Capítulo Diez
Jaejoong se asustó cuando miró a los ojos
furiosos del líder de Zorn, Yoochun definitivamente estaba enojado. Sus
músculos se abultaban en sus brazos, que se revelaban claramente en la apretada
camiseta sin mangas que llevaba. Su mirada se desvió para echar un vistazo a lo
que parecían unos pantalones similares a los que usaban los piratas. El sudor
que recorría su cuerpo hacía obvio que él había estado trabajando o haciendo
algo físicamente exigente. Cuando se alejó paseando por la gran sala a la que
lo habían conducido.
Lo asaltaron los recuerdos de la última vez
que había visto al líder de Zorn una semana antes, cuando lo había enviado a
casa de Yunho. Le parecía como si hubiera pasado mucho más tiempo, casi toda
una vida y ahora estaba de pie nuevamente frente a él, esperando que le dijera
qué iba a sucederle.
― Él va a estar bien, ― dijo Coto en voz baja al líder Zorn. ― No se despertó en todo el viaje de regreso. Se lo
impidieron, por lo que cuando se despierte no va a ser capaz de luchar.
Yoochun se dio la vuelta, mostrando los
dientes afilados cuando su boca se abrió, y salió un gruñido de su garganta.
― Mi hijo está siendo acusado de secuestrar a
un hombre. ― La mirada del hombre estaba fija en Jaejoong.
― Esto es culpa tuya, hombre. Mi hijo ha perdido la razón
después de ver tu cuerpo, ― se burló él.
― ¿Bromeas? ― Jaejoong frunció el ceño ante el hombre. ― ¿Has visto a So Joon? Él es el del cuerpo. Yo soy…― él tragó cuando el
rostro del hombre se ensombreció de ira, haciéndole saber que lo estaba
molestando, parecía estar fastidiándolo más. ― Yo no soy tan atractivo como él. Esto no tiene nada que ver
con mi cuerpo. Nos amamos el uno al otro.
El líder gruñó y giró de nuevo, paseando por
la gran sala. Coto parecía miserable mientras miraba al otro hombre.
Coto tomó una respiración profunda.
― Sé que esto es malo, Padre. Sé que lo que
hizo Yunho fue una locura, pero él lo ama.
Yoochun gruñó.
― Sé que tuvo que sentirse fuertemente
enamorado de él para llevarlo al Outlander.
Se detuvo y poco a poco volvió a encontrarse
con los ojos de Coto.
― ¿Qué debo hacer? He de cumplir la ley a pesar
de que sea mi propio hijo. Voy a perder el respeto si no lo hago, y un líder
sin respeto no es un líder en absoluto. Puedo hacer que retiraren los cargos,
pero él nunca me perdonará si entrego a su hombre a otro guerrero. Él atrapará
a Changmin y lo matará cuando se recupere.
El shock atravesó a Jaejoong. ¿Vendrá Yunho
a buscarme? Una parte de él se alegró y otra se asustó. La lógica le decía
que si Yunho iba tras él podía conseguir ser asesinado. Changmin vivía en una
nave espacial con muchos guerreros bajo su mando, y él tendría que ir a esa
nave a buscarlo porque sabía que allí sería donde Changmin lo llevaría.
― Él no lo haría, ― Coto sacudió la cabeza. ― Sería una batalla que no podría ganar.
― Él no lo ve así. ― El líder Zorn parecía miserable. ― Sé que va a pelear a muerte por su vinculado, porque yo
haría lo mismo y él es mucho más tozudo que yo. Si tuviera un hombre que se
apoderó de mi corazón, también haría cualquier cosa para quedarme con él. ― La tristeza brilló en sus ojos. ― No tengo una solución esta vez.
Las puertas de la sala abriéndose
sorprendieron a Jaejoong. Asustado volvió la cabeza, esperando que no fuera Changmin.
El hombre que entró en la habitación era
casi tan musculoso como uno de los hombres, Jaejoong se quedó atónito al verlo.
El Zorn vestía con pantalones de cuero ajustados y una camisa apretada. Luego
el extraño hombre fijó su furiosa atención directamente en Yoochun.
― Se me informó que Yunho fue devuelto. ― el hombre irrumpió hasta Yoochun, mirándolo. ― No seré humillado teniendo a tu hijo trabajando en un campo
como un criminal. ― el hombre volvió la cabeza, un par de ojos quemaban
a Jaejoong.
