lunes, 3 de abril de 2017

Un extraño en mi ventana: Capítulo 23

Capítulo 23

Changmin dejó la sala de control e inició su regreso al castillo. No esperaría a que llegaran los refuerzos, deseaba estar con sus compañeros, aquella era una buena noche para morir.
* * *
El imperio vampiro disponía de aviones con apariencia similar a los boing, pero que una vez estaban en el aire, se transformaban en aviones de combate muy superiores a los fabricados por los humanos. Sus turbinas tenían el doble de capacidad, su fuselaje se transformaba hasta volverse más aerodinámico, disponían de medidas que lo hacían invisibles a los radares. Su armamento también era muy superior, un sólo disparo de uno de sus cañones podría derribar un rascacielos hasta los cimientos. Así pues la imagen romántica que los humanos tenían de los vampiros, distaba mucho de la realidad. La sociedad vampira era pacífica por lo general, tecnológica y estaba fuertemente jerarquizada.
Se activó la alarma en todos los estados, todo vampiro que no ocupara un puesto de crucial importancia, fue llamado para acudir a los aeropuertos secretos. Lo único que no variaba en los enfrentamientos entre vampiros era el uso de la espada y la daga como única arma. Al fin y al cabo era la única forma de acabar con un vampiro.
Los bastiones revisaron las operaciones de embarque y en poco tiempo sus aviones surcaban los cielos. Resultaba impensable desde el punto de vista humano aquel nivel de coordinación. Pero claro ellos no eran humanos.
* * *
Los oscuros caminaron a paso lento hacia el castillo, formando un cuerpo de unas seis filas de vampiros. Cada cuerpo ocupó un costado del castillo, quedaba claro que atacarían desde todas direcciones tal y como Straush ya preveía por eso su formación en círculo era perfecta.
En el interior del castillo todos los vampiros empuñaban sus espadas, el hedor a oscuros era ya insoportable. Straush miró a sus bastiones, todos lo saludaron con orgullo. Karsacry sonreía, llevado por el éxtasis de la lucha.
Yoochun miraba en todas direcciones, intentando detectar la presencia de los oscuros. Junsu se hizo un pequeño corte en la mano derecha y usó su sangre para pintarse la cara con líneas tribales.
Jaejoong alzó su espada, deseaba que la lucha empezara cuanto antes, sin importarle el resultado final. No es que quisiera ver morir a su clan, pero si iban a morir mejor cuanto antes.
Changmin seguía corriendo campo a través, maldecía cada obstáculo que le hacía detenerse o le hacía perder tiempo. Necesitaba llegar cuanto antes, quería combatir con su clan.
El bastión oscuro saltó a una de las torres, corrió por la muralla seguido por la mirada de todos los vampiros. Tomó impulso y atravesó el cielo en dirección a la torre del homenaje y desde allí desenvainó su espada y la alzó. Acto seguido los oscuros saltaron las murallas y formaron un cuadrado que rodeaba el círculo de los vampiros. El bastión oscuro saltó al patio de armas, traspasó sus filas y se acercó a mitad de camino de la formación vampira.
– ¡Straush! – Gritó. – Quiero hablar contigo de bastión a bastión.
Straush pese a los ruegos de sus hombres, cruzó el círculo y se acercó lentamente a Gricarius.
– ¡Muestra tu rostro Gricarius! No lo ocultes bajo una máscara. Quiero ver la cara del traidor que se rebela contra su propio pueblo.
Gricarius se quitó la máscara y le miró fijamente con sus ojos amarillos.
– Vosotros ya no sois mi pueblo. Durante años os fui leal. Tú mejor que nadie sabes que te ayudé a vencer al bastión oscuro. Pero nunca recompensaron mi valor, nunca...
– Luchamos por el emperador no por nosotros, nadie nos debe ninguna recompensa, es nuestro deber.
– ¿Nuestro deber? Mientras él se muere, su imperio es dirigido por marionetas incapaces de colocarnos en el puesto que merecemos.
– ¿Y qué puesto es ese?
