Capítulo 25
El ejército vampiro
recompuso filas, el círculo se cerró nuevamente atrapando en su interior a los
oscuros que protegían a su bastión.
Yunho seguía luchando
contra Gricarius que no conseguía librarse de él y mucho menos abatirlo.
Straush estaba ya casi repuesto, Jaejoong y Junsu impedían que los oscuros se
acercaran a él. Oscuros y vampiros sucumbían a cada instante durante el
combate.
Yunho cruzaba su espada
contra las dos de Gricarius, pero este no podía hacer más que esquivar sus
ataques y tratar de alejarse de él.
Insistentemente
llamaba a su guardia, pero Yunho abatía a todo los oscuros sin perder el paso,
siempre acechando a Gricarius. Por fin Straush se sintió repuesto y listo para
el combate. Agarró a un oscuro del brazo y lo arrojó varios cientos de metros
lejos de él.
Jaejoong cortó la
cabeza a uno que corría hacia Yunho. Junsu saltó sobre la cabeza de otro, con
un giro de piernas en forma de tenaza le arrancó la cabeza. Resultaba curioso
cómo a pesar de su apariencia frágil resultaba un temible adversario.
Karsacry embestía con
su hacha de izquierda a derecha lo que creaba un pasillo por el que los
vampiros avanzaron y rompieron las filas de los oscuros que aún quedaban en el
interior de su formación. Con un giró de su hacha cercenó la cabeza a cuatro
oscuros, mientras Changmin se acercó por dé tras a dos oscuros los agarró por
el cuello y les arrancó la cabeza. Yoochun les siguió corriendo mientras cortaba
alguna que otra cabeza. Pronto el clan estuvo otra vez reunido cubriendo a
Yunho, para que ningún oscuro interfiriera en una lucha que ya parecía ganada.
Yunho propinó una
patada tan feroz en el estómago de Gricarius, que este debilitado aflojó la presión
de su mano izquierda y dejó caer contra su voluntad la espada. De un revés le
cortó la mano derecha dejándolo desarmado e indefenso. Gricarius era suyo.
Los ojos de Yunho empezaron
a mutar intermitentemente, estaba perdiendo las fuerzas.
– ¡Maldita sea aún no!
– Masculló Yunho.
Súbitamente empezó a
perder la vista y comenzó a mover la espada de forma errática de un lado a
otro. Gricarius se percató de su ceguera, esperó a que su mano derecha se
regenerara, agarró una de las espadas y lo observó con detenimiento durante
unos minutos. Caminó alrededor de él, disfrutando el momento.
Cada vez se sentía más
débil, las piernas le pesaban, los brazos ya no tenían fuerzas para sostener la
espada y el sudor cubría su rostro.
Gricarius de una
patada le quitó la espada, luego le dio un puñetazo en la mejilla que le hizo
caer al suelo. Comenzó a darle patadas en las costillas, deseaba pulverizar a
ese maldito humano que lo había ridiculizado.
Los oscuros se
reagruparon una vez más para impedir que nadie interfiriera en la lucha. El
clan trataba desesperadamente de llegar hasta Yunho, pero todo fue inútil.
Jaejoong pudo ver como
Gricarius miraba a Yunho con desprecio.
Yunho miraba de un
lado a otro, indefenso y sin fuerzas.
Gricarius agarró la
empuñadura de su espada con ambas manos y hundió la hoja en el corazón de Yunho,
que apenas si pudo emitir una queja.
Jaejoong gritó
mientras las lágrimas la cegaban y el dolor quemaba su corazón. Gricarius se
reía. Straush acabó con dos oscuros que obstaculizaban su paso y cruzó
nuevamente las espadas con Gricarius.
Jaejoong se quedó allí
paralizadp viendo el cadáver de Yunho. Se había sacrificado por ellos, de no
ser por él ahora él estaría muerto. Camino hacia su cuerpo matando a todo
oscuro que se cruzaba en su camino.
Changmin y Karsacry lo
cubrieron. Junsu y Yoochun protegían la retaguardia de Straush.
Jaejoong dejó caer la
espada y se arrodillo junto a Yunho que apenas si respiraba ya. Lo acunó en su
regazo y lo besó. Estaba destrozado, nada le importaba ya. Acarició su cara con
dulzura.