Sacudido por la cantidad de ira dirigida a él,
Jaejoong dio un paso atrás, sintiendo el odio del Zorn, casi como si se tratara
de un golpe físico. El rostro del hombre era un poco duro y definitivamente
frío. Un gruñido salió del hombre, sus dientes afilados y los párpados
entrecerrados mostrando su enfado
― ¿Eres tú por quién mi hijo tiró su orgullo
por la borda? ― Mostró disgusto en su rostro. ― Si estás muerto no puedes ser el objeto de nuestra vergüenza
por más tiempo. ― Él se movió, llegando a Jaejoong.
Horrorizado Jaejoong comprendió al segundo que
el hombre iba a matarlo. Él no sabía por qué, pero definitivamente el hombre tenía
el aspecto de un frío asesino, y una mirada diabólica en sus ojos oscuros. Jaejoong
con inseguridad y miedo retrocedió y casi tropezó con el pie de Coto en el
proceso de salir de su camino. Coto se movió para bloquear el avance del hombre
hacia él.
Yoochun se movió rápidamente hacia delante,
para agarrar el brazo del hombre y lo obligó a detenerse.
― No, Junsu. ― Yunho lo ama.
― Amor― susurró el hombre. ― Eso es para los tontos y las mujeres débiles.
La tristeza brilló en el rostro del líder de
Zorn.
― Soy consciente de tu opinión sobre las
emociones. Él es tu hijo y te odiará aún más si atacas a su pareja. ― Hizo una pausa. ― No lo permitiré.
Sorprendido Jaejoong abrió su boca. ¿Él era
el vinculado de Yoochun? ¿Ese hombre era el padre de Yunho? Yunho definitivamente
se parece a Yoochun en la mirada. El hombre miraba Yoochun como si
estuviera listo para matarlo. Jaejoong se preguntó si el hombre le habría
golpeado o por lo menos intentado si no lo sujetara de ambos brazos. Jaejoong apretó
los labios.
El hombre se movió, empujándose contra el
cuerpo más grande del hombre, su nariz pegada a la de él.
― ¿Crees que me importa? Ellos son tus hijos y
no voy a vivir con la vergüenza causada por uno de ellos debido a su falta de
control. Los extranjeros están muy bien para montarlos, pero secuestró a uno,
abandonó a su vinculado y ahora parezco débil. Van a pensar que parí a un
guerrero sin auto-control.
Él soltó un bufido.
― Nadie te acusa de eso. Tu brutalidad es bien
conocida, mi vinculado.
Junsu siseó.
― Detén esta vergüenza, mata al extranjero de una vez.
― No lo haré, y no me des órdenes.
La pareja se miró, pero Junsu finalmente bajó
los ojos.
― ¿Que vamos a hacer con esto?
― Estoy decidiéndolo, ― dijo Yoochun en voz
baja.
― No hay nada que decidir. Si no vas a matar al
patético extranjero, lo envías fuera del planeta con el guerrero que lo quiere.
Manda a los Drais, ¿correcto?
― Sí.
― Entonces lo envías fuera de nuestro mundo a librarse
de él y te encargas de Yunho.
Yoochun gruñó.
― Te quedarás lejos de mi hijo. ¿No tienes un
hombre para ir a doblegar?
Junsu siseó.
― Yo no permito que los hombres me monten. Yo
les monto.
Él le dio un empujón.
― Entonces vete y no vuelvas más. Has tomado
una decisión. Estamos vinculados hasta la muerte, porque hicimos una promesa,
Mantente alejado de mis hijos. No tienes derecho a venir aquí a exigir nada.
El hombre gruñó y le disparó a Jaejoong una
mirada asesina. Su enfoque enojado pasó a Coto y una sonrisa fría curvó sus
labios.
― Hola, Coto. ¿Por qué no vienes a dar un beso
a tu segunda madre?
Coto parecía molesto cuando gruñó.
― No.
Yoochun rugió.
― ¡Vete!
El hombre volvió la cabeza, sin dejar de
sonreír con frialdad.
― ¿No quieres ver cómo monto a un hombre?
Siempre he querido a Coto, pero él no me toca. Siente un inútil vínculo
emocional hacia ti por llevarlo a nuestra casa. Es patético que un verdadero
guerrero permita que las emociones gobiernen su cuerpo. Verme follar a un hombre
es lo más cerca que estarás de ver mi cuerpo otra vez. Sé lo mucho que te gusta
liberar tu semilla. ¿Duele cuando te acuerdas de cómo era? ¿Te quemas por el
deseo de sentirme de nuevo?
