lunes, 3 de abril de 2017

Un extraño en mi ventana: Capítulo 19

Capítulo 19

Straush fue recibiendo una tras otra a las patrullas que habían salido en busca de la colmena. Todo era negativas. Maldijo por lo bajo y se sentó sobre la mesa.
– Gricarius... Cuando te encuentre disfrutaré convirtiéndote en cenizas.
Yoochun entró en la sala.
– ¡Straush hemos encontrado la colmena!
Jaejoong, Changmin y Junsu entraron un poco más tarde en la sala.
– ¿Dónde está Karsacry y Yunho?
Jaejoong ladeó la cabeza y los demás le miraron con seriedad.
Straush lleno de furia se bajó de la mesa y de una patada la partió en dos.
Adoraba a Karsacry, su guerrero africano valeroso y leal. Yunho era también una gran adquisición para el clan, aunque podía resultar muy molesto era muy inteligente y no podía negar que le hacían gracia sus comentarios. De no ser por él, aún seguirían sin saber que pasaba con los oscuros. Su teoría les acercó a la victoria final.
– ¡Dejadme solo! – Les ordenó.
Junsu seguía con la mano de Jaejoong cogida, como si de esa forma quisiera tratar de consolarlo. Él mismo echaría mucho de menos a Yunho y a Karsacry, en fin Karsacry era Karsacry.
* * *
Yunho y Karsacry seguían corriendo por las cloacas, los oscuros no parecían seguirles pero podían emboscarlos tras la vuelta de cualquier conducto. Por fortuna hallaron una alcantarilla. Karsacry la retiró hacia un lado con el hacha y saltó fuera. De no ser por sus reflejos sobrenaturales, lo habría atropellado un camión cisterna que circulaba en ese momento por la calle. Yunho fue más cuidadoso, saltó lo justo para agarrarse y asomarse para ver si podía salir. Karsacry le tendió la mano.
Yunho le sonrió a la vez que extendió su mano derecha, pero su sonrisa dejó paso a una expresión de terror. Los oscuros lo agarraron de las piernas y tiraron de él. Karsacry vio como se lo llevaban. Saltó dentro de la alcantarilla, pero fue en vano había más de cinco conductos por los que podían haberse escapado.
Al amanecer llegó al castillo, donde todos los vampiros lo vitorearon. Junsu salió corriendo en su busca, pero se paró en seco al ver que estaba cubierto de un barro curiosamente apestoso. Changmin que estaba supervisando los entrenamientos de los vampiros, se acercó para ver en qué estado se encontraba.
– ¿Cómo estás?
– Apesto, pero después de una buena ducha me sentiré mejor.
– ¿Yunho? – Preguntó Junsu.
Karsacry ladeo la cabeza negativamente.
– Ese maldito humano era el mejor guerrero que he conocido jamás. – Dijo Karsacry mientras se alejaba de ellos en dirección a la torre del homenaje, donde sabía que se encontraría Straush.
Los vampiros que se cruzaban con él, se tapaban la nariz, hasta para un vampiro su olor era demasiado. El continuó decidido a informar. Subió las escaleras de piedra que conducían a la sala del trono. No podía dejar de ver en su mente la expresión de Yunho cuando lo arrastraron dentro de la alcantarilla. Debió haber sido más rápido, si lo hubiera agarrado de la mano ahora tal vez estuvieran los dos vivos.
Abrió la puerta y golpeó el suelo con su hacha.
– Bastión he regresado.
Straush lo miró agradecido por verlo con vida.
– ¿Qué ha pasado?
– Volamos la colmena y conseguimos huir, pero en el último momento capturaron a Yunho. No pude hacer nada mi bastión.
Straush se acercó a Karsacry que se arrodilló al verlo aproximarse.
– Lo sé. Karsacry. Te conozco, jamás abandonarías a un hermano. Aséate y prepárate para el combate. No creo que los oscuros tarden en contraatacar.
Karsacry se levantó, se inclinó ante Straush y abandonó la sala.
Unas horas más tarde se encontraba ante la puerta del dormitorio de Jaejoong, por primera vez en su vida tenía miedo. Lo que tenía que contarle la hundiría en un pozo de dolor.
Tocó a la puerta y esperó a que le abriera. Unos minutos más tarde, apareció Jaejoong. Por unos instantes se alegró, abrazó a Karsacry lleno de afecto.
– Mi niño. – Susurró Karsacry mientras lo besaba en la frente.
– ¿Yunho? – Preguntó Jaejoong con los ojos llenos de esperanza.
– Se lo llevaron los oscuros.
Jaejoong sintió como las piernas dejaban de sostenerlo, ni sus habilidades vampiras podían impedir que sus sentimientos le hicieran desmayarse. Karsacry lo cogió y lo llevó hasta la cama. Permaneció junto a él sentado, sin moverse.
* * *
Los oscuros agarraron a Yunho, pero lejos de matarlo se limitaron a tomarlo de los brazos y obligarlo a seguirles. Durante veinte minutos, avanzaron por los estrechos conductos, cruzando galerías más anchas y pasadizos casi inaccesibles.
Pasaron por lo que quedaba de la estación, cruzaron un minúsculo pasadizo horadado en la tierra y desde allí subieron unas escaleras que para su sorpresa conducían al sótano de una fábrica abandonada. Allí un millar de oscuros los rodearon. Se podía palpar la tensión, deseaban matarlo allí mismo, pero se contenían. Desde una esquina los oscuros se apartaron dejando un pasillo por el que apareció un hombre cubierto por una túnica con capucha. Los oscuros se arrodillaron ante él, lo que dejó claro que se trataba del bastión oscuro.
