lunes, 3 de abril de 2017

Un extraño en mi ventana: Capítulo 25

Capítulo 25

El ejército vampiro recompuso filas, el círculo se cerró nuevamente atrapando en su interior a los oscuros que protegían a su bastión.
Yunho seguía luchando contra Gricarius que no conseguía librarse de él y mucho menos abatirlo. Straush estaba ya casi repuesto, Jaejoong y Junsu impedían que los oscuros se acercaran a él. Oscuros y vampiros sucumbían a cada instante durante el combate.
Yunho cruzaba su espada contra las dos de Gricarius, pero este no podía hacer más que esquivar sus ataques y tratar de alejarse de él.
Insistentemente llamaba a su guardia, pero Yunho abatía a todo los oscuros sin perder el paso, siempre acechando a Gricarius. Por fin Straush se sintió repuesto y listo para el combate. Agarró a un oscuro del brazo y lo arrojó varios cientos de metros lejos de él.
Jaejoong cortó la cabeza a uno que corría hacia Yunho. Junsu saltó sobre la cabeza de otro, con un giro de piernas en forma de tenaza le arrancó la cabeza. Resultaba curioso cómo a pesar de su apariencia frágil resultaba un temible adversario.
Karsacry embestía con su hacha de izquierda a derecha lo que creaba un pasillo por el que los vampiros avanzaron y rompieron las filas de los oscuros que aún quedaban en el interior de su formación. Con un giró de su hacha cercenó la cabeza a cuatro oscuros, mientras Changmin se acercó por dé tras a dos oscuros los agarró por el cuello y les arrancó la cabeza. Yoochun les siguió corriendo mientras cortaba alguna que otra cabeza. Pronto el clan estuvo otra vez reunido cubriendo a Yunho, para que ningún oscuro interfiriera en una lucha que ya parecía ganada.
Yunho propinó una patada tan feroz en el estómago de Gricarius, que este debilitado aflojó la presión de su mano izquierda y dejó caer contra su voluntad la espada. De un revés le cortó la mano derecha dejándolo desarmado e indefenso. Gricarius era suyo.
Los ojos de Yunho empezaron a mutar intermitentemente, estaba perdiendo las fuerzas.
– ¡Maldita sea aún no! – Masculló Yunho.
Súbitamente empezó a perder la vista y comenzó a mover la espada de forma errática de un lado a otro. Gricarius se percató de su ceguera, esperó a que su mano derecha se regenerara, agarró una de las espadas y lo observó con detenimiento durante unos minutos. Caminó alrededor de él, disfrutando el momento.
Cada vez se sentía más débil, las piernas le pesaban, los brazos ya no tenían fuerzas para sostener la espada y el sudor cubría su rostro.
Gricarius de una patada le quitó la espada, luego le dio un puñetazo en la mejilla que le hizo caer al suelo. Comenzó a darle patadas en las costillas, deseaba pulverizar a ese maldito humano que lo había ridiculizado.
Los oscuros se reagruparon una vez más para impedir que nadie interfiriera en la lucha. El clan trataba desesperadamente de llegar hasta Yunho, pero todo fue inútil.
Jaejoong pudo ver como Gricarius miraba a Yunho con desprecio.
Yunho miraba de un lado a otro, indefenso y sin fuerzas.
Gricarius agarró la empuñadura de su espada con ambas manos y hundió la hoja en el corazón de Yunho, que apenas si pudo emitir una queja.
Jaejoong gritó mientras las lágrimas la cegaban y el dolor quemaba su corazón. Gricarius se reía. Straush acabó con dos oscuros que obstaculizaban su paso y cruzó nuevamente las espadas con Gricarius.
Jaejoong se quedó allí paralizadp viendo el cadáver de Yunho. Se había sacrificado por ellos, de no ser por él ahora él estaría muerto. Camino hacia su cuerpo matando a todo oscuro que se cruzaba en su camino.
Changmin y Karsacry lo cubrieron. Junsu y Yoochun protegían la retaguardia de Straush.
Jaejoong dejó caer la espada y se arrodillo junto a Yunho que apenas si respiraba ya. Lo acunó en su regazo y lo besó. Estaba destrozado, nada le importaba ya. Acarició su cara con dulzura.
– Tranquilo amor mío pronto pasara el dolor y descansaras. – Dijo Jaejoong.
