su muslo. Sus dedos se
metieron íntimamente entre sus piernas, tocando el vello húmedo de su sexo.
Un fuego líquido recorrió el cuerpo de él. Su
mano se movió ligeramente, pero lo suficiente como parar apretar los rulos suaves. Y contra su cadera,
su falo empujaba ardientemente.
—No lo hagas, — Jaejoong logró decir
roncamente. —Por favor.
De repente Yunho lo empujó sobre
sus rodillas, sus manos sujetando sus caderas con fuerza.
—No me
importan mis votos, — él dijo,
jadeando, su era tono estrangulado. Él gimió
masculinamente. —Dios, Jaejoong, no puedo...— su miembro estaba apretado contra sus nalgas, y él sintió su boca sobre su cuello. En otro momento su
virginidad habría sido perdida en ese
instante.
Y entonces él lo soltó.
Con un grito, Jaejoong se alejó arrastrándose
sobre sus manos y sus rodillas, luego giró,
apoyando su espalda contra un árbol. Él estaba jadeando, su mirada clavada en
él. Su corazón latía ferozmente en sus oídos.
Yunho estaba de rodillas, mirando fijamente
el suelo, había un sudor visible en su rostro.
Él sintió y vio la batalla que él estaba librando en su mente contra su lujuria. La pasión y la
excitación oscurecieron sus facciones. Su cuerpo parecía como si fuese a
estallar. Jaejoong lloriqueó, por
miedo o por necesidad? Yunho levantó
la cabeza y le clavó sus ojos.
Jaejoong retrocedió horrorizado.
—No te lastimaré, — él dijo sombríamente.
—Te odio!
Él lentamente
se puso de pie.
—No te lastimaré. — Unas lágrimas, calientes y amargas subieron a
sus ojos. —No lo harás...— él se
rió, con un poco de histeria. —Me golpeas e intentas
violarme y me dices que no vas a lastimarme?
Su mandíbula se tensó.
—No te golpeé, no te violé. Vos me provocas, Jaejoong.
—Me culpas! Me Culpa cuando sos vos quien
está en falta!
Sus
ojos se oscurecieron.
Jaejoong sofocó un sollozo y se maldijo por
su lengua venenosa. Lentamente se puso de pie, su espalda apretada contra el
tronco del árbol. Él lo observó. Él lo observó.
—Si no fueses el hermano de Karam, — él dijo
clavándole su mirada, — si fueras
cualquier muchacho, te tomaría. Serías mi amante hasta que yo pudiera
exorcizarte de mi alma y de mi sangre. Pues sólo soy un hombre, Jaejoong, y vos
me tientas más allá de mis convicciones.
—No es mi culpa!
—Oh, es tu culpa, — él dijo, serenamente ahora. — Tu belleza desafía
cualquier cosa que yo haya visto. Y vos,
me desafías a cada segundo, llevando mis emociones al extremo. No
piensas que mi miembro no se excita
también, con la tormenta que vos creas en mí?
— Yo debería observar como quemas las casas
de mi familia y no decir nada?
Ese recuerdo trajo oscuridad a sus ojos.
— Y me provocas delante de mis hombres! Te
advierto nuevamente, Jaejoong no me provoques. Si lo haces, te encontrarás
acostado de espaldas conmigo encima!
—Violarías al hermano de tu prometido!
—Cuando
estés debajo mío,
crees que pensaré en
quien eres? Sólo serías Jaejoong, un bello brujo de cabello negro y con ojos
oscuros.
Él sabía que él no quería usar esa palabra,
sin embargo se enrojeció. Sintiendo
desesperación, él se aferró al tema de importancia.
— Qué sucederá con los aldeanos?
—Estamos reconstruyendo, — él dijo. —La aldea está siendo movida, Jaejoong, y no es un capricho. Soy un jefe, y vi más guerras de
las que puedes imaginar. La aldea estará mejor defendida dentro de los muros.
Eso será bueno para todos, no sólo
para mí mismo. Hasta sería bueno para tu hermano, si él
estuviese aquí.
Él se había equivocado? Había actuado impetuosamente?
—Ven, Jaejoong, — él dijo. —Te llevaré de vuelta.
—No me pidas que vaya con vos, — él rugió. —Caminaré.
Ahora su rostro era inexpresivo, sus ojos
se cerraron.
—Ven. No te dejaré.
—Por qué
no?— él gritó.
—Porque no lo haré, — él dijo duramente.
Ellos se miraron fijamente uno al otro.
Y Jaejoong supo que
no podía ganar. Sintió una oleada
súbita de lágrimas subiendo, y su
derrota fue amarga. Él avanzó tropezando. Él extendió su
mano para ayudarlo a levantarse, y ahora confusión y una extraña ternura cruzaron su expresión. Él aflojó
su mano. Él encontró su mirada, y antes que él pudiera retirarla, él vio
confusión y algo que se parecía a la piedad o a la compasión. Pero seguramente
estaba alucinando!
—Si deseas caminar por puedes hacerlo, — él
dijo abruptamente.
Inmediatamente él se detuvo y cruzó sus brazos firmemente.
Él asintió con la cabeza, giró el caballo, y se alejó al trote. Jaejoong lo
observó irse. Lo miró fijamente por un
tiempo muy largo.
Yunho esta super encantado con jae , por eso no sabe como tratarlo: (
ResponderEliminarYunho deberia aclarar su situación para no seguir molestando a jae :(
Jae se siente traicionado porque yunho le quito todo a su familia :(
Los dos son tan compatibles , pero las circunstancias son muy malas para que esten juntos: (
Omo me encanto el capitulo yunni tu y jaejoong son tan compatibles pero dadas las circunstancias no pueden estar juntos. Y alli dejaron a jaejjong triste y solo...
ResponderEliminarAtte:amix lo siento por no comentar como quisiera pero con los estudios se hace un poco complicado pero cuando puedo dejo mis mensajitos ....
pobre Jae hoy si que le llovió sobre mojado primero ese lo quiere violar y después el susto de las cabañas quemadas y luego Yunho tratando de hacer lo mismo que ese individuo pero se arrepintió de violar a Jae por mas que quiera no lo podrá hacer a Jae le tiene que dar un trato digno si quiere tenerlo para el y sera el acto por amor y no violación cuando por fin este con Jae
ResponderEliminarGracias
Bueno lo quieren violar por coqueto aunque lo haya hecho con un fin y más en esos tiempos y no estoy justificando, ahora bien recuerdo que Yunho dijo eso de las cabañas que serían reedificadas dentro de lo que está construyendo por seguridad, lo que no recuerdo es que si se lo dijo a Jae. Yunho no aguanta las ganas de hacer suyo a Jae pero se contiene porque es hermano de su prometido y con Jae puede más el sentido de lealtad hacia sus hermanos, hacia su pueblo.
ResponderEliminarGracias!!! 💗💕💞