lunes, 3 de abril de 2017

Un extraño en mi ventana: Capítulo 24

Capítulo 24

La batalla era de lo más encarnizada, los oscuros arrancaban sin piedad cabezas y miembros sin importarles nada salvo aniquilar a los enemigos de su bastión. Los vampiros empezaron a perder terreno y replegarse hacia el interior. Straush ordenó avanzar de nuevo y las filas vampiras se expandieron con rapidez, acabando con un centenar de oscuros. Se abrió una brecha en el círculo, los oscuros aprovecharon para internarse por ella, pero nada más hacerlo la brecha se cerró atrapándolos en el interior. Unos doscientos oscuros fueron reducidos a cenizas.
El bastión oscuro contemplaba sin inmutarse la batalla, como si no le importara lo más mínimo que su ejército estuviera siendo vencido. Desde cada torre de improviso salió un numeroso grupo de vampiros que acabó rodeando a las fuerzas oscuras dejándolas entre dos frentes. Sin posibilidad de escapar o unificar sus filas los oscuros fueron aniquilados. Las nuevas fuerzas vampiras se integraron en la formación circular.
Desde la torre el bastión oscuro aplaudió, acto seguido se rió a carcajadas.
Los vampiros lo miraron sin comprender, hasta que el bastión levantó su espada y la bajó de golpe. Por cada costado del castillo miles de oscuros comenzaron a saltar las altas murallas. Sus fuerzas parecían no tener fin.
Cuando el ejército oscuro al completo estuvo dentro del patio de armas, los vampiros se encontraban en un porcentaje de diez a uno en su contra. La batalla estaba perdida, sólo les quedaba matar al máximo número de oscuros antes de morir.
Straush miró a sus bastiones y soldados, que parecían tener la muerte grabada en sus miradas.
– Caballeros ha sido un honor combatir a vuestro lado. Esta será nuestra última batalla, pero antes de morir. Sólo os pediré una última cosa... ¡Luchad hasta el final! – Gritó.
Los bastiones y soldados, gritaron eufóricos dejando que sus instintos quedaran liberados y toda su rabia se transformara en sed de venganza.
– ¡Por el emperador! – Gritó Straush.
Todos levantaron las espadas y se enfrentaron con coraje al ataque de los oscuros, que desde luego iba a ser demoledor.
Straush escuchó un fuerte golpe a su espalda, creyendo ser atacado acabo cruzando su espada con la de Changmin.
–  ¿Changmin?
– La misión ha sido cumplida, los refuerzos están en camino.
– ¿Por qué no los esperaste?
– Si he de morir, que sea luchando junto a mi bastión.
Straush lo agarró del cuello y apoyó su frente contra la de Changmin.
– Jamás un padre podrá estar tan orgulloso de su hijo como yo lo estoy de ti. Ahora luchemos. Debemos aguantar hasta que lleguen.
Karsacry acabó de un hachazo con un oscuro que había conseguido saltar sobre la formación. Jaejoong y Junsu controlaban que nadie se aproximara a Straush. Yoochun se internó en un sector que empezaba a sucumbir, Karsacry lo siguió de cerca junto a Changmin. Straush deseaba luchar pero no podía abandonar su posición.
Los ataques oscuros eran cada vez más suicidas, rompían las filas vampiras bajo la fuerte presión de su número que ya resultaba incontenible.
Los vampiros trataban de aguantar los frentes, pero las brechas en sus filas eran cada vez más visibles. El bastión oscuro contemplaba el cambio en el curso de la batalla con satisfacción. Cuando la batalla acabara y Straush junto con su ejército hubiesen sido eliminados, muerto el sucesor del emperador la guerra civil vampira estaría servida en bandeja. Y cuando todos los bandos estuvieran debilitados, el acabaría con ellos con suma facilidad. El imperio sería suyo.
Como si una lluvia de flechas se tratara, varios cientos de oscuros saltaron al interior de la formación circular, rodeando a Straush, Junsu y Jaejoong. Para su sorpresa se limitaron a combatir contra los vampiros que se encontraban en la zona exterior a su posición.
El bastión oscuro apareció frente a Straush, una decena de oscuros se desplegaron hacia Junsu y Jaejoong con el fin de evitar que pudieran acudir en su ayuda. Aquel combate era entre los dos bastiones.