– Te quiero Jaejoong. Siento no haber sido tu vampiro de ojos de fuego.  
La sangre que manaba de su boca le hizo toser.
– Sólo un vulgar humano lleno de defectos. –  Yunho cerró los ojos mientras un hilillo de sangre escapaba de sus ojos. Jaejoong gritó fuera de sí, con los ojos inyectados en sangre.
Karsacry se acercó a él y lo agarró del brazo tratando de que se levantara y reaccionara.
– ¡Lucha Jaejoong! ¡Lucha!
– Ya no quiero seguir viviendo. ¿Es qué no lo entendéis?
– Entonces si no quieres luchar por ti... Lucha por tu clan. No nos abandones cuando más te necesitamos.
De mala gana agarró su espada se levantó, se giró sobre si y cortó la cabeza a un oscuro que se le acercaba por las espaldas.
Changmin se tiró al suelo para esquivar las garras de varios oscuros, cortó las piernas a varios de ellos y al levantarse, amputó los brazos a otro. Karsacry se acercó para auxiliarle. Los oscuros habían roto las líneas nuevamente y los vampiros trataban de formar círculos más pequeños para proteger a los otros bastiones.
El fin estaba próximo y los refuerzos no llegarían a tiempo.
* * *
Lejos de allí los cielos se cubrieron por veinte aviones de transporte. El bastión encabezaba las fuerzas. Por radio organizó el ataque.
En las bodegas de los aviones, los vampiros afilaban sus espadas en silencio. Sus hermanos estaban muriendo a manos de una escoria que creían ya extinta.
Valemorth bastión urgió al piloto para que aumentara la velocidad, pero este le informó que no podía hacerlo sin que la integridad del avión peligrara.
– ¡Mande el satélite espía a las coordenadas del castillo! – Ordenó Valemorth.
Una trampilla en el morro del avión se abrió y dejó caer una pequeña bola negra, de la que surgieron unas protuberancias en forma de colas. De cada una de estas colas emergió una llama que rápidamente impulsó la esfera hacia el norte. En cuestión de segundos desapareció entre la bruma nocturna.
La incertidumbre reinó entre las fuerzas de apoyo. Los bastiones hablaban por un canal privado, analizando la mejor estrategia para atacar al ejército oscuro, mientras barajaban la opción de que sus hermanos ya estuvieran muertos. Las dudas no tardaron en despejarse, cuando uno de los pilotos avisó a Valemorth para que mirara uno de los monitores.
El satélite espía mostraba un castillo infestado de oscuros y una pequeña fuerza de unos doscientos vampiros que resistía en el interior del patio de armas.
– ¡Los están masacrando! – Gritó Valemorth, impotente por no poder ayudarlos.
La distancia aún los separaba demasiado, tardarían unos quince minutos en llegar y para entonces sería tarde dada la proporción del ejército oscuro.
* * *
Gricarius reía ante la incapacidad de Straush y sus fuerzas para derrotarle. El camafeo lo dominaba en algunas ocasiones, pero no le importaba ya que le confería el poder suficiente para doblar sus fuerzas y capacidades. Pronto acabaría con Straush y su ya diezmado ejército.

Changmin miró a Karsacry, todo estaba perdido. El grueso de las fuerzas oscuras ya ocupaba el patio de armas casi al completo. La formación vampira era ahora un cúmulo de grupos que trataban de resistir, incapaces de reagruparse con las demás secciones.

4 comentarios:

  1. Ahh no puedo mas....ay ya no tengo uñas..y Yunho murió???? 😪 nooooo

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  2. Nooo como es posible !!!!
    Yunhooo :( :(
    No lo pueden convertir? ?? Pero primero acaben con los malos :(

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  3. no no puedo creer que Yunho muriera y ellos no le hayan podido salvar espero que si resistan y que cuando la ayuda llegue por fin los hagan polvo a todos esos demonios
    Gracias

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  4. Estoy con el alma en un vilo, los van a masacrar y la ayuda no llega. No no puede morir Yunho porque sin él, Jae también se dejará morir.

    Gracias!!! 💗💕💞

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