Sus enormes brazos cruzados sobre el pecho,
los ojos de Yoochun se volvieron fríos como el hielo.
― Si has de ser tú, no me duele ni me quema el
deseo de mi liberación.
La rabia llenó su rostro.
― Asegúrate de arreglar este desorden. Cumple
con tu deber hacia mí.
― Siempre, ― gruñó
Junsu salió de la sala y la pesada puerta se
cerró tras él. Coto lanzó a Jaejoong un paso más cerca de Yoochun, pero se
detuvo, mirando al otro hombre con preocupación.
― No es culpa tuya que él sea así.
El líder Zorn asintió lentamente.
― Lo sé. ¿Cuáles son tus sugerencias?
― No sé qué hacer, te estoy fallando Padre. ¡Te
estoy fallando¡
Yoochun se adelantó para poner su mano sobre
el hombro del gran Coto.
― Sé que nunca me fallarás. Estoy orgulloso de
ti, y recuerda que salvaste la vida de Yunho hoy. Van a llegar pronto y cuando
lo hagan, nos ocuparemos de esto juntos.
Coto llegó arriba, agarró con su mano la del
otro.
― Estamos juntos.
― Estamos juntos. ― Repitió Yoochun.
Los hombres se liberaron uno del otro cuando
las puertas se abrieron otra vez, y al unísono, se volvieron para enfrentar a
quien entraba. Jaejoong se giró para mirar y al instante sintió terror cuando Changmin
y cinco de sus hombres vestidos con los mismos uniformes, irrumpieron en la
sala.
La mirada de Changmin de inmediato buscó a
Jaejoong, la furia brotaba claramente de sus ojos oscuros e iba dirigida a él.
Gruñó, llegando rápida y ferozmente hasta Jaejoong.
Yoochun se interpuso entre Jaejoong y el
avance de Changmin.
― Deténte ―, ordenó.
Changmin se detuvo agachando la cabeza.
― Yoochun.
― Su futuro vinculado ha sido recuperado. ― Yoochun sonaba irritado. ― El otro llegará en cualquier momento.
Changmin cabeceó y su mirada oscura se bloqueó
en Yoochun.
― Exijo un desafío.
― Denegado.
La sorpresa se apoderó de la cara de Changmin.
― Sé que es su hijo, pero secuestró a mí hombre.
― Él no es tuyo todavía. No os habéis
vinculado.
― Vació su semilla en él, ¿no? Él podría llevar
ahora su descendencia, porque me lo robó. ― Changmin estaba
gruñendo. ― Es un gran insulto a mi orgullo si he de
tratar a su sangre como mía.
Yoochun gruñó de nuevo.
― ¿Osa decir que criar a un descendiente de mí
sangre no sería un honor para usted?
Cualquiera que fuera la respuesta que Changmin
iba a dar, se perdió cuando las puertas de la sala se abrieron nuevamente para
permitir la entrada a una gran cantidad de hombres Zorn. Debía haber cincuenta
de ellos. Que entraran en silencio y su número, sorprendió a Jaejoong. Se
quedaron junto a las paredes, alrededor de Jaejoong y los hombres ya presentes.
Un grupo de hombres Zorn vestidos de color rojo fueron los últimos, los
encabezaba un Yunho fuertemente encadenado a cada uno de la media docena de
hombres uniformados de rojo, cuyas cadenas actuaban como correas.
Jaejoong parpadeó para contener las lágrimas
mientras se encontraba con la mirada de Yunho tras notar su pelo mojado, lo que le hizo
pensar que se había duchado. Estaba casi desnudo, sólo cubierto por un pantalón
corto negro. Lo tenían encadenado por las cuatro extremidades y llevaba un
collar de metal alrededor de su garganta. Vio la rabia en sus ojos cuando se
miraron el uno al otro, pero él sabía que esa rabia no iba dirigida a él.
Apartó los ojos de Jaejoong y finalmente miró a su padre.
― Exijo desafiar a Changmin por mi vinculado.
Changmin gruñó.
― ¿Tuyo? ¡Él es mío! Acepto el desafío a
muerte.
― ¡Basta! ― Rugió Yunho. ― El desafío a muerte se deniega. Vamos a hacer
esto de acuerdo a las leyes. Esta es mi última palabra. Seguiremos la ley.
Un hombre Zorn dio un paso adelante.