Straush fue el primero en atacar, pero Gricarius repelía sus ataques sin dificultad. Parecía un adulto que se limitara a parar los inofensivos ataques de un niño pequeño. Sin duda los restos del verdadero bastión oscuro, de alguna manera aumentaban sus capacidades. Gricarius nunca fue un rival digno de Straush, por lo que no cabía otra explicación.
Sus espadas se cruzaron una y otra vez, sin resultados. Straush empezaba a sentirse impotente ante él. Se concentró hasta que sus ojos quedaron inyectados en sangre, sus fuerzas se doblaron y por primera vez le asestó un golpe que hizo tambalearse a Gricarius. Este parecía sorprendido.
Straush aprovechó su desconcierto y ejerció un duro ataque con el que consiguió arrebatarle la espada. Gricarius esquivó la hoja de la espada de Straush justo cuando iba a ser decapitado. Para sorpresa de Straush, Gricarius agarró su espada con una sola mano y se la quitó de las manos.
La empuñó y se la clavó en el corazón. Aquello no lo mataría pero el dolor resultaba insoportable. Jaejoong acabó con varios oscuros y se abrió paso hacia Straush que había quedado desarmado e indefenso en el suelo.
Alzó su espada contra Gricarius y este la rechazó de un mandoble. Caminó hacia él y de una patada lo dejó allí tirado en el frío y derruido pavimento. Junsu estaba rodeado de oscuros, por lo que le resultaba imposible llegar hasta ellos. El resto del clan no estaba en mejores condiciones. Los oscuros estaban masacrándolos.
– Ya no podrás osar interrumpir mi combate con Straush. – Agarró a Jaejoong del pelo y tiró de él hasta levantarlo. Alzó su espada para tomar impulso y de esa forma poder decapitarlo más cómodamente. Pero cuando su espada bajó dispuesta a segar su vida, encontró una fuerte resistencia.
Yunho paró el golpe con su espada.
– ¡Nadie se mete con mi chico y menos una escoria traidora de su propia raza!
– ¡Cómo osas entrometerte sucio mortal!
Los ojos de Yunho se quedaron en blanco, sabía lo que eso le supondría, pero no tenía alternativa. El traje le otorgó su máximo potencial. De un revés partió la espada de Gricarius que quedó petrificado por el terror.
Ordenó a varios oscuros que lo protegieran pero Yunho acabó con ellos sin dificultad, mientras seguía avanzando hasta Gricarius. Jaejoong no podía creer que Yunho estuviera allí luchando, cuando minutos antes se moría en la cama. Corrió hacia Straush que ya empezaba a recuperarse e intentaba levantarse del suelo. Agarró una espada y la clavó en el suelo y se puso de pie. Jaejoong lo ayudó.
– ¿Cómo es posible? – Preguntó Straush.
– Yunho ha decidido sacrificarse por nosotros. – Dijo Jaejoong lleno de orgullo.
Karsacry consiguió unificar las fuerzas vampiras que poco a poco rompieron el círculo que les impedía reunirse con Straush y el resto de su clan. Cuando vio a Yunho luchando de forma encarnizada contra Gricarius, no pudo evitar empezar a gritar.
– ¡Bravo Yunho! Has preferido morir luchando a morir tumbando en una cama. ¡Eres un auténtico guerrero!
Changmin también se percató de la presencia de Yunho, pero se limitó a sonreír y seguir combatiendo.
Junsu consiguió zafarse de los oscuros y llegar hasta Straush.

El bastión oscuro tomó dos espadas que encontró en el suelo y reanudó el ataque. Pero Yunho parecía imbatible.

4 comentarios:

  1. Oohh omo omo q pasará....estoy q me acabe las uñas de los nervios..ay mi Yunho todo un luchador....llegaran los refuerzos antes q acaben con ellos???

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  2. Yunho es mas débil pero es mas valiente :) ❤
    Ojala que su esfuerzo no sea en vano :)

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  3. eso es todo Yunho acaba con ese maldito traidor que quiere lastimar a tu chico y a su familia termina con el y su reino del mal
    Gracias

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  4. Que le arranque la mano y se la pase a Status para que pare esa carnicería. Que lleguen ya los refuerzos.

    Gracias!!! 💗💕💞

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