– Tranquilo amor mío
pronto pasara el dolor y descansaras. – Dijo Jaejoong.
– Te quiero Jaejoong.
Siento no haber sido tu vampiro de ojos de fuego.
La sangre que manaba
de su boca le hizo toser.
– Sólo un vulgar
humano lleno de defectos. – Yunho cerró
los ojos mientras un hilillo de sangre escapaba de sus ojos. Jaejoong gritó
fuera de sí, con los ojos inyectados en sangre.
Karsacry se acercó a él
y lo agarró del brazo tratando de que se levantara y reaccionara.
– ¡Lucha Jaejoong!
¡Lucha!
– Ya no quiero seguir
viviendo. ¿Es qué no lo entendéis?
– Entonces si no
quieres luchar por ti... Lucha por tu clan. No nos abandones cuando más te
necesitamos.
De mala gana agarró su
espada se levantó, se giró sobre si y cortó la cabeza a un oscuro que se le
acercaba por las espaldas.
Changmin se tiró al
suelo para esquivar las garras de varios oscuros, cortó las piernas a varios de
ellos y al levantarse, amputó los brazos a otro. Karsacry se acercó para
auxiliarle. Los oscuros habían roto las líneas nuevamente y los vampiros
trataban de formar círculos más pequeños para proteger a los otros bastiones.
El fin estaba próximo
y los refuerzos no llegarían a tiempo.
* * *
Lejos de allí los
cielos se cubrieron por veinte aviones de transporte. El bastión encabezaba las
fuerzas. Por radio organizó el ataque.
En las bodegas de los
aviones, los vampiros afilaban sus espadas en silencio. Sus hermanos estaban
muriendo a manos de una escoria que creían ya extinta.
Valemorth bastión
urgió al piloto para que aumentara la velocidad, pero este le informó que no
podía hacerlo sin que la integridad del avión peligrara.
– ¡Mande el satélite
espía a las coordenadas del castillo! – Ordenó Valemorth.
Una trampilla en el
morro del avión se abrió y dejó caer una pequeña bola negra, de la que
surgieron unas protuberancias en forma de colas. De cada una de estas colas
emergió una llama que rápidamente impulsó la esfera hacia el norte. En cuestión
de segundos desapareció entre la bruma nocturna.
La incertidumbre reinó
entre las fuerzas de apoyo. Los bastiones hablaban por un canal privado,
analizando la mejor estrategia para atacar al ejército oscuro, mientras
barajaban la opción de que sus hermanos ya estuvieran muertos. Las dudas no
tardaron en despejarse, cuando uno de los pilotos avisó a Valemorth para que
mirara uno de los monitores.
El satélite espía
mostraba un castillo infestado de oscuros y una pequeña fuerza de unos
doscientos vampiros que resistía en el interior del patio de armas.
– ¡Los están
masacrando! – Gritó Valemorth, impotente por no poder ayudarlos.
La distancia aún los
separaba demasiado, tardarían unos quince minutos en llegar y para entonces
sería tarde dada la proporción del ejército oscuro.
* * *
Gricarius reía ante la
incapacidad de Straush y sus fuerzas para derrotarle. El camafeo lo dominaba en
algunas ocasiones, pero no le importaba ya que le confería el poder suficiente
para doblar sus fuerzas y capacidades. Pronto acabaría con Straush y su ya
diezmado ejército.
Changmin miró a
Karsacry, todo estaba perdido. El grueso de las fuerzas oscuras ya ocupaba el
patio de armas casi al completo. La formación vampira era ahora un cúmulo de
grupos que trataban de resistir, incapaces de reagruparse con las demás
secciones.
Ahh no puedo mas....ay ya no tengo uñas..y Yunho murió???? 😪 nooooo
ResponderEliminarNooo como es posible !!!!
ResponderEliminarYunhooo :( :(
No lo pueden convertir? ?? Pero primero acaben con los malos :(
no no puedo creer que Yunho muriera y ellos no le hayan podido salvar espero que si resistan y que cuando la ayuda llegue por fin los hagan polvo a todos esos demonios
ResponderEliminarGracias
Estoy con el alma en un vilo, los van a masacrar y la ayuda no llega. No no puede morir Yunho porque sin él, Jae también se dejará morir.
ResponderEliminarGracias!!! 💗💕💞