Lo obligaron a postrarse ante él. El bastión retiró la capucha y la dejó caer a su espalda. Su pelo blanco y sus ojos amarillos, le recordaban a Yunho una película de payasos asesinos que había visto no hacía mucho. Una película bastante mala por cierto.
– Veo que lo tienes muy bien montado. Tienes una buena jauría de perritos. –Dijo Yunho.
– Lo cierto es que sí. No son muy inteligentes, pero sirven bien a mis planes.
Yunho aprovechando un descuido de los oscuros que lo sujetaban, saltó sobre el bastión y le arrancó el camafeo. El bastión lo derribó de una feroz patada, mientras se apresuraba a recoger el camafeo del suelo. Fueron unos instantes pero bastaron para que Yunho pudiera comprobar su teoría. Los segundos que el bastión estuvo separado del camafeo, los oscuros se levantaron en actitud hostil tanto hacia él como hacia el bastión oscuro.
– ¡Estás de suerte! Dejaría con gusto que acabaran contigo y disfrutaría sin lugar a dudas viendo cómo te descuartizaban. Pero por desgracia te necesito.
– ¡No pienso ayudarte en nada! – Gritó Yunho.
– Lo harás quieras o no. – Dijo riendo el bastión oscuro.
El bastión se acercó a Yunho que ahora estaba fuertemente sujeto por varios oscuros. Sus ojos amarillos comenzaron a latir y Yunho comprendió que pronto perdería su voluntad.
* * *
Al medio día Straush mando doblar la guardia, estaba seguro de que pronto serían atacados. Se asomó a la vidriera y no pudo creer lo que veían sus ojos. Yunho acababa de entrar al castillo, caminaba con paso firme.
Yoochun que se encontraba practicando esgrima con otro vampiro. Dejó el entrenamiento y corrió a saludarlo, pero Yunho lo ignoró. Por más que trató de averiguar que le pasaba Yoochun no obtuvo ninguna respuesta, sólo un empujón que lo hizo caer al suelo. Yoochun tenía claro que algo no iba bien, por lo que corrió a avisar al resto del Clan.
Yunho entró en la sala del trono, Straush lo miró con ojos rebosantes de alegría.
– ¡Bendita suerte! El Clan vuelve a estar completo. – Dijo Straush.
Yunho desenvainó su espada y corrió hacia Straush. Que empuñó su espada justo a tiempo de evitar que la espada de Yunho cortara su cabeza. Cayeron sobre la mesa, Yunho tenía los ojos en blanco y su fuerza era notablemente mayor de lo habitual. Straush lo alejó de él clavando su pie derecho en el estómago de Yunho y empujándolo contra una fila de bancos de madera.
Yunho se levantó pesadamente del suelo, apartó uno de los bancos de una patada y reanudó la lucha. Las espadas se cruzaron una y otra vez. Por fortuna la maestría con la espada de Straush superaba con creces a la de Yunho. Lo desarmó sin dificultad. El resto del clan entró en la sala, Karsacry y Changmin saltaron sobre Yunho, en un intento de inmovilizarlo.
Junsu no sabía qué hacer y Jaejoong, quedó impactado al ver a Yunho con vida.
Straush ordenó a Karsacry y a Changmin que lo sujetaran con fuerza. Straush agarró la cabeza de Yunho y miró sus ojos.
– ¡Está hipnotizado! – Maldijo Straush consciente de que la hipnosis de un vampiro no podía ser rota por otro.
– Tiene que haber algo que podamos hacer. – Dijo Yoochun.
Jaejoong se acercó a Yunho, acarició su mejilla y lo besó. Pero aquello no era un cuento de hadas. Yunho se deshizo de Changmin y Karsacry. Quitó la espada a Changmin y lanzó un ataque mortal contra Straush, que no tuvo tiempo para reaccionar. Pero Jaejoong sí. Se colocó delante de Straush. La hoja de la espada se paró a escasos centímetros de su bella cara.

Yunho parecía estar luchando contra sí mismo, sus manos apretaban más y más la empuñadura, sus brazos se contraían, pero la espada seguía allí detenida. Los ojos de Yunho volvieron a su estado natural, pero el uso continuado del poder del traje lo dejó sin sentido. Changmin lo agarró justo a tiempo de evitar que se golpeara contra el suelo. Cosa que extraño al grupo, pues hasta ese instante siempre demostró una gran animadversión hacia Yunho.

4 comentarios:

  1. Ahhh el amor lo puede...con el beso no se rompió la hipnosis pero no pudo poner en peligro a su amor...

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  2. Pobre yunho: ( esta muy débil : (
    Gracias por el capituló ❤

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  3. ahora que sera de Yunho ya se sobre paso de las fuerzas con el traje y solo Jae lo pudo parar pues el ni loco ni mucho menos hipnotizado puede lastimar a Jae
    Gracias

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  4. La fuerza del amor hizo reaccionar al último a Yunho, pero ahora que pasará, Yunho ocupó su fuerza, que angustia, se decidirán a convertirlo si es que Yunho quiere.

    Gracias!!! 💗💕💞

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