– ¡Dominando a la raza humana! Nosotros somos los verdaderos señores de la tierra, la culminación de la evolución. Mientras ellos viven como si fueran los dueños del planeta, nosotros nos pudrimos en la sombra. Únete a mí y perdonaré la vida de tus hombres. Juntos dominaremos el mundo y aplastaremos a nuestros enemigos.
– Hace siglos que vivimos en paz con los humanos y aquellos a los que tú llamas enemigos son mis hermanos. ¡Larga vida al emperador! – Gritó Straush.
– Maldito perro, lacayo de un patético emperador moribundo. Entonces moriréis todos esta noche.
– Mejor morir por un emperador con honor, que servir a un bastardo sanguinario.
Ambos bastiones se miraron desafiantes. Straush se interno en sus filas, pronto comenzaría la batalla.
* * *
Los vampiros permanecían sentados en sus asientos esperando pacientemente la llegada al punto de destino. Una vez allí el avión descendería, se abriría su puerta de carga y todos los vampiros saltarían al vacío dispuestos a aniquilar a los oscuros. Pero aún quedaba un largo camino por recorrer, los bastiones temían no llegar a tiempo de ayudar a sus hermanos y lo que era peor, que los oscuros después de aniquilar las fuerzas de todo un estado escaparan. Pasarían meses antes de que alguien consiguiera localizarlos de nuevo.
* * *
Changmin seguía corriendo, por fin llegó al bosque, pero allí tuvo que parar en seco. Un centenar de oscuros patrullaban la zona, cosa que le extraño.
Lo normal hubiera sido que estuvieran en el combate. Receloso caminó en dirección contraria, tendría que bordear la zona para evitarlos, lo que le retrasaría aún más. Maldijo a los oscuros y continuó en silencio su avance.
* * *
Los vampiros miraban a los oscuros, aquellas bestias deformes y hediondas, se mantenían a raya. Esperando la orden de atacar, pero esta se demoraba inexplicablemente. El bastión oscuro regresó a lo alto de la torre del homenaje, desde allí le sería más fácil dirigir su ejército. Agarró el camafeo para acentuar su poder sobre los oscuros y ordenó el ataque.
Las fuerzas oscuras avanzaron de forma organizada hasta los vampiros, encerrándolos en el interior. Cortando cualquier posibilidad de retirada, los vampiros golpearon sus espadas entre sí para celebrar la lucha. Karsacry hubiera deseado estar en primera línea para ser el primero en cortar cabezas, pero debía proteger a su bastión.
Jaejoong contempló con indiferencia el avance oscuro, mientras Junsu comenzó a gritar. Yoochun se colocó a las espaldas de Straush, Karsacry delante de él, mientras Junsu y Jaejoong ocupaban los puestos a su izquierda y derecha.
Straush desenvainó su espada, ninguna protección sería suficiente ante aquel ataque. Era consciente de que la brutalidad de los oscuros no tardaría en romper sus filas. Pero ya contaba con eso.
Los oscuros se lanzaron hacia las filas de los vampiros, cercenando con sus temibles garras las cabezas de todos los desgraciados que quedaron a su alcance. Todo parecía indicar que el círculo caería rápido, pero los vampiros reforzaron los sectores más dañados por los ataques y contraatacaron con furia. El patio de armas cubierto de hierba verde y matojos, pronto empezó a tomar una tonalidad gris al cubrirse con la ceniza de los cuerpos de los muertos.
Desde la torre el bastión oscuro observaba la batalla. Sus fuerzas respondían tal y como preveía, pero los vampiros empezaban a repelerlos.

Straush arengaba a sus hombres a combatir, mientras las filas vampiras no conseguían avanzar, pero tampoco perdían terreno a manos de los oscuros.

3 comentarios:

  1. Espero que no salgan muy heridos :(
    Y que ya se acabe ojala yunho y jae y todos los demas puedan acabar cob los malos :(
    Gracias por el capitulo: )

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  2. ya que terminen de llegar los refuerzos para que terminen con esos oscuros de una bes y por todas
    Gracias

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  3. Ya que lleguen o los masacraran los oscuros. Fuerza chicos!

    Gracias!!! 💗💕💞

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