― ¿Puedo llevar el juicio, Yoochun?
Asintiendo, Yoochun se paró en el centro de la
sala.
― Tiene la palabra, Zalk.
Zalk parecía tener cerca de setenta años, era
más viejo que cualquiera de los otros hombres a la vista. Su pelo negro salpicado
con canas. Se trasladó de pie al lado del líder de Zorn.
― Yo soy juez. Exponed el caso. Estoy dispuesto
a escuchar y dar mi veredicto.
Las puertas se abrieron de nuevo y un hombre
entró, Jaejoong se volvió para estudiarlo, reconociendo al hermano de Yunho al
instante por el fuerte parecido familiar. A medida que avanzaba hacia delante,
tomó nota del uniforme de la guardia fronteriza que llevaba. También que era
unos años más joven que Yunho cuando se acercó lo suficiente para tener una
mejor visión. Ojos idénticos a los de Yunho se reunieron con los suyos por
apenas un segundo antes de que él
dirigiera su mirada a su padre, inclinando la cabeza mientras caminaba junto a
Coto.
― Pido disculpas por mi retraso, pero acabo de
ser informado de la situación.
Zalk asintió con la cabeza.
― Es bueno verte, Vhon.
Coto frunció el ceño, mirando al hombre a su
lado.
― ¿Qué estás haciendo aquí? ― le susurró.
― Salvar el culo de Yunho, ― susurró Vhon a su espalda.
― No ―, advirtió Coto. ― Cállate.
― Tú. ― Vhon sonrió. ― Sé lo que estoy haciendo.
Coto se quejó en voz baja, una mirada de
disgusto en su rostro.
― Exponed el caso― dijo en voz alta Zalk.
Yunho no se resistió cuando los guardias lo
llevaron al centro de la habitación. Miró a Jaejoong de nuevo a medida que lo
alejaban. Él dio un paso en su dirección, pero Coto lo cogió del brazo y tiró
de él hacia atrás. Yunho volvió la cabeza y su mirada permaneció en él mientras
era conducido junto a su padre.
― Soltadlo― ordenó Yoochun a los guardias. ― Él se comportará en mi sala.
― ¿Qué está pasando? ―, susurró Jaejoong. ― ¿Quiénes son todos estos hombres?
Coto se acercó más, casi tocándole el brazo.
― Son los jueces de los distritos. Están aquí
para ser testigos de lo que sucede. Es nuestra costumbre. ― Mantuvo su voz suave. ― Ellos representan a todo Zorn y están aquí para asegurarse
de que las leyes se cumplan. Zalk es el juez supremo de todos los jueces y
también del consejo de Yoochun.
― Voy a escuchar la disputa ―, dijo en voz alta otra vez Zalk cuando Changmin dio un paso
adelante.
Jaejoong se dio cuenta de que Yunho todavía
estaba encadenado, pero sus guardias liberaron las correas, por lo que podía
caminar arrastrando las cadenas tras él. Sólo los pies separaban a Yunho de Changmin,
cuando cada uno de ellos se puso ante el juez. Ambos hombres se estudiaban
entre sí. Incluso desde diez metros de distancia Jaejoong podía sentir la
animosidad entre ellos.
― Miradme ―, espetó Zalk.
Ambos hombres cumplieron, y el corazón de Jaejoong
se golpeó por el miedo por Yunho. ¿Qué pasa si le condenan a un campo de
trabajo? ¿Qué tan mal estaban? No parecían divertidos y los guerreros Zorn eran
tipos duros, casi brutales a veces. Estaba seguro que algo llamado campo de
trabajo sería difícil.
― Si se me permite, ― dijo Yoochun. ― Tengo un hecho que añadir.
Zalk asintió con la cabeza.
― Preséntelo.
Yoochun llamó a los hombres que habían estado
con Changmin en la casa de Yunho. Jaejoong escuchaba a Yoochun ordenarles que
relataran lo que pasó, y cómo lo había tratado Changmin. Sintió sus ojos sobre
él, pero no miró a su alrededor a todos esos hombres Zorn, no quería reconocerlos.
Se sentía incómodo. No tenía miedo por su seguridad, pero cuando los detalles
de su cuerpo siendo despojado de su ropa salieron, él se ruborizó.
Yoochun dio un paso atrás.
― Pedí a Yunho que pusiera al humano bajo su
protección y creyó que el comportamiento de Changmin era abusivo. Yunho,
¿sentiste que el hombre humano estaba a salvo al cuidado de Changmin?
― No, ― gruñó Yunho. Volvió la cabeza para fruncirle el ceño a Changmin.
― No lo sentí. Él no lo merecía.
― ¿En serio? ― gruñó Changmin. ― Lo montaste, ¿no? Tienes un vinculado humano, y aun así
tomas el mío.
Yunho abrió la boca, mostrando sus dientes y
gruñó bajo.
― Lo he montado y vaciado mi semilla en él
muchas veces. Él es mío.
Se gruñeron el uno al otro.
Zalk rugió.
― Basta. Esperen. Van a controlar su
temperamento ahora.
Ambos hombres se miraron dispuestos a luchar,
pero no se movieron.
Zalk hizo un gesto brusco.
― La ley es clara. Se le dará a Changmin el
hombre humano, pero los cargos contra Yunho se retiran. Temía por la seguridad
del extranjero. ― Zalk miró a Changmin. ― Tratarás al extranjero con todos los honores otorgados a un
hombre vinculado Zorn. Tú…
― Nunca dejaré a mi vinculado ― gritó Yunho. ― Iré a por él si lo alejáis de mí. Vamos a
resolver esto fuera de Zorn, dónde la ley no se aplique.
― Espero que así sea― se mofó Changmin. ― Mientras encuentras transporte a mi nave lo montaré una y
otra vez.
Yunho rugió arremetiendo contra Changmin. Los
guardias rápidamente separaron a los enfurecidos hombres. Las cadenas de Yuhho estaban
en manos de seis hombres, mientras otros seis rodeaban a Changmin para
mantenerlo en su lugar, a unos diez metros de donde estaba Yunho. Ambos hombres
se miraron.
― Toca a mi vinculado y morirás dolorosamente. ― Fue una promesa y una amenaza emitida por Yunho. ― Una herida en mi hombre, incluso el miedo en su esencia, y
tendrás que pagar con sangre y con un dolor como nunca has conocido.
― Él estaba prometido ¡a mí! ― Changmin se golpeó el pecho con el puño. ― Estaba vinculado a mi hermano, por lo que por derecho es mío.
― ¡Por fin! ― Vhon se movió de repente. ― Exijo presentar los hechos ―, dijo en voz alta.
Todo el mundo se volvió para mirar al hombre
alto. Jaejoong vio la cara de Yoochun, parecía enojado.
― Stop, Vhon. Esto es un juicio. No es momento
para tus travesuras.
Los hombros de Vhon se enderezaron, mirando a
su padre mientras apretaba sus labios formando una fina línea. Él miró hacia
otro lado para centrarse en el juez.
― Zalk, exijo presentar los hechos. Cambiará su
decisión. Esperaba que Changmin afirmara que el humano estaba destinado a su
hermano, y ahora que lo ha hecho, puedo discutir dicha afirmación.
Zalk asintió.
― Presenta los hechos.
Con los labios distendidos en una amplia
sonrisa Vhon se volvió hacia Jaejoong. Él se sorprendió cuando el hombre lo
miró a los ojos. Le guiñó un ojo, sus ojos eran idénticos a los de Yunho, un
gesto que nunca había esperado de un Zorn.
― ¿Hyun Joong te montó, humano? ¿Plantó su
semilla dentro de su cuerpo?
Jaejoong sintió que su cara llameaba, y juró
que podía sentir todas las miradas masculinas de la habitación puestas en él
mientras esperaban a que les dijera si había tenido relaciones sexuales con
Valho. Él sacudió la cabeza.
― Se claro, ― pidió el hermano menor de Yunho. ― Habla más alto para que todos puedan oírte.
― No, ― dijo en voz alta. ― Me estaba dando tiempo para que me adaptara a él, pero lo
mataron antes de que pudiéramos tener relaciones sexuales.
Vhon volvió a sonreír a Zalk.
― Por tanto, declaro que Changmin no tiene
ningún derecho sobre el humano, puesto que la vinculación con su hermano nunca
tuvo lugar. Él era libre, por lo que tenía la libertad de elegir por sí mismo
qué hombre se uniría a él.
Changmin gruñó.
― Hyun Joong se lo llevó de su planeta con la
intención de vincularlo después de que él aceptara. Él lo ha admitido. Vinculados
o no, tengo derecho a él.
Jaejoong rogó en silenció que el juez Zorn lo
mirara, y viera lo mucho que deseaba que declarara que Changmin no tenía ningún
derecho sobre él. Eso lo solucionaría todo. La esperanza de que la pesadilla
estuviera a punto de terminar estalló en su interior
― Él tiene razón, ― dijo Yoochun rápidamente. ― La vinculación no fue completada.
Zalk se negó a echar un vistazo, incluso a Jaejoong,
lo ignoró por completo mientras meditaba el asunto durante un largo minuto.
Respiró hondo. Jaejoong también, su corazón latiendo frenéticamente en su
pecho.
― El humano accedió a la vinculación, la ley es
clara, Changmin tiene derecho sobre él.
Hundiéndose en la decepción, Jaejoong parpadeó
para contener las lágrimas, la esperanza se hizo trizas. No es justo,
maldita sea. Yoochun parecía molesto, pero no habló. Jaejoong miró hacia Yunho
que le disparó una mirada furiosa al juez. Changmin era el único que parecía
satisfecho con el fallo.
Vhon volvió la cabeza, mirando hacia el
pasillo.
― Permitid que entren ― gritó a los hombres en el extremo opuesto del mismo. ― Mis otros hechos están ahí fuera.
Jaejoong cambió un poco a la izquierda para
ver la puerta cuando se abrió, preguntándose qué otro plan se le habría
ocurrido al hermano menor de Yunho para tratar de ayudarlos. Estaba
intentándolo, y rezó para que cualquier otra cosa que quisiera introducir en el
procedimiento judicial hiciera a Zalk cambiar de opinión.
Vio a otros dos de los familiares de Yunho ir
hacia adelante, uno de ellos era Ral, el hermano que ya conocía. El otro era
casi una réplica de Ral y Yunho, obviamente, otro hermano. Un hombre Zorn
uniformado de aspecto aterrorizado estaba siendo arrastrado por Ral, que lo
cogía por el brazo y la parte de atrás de su cuello. El otro hermano, agarraba
a un muy molesto So Joon por su brazo.
― ¿Qué significa esto?, ― gritó Changmin. ― No es justo, si los hechos que se presentan provienen de su
sangre. Ellos mienten para ayudarle a ganar.
Jaejoong reconoció al uniformado Zorn como uno
de los guardias de la casa de Yunho, cuando se acercó lo suficiente para que
pudiera darle un buen vistazo. Ral obligó al guardia a acercarse y luego lo
detuvo.
Ral parecía furioso.
― ¿Te atreves a acusarme de mentir? Ni siquiera
sabes por qué estamos aquí y lo que diremos, Changmin. Soy Argis Ral, un juez,
y mi honor nunca debe cuestionarse. Hazlo otra vez y lucharemos.
― Basta ―, ordenó Zalk. ― Argis Ral. Su honor no es un problema.
Proceda.
― Habla ―, ordenó Ral al guardia, obligándolo a arrodillarse ante
Zalk. ― Dile la verdad ahora.
El guardia petrificado se negó a mirar a Yunho.
Su boca se abrió, pero nada llegó a suceder. Tragó saliva visiblemente, los
músculos trabajaban en su garganta. Su boca volvió a abrirse.
― Ruego su perdón, Argis Yunho. Él se burlaba
de mí hasta que no pude resistirme. Él…
― Cállate, idiota, ― espetó So Joon.
Yunho frunció el ceño, estudió al guardia
durante un largo minuto antes de que su interés se desplazara hacia So Joon.
Miró a Yunho con los brazos cruzados sobre el pecho, pero estaba un poco más
pálido que de costumbre.
― No me mires así ―, espetó So Joon. ― Esto es tu maldita culpa. Me jodiste, me arrastraste a este
planeta de culos atrasados, y las únicas malditas conversaciones que hemos
tenido eran sobre cómo querías montarme como si fuera un maldito animal. Tú
eres el perro, no yo. Todo lo que quería era que me follaras una y otra vez.
Soy un hombre con necesidades, que no has satisfecho. Me gusta hablar y no
tenemos nada en común.
Los ojos de Yunho se estrecharon, pero no dijo
una palabra. Jaejoong estaba pensando en algunas palabras que decir. Abrió su
boca para decirle a So Joon lo perra que era, pero Coto se apoderó de su hombro,
negando con la cabeza cuando él lo miró. Jaejoong frunció el ceño, pero cerró
la boca. Su atención se volvió hacia el centro de la habitación.
― Confieso ―, gruñó el guardia de rodillas. ― Dejé que el humano me montara, él me condujo dentro de su
cuerpo y se sentía tan bien que no me atreví a levantarlo de mi regazo. Extendí
mi semilla en su cuerpo.
La habitación quedó en un silencio
espeluznante. Jaejoong vio la sorpresa en la cara de muchos al mirar alrededor
de la habitación. A él no lo sorprendía en absoluto que So Joon hubiera
arruinado al guardia. Miró a Yunho para ver su reacción. En realidad, sonreía
mientras su mirada se encontraba con la de Jaejoong. Realmente era una buena
noticia que So Joon fuera una puta a juzgar por la reacción de Yunho,
pensó. Jaejoong se mordió los labios, esperando a ver qué pasaba, con la
esperanza de que algo bueno saliera de esta revelación.
― Él rompió el acuerdo de vinculación en primer
lugar, ― dijo en voz baja Ral. ― Dile a Zalk cuando permitiste al humano tener tu semilla.
El guardia estaba mirando a Yunho, y se veía
confundido.
― Fue el primer día que Argis Yunho volvió al
trabajo. Tuve guardia en el patio, él salió, dejó caer su ropa, se arrodilló
ante mí, y me tomó dentro de su boca. No pude decirle que no cuando me ordenó
que me acostara con él. Yo lo quería. ― Hizo una pausa. ― Estoy arrepentido, Argis Yunho. He avergonzado a mi familia
y también a la suya, a la que servía. Me merezco la muerte, pero abogo por la
rapidez con la condición de no combatir.
Jaejoong totalmente confundido, se preguntaba
qué diablos significaba eso. Coto se inclinó.
― Montar a alguien vinculado, es una sentencia
a muerte. Ellos lucharán a muerte. El hombre más joven sabe que si Yunho quiere
le hará sufrir por horas, hasta matarlo. Se ofrece a no pelear a cambio de que Yunho
le rompa el cuello rápidamente.
Yunho dio un paso hacia el guardia
arrodillado. Con miedo el Zorn levantó la cabeza, sus ojos se cerraron. Los que
sostenían las cadenas de Yunho lo liberaron, para que pudiera caminar hasta el
guardia. Jaejoong abrió la boca para pedir a Yunho que no matara al chico, pero
antes de que pudiera decir una palabra, Yunho habló.
― No voy a matarte, Olt. Mi castigo será peor
al no ofrecerte un desafío y entregarte a So Joon. Te concedo a mi vinculado.
Toma al humano y salid libremente.
― ¿Qué? ― gritó So Joon. Miró a Yunho. ― No puedes entregarme a él. No es nadie. Era divertido para
follar un par de veces y ni siquiera era tan bueno en eso. Sólo lo hice para
vengarme de ti porque estaba caliente y molesto desde que permitiste que el
gorron culon permaneciera en nuestra casa. Veía la forma en que lo mirabas.
Yunho seguía sonriendo.
― Es la ley Zorn, so Joon. Le ofreciste tu
cuerpo a otro hombre y dejaste que extendiera su semilla en tu interior, por lo
tanto ahora le perteneces.
Zalk hizo un gesto con su cabeza.
― La ley exige que los hombres luchen por un
vinculado, Yunho te ha concedido. Ahora estás vinculado a Olt. Debes irte con
él. ― Zalk dio la orden al sorprendido guardia. ― Llévese lejos a su vinculado, Olt. Id, y agradeced la
generosidad de Argis Yunho, ya que todos sabemos muy bien que hubieras muerto
en un desafío.
― De ninguna maldita manera, ― So Joon trató de luchar para abrirse camino hacia Yunho,
pero su hermano mantuvo su brazo bajo control para que no pudiera acercarse a
él. ― Yunho, maldita sea. No permitas que me lleve a cualquier
lugar. Me trajiste a este planeta olvidado por Dios. No puedes regalarme como
si fuera un perrito maldito. Eres un jodido animal.
Yunho cruzó sus brazos sobre el pecho.
― Él te aprecia. ― Su sonrisa era cada vez mayor, ― La próxima vez que te ofrezcas a un hombre debes ser
consciente de que si eres tan agradable con Olt, como lo eras conmigo, él te
entregará a cualquiera que lo desafíe. Ten una vida feliz. ― Sonrió a su hermano. ― Entrégalo, Argernon. Tiene un nuevo vinculado.
Su hermano, Argernon, que mantenía retenido a So
Joon, le devolvió la sonrisa a Yunho.
― Estoy muy contento de entregarlo.
Olt rápidamente se puso de pie sin dejar de
mirar aturdido, pero también aliviado porque no iban a ser asesinados. Se movió
rápidamente hacia So Joon. So Joon miró al guardia de gran tamaño.
― No. Yo no soy tuyo.
Olt, gruñó.
― Vamos.
So Joon miró.
― De ninguna maldita manera. Fue sólo una
follada rápida. No voy a ningún sitio contigo.
Argernon le lanzó a So Joon.
― Cógelo y largaos. Es tuyo.
Olt se movió rápidamente. Jaejoong vio cómo el
hombre se inclinó, tomó a So Joon y arrojó al hombre protestando por encima de
su hombro. Su gran mano le golpeó duro el culo cuando trató de moverse. Su otro
brazo se cerró en la parte posterior de sus muslos para mantenerlo ahí. Caminó
rápidamente hacia las puertas.
Jaejoong no pudo evitar sonreír, mientras
miraba como se llevaba a So Joon. Uno de los guerreros Zorn abrió la puerta
para Olt. Todos en la sala podían oír a So Joon gritándole que lo dejara en el
suelo, hasta que salieron de la habitación y la puerta se cerró nuevamente con
firmeza.
La atención de Jaejoong viajó a Yunho para
encontrar que lo miraba con una sonrisa. Él se preguntaba qué iba a pasar
ahora, casi con miedo a la esperanza de una buena resolución.
Yunho se dio la vuelta, dejando de mirarlo.
Asintió a su hermano Ral, guiñó un ojo a su hermano Argernon y sonrió su
hermano, Vhon. Vhon se echó a reír. Yunho volvió su atención a Zalk.
― Teniendo en cuenta los nuevos hechos, vuelvo
a desafiar a Changmin por el humano.
La emoción y el miedo corrían por Jaejoong cuando
la realidad de la situación le quedó clara, como si una tonelada de ladrillos
hubiera caído sobre él. Se hundió en que Yunho ya no estaba legalmente
vinculado a So Joon, y no era de extrañar que él estuviera tan contento de que So
Joon fuera ahora problema de otro. Tendría que luchar para ganar a Jaejoong ahora,
y tenía miedo ante la posibilidad de que lo lastimaran o mataran.
Zalk miró a Yunho durante un largo rato.
Volvió la cabeza y los ojos hacia Changmin.
― Él te matará, Changmin. El humano es un
desconocido para ti y él, obviamente, prefiere a Argis Yunho. ― Hizo una pausa. ― ¿Aceptas el desafío? En estas circunstancias tu orgullo no
quedará perjudicado si se lo concedes.
Changmin gruñó.
― Acepto el desafío a muerte.
Jaejoong casi se desplomó de rodillas. Ellos
iban a luchar a muerte y Yunho podría ser asesinado. Podría morir intentando
ganarme. Reaccionó dando una patada a Coto, su pie haciendo contacto con la
espinilla cuando tiró con fuerza del brazo que lo sostenía, logrando atraparlo
por sorpresa. Tropezó, liberándose de él. Yunho se dio la vuelta justo cuando él
se arrojó hacia él.
Los brazos de Yunho lo abrazaron para
sostenerlo. Notaba las pesadas cadenas de sus muñecas corriendo por su espalda
y la otra cadena que le colgaba del cuello alrededor de su garganta estaba
entre sus cuerpos. No le importaba lo incómoda que la cadena pudiera ser contra
su pecho. Lo único que importaba era que estaban sosteniéndose el uno al otro y
se tocaban. Su cabeza se inclinó para que pudiera susurrarle.
― Voy a ganar. No te preocupes, Jaejoong.
Él parpadeó para contener las lágrimas.
― Te amo. Sólo quiero que lo sepas.
Ahhhh....se aman de eso no ay duda. Pero sigue el punto de quiebre...
ResponderEliminarLucha a muerte...q terco es chagmin..xq no cede a Jae si ni lo quiere ..grrr tipico macho posesivo
Min debería de retirarse y dejar a Jae con Yunho pues creo que tiene las de perder no creo que le gane a Yunho pues el luchara por obtener a su Jae para el solo
ResponderEliminarGracias
Que Min reaccione Jae no lo quiere, ni él a Jae, para que luchar a muerte por eso, el orgullo aquí no vale, si no la vida.
ResponderEliminarGracias!!! 💗💕💞